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Unidad 1
Lectura 1
Creación del Estados como únicos Nuevos procedimientos de Reglas gestadas en los
derecho sujetos de creación y elaboración de normas marcos relacional e
aplicación de normas (actos de sus órganos) institucional
Voluntaristas
Normativistas
Teorías No Formalistas
Neo-iusnaturalismo (Verdross)
Teorías formalistas:
En estas teorías, los autores asignan una mayor importancia a la forma
antes que al contenido. Dentro de ellas podemos distinguir dos grupos:
a. Voluntaristas:
Las normas jurídicas son producto de la voluntad humana, y por lo tanto,
las del Derecho Internacional derivan de la voluntad de los Estados, que es
por definición autónoma y superior. Los partidarios de estas teorías parten
de una concepción absoluta de su soberanía exterior, incompatible con
obligaciones impuestas por alguna voluntad o instancia superior.
a.1. La autolimitación de la voluntad estatal (Jellinek).
Inspirado en Hegel, Jellinek sostiene que siendo el Estado soberano, no
puede ser obligado por un poder extraño a sí mismo. Por ello, el Derecho
Internacional es sólo el resultado de la autolimitación de los Estados, que
por su propia voluntad se imponen obligaciones.
La principal crítica que se le hace a esta teoría reside en el hecho de que si el
fundamento del Derecho Internacional es la voluntad del Estado, de la
misma forma en que éste entró en una obligación internacional, podría salir
de ella por su voluntad. En palabras de Triepel: “…que una limitación
jurídica pueda ser impuesta a un sujeto en relación con otro sujeto
solamente por su propio mandato interno, lo tengo por una quimera”
(Citado por Barboza, 1999, p. 43).
a.2. La voluntad común (Triepel).
Para este autor, el fundamento del Derecho Internacional es la voluntad
estatal, pero no la individual de un Estado, sino la común, que se define
como la manera por la cual varios sujetos se unen para obtener un resultado
b. Normativistas:
Los autores que se enrolan en estas teorías emplean un razonamiento de la
lógica jurídica, a partir del cual la validez de toda norma debe fundarse en
una norma superior, hasta llegar a una norma fundamental que sirva de
base a todo el ordenamiento.
b.1. La norma pacta sunt servanda como norma jurídica fundamental
(Anzilotti).
Anzilotti basa la fuerza obligatoria del Derecho Internacional en el principio
pacta sunt servanda, y por lo tanto, en el acuerdo entre Estados, que es
expreso en el caso de los tratados, y tácito en el de la costumbre.
Dicho principio no puede ser demostrado desde un punto de vista
normativo, sino que, en palabras de Barboza (1999), “debe ser asumido
como una hipótesis primaria e indemostrable.” Precisamente, lo que
diferenciaría al Derecho Internacional del interno es que este principio no
reposa como en el derecho interno en una norma superior, sino que es él
mismo una norma suprema.
Con relación a las críticas, de acuerdo con Barboza (1999), Anzilotti es un
voluntarista apenas disimulado, en cuanto que su norma fundamental no
hace sino expresar normativamente el mismo hecho básico de los
voluntaristas, “esto es, la voluntad del Estado como fundamento del
derecho de gentes” (Citado por Barboza, 1999, p. 47). La única diferencia
con aquéllos reside en el carácter normativo de su argumentación
(necesidad de una norma que de validez a la voluntad común) y en el hecho
de que esta norma es por su parte una hipótesis que no es susceptible de
demostración.
b.2. La norma hipotética fundamental (Kelsen).
Para Kelsen, la norma pacta sunt servanda –que es de naturaleza
consuetudinaria- sólo sirve para dar fundamento a los tratados pero no a la
costumbre, en cuanto que ésta no es meramente un “acuerdo tácito”. En
otras palabras, si es la costumbre (una norma consuetudinaria) la que
fundamenta validez a los tratados, hay que encontrar cuál es la norma
básica que da fundamento a la costumbre.
Teorías no formalistas:
En estas teorías, los autores buscan un fundamento no formal del derecho,
el cual tratan de encontrar en ciertos contenidos del mismo, como
explicación de la obligatoriedad de sus normas.
1.2.4. Funciones
El Derecho Internacional, en virtud de su carácter descentralizado, carece
de órganos centrales de creación, interpretación, aplicación y ejecución de
sus normas. De allí que el ejercicio de las funciones legislativas, ejecutivas,
administrativas y judiciales revistan características muy diferentes a las del
derecho interno, que se reseñan a continuación.
Funciones legislativas:
Las normas jurídicas internacionales cuentan con fuentes o modos de
creación propios y específicos, que son principalmente los tratados y la
costumbre.
Respecto a los tratados, es menester señalar que a partir del proceso de
institucionalización de la comunidad internacional en el siglo XX, y por
obra sobre todo del impulso codificador de la ONU, se genera una tendencia
hacia la creación de normas generales a través de tratados multilaterales,
algunos de los cuales (llamados tratados normativos o tratados-leyes)
comprenden a la mayor parte de los Estados existentes. Tal es el caso por
ejemplo de la Convención de Viena sobre el Derecho Diplomático (1969) y
la Convención sobre el Derecho del Mar (1982).
La costumbre por su parte, crea normas generales a través de una práctica
uniforme observada durante cierto tiempo y consagrada por la opinio juris
o aceptación generalizada de la comunidad internacional. En este sentido,
es importante destacar que las normas consagradas por tratados
internacionales o textos emanados de la Asamblea General u otros órganos
Bibliografía Lectura 1
BARBOZA, J. (1997). Derecho Internacional Público (1a Ed.).
Buenos Aires: Zavalía. Capítulo 1 a 3.
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