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329.907 , PSbCE 204d Traduocion: % MARY LOUISE PRATT = Ormis Casrinno y Ojos imperiales DWIF/1S Literatura de viajes y transculturacion FS) FONDO DE CULTURA ECONOMICA 1. CIENCIA, CONCIENCIA PLANETARIA, INTERIORES fe (1 puede] recorrer el mundo en los libros, fs puede adverse de la geografia del universo 4 en los mapas, atlas y mediciones de nuestros % ‘matematicos. Puede viajar par la tierra con te Jos historiadores, por el mar con los navegan be tes, Puede dar Ia welts mundo con Darn ae pier y Rogers, y saber mil veces més haciendo Ea todo e20 que lo que saben esos marineros ic analfabetos, pe ‘Dante, Davos, The Compleat English Gentle p> man, 1730) Los versos ya no estén de moda. Todo el mun oa empezado a jugar a ser geémetra, Eisico. El sentimento, Is imaginacién, la elegancia, Ihan dessparecido. La literatura muere ante estos propos oes fis ‘ours, arta a Cid, ’ 16 de abril (1735) "Lata europea de esta historia empieza en el aio europeo ‘46,1735, Al menos, es alli donde empezaré la narracion; "porque Ja historia tardars unos 20 0 30 anos més. para ‘echarse a andar, En ese afto, 1735, tuvieron lugar dos even- | tos nuevos y profundamente europeos. Uno fue la publlea- "ead en Peter Gay, The lightens An Inrpraatin. vl The “Suee of Prcdom: p 26: La ree os 4 Vole, Comepondonia hyp a8, “ ‘CIENCIA ¥ SeNTHMIENTO, 1750-1800 ci6n de Systema Naturas (EI sisema de Ja Naturaleza), de Carl Linneo. En esa obra el naturalista sueco propuso un sistema de clasficacion destinado a cstegorizar todas las formas vegetales del planeta, conocidas o desconocidas pa- ra los europeos. El otr9 acontecimiento fue el lanzamiento de la primera gran expedicién cientifia de Europa, un em- prendimiento conjunto que pretendia determinar de una vez y para siempre la forma exacta de la Tierra. Es mi pro- posito sostener que estos dos eventos, y su coincidencia en l tiempo, indican importantes dimensiones de cambio en la comprensién que las élites europeas tentan de si mismas y de sus relaciones con el resto del mundo. El presente capitu- lo trata del surgimiento de una nueva versién de lo que me gusta lamar la “conciencia planetaria” de Europa, una ver sign caracterizada por una orientacion hacia Ia exploracién, Interior y la construccién de significado en escala global, a ‘través de los aparatos descriptivos de la historia natural. Se- ‘Ralaré que esta nueva conciencia planetaria es un elemento bésico en la construccién del eurocentrismo moderno, ese reflejo hegeménico que perturba alos oocidentales, aun cuan- do siga operando intuitivamente Bajo liderazgo francés, la expedicion clentifia interna- cional de 1735 se dispuso resolver una candente cucstion ‘empftica: cera la Terra una esfera, como afirmaba la geogra: fia cartesiana (francesa), o era, como habia supuesto Newton (que era inglés), un esferoide achatado en los polos? En este interrogante pesaba fuertemente la rivalidad politica entre Francia e Inglaterra. Un equipo de cientificos y geserafos, En el caso de la expedicion La Condamine, la Corona espatiola dejé de lado su legendario proteccionismo. Ansio- s0 por recuperar su prestigio y por desmentir la “leyenda negra’ de la crueldad de Espatis, Felipe V aprovech6 la ‘oportunidad para actuar como un monarca continental slustrado, Se legs a un acuerdo sobre el alcance de la expe- dicion, y dos capitanes espanoles, Antonio de Ulloa y Jorge Juan, fueron enviados para garantizar que la investigaciOn Cientifiea no diera paso al espionaje, lo que se produjo in- ‘mediatamente. Casi todo lo demés también salié mal. La cexpedicion La Condamine fue tuna empresa tan dificil que hhabrian de pasar més de 60 afios antes de que alguien vol- viera a intentar algo semejante* Muy pronto las rivalida- des dentro del contingent francés se impusieron sobre los vinculos solidarios. La cooperacién internacional cedié el ‘paso a una interminable disputa con las autoridades colo- niales locales sobre lo que se podia 0 no se podia ver, medi, yujar 0 tomar como muestra. En cierto momento toda la “Alonso de Oval, An Historical Relation ofthe Kingdom f Chile (164) ‘en inkerton. op. et, sel opp. 30210. Capitan Bagh, op. it, P "Sete punt demi expsiinhe uid: Victor von Hagen, South {epuge ste Tamazone, pp. 527; Edward J. Goorin, The Beplors of __que los primeros sobrevivientes empezaran a volver penos (CIENCIA. CONCIENCIA PLANETARIA,INTERIORES 47 ‘expedicién fue retenida en Quito por ocho meses, acusada de complotar para apoderarse de los tesoros de los incas. ‘Los extranjeros, con sus raros instrumentos y su obsesion por medirlo todo —gravedad, velocidad del sonido, alturas ¥ distancias, cursos de los rios, altitudes, presion baromé- ttica, eclipses, refracciones, trayectorias de las estrellas—, eran objeto de permanente sospecha. En 1739 el cirajano | del grupo fue asesinado después de haberse visto envuelto, en una disputa entre dos familias poderasas de Cuenca, Ecuador, y La Condamine escapé por poco al mismo desti- no. Durante mas de un afo selibré en las cortes una batalla sobre sila fleur de ys francesa podia ser colocada sobre las prides de tlangulacién de la expedicién (la fleur de bs | perdid). La exploracion interior estaba resultando una pe- sadilla‘politica mayor aun que su predecesora maritima, as pesacillas logisticas de la exploracién interior tam- bién eran nuevas, y ala expedicion La Condamine no le foe shorrada ninguna. Los rigores de clima andino y os viajes Por tierra eran cause permanente de enfermedades, instra- -mentos dafiados, efemplares perdidos, cuademos de anota- ciones mojados, demoras e intolerable frustracion. Por alti- ino el grupo francés se desintegrs completamente y cada persona quedé librada a su suerte; algunos regresaron a st patria y otros quedaron abandonados en América del Sur. Aunque Ia expedicion sudamericana habfa partido un ano antes que la del Arico, transcurri6 casi una década antes de ‘mente a Europa. En cuanto a la cuestién de la forma de la Tierra, para entonces hacia ya tiempo que se habia manda- doa guardar (Newton gan6) ‘Ademas de Ia informacion sobre otros temas, lo que el grupo sudamericano llevé de vuelta a Buropa fue un con- junto de desconcertantes lecciones sobre Ia politica ¥ los (ntiherofsmos de a ciencia. El matematico Pierre Bouguer fue el primero que volvi, conqustando ast la gloria de ren- “ (CNCIA ¥ SENTIMENTO, 1750-1800 ‘dir informe ante la Academia de Ciencias de Francia. La Condamine lleg6 en 1744, via el rio Amazonas, y fue acla ‘ado por ese viaje sin precedentes. Por medio de una agre- siva campafa contra Bouguer, La Condamine se las artes para convertirse en el principal vocero de Ja expedicién en toda Buropa, Mientras tanto, Louis Godin, el ider nominal, regresaba lentamente. En 1751 llegéa Espana, donde —gra- cias a las maquinaciones de Bouguer y La Condamine— le negaron un pasaporte a Francia. EI naturalista Joseph de Jussieu continus su Investigacion en la Naeva Espatia hasta 1771, fecha en que fue enviado de vuelta a Europa desde ‘Quito, completamente loco. Eljoven técnica Godin des Odon- nas se fue a Cayena, donde esperé durante 18 aftos que sti esposa peruana fuera a reunirse con é; despus regresé a Francia, en 1773. (Mas adelante contaremos algo mas de la historia de esa mujec) De ottos no se supo nunca nada, mas, La cooperacion de Espana con Ia expedicion de La Con- ddamine fue una impresionante evideneia del poder de la ciencia para elevar a Tos europeos por encima de las més intensas rivalidades nacionales. La Condamine mismo cele- bbr6 ese impulso continental: en el prélogo a su relato del Viaje, felicto a Luis XV por haber apoyado la cooperacién Gunnar Frlason, “the Botanic! Susces of Linnaeus. The Aspect of COnpanization and Pubic" en Boker, op. p58 “ COFICIAY SENTIMENT, 17501600 Jos seres por la superficie del globo puede entrar, gracias @ laestructura, ala vez.en Ia sucesién de un lenguaje descrip- tivo y en el campo de una mathesis que seri también una ciencia general del orden” Foucault dice que la historia natural se propone “una descripeién de lo visible’, y centra| su analisis en el cardcter verbal de la empresa que, segin él, ‘iene como condicién de posbildad Ia pertenencia comin de Jas cosas y del lengua ls representacion; pero no existe co ‘mo tarea sino en ls medida en que la cosas y el lenguale se cencucntran separados. Asi pues, deberd reducir esta distancia pra levar al lengaje To mds cerea posible dela mirada, y & las cosas miradae lo més cerca de las palabras Ejercicio no s6lo de correlacién sino también de reduecién, la historia natural reduce todo l campo de lo visible @ un sistema de variables, ‘exjos valores pueden serasiznados, todos ellos, sno por una, camtdad, s por lo menos por una descipcisn perfectamente lara y siempre acabada. Ast pues, se puede establece, entre los eres naturales un sistema de identidades y el orden de las diferencias” ‘Aunque los historiadores naturales con frecuencia se conci- bieron como personas cuya labor consistia en descubrir al go que ya estaba all (por ejemplo, el plan de la naturaleza), desde un punto de vista contemporéneo se trata més bien de “un nuevo campo de visbilidad [que] se constituye en todo su espesor”** Si bien la historia natural se estableci6 incuestionable- Focal, op, p 136 Kp. 137, ® Deda, p13 (pp 182-135) 2 aden, p136(p 137) 2 Tidom, 13000. 333h ‘CIENCIA, CONCIENCIA PLANETARIA.INTERIORES 6? mente en y por medio del lenguaje, fue una tarea que se realize también en muchos aspectos de la vida social y ma- terial. Las evecientes capacidades tecnolégicas de Europa se vieron desafiadas por la demanda de mejores medios para preserva; transportar, exhibir y documentar fos especime- nes; se desarrollaron especiaizactones arvsticas en el dibu- 40 botnico y el 20016gico; los impresores se sintieron bajo tl reto de mejorar la reproducclén de las ilustraciones; cre- i la demanda para que los relojeros inventaran y conseva- tan instrumentos; nacieron empleos para cientiicos en ex: ppediciones comerciales y puestos coloniales; se generaron redes de patrocinio que financiaron viajes cientificos y la posterior produccidn escrita; por todas partes, a nivel local, nacional ¢ internacional, surgieron sociedades profesiona- les y de aficionados; las colecciones de historia natural ad- ‘uirieron valor comercial y prestigo: los jardines boténi- cos se convirtieron en especticulos publicos a gran escala, y los naturalistas sonaban con supervisarlos. (Buffon fue ‘cuidador del jardin del rey en Francia, y Linnco dedics su vida a su propio jardin.) No se podria encontrar mejor ejem- plo de cierta manera de existir del conocimiento, no como ‘acumulaciones estaticas de hechos, bits 0 bytes, sino co- mio actividades humanas, tramas de practicas verbales y no verbales. Desde luego, la empresa cientifica implicaba toda clase de aparatos linguisticos. Muchas formas de escribir, publi- ‘ar, hablar y leer levaron el conocimiento a la esfera pile blica y creaton y mantuvieron su valor: La autoridad de la ciencia se dedicé més directamente a textos descriptivos es pecializados, como los incontables tratados botdnicos orga: nizados alrededor de las diversas nomenclaturas y taxono- ‘mias. Sin embargo, el periodismo y la narrativa de viajes fueron mediadores fundamentales entre la red cientifica y lun pablico europeo mas amplio. Ellos fueron agentes cen- ‘rales en la legitimacién de la autoridad cientifica y su pro o CIENCIA ¥ SENTINIENTO, 1750-1800 xecto global, que comprendia Ins otras maneras que tenia Europa de trabar conocimiento del mundo y de estar en él: En la segunda mitad del siglo, los vinjeros cientificas elabo- rarfan paradigmas discursivos que se distinguirfan fuerte: ‘mente de los que La Condamine hered6 en la primera mitad dei siglo. Lo que quiero decires que la sistematizacién dela natu raleza es un proyecto europeo nuevo, tuna nueva forma de To que podriamos lamar conciencia planetaria entre los eu ropeos. Durante tres siglos los aparatos europeos para la construccién del conocimiento habian estado interpretando el planeta sobre todo en términos de navegacion, Bsos tér ‘minos dieron origen a dos proyectos totalizadores o plane- tarios. Uno fue la circunnavegacién, una doble hazafa que consiste en navegar alrededor del mundo y escribir un rela- to de ello (el término “circunnavegacion” se reiere tanto al viaje cuanto al libro). Los europeos han estado repitiendo cesta doble hazafa casi continuamente desde que Magalla- nes a Ilev6 a cabo por primera vez en la década de 1520, El ‘segundo proyecto planetario, que dependis tambien del pa- pel y la tinta, fue el relevo cartogrifico de las costas del ‘mundo, tarea colectiva que en el siglo xv era considerada viable, si bien estaba asin en marcha. En 1704 era posible ‘hablar, para citar las palabras de un editor de libros de via Jes, del “Imperio de Europa’, que se extendia “hasta los It- ites més remotos de la Tierra, donde varias de las nacio- nes europeas tienen territorios conquistados y colonias”.”| La circunnavepacion y Ja cartograffa, entonces, habfan da- do origen ya a lo que podriamas llamar un sujeto europea slobal o planetario. Su perfil esta expresado con facilidad y sencillez por Daniel Defoe en el pasaje que figura como epi- srafe de este capitulo, Como se desprende claramente de las palabras de Defoe, este sujetohisidrico mundial es europeo, 2 iad en Marchal y Willams, opt 8 CIENCIA, CONCIENCIA PLANETARIA,INTERIORES 69 ‘iasculino* laico e instruldo; su conciencia planetaria es el sesultado de su contacto con la cultura de la imprenta y es infinitamente més complear,* 0 sea, completa’, que las ex __pétiencias vividas por los matineros. 1 La sistematizaci6n de la naturaleza en la segunda mitad, © del siglo xvut habria de afirmar atin més vigorosamente la autoridad de la imprenta y, por lo tanto, dela clase que la ‘ontrolaba, Esa sistematizacion parece cristalizar los ima- ginarios globales, que para entonces ya eran diferentes de los antiguos imaginarios de la navegacién. La historia natu- ralmo releva el delgado trazo de una ruta, ni las ineas don. dela tierra y el agua se juntan, sino Jos “contenidos” inte- Yiores de aquellas masas de tierra y agua cuya extensién | constituye la supertcie del planeta. Estos vastos contenidos ino habrian de-ser conocidos a través de Ins delgadas Iineas ‘trazadas sobre'la pagina en blanco, sino a través de las re: ‘presentaciones verbales resumidas en las nomenclaturas, 0 __ através de grillas rotuladas, dentro de las cuales se coloca- ran las entidades, La finitafotalidad de estas representacio- ‘es o categorias constitufa un “relevo cartogréfico” no sélo elas costas o los ros, sino de cada pulgada visible, cuadra- | day hasta cibica, de la superficie de la Tea, “La historia, ‘natural’, escribié en 1749 Buffon, tomas en toda sx extensin, es uma inmensa Historia, que barca todos los objetos que el Universo presenta ante noso- tos, Esta prodigiosa multitad de cusdrapedos,plaros, peces, {insects plantas, minerals, etc, ofece ala curiosidad del es plrity humano un vasto espectanlo; sn conjunto tan grande » Desde go, xo no egal decir no Rais murs ata: tur Ie bi, por cet, poo nu partisan en os sepectos proesons Ise limada ya pencpe no guraron entre os dispuls ue fron | fivinou sl etertrencumplimleno dela isin, Vane lor captor | song otra desgunascecrtras de bros de vj ea feel con nis cena "Tel inal dees casts esrb “comple 7” (CIENCIA ¥ SENTIMTENTO, 1750-1800 ‘que parece, y eh realidad lo es, inagotable en todos sus de- tales?” En comparacion con este abrazo totalizador, qué timida pa- rece la antigua costumbre de los navegantes de lenar los espacios en blanco de los mapas con dibujos de fconos re- ppresentativos de las curiosidades y los peligros regionales: amazonas en elrfo Amazonas, cantbales en el Caribe, came- los en el Sabara, elefantes en la India, eteétera Tal como el surgimiento de la explotacion interior, elre- levo cartogrifico sistemstico de la superficie del globo se correlaciona con una amplia busqueda de mercados, recur 808 comercialmente explotables y tieras para colonizar, asi ‘como el relevo cartogréfico de las vias navegables se vincula con la busqueda de rutas comerciales. Sin embargo, a dife rencia de la confeccién de cartografia maritima, la historia natural coneebia el mundo eomo tmn caos, del que el cienti- fico sacaba un orden. No se trata simplemente de describir cl planeta tal como era, Para Adanson (1763), el mundo na- tural sin el ofo ordenador del cientifico es tuna mezeln confusa de seres que el azar parece haber acer ada: aqut el oro se ezela con otto metal, con una piedra con la tier: all la vioetacrece al ada del ble. Entre extae plantas vagan igualmente los euadripedcs, os reptiles y los Insetos: los peces se confunden, por asf decrle, con al ele ‘mento acuoso en el que nadan y con las plantas que erecen fen las profundidades de las aguas. Esta mezcla os tan go eral y tan mi vuraleza.” iple que parece ser una de las leyes de la na Semejante punto de vista puede parecer raro a las imagina clones de fines del siglo xx, preparadas para ver la natu CIENCIA, CONCIENCIA PLANETARIA,INTERIORES 71 saleza como un conjunto de ccosistemas autoequilibrados _ que la intervenci6n humana arroja al caos. La historia nat + ral reclamé la intervencion humana (principalmente la in- felectual) que compusiera un orden. Los sistemas clasi ‘catorios del siglo xvm generaron la tarea de ubiear a cada especie en el planeta, sacéndola de su entorno particular y aibitrari (el caos) y Colocéndola en un sitio adecuado den- {del sistema (el orden: libro, colecelsn o jardin) con su huevo nombre europeo, secular y escrito. Linneo mismo co- sech6 el mérito de haber agregado 8000 nuevos ‘tems al ‘orpus en el transcurso de su vida “Los andlisis de la historia natural, como el de Foucault, ro siempre subrayan las dimensiones transformadoras y Aapropiadoras de su concepcién. Una por una, todas las for- ‘mas de vida del planeta habrian de ser retiradas de los en- | marafiados hilos de su entorno vital y habrian de ser entre- tejidas en las tramas europeas de unidad global y orden. EL {6j0 (letrado, masculino, europea) que sostenta el sistema ppodia hacer familiares (*naturalizar") nuevos sitios/vstas | inmediatamente en el primer contacto, al incorporarlos al Jenguaje del sistema, Las diferencias de ubicacion geogréfica, ‘de distancia, perdian importancia: con respecto a las mimo: ‘sas, Grecia podsa ser igual a Venezuela, Africa Occidental 0 Jaipén; y el rotulo “pleos graniticos” puede aplicarse igual mente a Buropa del Este, los Andes 0 el Oeste norteameri- ‘ano, Barbara Stafford mencion algo que probablemente fae-uno de fos ejemplos més extremos de esta resemantiza | cién global: un tratado, escrito por el alemén Samuel Witte eft 1789, donde se afirmaba que todas las piraiides del rmiundo, desce Bgipto a las Américas, son realmente “erup clones basilticas’.” El ejemplo es elocuente, porque indica lneapacidad del sistema para subsumir cultura e historia entro de la naturaleza. La historia natural no s6lo despo} > Bubara Salo, Veg into Substance, p10 2 CIENCIA ¥ SENTIMIENTO, 1750-1800 ba a os ejemplares de las relaciones orginicas 0 ecolégicas ‘que mantenfan entre sf, sino también de su sitio en las eco- nomias, historias y sistemas sociales y simbélicos de otros pueblos. Para. La Condamine, en la década de 1740, antes de que el proyecto clasifcatorio se hubiese impuesto, el co- nnocimiento de los naturalistas existia paralelamente con ‘otros conocimientos locales ain mas valiosos, Haciendo notar proféticamente que “la diversidad de plantas y érbo- Jes” en la region del Amazonas “daria trabajo intenso por ‘muchos afios al mds laborioso de los botinicos, y también a ‘mas de un dibujante’, agrega un pensamiento que hacia el fin del siglo, en contextos cientficas, se habria vuelto casi impensable: Me tefieroagutsélo al trabajo que requerira hacer tna des ripen exacta do estat plantas yreducilas a cases, y lai cat cada una segin géneroy espace, c¥ qué paserta si const devdramos al memo tempo wn examen de las virtues que les taribuyen los natives dela reién? Un examen que es dude. bleraent, a nuestros ooe, la ms atactiva entre fas ramas de este estudio Dondequiera que fuese aplicada, la historia natural como ‘manera de pensar interrumpi6 las redes existentes de rela ciones historicas y materiales entre las personas, las plan- {as y los animales. EI observador europea mismo no tiene tun Tugar en la descripeién. Con frecuencia el proyecto de Linneo ha sido representado gréficamente como Adén en los jardines del Edén. Para Linneo, dice Daniel Boorstin, "la naturaleza era una inmensa coleceién de abjetos naturales entre Jos cuales l transitaba como superintendente, pegan- do etiquetas, Tuvo un precursor en esta fervorosa tatea ‘Adan en el Paraiso".® Al invocar la imagen de la inocencia, Sa Condamning, p37 a ass son mes Cindy op p25 (CIENCEA; CONCIENCIA PLANETARIA,INTERIORES 73 | primigenis, Boorstin, como muchos otros comentarisas, ‘no Ia cuestiona,™ Pero si la cuestionamos podemos ver por ‘qué desde el comienzo mismo los seres humanos, especial- ‘mente los europeos, plantearon un problema a los sistema- tizadores: 2poda Adén nombrarsey clasifcarse asf mismo? © Siast era, entonces estaba el naturalista suplantando a ‘Dios? Muy al comienzo del juego, Linneo parece haber con- ‘estado que i: segtin se supone, cierta ver dijo que Dios “ha: bia tenido que aguantar que él espiara Su gabinete secre ‘tof Para gran incomodidad de muchos, Inlayendo al papa, | inneofinalmiente inclayé a las personas en su claificacién ie los animales (el rotulo de homo sapiens le pertenece). No sbstante, sus descripciones del ser humano son bastante di | ferentes de las de otras criaturas. Inicialmente Linneo pos: | des, cuyas principales caracter tul6 entre los cuadrsipedos una sola categorta homo (descri- tas6lo con la frase "Condcete a ti mismo") y traz6 una tinica distineién entre homo sapiens y homo monstrosus. Hacia 1958, el homo sapiens habia sido dividido en seis varieda- snuacion: 90 Hombre Saline. Cusdrapedo, mudo, pludo. yl b, Americana, De color cabrizo, colic, ereto. Cabello ‘negro, lacio, espeso; fosss nasals ances, roeto Aspero: bar ‘ba escasa; obstinado, content libre: Se pinta con nas lineas rojas, Lo regan las costurmbres {. Buropeo, De tez blanca sangineo, fori; eabello fo bio, castafo, sedoso: oo azules: amable, agudo, con inven 13 atta Stated cn wma dsconcertnte formula, converte ba ‘mocenin enum hecho des naturales, argunettando que "Le poplar Ail relat de ses de no fein ae el sil st] depends e parte | Ssen gente de los exploradores yo plo de soiver aoa apr ol cs mitlcs dla ers come pada abe ido 9 come se dpe francs de i la concienci humana apareire en el” pets >. 44D) * CIENCIA Y SENTIMIENTO, 17501800, tiva.Cublerto con vestimentas cenidas al everpo, Lo rigen las eyes. 4. Asitico, Oscuro, melanctlica, rigido. Cabello negro; ojos oscuros:svero, arrogant, codicioso, Cblert con vest: dura sults. Lo igen las opiniones, « Afrcano. Negro, flematico, relajado. Cabello negro, = ado; piel sos; narizchata, labios timidos;taimado, indo- lente, nepigente Se una con grasa, Lo rgen los eaprichos.* Una lima categoria del “monstruo” Inclufa a enanos y gi gates (los gigantes de la Patagonia eran todavia una rea- lidad firme), como también a "monstruos” hechos por el hombre —por ejemplo, los eunucos—. Como se advertira, la categorizacién de los seres humanos es explicitamente comparativa, Dificilmente se podria pedir un intento més patente de “nataralizar” el mito de la superioridad europea. Con excepcién de los monstruos y los salvaje, la clasifica- ‘tir conocimiento las comunidades locales y campesinas “ dentzo de Europa, tal como lo hizo con las maneras locales indigenas en el exterior: Sten Lindroth vincula el método “documenta y totalizador de Linneo con formas de burocra- iaiestatal que estaban particularmente desarroliadas en Suecia, sobre todo los archivos que documentaban y casi ban cuidadosamente a los ciudadanos. Hacia mediados ‘el siglo xvu, dice Lindroth, “ninguna otra nacién de Euro> © pertenfa un conocimienta més exhaustivo de su poblacién. _ que Suecia; el millon y medio de ciudadanos suecos estaban “cottectamente registrados en las estadisticas segin naci- mento, matrimonio, enfermedad, muerte, ete”." Por cierto, “Jos étulos de genero y especie de Linneo se parecen mucho ‘alnombre y apellido de los ciudadanos: Linneo se refirié a aenombres genéricas como “Ia moneda de buena ley en = nuestra repablica boténica’.* Aunque la sistematizacion de "Innaturaleza precedi a Ja Revolucion Industrial, Lindroth “observa “notables similitudes entre Ia manera de escribir “ {de Linnea) y los principios que surgieron en la manufac shirt." La estandarivacion y la fabricacién en serie, por “ejemplo, ya se habian impuesto en la produccién, sobre to- “oven la construccién de partes intercambiables para las ar ‘mas'de fuego. También surgen otras analogias dentro det > campo de la organizacién militar, que precisamente en ese ‘perioda empez6 a estandarizar uniformes, ejecicios, disci- ‘pina, etestera, “920 Tales analogtas se torman aun mas sugestivas cuando se -recuerda que Ja burocracia y la militarizacion son los ins- seca ol p14 (p12) “Linde op. 1 * (GENGIA ¥ SENTIMIENTO, 1750-1800 {umentos centrales del imperio, en tanto que el control so bre las armas de fuego resulta el factor mas decisivo en el sometimiento de otros pueblos por parte de Europa hasta el dia de hoy. (Mientras escribo este capitulo, y quiz4 mien: tras el lector lo lee, en Soweto y en la franja occidental del Jordén pueblos sometidos, sin armas, tian piedras contra vehfculos blindados.) La erudicién académica sobre Ia Hus: ‘racién, decididamente eurocentrada, suele negar las agte sivas incursiones coloniales ¢ imperiales de Europa como modelos, inspiracion y terrenos de prueba para formas de disciplina soctal que, levadas nuevamente a Europa en el siglo x0, fueron adaptadas para construir el orden burgués La sistematizacton de la naturaleza coincide con el punta culminante del trfico de esclavos, el sistema de plantacio- nies el genocidio colonial en Norteamética y Africa del Sur, asi como las rebeliones de esclavos en los Andes, el Caribe, Norteamérica y otros sitios. Es posible invertir la direceién dela mirada de Linneo, o del viajero de sillon de Defoe, para, contemplar Europa desde la frontera colonial. Entonces empezamos a ver otras genealogias para los procesos de es- tandarizacion, burocracia y normalizacién de la Hustraci6n, Porque cqué fueron el trlico de esclaves y el sistema de Plantacfones sino experiments masivos de ingenieria so- cial y disciplina, produccién en serie, sistomatizacion de la vida humana, estandarizacion de las personas? Experimen- {os cuyos dividendos superaron los mas audaces suefios eu ropeos. (La riqueza que foments la Revolucisn francesa se cereé en Santo Domingo, que en la década de 1760 era el lu gar mas productivo que se habia conocido nunca en la Tie- ra) La agricultura de plantacién surge claramente como tun elemento crucial para Ja Revolucién Industrial y la me: canizacion de la produccién, Del mismo modo, aun a co- imienzos del siglo xwt no habia burocracias como las buto- cracias colonisles, para las que Espatia habia sentado sn estudiado ejemplo, CIENCIA, CONCIENCIA PLANETARIA INTERIORES 8 | 2 ins historiadores econémicos a veces llaman al lapso “je va de 1500 a 1800 el periodo de la “acumulacion primi- “iva"sen el que, por medio de laesclavitud y de monopolios | protegidos por el Estado, las burguestas europeas pudieron P scumular el capital que sirvié para que despegara la Revo- Jcion Industrial. Uno se pregunta qué tenfa de primitiva ‘esta acumulacién (as! como nos preguntamos qué tiene de ‘avanzado cl capitalismo avanzado), pero era acurnulacién. [En la esfera de la cultura, las numerosas formas de recolec~ eldn que se practicaron durante este periodo se desarrolla ron.en parte como la imagen de esa acumulacién y como su _legitimacion. La sistematizacion de la naturaleza lleva esta | imagen de acumulacién a un extremo totalizado, y al mis- ‘mo tiempo modela el cardcter extractvo, transformador del “apitalismo industrial, y los mecanismos ordenacores que ‘empezaron a dar forma a la sociedad de masas urbana en ‘Europa bajo la hegemonta burguesa. Como construccién | sdeologica, la sistematizacion de la naturaleza representa al planeta apropiado y reorganizado desde una perspectiva ‘europea y unificada, ©) En Europa, como también en las fronteras de expan- | sion fuera de ella, esta produccién de conocimiento no ex- ‘presa conexiones con cambiantes relaciones de trabajo 0 "propiedad, o con aspiraciones de teritorialidad. Bs, sin em- argo, una configuracién comentada indirectamente en la {eorizacién contermporénea acerca de la estructura del Es- F tado moderno. El Estado, sostiene Nicos Poulantzas, siema= pre se describe a si mismo, “en una imagen topoldgica de | eierioridad’, como separado de la economfa: "Como obje- | 16 epistemologico, el Estado se representa a si mismo como “poscedor de fronteras inmutables, fijadas por medio de su | exclusion del dominio atemporal de la economia Cuando 2 ‘CIENCIA Y SENTIMIENTO, 1750-1800 ror, hacia el “descubrimiento” de las tierras-interiores, es- tas concepeionés entran en juego dentro de Buropa y en las fronteras de su expansién. En los capitulos que siguen se seftalars més cabalmente cémo se las reorganiza y cuestio- IL NARRAR LA ANTICONQUISTA na en la literatura de viajes y exploracién. A veces los funconaos dela Compatia per 1mlsan que el principal depésito de eslavos fen Ciudad del Cabo se usara como una espe cede burl Pur Corrset al, African History (1978) sum alivio volver Ia espalda a estas escenas de enfrentamiento y desorden ¥ observar los cafuerzos qe varios colonos hicieron en esta ‘poca (1793} para mejorar alos animales do- ésticos del pass. Goonoe M. Tusat, A History of Southern ‘Africa (1907)! i'n. eantruto anterior se presenté Ia sistematizacién de la ‘paturaleza efectuada en el siglo xvat como un proyecto eu- “peo de construceién del conocimiento que creé una nuc- “yaiclase de conciencia planetaria eurocentrada. Cubriendo “n‘superfcie del globo, especifcaba plantas y animales en "términos visuales como entidades diseretas, subsumiéndo- © can respuco los mers sobre a historia radarcan, ext en an con le sigue fst Carve, The Wet end the sof Us Wite Predator Bleck Soers andthe Aces Ee Pip Carin, Steven UFerenan, Leonard Thompeon y Jon Vanna, Aftcan Alsons pec ‘nt lor apo 9y 10-D.K.Feldbouse, The Cabral Empires & Com Soatve Survey Trn he Eihienth Cnty ernon © Forte, Pony T lire of South Af Geeaphical Commentary wo Routes, Recon ‘servations ond Opinions of Daversa the Cae 1750-1800 Mary Gun SYLE Cod, Botnial Esvaton of Southom Aen, George M. Tea, (Tio and Etbogreniy of Aen South of the Bamber wl ny Cat S19) ena come History of South Aes bore 1755.

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