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Somes feministas porque. Ra oprestn contra las mayer es uns luchr de ells msmas.y no contemplamas lr partcpactin del encnige, ano ser que demuaste su renditon on cig caso dirk ce sere, stamas més alt del género pero meso enemigo no Bi patriarcaado dates clas horabres pero mates ex lx maser p las mugeres Ns identftcames con valores ancestralesfemenines 9 no con las que nes hant Jimpuesto como prope: siren alas interes del patrarcade SBeepreciames al macho patriercal Ras personas han de ser ayetes no objicos* QSomas anarcofeministas porque. Bepreciames al macho patriarcaldsficzado de bbertarc Nes encontrcmosinsetadas on mn mecanismo guc nos concede ol fades derecho clegir desputs de huermes prinado de la facta de hacer Menderes rabieanente be mans gue nas de de comer, que es ls mia que nes somete p tortura. Wirimas permanentemente on una prisién lamadke gémere on le que se torture y se golpea tan bratabnente como on cuabguier ora y a la que sé le peclemos desear su deconctruccién y demolicion. Rechazamas el patiarcado py tod caguell@s que viren on su regu. NG deicames que d Zestado instrumentatice nuestr dignificacion y muestra emanopacién ya que no sitve « nuestra verdadera lberacin * receptoinictado com el gina, extended al rango socal y asinilade en la ccctuaidad en wn pleas personal (cada un@ es epresorat de st mismo) No18 ledanora Publicacion aqarquista antipatriarcal S.. Red Anarcofeminista de mujeres: alejandra_anareofem@bhotmail.com Colaboraciones 0 pedidos para/se BhleWantra: c/Casilda Hernaez ‘Vargas, s/n Manzanares 42315 Peralejo de los escuderos (Soria) y alejandraxanarcofem@gmaileom De interés: Biblioteca- archivo Teresa Claramunt: Manzanares 42315 Peralejo (Soria) y biblio.teresaclaramunt@gmail.com Herstory: www.difusoraherstory.tk La dilatada carcera profesional y social de esta excelsa mujer est intimamente ligada a la Escuela Libre Paideia, de la que es fundadora, junto con su compafiera Concha Castaiio y M* Jestis Checa. Pero Pepita no solo se dedicé a la educacidn sino que, en el campo socio-politico, fue una activa militante feminista, miembro del colectivo Mujeres para la Anarquia, formado por mujeres pertenecientes al Colectivo Paideia. La aportacién de esta mujer a la pedagogia libertaria ha sido amplia, seguramente haya escrito mas que ningtin otre anarquista espafiol sobre la educacién, ‘Una amplia muestra de sus escritos se pueden encontrar en la web de Paideia, Pesend0o. se sumaal dolor de sus allegadas y allegados, especialmente del Colectivo Paideia, INDICE Pig. Aprendizaje anarquista: Lo erbtico como subversién 33 Alutoestima y aprendizaje emocional Las trampas del. amor.... 30 Compartiendo experiencias: Amory respeto, $i m0 qué esse. 25 Mujeres diferentes, zmujeres como tii?: Marta Lacerda de Moura 21 Creatividad impresa: Poesia: Cuestién de imaginacién, Dentro y fuera. . 19 Desenmascarando al patriarcado: Aprender sin escuela V: ¢Para qué sirve la escuela? .. Desenmascarando a los hombres: Elpatriarcado y ef amor Libre... 38 EVITORIAL Soria, 2009 Género, mentiras y el gterno maseulino a impostura del postfeminismo* Mentiras explicitas: ‘* “ba mujer gobigrna la gsfera sexual y emocional”. + “No existe le complicidad meseulina generalizada en la sgxualided y Is afgetividad eon eargla de buenas intenciongs” Mentiras implicitas: © Ridiculizaeién dg les posturas feminisias que ven gn lo personal, lo sexual g afgetivo une inferencia del Poder. ‘iclaraciongs necesarias y respugsias: fil Hombre no lo hemos definido nosotras sino qu¢ lo ha dgfinido gl propio patriareado; a fa Mujer ta he definido el tlombre y ¢! patriareado. las mujeres nos quergmos definir a nosotras mismes buseando nugstras raiegs y szias dg identidad anegstralgs © aulénticas y aegptando las nugvas sefias de idgntidad que nos haegn aulénomes, completas y libres. il Hombre que lo dgfinan los propios hombres, cuando verdadgramenig quigran heegrlo, contra el Poder. Migntras no lo hagan aulgnticamenie dg forma generalizada, y no como pose, seguirgmos desgando su mugrig. 37 » En relecion al texto: “Cansadas dg tanto ngofeminismo gy politieamente ineorrgctas”. APUNTES III Jornadas Anarcofeministas Sc han desasrollado las TTT Jornadas Aaatcofetuinistas en otofio y por tierras extremefias, como las antetioresy este aio tal vez su idiosincrasia haya sido més propia de un Encuentro. ‘Tres- cuatro dias de conocimients, complicidad, receptividad, generosidad y apoyo mutuo, ... ‘Pblagiundraquiere agradecer a las organizadoras todo su esfuerzo que han puesto en ellas, y 2 1@s compaiier@s que acudieron haciendo un montén de kilémetros para ello (desde Barcelona, Valladolid, Valencia, desde “el dolor hondo”, Madrid, Sevilla, etc.) Entre cincuenta y sesenta compaiiex@s compartiemos pensamicnto, sentimiento y lucha. Es muy importante crear espacios de encuentro e intercambio en persona y mediante otros medios, como intemet para aunar csfuerzos, sin olvidarnos nunca de las compafieras que iniciaron Ia Jucha antes que nosotzas. Algunos temas que se ttataron fueron: violencia patriarcal y conflictos, autogestién de la salud, autodefensa para mujeres, espacio de lucha sélo de mvjetes, espacios _autogestionados_y anarcofeminismo, nuestra lucha anarcofeminista, nacimiento y crianza natural, homensje a Josefa Martin Luengo, compatiera educadora libertaria y anarcofeminista, y experiencia educativa de la escucla libertaria Paideia, hombres frente al patriarcado. Compaiieras, nos vemos en I@s préxim@s (jornadas o encuentros). Un abrazo libertasio. BIBLIOGRAFIA (para nifias g no tan nifies) Anton y las chicas de Ole Kénnecke La gallina Catalina de Rosa Fuengo y Rocfo Martinez, El oso valiemte y el conejo miedoso de Hans de Bect Urachima el valiente de Natalie Bodin (cémic) Rebelién en la granja de Jean Girand y Marc Bati (cémic) Encender la noche de Rai Bradbury y Noemi Villamuza Se necesitan besos de Gemma Lienas y Africa Faulo Descubramos la playa. Exploramos con el National Geographic de William H. Amos Caballito blanco de Onelio Jorge Cardoso El bollo de los viernes de Patxi Zubizarreta y Jokin Mitselena Las tres melk:zas, tres gotas de agua de Roser Capdevila y Casles Capdevila La casita de Barbapapa de Annette Tisou y Talus Taylor La escuela de Barbapapd de Annetette Tisou y Talus Taylor PAGINAS WEB www.mujerescreando.org www.rompeelmolde.tk Nuestros compaiieros, y 280 que algunos, no todos, pueden ser exegpelonales (entipatriarealgs), todo lo que queréis, pero ipor favor! represzntan una infine parte de ia maseulinidad. 25¢ puede afirmar que todos los hombres son edmplicgs de la opresién dg las mujeres, que las relaciones heterosexuales son gl méximo exponente de esa dominacién? 31, ya que los hombres con I@s que nos relacionamos gon la exeepeién que confirma la regla. ko son migntras no nos demugstren lo eontrario, gn gag caso $¢ aeabaria nugstra relacion con gllos. En el caso ce nugstras relaciongs eon las mujeres, fa gxeepeién gs la mujer aliada eon gl poder plenamentg. Bajo ef Patriareado, lo més satisfactorio y soludable es la homosexualidad femenina, aunque no hagamos sido gducadas para gllo (debido a la hgtgronorma). tay que asumir que gl patrareado gs un orden social instaurado por los hombres, por tanto ¢l hombre no ha sido negado sino rgafirmado gn ¢I. lea mujer ha sido definida por él y negada. Este gs ls gran diferencia que nos Ilgve a ver el patriareado como responsabilidad —fundamentalmente maseulina y no como una mald¢ién divina, o sa ergado por un entg abstraeto que padgeen ambos sexos. ldgmés, si gg me permite (como si no), los hombres padgeen 2l Patriareado eomo los reyes la monerquia. Recomendamos observar ef paralelismo que existe’entre el endrocentrismo y el etnocentrismo. Por desgracia las mujeres pasamos de ser victimas a oliades, pero no logramos ser (aunque nos hagan erger que sf) refractarias, libgrtadoras g libzradas. €1 sistema patriereal s6lo permite esas dos opeiones para nosotras. 36 “Si yo me he sentido agredida pero el otr® no tenia intgneién dg agredirme: éha habido ogresién?” 2 note st resentimiento personal”. las que diegn que algunas ferinisias basen sus plentgamigntos en heehos personalgs... guizas sga inevitable. [tema agresiongs sexuales) El patriereado va més allé que el machismo dg andar por ease. Un hecho puntual de violencia u opresion puede ester condicionad> por muchos factores y s¢ debe analizar en su contexto, pero enalizado a otra eseala més amplia puede ser el patriareado gl que nos agude a entenderlo. Es como cuando analizamos le delineuencia, podemos hacerlo en su contexto més inmediato J veremos como eausantes de elle le falta de recursos académicos, la realidad familiar “deseatructurade”, ... 0 podgmos hacerlo desde un plano més amplio g veremos las causas en la propiedad privada, la desigualdad social, ete. 5i trestocamos gstos anélisis puede ridiculizorse féeilmente nugstro planteamignto. €l abuso 860 se puede dar del que tiene poder hacia el que no lo tigng. ‘hora le situacién gsté eambiando, pero no olvidemos cug ellos son los que tignen la sertén por el mango, nosotras la agerrames también, pero no por el mango; gs dzeir, que vivimos bajo un orden sceial g cultural ergado por ellos y para gilos, en el que oblendremos privilegios a costa de renuneiar 8 nosotras mismas. No estamos de aeugrdo con el diseurso vietimiste, pero no podgmos hacer tabla rasa, porque no-partimos-de-la- igualdad, ne lo olvidemos nunes, gl “neutro” gs “maseulino” (g no s¢ eanbia Ia realidad negéndola); en cambio, estamos 35 El amor es una eleccidn no deliberada; es una como predileccién Jmpulsiva de nuestras fuerzas intemas, sacudidas por un algo misteriosos es la libertad absoluta de escoger espontineamente —y podriamos decir inconscientemente-, pero nunca la promiscuidad ni cl servilismo galliniceos. Exigit o someterse envilece, humilla y deprime ambos participes en la experiencia de amor. ¥ no es preciso defender principio alguno ni ser asociado a ninguna entidad para hacer lo que hacen todos los hombres -o lo que quisicran ver realizado tener todas las mujeres jévenes y hermosas a su disposicida, Maria Lacerda de Moura; 1934. ‘como la orina o Ia sangre. Las investigaciones de los gabinetes de y psicologia experimental han hecho emitit las mas conclusiones: cada sabio las interpreta conforme a los, ptincipios que defiende... Es, por tanto, evidente, que las ‘manifestaciores de la vida sentimental o psiquica escapan a las més meticulosas y sutiles investigaciones de los sabios de mayor categoria Cada dia se estudian mas esos complejos y descubrimos que son complicadisirios efectos de causas cuyas leyes todavia no nos ha sido dable preescratar. La verdader: sabidurfa pone un punto de interrogacién ante las incégnitas que bullen y se agitan en nuestra mente limitada, servida 0 auxiliada por sentidos groseros que no pueden captar plena ¢ fintegcamente los delicados estremecimientos de la naturaleza humana. Formar una cooperativa amorosa sujeta a la ley de la oferta y la demanda no puede tener més resultado que despertar apenas en nosotros el erotismo vicioso, los instintos puramente carnales, casi siempre adormecidos en las criptas profundas de nuestro “yo”, relegados por a razén, Armand combate denodadamente, con razén_ y__justeza, admirablemeate -y en ellos le aplaudo, sumindome en su labor- los cclos, ¢l exclusivismo sexual y el propietarismo amoroso. Pero no creo que su cooperstiva sea capaz de poner término a tales sentimientos inferiores; por él contratio estimo que los suscita, los ‘estimula y que puede crear en las juventudes un a modo de cinismo vulgar semejante al de los explotadores de mujeres. Qué papel le esté, pues, reservado a la fémina? No cteo que sea dable desempefic el de esa muchacha que, al decir de su hermano, joven defensor de Ia “‘camataderia amorosa”, habia tenido ya, en pocos afios, més de trescientos amantes. Esto es una verdadera monstruosidad, y si esa chica no vive de la prostitucién es, necesariamente, una anormal Una frmul: amorosa semejante constituye tan sélo el reinado del erotismo en sus mis groseros y bajos estremecimientos. No existe delicadeza ni generosidad alguna en el hecho de que los individuos se entreguen indistintamente unos a otros, a cada instante, partiendo de un compromiso de grupo cooperatista de amot, 0 so pretexto de un principio libre, comunista, defendido patadéjicamente por individualistas anarquistas. Si vivigndo un proegso devaluativo de “lo femgnino” maseulinizacién de la majer. €n el patriareado: flombres: todos son culpablgs migntras no sz dgmugstre lo contrario. Mujeres y nif@s: tod@s son incegntgs migntras no se dgmugstr¢ lo contraric. Lo que no se puede pretender, ahora, ¢8 que los hombres son victimas del patriereado y las mujeres son eulpables de su propia opresion, por gl mero heeho de que las mujeres no hayamos sabido defendgrnos o liberamos dg ella adeeaada g plenamente. 34 Se APRENDIZAJE ANARQDISTA Lo erético como subversion La palabra erdtico vidas. El compartir el goce, ya sea fisico, emocional o intelectual, crea un puente entre las personas que puede ser la base para entender mejor aquello que no se comparte y disminuir el sentimiento de amenaza que provocan las diferencias. Otra forma importante en que acta la conexién erdtica es teforzando, de manera abierta y audaz, mi capacidad de goce. [..] Esta auto-conexién es una medida del goce de saberme capaz de sentir, un recordatorio de mi capacidad de sentir. Y ese profundo ¢ inremplazable ccnocimiento de mi capacidad de goce exige que viva toda mi vida en el conocimiento de que tal satisfaccién es posible y no necesita llamarse matrimonio ni dios ni vida eterna, {-.] Esta es una de las cazones por las cuales lo erdtico es tan temido y tan a menudo relegado solamente a la cama, cuando se llega a reconocer. Porque una vez que empezamos a sentir profundamente todos los aspectos de nuestras vidas, empezamos a exigir de nosotras, mismas, y de todas las actividades de nuestras vidas, que estén de acuerdo con ese goce del que estamos conscientes de ser capaces. [..] Esta ¢s una gran responsabilidad que, proyectada desde nuestro interior, nos compromete a no establecernos en lo conveniente, en lo falso, lo esperad> convencionalmente, lo meramente seguro. [-] Se nos ha ensefiado a desconfiar de este recurso, que ha sido envilecido y devaluado en Ia sociedad occidental. Por un lado, lo superficialmente erético ha sido difundido como signo de inferioridad femenina; por otto, a las mujeres se les ha hecho suftir y 33 jene de la expresién griega eros, que alude a la petsonificacién del amor en todos sus aspectos. Eros, nacido del dios Caos, representa el poder creativo y la armonia. Cuando hablo de lo erdtico, entonces, hablo de una afirmacién de la fuerza de vida de las, mujeres, de aquella poderosa energa creativa cuyo conocimiento y ‘uso estamos reclamando en nuestro lenguaje, en nuestra historia, en nuestros bailes, en nuestros amores, en nuestros trabajos, en nuestras Por otra parte, existe una poderosa rizén de orden fisiolégico que abona mi tesis, y es que la naturaleza ha hecho apta a la mujer para satisfacer la libidinosidad de muchos hombres; el varén, en cambio, no tiene capacidad ni resistencia para dar satisfaccién a varias Cie, py ite Wo Gl In en. de Taine Ply done raz6n al decir: “Sospecho, a veces, que en su camaraderia amorosa y en Ia que practican los “compafieros de L? en Dehors”, hay una simple preocupaci6n de viajero que quiere evitar recusrir al lupanar. El que pasa, coge todas las flores que le vienen a mano, y sus, continuos viajes le permiten evitar, sir esfuerzo alguno, aquellas que le podrfan desagradar. Asi, el “todas para todos” tiene, en él, un sentido generosamente prictico; pero el “todos para todas” se trueca en un principio prudentemente tedrico.” Que me perdone el camarada Armand, pero yo también, con Marfa Luisa, me siento desconfiada, Creo que la camaraderia amorosa — resumida en la maxima “Todas para todos; todos para todas”- ahoga Ja ternura cavifiosa y la propia simpatia que induce a la eleccién. E, Armand, en su periddico L’ en Dehors, decia en cierta ocasién: “Ne montrez pas en public et parfois en privé- plus de préférence qu in’ est necessaire pour tel, telle ou tels camarades particuliers.” Es decir: “No demosteéis piblicamente ~a veces ni siquiera en privado- mayor preferencia de la que es indispensable para este, esa 0 aquellos camaradas determinados.” Entonces, so pretexto de que no debo hacer suftir, gme veo imposibilitada de escoger mis amigos entre todo el grupo de camaradas? Esto constituye una regla conventual, de asilo frailuno, Ademés, zqué clase de suftimiento puedo provocar creandome amistades especiales? Los que sufrirfar, en tal caso, serfan los celosos exclusivistas que no tienen derecho alguno a privarme de mi entera libertad. La amistad, la simpatfa y dl amor no sc imponen. Son sentimientos espontineos y, regulatlos y constituitles en cooperativa consumo, de igual manera como se ctea una cooperativa de fabricacién y uso de calzado o de productos agricolas, es considerar el amor analizable como cualquier otro producto orgénico y desconocer 1a psicologia humana. Es poner al mismo nivel terzero de la secrecién biliar © renal los “complejos afectivos” 0 psicolégicos. La vida afectiva o mental no puede ser analizada en sctortas ni alquitaras, 6 Sf. El amor plural frente a la camaraderia amorosa Han Ryner asevera que si tuviese que clegir entre la concepeién del amor de Armand y el amor tinico, prefetiria tal vez a éste, pero lo mis seguro es que se quedara sin ninguno de los dos. El pluraliamo de Armand, al decir de Han Ryner, en su magistral libro L’Amour Plural, “es la peor de las servidumbres”. En efecto, esclaviza a la mujer, la hace servil y mata el verdadero amor; es el retomo a la promiscuidad, al comuaismo sexual degradante, en el cual la mujer contintia representando el papel de cosa, objeto de placer, elegida siempre y casi nunca con derecho a escoger. Gierto es que el contrato es voluntario, pero no es menos innegable que la mujer 0 acepta, casi siempre, irceflexivamente, y contimia siendo explotada por la astueia masculina. De otto lado, es evidente que Ia promiscuidad repugna a la naturaleza femenina, pues incluso las prostitutas, que se habitian a la intima convivencia con todos lo hombres, sean éstos de la condicién que fueren, por ooligacién de su “oficio”, sienten repulsiéa y atin vergiienza hacia el comercio que ¢jercen, y por ello tienen siempre su amante, su “gigol6”o “macatrén”. Generalmente, el amor de la mujer es mis sentimentalista que sexual En esa a modo de cooperativa amorosa que preconiza Armand, el amot se trueca en un articulo que forma parte de la ley de produccisn © de consumo del oxganismo colectivo y esti sujeto a la oferta y a la demanda, En la sociedad “armandista” amorosa, estin todos obligados a la seciprocidad por el contrato que se establece, pero la mujer saldri siempre perjudicada del mismo y aun explotada. Confesemos que semejante papel —que algunos libertarios han asignado 2 su compafieras- es deprimente ¢ indeseable y repugna hondamente a todas Ia conciencias realmente libres. La mujer superior elige sus amores; pero no se somete a la imposicién de un individuo y menos ain a la de ua grupo cualquiera, Si es verdad que deseamos encaminarnos hacia la maternidad libre, hacia la instaumcién de un matriarcado consciente, godmo puede imponerse a los individuos que forman parte de un grupo de camarads, el compromiso de la promiscuidad 0 del comunismo sexual, aunque se oculte tras el apelativo de “camaraderfa amorosa”? sentirse despreciables y sospechosas en vietud de la experiencia de lo extico, [--] A menudo se le ha dado un nombre equivacado a lo exético y se Jo ha usado contza la mujer [..] confundiéndolo con su opuesto, la Pomografia. Pero la pornografia es la negacidn directa de lo exérico, Porque representa la suptesin de los verdaderos sentimientos. La pomografia enfatiza la sensacién sin seatimientos. [..] Es un sentido interno de satisfaccién al que, una vez que lo hemos experimentado, sabemos que podemos aspirar [.] por un sentido de auto-respeto, no podemos exigir menos de nosotras mista. [.-] Se nos ensefia a separar lo erdtico de todas las areas més vitales de nuestras vidas que no sean el sexo. [..] Como mujeres, necesitamos examinar las formas en que nuestro mundo puede ser verdaderamente diferente [-] Hemos sido formadas para temer d si dentro de nosotras a nuestros ins profundos anhelos. [..] El temor a nuestros deseos los mantiene bajo sospecha e indiscriminadamente poderosos, porque reprimir una verdad es darle més fuerza de la que podemos resistie. El temor de no poder crecer més alld de cualquier confusiin que podamos encontrar en nosotras mismas nos mantiene déciles y Obedientes, definidas externamente, y nos lleva a aceptar muchas facetas de nuestra opresién como mujeres. Cuando vivimos fuera de nosotras, y con esto quiero decir basadas solamente en directivas extremas, en lugar de vivir basadas en nuestros conocimientos y en nuestras nevesidades internas, cuando vivimos alejadas en las directivas endticas que vienen desde adentro de nosoteas mismas, entonces nuestras vidas permanecen limitadas por formas externas y alienantes y terminamos ajustindonos a una estructura que no est basada en las necesidades humana [-.] Al empezar a reconocer nuestros sentimientos mas profundos, empezamos a dejar, necesariamente, de sentimos satisfechas con el suftimiento y la auto-negacién y con la panilizacién que tan frecuente parece ser la nica altcrnativa én muestra sociedad. Nuestras acciones- contra la opresién se hacen uno con nuestro ser, motivadas y reforzadas desde adentro, En contacto con lo erético, me siento menos dispuesta a aceptar la importancia u otros estados del ser que no son parte de mi natutaleza, tales como la resignacién, la desesperacién, la auto-destruccién la depresiéa, la auto-negacién. 32 [.] Esto me leva a una iiltima consideracién sobre lo erético. Compartir [..] los sentimientos mutuos es diferente de usar los sentimientos de otra persona como si usiramos un paiiuelo desechable. [... Negarse a estar conscientes de lo que sentimos en cualquier momento, aunque eso parezca incémodo, es negar una gran parte de la experiencia, y ahi es cuando podemos permitir ser reducidas ha lo pomogeifico, al abuso y al absurdo. [-] Reconocer el poder [subversivo] de lo erético en nuestras vidas nos puede dar la energia para procurar obtener cambios genuinos en nuestro mundo, en lugar de solamente esperar un cambio de personajes en el mismo cansador drama. Y esto es asi no solamente Porque tocamos nuestra més profunda fuente creativa sino porque hacemos lo que es femenino y autonfirmativo frente a una sociedad sacista, patriarcal y anti-erética Audre Lorde DESENMASCARANDO ALOS HOMBRES ‘Amor libre y patriarcado La coqueteria en el amor Tengo horror de la coqueteria en el amor. Y no me simpatiza la mujer que, atin deseosa, se deja deseat. Una resistencia prolongada ‘me hiela la sangre y me alejo definitivamente cuando entran en juego las maniobras destinadas a enmascarar la agudeza de la necesidad sexual. Ni la ingenuidad ni el conocimiento son excusas suficientes para mi. Si no considerase el respeto y la estima como valores en desuso, éstos le cabrian a la mujer que se da. Que se da, no que se niega 0 que hace mercado de si misma. Que se da, simplemente. Si afcites, sin astucia, sin célculos, sin sobreentendidos, sin fines ocultos. Sin pensar la fidelidad ulterior en términos de garantia. Sin interrogar al destino. Sin preocuparse si volver a ver alguna vez a st amante. Que se abandona. Que dona su cuerpo Y no sélo su cucrpo, sino 3 caricias, su pasidn, su sensibilidad. Sin una ostentacién que contrasta con la intimidad natural del amor. Pero también sin un temor pueril respecto de la buena o mala opiniéa que su don puede generar, Déndose. Porque ama en general o desea en patticular. A quien le gusta ya quien ella gusta. Algunas veces, juntos; otras, uno sin el otto, Por una hora, un dia, diez afios. Sin ninguna preocupacién mezquina de estado civil o de condicién social. Fste es el caticter de la amante, de la verdadera comercia: se exhibe. Es una cnamorada en fio. Es tuna més cara, la figura contrahecha de la verdadera amante.Es el antidoto del amor. Emile Armand Por Ultirro, en la escuela se descalifican de forma directa y frontal otros modos de socializacién y de instruccién sustituidos por la integraci6n en una microsociedad anénima y anémica, un purgatorio, antesala obligaloria de! trabajo manual. Y es que las piezas que hemos intentado presentar en este recorrido se fueron perfilando con el tiempo para ser finalmente retomadas y readaptadas en un nuevo contexto histérico por los nuevos grupos sociales dominantes. No se trata pues de una simple reproduccién sino de una auténtica invencién de la burguesia para «civilzar» a les hijos de ios trabajadorgs. Tal violencia, que no es exclusivamente simbélica, se asienta en un pretendido derecho: el derecho de todss a la educacién. Extraido de un resumen de un texto de Julia Varela y Femando Alvarez- Uria elaborado por el CAUM & AUTOSSTIMA Y APRENDIZAJE. EMOCIONAL LAS TRAMPAS DEL AMOR problema no est en la interdependencia ple ¢ iguali lependencia uni- miltiple ¢ igualitaria (lo més igualitaria posible) sino en la depen« direccional de dos entes o individuos en situaciones de desigualdad. Es en- tonces cuando se crea el poder y el dominio. Si hablo de independencia o autonomia ¢s porque actualmente la mujer se hha de independizar del dominio de la cultura androcéntrica, para encontrar- se como sujeto y establecer relaciones de colaboracién y no de sumisién. Pe- to antes de hablar de independencia pasemos a ver algunas de las estrategias ‘mediante las cuales se prepara el camino hacia la dependencia. ‘sla mujer se le prepara desde muy nifiaa depender de otras personas, Seri en 1 proceso de socializacién donde se encamine a la nifa hacia la dependen- la, mediante una serie de gestos, actitudes y manipulaciones sentimentales. Nos matan ¢ inmovilizan la sobreprotecci6n y los elogios. ‘i caemos en la trampa de los elogios seremos tratadas siempre infantilmente, como nifias sumisas, pacientes, virtuosas, comprensivas y pacificas, pero nunca ‘nos tomarfin en serio, La frase «es una buena chicas esconde una desconfian- zaen las capacidades de defensa fisica y verbal de ésta. ‘Sino nos medimos con el mundo, explorando el espacio fisico y las capa- cidades de nuestro cuerpo, hablando y discutiendo con los demés no podre- mos enfrentarnos alas situaciones dificles sino que trataremos de huir de ella. Cregeremos asi, las mujeres, como personas coartadas que part caminar so- bre seguro nos reprimiremos antes que exponernos al riesgo. las actitudes de las demas personas, su manera de vernos, su confianza 0 slesconfianza en nosotras, ejercerin una influencia mayor de la que creemos, pues.nes vemos en la mirada ajena, espejo que proyecta nuestra imagen. Si |i otra persona siente miedo, preocupaci6n y ansiedad por mf yo estaré mas dlispuesta a sentirlo también. Se ha observado que las madres son mis ansio- sas respecto a las nifias que a los nifios varones. Esta ansiedad asustari a fa hifi y hard que ésta acorrale, esconda y reprima sus micdos, evitindolos en lugar de enfrentarse a eflos. No logearf tener confianza en si misma, puesto ‘que los demas eampoco la tenen, ¥ el miedo y la inseguridad se convertirén en el principal motor de su vida. 30 Si vemos que la mayoria de las mujeres no deciden por si mismas sino que consultan a otras personas, si alas nifias se les aconseja constantemente obe- decer el estereotipo femenino, se se les incita a agradar 2 los otros mas que 1a tomar iniciativas propias, si se les aconseja huir de las situaciones en lugar de enfrentarlas, se les esté preparando para que dependan sentimentalmente de los otros. La nifia, viendo que la sociedad no confia en las mujeres, crecerd con des- confianza en si misma, atribuyéndose valores inferiores. Preocupada por su buena imagen, por agradar a los otros, por lo que se opina de ella, tendera 2 cambiar el juicio sobre las personas o cosas si alguien disiente de ella, tr tando de buscar mas apoyo en las relaciones que en vencer Ias dificultades para adquirir confianza en ella misma. Crecida en la inseguridad, en los mie- dos y desconfianza de si misma tenderé a no flarse de las otras personas. Le quedaré el espacio de la intriga, el cuchicheo, del pensar y no decir, de la sospecha y de Ia intuici6n, en lugar de la demostraci6n, produciéndose, de esta manera, en ella, la susceptibilidad y la envidia. Gasi siempre desde una vision an- rocéntrica, hablan sobre todo de los varones y reflejan a los personajes fe- ‘meninos tal y cOmo los ven ellos, 0 en relaci6n 2 ellos y su mundo. En esta crisis de identiad, en este desconcierto ¢ inseguridad sobre su ima- gen, Ia influencia y las opiniones de otras personas sobre ella van a pesar s0- bremanera El sentimiento de independencia en la mujer se puede construir de varias ‘maneras: favoreciendo ¢ incitando, desde nifia, todos sus movimientos de ex- ploracion espacial y mental, evitando las actitudes sobreprotectoras y dejan- do que se equivocue y aprenda a resolver sus problemas, incitindola a todo tipo de juegos y juguetes, cuidando que los elogios vayan dirigidos no a las actitudes de sumisi6n, paciencia y obediencia, sino a las de autoestima, su- peraci6n y realizaci6n propia, defensa personal, capacidad de riesgo y expre- siOn fisica y verbal, asi como a toda actitud que defienda y exprese 10s sentimientos personales y colectivos de cooperacién, apoyéndolas y autores: Ponsabilizindolas en sus iniciativas y en las opciones personales y profesio- rales, confiando en sus capacidades y favoreciendo la creatividad y Ia fantasia, no como vilvula de escape de una triste realidad sino como opci6n posible para cambiar lo que no resulta satisfactorio, La mujer puede crearse su inde- pendencia de varios modos: siendo consciente de los estimulos y motivacio- nes internas y externas para buscar energia, personas y cosas en general que le hagan estar bier, siendo consciente de sus posibilidades personales en la resolucién de problemas para escoger opciones realizables y dando impor- tancia a la conciercia y definicién de los hechos, a las varias opciones que ofrece Ia realidad y a su posible cambio, 29 ‘las Escuelas Normales. Lo mas importante sigue siendo la educacién. de la voluntad; y todo un saber teérico, préximo a la teologia y a la metafisica acerca de la educacién y sus principios, el nifio y sus progresos, la instruccién y sus formas. La pedagogia como ciencia se vera a su vez potenciada de modo inusitado gracias a la entrada cada vez mas intensa de la psicoiogia en el campo educativo afluencia que ha servido, al menos, para dotarla de una «doble cientificidad» mas dificil de poner en cuestién. En este espacio de domesticacién una masa de nifios va a estar sujeta a la autoridad de quien rige, durante una parte importante de sus vidas, sus pensamientos, palabras y obras. El maestro, al igual que otros técnicos de multitudes, se vera obligado para gobernar a romper los lazos de compafierismo, amistad y solidaridad entre sus subordinados inculcando la delacién, ia competitividad, las odiosas comparaciones, la rivalidad en las notas, la separacién entre buenos y malos alumnos. De este modo cualquier tipo de resistencia colectiva 0 grupal queda descartada, y la clase se convierte en una pequefia reptblica platénica en la que la minoria absoluta del sabio se impone sobre la mayoria intitil de los que son incapaces de regse por si mismos. Esta mayoria silenciosa y segmentada debera Teproducir el modelo de la sociedad burguesa compuesta por la suma de los individuos. A los métodos de individualizacién caracteristicos de instituciones cerradas (cuarteles, fabricas, hospitales, carceles y manicomios) y que constituyen la mejor atma de disuasi6n contra cualquier intento de réplica de los que soportan el peso del poder, emerge en el interior de Ia escuela, en el preciso momento de su institucionalizacion un dispositive fundamental: el pupitre. La invencién del pupitre frente al banco supone una distancia fisica y simbélica entre los alumnos de la clase y, por tanto, una victoria sobre la indisciplina. Este artefacto destinado al aislamiento, inmovilidad corporal, rigidez y maxima individualizacién permitira la emergencia de técnicas complementarias destinadas a multiplicar la sumision del alumno. Entre ellas debe figurar ocupando un puesto de honor la psicologia escolar. Esta nueva ciencia se encargara de fabricar el mapa de la mente infantil para asegurar de forma definitiva la conquista de la infancia. A la colonizacién ejercida por la escuela de unos nifios aprisionados en el pupitre se afiade entonces una auténtica camisa de fuerza psicopedagégica que inaugura una neocolonizacion sin precedentes que no ha hecho sino comenzar. 10 El maestro al sentirse superior a las masas ignorantes no admitira sus formas de vida familiar, higiénca, ni, por supuesto, educativa. No se produce en consecuencia una relacién de igualdad, de entendimiento, y refuerzo entre «familiay y escuela, sino que la escuela se pone en marcha para suplantar la accién socializadora de estas menesterosas clases consideradas desde un punto de vista fundamentalmente negativo. Todo ello contribuye a que los discursos pedagogicos y médicos dirigidos a dichas clases adopten esencialmente la forma de prohibiciones mientras que, por el contrario, para las clases pudientes tendran un sentido positivo, significativo. Se desarrollan asi practicas médico-pedagogicas que cumplen funciones diferenciales desde el punto de vista social La autordad pedagégica se verd ahora reforzada al ser el maestro un funcionario publico. A su poder de representante del Estado se suma la posesién de la «ciencia pedagégica» adquirida en 44 Esti claro que las expectativas ‘sociales frente a las personas serin diversas si éstas son de uno u otro Sexo. Es més facil, pues, que un var6n, a pesar de estar influido por presiones exte- riores, pueda hacer su proyecto de vida en funcién de él mismo y de su espa- cio. De la misma manera, es més facil, para una mujer, que su proyecto de vida fo haga en funcién de otro y por tan:o que adapte su espacio o entre totalmente en el expaciv del otro. Ahora bien, Ia divisi6n de espacios es algo fundamental en las relaciones humanas. Si un varén y una mujer, con esp2- cios propios cada uno, se encuentran, quiere decir que dos espacios se en- cuentran y comunican, buscando un espacio comin compartido por ambos. Pero si una de las personas —y esto ocurre con mucha més frecuencia en la mujer—no posee espacio, o poseyéndolo lo cede «por amore, terminarf siendo fagocitada por la otra persona, sintiéndose al poco tiempo asfixiada. Esto ocu- rre porque cn el guién de vida que se hace la mujer, ésta concede mucha mas importancia y espacio al amor quea sus Locupaciones.. ‘La mujer, ante la falta de espacio, se imagina uno casi infinit. Las mujeres, al no poser nada, poscemos huccos y distancias, dominios de suefios y deseos, donde es posible crear fantasias de amor. En ese espacio race un aire célido, un deseo casi absoluto de amor, frente a un vacfo mate- rial ste amor absoluto ser busca- do por la mujer como salvacién a su solecad, angustiosa para ella, ya que, al vivie siempre unida a la madre, ha establecido un vinculo con ella diffe de romper. La separacién sera extremadamente dolorosa para ella y ficil, por tanto, el paso de la familia patrircal al hombre, esposo, compafiero amante. Este amor absoluto de la mujer se manifestara a través de la necesidad tam- bién absoluta que tiene del otro ser, a veces tan fuerte y apremiante, que le- gard incluso a aprisionarla y aislarla aGn méseen su soledad, una soledad polar, fijada solamente en un punto: él, el amor. Podrfamos decir, por ello, que micn- “tras cl vardin se constituye en un espacio sobre todo vectorial —parte de un punto y quiere llegar a otro— la mujer lo hace fundamentalmente en uno cir- cular, alrededor del mundo de las relaciones. Educa da para seducir, y valorada sobre todo por su capacidad de atracr y mantener el deseo de los varones, el drama de su existencia se centrara en el esfuerzo por conseguir y mantener una relaciOn amorosa que le dé seguridad (a veces econémica, otras tan s6l0 psicol6gica). Descosa de complacer y con gran mic- do al fracaso emocional, se esforzaré sobremanera en agradar a todo el mun- do, sometiéndose asi al capricho en las relaciones con los otros. Por ello, 1a mujer adolescente, confiard en Ia belleza como fuente de poder, estimulando su narcisismo y aceptando Ia pasividad que ello leva consigo. 28 La dependenciz de una mujer respecto a un var6n se acentéia en el juego amoroso, sobre tedo si la mujer se subestima, pues es ahi donde encontraré su estima, en las valoraciones que, de su persona, haga cl otro. Pero el oto tan pronto puede alabarla —pasando entonces por estados de euforia— co- mo desvalorizarla(o defenestrarla), cayendo asi en estados de suma depresién, ‘Debemos tener en cuenta que el encuentro con otfo scr humano nos saca de nuestro aislamiento y enlaza con un deseo muy profundo de fusién y un desco de comparsir Ia vida. Ahora bien, si la mujer se siente inferior o tiene ‘una baja estima de si, el hecho de haber sido escogida sera dominante sobre ‘cualquier otro aspecto, Afiadamos a esto el papel que juega, en el encuentro amoroso, la fantasia, en la cual el otro €s tinico y diferente. Se suefian sucfios de amor, de felicidad, de alegria y ternura eterna, En la fantasia se idealiza al otro, guardando dicha operacin una estrecha relacién con Ia autoestima Por ello un var6n puede llegar a ser tan importante para una mujer; es toda su vida, la raz6n de su existencia, fl puede ensalzaria 0 rebajarla, hacet que crea en si misma o que desconfié y crea mas en él. fl puede hacerla capaz © incapaz, La idealizaci6n que hace la mujer, junto con su infraestima, hace que ésta desee lo que el otro quiere que ella desee, cegindola frente a rasgos de Ia personalidad masculina. (La Caperucita Roja que no sc da cucnta del peligro.) ‘La esperanza dz ser amada es tan grande que fantascard ser amada —y pot ‘eso espera—antes de darse cuenta de Ia realidad. La frase de muchas mujeres, maltratadi® fisica y psiquicamente, de «esperaba que cambiara, que se diera cuentas, responde en definitiva a sus expectativas, a su desco y a su fantasta, no a la realidad. Este tipo de relacién con el varbn no es admitida como tal por la mujer, porque ella hace un proyecto de vida afectiva con él; ¢s «su hombre», su vida, ‘u «Gnica posibilidad de ser amada». Por tanto, la infraestima favorece el control y poder del var6n sobre la mu- Jer, que se puede ejercer de dos maneras: 1. El var6n crea una imagen 2 la mujer y ésta, al tratar de responder a la imagen que le gusta a él, pasa a depender y estar bajo su control. Si mo res- ponde a la imagen que él se ha forjado de ella, la mujer se sentiri culpable, con Jo cual aumentari atin mas el poder del otro. 2. Bl var6n se distancia o se vuelve inaccesible, emplea el terrorismo ver- bal, la agresién fisica o las amenazas... creando de esta manera la dependen- cia emocional de la mujer 27 La educacién del nifio obrero no tiene pues como objetivo principal el ensefiarle a mandar sino a obedecer, no pretende hacer de él un hombre instruido y culto sino inculcarle la virtud de la obediencia y la sumision a la autoridad y la cultura legitima. Pero aciemas, y como en el siglo XIX las intenciones se ocultan menos que en el presente, puede leerse con frecuencia que «cuestan menos las escuelas que las rebeliones»* con fo cual quedan suficientemente explicitados los beneficios que las insiituciones educativas de pobres reportan a las clases en el poder. 12 FM, Fernandes y Gonzalez encabeza asi su aricuo: EI Fomento dele artes, Hustracion Espafiola y Ameticana, 30 sep. 1881, p. 187 * Una serie multiforme de medidas destinadas ai control de las clases populares comienza a aplicarse, especialmente a partir de la Restauracion, cemo complemento eficaz de transformacién de las clases peligrosas y de sus cotidianas formas de existencia que la escuela contribuye a reforzar. Entre ellas pueden subrayarse las siguientes * Construccién de casas baratas para obreros. « Reglamentacién del trabajo de mujeres y nifios + Creacién de Cajas de ahorro, Sociedades mutuas Cooperativas y Casas de seguros, + Fundacion de Casas cuna, casas-asilo, gotas de leche y consultorios de puericultura, * Inauguracin de dispensarios contra la _ tuberculosis, dispensarios antialcohélicos y emisién de cartillas higiénicas. * Remodelacién de barrios y extension de la vigilancia y la policia. + Construccién de carceles y manicomios para el tratamiento de presos y alienados. + Nacimiento de la asistencia social y de sociedades para la proteccién de la infancia en peligro y peligrosa. © Creaciér de escuelas dominicales para adultos. Todos estos dispositivos tienen por finalidad tutelar al obrero, moralizarie, convertirle en honrado. productor, intentan asimismo neutralizar e impedir que la lucha Social se desborde poniendo en peligro la estabilidad politica. No es casual que las intervenciones conducentes a instaurar en las clases laboriosas el sentimiento de familia conyugel coincidan precisamente con la promulgacién de la obligatoriedad escolar. El obrero que pacientemente ha de hacerse propietario de su casa y preocuparse por el bienestar de su familia estard inmunizado contra los virus de la disolucién social. 13 La mujer puede llegar a despreciar y reprimir su aspecto femenino. Hasta que la mujer no logre liberar el propio pensamiento de las influen- clas, condicionamientos y orientaciones de la cultura androcéntrica no po- ddr4 mirarse ni verse a si misma, sino que lo hari desde el punto de vista de tun cuerpo y una identidad diversa dela suya, estructurando un modo de pensar {que denigra su scxualldad y su cuerpo femenino, Esta falta de respeto por su cuerpo y sus derechos lleva consigo uns baja en Ia autoestima y respeto por 1a propia personalidad, junto con un sentimiento de inferioridad. Para no pre~ valecer en esta visi6n del mundo y de simisma ha de operar en ella una gran transformaciOn. En efecto, la desvalorizaci6n y condena frecuemte de la acti- vidad creativa y espiritual femenina por parte de la conciencia colectiva pa- triarcal, en tantos siglos de historia, nos ha levado a negar nuestros propios deseos de cuerpo de mujer. Se han de proponer nuevos modelos de vida y cultura porque ya no estas dspestis a adecuar nessta pevomlilal y capacidad intelectual a los, deseos y exigencias del var6n, 0 de lo masculino, sine @ buscar relaciones amo- rosas que estén basadas en Ia igualdad y en la atracci6n erdtica-sentimental de las personas, Es necesario que el varén deje 1a casa materna y se abandone, sin miedo, a los sentimientos —al igual que la mujer se lanza al mundo eaterior— que explore su mundo inter- no y vea cules son realmente sus deseos, si estos coinciden con los que la sociedad patriarcal dice que son, si quiere una mujer para él o prefiere com- partir la vida con una persona en igualdad de condiciones. Pero, al trabajar su parte femenina, el varon necesariamente ha de establecer también una cri- tica al androcentrismo de la cultura patriascal 26 Charo Altable Vicario Se COMPARTIENDO EXPERIENAS Se Amon ¢ respeto poine gat? LJ En nucstas relaciones oe da ana falta de desawolle de to emocional, del autocuidade, del carlo y det mins, algo caracteristcn det rol Wamade femenine cn esta cultura y eb gue eucsthe expactes Uberadas apestan a heteraldgica donde ce astentan xe valores de ba masciinidad hegenaica.,. Asi, ce valora et hacer frente af contin, day foca comuntcactin y mutcha tiperactividad (ésta te ayuda a we dentinte, a 0 swat a las dems), ac reprodace (a dindmica det mis fworte 0 del més activo, a acctée freate al sentimiente, los proyectos frente a las relacioncs bumanas, freate a las pertonas gue son ou cautenida 4 senttde, Uivins wna segiia del seuttr 4 de lo emocional {route al bien witride ctiviome mecduteo del acttviste mdguiea, Esto wos proveca ana falta de empatia, “Ai, la worma autoitaria, os decir la ligica patriarcat escrita en uuestras retaciones, aad mattrate y wo cabemos defenderes, et protegernos wi a nacotras, ut a las demds.. Ln] Otro efemple thetes de aucsbras damitas 00 ot uo defeaderse de la violencia, entran en relaciones de poder, autedestructioas, masoguistas, cite, c& wun siteactéa usual eure nasotras, gue bien lo wamames de ewestras mades y abuclas, pero gue uo dole tiene explicactin poor cucstra baja axtrestina, sien por el vacie de estrategias de lucha 25 La peligrosidad social, prisma a través del cual la burguesia percibiré desde el siglo XIX casi exclusivamente a las cases Populares serviré. de cobertura a una multiforme lluvia de intromisiones destinadas a destruir su cohesién asi como sus formas de parentesco asociadas por los filéntropos y reformadores sociales al vicio, la inmoralidad y, mas tarde, la degeneracién. La escuela serviré para preservar a la infancia pobre de este ambiente de Cortupcién, libraria del contagio y de los efectos nocivos de la miseria, desclasarla en fin e individualizaria situéndola en un no man’s land social donde es més facil manipularla, por su propio bien, convertirla en punta de lanza de la propagacién de la nueva institucién familiar y del orden social burgués. Este gran encierro de los hijos de los artesanos, obreros y, mas tarde, campesinos romperd los lazos de sangre, de amistad, la relacién con el barrio, con la comunidad, con los adultos, con el trabajo, con la tierra . El nifio popular nace en gran medida de esta violencia legal que lo arranca de su medio, de su clase, de su cultura, para converiirio en una mercancia de la escuela, un geranio, una planta doméstica Los consejos, las historias ejemplares, la recitacién en voz alta, el reglamento, la caligrafia, el trabajo escolar... son el yunque sobre el que el maestro depositara estas naturalezas de hierro para forjar con paciencia y obstinacién al futuro ejército del trabajo. Pero la rentabilidad de la Institueionalizacion de la escuela obligatoria y control No se entenderén en su justo término las funciones desempefiadas por la naciente escuela nacional sino se la inserta en. este contexto de integracién de las clases trabajadoras, de conversion al orden social burgués. Filantropos, higinenistas, reformadores sociales y educadores se afanan por ayudar «desinteresadamente» a obreros y, al gual que con anterioridad los eclesiasticos, estos nuevos moralizadores de masas se abrogardn el derecho a la verdad a la que naturalmente las ignorantes clases han de someterse 14 De estas «escuelas» medievales se pasa a_ instituciones modermas, colegios y Universidades reformadas, que ademas de conferir un nuevo estatuto al saber ejerceran sobre los estudiantes funciones de contro! moral y de individualizacién psicolégica Evidentemente este proceso no se producird sin resistencias en las Universidades como muestra el niimero de pragmaticas y cédulas reales encaminadas a contener los matines y algaradas estudiantiles. En proporcion inversa a la pérdida ce poder estudiantil se incrementan las funciones reservadas al maestro que, como hemos visto, ademas de impartir nuevos saberes inventa y aplica técnicas didacticas y pedagégicas encaminadas a estimular y normalizar a los colegiales. El colegial se vera de este modo excluido det saber y de los medios e instrumentos que permiten el acceso a él. El saber es propiedad personal del maestro solo él realiza ia interpretacién correcta de los autores, conoce y expurga las fuentes, adecua conocimientos a capacidades, y decide quién es el buen alumno. Para las clases distinguidas, que son siempre las clases instruidas, se acufia la verdad del poder, verdad luminosa alejada de las plazas piiblicas y del contacto contaminante de las masas. Los Colegios de jesuitas son precisamente una preservacién del contagio de las multitudes. Desde ahora la memoria de los pueblos, los saberes adquiriios en el trabajo, sus producciones culturales, sus luchas, quedarén marcadas con el estigma del error y desterradas del campo de /a cultura, la unica legitima porque esta legitimada por el mito de la neutralidad y de la «objetividad» de la ciencia. Esta relacion entre el saber dominante y los saberes sometidos se reproduce de algun modo en la relacién maestro-alumno que no es, estrictamente hablando, ni una relacién interpersonal ni una retacién a saberes que den cuenta de las realidades circundantes sino que es una relacién social, de caracter desigual, marcada por el poder y avalada por el estatuto de verdad conferido a los nuevos saberes. 15 contra la violeccia patiancal cu aucstras camunidades, 08 decir la ya encionada falta de empatla y de auteeutdade... LJ Una retaciin de violencia, ua se normatiza a hay compas cerca gre mucstren ef sinsentide, que acoupeien y frotefan. Mo seatinse sola 8 indispensable fara no cor samettda para uo caer en et vacts, ex (a solecad del gue emergen 4 que crea este tifa de rebactones destructloar, Yo recwerda estar en wna retaciin de violencia y nadie mua me pregucts cbas me tha, cio me deutia, nadie me tendés un cable, uadée wwe déo un enepujoucite para cacarme de ca locwra, estaba redeada de gente, pore cw to “tutioa” wadie meth la warts, y yo pon enpucsto estaba asusteda 4 aucrgonsada came para hacerte yo, ef calts me cra demasiada grande... tenemos en uuctine corazbu las ganas del fatriarcads, sine wes ayudamos entre uosotras, estamos mucrtas, wos Aemos de proteger, entre todas podemos quttarnos sx ligica de la cabesa ye corazie, 02 que citams coustraidas para ver a obra fersaua con desconfiansa, creanos distancias entre wosotras, miedes vergiteezas que ues hacen perder an mands. Yo desde mut expertoreia de géners fementeo sents a ccces come os més fait entablar retactin cra tas que con tas, gaat porque sucten haber mds thas on las ambieutes abternatioas, fore creo nda Wien gue 08 porgue sucten llevar we rol més dindmies y exhoiertida, tin tapers, anugue también debemas toner en cuenta eb tema de ligan, Ate esta idea uaa sabia compa me dijo: “dare gue ea mde facil tener retaciones con los thos gue con las tas, 02 mds duro con ellas, ora swerece la fiona hacen wn esfucrze,..": también cabe preguuctanse for qué las esta wn pase abda ev este centids, for gu uo nos extrames las was a las otras con tanta facilidad.e éxterés. 24 Por otra lado, hay wn fenimens cuniosa 4 e& gue a la larga, con las gre profandizas mis o8 con ellas, (as que abren aus centintentis y euseguida enpatizas; con ellos 08 algo mds euperficlal y de acciin o couscioteats wo de sentiniente 0 tdentidad (tabla de pautas beter, Gisicamente), Este abertina te porwnite entrar ex las foablendtioas de as otras, porgee las comparte, rhs, for efempl, pasa gue Ulegas @ anos encucntros y haces amistad. can la peta de la casa: eutre ellas y ellos los contenidos tou diferentes; sé catia abierta c tuteresada algunas de las denis mujeres se te abren respects a las problemitioas de gina: ” was cacede esto... (0 obvs, vivines este problema...” Hosctras hablavos de wacstras relacioncs cotidtanas, de las déndmicas de géners, elles ua dicen nada 0 teuden a eto coms prablemdticas dadividuates, cdentes que wo les afecta. Tosotras sufrinas (as couscewensias da ue roniper cow la, beterorcalidad, y ellos diven gue sae couscéentes pero uo la sufren tx cite. Wadée sabe gue hacer, foro crear (fa wptura, cio superarlo, Creo gue parte det problema ettd en gue uadotas uo fricrizamos uuctthos sentinteates y wae defamos llevar poor las dindmicas wayorttanias (mascutioas) de lac casas, colectivs... widentras hagamos cate segairemos cin wecoluer lad cucstiones, porgue guedan en segands plans, sin cauce de redoluctin, Que se pare nccuda, wt un pasa mde sin resoluen et contenide de nucstraa relaciones, ice para mi wingia frogecto tlexe seattde forge esta wacio de contenido, [...] Prepoege gue se abran los ojos 4 se emplece a concer maestro auutoritanismo tetoran coms asiute de tedas, Este inrplica agnesiaues de toda tipo: loa abuses de poder ex las asaubleas por U@s cantimatic@s 0 Wistiric@s de tuo, ante esto cabe rofladtear 23 La Normal hard del maestro un ser desclasado én perpetua aspiracién de reclasamiento. Reclutados de estamentos sociales lo suficientemente elevados como para no sentirse pertenecientes a las clases populares y lo suficientemente bajos como para aspirar a una profesién nueva, que aparece como una via de promocion social, los maestros, salvo _excepciones, menospreciaran la cultura de las clases humildes, sus habitos y costumbres, desprecio potenciado y justificado por los cursos de la Normal, ¢ intentaran transmitir su admiracién por la cultura burguesa en la que no estén completamente integrados y en la que desean infructuosamente integrarse Destruccién de otras formas de socializacién La escuela no es sélo un lugar de aislamiento, es también na institucién social que emerge enfrentandose a otras formas de socializacién y de transmision de saberes que se veran relegadas y descalificadas por su puesta en marcha. El largo proceso de destruccién y desvalorizacién intensiva de formas de vida diferentes y relativamente auténomas respecto al Poder politico se inicia con la aparicién de los colegios de jesuitas. Estos, en tanto que formas institucicnalizadas de transmision de Saberes y formacién de voluntades suponen una transformacién de los modos de educacién propios de las clases dominantes del Antiguo Régimen; esta novedad responde en realidad a una cierta perdida de poder politico y territorial por parte de la nobleza de armas frente a la realeza y a los representantes de los recién constituidos estamentos administrativos ligados a su vez a los reformadores eclesiasticos. La nobleza se ve asi ccnstrefiida cada vez mas, y a medida que avanza el siglo XVII, a sustituir a los preceptores de sus hhijos por los colegios de nobles regentados por la Compafiia de Jesiis. En este sentido esta remodelacién politica presenta una serie de puntos de referencia que pueden ayudarnos a entender los cambios que se produciran mas tarde en el momento de la imposicion de la escuela obligatoria. Los colegios inaugurardn una nueva forma de socializacion que rompe la relacién existente entre aprendizaje y formacién; relacién que existia tanto en los oficios manuales como en el oficio de las. armas € incluso en otras «ocupaciones liberales» tales como: medicina, arquitectura y artes. DESENMASCARANDO AL PATRIARCADO Aprender sin escuela V: ¢Para qué sirve la escuela? Introduccién La universalidad y la pretendida etemidad de la Escuela son algo mas que una ilusion. Los poderosos buscan en épocas remotas y en civilizaciones prestigiosas especialmente en la Grecia y la Roma clasicas- el origen de las nuevas instituciones que constituyen los pilares de su pasicién socialmente hegeménica. De esta forma intentan ocultar les funciones que las instituciones escolares cumplen en la nueva configuracién social al mismo tiempo que enmascaran su propio caracter advenedizo en la escena socio-politica. Esta habil estratagema sirve para dotar a tales instituciones de un caracter inexpugnable ya que son naturalizadas al mismo tiempo que el orden burgués 0 post-burgues se reviste de una aureola de civilzacién. En todo caso, si la Escuela existié siempre y en todas partes, no sélo esta justificado que siga existiendo, sino que su universalidad y ‘eternidad la hacen tan natural como la vida misma convirtiendo, de rechazo, su puesia en cuestion en algo impensable o antinatural. Formaci6n de un cuerpo de especialistas Los aprendices de maestro sufriran un proceso intensivo de {ransformacién y vigilancia de forma que su vida privada se inmole en aras de su futura entrega y abnegacidn a la vida publica. Esta policia del magisterio fue hasta tal punto efectiva que no escasearon las depuraciones de los discolos y los quiméricos. EI pago que el maestro ecibe por contrisuir a producir seres hibridos y soportar su propia ambivalencia posicional no sera de orden material sino de tipo simbélico: se io comparats al sacerdote (como é! ha recibido de Dias la vocacion para una misién evangelizadora), y se lo investira de autoridad, dignidad y respetuosidad, falsas imagenes a las que debera adecuarse no sin dificultades. 17 wucstras dindmicas asaudlearias: guién babla, de qué se habla, quite decide, a quince escacha.... Los mackagues entre compas emparejadas, colectioteemes ef audseuidads, jawete tae waniees en las retacianes de tas demds!, respousabllisate del caidade de tus compas. Las agnesioues ca las fiestas, fplenca gue we babosa sadtin uo teu expacte ca nuctta casa, wx bahoso c2 algucen que se capone sobre las dems sdinde esta of Uintte?, ob Uintte del patriara os te muerte, actial. Crea medios cotidianes de exfrcsiin y actuacibn canta (as agresioncs, Salut, amor y reapete! . auinalada@yatos. es MOJERES DIFERENTES, EMOIERES COMO TH? Maria Lacerda de Moura (Minas Gerais, 1897 - Rio de Janeiro, 1945) fue una feminista libertaria, activista de los medios politicos, literarios y culturales brasilefios, escritora polémica, oradora prestigiosa de las primeras décadas del siglo XX. Desde joven se interesé por el movimiento social y en 1904 ‘empezo a dar clases, como maestra, en la Escuela Normal de Barbacena, tomando la pedagogia racionalista del anarquista espafol Francisco Ferrer. Luego pasé a vivir en Sao Paulo desde donde escribié numerosos articulos y libros criticando con acerbo a la moral sexual burguesa, denunciando la opresién sexista ejercida sobre las mujeres, ricas 0 pobres. Entre los temas elegidos por la escritora, nos encontramos la educacién sexual de las jévenes, la virginidad, el amor libre, el derecho al placer sexual, el divorcio, la maternidad consciente y la prostituci6n, asuntos poco discutidos por las mujeres de su época. Publieé articulos en Varios periédicos, sobre todo en la prensa anarquista brasilefa, argentina, ‘uruguaya y espaiiola y lanzé en 1923 la revista Renascenga, especializada en las cuestiones sobre la formacién de las mujeres. Maria Lacerda participé en la fundacion de la Liga contra el Analfabetismo y empez6 su lucha femenina junto a las mujeres de Barbacena, incentivando la construccion de casas populares para los pobres de la ciudad. Se mudé a San Pablo, donde colaboré con la prensa independiente y progresista, publicando articulos sobre educacién y denunciando la opresién sexista ejercida contra las mujeres. 21 DENTRO Y FUERA Poco te impresiona la sonrisa de tu hijo —de tu tinico hijo, pues dos eran carga pesada— poco goz0 para tus ojos la vivacidad de los suyos, poco te deslumbra la inmensidad de sus pupilas, poco son sus lindas y nfveas manos, menos atin cuando aearician cualquier juguete hasta desarmarlo. Asf no te es dificil regafiarle sus mil l6gicas nifierfas y te quejas de que no es mayor a sus seis afios, de que Hora por naderfas y todavfano dice palabrotas. No te alucina ni te embele: y calificas de torpezas sus naturales travesuras. Poco te has dado cuenta de lo que tienes ante ti, y es que tampoco has percibido lo que tienes fuera de ti. No agradecer sus limpias manos, sus claros ojos, porque no sabes los millones de ojos oscurecidos y abarrotados de cansinas moscas. No sabes tampoco que otros tantos millones de manos buscan y rebuscan un asqueroso gusano que endulce su amarga y apagada boquita. Extraido de “Clan Slate” CREATIVIDAD IMPRESA CUESTION DE IMAGINACION Tmagina que lo que has visto en la televisi6n hoy te toca de cerca, que estd en tu casa que este montén de huesos que parece un nifio es carne de tu carne, alma de tu alma. Imagfnatelo sentado a tu mesa imaginatelo acostado en tu cama imaginatelo sonriendo ante ti y diciéndote “papa, hasta mafiana”. Imagfnatelo acaricidndote con sus manos descarnadas, imagina sus huesos cual piedra acariciando tus mejillas y tu barba, Imaginatelo pidigndote pan, imaginatelo pidiéndote agua, imaginatelo pidiendo pipf, imaginatelo pidiéndote caca, Imaginatel pidiéndote hacer el pollino y enganchirtelo a tus espaldas. Imaginatelo esforzdndose por acercarse quericndo poner un besito en tu cara. 19 ‘Virtual de “alasbarricadas, SEs considerada una de las pioneras del feminismo en Brasil, fundé en 1921 la Federacién Internacional Femiaista. Anarca y feminista, también se unié a los movimientos obreros y sindicales de su época, Entre 1928 y 1937, esta activista libertaria formé parte de una ‘comunidad en Guararema (en una comuna anarquista formada por pensadores y exiliados) correspondiente al periodo més intenso de su actividad intelectual. Describié la experiencia de esa época de este modo libre de escuelas, libre de iglesias, libre de dogmas, libre de academias, libre de muletas, libre de prejuicios gubernamentales, religiosos y sociales.» Debido a la represicn del gobierno, en 1937 tuvieron que abandonar la comunidad y Maria Lacerda se mudé a Rio de Janeiro, donde siguié sus actividades de militante, escritora y docente. Anarco-feminista, también se unié a los movimientos obreros y sindieales de su época. Valiente y decidida, refuté las ideas sobre la inferioridad de la inteligencia de la mujer: ella afirmaba que "la inteligencia no tiene sexo, pero actualmente, la inteligencia de la mujer esta al servicio de la mentalidad masculina"’ Viajé a dar conferencias a Uruguay y Argentina, invitada por los sindicatos locales y los anarquistas Extrafdo de la Wikipedia, el Ateneo org” y del blogspot “Mujeres que hacen la : Historia” (internet)

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