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ee 1 if iho. fers Ex merends fundamental del clinico en los | dibujos de la casa, del éxbol y de la persona Gel test HTP) consiste en la postbilidad de observar la imagen interna que el examinado tiene de si mismo y de su ambiente; qué co- sas considera importantes, cudles destaca y | cules desecha, | En los capftulos previos hemos visto cémo | tos dibujos expresan los imperativos psicodi- es eens al concepto que el | individuo tiene de si mismo y a su i ' del ambiente, — La casa, el Srbol y Ia persona son conceptos de gran potencia simbélica que se saturan de las experiencias emocionales ideacionsles | ligndas' al desarrollo de la. personalidad, las | que luego se proyectan cuando esos concep: tos son dibujados. { ADMINISTRACION EL HTP, capta al penetrar en el rea de la | creatividad’ atistca, la corriente de la perso- | nalidad, En interés de la estandarizacién, han | debido imponerse algunas restricciones'a la | expresién completamente libre. Por ejemplo, se piden los mismos temas ‘gificos, en el mismo tamasio de papel y con materiales similares, a todos los examinados. Se utiliza un Iépiz mimero dos con goma de | borrar y un formulario** de cuatro hojas de- * Este capitulo se contra en la considersciGu de J interpretacién cualitativa del HTP. El sistema de ‘puntajes cuatauves de Buck. poled aller tn fe prerntaién dstlloda que dicks sues hace 3 Toes Kelas poe w. tern Pyehologal Services 10585, Sent’ Mena Boulevard, West Los Angeles, California. ‘Froyecn loo Cnreicas _ Hanmer. ie. Captruco 8 ] INTERPRETACION DEL CONTENIDO DE LA TECNICA PROYECTIVA GRAFICA CASA-ARBOL-PERSONA * por Emancm: F. Hanan papel blanco de un tamafio de 18 centimetos por 21? y sblo se oftece una hoja por vez. Pa- cy a ge aes ees a eje més larg lelo al examine y pare ii ddl ahely Bromine ond eed Bee perpendicular a al, y entonces se le pide que ibe fo mejor que pueda ha es y hoo un dibol y una persona) aclarando que pu dlibujrla‘como deice, que puede bora y to mare el tiempo que noceske Si poten diciendo que no un ait neralmente aseguro que el HTP no Sun west de habilidad artista y que, por el contri 1o que interesa es cma €l hace las cosas. Si pidiera permiso o intentara utilizar cualquier ayuda mecénica se le advertira que el dibujo debe ser manual. El orden de presentacién de los estimulos ‘es siempre el mismo: primero la casa, luego el drbol y por diltimo la persona, Esto permite tna intodacci gradual a trea ribo, pues ast paso a paso se al exami. nado a entidades ‘gus peipaldgicamente per sentan mayores diBcultotes pars gu ejeouctéa, Es decir que en forma gradual se va desde las reprsntciones mis neutrals lst ls ms cefeanas a la propia persona. Es por esto oe dja emt ch al eae geslcn que despierta las asociaciones més conscientes. LA ELECCION DE LA CASA, DEL ARBOL Y DE LA PERSONA COMO. CONCEPTOS GRAFICOS Buck? en relacién con su eleccién de los items (casa, arbol y persona), afirma que: 2) son items familiares a todos, hasta para el niio més pequefio; b) se observ6 que, como conceptos que debian ser dibujados por indi- ns \ t i I { 6 EMANUEL F. HAMMER viduos de todas las edades, tenfam tnejor acep- tacién que otros, y c) estimulaban una ver- balizacién mis libre y espontinea que otros items, Podemos agregar que son concepts sim- bélicamente muy fértiles en términos de sig- nificacién inconsciente Clo que. comentaremos en cada una de las secciones de este capitulo dane se tate del cam, del fol y I gona por separado). Pefin relocin con a clecién de Buck de los items gréficos, podemos citar un estudio que Griffins realizé en Inglaterra con dibujos li- bres de nifios pequeiios. En este estudio se afirma que tanto las casas, como los arboles y Jas personas constituyen las conceptos que ma- yor significacién personal poseen. “ED objeto Carico), favorito (do, los, mii pone) es... Ia figura humana” (pagina 199). “(Des- pués de) la figura humana... el siguiente ‘objeto favorito de los nitios es el dibujo de Ta casa” (pagina 219). “Luego el nino co- mienza a dibujar Arboles y también flores... (y) por primera vez parece darse cuenta del valor real de la‘aplicacién del color” (pagina 222). Otra confirmacién paralela es la que ‘oftecen los hallazgos de Eng: ¢ “E tema pr- mero y favorito que el nisi dibuja son seres hhumanos, pero después, segin mis observa: ciones, el que le sigue es la casa, ‘Con independeneia de Buck, Emil Jucker® descubrié en Europa que el dibujo libre del arbol ofrecia grandes posibilidades proycctivas. Por lo tanto, Jo transformé en un instrumento proyectivo, y no por casualidad, “sino después de maduras consideraciones y pacientes estu- dios sobre Ja historia de las culturas y, en expsil de las mits Cpgina 5D, Su lure sles Koch? le dio un mayor desarrollo como instrumento proyective, con_ el fin de obtener por su intermedio “una idea de la personalidad total desde las eapas més profun- das del set” (pigina 5).* ‘Al estudiar ef juego de construccién de ca- sas que los nifos vealizn con Bloques, A. A. de Pichon Rivitre™ descubrié que la casa podia simbolizar a} el cuerpo del nifio; b) el interior de la madre, c) el hogar parental. Los datos empiricos que se han podido obtener con el HTP confirman el primero y el diltimo de estos significados simbélicos con mucha més frecuencia que el segundo, aunque los psicé- ticos deteriorados suelen dibujar casas muy semejantes a un titero. Con respecto al primero de los significados simbélicos (Ia casa como representacién de la imagen corporal), se ha observado que las per- * Desebe sus descubvimientos en un bro le mado El test del drbol ®, sonas con problemas en el drea Filica, frecuen- temente proyectan sus problemas én la chi- menea de la casa, asf como las que poseen una estructura de carécter de tipo oral suelen des tacar el contomno de las ventanas, Exist otros ejemplos. En cuanto al significado simbélico mencio- nado en iiltimo témino Cla éésifiedtto,repre- sentalén del hogar pocenal, ecnedaes el oe vin scene 385 sentia. muy ‘oprimida por las constantes peleas que se pro- dluclan en su hogar. En el dibujo de Ia casa realiz6 una chimenea con un denso humo que soplaba de abajo hacia arriba. De este modo representaba su_vi de Ja casa como her- videro de turbulencias, intranquilidad y emo- ciones dispersas. Otro ejemplo en que la casa representaba la percepcién de Ia situacién fa- miliar es el que hemos reproducido antes (pigina 40). Como se recordaré la casa pare- cia una prisién, lo cual coincidia con la visién que el examinado tenia de si mismo, en el sentido de sentirse prisionero en la situacién familiar, pues debfa posponer su matrimonio para poder mantener a sus padres ancianos € inwvalidos, En los casos en que la construccién de le casa simbolizaba el cuerpo del nifio, A. A. de Pichon Rividre descubrié que las 'anomalias cn la construceién se relacionaban simbélica- ‘mente con las alteraciones de Ia imagen cor- poral que provenfan de la forma particular que las perturbaciones emocionales asumfan en el nifio, Esto confirma los hallazgos de Buck? con respecto al dibujo de casas. Rosen ™ sefala que 1a casa, simbélicamente tan relacionada con Ja figura humana, juega tun importante papel no s6lo en los dibujos infantiles, sino también en el arte primitivo. Esto se puede observar en. los dibujos del hombre de las cavernas, y también, en los pri ‘meros desarrollos culturales del hombre. Esta {ntima relacién entre la casa y el objeto més importante del arte representativo, el cuerpo hhumano, aparece en el temprano Renacimien- to dal sigh am, en el sigio xv es ya més taro, y en el siglo xv, cuando el arte pierde su cardcter infantil, desaparece por completo.* El concepto geéfico persona es sin duda el que est4 més empapado de las experiencias emocionales ligadas al desarrollo del individuo. ‘Tanto Machover ** como Buck® y Levy," y quizis en sus implicaciones teéricas més peofundas Paul Schilder con su conteibucién al estudio de la imagen corporal ** observaron To mismo, simultinea e independientemente. De todo lo dicho se desprende que existen sorprendentes.confirmaciones independientes ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFIOOS acerea del significado altamente personal de Jos tres conceptos (casa, drbol, persona) que Buck eligié como hesramienta para eapiar las dieas més profundas de la personalidad. Grif- fiths® en Inglatera, A. A. dé Pichon Rivié- re en Sudamérica, y Buck? en los Estados Unidos, simulténeamente sefalaron el intento potencial simbélico que pee Ta casa, cuyas tafces se encuentran ‘en fas experiencias bisi- cas de la infancia y de la madurez, Lo mismo ha sucedido con respecto al dibujo del arbol ‘cuya utilidad clinica fue observada no sélo por Buck, sino también por Jucker® en Europa 1,por Koch! on Suir. Y pox sino, el dk jo de una persona, cuyo 1 descu- bierto independientemente por Machover, ® Levy, Schilder," y por Lauretta Bender que continu con los estudios de este vio. LOS ASPECTOS PROYECTIVOS DE LOS DIBUJOS DE LA CASA-ARBOL- PERSONA Tradicionalmente para que una técnica cli- nica pueda ser consi un instrumento proyectivo, debe enfrentar al examinado con un estimulo o serie de estimulos lo suficiente- mente inestructurados 0 ambiguos como para que el significado de stas surja, en parte, del iitesior el examinedo, Requerie de un individuo que dibuje wna casa, un fzbol y una pertona, constituye una estructuracién més ambigua de lo que podria Pensarse en un principio. Aunque al exami- Td oe fe dice que debe dibylr tru ca, un bal o una exon, no sl alra gud tipo de casa, drl -rsona tar, Es deci que como d examinador ro din: gin indicio, la respuesta surge del interior del examinado, sea en lo referente al tamafio, tipo, emplazamiento o presentacién del &abol, al sex, expresién facial, postura corporal, edad, raza, tamafio, vestimenta, presentacién (de costa, de tee cuartn de perl, de fre te) o accién de la persons. Besta recordar ls variada cantidad de dibujos que hemos repro- ducido en los capitulos anteriores para tener Ja ilustracién ‘grifica de la validez de esta tesis. ‘También de exclusivamente del exa- minado la inclusién o exclusién de los dis- tintos detalles de la casa, del Arbol y de la ‘persona, ast como Ia importancia que les otor- gue. Para tomar un ejemplo del estudio re- Ciente sobre delincuentes sexuales que realicé con el HTP,* mencionaré el hecho de que, ast como les personas normales dibujan en las casas chimeneas que no aman la atencién 17 (clinicamente), he observado que los delin- cuentes sexuales a) o bien manifietan de un modo directo Ia sensacién de inadaptacién filica* mediante dibujos de chimeneas = pueden adoptar le siguiente variedad de ‘mas: sin parte superior o como cortadas en diagonal, transparentes, pues a través de ellas se ve el techo (to cual Ja sensacién de poca consistencia que ef examinado tiene con respec au pens, vecadas o eayéndoxe del borde’ del techo; bidimensionales pero colocadas en una casa tridimensional Cle ee transmite la eee del examinado que su imagen félica posee ‘ustan- cia que el resto de su imagen corporal); b) obi mascaran sus sensaciones de inadap- tacién Félica bajo un disfraz de esfuerzos viri- Jes compensatorios ** mediante el dibujo de muchas chimeneas Cen lugar de una, que es €l miimero convencional) en un solo techo, 0 de una enorme chimenea alargads; o de una chimenea con forma félica y punta redonda; © de una chimenea que se destaca enorme- mente por la presién de la Iinea, el sombreado 0 el prominente em jento (como, por tjemplo, una chimenea que ocupe toro’ el largo de la casa, ya que comienza en el suelo, © bien, como ocurre en algunos dibujos, que sea cl ontro focal de la Beja) Sin ember, esta vo que la chi- Tilio. En los menea sea siempre un dibujos de personas con un buen ajuste ge necalmente la ehimenea no es otra cost que un detalle mis de la easa, Pero en los casos dle peronas que sufven de conflicts, psi sentales, es adecuada, a causa de su dies estructural y de Ta forma en que emerge del cuerpo de Ta casa, parn la proyeccién Ge los sentimientor interes con jespecto. al pene. En consecuencia, de todo To dicho podemos concluie que si bien en la téenica del HTP se presentan al examinado estimules totalmen- te familiares, tos al mimo tiempo son tan poco espectficos que para respontier a. ellos & necenario proyectar o, por lo menes, selec f john Lubbeck dijo: “Lo que vemos depende fundamentalmente de 1o gue 4queremos ver” Lo mismo ecurre con el dibu- snares, Popes, de sensinentes dics de ‘Efilico de Tos delincucntes ima bes. ug. ‘EMANUEL F, HAMMER jo: elegimas la casa, el drbol 0 Ia persona con Jos que tenemos cierta afinidad 0, on ocasio nes, con los que nos sentimos identificados. Por muy joven que sea el examinado en su vida ha visto tal infinita variedad de casas, cboles y personas que en el momento de dibujac sélo podeé elegir lo que para él sea és significativo desde el punto de vista sim- bilico. Sea que elija un vigoroso roble, un sauce llorén, un pequefo brote o un arbol al que las presiones ambientales han doblado hasta casi hacerle tocar el suclo; o que repre- sente un policia de rostro severo que esgrime una cachiporra, una figura materna nutricia sosteniendo en’ sus manos un plato des caliente, una figura infantil desvalida, de pie y con los brazos amputados, una figura de nuda en incitante actitud, con las. piernas sbiertas, 0 una prostitura desgrenada tirada contra el cordén de la vereda, en todos los ca- 805 esta eligiendo aqucllo que para él posee mayor significado emocional. Lo mismo que en Jos Tests de Apercepcién Temitica, el exe: minado selecciona de su experiencia pasada un tema, y éste refleja sus necesidades. Los psi- célogos elinicos han Hegado a la conclusién de que aunque la persona oftezca un tema que haya visto en alguna pelicula cinematogeé- fics, estd fvaciend und informactén de gran interés psicoldgico. El tema especifico elegido primariamente se fij6 en su mente, y si més tarde fue seleccionado. del archivo’ de temas recordados se debié probablemente a que re Alejaba nevesidades © rasgos significativos de su personalidad. Cuando una persona est respondiendo al HTP con el ojo interno selecciona y decide la imagen que sus necesidades escogerin de entre Je galeria de recuerdos. SIMBOLISMO INHERENTE ALA TRIADA CASA-ARBOL PERSONA. Antes de considerar el significado dinémico de los distintos elementos que componen los dibujos de la casa, el drbol y la persona, es converyente referirnos a las ireas mis im- portantes de la personalidad que captan los tues conceptos grificos mencionados. Se ha comprobado que la casa, como lugar de vivienda, provoca asociaciones con la vida hhogurefia_y'Ias relaciones intecfamiliares. Si se trata de nifios, pone de manifiesto la acti- tud que tienen con respecto a Ja situacién en sus hogares y a las relaciones con sus padres y hermanos, Un ejemplo de esta relacién en- tre e] dibujo de la casa y les condiciones que ¢1 examinado percibe en su hogar es un dibu jo que ya hemos mencionado, en el que de la ‘chimenea sale un humo denso y oscuro que revela la atmésfera emociona] turbulenta que se vivia en el hogar del examinado, Cuando los examinados son personas casadas, muchas veces en sus dibujos de la casa representan la situaci6n doméstica con sus cényuiges. Sin embargo, en muchas personas adultas casadas, sigue vigente la relacién infantil con las Fig ras parentales. Esta relacién determing actitu des residuales que se manifiestan en el dibujo de la casa, Cuanto més neurético, regresivo 6 fijado es el individuo, més probable es que en la casa aparezcan estas actitudes, En cuanto al érbol y a la persona, ambos conceptos captan ese micleo de la personalidad que los te6ricos, en especial Paul Schilder !* denominaron imagen corporal y concepto de si mismo. E! dibujo del irbol parece reflejar los sentimientos mds profundos ¢ inconscien- tes que el individuo tiene de si mismo, en tanto que Ia persona constituye el. vehiculo de transmisi6n de la autoimagen més cercana 4 la conciencia y de las relaciones con el am- biente. De este modo es posible obtener tun retrato de los conflictos y defensas del exami: nado, tal como estén jerarquizados en la es: tructura de su personalidad, Se considera que el Srbol, como entidad basica, natural_y vegetative, constituye un simbolo adecuado para prayectar los sentimien- tos més profundes de la personalidad, 0 sea, Jos sentimientos acerca del yo que se encuen’ tran en los niveles més primitives de la per- sonalidad, miveles a los que no se llega en el conocimiento de las personas. Los aspectos menos profundos, junto con los recursos que los individues emplean pera manejarse con Jos dems y los sentimientes hacia el préjimo generalmente se proyectan en el dibujo de le persona. Confirma la hipétesis de que el érbol capta Jos sentimientos m4s hésicos y duraderos la circunstancia de que es el concepto grifico me- nos susceptible de cambiar en Jos retests® ™, También lo demuestra el hecho de que, si bien una psicoterapia no intensiva puede lo- ‘prar mejoras que se manifiestan en la dis- minucién de signos patolégicos en los dibu jos de la persona, soe tratamiento picoana itico profundo y extenso Co alteraciones mui significativas de la situacién vital, especial. ‘mente en nifios, cuyas personalidades poseen suficiente elasticidad como para modificarse de sewed con las mejoras ambionales) es capaz de producir algunos cambios, aunque par lo gencral menor, en el dibujo del hol, ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS 9 La experiencia clinica ha demostrado que es nds Fécil que al dibujo del érbol se le atribu- yan rasgos y actitudes mucho més conflictivos y emocionalmente perturbadores que al dibujo @e Ia persona, debido a que el dcbol como fautorretrato esté més alejado de uno mismo. Los sentimientos mas profundos 0 prohibidos se proyectan en el drbol mis ficilmente que en la persona, con ‘enos temor de queda al descubierto’ y, por lo tanto, sin recurrir tanto a las maniobras autodefensivas. Por ejemplo es més probable que los trau- mas emocionales se manifiesten mediante el dibujo de una cicatriz en el tronco de! érbol © cortando las rames, que por medio de mar- cas en el rostro 0 el cuerpo de la persona, 0 dafiando les brazos. EI descubrimiento clinico segin el cual los sentimicntos probibidos se proyectan con ma- yor facilidad en el dcbol que en la persona ‘concuerda con la fundamentacién del test de Blacky de Blum, del Test de Apercepcién Te- ratica infantil de Bellake y de las Fabulas de Despert. De acuerdo con mi experiencia las figuras animales que aparecen en las técnicas temiticas mencionadas, de manera semejante a Ia relacién que existe entre el dibujo del Arbol y el de la persona, son més apropiadas para la proyeccién de sentimientos profundos y negativos (que amenazan al individuo) que Jas figuras huranas del TAT. De lo dicho se desprende que la compara: cién entre las respuestas a los estimulos de tipo animal y a los estimulos humanos tipo TAT, asi como la comparacién entre el dibu- jo del érbol y el de la persona, ofrece datos {que al psicélogo le permiten apreciar la jerar quia de los conflicts y de le defenses del examina INTERPRETACION DE LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA CASA, DEL ARBOL, Y DE LA PERSONA El contenido de los dibujos, més que Jos movimientos expresivas que se emplean al di bujar, pone de manifiesto las cualidades mas {neonscientes que existen en lo profundo de la jenonlidal Casa, echo, — Los. descubrimientos empicicos con el HTP indican que a menudo los in viduos utiliza el techa de la casa bo- Tizar el frea vital de la fantasfa, Las expresio nes coloquiales del tipo de “murciélagos en el campanario’, “esta mal de la azotea”, “tiene Slgunas tcjas flojs’, etcétera, aluden’a este Simbolismo por el cual el techo se equipars ale vida mental. Es por esto que se habla de aquellas condiciones en las cuales la fantasia distorsiona el funcionamiento mental en tér- minos de deterioros en el techo del individuo. Las casas con techos excesivamente grandes, aque sobrestlen a los costados y achican a la Casa Cvéave Figura 1) son tipicas de pacientes fnmersos en la fantasia y apartados del con- tacto interpersonal manifiesto, Generalmente cel Rorschach de estos individuos acusa un ba- Jance experiencial muy inclinado hacia el lado intratensivo Ceon una proporcién promedio de movimiento-color de 7 a 12 M y cero a 2 C). El ndmero de respuestas de movimiento huma- ‘no excede casi invarisblemente en cuatro ‘© cinco veces a la sumatoria del color. Con frecuencia los pacientes esquizofrénicos o scusadamente esquizoides dibujan tun gran techo y luego ubican la puerta y las ventanas dentro def contormo de ese techo, de tal modo {que el resultado final es una casa puro techo Coase, figura 2), Esto no debe sorprendet pues tanto el esquizofrénico como el esquizoide Pabiran un mundo fundamentamente fants sead. Viven més reals en I fantasia qoe los que, por ejemplo, dibujan un techo muy pane que sobresle’ més alld de Tas panedes de la casa. En éstos existe centuacién de Ja fantasia, que desequilibra la estructura de sus personalidades, mientras que los que dibujan “casas puro techo” viven una existen- cia predominantemente fe La ausencia de techo o los techos que slo con una linea que conesta amas paredes en los extremes, de tal modo que no poseen altu- ra (esencialmente poseen una sola dimensién fen lugar de dos), son caracteristiccs del ex- remo opuesto del continuo que podriamos denominar uso-de-la-fantasia, B pupo qu mls comtnmente dis ee tipo de techo formado por una sola lines es el de los imbéciles, individuos que carecen de capacidad de ensofiacién o fantasta, y den- tro de los limites de la normalidad intelectual los individuos que poseen una personalidad constcefiida y un tipo concreto de orientacién, Lo més probable es que en Ja préctica clinica teste tipo de techo se dé juntamente con un protocelo coertarivo de Rorschach, Podemos afirmar entonces que el tamafo del techo refleja el grado en que el individuo dedica su tiempo a Ja fantasfa y en que recurre a ella en bésqueda de satisfacciones. 120 Quando el techo aparece reforzado por una fuerte presién en las lincas 0 por un trazado repetido del contomo Cy esto no. ocurre en Tas otras reas de la casa), lo mis probable ce que el examinado se esté defendiendo de Ia amenara de que su fantasia escape 9 su contcol (véase Figura 3). Este tipo de wecho ‘aparece con frecuencia en los dibujos de Tos repsieéticos y, en menor grade, en los de Jar neuoticos ansiosos. De todos modos siem- pre representa cl cemor de que los impiilsos gue se descargaban en In fantasia comiencen 2 aparccer en el comportamiento manifiesto 0 distorsionar la percepcién de la realidad. FIGURA 4 Paredes. —Se ha observado que en los di bujos de las casas la fortaleza y In adecuacién de las paredes se relaciona directamente con tl grado de fortaleza del yo y de la personali- Gade En los dibujos de pacientes cuyo yo esté en franco tren de desintegracién, las pa- redes aparecen desmoronindose. Los psicétt cos incipientes Cenfermos que estin haciendo tun supremo esfuerzo de hipervigilancia, a menudo consciente, por mantener la integri- dad del yo), con frecuencia dibujan los It mites de las patedes reforzados. También los contornos de las patedes dibujados con lineas débiles indican inminente derrumbe de la per- sonalidad y un débil control yoico, pero en estos casos faltan las defensis compensatorias. Se trata de pacientes mis hechos a la idea de su patologia inminente Chan aceptado como inevitable la derrota y han cesado de luchar) que les que refuerzan cn exceso el contorno. EMANUEL F. HAMMER Ex garde nena ehazc a fuueraas desin tegrativas amenazantes, adoptan con respecto fellas una actitud de tolerancia pasiva ‘Las paredes transparentes en los dibujos de personas adultas deben considerarse como un Signo evidente del deterioro en el eriterio de la realidad, A menudo los nifios dibujan pa- redes transparentes Ca través de las cua yueden verse les abjetos que estén dentro de la casa), pero en este caso lo tinico que puede vilidamente interpretarse es la inmadurez de Ta capacidad conceptual del nifo, que se toma ‘amplias libertades para presentar la realidad. En cambio, en el caso de los adultes, defectos de esta magnitud en el examen de la realidad sélo aparecen, de acuerdo con mi experiencia, ibujos de ) deficientes profundos y 0. Puzra, La pueria ee dtalle de a cst a través del cual se realiza el contacto con el ambiente, La puerta pequefia en relacién con cl tamaiy de las ventanas y de Ja casa en general revela una reticencia a establecer con- facto con el ambiente, un alejamiento del intercambio interpersonal y una inhibicién de Ta eapacidad de relacién social. El correlato conductal de las puertas pequetias es la timi- dez y el temor en las relaciones intecperso- ales, A. veces los individuos que dibujan casas con puertas demasiado pequefias ofrecen pratocolos de Rorschach en los que aparece fn reaccién del “nifo quemado". Las relacio- nes emocionales con los demés"han sido dolo- rosas, y el individuo no desea probar nucva- mente. ‘Otro intento que s¢ utiliza para mantener Ja personalidad apartada e inaccesible consiste en ubicar la puerta muy por encima de la Tinea de base de la casa y sin escalones para facilitar el acceso a sta (véase figura 4). Se trata de una forma de fepresentacién co- miin en Ios individuos que sélo tienden a establecer contactes con el ambiente dentro de sus propios términos. Las puettas muy grandes (aqui, como en todos los aspectos de Ia psicologia, los extce- ‘mos siempre son patolégicos) son caracteris: ticas de las personas con una excesiva depen Uencia de los demés. Si las puertas estin abiertas, hecho estadisticamente poco Frecuen- te, el examinado revela que siente una sed de efecto emocional y que espera recibiclo desde afuera (si el interiogstorio posterior * al dibujo indica que Ia casa esté ocupada). Si Ja casa resulta estar vacta, las puertas abiertas * Para as preguntas del intenogsorio pose: sor al ibujo vanes oe piginar 152135 ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS indican un sentimiento de valnerabilided ex- tema, y falta de adecuaciéri de las defensas yoicas. ' La scemtuacién de las cerradurus y/o bisa- gras manifiesta una sensibilidad defensiva del tipo que con frecuencia se encuentra en los paranoides. Ventanas. —En el dibujo de la casa las ventanas representan un medio secundario de interaccién con el ambiente.’ La acentuacién de Jas cerraduras de Ia ventana, lo mismo que de las cerraduras'de las puertas, es tipica de aquellos que se defienden excesivamente del temor por Jos dafios que puedan venir desde afuera, Esto se da con frecuencia en los pa- ranoides. E] agregado de persianas y cortinas cuando Jas ventanas estin cerradas expresa la nccesidad de apartarse y una extrema reticen- cia a interactuar con los demés, Cuando las ventanas poseen persianas 0 cortinas, pero estén abiertas, o parcialmente abiertas, debe entenderse que Ia persona tiende a actuar en el ambiente de un modo controlado. Se trata de individuos con un tipo de ansiedad que se ranifiesta como “tacto" en las relaciones socia- les. Cuando en relacién con un estudio de fos patzones de personalidad de los diferentes ‘grupos vocacionales se entrevist6 a asistentes sociales se observ en sus dibujos la predi- leccién por este atributo, signo del control emocional en el contacto con los demés.** Las ventanas totalmente desnudas, que no poseen ni persianas, ni cortinas, ni visllos, y gp siguiera extn sombrends, son tps individuos que interactdan con su ambien- te de una manera muy descortés, ruda y di- recta. No tienen casi nada de “tacto”, y son el spo de partelpamte social que siempre “pro voc Ti Cuando sélo el contorno de las ventanas esti reforzedo, es probable que el examinado sca una persona con fijacién oral o con ‘05 orales de carécter, Sin embargo, en ocasio- nes, también los individuos con rasgos anales efuerzan el contomo de las ventanas. En estos casos, el dibujo de le persona permitisa efectuar la interpretacién diferencial, segin recaiga el énfasis en la zona oral o en Ja anal. Si consideramos el tamafio de las ventanas, de acuerdo con la convencién, la del living debe ser Ja més grande y la del cuarto de baiio la mis pequefia. Si los dibujos se des- vian de esta regla, tendremos indicios acerca de las necesidades ‘emocionales que presionan. Por detrés de los intentos de minimizar la importancia del living poniéndole los venta- nas mis pequefias de Ia cass fe, por ejem- ora plo, un evidente fastidio en relacién con el {intercambio social, Otorgarle al bao una inmerecida importancia mediante la colocacién. de Jas ventanas mas grandes implica que en e] fondo infantil del examinado existen ciertas ‘experiencias relacionadas con un entrenamien- to esfinteriano severo Este mismo detalle se ha encontrado también en individuos que su- fren de culpa masturbatoria y en obsesives con el sintoma del lavado compulsive de manos. El emplazamiento de las ventanas de tal modo que Gas no se adecuan de una paced a la otra (y que sugieren que le altura de un piso visto desde el frente de la casa no es la misma que si se lo ve desde el costado, como ‘cure en la Figura 5) revela dificultades orga- nizativas y formales que, empiricamente, se hhan visto ‘como indicios de formas tempranas de esquizofrenia, Chimenea.—Ya ha sido comentada en Ta scccién introductoria de este capitulo con el fin de ilustrar la amplia variedad de trata- mientos que pueden acordarse a uno solo de Jos detalles del dibujo, Humo.— El humo denso que sale en for ma profusa de la chimenea puede indicar una considerable tensién interna en el individuo, conflictos y turbulencias en la sitwacion de Ta casa, 0 ambas cosas, pues la altima condi- cién puede dar lugar a la primera, y viceversa, E! humo que se desvia mucho hacia un I do, como si hubiese un viento muy fuerte, constituye un indice de las presiones ambien- tales y, de acuerdo con mi yeriencia, a menudo se relaciona con casos infantiles' de dificultad con la Tectura, en los que las pre- siones parentales son causative y reactivamen- te masivas, Este tipo de humo también ha aparecido en los dibujes de adolescentes que estén sometidos a una presién parental inapro- piada en relacién con la conformidad social y/o a los logros escolates. Y por itimo, tam- Bien slo bs encontrado en Jos tess de algo nos individues poco tiempo después sido incorporados a las fuerzas armadas. Perspectiva. — Las personas que bésicamen- te rechazan la situacién hogarefa en que se encuentran y los valores por los que alli se aboga, dibujan la casa como si el observador estuviese arriba y la mirase hacia abajo Cpers- pectiva que Buck denoming “visién ojo de .éjaro”). En estas personas se da una com- inacién de sentimientos de superioridad com- ‘pensatorios con actitudes de rebelién contra los valores tradicionales que se le ensefaron en el hogar. Las actitudes iconoclastas se dan junto Con una sensacién de estar por encima 12 de los requerimientos de la convencién y de 1s conformidad: Buck reaia6 un estudio en el que comparé diferentes geupos profesiona- fag cboeevé que esta “viien de of de pale ro" era_mfs comin en Tos estu medicina que en cualquier otro grupo, Las personas que se sienten rechazadas e inferiores en la situacién farniliar, dibujan la casa desde lo que se ha Hamado “visién de ojo de gusana”. Desde esta perspectiva la casa aparece como si el observador estuviese abajo ¥ la mirase hacia arriba. En estas personas se mezclan sentimientos de desvalorizacién, de inadecuacién y una baja autoestima; conside- ran inaleanzable la felicidad hogarefa. ‘Cuando se presenta Ia casa desde una pers pectiva lejana, es decir, distante * del obser- vador, puede tratarse de dos grupos distintes a) los que proyectan en el dibujo de la casa tuna imagen de sf mismos, y de este modo re- presentan su sensacién de aislamiento e inacce- sibilidad; b) los que en el dibujo de Ia casa fransmiten la percepeién que tienen de la si tuacién familiar; situacién que el individuo se siente ineapaz de enfrentar. En este dltimo caso de perspectiva “lejana”, el individwo ma: nifiesta su sensacién de la’ imposibilidad de sentirse e6modo con aquellos con quienes vive. La perspectiva de “perfil absoluto” cons tuye una desviacién, individualmente signi ficativa, de la perspectiva usual. La expresién “pedfil absolute” se refiere a la casa que se dibuj, de tal modo que ol observador silo ve un costado de ésta. El frente de la casa, in- cluyendo las puertas o cualquier otra entra- da, esta dado vuelta, de manera que queda invisible y menos accesible, Las personas distantes, oposicionistas 0 inac- cesibles desde un punto de vista interpersonal, Droyectan estos ragos en el dibujo de a cas ‘mediante la perspectiva mencionada. También los paranoicos evasivos buscan rcfugio, cuando realizan el HTP, en la perspectiva de "per fil absoluto”, La casa vista desde atris y, especialmente, sin ninguna puerta trasera, muestra las mi mas tendencias oposicionistas y de distancia que se expresaban en Ia perspectiva de "perfil absolute’, pero en este caso adquiere propor. ciones mis patol6gicas. ‘Los tinieus casos de “visidn desde atris” que he tenido oportunidad de ver fueron dibujas Pecden, dihujre caus pequatus verdes en tuna vasta extensién de espacio blanen; pueden di bbajarse casas de tamaao considerable en la cima de una montaia; w puede ocurrir que la casa se fneuentre separada del observader por una multiud detalles itzclevantes: drboles, cercis, animales, lun eamino, un to, eteétera EMANUEL F. HAMMER de parancicos esquizofrénicos, por lo general cuando estaban atin en un estado prepsicético, en el gue se siente de manera muy aguda la necesided de protegerse poniendo distancia, Linea det suelo.—La relacién entre el di- bujo (de Ja casa, del drbol o de la persona), y Ia lines del suelo, revela el grado de contacto del examinado con la realidad. La misma co- niente simbélica responsable de la ecuacién suclo o tletra = realided préctica, se pone de ‘manifiesto en el lenguaje coloquial en expre- siones tales como “tiene los pies bien plantados cen Ia tierra”, El tipo de contaeto con el suelo firme o débil) reviste un enorme valor diag- nnéstico. Los esquizofrénicos latentes 0 fronte- tizos siempre tienen dificultades con la presen- tacién del dibujo en firme contacto con la lad Crepresentada por Ia lines del suelo). Sus dibujos suelen apoyarse débilmente en una linea de suelo cortada o dibujada en for ima esporidica (véase capitulo 9, figura 9), 0 bien en una linea amorfa y nebulosa Cvéase capitulo 9, figura 7), 0 suclen estar directa: ‘mente desarraigados de la tierra Cen el caso del arbol) y cayendo Cvéase capitulo 9, figura 14). Los casos esquizofrénicos més patologi- 03, con mayor distancia de la realidad y mayor entrega a Ia fantasia, dibujan entidades sus- pendidas, que en ningdn punto tocan la linea del suclo dibujads por debajo, Accesorios. — Hay individuos que directa- mente manifiestan su falta de seguridad ro- deando y reforzando la casa con atbustes, fr- oles y otros detalles que no forman parte de la consigna. El agregado de un sendero que conduce a la puerta, bien proporcionado y rea- lizada con facilidad, es comin en individuos que ejercen un cierto control y “tacto” en sus relaciones. Pero si cl sendero es largo y tor tuoso, se trata de individuos que en sus rela- ciones sociales en un principio se mantienen distantes pero que en ocasiones entran en ¢a- lor y entonces pueden establecer vinculor emo- cionales con los dems, Son lentos y algo cau- telosos pars hacer amistades, pero una vez que Ja relacién se desarrolla Mega a poseer ina gran calidad, Si el sendero que conduce en linea recta hacia Ja puerta es muy ancho en el extremo del observador y va angostindose en forma gradual de manera que al Hegar a la puerta es mucho més angosto que ella, el dibujo revela el intento de disimular mediante el empleo de tna amistad superfictal los descos bésicos de aislamiento, Los cercos alrededor de la casa constituyen tuna maniobra defensiva. Recientemente un ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS nifio de ocho aies, muy timido, dibujé una casa, en Is que lo que més se destacaba ea uun cerco “para mantener a todos alejados Eca como si intentara asegurarse de que nadie iba a interferir con la escasa seguridad que sentia, Resumen, —Podriamos decir que el dibujo de a casa generalmente representa alguna de Jas siguientes entidades fundamentales: a) la imagen de uno mismo, con sus clementos co- rrespondientes: drea de la fantasia, yo, con- tacto con le sealidad, aceesibilidad, predom nio oral, anal o félico y b) ta porcepcién de Ja situacién familiar, pasado, presente y Futuro deseado, 0 alguna combinacién de Tos tres. Arbol ‘Tal como Io sefalé Schactel#* la mente adulta, totalmente madura y diferenciada has ta cierto punto, es capaz de asumir en forma yoluntaria distintas actitudes en su percepeién y en su experiencia del ambiente. Ast como en un determinado momento se puede ser e} observador distante, en otro uno puede abrirse receptivamente a todas las impresiones, y a los sentimientos y placeres que éstas suscitan, y-en un tercerd es posible proyectarse en una experiencia de empatia con algin objeto del ambiente. Tomemos como ejemplo el acto de mirar un frbol: en un momento se puede ser el bot nico distante que observa, compara y_clasi- fica Jo que ve; en el momento siguiente puede uno entregarse al color del follaje y la corteza, al sonido de las hojas que murmuran con ta bang, y a I fesea frogancia que surge des pués de tm chaparrén; y en un tercer mor mento se puede tratar de sentir dentro de uno, kinestésicamente, la solidez o debilidad con ‘que se sostiene y'crece el tronco, Ia calma con que se extienden las ramas, o la gracia con que se mueven y entregan al viento. Hemos visto que cuando et examinado di: buja un arbol, de entre los recuerdos de los innumerables drboles que ha visto selecciona aquél con el que tiene yna mayor identifica: cién empitica, y en el momento de dibujarlo, Jo modifica v recrea de acuerdo con su. reac: cién kinestésica, reaccién que se alimenta con ‘sus propins yentimientos internos Para los antropélogos no es ninguna nove dad que la "visidn” que $e tiene de un érbol posea un significado personal. En los mitos y en el folklore, y hasta en el lengusje diario, el drbal siempre ha simbolizado la vida y el crecimiento. 133 En el folklore escandinavo los antiguos mi- la historia de Ygdrasil, el "Srbol ida’. En los cuentos alemanes se dice que el irbol tiene sus rafces en Jas entratias de 1a tierra, en nuestro pasado primitivo; su tron- coen la tierra, entre los mortales; y sus ramas extendiéndose y alcanzando los cielos, donde habitan dices que gobiernan Ia! hum El significado simbélico del érbol llega hasta cl siglo xx y se pone de manifiesto cuando hablamos del “arbo! genealégico”, o en ciertas expresiones: “como se inclina el vistago, ast cerece el Arbol”, Como luego veremos, el dividuo que en el dibujo del Arbol clvida las ramas, es é] que no se “ramifica”, no se mezela con los demés ni disfruta con ellos. De este modo los individuos se proyectan durante el proceso del dibujo de un tbol, ofteciendo asi un verdadero autorretrato. Algunes veces los examinados dibujan arbo- les agitados por el "viento y quebrados por las tormentas, con lo cual en realidad repre- sentan el efecto que las presiones ambientales han tenido sobre ellos mismos, En un caso reciente, a través del dibujo del Srbol se puso muy claramente de manifiesto el sur gimiento inconsciente de Ia autoimagen. Se trataba de una mujer que, debajo del érbol, dibujé un anasto que contenta cinco lustesos frutos. La amu jer tenia cinco bijos, yc} dibujo representaba con astante claridad su orgullo por el rol mateeno, Esta evaluacién postiva esté en franco contraste ‘con el dibujo del érbol de una mujer a quien se ‘examind paca logeat una evaluasién elinica en ce> lkeiéa con un programa psicoterapéutico para sus dos hijos: uno, un homosexual manifiesto de velnte ‘afos, y el otto, un chico de once afios com una Incapacidad para‘ lectura de dificil curacién. La ‘mujer dibuj6 un frbot fatal con dos. Mamativas ‘manzanas tiradas en el suelo, al lado del drbol. Demostté asf el rechexo ineansciente que sentia por sus hijes y Ia evaluacién negativa de ella mis ‘ma como madre, El comentario espontineo que hizo del dibujo Estas son dos manzanas podridas que se cayeron sl suelo") teajo, desde su inconscionte hasta un primer plano, Ia imagen mencionads. “El dibujo del arbol puede eaptarse intuiti- vamente como toralidade aun sin una inyesti- sgacién de los detalles es posible recibir una impresién que puede ser de armonia, de in- quietud, de vacio, de carencia o abundancia; y es también posible cecibi una impresién de heatilidad. Esto constituye ademas el primer estadio del aprendizaje del método, Uno de- 124 berfa entregarse pasivamente a los efectos que yeducen un gran niimera de dibujo de arbor Fes "contcmplaris" rales simplemente sin ninguna setitud critica. De esta manera el tmirar se convierte en ver, se comienzan a re- conocer las diferencias, ya no parecen wos las dibujes iguales, y se comienza a conocer amis fntimamente a Jas personas... Algunos dibujes permiten la claboracién de estudios del caricter. Otros, simplemente constituyen tna contribucién para cl diagnéstico de Ta perso- nalidad” (, pigina 31). Cuando Koch® habla de la linea del des- arrallo del drbol desde abajo hacia arriba, sefia- la que a medida que el dibujo crece en un desarrollo que va desde las raiees hasta la copa, ese desarrollo es paralelo al desarrollo psiquice temporal del examinado, es decir, a su historia vital psicoljgica. Observa que en la parte in- Fetior del ttonco suclen aparecer las. hucTlas de las experieneias temprinas, y cn la parte de arriba las de sparicién més reciente Esto concuerda con la experiencia de Buek segin la cual cuanto mis abajo estén las cicatrices en el tronco del arbol més precoces han sido las experienciasstraumatizantes. Levine y Galanter"™ investigaron esta hipé- tesis con parapléjicos internades, y compararon Ja altura del troneo en que aparecian las ci: ‘atrices con lo edad en que se habia estable- cido el estada parapljico. El anilisis de esta felaclén condulo a fo invectigudores a i con clusién de que “...la hipétesis puede tener algin grado de validez en téminos de una amplia aproximacién a la época de la enfer- medad", Bl caso més extremo de cieatriees que he wnido oportunidad de observar fue el de ua nifo de doce anos. Dibuié una herida destructiva.aproximada- mente en la witad del toneo del dibol. Gracias a tun tratamiento psicoterapéutico levedo a cabo con ‘ulricridad se supo que cuando el paciente tenia cinco afias habia perdido a su madre, y que incom cientemente Io habia sentido camo un abandono que Je dej6 una profunda herida El joven estaba secretamente enojado con la ma: dre por haberlo desamparado. Al misono tiempo rela que habia sido may malo porque si no, la ‘madre no lo hubiese dejado. Esta semsacidn de un ‘mundo doloroso surgia con toda claridad en el icbol ‘que, en Shima instancia, era un autorretratu. El Arbol, una cosa viviente 0 que en algin ‘momento vivié en un medio elemental (llavia, viento, nieve, tormentas, calor 0 sol) es el més apto de los tres conceptos grificcs del ITP Ja imagen que el individuo EMANUEL F. HAMMER ticne de st mismo en el contexto de sus rela- ciones con el ambiente, Buck* agroga a esto Tos siguientes posts: lados: a) el tronco representa Ia sensacién que la persona tiene acerca de su poder bisico y de su fortaleza interna ( cn terminologia ane- litica, Ia "fuerza del yo"); b) ta. estructura de las ramas representa la capacidad que se siente posecr para obtener satisfaeciones del medio penetrando cn un nivel mas inconscien- te dal drea que eaptan los brazos y las manos de la persona dibujada); y c) la organizacién total del dibujo revela eémo siente el indivi: duo su equilibrio intrapersonal, Existe un notable poralelo entre los dos primeros postulados de Buck y I experiencia que Koch realizé en Suiza: “El tronco repre: senta frecuontemente el rea biésica del con- cepto de uno mismo, la fortaleza del yo... De- be presuponerse que cuando se dibuja un ‘xbol el conocimiento que se posee de la ma: dera eonducita a que todo lo relacionada con cualidades inherentes a ese material se pro- yeeten mas claramente en las partes de madera ue, por ejemplo, en el Follaje del arbol. ‘Esa moldeado en buena madera’. ‘La madera de esa persona es buena’, y expresiones similares ton, sin duda, muy habltuales en les personas de habla germana cuando se refieren a la natu- raleza de las personas.” (*, pégina 15.) ‘A estos ejemplos tomados del idioma aleman podemos agregar Ia. famosa. frase americana "De tal palo tal astilla.” Independientemente de Buck, pero de acuerdo con su segundo pos tulado, Koch observa que “las partes externas de la copa, las extremidades, forman la zona de contacto con el ambiente, Ia-zona de rela cién e intercambio entre Jo interno y lo ex- temo” (°, pigina 15). ‘Veremos ahora el significado dindmico del tratamiento de detalles en el drbol: Tronco.—En apoyo de In hipétesis que considera al tronco como un indice de Ja for- taleza bisica de 1a personalidad, se ha obser vado que si las lineas periféricas de éste estin reforzadas revelan la necesidad del indi- viduo de mantener In integridad de su perso- nalidad. El reforzamiento es una defensa com- pensatoria para eneubrir y combatir el temor de la difusi6n y la desintegracién de la per- sonalidad. El individuo intenta vvitarlas con todos los recursos a su aleance, Cuando, por el contrario, para dibujar el tronco se utilizan lineas débiles, esbozadas 0 punteadas que no aparecen cn ninguna otra parte del dibujo, se trata de un estadio mas avanzado del temor por el colapso de la per-

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