13 Social

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BEN La WL Dependenciainformativa Dependencia normativa Descategorizacién Favoritismo endogrupal Pensamiento de grupo Polatizacién grupal Recategorizacion Psicologia de los grupos Isabel Cuadrado Guirado HINTRODUCCION 1 UNA APROXIMACION AL CONCEPTO DE GRUPO. 1 PROCESOS DE INFLUENCIA EN GRUPO 1 LATOMA DE DECISIONES EN GRUPO La polarizacin grupal El pensamienta de grupo 11 LOS EFECTOS DEL LIDERAZGO SOBRE LA CONDUCTA GRUPAL RELACIONES INTERGRUPALES La teora del confictorealista La teora de la identidad social 1 LA MEJORA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES La teora del contacto intergrupal a mejora de las relaciones intergrupales mediante el contacto indirecto Estrategias de mejora de las relaclones ene grupos basadas en la cate RESUMEN LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Introduccién ala Psicologia Social aay = Conocer cules son las caracter(sticas definitorias del concepto de grupo en Psicologia Social. = Examinar c6mo la presencia del grupo influye en nuestros pensamientos, emociones y conduc- tas, Analizar cémo se ven afectadas las decisiones cuando éstas se adoptan en el seno de grupos. ‘= Entender cémo un lider, més concretamente su estilo de liderazgo, puede influir en el compor- tamiento de los miembros de un grupo. ‘= Comprender c6mo muchos de nuestros comportamientos tienen una naturaleza marcadamente intergrupal, es decir, que nuestras interacciones con los demas estén basadas en la pertenencia a diferentes grupos. = Analizar qué factores determinan la aparicién del comportamiento intergrupal a partir de la teo- rfa del conflicto realist y la teorfa de la identidad social = Conocer ia estrategias y aproximaciones desarrolladas desde la Psicologia Social para la mejora de las relaciones intergrupales. Psicologia de los grupos i INTRODUCCION Kurt Lewin, acertadamente, sefialé que edurante la mayor parte de su vida, la persona adulta no acta puramente como un individuo, sino como un miembro de un grupo social» (1948, p. 146). Esta afirmacién da cuenta de la importancia de los grupos en nuestra vida. De hecho, todos pertenecemos ‘a numerosos grupos (étnicos, culturales, nacionales, religiosos, de género, etc.), y esta pertenencia de- termina, en buena medida, cémo pensamos, sentimos y nos comportamos, Esto no debe sorprendernos si consideramos, como se constat6 en el Capitulo 2, que ha sido precisamente la accién coordinada del grupo la que ha permitido a nuestra especie evolucionar del modo en el que lo ha hecho. Por todo lo sefialado, el estudio de los grupos ocupa un lugar prominente en la Psicologfa Social. En este capftulo se pretende, simplemente, aportar una visin general sobre algunos de los aspectos abor- dados por la Psicologia de los grupos. De hecho, la amplitud y relevancia de sus contenidos es tal que serdn objeto de andlisis en una asignatura del Grado dedicada espectficamente a su estudio. Este capitulo intenta poner de manifiesto cémo gran parte de nuestras interacciones estén determi- nadas por nuestra pertenencia a grupos. Para ello, comenzaremos realizando una aproximacién al con- cepto de grupo en Psicologfa Social, centréndonos en las caracteristicas més importantes en las que los autores han incidido para definirlo. A continuacién, nos detendremos en los procesos de influencia en ‘grupo, es decir, en aquellos en los que nuestros pensamientos, emociones y/o conductas se ven modi- ficadas como resultado de la presencia del grupo. Para ilustrar esta influencia, presentamos los experi- mentos clésicos que muestran los poderosos efectos del grupo sobre sus miembros, Para dar cuenta de ello, también nos ocuparemos de la toma de decisiones en grupo, centréndonos en los procesos que mayor atencién han recibido en esta Area. Asi, se abordard la cuesti6n de si adoptar una decisi6n en grupo conduce a que éta sea mas moderada, més arriesgada o més prudente que si la tomaramos a titulo individual. También veremos cémo, bajo determinadas condiciones, los grupos nos abocan a tomar decisiones con consecuencias desastrosas. Posteriormente, dedicaremos un breve espacio a des- cribir cémo un Ifder puede modificar la conducta de sus miembros, valiéndonos del experimento clasico que constituy6 el inicio del estudio del liderazgo en nuestra disciplina. Hay una segunda parte del capitulo destinada a analizar las relaciones intergrupales, es decir, aqué- llas en las que nuestra actuacién estd determinada bésicamente por la pertenencia grupal. Se expondrn las dos teorfas mas relevantes que se han formulado para dar cuenta de los procesos que caracterizan este tipo de relaciones, la teoria de! conflicto realista y la teorfa de la identidad social, Finalmente, y debido a que muchas de las relaciones entre grupos estan tefiidas de tensiones y confficto, dedicaremos el Giltimo epigrafe a presentar los desarrollos te6ricos y empfricos que se han elaborado desde la Psico- logia Social con el objetivo de mejorar las relaciones intergrupales. Introduccién a la Psicologia Social i! UNA APROXIMACION AL CONCEPTO DE GRUPO Como ocurre con otros muchos términos, existen numerosas definiciones de grupo que dificultan elegir una que sea aceptada por todos los autores. Por ello, es bastante comtin aproximarse a este con- cepto considerando los aspectos principales en los que inciden las diversas definiciones. Turner (1984) seifala tres atributos clave en los que convergen los autores para caracterizar a los grupos: la interde- pendencia, la estructura social y la identidad La interdependencia se refiere a la dependencia rec/proca entre los miembros del grupo, como ocurte cuando, en una determinacs miembros (p.e., para el logro de metas o la satisfaccién de necesidades). Este aspecto es especialmente destacado por Lewin (1978), que insistfa en la necesidad de que una definicién de grupo debe basarse cen la interclependencia de sus miembros y no en la similitud entre ellos, como a menudo se seftalaba. fea, lo que hace un miembro del grupo tiene implicaciones para los demas Por otra parte, algunos a formal o implicita, normalmente en forma de relaciones de roles, estatus y normas, que determine qué le corresponde hacer a cada miembro d valores compartidos que regulan su comportamiento. ‘ores definen el grupo centrandose en la existencia de una estructura social ‘grupo, cual es su posici6n en él y cudles son las normas y los Finalmente, pero no por ello menos importante, otro aspecto destacado en las definiciones de grupo hace referencia ala identidad de sus miembros. Asi, existen ciertos grupos, como los basados en el gé- nero, la religi6n, la nacionalidad o la etnia, en los que compartir una identidad es lo que hace que las, personas se consideren miembros del grupo, sin que sea necesario que haya interacciGn ent e ellos. La identidad alude al sentimiento de pertenencia comiin, ala conciencia colectiva de si mismos como en- tidad social diferenciada, y a la tendencia a percibirse y definirse como grupo (Blanco, Caballero y de la Corte, 2004), Resaltando el valor de la identidad, Tajfel y Turner (1986, p. 15) conciben el grupo camo «un conjunto de individuos que se perciben a sf mismos como miembros de la misma categoria social, que comparten alguna implicacién n compartida de si mis mos y que alcanzan algiin grado de consenso social acerca de emocional con respecto a la definici la evaluacién de su propio grupo y de su pertenencia a él La existencia del grupo, tal y como ha sido presentado, de- tetmina la aparicién de una serie de procesos que se producen inicamente como resultado de dicha existencia. Dado que, como hemos seftalado, este capitulo no pretende ofrecer un andlisis exhaustivo sobre la Psicologia de los grupos, nos limi- tatemos a abordar brevemente algunos de los procesos grupa- les més destacadios. Comenzaremos con los procesos de in- | Larter ator cave pra cxacletara los ropossonla inesdependorc, la esr soil lider. fluencia en grupo. Psicologia de los grupos ff PROCESOS DE INFLUENCIA EN GRUPO ‘Alo largo de nuestra vida, en méiltiples ocasiones nos vemos implicados en situacio- nes en las que nue: cisiones 0 comportamientos. El grupo es el principal escenario de la influencia, y dicha ia Social fa pertenencia a un grupo influye en nuestras opiniones, juicios, de- influencia ha quedado sobradamente demostrada desde la Psicolog En primer lugar, vamos a analizar la influencia del grupo en situaciones en las que, debido a su ambigiiedad, no somos capaces de determinar por nosotros mismos cual es la forma valida de responder ante ellas. En esas ocasiones, acudimos al consenso social, es decir, consideramos que una respuesta seré correcta cuando la mayoria de los miem- bros de un determinado grupo responden de la misma forma ante esa situacién. Sin em- bargo, no nos limitamos a imitar 0 acercarnos a la respuesta mayoritaria, sino que en la interaccién con los miembros de la mayorfa construimos € interiorizamos un marco 0 norma de referencia que nos permita establecer y validar nuestros juicios. Como indica Maes she ta0e 1960, Condado uno de os re princes representantes personal y social adecuada en una determinada situacién, por lo que su influencia es delete Soc ix constante y duradera, El primer autor que estudié experimentalmente la creacién de nor- | fhiceuranerin en mas sociales, concepto que recibe el nombre de normalizacién, fue Sherif (1936). Enel Shaconeanbauny fobre corti nen Cuadro 13.1 describimos su paradigma experimental. Se han comeridoen Nos encase daiptina Falomir (2011), una vez interiorizadas, las normas sociales definen cudl es la respuesta LW Cuadro 13.1, Lanormalizacién 0 creacién de normas sociales en situaciones ambiguas Para llevar a cabo sus estudios sobre normalizacién o creacién de normas sociales, Sherif recurié al efecto autocinético, Se trata de una ilusi6n de movimiento, segan la cual un punto lumiinoso estatica parece ‘moverse de forma errética cuando no existe un marco espacial de referencia. El paradigma de estos experi ‘ments fue el siguiente: un participate entra en una habitacién completamente oscura y sin ningtin punto dd referencia. Se le pide que indique en voz alta la amplitud del desplazamiento de un punto luminoso (que en realidad siempce est fijo), del tamafio de una cabeza de alfiler, que se enciende a una distancia de unos cinco metros. Sheri observé que, en las 100 estimaciones que debfan realizar sobre el recorrido del punto luminoso, los participantes variaban ‘mucho en los primers ensayos, pero progresivamente elaboraban ln esténdar de referencia (una norma individual) con el que com- paraban los siguientes movimientos del punto. Para investigarel efecto que ejercen otras personas sobre la ela boracién de esos marcos de referencia, Sherif estudid dos situaciones cde grupo. En una condicién los participantes primero elaboraban sus rnormasindividuales segin el procedimiento que acabamos de des- crbit Posteriorente, ealizaban la tarea con dos o tres personas mas {que tenfan normas diferentes. En la otra condici6n, los participantes ro tenfan elaborada ninguna norma antes de pasar ala fase grupal Contono da lect puseneice Introduccién a la Psicologia Social En las dos condiciones se observé el efecto de narmalizacién, aunque en mayor medida en esta dtima ccondicién, Es decir, los paticipantes apenas tardaban en elaborar una norma grupal y ponerla en funciona: miento. Después, cuando se disolvian los grupos y hacfan otra vez las estimaciones individualmente, todos seguan empleando la norma grupal elaborada en la fase anterior, es decir la interiorizaban. El paradigma que acabamos de describir hace referencia a situaciones ambiguas en las que no sa- bemos cual es la respuesta correcta. Pero, zqué ocurrird si tenemos claro cual es la respuesta adecuada? {Nos dejaremos influir por el grupo cuando sus miembros defienden mayoritariamente una respuesta distinta? Segiin Festinger (1950), fos demas nos influirdn si tenemos que emitir juicios subjetivos (sobre la realidad social), pero no cuando se trata de juicios objetivos (sobre la realidad fisica). Fue Asch (1951) quien disefié un paradigma experimental para poner a prueba esta tiltima afirmacién. En el Cuadro 13.2 se describe este paradigma. Cuadro 13.2. Lainfluencia de la mayoria en situaciones no ambiguas: el conformismo ‘Asch diseRié una situacién experimental no ambigua, donde existia una respuesta objetiva clara para la tarea. A los participantes se les presentaban dos cartulinas; una de ellas conten‘a tres Iineas desiguales; la Ctra, una sola linea patrén de idéntica longitud a una de esas tres, como se muestra a continuacién. Fjemplo & caulinas presto por Fach La tarea de los participantes consistia en indicar en voz alta cudl de las tres lineas era igual a la linea ppatrén en las 18 comparaciones que se les presantaban. Los participantes estaban reunidos en grupos de 8 ‘miembros. Todos excepto uno (sujeto ingenuo) eran cémplices del experimentador entrenados para dar una respuesta ertinea (todos la misma) en 12 de las 18 comparaciones. El sujeto ingenuo era el pentitimo det ‘grupo en emitir su juicio. Los resultados mostraron que en un 32% de las ocasiones los participantes cedfan al eror del grupo y daban la misma respuesta equivocada que los cmplices. Asimismo, el 74% de los sujetos dieron al menos una vez la misma respuesta errénea que la mayoria, Sin embargo, en el grupo control, donde los participantesrealizaban la tarea individualmente, apenas se observaron respuestas errGneas (0.68%). Asch ‘eplicé estos resultados en posterioresestudios en los que introdujo ciertas variaciones a su paradigma expe- ‘imental (véase una descripcién en Hogg, 2010). Este efecto también ha sido confirmado por otros muchos investigadores, La pregunta que surge inmediatamente es: en ese 32% de las ocasiones, los participantes dan conscien- temente una respuesta errdnea pblica a realmente se produce un cambio de opinién en el Ambito privadot Es decir, los sujetos ingenuos de Asch zcambiaban realmente de opinién porque confiaban més en el ju Psicologia de los grupos de [a mayorfa que en el suyo propio o simplemente cedian a la presién del grupo, cambiando de opinin pa- bilicamente pero no en privado? Normalmente se admite que la influencia social observada en paradigmas ‘¢omno el de Asch es mera conformidad, es decir, un cambio de opinién pablico pero no privado (Pérez, 1999) Imagen real de un moranto dl experimento de Asch 1959) Por tanto, el conformismo se produce cuando modificamos nuestras respuestas para hacerlas més préximas a las que explicitamente da la mayorfa de los miembros de un grupo. Se caracteriza, ademas, porque la respuesta que damos ante la mayorta es diferente, o incluso opuesta, 2 la que emitiiamos si icha mayorfa no estuviese presente. ‘Aungiue se han planteadbo diferentes explicaciones para dar cuenta de los procesos de influencia ma- yoritatia (véase, Falomir, 2011), frecuentemente se ha recurrido a la dependencia normativa e informa- tiva La dependencia informativa se produce cuando una persona desea dar una respuesta adaptada a la realidad, pero es incapaz de evaluar por sf misma esa adecuacién, por lo que depende de la informacién que los demas le aportan, En estos casos, la respuesta que se da por valida se interioriza, y se acta de acuerdo con ella, ya que esta norma se convierte en un marco de referencia estable para su juicio. El efecto de normalizacién, ilustrado por Sherif, constituye un ejemplo paradigmatico de un tipo de in- fluencia basada en la dependencia informativa. La dependencia normativa se produce cuando la persona esté motivada a mantener una relaci6n positiva con el resto de los miembros de un grupo y desea recibir su aprobacién o evitar el rechazo de Ja mayorfa. En este caso, la influencia es s6lo manifiesta, es decir, publica, pero ello no implica que la persona haya tenido necesariamente que cambiar de opinién. El paradigma experimental de Asch es el ‘ejemplo por excelencia de influencia basada en dependencia normativa, donde las respuestas que emite el sujeto ingenuo no han sido verdaderamente interiorizadas, sino que estan motivadas por razones ex- teinas (p.e,, no desviarse del resto del grupo o ser aceptado por él. ‘A continuacién comprobaremos cémo la toma de decisiones tampoco escapa a procesos de influen- cia cuando se produce en el seno de un grupo. Introduccién ala Psicologia Social fl LA TOMA DE DECISIONES EN GRUPO ‘A menudo nos encontramos en -0 somos conocedores de~ situaciones en las que es necesario adop tar una decisién en grupo. Los ejemplos son numerosos y variados: un grupo de amigos decidiendo dénde ir de vacaciones, varios compafieros de clase seleccionando un tema para un trabajo, un jurado intentando llegar a un veredicto, o el consejo de una empresa tratando de elegir la mejor solucién para evitar el cierre. En la mayor parte de estos casos no es facil demostrar objetivamente que la decisién det ‘grupo sea la correcta, como ocurrirfa, por ejemplo, en la resolucién de un problema aritmético. Al primer tipo de decisiones dedicaremos este apartado. En esta linea, han sido principalmente dos los procesos estudiacos desde la Psicologia Social: la polarizacién grupal y el pensamiento de grupo. La polarizacion grupal Fn general, varias investigaciones relevantes, llevadas a cabo por destacados psicélogos sociales hasta mediados de siglo Xx, pusieron de manifiesto la tendencia de los grupos a alcanzar un punto me- dio 0 compromiso a partir de las opiniones individuales. Es decit, se suponia que las decisiones en grupo inhibfan las respuestas més extremas o audaces y que se tendia a la moderacién. Con la intencién de confirmar estos resultados, Stoner realiz6 en 1961 el experimento que describimos en el Cuadro 13.3, que constituy6 el punto de partida det estudio de la polarizacién 8 Cuadro 13,3, Elparadigma experimental en el estudio de la polarizacion Stoner presentaba a los participantes, estudiantes varones de Relaciones Industiles, un cuestionato for mado por 12 tems, cada uno de los cuales describ un dllema al queseenfrentaba una determinada persona, aque debia escoger entre una altemativa poco arriesgada (prudente), pero poco valicsa,y otta mucho més atractva, pero con pocas probabilidades de éxito (més ariesgada). El paticipante, que debfa imaginarse que era un consejero 0 asesor de esta persona, tenia que indicar cusl era la minima probabilidad de éxito que aceptaria antes de recomendar ala supuesta persona la alterativa ariesgada. Por ejemplo, uno de los ilemas ta el siguiente Un estudiante con considerable talento musical debe elegir entre continuar os estudios de Medicina y ejercer como médico, 0 ariesgarse a seguir una incierta carrera musical como planista» En este caso, a fos participants se les solictaba que indicasen cusl era, a su juicio, la probabilidad de éxito mas baja cue consideraban aceptable para aconsearle a esa persona que continuara la carrera de piano. Se le ofrectan ls siguientes cinco opciones: Las probabilidades de éxito son del 90% Las probabilidades de éxito son del 70% Las probabilidades de éxito son del 50% Las probabilidades de éxito son del 30% Las probabilidades de éxito son del 10% Psicologia de los grupos Los participantes contestaban en primer lugar al cuestionario individualmente en privado (fase de precon- senso), luego discutian en grupos de 4 6 5 miembros e intentaban tomar una decisién comin (fase de con- senso) y, por dltimo, emitfan de nuevo su juicio en privado (fase de postconsenso), Para su sorpresa, Stoner constaté que las posiciones de los participantes tras la discusién del grupo eran, ims arriesgadas que antes de ella. Estos resultados iban en contra de medio siglo de investigaciones, Stoner repitié esta experiencia en varias condiciones y comprobé que el efecto era muy sélido. Este efecto se deno- min6 arisky shift» (desplazamiento 0 cambio hacia el riesgo). Para muchos psioélogos sociales este resultado estaba determinado por el contenido del cuestionario, relacionado con situaciones espectficas de toma de riesgos, y por el tipo de participantes. No podia tra- tarse de un efecto general. Para comprobarlo, algunos investigadores trataron de replicar el fendmeno. Los estudios realizados pusieron de manifiesto que el cambio no siempre se producfa en la direccién de la alternativa més arriesgada, sino que a veces se producfa en la direccién opuesta, hacia el extremo més prudente, El trabajo definitivo que mostré la naturaleza general de este fendmeno, de ninguna manera limi- tado a fa toma de riesgos, fue el realizado por Moscovici y Zavalloni (1969). Sus resultados demostra- ron lo que se denominé el efecto de polarizacién: el promedio de los juicios de los miembros del grupo en la fase postconsenso cambia hacia una postura mas extrema en la direccién que ya era do: minante en la fase preconsenso. Es decir, se constaté que los grupos no cambian ni a decisiones mas arriesgadas ni a decisiones més prudentes, sino que se polarizan més. En definitiva, la polarizacién Brupal consiste en una acentuacién de la postura inicialmente dominante en el grupo, que se produce como consecuencia de la discusién grupal. Desde entonces, numerosas Investigaciones han confirmado este fendmeno y han detallado las con- diciones en las que aparece. Las explicaciones que diversos autores han propuesto sobre la existencia de dicho efecto pueden consultarse en Huici (2011) El pensamiento de grupo Existen ocasiones en las que los grupos, a pesar de estar formados por personas altamente cualificadas, adoptan malas decisiones que tienen con- ‘Rig nas eo, Domo nape secuencias desastrosas. El punto de partida de Janis (1972) fue precisa- puagde ai caer docstoc mestigars ela rente el andlisis de los procesos de toma de decisiones grupales que pro- Used deat dort acon mente el andlisis de los procesos cle toma de gtupales que pro-_ Unbeil dee se vocaron varios de los fiascos més importantes en la historia de los Estados pesisién. Si meyer ontibucn sn enbargo, Unidos, como el ataque en 1941 a la base naval de este pais en Pearl Har bor por parte de la armada japonesa, ola invasién de Bahia de Cochinos sd de oau ecm poping igesansenie de po) en 1961 $2 predujo en el dea del rr de decisoney 2 Te ques dc tesa especiaimente a Introduccién ala Psicologia Social Janis consideré que estos errores se debian a un modo de pensamiento que se observa en los miem- bros de grupos cohesivos, cuya tendencia a la unanimidad supera la motivacién por evaluar de forma realista cursos de accién alternativos, fendmeno que denominé pensamiento de grupo. El pensamiento de grupo se caracteriza por el deterioro de la eficacia mental, de la contrastacién de la realidad y del juicio moral, como resultado de las presiones del grupo. En 1982 Janis analiz6 otras decisiones impor- tantes que también tuvieron consecuencias desastrosas, como el caso Watergate 0 Ia escalada arma- ‘mentistica en la guerra del Vietnam. En la Figura 13.1 se presenta, esqueméticamente, el modelo pro- puesto por Janis (1982) a partir de todos sus anilisis. By Figura 13.1. Esquema del modelo de pensamiento grupal propuesto por Janis (1982) | Antecedentes Consecuer —— ipo cohesive —— —s ——— Tendencia ala Sitomas del Toma de de la organizacién unahimidad Perupal delectuosa 3, Contexto situacional provocativo wy acetic Baja probed de resultados sallsfactorios, Como puede comprobarse, segiin este modelo, existen tres antecedentes (que se describen con de- talle en la Figura 13.2) que influyen en la tendencia a la busqueda del acuerdo 0 unanimidad a toda costa por parte de los miembros del grupo. Esto provoca una serie de sintomas que advierten que se estd produciendo el pensamiento de grupo y que, a su ver, finalmente conducen a los defectos 0 fallos cen la toma de decisién (véase Figura 13.3). El resultado es una decisién con consecuencias claramente negativas. Por tanto, un grupo muy cohesionado, aislado de puntos de vista disidentes, con un Ifder que sefiala desde el principio cual es la alternativa preferida, en el que no existen normas de procedimiento para la toma de decisién (p.e., andlisis de otras alternativas), formado por personas similares en cuanto a ideologia y caracteristicas sociales, y que presenta un elevado grado de estrés y baja autoestima, cons- tituyen el caldo de cultivo del pensamiento de grupo, Janis (1982) identificé en tipos, como muestra la Figura 13.3. Veamos en qué consiste cada uno de ellos. Acompafiaremos la des- ripcién con ejemplos extraidos por Janis de lo sucedido entre los consejeros de Kennedy cuando adop- 1u andlisis ocho sintomas del pensamiento grupal, que se clasifican en tres Psicologia de los grupos I Figura13.2, Antecedentes del pensamiento grupal | err teeters 2) Aislamiento del grupo b Falta de liderazgo imparcial © Falta de normas sobre procedimientos metodoldgicos {@ Homogeneidad de los miembros, SOS TTS D> a) Alto grado de estrés por amenazas externas y poca esperanza de encontrar una solucién mejor que la que apoya el lider b) Baja autoestima del grupo inducida temporalmente por: Fracasos recientes Excesivas diffcultades en la toma de decisi6n actual Dilemas morales taron la decisi6n de invadir Bahia de Cochinos en 1961, a la que Janis se refiere como un fracaso per- fecto, § lusién de invulnerabilidad: alude al optimismo excesivo que ciega a los miembros del grupo ante las advertencias de peligro. «Reinaba la euforia: crefmos por un momento que el mundo era ‘plés- tico’ y que el futuro era ilimitado» (Schlesinger, miembro del grupo). = Creencia incuestionable en la moralidad del grupo: los miembros asumen la moralidad inherente a su grupo e ignoran cualquier reparo ético 0 moral que cuestione su decisién. Los miembros del ‘grupo nunca se plantearon que estaban planeando actos ilegales de agresién contra un pequefio pafs vecino, Racionalizacién colectiva: se desestima, mediante justificaciones colectivas, cualquier informacién que cuestione la decisién del grupo. El presidente Kennedy, como lider en las reuniones de la Casa Blanca, era probablemente més activo que cualquiera a la hora de proponer preguntas es- cépticas; sin embargo, parece que alenté la docilidad del grupo y la aceptacién acritica de los ar- gumentos defectuosos en favor del plan de la CIA. '= Punto de vista estereotipado del oponente: los miembros del grupo consideran a los grupos opo- nentes demasiado malos como para negociar con ellos, o demasiado débiles y carentes de inte- ligencia como para defenderse a si mismos de la iniciativa planteada. Castro fue considerado un lider débil e histérico, cuyo ejército estaba listo para desertar, se le consideraba tan estipido que se suponfa que, aunque estuviese advertido por ataques aéreos, no harfa nada por neutralizar la resistencia cubana. Al haber subestimado tanto las capacidades militares de Castro, el presidente Introduccién a la Psicologia Social Kennedy y sus consejeros se dieron cuenta muy tarde de que no se podia establecer con éxito tuna avanzadilla en Cuba sin una fuerza militar al menos 10 veces mayor que la que habfan acor- dado enviar. Autocensura: los miembros del grupo tienden a anular los recelos, temores u opiniones que con- tradigan la decisién adoptada, con tal de no romper la armonia, En su informe del fracaso de la Bafa de Cochinos, Schlesinger admite que dudé en plantear sus objeciones cuando asista a las reuniones, por miedo a que los otros lo consideraran presuntuoso por estar en desacuerdo con augustas cabezas de las mejores instituciones del gobierno. Presién sobre los disidentes: con objeto de mantener la unanimidad, se presiona a quienes plan- tean dudas acerca de las suposiciones y planes del grupo, e incluso se les ridiculiza o se les echa «En los meses posteriores al suceso de la Baha de Cochinos me reproché amargamente haber guardado silencio durante todas aquellas discusiones cruciales en el gabinete, aunque mis senti- ientos de culpabilidad fuesen mitigados por el conocimiento de que cualquier objecién hubiese logrado poco, excepto ganarme el apelativo de chinches (Schlesinger). usién de unanimidad: la presién sobre los disidentes y la autocensura crean este sintoma, una ilusi6n de consenso y acuerdo acerca de la decisién del grupo. «Nuestras reuniones tuvieron lugar en una curiosa atmésfera de consenso asumido» (Schlesinger, Fxistencia de «Guardlianes de la mente»: algunos miembros protegen al grupo de cualquier infor macién que contradiga su decisién. El hermano del Presidente, Robert Kennedy, que habia sido informado constantemente del plan de invasién de Cuba, le pregunt6 a Schlesinger por qué se oponia al plan. Tras escu- char su respuesta le indicé: «puede que tengas razén o puede que estés equivocado, pero el presidente ya ha tomado su decisién. No lo hagas todavia més dificil. Este es el momento ‘en que todo el mundo debe ayudarle en la medida de sus po- sibilidadesy. Como consecuencia de todo lo comentado hasta el momento, se producen una serie de fallos o defectos en la toma de decisiones, descritos en la Figura 13.3. Ademés de las conclusiones derivadas de sus andlisis, Janis (1982) también propuso varias medidas destinadas a reducir la apa- rici6n del pensamiento grupal. Entre ellas, cabe cestacar: que el If- der adopie una postura imparcial, que se formen subgrupos que se redinan por separado p a llevar a cabo un analisiscritico, o que se invite a personas cualificadas externas al grupo para que pongan en tela de juicio las decisiones (véase un andlisis detallado de esta yolras cuestiones sobre el pensamiento de grupo en Huici, 2011), Jah F Kenedy yl secetario de deers do sods Unis <0 1961 1968, Robart MeNamara,deninado ‘argue dea Guera de Vitra, oo dole asc, rotgonirados por *TUU dant el rand de Kenedy Sralizados ors. Coan abandondel goer, MeNsmare marfetpicamene queda s0¢ esp se eta esponsable de haber acoso ma pretdeteKanrcy ela vain des Usa de Ctioe Psicologia de los grupos Wf Figura 13.3. Sintomas y defectos en|a toma de decisiones segun el modelo de pensamiento grupal |e 1. llusi6n de invulnerabilidad efectos en la toma de decisiones 2, Creencia en la moralidad + Inrinseca del grupo pee _ |. Revision incompleta de las atematvs (Semmens 2. Revuidn completa dels 3. Raclonalizacibncoleciva—_objetvos en 4 Extereatips sabe os dems 3 Falls enol examen dels resgos grupos de la solucién elegida 4, Fallos en la reevaluacién de las ee — alternativas rechazadas, 5. Aulocensura inicaimente 6, Presién directa sobre los Mala o insuficiente busqueda de disidentes SS ea 7. llusién de unanimidad 6. Sesgos selectivos al procesar la 8, Guardianes de la mente informacion dlspondble 7. No se elaboran planes alternativos A continuacién desarrollaremos brevemente otro modo de int juencia del que podemos ser objeto cuando formamos parte de un grupo, en este caso la influencia que procede del lider. ® LOS EFECTOS DEL LIDERAZGO SOBRE LA CONDUCTA GRUPAL ‘Como indica Morales (1985), e! liderazgo es uno de los procesos grupales basicos, y el fenémeno grupal serfa totalmente incomprensible si se prescindiera de él. Normalmente, se seftala que el estudio cientifico del liderazgo en la Psicologfa Social comienza en la primera mitad del siglo XX, més concre tamente, cuando se realizaron los conocidos estudios que Lewin puso en marcha en la Universidad de lowa (Lewin, Lippitt y White, 1939). Nos referimos a los clAsicos trabajos en los que se investig6 el efecto de las atmésferas democratica, autocratica y laissez-faire, creadas experimentalmente por Lippitt (1940) y por Lippitt y White (1943). En dichos estudios, que se describen en el Cuadro 13.4, se puso de manifiesto la influencia que ejerce el estilo de liderazgo sobre la conducta de los miembros del grupo. A Cuadro 13.4. Influencia delestilo de liderazgo en ia conducta grupal El trabajo de Lewin et al, (1939) se desarrollé en dos estudios. Los objetivos fundamentales del primero fueron elaborar técnicas para crear y describir la xatmésfera social» en clubes de ocio donde asistfan nifios centre 10 11 afios, asf como estudiar cuantitativamente los efectos que ejercen distintas atmésferas sociales sobre el grupo y la conducta de sus miembros. Ast, Lippitt (1940) comparé una atmésfera democratica y una Autocratica en dos grupos. Basicamente, en la atmésfera autocritica el lider organizaba todas las actividades del grupo y tomaba todas las decisiones. En la atmésfera democratic el lider sometia a discusién y decisién Introduccién a la Psicologia Social del grupo todas las actividades y sugeria varios procedimientos alternativos, entre los que os nifis podian ‘legit para alcanzar los objetivos grupales. Estas decislones, adoptadas democréticamente, eran posteriormente acatadas en el grupo. En general, los resultados mostraron que el estilo de vida y pensamiento iniciado por el Ider dorninaba las re- laciones entre los nif, asi como las relaclones nifio-ider, y que Jos efectos de la atmésfera democrdtica eran mucho més positivos {que los obtenidos en la atmésfera autocritica. Lewin (1939/1964) postulé que estos resultados se debfan a que la tensién era mayor fn la atmésfera autocrética, y aque la estructura dinémica de ambos ‘grupos era bastante diferente: en los grupos en los que se eercié un Tiderazgo autocrético existia una clara distincidn de estatus entre lider y fos nifios, que no se apreciaba cuando se desempefiaba un estilo democratico, Ademds, el lider autocrstico difcultaba que los nifios adquirieran el liderazgo, lo que no ocurr‘a cuando se ado ee aalsauretaereNesS "Pr Emagen el de on momen dol expenento En el segundo estudio, cuyo objetivo més importante era examinat los efectos que tenfan las distintas al- imésferas sobre la conducta individual y la del grupo, Lippitt y White (1943) investigaron cuatro nuevos clubes, ineluyeron una tercera atmésfera (laissez-faire) y, a diferencia del primer estudio, expusieron a los mismos nifios sucesivamente alas distintas atmésferas, Bajo la nueva atmésfera (aissez-aire), los lideres concedian a Jos miembtos del grupo completa libertad de accién, En general, los resultados obtenidos en este estudio co rroboraron los anteriores, mostrando, ademés, una notable diferencia entre las atmdsferas laissez faire y de- ‘mocratica, a favor de esta ditima, Se enconté también que aparecfan dos tipos de reacciones en los grupos ‘utocriticos, una caracterizada por la agresi6n y otra por la apata, Segin Lewin (1939/1964), y esta es la aportacién principal de los estudios descritos, los resultados obtenidos en estos trabajos eran una prueba evidente de que el ajuste de la conducta de los chicos a las tes situaciones (autocratica, democritica y laissez-faire) no se debia a diferencias individuales. Con- cretamente, era el estilo de liderazgo ejercido el que provocaba las diferentes respuestas de los grupos. A pattir de ese momento se desarrollaron numerosas investigaciones sobre diferentes estilos de lide- razgo (p.e, orientado a la tarea, orientado a las relaciones, transformacional, transaccional) y su in- fluencia en la satisfaccién y rendimiento de los miembros del grupo (véase una revisién en Cuadrado, 2001), Una vez presentados sucintamente diversos procesos que se derivan de nuestra pertenencia a grupos, dedicaremos el resto del capitulo a las relaciones que establecemos con personas de otros grupos ba- sindonos en esa pertenencia. \j RELACIONES INTERGRUPALES Las relaciones intergrupales hacen referencia a aquellas que se establecen entre dos o més grupos y sus respectivos miembros. Como sefialé Sherif (1962), cuando las personas que pertenecen a un grupo Psicologia de los grupos interactiian, colectiva 0 individualmente, con otro grupo o sus miembros en funcién de su identificacién ‘grupal podemos hablar de la existencia de comportamiento intergrupal. Numerosas situaciones ilustran ‘cOmo este tipo de comportamiento es bastante habitual. Es el que caracteriza, por ejemplo, a las rela~ ciones que se establecen entre los seguidores de dos equipos de fttbol cuando acuden al campo a ver la final de la copa de Europa, o entre los miembros de dos grupos étnicos que se disputan la ocupacién de un edificio, o entre personas de diferentes naciones 0 ideologfas enfrentadas en una guerra, 0 entre estudiantes de dos carreras diferentes que tratan de obtener un premio para una de las titulaciones, entre hombres y mujeres discutiendo las ventajas que supone ser hombre en detetminados Ambitos. En todos estos casos es la identificacién con el grupo la que marca la pauta de los comportamientos, que no serfan los mismos si las relaciones se estableciesen a titulo individual, sin tener en cuenta la perte- nencia grupal. Dos son las teorias més destacadas que analizan las relaciones intergrupales, la teorfa del conflicto realista y la teorfa de la identidad social. La teoria del conflicto realista Uno de los aspectos que ha despertado el interés de los investigadores dedicados al estudio de las relaciones intergrupales es el conflicto que en no pocas ocasiones se genera cuando las personas dejan de interactuar con otras a titulo personal y lo hacen sobre la base de su pertenencia grupal. De hecho, muchas relaciones intergrupales estan caracterizadas por tensién, desconfianza y recelos. La historia esta plagada de ejemplos de conflicto entre grupos étnicos, nacionales o religiosos. Una prueba de todo esto la constituyen las consecuencias que tuvo la formacién de grupos en los experimentos Ile- vados a cabo por Sherif que describiremos a continuacién. Pero, incluso aunque la pertenencia a los grupos se defina por : isa ns criterios arbitrarios, como se comprobara més adelante, las personas evaliian a los miembros de su grupo més favorable- PEO a ‘mente y les asignan més recursos que a los miembros del exo- PE al eo CAVE” El inicio del estudio del conflicto intergrupal puede situarse a mediados del siglo pasado, cuando Muzafer Sherif lleva a es ios esis cabo una serie de experimentos de campo que constituyen la Pra base para la formulacién de la teorfa del conflicto realista (She- i Pre ted i s : esarrollan en Wee eM if, 1966; Sherif y Sherif, 1969). Estos trabajos se desarrollar ICY ian: campamentos de verano; el més representativo es el conocido ‘como experimento de la Cueva de los Ladrones (Sherif, Harvey, White, Hood y Sherif, 1961), que debe su nombre al del Parque Pigue eal Cue dele aikres (O¥shor),anplarente Estatal de Oklahoma en el que se realiz6, Dicho experimento sonido por epetcsin de x xpernetn de capo sre - ms conto epupas leads cabopar Shey abodes se describe en el Cuadro 13.5. medadas dal siglo. Introduccién a la Psicologia Social Cuadro 13.5. Oklahoma, verano de 1954 el experimento dela Cueva de los Ladrones Los participantes eran 22 nifos de 11 aos, sanos, educados, sin problemas escolares, de clase media, re- ligién protestante y con un Cl superior a la media, que acudan a un campamento de verano, Cada chico fue aleatoriamente asignado a uno de los dos grupos que se erearon: los Rattlers y los Eagles (elas serpientes» y «las 4guitaso). Ambos grupos llegaron al campamento en ferentes autobuses y momentos, Durante la primera semana, que constituyé la primera fase del experimento, los chicos interactuaron con el resto de miembros de su grupo, y desconocian la existencia del otro grupo. En esta fase se consolidaron los grupos y surgi6 una estructura grupal (p.e,, desarrollo de normas, distibucién de roles, emergencia de Iideres). En la siguiente fase, que dur seis dia, a cada grupo se le comunicé la existencia del oto y los experimentadares introdujeron luna serie de juegos de interdependencia negativa, Se trataba de actividades competitivas, es decir en las que sélo uno de los grupos podta lograr el objetivo que deseaban a expensas del otro (p.e,, la victoria en compe- ticiones depontvas). Estas condiciones fueron suficientes para que surgiera hostlidad y se manifestasen con- ductas agresivas hacia el otro grupo (p.,, «las Aguilas» perdieron al juego de la soga y reaccionaron quemando la bandera de «las serpientess; todos utilizaban motes despectivos para referirse a miembros del otro grupo) Junto a estas conductas, e! conficto también consiguié aumentar la solidaridad endogrupal. La conclusién a la que llegaron los autores en esta segunda fase es que el conflicto 0 competicién entre grupos por recursos ‘que todos desean, pero que s6lo un grupo puede obtener, es suficiente para que aparezcan conductas hostiles ¥ agresivas hacia los miembros del otro grupo. (Gs papanta jgando sl wogaen fs Ta holds err los gros te manifests con conduct coma a ‘las dl experiment ‘quona de bandera del exopupo. En la tercera fase, los experimentadores trataron de reducir e! conflicto intergrupal Para ello, plantearon situaciones en las que los grupos podtan interactuar en contextos agradables (p.¢,, viendo juntos una pelicula). Sin embargo, estos contactos no sirvieron pata aminorar el Conflico. Posteriormente, intentaron reducitlofa- cilltindoles a los chicos informacién favorable sobre el otro grupo e, incluso, el capellin apel6 al perdén y al amor fraternal. Nada de esto surti efecto, Llegados a este punto, os investigadores decidieron introducir metas supraordenadas, Se trataba de metas atractivas para ambos grupos, pero que sélo podian alcanzar si cooperaban con el otro grupo (p.e, conseguir que el camién que les provela de comida arrancara, lo que s6lo era posible si lo empujaban miembros de ambos grupos). Se trata de un claro ejemplo de interdependencia positiva, En este caso, los esfuerzos en comin que hicieron los chicos sirvieron para reducir gradualmente el conflicto y la hostilidad entre ambos ‘grupos. incluso, al final del experimento, buscaron activamente oportunidades de contacto (p.e., todos deci- ddieron volver a casa en un mismo autobts en lugar de en los dos separados en los que habjan llegado), Psicologia de los grupos Desde la perspectiva de la teor‘a del conflicto realista, por tanto, la competicién por recursos escasos es un prerrequisito para que emerja el conflicto. Ast, en la medida en que los miembros de un grupo perciben que el otro grupo representa una amenaza a sus propios recursos, surgiré el conflicto y las re- laciones intergrupales se deteriorardn. Es importante destacar que, para que se active la percepcién de amenaza, no es necesario que esté implicado el interés individual, basta con que se amenace el interés endogrupal para que se produzca hostilidad, la cual serd dirigida hacia la fuente de la amenaza (el exo- grupo). Por ejemplo, es lo que sucederfa si una mujer accede a un puesto directivo en una empresa y los hombres que trabajan en ella inician una campafia de desprestigio, aludiendo a las escasas capaci- dades de las mujeres en posiciones de responsabilidad, independientemente de que muchos tengan claro que jamés desempefiaran un puesto directivo. Ahora bien, cuando la consecucién de las metas requiere la cooperacién entre los grupos, lo que se denomina interdependencia positiva, la teor‘a de- fiende que las relaciones intergrupales mejorarén. En definitiva, esta teorfa postula que el conflicto intergrupal surge por la competicién entre grupos por recursos que todos desean (que pueden ser, entre otros, dinero, prestigio, estatus o poder), y que la cooperacién entre los grupos mediante metas supraordenadas reducird dicho conflicto. Sin embargo, la realidad nos muestra que en cualquier sociedad existe un acceso desigual a los recursos (que suelen estar en manos de los grupos dominantes)y, sin embargo, ello no se traduce necesariamente en un con- flicto intergrupal Por tanto, aunque la teor‘a del contlicto realista lleva a cabo importantes aportaciones al Area de las relaciones intergrupales, algunos de sus hallazgos no pueden explicarse facilmente apelando a la exis- tencia de un conflicto objetivo de intereses. De hecho, como ocurre en numerosas ocasiones, incluso antes de producirse una competicién expresa, los chicos en los campamentos de verano la anticipaban y comenzaban a manifestar actitudes negativas hacia los miembros del otro grupo. Por tanto, si el con- flicto de intereses no es imprescindible, cabria preguntarse cudl es la condicién minima necesaria pata que se produzcan comportamientos intergrupales, La teoria de la identidad social Con el objetivo de responder a la pregunta que acabamos de plantear, Tajfel, Billig, Bundy y Flament (1971) disefiaron un paradigma experimental que se conoce como el aparadigma del grupo minimo». La idea inicial de estos autores era comprobar si la mera clasificacién de las personas en dos categorfas {endogrupofexogrupo; nosotros/ellos) seria suficiente para desencadenar la discriminacién intergrupal. Para ello, llevaron a cabo una serie de experimentos bajo el citado paradigma, en los que debian cum- plirse varios requisitos. Entre ellos destaca la ausencia de interaccién cara a cara entre los participantes, que no debfan mantener ninguna relacién durante el experimento, o el completo anonimato de los miembros del grupo, es decir, la tarea debia llevarse a cabo baséndose Gnicamente en la pertenencia de los individuos a un grupo u otro, pero desconociendo a qué personas concretas afectaba. Otro as- Introduccién a la Psicologia Social pecto importante es que la respuesta no debia tener valor utiltario para el participante, es decir, tenia que estar excluido el interés personal, por lo que no se actuarfa motivaco por el beneficio propio. somo se las ingeniaron Tafel y sus cola diciones? De forma resumida, utilizaron un criterio arbitrario para asignar aleatoriamente a los partic- pantes a dos grupos y les solicitaron realizar una tarea de reparto de dinero que afectaba a individuos de los que s6lo conocfan su pertenencia al exogrupo 0 al endogrupo. | Cuadro 13.6 describe el expe- rimento inicial desarrollado bajo este paradigma. idores para disefiar un estudio que cumpliera estas con- 1) Cuadro 13.6, Consecuencias dela categorizacién a partir de un crlterio arbitraro: experimento inicial del para~ ddigma del grupo minimo ‘Tajfel etal, (1971) selecclonaron a estudiantes de secundaria a los que les proyectaron varias diapositvas, la mitad de las cuales contenta cuadros de Klee y la otra mitad de Kandinski. Los participantes debfan indicar por escrito qué cuadros les gustaban més. Inmediatamente después se les comunicaba que eran trasladados individualmente a una sala para responder a una serie de cuestiones relacionadas con sus preferencias est ticas. nesta fase los participantes fueron asignados aletoriamente a uno de os dos grupos (preferencia por Klee 0 por Kandinsk), independientemente de sus respuestas previas (en las diapositvas no se identificaba el nombre del pinto. (advo deaul Kee “Giadro de Va Kanna Su tarea consistia en adjudicar diversas cantidades de dinero a otros dos partcipantes,identficados por un digo, de los que s6lo conocian su preferencia por Klee o Kandinski, Es deci, realizaban un reparto de dinero hacia personas andnimas. La nica informacién dela que disponian era que se trataba de un miembro del endo- {grupo (porque le gustaba el mismo pintor que al partcjpante) 0 del exogrupo (porque prefera al oro pintor). Los resultados pusieron de maniiesto que el 72.3% de los sujetosfavorecieron a los miembros de su propio grupo (fax ‘ortsmo endogrupal) en elreparto, a pesar de tratase de personas anGnimas con las que no haban interactuado, Estos resultados y los obtenidos en los numerosos estudios realizados posteriormente bajo este paradigma con diferentes tipos de participantes y recompensas, y con distintos citerios de categorizacién (véanse revie siones, p.e,en Brown, 2000), demostraron que la mera categorizacin era suficiente para desencadenarfa- Vortismo endogrupal (ra la Condici6n minima necesaria para producrlo; de aht el nombre que recibe este pparadigma). Para explicar estos resultados, Tafel y Turner (1979) desarollaron a teora de la identidad social Psicologia de los grupos Segiin la teor‘a de la identidad social, la categorizacién de las personas en gru- pos sociales les proporciona una identidad social. Como se ha visto en el Capitulo 5, la identidad social consta de aquellas facetas del autoconcepto de una persona que resultan de su pertenencia a un grupo, junto con los aspectos emocionales y valorativos derivados de esa pertenencia, Desde el momento en el que las personas se definen a partir de su identidad social, se desencadena un proceso de compa- racién social en el que comparan a su endogrupo con exogrupos relevantes de su entorno, en dimensiones que sean valoradas socialmente, Estos procesos de com- paracién social, combinados con una motivaci6n intrfnseca a percibirse de forma positiva, es lo que da lugar a la diferenciacién intergrupal positiva y al favoritismo endogrupal. Es decir, las personas se esfuerzan por lograr o mantener una identidad social positiva, y éta se basa en gran medida en percibir que e| endogrupo se diferencia favorablemente de ciertos exogrupos relevantes, con los que se compara. Fr jel (9To 98D Pc Sin embargo, la motivaci6n por obtener una identidad social positiva no deter- socal euspeo cia conti a mina, por sf sola, qué conductas intergrupales se van a manifestr.Tajfel y Turner pnp en patel 318 (1979) sefialan que las actitudes y conductas intergrupales dependen tanto del grado Polit en grab de identificacién social con el grupo como de la estructura social de las relaciones funders dea Sc ope intergrupales. Y la teoria seftala que son tres las principales caracteristicas de la es- Srl cn al ea dln tructura social que se combinan con la identidad social para determinar cémo se rate soci dela pros comporta una persona categorizada: la legitimidad percibida de esa estructura, su frpete en Naeamaica. estabilidad, y la permeabilidad de las fronteras grupales. De forma general, se puede sefialar que, cuando las personas perciben que las posiciones de los grupos en la sociedad son legitimas ¥y estables, tendrén una identidad social segura y no considerarén necesario maximizar las diferencias on otros grupos. Es lo que puede ocurrirles a personas con un estatus socioeconémico elevado en cual: auier sociedad. La percepcién de que la jerarqufa social es inestable y/o ilegitima (identidad social inse- {ura} puede activar la necesidad de comprometerse en acciones colectivas encaminadas al cambio social, ten el caso de grupos de bajo estatus (los movimientos de las mujeres en su lucha por la igualdad de de- rechos ejemplifican esta situacién), 0 el desarrollo de ideologias justificadoras del statu quo por parte de grupos que ocupan una posicién superior que en el fondo consideran ilettima. Pero, en definitiva, es la percepcién de permeabilidad de las fronteras grupales la que determina qué estrategias pueden utilizarse para obtener una identidad social positiva cuando dicha identidad sea insatisfactoria, Silas fronteras se perciben flexibles o permeables, se utilizar‘a una estrategia individual. Es el caso de una persona que se ha criado en un ambiente deprimido socialmente y gracias a su esfuerzo consigue ascender en la jerarquia social, Pero si se percibe que las fronteras son rigidas e impermeables, se adoptarén estrategias colectivas. Es lo que ocurre cuando la pertenencia viene determinada, por ejemplo, por el origen étnico. Segiin Tajfel y Turner (1986), en condiciones de identidad social insatisfactoria podrian adoptarse las siguientes estrategias: cokes tent al indvualisro Introduccién ala Psicologta Social 1. Movilidad individual, es decir, abandono del grupo que proporciona una identidad social inadecuada para pasar a formar parte de otto 1 ‘embargo, hay acasiones en las que esta estrategia no ¢ posible. Por poner un ejemplo contundente, un afroamericano no puede dejar de pertenecer a ese ‘grupo para formar parte del de los norteamericanos blancos porque no puede cambiar su color de piel (por mucho que algtin famoso lo haya intentando con insistencia). Existen otras dos posibles estrategias, des- critas a continuacién, éstas de cardcter colectivo, que se podrian poner en marcha, 4s valorado. Sin Creatividad social. Esta estrategia se centra en las comparaciones que se establecen con otros grupos y consiste en modificar 0 redefinir la forma en la que se lleva a cabo la comparacién. Esto puede lograrse de tres modos: {i aicaneriron veins Ganie ica de epegiodn acl ha tind dents estates dein 3 consi one ‘end soil porn. Po eemple, adoptiron edges ono bjt deiner el war neptiv tabu a rang no (lo ‘ego es bello). simlanaprlagonizaro al intenso movimiento po tes devochos evils an EEUU, |= Comparando al endogrupo y al exogrupo en una dimensién nueva. Por ejemplo, los miembros de los paises de Europa del Sur pueden mejorar su identidad social si deciden compararse con los de ropa del Norte en condiciones climé icas y estilo de vida, en lugar de hacerlo en de- ® Invittiendo el valor asociado a determinadas caracteristicas del grupo, de modo que lo que era valorado negativamente pase a serlo positivamente. El ejemplo clésico lo constituye el fa- moso eslogan «lo negro es bello», segtin el cual los valores negativos color de piel se rechazan e invierten ‘elacionados con ese = Modificando el exogrupo de comparacién, sobre todo evitando al exogrupo de alto estatus. Por ejemplo, si en nuestro pais los inmigrantes ecuatorianos salen desfavorecidos al compararse con los espafioles, pueden utilizar como grupo de comp: consideren inferior. Aacién a otto grupo inmigrante que 3. Competicién social. Consiste en tratar de superar al exogrupo de comparacién en la dimensién © dimensiones en las que previamente se salfa desfavorecido. Es decir, la busqueda de la distin- tividad positiva se produciria a través de la competicién dir con el exogrupo, Como indican Tejfel y Turner (1986), ello generard contflicto entre los grupos. El movimiento por los derechos Civiles en Estados Unidos y los movimientos de las mujeres por la igualdad constituyen un ejem: plo de esta estrategia. Aunque la movilidad individual y algunas formas de creatividad social pueden reducir el conflicto intergrupal, tienen otras implicaciones. Como seftalan Tajfel y Turner (1986), la movilidad individual im Psicologia de los grupos plica la desidentificaci6n con el grupo de origen de la persona que la pone en marcha. Al tratarse de tuna solucién personal, no modifica el estatus del grupo al que se pertenecfa, no resuelve el problema de la identidad social negativa a nivel grupal y, sin embargo, puede favorecer procesos de desintegracion dll grupo. Las estrategias de creatividad social pueden crear o restaurar una autoimagen positiva del en- dlogrupo, pero también es posible que den lugar a una fals rvalidad con algtin otro grupo desfavorecido {es decir, que se desprecie més a otros grupos minoritarios de lo que lo hace el grupo dominante). De forma conereta, utilizar una nueva dimensién de comparacién puede aumentar la tensi6n intergrupal si se pone en peligro la distintividad superior del exogrupo. Es decir, puede generar mas tensiones entre Jos grupos si se cuestiona la superoridad del grupo dominant Por otra parte, os autores destacan qu si se opta por modificar el exogrupo de comparacién, esto no evita que el grupo se siga manteniendo cen la posiciGn de inferioridad en la que se encontraba. Es decir, si un grupo es pobre, esto no cambiard con esta estrategia. Lo que ocutre es que sus miembros pueden considerar més tolerable la pobreza si se comparan con grupos atin ms pobres y no con los que manejan més recursos que ellos. Esta teor‘a ha recibido un notable apoyo empitico, ha suscitado un gran interés y ha dado lugar a desarrollos teéricos posteriores de gran relevancia (véanse, Huici y Gémez-Berrocal, 2011; Yzerbyt y Demoulin, 2010). Teniendo en cuenta el cardcter negative que acompafia en no pocas ocasiones a las relaciones in- tergrupales, no debe sorprendernos que se hayan destinado importantes esfuerzos a investigar el modo de mejorar este tipo de relaciones, aspecto en el que nos centraremos a continuacién 1 LA MEJORA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES La teoria del contacto intergrupal La Psicologta Social ha estado interesada en el estudio del contacto intergrupal casi desde sus inicios (véase una revisi6n en Pettigrew, Trop, Wagner y Christ, 2011). Pero no es hasta 1954 cuando Allport incluye en su conocida obra «La Naturaleza del Prejuicio» su influyente hipotesis del contacto, que marcarfa el comienzo de una prometedora linea de investigacién. Esta hipétesis establece que el con- tacto intergrupal reducitd el prejuicio y el conflicto entre grupos, siempre que se curnplan los cuatro re- quisitos siguientes: 1) Igualdad de estatus en la situacién de contacto. Los grupos que entran en contacto deben poseer un estatus similar en las caractersticas sociales que puedan ser relevantes en ese contexto, 2) Existencia de metas comunes. Los grupos que entran en contacto deben compartir metas u obje- tivos, De ese modo, si logran sus metas disminuye el prejuicio entre ellos. 3) Cooperacién intergrupal. El logro de metas comunes debe implicar la interdependencla entre los miembros de ambos grupos, sin que exista competicién intergrupal. El experimento de campo Introduccién a la Psicologia Social llevado a cabo por Sherif et al. (1961), descrito previamente, ilustra el efecto beneficioso de la ccooperacién en la mejora de las relaciones intergrupales. 4) Existencia de apoyo social o institucional. La iitima condicién planteada por Allport hace refe- rencia al respaldo del contacto por parte de autoridades, leyes, normas o costumbres sociales. En los tiltimos afios, se han afiadido otras dos condiciones que se consideran criticas para que el contacto intergrupal sea exitoso. Una es que se dé la oportunidad de que los miembros de los grupos se conozcan personalmente, lo que conduce a desconfirmar estereotipos negativos y romper la percep: cin de homogeneidad del exogrupo (Brewer y Miller, 1984; Miller, 2002). La segunda consiste en que la situacién de contacto favorezca el establecimiento de relaciones de amistad con miembros del exo- ‘grupo (Pettigrew, 1998). A pattir de su formulacién, la hipétesis del contacto dio lugar al desarrollo de numerosos estudios, que arrojaron diferentes resultados sobre los efectos del contacto intergrupal. Como consecuencia, se sucedieron miltiples revisiones de trabajos empfricos, cuyas conclusiones también fueron divergentes, (véase, Pettigrew et al, 2011), debido, basicamente, a las limitaciones que presentaban. En un intento por aportar respuestas sobre los efectos del contacto intergrupal para la reduccién del prejuicio y el conflicto entre grupos, Pettigrew y Tropp (2006) realizaron un meta-andlisis sobre esta cuesti6n, con los resultados de todas las investigaciones llevadas a cabo en el siglo xx. Un total de 515 estudios, con més de 250000 participantes de 38 patses, formaron parte del meta-andlisis. Los resultados revelaron que cexistia una correlacién media negativa entre contacto y prejuicio, es decir, se evidencié que a medida ‘que aumentaba el contacto entre los grupos dlisminu‘a el prejuicio. Es més, esta relacién negativa se producia en el 94% de los estudios analizados. Como indican sus autores, este resultado general puede aceptarse si se descartan tres explicaciones alternativas. La primera hace referencia a la posible existencia de un sesgo en la seleccién de los parti- cipantes, es decir, que s6lo se incluyeran en los estudios aquéllos que desean el contacto y, por tanto, que no tienen prejuicio, Para poner a prueba si se produce este sesgo, se consideré la influencia de! grado de eleccién que tenian los sujetos en evitar el contacto, Como se demostré que la disminucién del prejuicio era mayor, incluso cuando los participantes no tenfan ninguna posibilidad de eleccién sobre el establecimiento del contacto, la existencia de este sesgo se descart6. En segundo lugar, el resul- tado obtenido podria deberse a la inclusién en el meta-andlisis s6lo de estudios publicados, con la limi- tacién que ello supone al publicarse preferentemente los que informan de efectos positives y significativos, del contacto en la reduccién del prejuicio. Sin embargo, también se incluyeron estudios sin publicar, que tenfan un efecto incluso mayor que los publicados, Por tanto, esta explicacién tampoco ea plausible. Finalmente, otro aspecto que podria afectar a la validez de los resultados es el rigor con el que se habian llevado a cabo las investigaciones (pc, calidad de las medidas, tipo de estudio 0 tipo de contacto me- ido}. Silos estudios menos rigurosos fuesen los responsables principales del resultado obtenidlo, ello le restarfa credibilidad. Sin embargo, se encontr6 que cuanto més rigurosas (p.c., experimentos) y recientes ‘eran las investigaciones mayores eran las relaciones entre el contacto y la disminucién del prejuicio. Psicologia de los grupos EI meta-andlisis también revel6 que cuando se cumplian las condiciones formuladas por Allport (1954) el efecto del contacto en la reduccién del prejuicio era mayor que cuando no se daban estas condiciones, pero que no eran necesarias para que el contacto ejerciese los efectos deseados. Es decir, ro se trata de requisitos indispensables, como sefialé Allport, sino de factores facilitadores cuya presencia aumenta la eficacia del contacto intergrupal en la disminucién del prejuicio. ‘Ademés, se hallé que los efectos positivos del contacto normalmente se generalizan mas allé de la situacién en la que éste tiene lugar. Esta generalizacién se produce hacia el exogrupo en su totalidad, con algunos de cuyos miembros se establece el contacto, en otras situaciones y contextos intergrupales e incluso hacia otros exogrupos. Ademés, los efectos positivos del contacto no sélo se observan en grupos étnicos para los que fue inicialmente formulada la teorfa-, sino también en otros grupos es- tigmatizados, como los homosexuales, personas con discapacidades fisicas 0 mentales, 0 personas mayores, ‘Veamos a continuacién cudles son los procesos que median en la relacién existente entre el contacto intergrupal y la disminucién del prejuicio. ¢Por qué el contacto tiene efectos positivos? La explicaci6n original que Allport (1954) aporté es que el contacto facilita un mayor conocimiento del exogrupo. La idea que subyace es que en la in- teraccién los grupos podrian percibir las semejanzas existentes entre ambos y ello reducirfa el prejuicio. Posteriormente, diversos estudios han examinado cémo el contacto entre miembros de diferentes grupos, especialmente si se es- tablecen relaciones de amistad entre ellos, favorece la adopcién de la perspec- tiva del otro grupo y un mayor sentimiento de empatia hacia sus preocupaciones ¢ intereses. Asimismo, también se ha prestado atencién al rol que desempefia laamenaza que nos producen ciertos exogrupos y la correspondiente ansiedad que ello nos genera. Los estudios al respecto han demostrado que el contacto intergrupal reduce la amenaza y la ansiedad intergrupales. Para averiguar el efecto de estos tres procesos -aumento del conocimiento del exogrupo, aumento de la empatia y disminucién de la ansiedad intergru- pal-, Pettigrew y Tropp (2008) realizaron un segundo meta-anilisis. Los resul- tados revelaron que los tres procesos median la relacién existente entre contacto intergrupal y reduccién del prejuicio. Sin embargo, los dos tiltimos mediadores __ {ints Trap roles te Pscojgiaen a aumento de la empatia y disminuciGn de la ansiedad intergrupal—clemostraron _ imexipcién et cada mayores efectos que el aumento del conocimiento sobre el exogrupo. Fsto con fadsmnreneersteonco firma que la influencia de los factores afectivos es més importante que la de los __ tmsnocss on desiacado prion tnemactonale cognitivos en la disminucién del prejucio. Introducci6n ala Psicologia Social La mejora de las relaciones intergrupales mediante el contacto indirecto Los contenidos presentados hasta el momento nos permiten concluir que el contacto directo con miembros de otro grupo tiene efectos beneficiosos en las relaciones intergrupales. Este tipo de contacto puede transformar las actitudes individuales de los participantes, pero descubrir la amistad de una per- sona de nuestro grupo con una del exogrupo puede tener una influencia en cascada para los miembros cde ambos grupos, es decir, se experimentarfa el contacto indirectamente. Igualmente, mostrar relaciones entre miembros del endogrupo y del exogrupo en los medios de comunicacién puede modificar las ac- titudes intergrupales de millones de espectadores, especialmente de aquellos que apenas tienen opor- tunidad de tener contacto con personas del otro grupo. De hecho, existen ocasiones en las que no posible el contacto directo entre los grupos, bien porque éstos estan segregados, bien porque existe un elevaddo nivel de prejuicio hacia los miembros del exogrupo (Pettigrew, 1998). En estos casos, el contacto indirecto es el cinico modo de mejorar las relaciones intergrupales. En los Gltimos afios se han analizado los efectos en las relaciones y actitudes intergrupales de diversas formas de contacto indirecto. Concretamente, en la literatura encontramos tres formas de contacto in- directo: extendido ~cuando sabemos que un miembro de nuestro grupo es amigo de un miembro del exogrupo-, vicario-si abservamos que un miembro del endogrupo interactiia con un miembro del exo- grupo, e imaginado ~consiste en imaginarnos interactuando con un miembro del exogrupo-. A ppesar del gran potencial que tienen estas formas de contacto, hasta el momento, y a diferencia de lo que ocurre con el contacto directo, existen muy pocos estudios en la literatura sobre ellas. No obs- tante, hay que tener presente que la investigacién sobre el contacto indirecto tiene pocos afios de vida. Asi, fue en 1997 cuando Wright, Aron, McLaughlin-Volpe y Ropp formularon la hipétesis del contacto extendido, segiin la cual, el mero hecho de saber que un miembro del endogrupo mantiene una relaci6n cercana positiva con un miembro del exogrupo puede reducir el conflicto intergrupal. Estos autores con- firmaron empiticamente que, cuando las personas sabfan que un miembro del endogrupo tenfa un amigo del exogrupo, disminufan las actitudes intergrupales negativas y aumentaban las positivas. ‘Aunque algunos de los procesos implicados en los efectos beneficiosos del contacto extendido coin- ciden con los que subyacen al contacto directo (p.e., reduccién de ansiedad y amenaza), otros sélo se dan en el contacto extendido. Por ejemplo, Wright et al. (1997) sefialaron que se podria producir lo que se conoce como inclusién de los otros en el yo (véase Capitulo 5), estableciendo la conocida aso- iacién «los amigos de mis amigos son mis amigos» (Turner, Hewstone, Voci y Vonofakou, 2008). Tam- bign puede ocasionar que las personas perciban que en su grupo existe una norma de aceptacin y to- lerancia de miembros del exogrupo (Dovidio, Eller y Hewstone, 2011). Varios trabajos recientes aportan interesantes resultados sobre los procesos implicados en el contacto extendido, sus efectos y bajo qué circunstancias este tipo de contacto es mas eficaz (véase, p.e., Cameron, Rutland, Hossain y Petley, 2011; Eller, Abrams y Gémez, 2012; Eller, Abrams y Zimmermann, 2011; Gémez, Trop y Fernéndez, 2010) Psicologia de los grupos Posteriormente, un ntimero cada vez mayor de estudios, quizé alentados por el interés suscitado por el contacto extendido, comenzaron a analizar otras formas de contacto indirecto. Es el caso de los tra- bajos que integran las ideas del contacto extendido con la teorfa del aprendizaje social de Bandura (1986), Se trata del contacto vicario, Segtin esta perspectiva, ver u observar -en oposicién a simplemente tener conocimento de- una interaccién positiva entre un miembro del endogrupo y uno del exogrupo ‘mejora las actitudes intergrupales. Como es fécil suponer, aquf adquirrian especial relevancia los medios de comunicacién, En esta linea, Schiappa, Gregg y Hewes (2005) demostraron que ver programas de televisidn que muestran contacto intergrupal positivo se asociaba con menores indices de prejuicio, Asimismo, Gémez y Huici (2008) han puesto de manifiesto que los efectos positivos de este tipo de contacto aumentan significativamente cuando dicho contacto es apoyado por una figura de autoridad (una de las condiciones sefialadas por Allport). Los procesos especificos que median entre el contacto vicario y la mejora de las actitudes intergrupales son la reduccién de la incertidumbre ante un potencial contacto y el aumento de los sentimientos de autoeficacia para futuras interacciones (Mazziotta, Mum- mendey y Wright, 2011). Mientras que el contacto extendido y el vicario implican el conocimiento u observacién de la in- teraccién entre otro miembro del endogrupo y uno del exogrupo, una tercera forma de contacto indi- recto implica a la propia persona. Nos referimos al contacto imaginado, que consiste en la simulaci6n mental de una interaccién intergrupal positiva con personas del exogrupo (Crisp y Turner, 2009; Turner y Crisp, 2010; Turner, Crisp y Lambert, 2007). Debido a la implicacién personal, se defiende que es ‘més similar al contacto teal que el contacto extendido (Crisp y Husnu, 2011). Ahora bien, se han iden tificado dos aspectos clave para que este tipo de contacto tenga los efectos deseados (Crisp y Turner, 2009); los participantes deben implicarse activamente en la simulacién mental de la experiencia de contacto y, ademds, el contacto imaginado debe ser positivo, Respecto a los mecanismos mediadores, se ha documentado que el contacto imaginado es eficaz, al igual que el contacto directo, basicamente porque reduce la ansiedad asociada con el contacto intergrupal (Turner et al., 2007. Estrategias de mejora de las relaciones entre grupos basadas en la categorizacién social ‘Avadidas a toda a investigacién generada sobre la teorfa del contacto, en los dltimos afios se han desarrollado diferentes propuestas que coinciden en la importancia que conceden a la categorizaci6n ya la identidad social en la mejora de las relaciones intergrupales. A pesar ce compartir presupuestos te6ricos, cada una propone distintas estrategias para reducir el conflicto y el prejuicio. Se trata de la descategorizacién, la diferenciacién intergrupal mutua y la recategorizacién Introduccién ala Psicologia Social Descategorizacion ‘Como ya hemos indicado, la categorizacién de personas en diferentes grupos (endogrupo/exogrupo; nosotros/ellos) contribuye al favoritismo endogrupal y, en algunos casos, a la hostilidad exogrupal. En este sentido, la descategorizacidn (Wilder, 1986) consiste en debilitar la saliencia de los limites grupales para reducir estas consecuencias. De forma mas concreta, esta estrategia se centra en fomentar que las personas de diferentes grupos se relacionen entre sf como individuos e interacten de forma interper- sonal (yo/td) en lugar de hacerlo baséndose en su pertenencia grupal (nosotros/ellos). Es decir, la des- categorizacién implica percibir a los miembros del endogrupo y del exogrupo como individuos. Conviene establecer una distincién conceptual entre descategorizacién y personalizacién (Brewer y Miller, 1984), ya que esta tltima implica recibir informacién personal relevante sobre un miembro del exogrupo. Fs decir, en este caso, lo que se hace saliente son las caracterfsticas de una persona, y consiste cen resaltar la conexién personal con ella y convertir su pertenencia grupal en algo secundario, Se ha demostrado que esto puede tener efectos positivos tanto de forma inmediata como generalizada. Ota estrategia de descategorizacién es la categorizacién cruzada, que consiste en minimizar el im- pacto de la categorizacién social haciendo saliente a los miembros de los grupos implicados su pert rencia comdin a dos o més grupos que no estén relacionados con las categorfas que generan las tensio- res endogrupo-exogrupo. Por ejemplo, hacer saliente a dos seguidoras de equipos de fiitbol diferentes, que ambas son mujeres, espafiolas, estudiantes de Psicologia y miembros del mismo club de tenis. Si bien la descategorizacicn esta disefiada para difuminar los limites grupales totalmente y la per- sonalizacién para hacer secundaria la pertenencia grupal, la siguiente propuesta permite que esa per tenencia se mantenga intacta. Concretamente, se centra en cambiar la percepcién de las relaciones intergrupales de competitivas a cooperativas, a la vez que enfatiza la distintividad positiva de cada grupo. Diferenciaci6n intergrupal mutua Una de las premisas fundamentales de la teorfa de la identidad social es que las personas estin mo- tivadas a mantener la distintividad positiva de su identidad social. Por ello, hay ocasiones en las que in- {entar difuminar las fronteras grupales puede generar resistencia y aumentar el prejuicio hacia los miem- bros del exogrupo. Teniendo esto en cuenta, Hewstone y Brown (1986) desarrollaron el modelo de la diferenciaci6n intergrupal mutua, segtn el cual las relaciones intergrupales serén armoniosas cuando las identidades grupales no se eliminen, sino que permanezcan mutuamente diferenciadas mientras se mantienen interacciones grupales cooperativas. De este modo, al no eliminar la pertenencia categorial, se evita el aumento del prejuicio debido a que se mantiene la distintividad de cada grupo en una situa- ci6n intergrupal cooperativa (lo que se asociaria con menos amenaza intergrupal y, en consecuencia, ‘con menos prejuicio). A su vez, el hacer salientes los limites grupales facilita la aparicién de un meca- Psicologia de los grupos ismo asociativo a través del cual los cambios en las actitudes hacia miembros del exogrupo que se producen durante el contacto se pueden generalizar a todo el exogrupo. ‘Ademés de insistir en hacer salientes las categorfas sociales, el modelo propone que la generalizacién ‘al exogrupo es mayor cuando la interacci6n se produce entre miembros representativos (0 prototipicos) del grupo. Existe suficiente evidencia empitica que apoya esta afirmacién (véase Dovidio y Gaertner, 2010). Bésicamente, el modelo destaca que cuanto més contacto se produzca entre los grupos, mayor po: sibilidad habré de establecer amistad con miembros del exogrupo. Ademés, se subraya que hacer sa liente que el amigo pertenece al exogrupo, y que es un miembro tipico de ese grupo disminuye la an- siedad intergrupal y favorece la empatia hacia sus miembros. Ello, a su vez, mejora las actitudes hacia €el exogrupo en su conjunto, En apoyo a este modelo, se ha demostrado que el contacto positivo consigue que la reduccién del prejuicio se generalice a todo el exogrupo cuando las personas son conscientes de que la naturaleza de la interaccién tiene un carcter més intergrupal que interpersonal. En los diltimos afios, Brown y Hewstone (2005) prefieren denominar este modelo eteorfa del contacto intergrupal». Sin embargo, a diferencia de la teorfa del contacto previamente presentada, los autores de este modelo se centran en que para mejorar eficazmente las relaciones intergrupales es fundamental resaltar la pertenencia categoril, asf como la amistad y tipicidad del miembro del exogrupo con el que se establece el contacto. Es decir, es necesario hacer saliente en la situacién de contacto la pertenencia a diferentes grupos y establecer relaciones de amistad con personas prototipicas del exogrupo. Recategorizaci ina propuesta desde el modelo de la identidad endogrupal comin Una tercera estrategia consiste en crear una categoria superior comin que englobe a los miembros del endogrupo y el exogrupo. Nos referimos a la recategorizacién, que puede mejorar las relaciones in- tergrupales gracias a los procesos cognitivos y motivacionales implicados en el favoritismo endogrupal (Gaertner y Dovidio, 2000; Gaertner, Dovidio, Anastasio, Bachevan y Rust, 1993). Se trata de inducir a los miembros de dos grupos diferentes a que se perciban como miembros de una categorfa endogrupal comtin, De este modo, todas las creencias, sentimientos y conductas positivas reservadas para el endo- grupo se extienden también a los miembros que antes se consideraban del exogrupo. ‘Apesar del amplio apoyo empttico recibido (véase Dovidio y Gaertner, 2010), esta estrategia también presenta algunas limitaciones. Por ejemplo, hay ocasiones en las que cuando se pretende inducir una identidad comin, los grupos ofrecen resistencia, lo que puede aumentar el prejuicio entre ellos como un modo de reafirmar su distintividad positiva. Esto ocurte, sobre todo, cuanto mayor es la identiticacién grupal (Cris, Walsh y Hewstone, 2006) y cuando se percibe que la iniciativa de establecer una categoria superior comtin procede de miembros del exogrupo y no del endogrupo (Gémez, Dovidio, Huici, Gaert- ner y Cuadrado, 2008). Introduccién ala Psicologfa Social No obstante, tener una identidad endogrupal comtin no requiere necesariamente que cada grupo renuncie a su identidad grupal menos inclusiva. De hecho, como todos pertenecemos a nuumerosos grtt- pos, podemos activar simultineamente o secuencialmente una 0 més de las identidades que se derivan de estas pertenencias. Ello dependeré de nuestro grado de identificacién con los diferentes grupos y de factores del contexto que pueden hacer una identidad mas o menos saliente. Por ejemplo, si nuestra identidad como cordobeses es muy saliente, eso no quiere decir que no nos sigamos identificando con esta categorfa cuando estemos en Madrid, aunque en ese caso nuestra icentidad més saliente pueda ser la de andaluces. La descategorizacién y la recategorizacién se centran directamente en la eliminacién de la distincién nosotros/ellos 0 en reemplazarla por una nueva identidad supraordenada, para reducir el prejuicio en Una situacién de contacto concreta. Sin embargo, los autores de ambas propuestas reconocen, en conso- rnancia con la premisa central de la aproximacién de la diferenciacién intergrupal mutua, que para lograr que los efectos positivos del contacto se generalicen es preciso mantener en alin grado las identidades originales. Asi, el modelo de la identidad endogrupal comtin reconoce el potencial de mantener una iden- tidad dual, a través de la cual se hacen salientes simulténeamente la identidad inicial y la supraordenadia. De este modo, se aprovechan las ventajas que supone hacer saliente una identidad superior para mejorar las acttudes hacia los miembros del exogrupo presentes en la situacién de contacto. Y, ala vez, se obtienen las ventajas que supone hacer saliente la identidad inicial para mejorar las actitudes hacia el exogrupo en su conjunto. Por ejemplo, los jugadores del Real Madrid y del Barcelona, que a su vez juegan en la seleccién espafiola de futbol, mejoran sus actitudes hacia los miembros del otro equipo que pertenecen a la seleccién debido a su pertenencia a esa categoria superior comiin. Pero, como no dejan de identifi- carse como miembros del Real Madrid o del Barcelona, mejoran sus actitudes hacia todo el exogrupo en su conjunto, es decir, hacia otros miembros del equipo «rival» que no juegan en la seleccién nacional. No obstante, también se ha constatado que, cuando la identidad comdn es muy saliente para los miembros de dos grupos, éstos pueden considerar que las caractersticas de su grupo (p.e,, normas, valores, metas) son més prototipicas de la categorfa comiin que las del otro grupo. Cuando esto ocu- re, el exogrupo es juzgado como inferior 0 desviado, por lo que aumenta el conflicto intergrupal (véase Dovidio y Gaert- ner, 2070), Una propuesta integradora : tool expo ens con nies que han sid contrastadas en la investigacién, Por ejem- ios jogos dl Rel Moai del Baron qs nvr uegan em Inve eats de lo moran acts hac bs Cadatunardetlas estrategias expuestas presenta limitacio- _ miembs dal ot euipe quepereneen aa ses coo hac Psicologia de los grupos plo, la necesidad de categorizar para simplificar la complejidad de los estimulos sociales debilita lac pacidad de mantener representaciones descategorizadas a lo largo del tiempo. Por otra parte, dado que Ciertas categorfas sociales a las que pertenecemos son muy relevantes (p.e., edad, sexo, etna), 1o que provoc pueden resultar bastante inestables. Cuando mediante la recategorizacién se insta a crear una identidad la activaci6n automética de esa categoria tanto la descategorizacién como la recategorizacién superior comin, también pueden producirse efectos contrarios a los deseados si los miembros de los, {grupos ven amenazada su identidad inicial, més atin si ésta es muy valorada. Respecto a la diferencia Cin intergrupal mutua, la relacién con un miembro del exogrupo que no cumple con las expectativas sobre ese grupo puede provocar que sea percibido como atfpico, lo que limita la generalizacién de los efectos positivos del contacto. Por tanto, los procesos implicados en estas propuestas actian de modo complementario en la mejora de las relaciones intergrupales, por lo que no hay que considerarlas como perspectivas competidoras. En esta linea, Pettigrew (1998) propone una aproximacién secuencial en la que detalla cual es la mejor estrategia a adoptar en funcién de la naturaleza de las relaciones intergrupales. Segtin este autor, cuando se produce una interaccién intergrupal bajo las condiciones propuestas por la teoria del contacto, no conviene hacer saliente la pertenencia a diferentes grupos. Es decir, la descategorizacién serfa la mejor estrategia. De este modo, disminuirfa la ansiedad ante el contacto y la percepcién de amenaza exogru- pal, y se generarfan mas oportunidades para establecer relaciones interpersonales. Posteriormente, ‘cuando ya existe un contexto de interdependencia positiva, conviene hacer saliente la categorizacién, es decir, la pertenencia a diferentes grupos. Ast, se generalizarfan los efectos positivos del contacto a todo el exogrupo. Finalmente, una vez que fos miembros de un grupo reconocen la heterogeneidad de os miembros del otro grupo y desarrollan actitudes més positivas hacia ellos, las fronteras grupales pue- den llegar a ser més flexibles, por lo que la recategorizaci6n de ambos grupos en una categoria superior comin podria tener efectos beneficiosos. Introduccién a la Psicologia Social Este capitulo constituye tna breve aproximacién general a la Psicologfa de los grupos. Los con- tenidos expuestos nos han permitido comprobar que existe cierto acuerdo en la literatura acerca de que la existencia de un grupo implica que hay interdependencia entre sus miembros, éstos com= parten un sentido de identidad respecto a su pertenencia al grupo y emerge una estructura social fen forma de roles, normas y estatus, Numerosas investigaciones han demostrado que el grupo ejerce una notable influencia en sus miembros. En unas ocasiones esta influencia se produce por- que queremos ser aceptados por el grupo (dependencia normativa), y en otros casos porque con- sideramos que el grupo es capaz de emitir un juicio més fiable y correcto que el nuestro (depen- dencia informativa). También se ha puesto de manifiesto como la toma de decisiones en grupo no conduce a que éstas sean mas moderadas, arriesgadas o prudentes que las de un individuo, sino que, tras la discusién grupal, se llega a una postura més extrema en la direccién que ya habfan adoptado los miembros del grupo. Cuando las decisiones se toman bajo ciertas condiciones (p.e., biisqueda de unanimidad a toda costa), el grupo puede ser victima del pensamiento grupal, que en ocasiones puede tener desastrosas consecuencias, Un lider autocrético que deja claro desde el principio cual es su postura es uno de los antecedents de este tipo de pensamiento. En este sentido, hemos destacado también cémo el estilo adoptado por los Ifderes ejerce una notable influen en la conducta de los miembros de un grupo. Dado que muchas de las interacciones se producen sobre la base de nuestra pertenencia a gru- pos, las relaciones intergrupales han sido objeto de interés destacado entre los psic6logos sociales, En esta linea, dos teor‘as han marcado la pauta de los estudios: la teorfa del conflicto realista y la teorfa de la identidad social. La primera subraya el papel clave de la competicién por recursos ob- jetivos en la aparicién del conflicto entre grupos. La segunda revela el rol que desempefia la mera Categorizaci6n en grupos para desencadenar comportamientos intergrupales, incluso en ausencla total de competicion. La teoria de la identidad social destaca, ademés, nuestra necesidad de tener una identidad social positiva, y plantea una serie de estrategias (dependiendo de si los miembros del grupo perciben sus relaciones de estatus como seguras 0 inseguras y las fronteras intergrupales ‘como permeables o impermeables) que pueden adoptar las personas si pertenecen a un grupo que les proporciona una identidad social inadecuada, es decir, si salen desfavorecidas en la compara- i6n con otros grupos dentro de la estructura social. La Gltima parte del capitulo ha estado destinada a abordar la mejora de las relaciones intergru- pales, siendo el contacto intergrupal una de las estrategias més prometedoras y eficaces destinadas a ello, tanto cuando éste se produce de forma directa como cuando es indirecto (contacto exten- dido, imaginario o vicario), Finalmente, se han descrito diferentes estrategias basadas en la cate- gotizacion social, como un modo complementario de disminuir las relaciones intergrupales con- flictivas.

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