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He ( = )h / j
La consonante soberana, pujante.
Dios es el sujeto de cada verbo inicial: el salmista se dirige a Dios pidindole que l haga
y cause varias acciones. De esta manera toda la estrofa resalta la soberana de un Dios
omnipotente. En los primeros seis vv. el salmista pide que Dios haga/cause cambios en su
propia vida. La soberana de Dios abarca nuestra mente (33-34), nuestra accin (35),
nuestros deseos, y an nuestra voluntad (corazn, 36). As el salmo anuncia algo paradjico;
nuestras mentes limitadas no pueden comprender el misterio de un Dios con poder infinito y
seres humanos responsables, con voluntad propia. Es ms, abarca no slo a su propio
pueblo, sino que su accin e influencia incluye a sus enemigos y opresores. Definitivamente
Dios es soberano.
11 Estrofa Salmo 119,71-88 Kaf ( )K
Consonante conformista y generosa.
Como cuero al humo es una expresin que significa que ha envejecido muy rpido por causa de
tanto sufrimiento. Pero a pesar de ese dolor siempre est latiendo para el salmista la esperanza,
casualmente reflejado en los mismos versos (v.81.82.87).
12 Estrofa Salmo 119,89-96 Lamed ()
Consonante rumbo a la eternidad.
Se puede usar como preposicin y se traduce como: a, hacia, hasta; para, pertenece a, de, etc.
Aplicado en nuestra estrofa todos los versos empiezan con preposicin, as:
Esta estrofa contempla el tiempo y la eternidad desde la perspectiva del oprimido. El opresor no se
fija mucho en el tiempo; la persona oprimida, que vive sola por la esperanza, s; particularmente, en
los momentos de suma desesperacin. Casi hace resonancia de la estrofa anterior pero, el giro lo
marca cuando descubre que es lo que verdaderamente subsiste (qu verdaderamente es para
siempre -que permanece-), se mantiene de pie en la imagen utilizada (v.90). Por eso el uso
temporal utilizado desde el comienzo ha sido la eternidad, cualidad verdaderamente divina. La
Palabra de Dios aparece plantada en el cielo (v.89) donde cobra su firmeza y seguridad. La
creacin obedece sus rdenes desde siempre. Para el salmista todo lo acabado y perfecto de este
mundo a la hora de la verdad tiene su lmite, le mandato de Dios no acaba nunca -es para siempre-.
Todo en este mundo acabar, slo tu Palabra no tiene fin.