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Enid Hoffman asta Th °o 7 icos He aqui una oportunidad para exten- der su conciencia mas alla del limite de los sentidos fisicos. Las facultades pa- ranormales 0 psiquicas estan latentes en todos los seres humanos. Son tan naturales como el caminar o el hablar, y se aprenden con mucha mas facilidad. Este libro le ensefiara a activar las apti- tudes del hemisferio derecho de su ce- rebro, que contiene las facultades pa- rapsicolégicas. Desarrolle sus poderes psiquicos \e brinda un vasto panorama de toda la gama de experiencias psiquicas. Los ejercicios y las practicas descritos en este libro son agradables y muy faciles de realizar. Sepa qué piensan, sienten y hacen los demas. Vea lo que le reser- va el futuro. Convierta sus intuiciones en una nitida precognicién. Sea un sa- nador psiquico... Utilizando sus capacidades vitales las convertira en poderes precisos, coordinados. Este libro le muestra qué ejercicios deben realizarse para desa- rrollar la sensibilidad de la conciencia en la telepatia, la precognicién, la per- cepcidn del aura, el adiestramiento de las aptitudes perceptivas, !a localiza- cién de personas y objetos perdidos, la escritura automatica, la adivinacion por las artes ocultas (| Ching, bola de cristal, movimientos de mesa), los ejer- cicios de curaci6n, la fotografia parapsi- coldgica, la programacién del futuro, y muchos otros mas que le ayudaraén a ser plenamente consciente, plenamen- te creativo y plenamente vivo. Enid Hoffman Desarrolle sus poderes psiquicos Fontana Fantastica Ediciones Martinez Roca, S. A. Titulo original: Develop your psychic skills, publicado por Para Research Inc., Massachusetts No esté permitida la reproduccién total o parcial de este libro, nl la recopilacién en un sistema in- formético, nl la transmisién en cualquier forma © por cualquier medio, por registro o por otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de Ediciones Martinez Roca, S. A. Traduccién de M. Taboada © 1981 by Enid Hoffman © 1985, Ediciones Martinez Roca, S. A. Gran Via, 774, 7.°- 08013 Barcelona ISBN: 84-270-0927-5 Depésito Legal: B. 3924 - 1988 Impreso por Diagrafic, S. A. - Constitucié, 19 - 08014 Barcelona Impreso en Espafia— Printed in Spain Este libro va dedicado amis tios, Lizzie y Walter. Indice IntroducciOn .... 0.6... eee cece cece eee eet e eee 1, Como desarrollé mis poderes psiquicos ................- 2. Todos tenemos poderes psiquicos . Los dos «si mismos» y las tres mentes Facultades perceptivas y proyectivas 3. La preparaciOn 1.2.0.0... 6 cee een eee Enfoque de laatenci6n ......... 6.00 c cece cee cece ene Ejercicio numero 1 de enfoque de la atencién (solo) Ejercicio nimero 2 de enfoque de la atencidn (solo) Ejercicio numero 3 de enfoque de la atencién (solo) Relajacién Ejercicio nimero 1 de relajacién (solo o en grupo) . Ejercicio numero 2 de relajacién (soloo en grupo) . Respiracion Ejercicio numero | de respiracién (solo o en grupo) ... Ejercicio nimero 2 de respiracién (solo o en grupo) ... Ejercicio numero 3 de respiraci6n (solo o en grupo) Autoafirmacion ..... 0... e ccc cece cece e ee Ejercicio numero 1 de autoafirmacidn (solo) Ejercicio numero 2 de autoafirmacion (solo) Visualizaciones ....... Proteccion personal ... 4, Los estados alterados de conciencia ...............0005 El sue y las experiencias extracorporales .............. Trance e hipnosis 54 Meditacion y contemplacién 55 Infundir concienciaasu cuerpo .. . 58 El uso del sonido para alterar la conciencia .............. 59 Aumento de la conciencia del control primer plano/ segundo plano 62 Ejercicio para despertar los centros psiquicos . 63 5. Cémo y qué percibimos 64 El aura 71 6. El entrenamiento de las facultades perceptivas ........... 79 Recepcidn telepdtica PaaS east ole etoia ests cette Site ecetaae 80 Ejercicio nimero 1 de recepcién telepa ica (con otra persona) 80 Ejercicio nimero 2 d pc 80 Ejercicio numero 3 de recepcién telepatica (en grupo) .......... 81 Ejercicio nimero 4 de recepcién telepatica (con otra - persona) REESE la OEE se Sete Fae ao fa Se 81 Ejercicio numero 5 de Tecepcion telepatica (en grupo) Beeeftcee fac aceac atest etclacee eta at cadet ta stteica 81 Ejercicio numero 6 de recepcién telepatica (en grupo) 82 Percepcidn de personas y cosas ... 83 Ejercicio numero 1 de percepcién deu una persona (COMOROS stele siete cesta etehaetotetadecetadetat tata 83 Ejercicio namero 2 de percepcién de personas C (11411) Henan y Pasi stan anreran rope ssorsnesrenes instr srenespesSarenes 83 Ejercicio nimero 3 de percepcién de objetos ocultos (EM grupo) 2.6... cece eee eee e eect e eens 84 Ejercicio nimero 4 de percepcién de colores C36 0) 84 Ejercicio nimero 5 de percepcién de cartas (solooengrupo) .............. 6. cee eee eee 85 Ejercicio numero 6 de percepcién de cartas (en grupo) 2.6... e eee cee cece eee eee ees 85 Ejercicio nimero 7 de percepcién de cartas Zener (solooen grupo) ....... 66. ccc eee eee e eee eens 86 Ejercicio nimero 8 de percepcién de monedas (solooen grupo) ........ 6. cee cece cece e eee 86 10 Ejercicio nimero 9 de percepcién de una persona através de su nombre (en grupo) ................ 87 Ejercicio némero 10 de percepcién de los estados emocionales (en grupo) . opiescinesraseaeinnresrents 87 Psicometria 88 Ejercicio nimero | de psicometria (en grupo) 88 Ejercicio nimero 2 de psicometria (en grupo) 89 Ejercicio némero 3 de psicometria (en grupo) 89 Ejercicio numero 4 de psicometria (en grupo) .. -- 9 Ejercicio numero 5 de percepcién de obras pictéricas (en grupoosolo) . 91 El péndulo 92 Ejercicio nimero 1 con el péndulo (solo) . 93 Ejercicio némero 2 con el péndulo (solo) . 93 Ejercicio némero 3 con el péndulo (solo) . 94 Escritura automdtica .... 94 Ejercicio nimero 1 de e: 96 Pintura automdtica 97 El tablero ouija ... 98 Lamesa golpeadora . 99 Radiestesia 99 Percepcion psiquica en las artes ocultas 103 ElI Ching La bola de cristal . Precognicion ..... «Lecturas» exactas : Ejercicio nimero 1 de lectura psiquica (dos personas) .......... 00 cs cee eee cece eee 112 7. Entrenamiento de las facultades proyectivas Enmisién telepdtica Ejercicio numero 1 de emision telepatica (con otra persona) ........... 06... c eee eee 116 Ejercicio numero 2 de emisi6n telepatica (en grupo) .. 116 Ejercicio nimero 3 de emisién telepatica (con otra persona) ........-. 66. c cece eee eee ees 7 Ejercicio nimero 4 de emisién telepatica (con otra persona) Ejercicio nimero 5 de emisién telepatica (solooen grupo) .......... ec cc eee ee ee eens 118 Ejercicio numero 6 de emision telepatica (solooen grupo) ...... 66... eee ee cence neces 119 Ejercicio numero 7 de emisién telepatica (con otra persona Oen grupO) .......-. ssc ee eee Ejercicio namero 8 de emisi6n telepatica (con los hijos) .... Experimentos de grupo Lacuracion ............ Ejercicio numero 1 de curaci6n psiquica (con otra persona) ......... 0.22 cece cece ees Ejercicio numero 2 de curacién psiquica (en grupo) Ejercicio numero 3 de curaci6n psiquica (en grupo) ... Ejercicio numero 4 de curacién psiquica (solooengrupo) . Psicocinesis ...........+ Ejercicio nimero 1 de psicocinesis (solo) Ejercicio numero 2 de psicocinesis (solo) .. Ejercicio numero 3 de psicocinesis (en grupo) . Ejercicio nimero 4 de psicocinesis (en grupo) ... Ejercicio nimero 5 de levitacién de un objeto (engrupoosolo) ... Fotografia psiquica Ejercicio nimero 1 de fotografia psiquica con una camara polaroid (en grupo o dos personas) ....... Ejercicio nimero 2 de fotografia a través del plexo solar (en grupo Osolo) .......... cee eee cece eee ee 8. Las creencias y el desarrollo psiquico ... Reprogramacion . Ejercicio nimero 1 de reprogramacién (solo) . Ejercicio nimero 2 de reprogramacién (solo) . Ejercicio nimero 3 de reprogramacién (solo) . Ejercicio nimero 4 de reprogramacién (solo) . Ejercicio nimero 5 de reprogramacién (solo) ... 9. Fuera del tiempo Rememoracién de vidas pasadas ce Ejercicio nimero 1 de rememoracién de vidas pasadas (con otra persona) ......... 066s cece eee eee ees Ejercicio nimero 2 de rememoracién de vidas pasadas (con otra persona) ..........0 6. cece eee eens Ejercicio nimero 3 de rememoracion de vidas pasadas (solo ocon otra persona) ...........2.2..2.0008 12 La programacion del futuro ..... 6.06. c cece cece eee Ejercicio namero 1 de programacién del futuro planteamiento del objetivo (solo) ............... Ejercicio némero 2 de programacién del futuro: planteamiento del objetivo (solo) .............4 Ejercicio nimero 3 de programacion del futuro (solo) . . Ejercicio mimero 4 de programacion del futuro (solo) .. Ejercicio nimero 5 de programacion del futuro (solo) .. 10. Psiquicos, médiums y guias Los psiquicos .......... Los médiums Los guias o Ejercicio numero 1 de conocimiento de su guia (solo) 1H Ejercicio nimero 2 de conocimiento del guia (CM QIUPO) 2.6... eee cee cee cece cence 11. Las facultades psiquicas en acci6n ............6..0 2020s 12. El desarrollo psiquico ......... 06. .c cece cece cece eee Ejercicio nimero 1 de respiracién del color (engrupoosolo) ..........6 cece eee eee eee Ejercicio numero 2 sobre el campo del aura (solo) .... Ejercicio nimero 3 sobre la energia ilimitada (en grupo Osolo) ........ cece eee ee eee eee Ejercicio nimero 4 sobre la nube de energia (en grupo o SONG) Fafa aeeaectasstefaeaee ebste statadsete ese Ejercicio numero 5 de flexibilidad psiquica (en grupo o solo) : s Ejercicio numero 6 de autocuraci6n (en; grupo ° solo) 13. Conclusi6n 2... 0.06.06 cece cece cence cece eee eee Bibliografia ....... 0... c ccc cee cee ene n eee eee Introduccién {Quiere pasar su vida viviendo sdlo a medias? La mayoria de nosotros utilizamos sélo la mitad del cerebro con que nacemos, el hemisferio izquierdo, encargado de las funciones légica, analitica y racional. Este libro se propone ayudarle a desarrollar los pode- tes del cerebro primario, el otro hemisferio, el cerebro de las «primeras impresiones», de la intuicién y de los sentimientos. Con la rapidez de un relampago, registra informacién mas alla de donde alcanza la percepcién consciente normal, de ahi la creencia comin en que «la primera impresién es siempre la que vale». El cerebro derecho «conoce»; el cerebro izquierdo «conjetura» y teo- riza. En lugar de vivir superficialmente, en la incertidumbre, tra- tando de conjeturar las respuestas, desarrolle sus capacidades psi- quicas y disfrute de la maravillosa sensacién de estar seguro y de conocer la realidad inherente a los hechos objetivos y mas alla de ellos. Suele aconsejarse a los alumnos que participan en un curso de desarrollo psiquico que sigan sus primeras impresiones. ;A qué se debe esto? A que la primera impresién procede del «cerebro pri- mario», del hemisferio derecho, la sede de los poderes intuitivos que tan pocos de nosotros usamos o desarrollamos. Las conjetu- ras, las teorias, las racionalizaciones vienen del hemisferio iz- quierdo, del cerebro légico, «secundario», el cerebro de los segun- dos pensamientos, de las ideas tardias, la sede de lo que se llama normalmente los estados ordinarios de conciencia, en los que nos mantenemos durante casi toda nuestra vida. Desarrollando sus sentidos psiquicos naturales e innatos, se abrira amplias y nuevas vias de comunicaci6n con los demas. «Ve- 15 rd» a la gente de otro modo, captando lo que ocurre en su interior. Empezara a percibir las energias vitales de los pensamientos y las sensaciones fluyendo en el interior y alrededor de las personas, invisibles e inaudibles para los sentidos fisicos. Seré capaz de intuir lo que alguien esta a punto de decir y reaccionar4 a lo que sucede realmente, en lugar de hacerlo a lo que parece suceder. Gracias a la penetracién y la presciencia que le infundira este nuevo poder, podra observar en caso de duda el interior de las cosas y ver lo que se esconde en ellas. Tendr4 acceso a esta fuente de conocimiento interno con facilidad y sin esfuerzo. La supercon- ciencia se halla verdaderamente presente, detras y oculta por la conciencia «normal». Me cost6 afios apreciar mis dotes psiquicas, darme cuenta de que, cuando seguia mis corazonadas, obtenia excelentes resulta- dos gracias a esos ramalazos de inspiraci6n. A medida que mis poderes se agudizaban, comprend{ que posefa una ventaja sobre los demas. Y empecé a confiar cada vez mas en mis sentidos inter- nos, que hasta entonces habia ignorado. Pasamos la mayor parte de nuestra vida en domicilios, despa- chos y fabricas tan légicos, reglamentados y mecanicos que perde- mos el contacto con la sabiduria interior. El pensamiento racional, intelectual, se impone sobre nuestra sensacién de lo que deberian ser las cosas. La vida se convierte en algo aburrido, pesado y re- petitivo. La gente y la vida adquieren una significacién y un sentido nuevos cuando miramos en su interior, en vez de limitarnos a echar una ojeada a la superficie. Las personas cobran vida a nues- tros ojos, en una forma intima y unificada, cuando aprendemos a ver a través de sus corazas. En contraposicién a las convenciones formales que suele dictar nuestra conducta, estamos en condicio- nes de reaccionar de forma espontanea y natural a lo que sucede realmente en el momento presente. Gracias a esa percepcién incrementada y al poder de crear nuevas situaciones, sera una persona mis efectiva, mas Ilena de vida y més excitante para s{ mismo y para los demas. El tiempo y la energia que invierta en las practicas que se exponen en este libro le resultaran muy rentables, tanto en lo que respecta a su propia experiencia vital como en lo que se refiere a sus oportuni- dades de, alentar las experiencias de otras personas. Seguin vaya progresando, gracias a los ejercicios diarios para ejercitar sus fa- cultades, se le abriran nuevas dimensiones de conciencia y cono- cimiento, vivir en las cuales le pareceré cada vez mas excitante y 16 nuevo. Sus capacidades psiquicas atraeran magnéticamente, con facilidad, el cumplimiento de sus deseos y la satisfaccién de sus necesidades. Poner en practica los experimentos de este libro activara su cerebro intuitivo. La experiencia de «saber» que se encuentra en lo cierto antes de tener la «prueba» de ello se le hara cada vez mas familiar a medida que practique, demostrando que sus poderes Ppsiquicos se fortalecen. Como afirma el psicélogo y explorador del espacio interior John Lilly, sus Gnicos limites seran los que fijen sus creencias. Si alberga creencias contradictorias, como nos sucede a la mayoria, su vida estara llena de conflictos. Utilizando las técnicas que se describen en este libro, podré empezar a resolver las contradiccio- nes internas que le causan esos conflictos, empezar a eliminar las creencias negativas sobre sus capacidades psfquicas, sobre si mismo y sobre el mundo, que le frenan. Este libro le ofrece una amplia seleccién de actividades y ejer- cicios, ademas de explicaciones fundamentadas sobre cémo y por qué actuan las facultades psiquicas. Le permitira pasar una tarde extraordinaria con sus amigos, recordando vidas pasadas o apren- diendo a percibir el color con los ojos cerrados. Aprendera a ver las auras y a sentir las manifestaciones sutiles de las energias vitales. Las practicas que incluimos resultan divertidas, sobre todo si se efectian en grupo. En muchos sentidos, obtendré resultados mas rapidos y progresara con mayor facilidad si trabaja en grupo. Mu- chos afios de experiencia, tanto personal como ajena, me han de- mostrado que tales practicas resultan efectivas. Tal es la razén de que este libro sirva especialmente bien como texto para un curso de desarrollo psiquico. : Hay diversos modos de utilizarlo. O bien leerlo por completo, de manera sistematica, o bien saltarse las instrucciones expuestas para un experimento dado hasta que se decida ponerlo en practica. Si desea pasar sin rodeos a los datos basicos, tal vez prefiera no leer el primer capitulo, con detalles autobiograficos. Tenga en cuenta, sin embargo, que incluye también algunos pasos necesarios para el desarrollo de los poderes psiquicos. Esta obra presenta un amplio panorama de todo el campo de la pericia psiquica. Desarrolle mediante ella sus facultades, ya sea para su propia satisfaccién, para demostrar su validez o para ayudar a otras personas. Al irse ampliando sus poderes psiquicos, se abrira ante usted una vasta gama de posibilidades. Convertirse en un cura- 17 dor, por ejemplo. Saber lo que los demas hacen y piensan. Ver lo que le ofrece el futuro a usted y a otras personas. Hacer sus relacio- nes mas intimas y significativas. Cambiar de estilo de vida, con objeto de permitir que todos sus sentimientos se expresen de modo positivo. Elija. O abarquelas todas. Cualquiera que sea su preferen- cia, aqui hay algo para usted. A usted le toca decidir ahora. 18 1 Cémo desarrollé mis poderes psiquicos Siempre me ha parecido importante hacer comprender a mis alumnos lo natural y humano que resulta el proceso de desarrollar los poderes psiquicos. Aunque algunas de las manifestaciones de este proceso parezcan extrafias o «fantasmales», para crear en ellas no se precisa rodearlas de una aureola de pavor y de misterio. Uno de los objetivos de este libro consiste en ayudarle a comprender que los poderes psiquicos son tan «normales» como la vista y el oido fisicos. Por esta razon, deseo relatar en parte en este capitulo la historia de cémo desarrollé yo mis facultades psiquicas. He de aclarar que disfruté de la ayuda de diversos amigos y maestros, tanto en su envoltura corporal como desencarnados. He dedicado esta obra a.mi tia Lizzie no sdlo porque fue ella quien me introdujo en el mundo de los fendmenos psiquicos, sino también como muestra de agradecimiento por el carifio y los cuida- dos que me prodigé durante mi nifiez. Le hubiera agradado a usted verla como yo la veia entonces. Una mujer menuda como un pajarillo, muy erguida y con los pies sdlidamente plantados en el suelo, siempre ajetreada, ocupandose de las responsabilidades diarias que recaian en ella como esposa del tio Walter. Tio Walter era un hombre alto y fuerte como un oso, que me mimaba con sus carifiosas sonrisas y dandome dinero para comprar helados, mientras que tia Lizzie manifestaba su desaproba- cién chascando la lengua. Las dos le adorabamos. De las tres hermanas de mi padre, fue tia Lizzie la que me «adopté6» como su sobrina favorita. Pasé muchos veranos de mi infancia en su casa de Vermont. Tia Lizzie y tio Walter me llevaban con frecuencia en los viajes que emprendian para vender bienes 19 Taices O en sus excursiones al campo para recoger arandanos 0 visitar a los parientes. Me veo con toda claridad una majiana, al lado de su bajo frega- dero. Tio Walter me cepillaba torpemente el pelo, mientras que tia Lizzie se afanaba disponiendo el desayuno. El recuerdo me llega acompaiiado del calor de la cocina y de los maravillosos olores del tocino al freirse y del café en preparacién. Al llegar a la adolescencia, me reclamaron otros intereses. En- tonces se debilité mi estrecha relacién con tia Lizzie. Hubo pocos contactos entre nosotras hasta que tuve veinte y pocos ajfios, ya casada y dedicada a mis funciones de ama de casa y de madre. Tio Walter habia muerto unos ajios atras, y tia Lizzie se volvié hacia el espiritismo para continuar su relacién con él. Era miembro de un grupo pequefio, que se reunfa semanalmente con objeto de comunicar con «los que se hallan al otro lado de la vida», segun sus propios términos. El espiritismo afirma que se puede establecer comunicacién en- tre los Ilamados muertos y los vivos. Basandose en esta afirmacién, los espiritistas actiéan de un modo muy concreto. Reunidos en sesio- nes y sentados en circulo, envian y reciben mensajes a través de un médium mental, de la escritura automatica y otros diversos canales. Mi tia escribia automaticamente durante esas sesiones, y el tio Wal- ter guiaba su mano al posar ella el lapiz sobre una hoja de papel en blanco. Le escribia cartas de amor y le daba consejos. Tia Lizzie aprendio también a activar una mesa cuando una serie de personas se sentaban en circulo a su alrededor, de manera que la mesa respondiese a las preguntas de los presentes. Se Ilamaba a esto la «mesa golpeadora». Cuando yo participé, la mesa se levanto del suelo sobre dos de sus patas y volvié a caer de golpe. Senti curiosidad al hablarme tia Lizzie de su interés y de sus actividades. Y fue ella quien me Ilevo a mi primera sesion. Sigame usted e imagine cémo ocurrié. Mi hijo mayor, que tenia entonces dos afios, nos acompajfiaba. Juntos recorrimos el corto camino Western Avenue abajo hasta llegar a donde vivia uno de los miembros del circulo. Se nos acogié en una bonita casa. Cuatro mujeres se reunieron con nosotros en el salén cuarto de estar. Nos colocamos todos en torno al piano y cantamos himnos. Me aclara- ron que hacfamos esto para elevar nuestras conciencias a niveles mas altos y protegernos de los espiritus inferiores. No recuerdo que mi hijo David cantase, pero, aferrado a mi mano, parecia sentirse a gusto en medio del grupo. Nos sentamos en un comedor oscuro, en torno a una pesada 20 mesa de roble. David se acomods en mi regazo, callado, pero bien despierto. El silencio que reinaba en la habitacién se hizo mas pro- fundo a medida que nos relaj4bamos, Ilenos de expectacién, aguar- dando a que sucediera algo. Frente a tia Lizzie, habia un monton de papeles en blanco. Varios lapices descansaban junto al papel. Otra mujer tenia a su disposici6n un montén de papel similar, con sus correspondientes lapices. En la penumbra, vi que tia Lizzie y su amiga hab{an tomado un lapiz cada una, apoydndolo en la parte superior de la hoja de papel. Durante los siguientes quince minutos, poco mas o menos, el Unico ruido que rompis el silencio fue el rasguear de los lapices. Lentamente, me di cuenta de que la escritura habia cesado. Se entablo entre las dos mujeres una tranquila discusion. Se encendie- ton las luces y comprendimos que la sesién habia terminado. Procedimos entonces a la lectura de lo escrito. La mayoria de lo anotado por tia Lizzie procedia de Walter, que la aconsejaba sobre sus asuntos terrenos. Como siempre, tio Walter incluia expresiones que denotaban su continuado carifio y su preocupacién por ella. La otra mujer recibié también mensajes de sus parientes muertos y, al mismo tiempo, algunas observaciones filoséficas, procedentes al pa- recer de los «espiritus maestros» que ensefiaban al grupo durante las sesiones semanales. Escuché cortésmente, aunque me sentia muy escéptica en cuan- to a lo sucedido en la reunién. Hasta aquel momento, no habia tenido tiempo para cosas de esa naturaleza. De todos modos, me habia picado la curiosidad y estaba deseosa de saber mas acerca de los fenémenos psfquicos. Resolvi en aquel mismo instante perseguir el conocimiento de otros mundos, otras realidades, lo oculto y lo esotérico, y desarrollar mis propios poderes psiquicos. Desde en- tonces, mi interés no ha flaqueado nunca. Pronto tuve ocasién de continuar mis nuevos estudios. Tia Lizzie y yo fuimos a visitar a mi hermana Joy y decidimos celebrar una sesion de «mesa golpeadora». Invitamos a otras personas al aconte- cimiento. Trazamos todo el plan. Joy y yo dejamos a nuestros res- pectivos hijos en seguridad en el piso de arriba. Nuestros amigos se reunieron en el cuarto de estar con tia Lizzie y lleg6 el momento de empezar. Visualice con su imaginacién la escena y «acompaifienos». El cuarto de estar se encontraba casi a oscuras. Una lampara pequefia iluminaba con un débil resplandor el grupo sentado en torno a una mesita de roble, ancha y baja, colocada en el centro de la habita- cién. Las manos, apenas visibles en la penumbra, se posaban delica- 21 damente sobre el tablero, con las palmas hacia abajo, las puntas de los dedos rozando sélo la superficie. La sesi6n comenzo. Todo es- taba en silencio. Nada habia sucedido todavia. Tia Lizzie empez6 por explicarnos algunas de las caracteristicas de lo que podiamos esperar que ocurriese cuando ella invitase a los espiritus de nuestros parientes y a los maestros a comunicarse con nosotros. Aguardamos. Algunos nos sentiamos nerviosos, otros es- cépticos, otros atin relajados y expectantes. Tia Lizzie pregunté: —jHay alguien aqui que quiera comunicarse? En caso afirmati- vo, que dé dos golpes para decir si, y un golpe para decir no. La mesa se alz6 inmediatamente sobre dos de sus patas y se dejo caer de golpe. A continuacién, se levanté de nuevo y volvié a de- jarse caer con un segundo golpe. La tia Lizzie tomé aquello por una afirmacién. A partir de ese instante, cada uno de nosotros empezé a formular preguntas, incluso hablando todos a la vez. La mesa vi- braba y golpeaba. Lenta y metédicamente, determinamos que los comunicantes eran personas que habian vivido en otro tiempo en aquella casa. Continuamos haciendo preguntas hasta que, unas dos horas mAs tarde, la mesa se negé a seguirse moviendo. Entonces encendimos las luces y tomamos café, mientras coment4bamos lo ocurrido aquella tarde. Es facil imaginar hasta qué punto me sentia fascinada por todo aquello y lo que me alegraba compartirlo con mi hermana. Mi participacién en las sesiones de la mesa golpeadora eran esporadicas. Como madre muy atareada, disponia de poco tiempo para dedicarlo a personas que no habitaban en mi mundo fisico. Sin embargo, la curiosidad me condujo a la literatura sobre el espiri- tismo, y los libros de ocultismo se convirtieron pronto en mi tema de lectura favorito. Las bibliotecas publicas resultaron una fuente limi- tada en esta materia, de manera que empecé a comprar libros, hasta reunir la biblioteca que ahora poseo. Una vez que mis hijos entraron todos en la escuela y que se encontraron ya bien encaminados hacia el estado adulto, se inicié en serio mi busqueda del conocimiento sobre las cosas ocultas. Siempre que se me ofrecia la ocasién, agobiaba de preguntas a tia Lizzie, que compartia de buen grado conmigo sus experiencias. Me concedia el privilegio de leer parte del material filoséfico que reci- bia a través de la escritura automatica, lo mismo que algunos de los mensajes que le enviaba tio Walter. Gracias a ella, me enteré de la existencia de otros fenémenos paranormales que continuaban sien- do inexplicables para la comunidad cientifica. Fui testigo de algunos de esos fenémenos paranormales estando de 22 visita en casa de tia Lizzie. Una mafiana, en la soleada cocina, le pregunté si podia ayudarla a disponer el desayuno. Me asigné la tarea de preparar las tostadas en su anticuado tostador. El artefacto tenia dos chapas laterales, con una resistencia al descubierto en el medio. Bajé las dos chapas, coloqué el pan sobre ellas y las volvi a subir para tostarlo contra la resistencia al rojo. Esperé a que el tostador alcanzase un tono naranja. Mientras aguardaba a que el pan se tostase, vi de pronto que la resistencia cambiaba del rojo cereza brillante al negro. —jTia Lizzie! —llamé—. Algo va mal. El tostador acaba de es- tropearse. Su respuesta fue el familiar chasquido de la lengua que yo habia oido tan a menudo. A continuacién, hablo: —Tio Walter, arregla eso en seguida y déjate de travesuras. Y ante mi gran asombro, la resistencia enrojecié otra vez y no volvié a apagarse. Aquel mismo dia, me conté que tio Walter intervenia en los electrodomésticos de su apartamento, encendia y apagaba las lu- ces y detenja los relojes eléctricos. Y ahora habia desconectado el tostador. Todos pasatiempos normales para tio Walter. No habia modo de confirmar esa teoria, pero yo respetaba su creencia, por- que sabia que era una persona prosaica, veraz e inteligente. Sin embargo, slo estaba convencida a medias. Necesitaba una expe- tiencia personal para confirmar por mi misma sus ideas. Habria de pasar mucho tiempo antes de que creyese realmente en la existen- cia de una vida después de la muerte o en la realidad de los fené- menos psiquicos. Hacia 1962, tia Lizzie consiguié interesar a Bill, mi marido, en el espiritismo, lo que nos lIlevé a asistir a un servicio religioso en Stamford, Connecticut, para oir un serm6n pronunciado por Arthur Ford. Por aquella época, Ford se habia conquistado la fama como médium, y su renombre se extendfa a toda la nacion. El tema era la fundacién de la Asociacién de las Fronteras Espirituales, una orga- nizacién que existe todavia y que se proponia investigar y estudiar los fenédmenos psiquicos tal como se han presentado en la cristian- dad historica. Al salir con el resto de la congregacién después del servicio, encontramos en la puerta al reverendo Raymond Burns, ministro de la iglesia, que estrechaba la mano a cada uno de los que se marcha- ban. Era un caballero de aspecto amable, con el pelo gris. Nos saludé y nos dio una expresiva bienvenida. Cuando mi marido le habl6 de nuestro interés por asistir a sus clases de «desarrollo psi- 23 quico», sdlo vacilé6 un momento antes de invitarnos a unirnos a su grupo el viernes por la tarde. En la tarde del viernes siguiente, reunidos con otros veinte estu- diantes en la nave exterior, escuchamos al reverendo Burns darnos la bienvenida y recitar una breve oracién, mientras nosotros perma- neciamos sentados en silencio. Después nos levantamos y lé segui- mos a una habitacion situada inmediatamente detras de la nave. Se trataba de una habitacién especial, que sdlo se utilizaba para las sesiones y las clases y que quedaba a oscuras cuando se cerraba la puerta. El reverendo Burns encendié una pequefia lampara, y el resplandor rosado de su bombilla roja nos permitié6 movernos y buscar asiento. Alguien cerré la puerta, y el reverendo Burns apago la lampara. Nos envolvieron unas tinieblas absolutas. Yo estaba asustada, un poco intimidada y muy nerviosa, pero procuré rela- jarme. No tenia idea de lo que debia esperar. Pronto una voz no familiar broté del reverendo Burns. Dicha voz se presenté a sf misma como un maestro y nos dio una corta charla. Cuando el reverendo salié de su trance autoinducido, nos hablo brevemente, con su voz normal. Durante cerca de dos horas, las voces de diversos espiritus maestros se dirigieron a sus alumnos particulares a través del reverendo Burns. Un nuevo maestro se nos present6 a mi y a mi marido, saludandonos y dandonos una calurosa bienvenida a la serie de sesiones a las que fbamos a asistir para desarrollar nuestras facultades psiquicas. E| trayecto de regreso a casa, que duro una hora, transcurrié en medio de nuestra excitacién por lo que habia ocurrido y lo que po- dia ocurrir todavia si continuabamos en nuestro nuevo empefio. Gradualmente, semana tras semana, fuimos mas capaces de re- cibir telepaticamente las ideas de nuestros maestros y de exponer en clase lo que habjamos captado cuando nos Ilegaba el turno. Nues- tras capacidades aumentaban con cada clase. Poco a poco, mis con- jeturas se convertian en respuestas seguras. No me di cuenta en tealidad del momento en que por fin me convenci de la existencia de espiritus invisibles y de la verdad de los fenémenos psiquicos. Ahora lIlevaba a cabo en serio mi busqueda de una mayor infor- macioén y de una capacidad mayor en las artes de la percepcién psiquica y de la proyeccién. Participé en diversos grupos, trabajé bajo la tutela de otros por correspondencia y tomé lecciones para mejorar mi comprensi6on y mis talentos psiquicos. Llegué a ser ca- paz de efectuar lecturas psiquicas y de recordar mis vidas pasadas. Tuve algunas experiencias espontaneas de fenédmenos psiquicos. Cuando mis estudios de psicologia me revelaron lo sugestionable 24 que suele ser la gente, abandoné las lecturas psiquicas y decidi compartir lo que sabia y habia aprendido, de manera que otras personas desarrollaran sus propios poderes psiquicos y obtuvieran, por asi decir, informacién directa de la fuente. Y continué leyendo todo lo referente a psiquicos, médiums y otras personas capaces de proezas psiquicas muy superiores a las mias. Fui muy afortunada al dar con un curso de desarrollo psiquico de extraordinaria calidad. Hay pocos y muy aislados. La mayoria de la gente que desea desarrollar sus poderes psiquicos no encuentra nin- guno por el estilo. En el transcurso de los afios, exploré muchos caminos que resultaron para mi callejones sin salida. Y a causa de esta experiencia, decidj idear algunos métodos faciles y sin peligro y, al mismo tiempo, eficaces, productivos y benéficos. Las teorias que concebj han sido comprobadas por mi misma y por otros. Tomé parte en muchos experimentos y comparti las expe- riencias de los otros participantes. Muchas personas compartieron conmigo sus problemas y sus éxitos en el desarrollo de sus faculta- des. Gracias a todo esto, aprendi a ayudar positivamente a otros a desarrollar sus poderes psiquicos. Expongo en este libro lo que he aprendido y experimentado. Téngame presente como el autor que le apoyara en tus esfuerzos, como hago personalmente en mis clases con cada alumno. Utilice su imaginacién para sentir mi presencia y reciba mi afectuoso deseo de que logre desarrollarse y expansionarse, empleando sus capacidades psiquicas para convertir su mundo en un lugar mas placentero. Tal vez le sorprenda saber que ya ha estado usted practicando sus facultades psiquicas mientras leia este capitulo. El poder de su imaginaci6n le ha permitido visualizar y experimentar interiormente las personas y las escenas que acabo de describir. Al establecer esta relacién conmigo y con mi historia personal, ya ha empezado usted a desarrollar sus poderes psiquicos. A medida que aplique y fortalezca sus facultades imaginativas en los experimentos y ejercicios que siguen, progresara a un ritmo mayor y hasta mas lejos de los que sin duda piensa en este mo- mento. Preparese para cambiar algunas de sus creencias, creencias que sin duda ni siquiera se habia dado cuenta de que albergaba. Disfrute de su progreso. Diviértase lo mas que pueda con estas practicas y, pausadamente, poco a poco, Ilegara el momento en que, en respuesta a una observacién casual por su parte, alguien exclamara: —jOye, tu debes de tener poderes psiquicos! 25 2 Todos tenemos poderes psiquicos En un momento u otro, todo el mundo ha tenido una corazo- nada que resulté cierta. Suena el teléfono y, antes de contestar, ya se sabe quién llama. Se va a buscar el correo y se sabe de antemano que le esta esperando una carta de una persona determinada. Se ve a un extrafio en la calle y se da uno cuenta de que esa persona desconocida desempefiaré alguna vez un papel importante en la vida de uno. Todos éstos son ejemplos de acontecimientos psiqui- cos. En el interior de cada uno de nosotros subyace el poder de expandir su conciencia més alla de los limites actuales. A falta de un término mejor, se llama a este poder la «capacidad psiquica». Todo el mundo la posee. Pero pocos conocen cémo utilizarla y como encauzarla. Como la mayoria de la gente, es usted consciente de su facultad de percibir cosas situadas més all4 del nivel de los cinco sentidos reconocidos, la vista, el ofdo, el tacto, el olfato y el gusto. Ahora bien, a diferencia de la mayoria de la gente, esta usted dis- puesto a despertar esta facultad y a desarrollar sus capacidades psiquicas. {Cémo conseguir esos poderes psiquicos, durante tanto tiempo considerados como misteriosos? La opinién popular sostiene que algunas personas, las afortunadas, nacen con «el don». Esta gente afortunada viene al mundo equipada con poderes psiquicos. La verdad de la cuesti6n es que dichas personas tienen la suficiente conciencia de sus presentimientos como para concederse el tiempo necesario para desarrollar su facultad, casi exactamente como los demas desarrollan su intelecto, sus actitudes atléticas, etc., paso a paso. Todos tenemos la facultad de pensar. Nadie lo negaria. Pero resulta evidente que algunas personas son capaces de pensar mejor que otras. Esto depende no tanto de una facultad innata, como del 26 entrenamiento para sacar el mayor partido posible de ella. Partiendo de tal premisa, me tomo la libertad de denominar las pretendidas dotes psiquicas con el término de facultades. Creo que cualquiera, con un poco de practica, puede llegar a poner en marcha esas facul- tades. : Las capacidades psiquicas se desarrollan de la misma manera que se aprende a nadar. Si se arroja al agua a un no nadador, pueden suceder tres cosas: que aprenda a nadar, que se ahogue o, simplemente, que chapotee hasta la orilla y se salve. El método de «nadar 0 hundirse» supone un enfoque directo del aprendizaje, que deja tanto el método como la responsabilidad en manos del apren- diz. En cambio, con lecciones de natacién (el enfoque directo), la persona no s6lo aprende a nadar en un ambiente no amenazador, sino que aprende también a hacerlo en diversos estilos. El nadador novel aprende a sentirse cé6modo en el agua y fuerte en un ambiente nuevo. Desarrollar las capacidades psiquicas es exactamente igual que aprender a nadar. Significa aprender a desenvolverse bien en un medio diferente, el medio psiquico. Una persona puede aprender a desarrollar sus capacidades psiquicas por el método de «nadar o hundirse», pero con la misma facilidad puede «ahogarse» 0 «chapo- tear hasta la orilla y salvarse». Con un enfoque disciplinado, siste- matico, mediante el estudio, conseguira un repertorio mds amplio y mas fiable de capacidades para enfrentarse al medio psiquico. El desarrollo de todas las facultades sigue un camino similar. Primero observamos, luego imitamos y, por ultimo, practicamos. Con la practica, alcanzamos el nivel de competencia que nos habiamos fijado como meta. De nijfios, vemos a otras personas andar, correr y saltar. Empe- zamos a imitarlas, con torpeza al principio, pero, gracias a la prac- tica y después de muchos fallos, llegamos a ser capaces de andar, correr y saltar orgullosamente. Claro esta que no se nos ocurre abandonar en seguida las andaderas. Las conservamos hasta que sabemos mantenernos erguidos. Mas tarde, nos enfrentamos a desa- fios mayores, como montar en un triciclo y luego en una bicicleta. Y segiin vamos creciendo, aprendemos otras cosas, pero siempre si- guiendo la misma rutina. Aprender las habilidades fisicas es paralelo a aprender las habili- dades mentales ensefiadas en la escuela, donde aprendemos a me- morizar, a concentrarnos, a prestar atencién el tiempo suficiente para comprender. Aprendemos a pensar y a resolver problemas. Recuerde los dias en que estaba aprendiendo a conducir. Le 27 mostraron cada movimiento en el orden preciso para convertirle en un buen conductor. Procediendo concienzudamente a cada paso en el orden prescrito, acabé usted por memorizarlos poco a poco, hasta llegar a efectuarlos de manera automatica, gracias a su ser interior, que absorbe la rutina. En cada caso, el proceso fue el mismo. Primero, la conciencia de que la meta propuesta se hallaba dentro del campo de lo posible. Todo el mundo puede montar en bicicleta 0 conducir un coche. {Por qué habria de ser yo diferente? Si otros pueden hacerlo, yo también puedo. En segundo lugar, viene el compromiso de adquirir esa habilidad. Aprenderé a conducir. Luego, la preparacién para hacerse con la habilidad. Entonces, o bien se observa a alguien que ya lo ha conseguido y se trata de imitar su conducta, o bien se busca una persona que le ensefie a uno cémo hacerlo. A continuacién, se practica. Reflexione un momento sobre sus propias capacidades. ¢Sabe usted escribir a maquina? ;Se acuerda de cuando aprendié la disposicién del teclado? {Se acuerda de las horas y horas de practicas? Se sometié a ellas porque deseaba adquirir esa habilidad. Contaba usted los errores, volvia atras y mecanografiaba la pagina de nuevo. Entonces cometfa menos errores y, al final, ya casi nin- guno. ,Coémo aprendié a pegarle al balén? Al principio, era terri- blemente malo. Fallaba la mayoria de los tiros. Después, fue usted adquiriendo un mejor golpe de vista y, con cada sesién de practica, su habilidad se afinaba mas y mas. El desarrollo de las capacidades ps{quicas sigue elmismo camino. En primer lugar esta el compromiso, luego la instruccién y, por ultimo, la practica. Se necesitan grandes proporciones de paciencia y perseverancia. Todo el mundo puede desarrollar sus cualidades psi- quicas, igual que todo el mundo puede aprender a montar en bici- cleta, escribir a maquina o jugar al balén. A algunos les resulta mas facil que a otros. La medida en que aprendemos es algo muy perso- nal. No debemos tratar de compararnos con los demas. Que una per- sona aprenda mas de prisa no significa necesariamente que aprenda mejor. Tanto la tortuga como la liebre acaban por llegar. Tal vez se pregunte: «4 Y por qué he de querer yo desarrollar mis capacidades psiquicas?». Desarrollamos nuestras capacidades psi- quicas por la misma raz6n que desarrollamos cualquier otra capaci- dad: porque realzan nuestra vida. Nos aportan un poder incremen- tado sobre las circunstancias e intensifican la alegria en la vida diaria. Le ayudar4n a construir tu futuro, haciendo reales muchas cosas que habian permanecido (segun su versién) en el campo de lo posible o lo probable. 28 Me propongo ayudarle a incrementar su intuicién, sus facultades psiquicas, de tal manera que pueda mejorar su vida y contribuir a mejorar la vida de los demds. Lo mismo que con cualquier otra habilidad, hay que evitar las proezas psiquicas por el simple afan de impresionar. Cuando utilice su habilidad recién adquirida, debe usted hacerlo con discreci6n. El desarrollo de las facultades psiquicas se acompaiia de poder, y el poder aporta responsabilidades. El poder personal nos capacita para controlar nuestra vida. No significa el control de los demas. Podemos mostrar a nuestros semejantes c6mo controlarse a sf mismos, pero no debemos sustituirlos. S6lo somos responsables de nuestra persona y, no importan nada las buenas intenciones, tenemos la obligacién de no interferir en los esquemas de vida de los otros. Ahi reside la responsabilidad del poder. Los dos «si mismos» y las tres mentes Hay en usted dos «si mismos». Uno es usted, el director, el maestro, el guia, el si exterior. El otro es el sf interior, el trabajador, el alumno, el que pone en practica las facultades. Ambos se conocen por diversos nombres: el consciente y el inconsciente, el ello y el ego... Las denominaciones tienen su importancia, puesto que hemos de utilizar términos con los que identificarlos. Prefiero emplear el término «si» porque, en mi practica actual, presenta para mi una significacién mayor que frases como «yo y mi mente». Mente suena aqui de forma impersonal, como si fuese algo separado de mi. Mi si exterior es la parte de mi que evalia, razona, calcula y emplea la légica. Mi si interior es la parte de mi que graba todo cuanto me sucede y responde automaticamente, sin juzgar. Mi si interior es como si fuera mi hijo, y yo como si fuera su padre. Es mi alumno, al que ensefio, y mi excelente trabajador, que pone en practica para mi lo que le ensefio. Controlo mi si interior, y él acepta voluntariamente mi direccién y mis 6rdenes. El] aspecto mas importante de este si interior reside en su indepen- dencia. Funciona como algo exterior a mi conciencia, y completa- mente distinto a mi. Consideraremos estas diferencias al ir estu- diando las diversas facultades psiquicas. Tener conciencia de ellas nos permitira un desarrollo mucho mas eficaz que en el caso de ig- norarlas. El sf interior percibe y aprende de modo distinto que el si exte- rior. Nos ensefiamos a nosotros mismos cada paso hasta que los almacena la memoria. El procedimiento consiste en la repeticién de 29 las sugestiones. Usaremos la misma técnica para desarrollar las ca- pacidades psiquicas. EI si-interior esté sélo limitado por nuestras creencias conscien- tes sobre é]. Si tomamos la decision consciente de que no podemos hacer algo, el si interior acepta esta decisién y la convierte en reali- dad. Lo contrario es igualmente cierto. Si tomamos la decisién cons- ciente de que podemos hacer algo, el si interior acepta la decisién y realiza cuanto se halla en su poder para materializarla. Y posee un poder considerable. Por ejemplo, si se dice usted a si mismo que no puede tocar el piano, claro esta que no lo tocara nunca. En cambio, si se dice que puede tocarlo, aunque no consiga un sonido de virtuo- so la primera vez que toque una melodia, aumentaran las probabili- dades de que alcance una cierta maestria en el instrumento. Descu- brira que, si decide que le gustaria tocar, sera capaz de hacerlo después de alguna practica. Al considerarse capaz de dominar el piano, eliminaré toda creencia negativa que se interponga en su camino hacia el objetivo. Aceptamos como naturales las limitacio- nes de nuestro si interior. Hemos de revisar esas limitaciones y empezar a rechazar las que carecen de validez. Tales creencias acaso se extiendan y amplien para abarcar mu- cho mas de lo que creiamos posible. Debemos guardarnos de afir- mar que no podemos hacer una cosa sdlo porque nunca la hemos hecho antes. Cuando intentamos algo y no lo conseguimos, eso no significa que no podamos hacerlo. Significa unicamente que re- quiere mas trabajo. Observar a las personas mas eficaces en la habilidad que queremos adquirir supone un buen método para aprenderla. La facultad de la mimica, un aspecto inherente al si interior, puede aprovecharse para desarrollar las capacidades. Los otros dos medios son la instruccién y la experimentacién. Antes de pasar a las facultades en si, ha de ver usted claramente sus dos si mismos, que a partir de ahora actuaran juntos, como una pareja. Llamelos como quiera: «usted y su psiquis», «usted y su alma»... Eso carece de importancia. Aqui, para entendernos, les llamaremos «usted y su si interior». En su gf interior hay tres niveles de mente operativa: la mente literal, la mente programada y la mente intuitiva. La mente literal se relaciona con el mundo objetivo, el mundo de la materia y de la existencia fisica. Los contenidos de la mente literal nos llegan a través de los sentidos fisicos. Vemos, oimos, tocamos, olemos y gustamos el mundo que nos rodea. La informacién sensorial se graba sobre la sustancia de nuestro cuerpo. La mente literal es la sustancia inteligente que guarda la grabacién de todas nuestras ex- 30

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