ANO MIL, ANO DOS MIL
La huella de nuestros miedos
Por Gonzalo Soto Posada
‘Adrede hemos denominado esta reflexién con el
mismo titulo del libro, det medievalista francés
Georges Duby. La raz6n es la siguiente. Es
cierto que a historia'no se repite y que no
existen clonaciones histéricas. Sin embargo, si
bien el presente es irreductible al pasado, es
inexplicable sin este pasado. Este pasado se ha-
lla en el presente modificado y transformado. De
ahi fas analogias que se pueden establecer
entre uno y otro. No son identidades, pero si
semejanzas en la diferencia que, como en una
retrospectiva, nos permiten conocer con mas su-
ficiencia y fundamento nuestro hoy histérico
Entre el afio 1000 y el afio 2000 se dan multiples
analogias. Vamos a establecer cinco. La primera
tiene que ver con los miedos. En el primer
milenio, las gentes tenian panico de la miseria
del otro, de las epidemias, del mas alld, de la
violencia, I hambre, las guerras continuas, las
pesies, las inundaciones, las malas cosechas hi-
cieron de estos medievales, personas que vivian
y convivian con el miedo. Era su actitud mental.
Hoy asistimos a temores semejantes. Nos rodea
la pobreza en medio de la riqueza, las
Giferencias culturales se reconocen pero causan
tension, sobre todo cuando hablan el lenguaje de
os nacionalismos y fundamentalismos, El sida
es la peste que nos golpea, los cambios
ecolégicos han afectado el biosistema planetario
y la agricultura, Nuestro fin de milenio esta lleno
de esperanza, pero inundado de panicos. Es el
fantasma de la guerra nuclear, son los ajustes
geopoliticos para consolidar las relaciones de 2
poder a nivel mundial, son las guerras
nacionalistas acompafiadas de masacres y
crimenes de lesa humanidad, son los fanatismos
josos, los terrorismos de todo tipo, los
movimientos fiberadores con su violencia
destructiva, las invasiones e_ intervenciones
militares, el comercio de armas, las drogas y sus.
tétricas consecuencias, las mafias. Como el me-
dieval, el contemporaneo tiene que exclamar con
el Salmista: "Violencia y discordia veo en la
ciudad: dia y noche hacen la ronda sobre las
murallas; en su recinto, crimen e injusticia;
dentro de ella, calamidades; no se apartan de su
plaza la crueldad y el engafio" (Saimo 54).
La segunda analogia remite al milenarismo. Los
hombres del afio 1000 con base en el
Apocalipsis esperaron con tensién el fin de fos,
tiempos, Por todas partes se cia ia expresién: “el
tiempo fenece’, viene el Anticristo, habra cala-
midades, las huestes de Satén se enfrentaran
con los caballeros de Dios, se acerca el Juicio
Final, el mundo llegé a su fase final. En su
lenguaje teolégico, la parusia 0 Segunda Venida
de Cristo tendria lugar en el afio 1000. Todo se
leia como un signo de este fin de la historia: un
terremoto, un eclipse, un meteoro, un monstruo
aparecido en los mares del Norte, un desastre
de cualquier tipo... Eran los signos enviados por
Dios para invitarlos a la conversion y a esperar
con serenidad angustiada ef tenebroso Juicio
Final
Nuevos anticristos
Hoy asistimos a un milenarismo semejante. Se
habla del fin de los tiempos alegando textos de
la tradicion maya y azteca, los nuevos
Apocalipsis. Se ven signos por todas partes de
este fin: los cometas, los eclipses, choque de
estrellas y meteoritos. Hay nuevos Anticristes:
Hitler y sus sucesores, los Templarios
camuflados de cientificos tienen e! control de la
energia del universo para usarla a su antojo, los
investigadores nucleares encierran sus secretos
en ojivas plenas de destruccién, el calentamiento
de la tierra va difundiendo su letal agonia por
todas partes convitiendo nuestro habitat en un
desierto, la chatarra nuclear es un t6xico que
envenena y destruye, los deslices de las
centrales atémicas ya no son rarezas.
Se espera una conversién: aparece el discurso
de los Derechos Humanos y los llamados a los
“hombres de buena voluntad” a que lideren,
como caballeros de Dios, este sombrio fin de
milenio, combatiendo los Anticristos y sus nefas-
tas huestes. Asi como la Iglesia medieval fue el
* punto de referencia para vivir con esperanza y
Telativo temor ese afio 1000, hoy aparecen
grupos ‘religiosos que como nuevas Iglesias
ofrecen la salud y la calma~espiritual, Los
movimientos de la Nueva Era, los sincretismos
religiosos, la era de “Acuarius, son los
Monasterios contemporaneos. Alli se vive en
Pobreza, obediencia y castidad esperando elcambio de los tiempos y el paso de la era de
Piscis a la de Acuarius.
La tercera analogia hace relacién a la otra
actitud que generé el afio 1000. Si estamos ante
él fin de los tiempos, en vez de preocupamos y
llenamos de temores, aprovechemos el tiempo
que nos queda.' Cumplamos la recomendacién
del Viejo Testamento; ‘comamos y bebamos que
mafiana, moriremos"*: Surgen entonces los
Placeres como sentido de la vida. Un caluroso
spiritu epicureista se apoderd'de ios 4nimos.
fente a los monasterios aparecieron las. ta-
bernas. Su tripode fueron la mujer, el vino y el
juego. Si el mundo se va acabar,’recibamoslo
con una carcajada dionisiaca. Aprendamos a
transgredir lo establecido, Es la cultura de la risa,
del carmavai, de las parodias, de las formulas
comicas, del ienguaje grotesco, del culto al
vientre, a Baco, a Afrodita, a todo Io instintive y
Pasicnal, lejos del orden establecido y de la
Cultura oficial feudal y clerical
Nuestros medievales contemporéneos han
Seguide esta linea de la transgresién de lo
Prohibido. Han aparecido las misticas del
erotismo, las reflexiones antipsiquidtricas y la
eivindicacién de la demencia como estado
dionisiaco. Los movimientos gay se consolidan
como una comunidad de solidaridad en el
éxtasis del encuentro total y engloblante. Los
impulsos sdicomasoquistas se describen como
una alquimia erdtica de plenitud colmante de
gozo. Las drogas se inscriben en un viaje de
sinfonias celestes-satanicas que invierten el
sentido de lo real y ponen patas al revés el diario
vivir. Los placeres saténicos a través de
cualquier medio se piensan como el otro camino
para ser felices. Los gozos alcohélicos mez-
Glades con yerbas y alucinégenos vienen vividos
como el elixir de la juventud. Las tiendas de sexo
son las nuevas medievales tabernas donde se
consume el licor de la imaginacion erética, La
Intemet es el cielo de la fibra optica donde
danzan los Angeles-demonios del _ placer
empapado de los vientos de Cupido. Los
carnavales de los festines llenos de rarezas y
derroche de Ja libido compiten entre si para
deslumbrar y escandalizar. Las parodias de las
autoridades civiles, militares y eclesiasticas son
el hazmerreir critico det poder y su corrupcién. El
lenguaje grotesco habla de la cintura para abajo
y lena de resonancias lingiiisticas los temas
escatolégicos, urolégicos, ginecoldgicos
sexuales. Las exhibiciones de los cuerpos y de
las intimidades son el nuevo medieval tema de la
lujuria vivida como efervescencia lasciva,
EI dios Marte vuelve
La cuarta analogia nos remite a las célebres paz
y tregua de Dios del primer milenio. El ario 1000
estuvo tocado por las guerras constantes entre
los nobles. Se vivia asi en un estado de zozobra
inseguridad, ansiedad y tensién. Tierras
devastadas, asalto a castillos, aldeas destruidas,
quemas, asaltos constantes, inseguridad en los
caminos, robos, pillaje, violaciones, asesinatos
atentados contra los papas, obispos,
monasterios, campesinos desmochados
asesinados, casas arruinadas, desplazamientos,
huérfanos y viudas, proliferacién de talleres para
fabricar armas, aparicién de lideres mesianicos
prometiendo el oro y el moro en una
interpretacion de la Escritura desde los de abajo,
en contra de los de arriba, provocaron revueltas
y derramamiento constante de sangre. El dios
Marte recorria todos los lugares de la Europa
cristiana,
En estas circunstancias la iglesia se inventa la
az y la tregua de Dios. Eran especies de pactos
consensuales para parar la guerra, 0 por lo
menos detenerla en determinados momentos de!
afio (los tiempos litirgicos de mayor sentido) y
en ciertos espacios geograficos considerados
sagrados. Se hacian juramentos y solemnes
promesas para no violar lo pactado, bajo la
Supervision de la autoridad eclesiastica, en
especial papal. Esta instancia teocratica se veia
como garantia. de cumplimiento de lo
establecido. Estaba mas alla del bien y del mal,
era la voz de Dios, encamaba la paz del
Evangelio, oraba y representaba en la tierra el
mensaje del Dios-amor, a pesar de que ella
misma, muchas veces, estuvo inmiscuida en las
guerras y convirtié el Evangelio no en el poder
del amor, sino en el amor al poder. Pero en el
afio 1000, el papa Silvestre Il y ei emperador
Otén Ill se la jugaron entera por renovar la
alianza Iglesia-Estado y establecer una reptiblica
cristiana universal con base en el orden, la
armonia, la justicia, la paz, la serenidad de las
Bienaventuranzas.
Nuestro afio 2000 esta también atravesado por
las guerras y los conflictos. Por todas partes seven enfrentamientos, terrorismo, proliferacién de
armamentos, movimientos _mesianicos
liberadores empapados de _ violencia,
desplazados, exiliados, hambre, destruccion,
uso de armamentos cada vez mas sofisticados,
guerra de guerrillas, robos, asesinatos, pueblos
enteros destruidos, industrias armamentistas en
Constante produccién, secuestros, extorsién
La paz secularizada
Los cuatro jinetes del Apocalipsis y muchos mas
inundan nuestro fin de milenio. Las dos guerras
mundiales los pusieron de presente y sin
miramientos. Ante ello, se ha creado una nueva
paz y tregua de Dios secularizadas, dirigidas por
una nueva teocracia también secularizada. Es la
ONU. Esta intenta regular los conflictos a través
del didlogo y del consenso. Alli tienen lugar ios
debates para dirimir las contiendas, ya bélicas,
ya territoriales, ya étnicas... Sus miiltiples
agencias intervienen como emisarias de paz y
concordia para restaurar el equilibrio perdido
Sus dirigentes, los nuevos papas y
emperadores, se la juegan para que el dios
Marte no haga estragos y en el planeta reine
relativa calma y bienestar. Su nuevo decélogo
son los Derechos Humanos. Estos son
universales y valen para todas las diferencias
culturales, como el Evangelio de los medievales.
Es cierto que en este organismo también ha
operado lo del afio 1000: mas que organismo de
servicio (el poder del amor medieval) es, muchas
veces, organismo de poder de ias potencias que
fo manejan (el amor al poder medieval). Los
Derechos Humanos mismos son usados como
mo, no de humanismo sino de poderio
or parte de las potencias. En su nombre se ha
asesinado y destruido. Sin embargo, como en el
Medioevo, han intentado crear esos tiempos y
espacios de la paz y la tregua de Dios
La quinta analogia tiene que ver con el intento
de los ya sefialados papa y emperader del afio
1000 por establecer una cultura cristiana
universal. Su proyecto apuntaba a un orden
universal bajo las pautas evangélicas y la
direccién de ambos poderes. Hoy asistimos a es-
te orden universal, no bajo las pautas
evangélicas y sus poderes medievales, pero si
bajo lo que se ha dado en tlamar la cultura
global, Ha aparecido la cultura de la informatica
y el mundo ha devenido una aldea global. So-
mos fibra éptica. Podiamos seguir anotando mas
analogias. Dejémosias ahi. Digamos para
terminar una titima acotacién: recordar el
pasado viviendo el presente es la mejor manera
de esperar el futuro
Tomado de GRANDES TEMAS MUNDIALES
DEL SIGLO XX. EL ESPECTADOR, 1999.