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La secci6n aurea y la construcci6n de poligonos regulares Luis Hortelano Martinez Introducci6n De entre la infinita variedad de posibilidades que la Geometria ofrece, desde el punto de vista didacti- co, consideraremos en este articulo la construccién de poligonos con regla y compas, campo de trabajo donde tienen cabida la investigacién personal, el manejo de instrumentos geométricos, el rigor mate- ‘matico, la intuicién, la vision espacial, y un sinfin de aspectos del maximo interés didactico, De entre ellos quiza destacariamos la posibilidad de actuar, de manipular y por consiguiente construir figuras, des- cubrir propiedades y relaciones entre sus elementos componentes. Pero no haremos un enfoque clisico de esta cuestion, ni abordaremos la construccion de todos los poligonos posibles. Presentaremos una proporcién famosa, aunque un tanto olvidada, y, como consecuencia mas 0 menos inmediata de algu- nas de sus propiedades, obtendremos una linea de trabajo para la construccién de determinados poligo- La proporcién a que aludimos, seccién aurea o divina proporcién, que ya aparece en el Timeo de Platon y en el libro VI de los “elementos” de Eucli- des, ha recibido distintas denominaciones a lo largo de la historia y numerosos elogios, por ejemplo Kepler la califica de “joya preciosa” y “tesoro de la Geome- tria”. Y no es para menos pues tanto ella como su. raz6n, mfimero de oro 0 aureo, aparecen abundante- mente en la naturaleza, el propio cuerpo humano, el, arte, etc, Pero no es nuestro propésito ocuparnos en este articulo de la presencia del néimero y seccién Aureos en nuestro entomo, cuesti6n por otra parte estudiada aunque fuente inagotable de sorpresas, sino de cémo utilizarlos para una tarea conereta ya apun- tada. Aunque ya se ha mencionado es importante sefia- lar de nuevo que, en todo lo que sucede a esta intro- duccién, nos referiremos siempre al trabajo con regla y compas clasicos. Por otra parte el contenido del articulo, y su posible aplicacion didactica, requieren de unos conocimien- tos previos si bien no demasiado profundos. Esto hace que sea adecuado para los iltimos tramos de la Ensefianza Media, o niveles superiores. En concreto ha sido compuesto pensando en alumnos de las EEUU, de Magisterio, La Seccién Aurea Los textos que se refieren a la seccién aurea sue- len presentarla de dos formas. En Ia primera de ellas se hace una introduccién directa del modo siguiente: “Dadas tres cantidades a, b y ¢, de modo que acbse y atb=c, diremos que estin en la divina proporcién si el total (c) es a la parte mayor (b), como la parte mayor (b) ea a parte menor (a), ex deci, boa En la segunda introduccién la seccién aurea se ob- tiene como la forma més sencilla y directa posible, mis de acuerdo con Ia ley de economia de conceptos de William D’Ockam, de dividir asimétricamente un segmento. Asi considerando el segmento de la fig. 1 SUMAS/1990 53 Luis Hortelano Martinez, todas las razones que pueden establecerse entre a, b que igualadas dos a dos nos dan 15 proporciones po- sibles, de las que, eliminando casos iguales asi como Jas que no cumplen la condicién de asimetria de la definicion, y reduciendo las de razones inversas, se Mega a la secci6n aurea tal y como se present6 direc- tamente. Pero en busca de un conocimiento algo mayor de la divina proporcién veamos cual es st razén. Par tiendo pues de: b Uegamos a2 «By dean D a haciendo entonces x=b/a y sustituyendo tendremos que x* = x- 1 = 0, de donde resultan las raices: 15 5 "618, 761s. Nos quedamos con la solucién positiva a la que Ha- maremos © 0 niimero de oro, es decir, ¢/b = b/a © = 1'618... (ntimero irracional euclidiano), pues la raiz negativa no harfa, en la segunda introduccién de la seccién aurea, que el punto de division del seg- mento cayera dentro del mismo. Aunque algunos autores consideran para ® el valor 0°618. La seccién aurea y el ntimero de oro en la natura leza, la ciencia, el arte, etc, cuestiones de las que ya dijimos que no vamos a ocuparnos, proporcionan sin embargo un amplio campo de trabajo didactico nada desdenable y que resulta muy motivador (véase por cjemplo el video “Donald en el pais de las Matema- gicas”, ya tratado en el n® 1 de esta propia revista). Algunas construcciones graficas de interés Desde el punto de vista de nuestro articulo, lo mas interesante de la seccién urea y el ntimero de oro es que ambos pueden obtenerse con regla y compas. Veamos pues algunas construcciones interesantes, pero prescindiendo de las demostraciones correspon- 54 SUMA5/1990 dientes dada su sencillez y por no alargar excesiva- mente el articulo. a) Obtencién grifica del mimero aureo: 145 La expresion ® = e = nos da la clave, pues construyendo el triéngulo ree- tingulo de catetos 1 y 2 (fig 2), la hipotenusa sera V5. Observando entonces la figura 2, CB mediré Los, Y por tanto la mitad de CB medira @. Figura 2 b) Obtencién grifica de la seccién aurea de un segmento: Para dividir el segmento AB segiin la divina pro- porcién (fig. 8) levantamos por B perpendicularmen- fe un segmento que mida la mitad de AB; unimos A con G, y trazamos el arco de circunferencia centrada en Cy de radio CB que dara con AC el punto de corte D, Trazando ahora la circunferencia centrada en Ay con radio AD se obtiene con AB el punto de corte B, punto que divide a AB segiin la seccidn aurea < ' \ NL A iE 8 igus 8 ¢) Obtencién grafica del segmento total y de la parte menor de su seccién aurea, conocida la parte Se construye un cuadrado de lado la parte mayor de la seccién aurea (AB en la figura 4) de un deter- minado segmento, Desde la mitad de AB se traza la circunferencia de radio OG, y se obtiene con la prolongacién de AB el punto de corte E. De esta forma AE queda dividido por B segiin la divina proporcién, por lo que AF es el segmento total buscado y BE la parte menor de su seccién durea Figura 4 4) Obtenci6n grifica del segmento total y de la parte mayor de su seccién aurea, conocida Ia parte menor de dicha seceién: Segiin la figura 5, si AB es la parte menor de una seccién aurea, levantamos perpendicularmente por B un segmento BC cuya medida sea la mitad de AB. ‘Trazamos las circunferencias centradas en B y A, con radios BG y AG respectivamente, y obtenemos los puntos de corte D, F y E. De esta forma DE queda dividido por F segiin la divina proporcién; lo que supone que, siendo FE=AB la parte menor de la seceién urea, DF sera la mayor y DE el segmento coral. La secciém Grea y ta construcién de poligonos regulans La seccién aurea y la construccién del pen- tégono regular y el pentagrama EL pentagrama, simbolo pitagérico, y el pentagono regular, que podemos encontrar, ademas de en la Geometria, en los sitios mas insospechados como por ejemplo: la forma de la petunia, la estrella de mar, algiin tipo de jazmin, en la disposicién espacial de los elementos mas simples de los seres vivos (nunca €en los sistemas fisico-quimicos inertes), en la for de cera, etc., etc, etc,, son ademas los poligonos regula- res que mayor cantidad de propiedades éureas pre- sentan, Veamos una de ellas, de la que derivan casi todas las demas, y que nos permitira una sencilla coristruccién de ambos: “En un pentégono regular las diagonales que se cortan lo hacen segiin la sec- ibn Aurea, y ademas la parte mayor de dicha seccién es igual al lado del pentagono”. En efecto, si nos fijamos en la figura 6, los tringu- los ABE y OCE son semejantes y por tanto CE/ BE=OE/AE, de donde OE/AE=1, y de ahi OE=AE-lado del pentigono. Por otro lado los tridngulos ABO y OCE son tam- bién semejantes, y por consiguiente CE/BA=OE/AO, de donde BE/OE-OE/BO, lo que significa que la diagonal queda dividida, por el punto de corte, se- gin la seccién aurea. Figura 6 SUMAS/1990. 55 [Luis Hortelano Martinez, Esta sencilla propiedad nos va a permitir una cons- truccién, igualmente facil, del pentigono regular. Dado el lado del pentagono (trazo continuo en la figura 7), construimos, tal como se ha anticipado en, este mismo articulo, el segmento total cuya parte 6n durea sea el lado del pentigono dado, Ese segmento total sera la diagonal del pen ‘gono, segtin Ia propiedad vista. A continuacién traza- mos desde B una circunferencia de radio el lado, y desde A otra de radio la diagonal, obteniendo un, punto de corte C que serd un vértice del pentégono regular. Reiteramos el procedimiento ahora sobre el lado BC y posteriormente sobre CD, y la construc: cién del pentigono regular quedara conseguida. igura 7 La construccién del pentagrama podria hacerse f cilmente a partir de la del pentigono regular: dado el lado del pentagrama, lo dividiriamos segin la seccién aurea y la parte mayor sera el lado de un pentégono regular que tendria como diagonal al lado del pentagrama; construitiamos ese pentigono regu lar y uniendo los vértices dos a dos conseguiriamos el pentagrama buscado (figura 8). Sin embargo también es un buen ejercicio intentar Ia construccién del pentagrama, a partir de un lado dado, usando la secci6n aurea pero sin realizar previamente el penti- gono regular; para ello basta con reflexionar sobre la figura 8, y seguir procedimientos similares a los des- critos en la obtencién del pentigono regular. 56 SUMA5/1990 Figura 8 La secci6n durea y la inscripeién-circunscrip- cién de poligonos regulares en circunferen- cias dadas Si tenemos en cuenta los poligonos regulares que pueden inscribirse o circunscribirse, con regla y compas clésicos, en una cireunferencia de radio dado (que segiin el teorema de Gauss son los de lados 3, 4,5, 6, 8, 10, 12, 15, 16, 17, 20, 24,..)3 y considera: mos por ejemplo hasta el de 12 lados, hallando la relacién de dependencia entre el lado del poligono en cuestiOn (L), el radio de la circunferencia inserita (2), y el de la circunscrita (R), encontramos para el pentigono regular, pentagrama, decdgono regular y decagrama, las relaciones que figuran en la tabla de relaciones que figura al final del articulo (habida cuenta de que V5=20-1) Lo que sugiere, dado que en todas ellas aparece , que en las inseripciones o circunscripciones en circunferencias dadas, de los poligonos que apare- cen en Ia tabla, podra usarse de un modo wu otro la seccién urea, En las relaciones de dependencia de los demas poligonos, hasta el de lado 12, no aparece ®, por lo que no parece que al menos de un modo directo se pueda trabajar con la seccién durea Asi pues si se trata de inscribir un decdgono en una circunferencia dada, la relacién RL® nos da la idea clave de la soluci6n, pues tomando el radio de Ja circunferencia y seccionandolo segiin la divina proporcién, la parte mayor de dicha seccién sera el ado del decagono inscrito. ‘A partir del decégono inscrito sera Facil la inscrip- cién del decagrama (uniendo vertices de tres en tres), del pentgono regular (uniendo vértices de dos en dos), y del pentagrama (uniendo vertices de cuatro en cuatro). Las figuras 10 y 11 ilustran las inseripei nes comentadas Figura 9 Figura 10 La secion dua y a construceé de poligonos regulares La circunscripcién del pentigono y decdgono re- gulares, en una cireunferencia dada, podremos con- seguirla inmediatamente a partir de los inscritos mediante el trazado e interseccién de tangentes. Y desde los circunscritos los estrellados correspondien- tes uniendo vértices en el orden preciso, Asi, en consecuencia, hemos visto como de una sencilla seccién aurea hemos derivado la inseripeién, y circunscripcin del pentigono y decigono, regula res y estrellados, en una circunferencia, La seccién durea y Ia construccién del decé- gono regular y el decagrama poyéndonos ahora en el epigrafe anterior, si que- remos construir un decigono regular, conocido el lado (L), bastard con tener en cuenta Ia relacién , entre el lado del decigono y el radio de ta circunferencia circunscrita, Construiremos un seg- mento tal que la parte mayor de su seccién aurea sea L, y ese segmento sera el radio de la eircunferencia circunscrita al deedgono. Inscribiremos éste en ella por el procedimiento ya descrito y el problema estara resuelto. Si queremos, por otra parte, construir el decagra- ma, conocido su lado (L), la relacion R=L(®-1)=L®- L, donde R es el radio de la circunferencia circuns- crita al decagrama, nos dara también un posibilidad de solucién, Construiremos un segmento cuya parte mayor de la seceiGn aurea sea L; quitaremos a este segmento un trozo de longitud L, y el resultante sera el radio de la circunferencia circunserita al decagra- ma, Inscribiremos el decagrama en ella por los pro- cedimientos indicados en el epigrafe anterior y pro- blema resuelt. Seccién aurea; construccién, inscripcién, cir- cunscripcién de otros poligonos Como curiosidad podemos anticipar que el préxi- mo poligono regular en el que aparece ®, en la re- lacién entre el lado y los radios de las circunferen- cias inscritas y circunscritas, es el pentadecagono (15 lados), y en los tres estrellados que se derivan de él. Esto quiere decir que también en ellos podriamos trabajar con la seccién durea. Pero ademas hay otros poligonos en condiciones similares (relaciones de- pendientes de ®) SUMA5/1990. 57 ais Hortelano Martinez La linea de trabajo queda pues abierta: como con- secuencia del estudio de relaciones y propiedades ‘ureas en los poligonos regulares (cuya abundancia es sorprendente en los tratados hasta ahora), y mas coneretamente hallando relaciones de dependencia Jado-radios, puede investigarse posteriormente sobre la aplicacién de la seccién aurea en la construccién de poligonos con regla y compas en cada caso, Esa es la idea central de este trabajo, como queda visto, la cual creo que en si misma es de inmediata aplicacion didéctica; pero quizé, por lo amplia y ambiciosa, les interpretaciones y formas de lle. varse a cabo. Sugeriremos, finalmente, una forma de comenzar: daremos una plantilla con pentégonos de distintas dimensiones, en los que habra trazadas, en unos algunas y en otros todas, las diagonales; a partir de ahi todo debe ser medir, experimentar, probar con otros poligonos regulares (inscritos y circunscri- os, 0 no, en circunferencias dadas)... Referencias bibliogréficas Guys, M. El mtimero de oro. Los ritmes. Ed, Posei- don, Barcelona, 1984, Ginna, M. Estética de las proporciones en la naturaleza en las artes. Ed. Poseidon, Barcelona, 1983. Paciou, L. La divina proporcién, Ed, Akal. Madrid, 1987, Penor, D. La Geometria en el arte, Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1979, Warusret, A. Los ntimeros 9 sus misterios, Ed. Marti- nez Roca."Barcelona, 1968. TABLA DE RELACIONES & 7 b rz 4 woes J ae Viet) = fp VSB) mes | Bs A) |. Esteap) cen =\|5(s a. | reoseriny |S - cous f Vee) if Nae Lee eerie eckson, ic TVs . oe e 4 Yarup = (8-1). EYs-0% = oe zt (p-4) sey 58 SUMAS/1990

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