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2016 /2 FACULTAD DE TEOLOGIA onivicia usivessinaD Teologia y Vida Vol. LVI EsTuDIOS Carlos Schickendantz Un cambio en la ratio fidel. Asociacién (aparentemente ilicita) entre principios teoldgicos y datos empiricos Ramén Sala ‘Monserior Romero y la escatologia de Gauoium et Spes César Carbullanca Demonologia en fa apocaliptica y Quinrén Giannina Burlando Francisco Suarez como tedlogo maraly politico: el caso de Conseihos e pareceres Francisco Suarez como tedlogo moraly Peto eee—e—_e_——s— CONFERENCIA Pierre Gise! La pertinence théologique da la pensée de Michel de Certeau, Linalscipline de Fintervisciplinarité CRONICAS CRONIGAS HEHE Oe Cig Stee Ueber Carlos Alvarez F Coloquio Michel de Certeau Patricia imbarack Un equipo intercisciplinario al servicio de la comprensién del fenémeno refigioso Lee eee aera ee ee RECENSION REGEN SION EEE CH HH ETH HEE EEE Ee Eee eee eee ee Pees eee eee eee re Rodrigo Polanco COrigenes, Sobre los principios INVESTIGACIONES EN CURSO ‘Sandia Arenas Contribucién de Chile al Concilio Vaticano it Samuel Fernandez The Council of Nicaea and its reception Teologiay Vids, 5722 (2016), 211.033 lar Pemonologia en la apocaliptiea y Qumran’ Céiar Carbullanca UNIVERSIDAD CATOLICA DEL, MaULE carbullanca@yahoo.cam cndquicas y de Qumeén la actual discusién dela apocaliptica. El arti z plazamicncas en la Ltedciin endquicay en ls textos de Quinn durante dl periodo helenisia F 1p tciSn ala deimonologtay especfcamenre corn rpurcza, la teodicea ¥ Ia escarologi ine este petiodo, Si se ideation 12 Eresenca eh muito dels Vigilante, se idcolégica presente cn divercos texton apocalipricos dicho aicleo no puede ser considenelo ne sistemma demo. eins ie relaciona la existencia de demonion impureea y lesson conjugndas en divetsa manera en ane, Ia justcia excaolégien Palabras clave: Demonologts, Enoch, eseatologia, apocaliptice, Qumcén Absiract: Differences and simitaitc Qumran writings has been the apocalyptic. The article : in the enoquic tradition and the , Hellenistic period in relation theodicy and this eschatology L While che cove of this new phase represeuts tl +, which represents the present ideological bassin various apocalyptic were sn Quimsans this cove cam noe be considered a coherent ystom the relgce demonological the existence of demons, impurity and various diseases which ne combined in different WAYS (0 reflect the escharologial view oF justice Kenvords deonology, Enoch, eschatology, apocalyptic, Quinrin 212 | Césor Cabullanes 1. Et prowiema Las diferencias ¥ semejanzas en la demonologia de los eseritos endqui- cos y de Qumrin han sido un cema permanence en la actual discusién sobre apocalfptica, Por un lado, en diversos puntos sefialados por Ga- briele Boccaccini y otros autores se sostiene existe una continuidad?, por el otto, a juicio de David Suter en la demonologia presente en la liceratuca enéquica se debe hablar de “discontinuidades” y hasta de un “dramatico quiebre” y de la misma manera Paolo Sacchi seriala que exis- ton “mutaciones radicales que caracterizaron la historia henoquita™, Por tanto, la continuidad la estudiaremos fundamentalmente comprobando cl impacto y presencia de la demonologia que sepresenta el mito de los Vigilantes en los difetentes escriros. A su ver, estudiaremos los cambios, o desplazamientos en la tradicién enoquica y en los textos de Qumrén, durante el periodo helenista en relacién a la demonologéa y espectfica- mente a ttes cuestiones: la pureza, la teodicea y la escatologia histérica. En este periodo aparecen diversos sistemas demonolégicos que a nuestro parecer por medio de la demonologia desarrollan ideas innovadoras en las tres cuestiones mencionadas; y en cada una de estas tres areas, como estudiaremos, la apocaliptica produce cambios més o menos radicales en el pensamiento judio, de una pureza ritual se pasa a otro concepeo de pureza radical; de interés por el reinado nacional se pasa ala cucstién de la justicia divina en el mundo y desde una perspectiva trascendente del mito de los Vigilantes se pasa a formulaciones histérico-escatolégicas. La investigacién de manera inevitable presenta un cierto carécter pano- ramico, estudiando algunas caracteristicas y la relacién que establece La demonologia con la impurcea, la teodicea y la escatologia histérica pre- sente en los vatios escritos durante este periodo. Para esto haremos un estudio diacrdnico de diversos textos judios postexilicos como 1 Enoch y Jubileos y finalmente algunos textos de fa literatura de Qumran. CEG. Boresceint, Oli Fpotet estniead crane sea Quaonan el (Morcelliana, Brescia 2003), 299 Boccaccini seitala que "se ull enochici non etano essen allora bisngnerchbe dire che assomigliavano a lore come gemeli”™ D. Suu, “Theodiey and the problem of the Tovimate lnemy" Box eaccint(ed) Loc and Quran Origins, New Light a Forgotten Connection, (8. erdmans, Publishing Company, Grand Rapids 2005) 342. D. Swern, Hittoia dol Jada en fa Space died Sra Tepe CTroeta, Mlaceid 2004) 359. Demonolog( ena apcsipia y Qumrdn | 213 IL, Prinsenos TEX1OS APOCALIPTICOS En el 4rea de la demonologia, Israel adopts creencias y preceptos co- munes a otros pueblos como Mesopotamia, Egipto, Babilonia y Grecia, ‘Mis espectficamente, el periodo postexilico asistimos al ingreso de la demonologla de Mesopotamia introducidos en el dmbiro de la fe judta segiin Ia cual, los demonios son causantes de enfermedades y males de coco tipo. 1. Identificacién entre contaminacién ¢ impureza El mito de los Vigilantes es narrado en el Libro de las Vigilantes 6, 1-8, 4. En este relato el protagonista no es Bnach sino al parecer Noé (10, 2) Enoch es introducido en el relato a partir de capitulo 12, la seecidn de los capitulos 1-5 son posteriores, a juzgar por el uso del pasaje la Escri- tura que hace en 5, 7. Una de las perspectivas que es necesario estudiar es la identificacion entze pecado y contaminacion que desartolla el mito de los Vigilantes. Al respecto, Ida Problich sostiene que “a creencia en demonios es elemento nuclear en comprensién del concepto de impure za ritual” y rclaciona el texto de 4Q510-511 con la tradicién del mito de los Vigilantes’. La LXX traduce el término 20 por yiew Lev 11, 43) Este verbo (piaws) es usado con frecuencia en el libro del Levitico, para hablar de la contaminacién sitnal, sin embargo a diferencia del concepto de impureza preexilico, en la primera apocaliptica, a contaminacién consiste en una impureza radical que afecta a todas las dimensiones del género humano que ya vemos esbovado en algunos textos b’blicos como Sal 14, 1; 143, 2; Hag 2, 13 al constatar la imposibilidad de la existencia del justo. En Ia versidin del Libro de las Gigantes, el fragmento encontrado en Qumrin, 4Q203 (4QEnGiants" ar) en el fr.9, califiea el pecado de She- myaza como MuMt “prostitucién” y 93n “‘corrupcién”. La corrupeién 0 miasma definida por J. P. Vernant como “potencia de contagio”, signi- fica la contaminacién provocada por el asesinato, pero ya en Ezequiel como en | Bnoch el concepto es ampliado 2 la idolatria, inmoralidad 57. Frommich, “Theology and demonology ia Quraran texts", Henaeb 32/ 12010) 108, © CE PRonticn, “Theology and demonologs”, 109 JB, Viana, Mito # roidade me Grecia Antiga (Rio de Janeiro 1999) 107-108; Prom, “Theology and demonology”, M1129. 214 { Césae Carbullanca c injusticia’, La definicién de miasma es colocada en directa relacién a Ja transgresién de los Angeles. Ha cl texto etiope muestra Ja vinculacién entre contamifiacién y derramamiento de sangre: “los gigantes se vol- vieron contra ellos y se comian a los hombres” (x4). “Y comenzaron a pecar con las aves, los animales y reptiles y peces y unos de otros devo: raron las carnes y bebieton In sangre”. F] Salmo 79, 1-4 muestra tam- bign esta ampliaciéa del concepto. La destruccisin que las naciones pero también la que el propio Israel realizn con sus abominaciones provoca an “miasma”, una profanacién del Templo; que la ciudad sea reducie ‘escombros; que los cacliveres scan comidos por las aves y animales, que se derrame sangre en la ciudad y gue los cadaveres queden sin entertar. 2. La impureza y las dos eradiciones de Shemyaza y Asael ‘Autores como P Sacchi, G. Nickelsburg, P. Hanson, M. Knibb, D. Sucet estin de acuerdo en hablar de dos tradiciones demonolégicas, primera de Shemyaza y la segunda de Asael”, La primera esta descrita en el mito de los Vigilantes en 1Enoch 6, 1-8, 45 e pasaje de 9, 6-11 es una mezela de ambas teadiciones; mientras que 15, 2-12 pertenece a la tradicién de Shemyaza y lo mismo el pasaje de 19, 1, Esta tradicién sostiene que el pecado de Kilayimo como lo define 1, Doering “precepto de las especies diversas’ es aplicado no solo al ambito de las semillas y animales sino a toda la creacin; mostrando que Ja profanacién radica en una mezcla transgénica de especies diversas o relaciones hibridas ocurrida entre: se millas, vegetales, animales, hombres y seres divinos como los angeles (Lev 19, 19; Deut 22, 9-11). Los gigantes y espiritus malos son com- prendidos a la bux de la impureza levitica, lo cual esté claramente defini- da en cl v. 8: “Los espiritus malos proceden de sus cucrpos, porque han Fiz 5, 1 Bz 22, 3;23, 30s Jer 3, 25 IN 3, 28, P.Saccit, “Rillessioni ull essena dellapoealittica: Peceato d oxi ‘uomo", Hotoch vol ¥ (1983) 31-615 G. Nioseastienc, 1 F:aech Vel. f Commentary oa the Took of 1 Bnoch Chapters 1-36, 81-88 (Hermencia-Cxitical and Historical Commeatary on the Bible) (Portress press, Minneapolis 2001), 1705 B,D Hansis., Rebellion in Heaven, Asael, and Ehemetistic Heroes in 1 Enoch 6-11", JT. 96/2 (1977) 195-233: M. Kuni, “Interpecting the Book of Finoch: reflections 1 recently published commentary”, JJ XXX11/4(20)2)448; D. Sores, “Revisting, ‘Pallen angel, fallen priest™, Henocd XXAV (2002)137-142, L. Donan, “Praily and Lmpunity in the Book: of Jubilees”, en G. Bocon cant ae Inna (eds), Each and the Moraie TorubTihe eidence of Jnilee (8. Berdmans Poblishing, Grand Rapid 2009) 261-275 Demonologia en Ia apocaliptica y Qumnrin | 215 nacido de humanos y de los santos Vigilantes”. La Segunda uadicién, de Asael presente en 1 Enoch 8, 1-3; 9, 6, es calificada de diversa manera por los especialistas. A juicio de Nickelsburg “una interpolacién”"' y que Paolo Sacchi lo llama “bloque erritico”", que reaparece en el Libro de las Pardbolas (noch 69, 9-11). Paul Hanson considera a esta como “una claboracién interpretativa que desarvolla orgénicamente la nastativa de Semihazah", sosteniendo en diversos pasajes del mito de los Vii tes las dimensiones mitoldgicas del relato biblico de Génesis y Levitico En relacidn a Azazel de Lev 16 sostiene que a propésito de 1Enoch 10, 8b: “escribe sobre él vodo pecado”, habria una “identi con el celeste Asael, este intérprete subrayé la dimensién mitolégica del tema del Yom Quippur™, En esta segunda tradicién, los angeles caidos ensefian a las mujeres misterios divinost “fabricar armas”, “corazas, “lan- zas’, “la medicina mégica, los encantamientos, los tallos de las taices y el conocimiento de la plantas” (7, 1). Esta descripeién coincide por un lado, con areas del conocimiento que muestra Sab 7, 17-20. Conoci- mientos de metalurgia, botinica, zoologia y astronomia que comienzan ser estructurados en el mundo circundante a Israel, Estas descripciones del pecado de Asael contrasta con lo que ensefiaré Jub 3, 15, y mas atin en las Pardbolas de Enoch (69, 9) se indicars que es debido a la escritura que entté el pecado cn el mundo: “a causa de ese saber suyo perecen y por esta fuerza son consumidos’. Por un lado, es preciso constatar la diversidad de opiniones de los especialistas y por el otto, es necesasio in- sistir que el relato de IEnach 6-11 no es independiente y esté orientado a.una problemdtica més amplia que presenta ef libro en rorno al juicio de Dios. De acuerdo con autores como Suter"? que sostienen que rclato de 1Enoch 6-11 estaria inceresado en una polémica con el sacerdocio de Jerusalén, consideramos que la identificacién de contaminacién y pecado significa una destegitimacién radical del sactificio y sacerdocio presencado en el Levitico y que veremos acentuada en la neumatologia de Qumran "G, Nicxrisine, “Apocalyptic and Myth in IEnoch G11, JAE 96/3(1977) 386, 18D Sacea, Mestoria del jndatown en le dooce del Segundo Templo (Trotea: Madsid 2004) 359. Hanson, “Rebellion”, 220, Hanson, “Rebellion”, 221; la evtiea de Ia propuesta de Hanson en Nienriswune, “Apocalyptic and afyth”, 41-43, CE Surv, “Revi 42, 216 | Cesar 3. La teodicea del relato de los Vigilantes En opinién de Paolo Sacchi el problema de la teodicea no existe en la primera demonologfa presente en el Libro de los Vigilantes. Ciertamen- te tanto P, Sacchi y de G. Boccaccini" atienden poco a la relacién entre la demonologia y la tcodivea. Otros autores como, Nickelsburg, Hanson y Elliot” atienden a esta perspectiva, pues muestra que la continuidad entre Ia literatura endqaica y Quintin no radica simplemente en las sanaciones y exorcismos sino en algo mas profando, cl interés por la teo- dicea, Para P. Sacchi la pregunta por la teodicea surge alrededor del 160 a.C. recign con el Libro de los Suerios*, sin embargo, ya en el mito de los Vigilantes la oracién de angeles, patriarcas y profetas, como p.e. la de 1 Enoch 9, 11; 10, 10-13%, aparece el problema de la tcodicea expresido claramente. Fn el texto de [Enoch 9, 1-11 Jos angeles preguntan a Dios: “it has visto lo que ha hecho Asacl al ensefiar toda clase de iniquiida- des... Semyaza a quién ni has dado poder para tegir a los que estén junto con él, ha ensefiado conjutos... ahora pues, claman las almas de los que han mucrto... ti sabes todo antes de quie suceda; tii sabes estas cosas y las permites sin decirnos nada: zqué debemos hacer con ellos a causa de este?”. Ademis, a juicio de P, Hanson la oracién de los angeles representa a los miembros de un grupo protagonista que estan sufriendo Ia opresién®. 4, Demonologia fuera de la historia Si bien en el Libro de los Vigilantes “los humildes” son mencionados (5, 75 10, 17; 25, 4) sin embargo los protagonistas son los angeles debido a la perspectiva metahistérica del relato, en cambio en el Libro de los Sue- fosy sobre todo en la Fpfstala de Enoch dcbido a su perspectiva intrahis- rica Jos protagonistas son los justos (97, 5) quicnes son identificados con los pobres y son ellos los que claman a Dios Boceaccit, Ore Lipotes exanic, 295-297. CE Near ssuns, “Apoeaypeie ane! Myth”, 404; MG E1108, “Origins and functions OF the Wachterstheodlicy”, J enacb vol. XXIV (202), 63-75. Siccin, Historie, 320, También nota a pie de pagina 14 (©, Bowtie, , “aime, rion", en Howse Bat ; Gran Scristaper (eds) Decianario ecegticy del Nuevo Tedianrento (Sicurns, SALAMANEA 2001) BIB. 2 Ch Hanson, “Rebellion”, 219 Demovologa ent apocalpia y Quen | 217 FI mito de los Vigilantes desarrolla la pregunta por la justicia en tér- minos césmico-trascendentes en cambio en la apocaliptica posterior, ser planteada en términos histéricos: protetas, patriatcas y juscos como Job, Esdras o los justos de los salmos ser quienes pregunien “;Por qué nosotros sufrimos?”, “zhasta cudndo ocultas tu rostro?” (Sal 131, 1; Hab 1, 1-2; 1QpHab col. |, 1; 4Ez 4, 12). Finalmente, en el relate de los Vie gilantes hay una reflexién mitica que integra motivos biblicos que tienen como tema la justicia divina como por ejemplo, la sangre de Abel o de atar a Asacl, pero que atin carece de un marco histérico salvifico; aun asi, el paralelo de Gén 4, 10 y 1 Enoch 8, 4 evidencia la oracidn de los Angeles como medio para preguntar por la justicia de Dios en ef mundo, Si es efectiva la perspectiva paradigmatica del relato, como lo sostienen Nickelsburg y Hanson, cl paralelo de 1 Enoch 8, 4 es significative pues establece la relacidn entre la sangre de Abel que clama al cielo y la ora cién de los hombres en 1Enoch 8, 4 “los hombres clamaron en su ruina y llcgé su voz al cielo"; y también en 1Enoch 9, 9: “tod la tierra cst Nena de sangre ¢ iniquidad. Ahora pues, claman las almas de los que han muerto, se quejan hasta las mismas puertas del cielo”. Como también lo hace notar M. J. Davidson” en otros textos posteriores, el tema de la oracién del pueblo, de Enoch, de los Angeles y patriarcas guarda rela- cién con el tema de la teodicea 5. Historia y escatologia en el Libro de los Gigantes y Daniel Segiin la opinién de Jézef Milike, la fecha de composicién de EnGiane pertenece a finales del siglo II a. C., circunscribiéndolo entre la redac- cién de Jubileos y Ia de 4QEnGiantsb, copiado en la primera mitad del primer siglo a, C.; segtin Milik este espacio de tiempo debe ser restrin- gido si la cita de CD 2, 18 pertenece al libro de los Gigantes. Los textos de Dn 9-10b y 4Q530 presentan una cercania tetminolégica inncgable; ademas de la mencién de los tronos y los mil que estin de pie ante los tronos, el texto de Dn 7, 16 usa el término pesher, lo mismo que el texto J}. Davinson, Angels af Qumran, A comparative Sealy of 1 Enoch 1-36, 72-108 id Sectastan Writing from Quenran, JSOT, Sheffield Press, Shetek! 1992) 56, Hl contraste entre el suftimiento de Israel y la suerte de Babilonia: “Por que deseruyes a tu pucblo y eres misericordioso con tus enemigos? Fis que Habsonia es lg mejor que Sin?” (41s 3, 30). * Chk Mutiny The Bakes of Each. Annmate Fragments of Groran cave 4 (Clarendon Press, Oxford, 1970) 58, 218 | César Carbllanes de 4Q530 col. II, 23 y col. 11, 10; una primera cuestién que surge es, sila dependencia es de Dn 7 de EnGiants o viceversa; segiin la opinién de Milik y VanderKam™, la fecha de composicién de EnGiant pertenc- ce a finales del siglo II a. C., circunscribiéndolo entre la redaccién de Jubileos y la de 4QEnGiantsb, copiado en la primera mitad del primer siglo a. Cs segiin Milik este espacio de tiempo debe set restringido si la cita de CD col. II, 18 pertenece al Libro de los Gigantes. Segiin algunos autores, el relato de Dn 7 acontece posteriormente al 150 a. C., y para J. Collins habria sido escrito alrededor de diciembre de 167 a. C2" En todo esto nos parece que la opinién de F. Garcla Martinez ilumina nues- tro quehacer: “[..-] lo més interesante, sin embargo es que uno de estos manuseri- tos (4QEna) se debe datar a comienzos del siglo IL a.C., lo que nos obliga a admitir una fecha de composicién del original en el siglo I! esto no silo hace del Libro de los Vigilantes el apocalipsis mas antiguo, muy anterior a Daniel, sino que desconecta los origenes de la apocaliprica de la crisis provocada por la helenieacién de Palestina y por la revuelta macabea”®, De acuerdo a estos datos tenemos que la tradicidn presente en 4QEn- Giants" conserva una antigua tradicién de 1 Enoch y tansmitida poste- tiormente en Dn 7, 9-11 acerca del trono de Dios y sus ministros. Esta también es la opinidn de Stefan Beyerle “la visién del suefio en el libro de los Gigantes representa una més antigua tradicién comparada con mucho més claborada escatologia de Dn 7” En el.cexto de 4Q203 (4QEnGiants' ar) 4QBook of Giants’ ar, aun- que fragmentario, se puede reconocer la tradicién del Mito de los Vi- gilantes, en el fi.7 “luego él ha castigado y no a nosotros sino a Azazel ¢ hizo a él... los hijos de los Vigilantes, los gigantes y ninguno de sus amados ser perdonado”; en cl ff.8 menciona a “Shemihazah y a toda su compatifa”; “9 por tu prostitucién en [a tictra. Esto ocurriré para ti... la * GE Min, Te Books of Line... 58:, VanDrenant roy Retain to Canon. Stair in the Hebren Bibl in Seand Tepe Larrtar (Bri, Leiden 2001), 38 CL FJ Cours, Panel, A Commentary on the Boul: of Daniel, (Hartress pres, Minneapolis 191) 81 2 F,Gancis Mainz, Litters Judi ntertetameatona (Estella, Navarra, 1996) 8. % §. Brotarle, “One like Son of man: Inawendloes of a Heavenly Individual”, co G Borer surint (ed) Enoch and Quran Orgone New Lighton a Forgotten Coneetion (6 Betdasanns, Grand Rapiels 2005) 57 Demonologi en f apocallpicay Qumeén | 219 corrupcién con la cual has corrompido a ésta”, También en el texto de 4Q531 fi. 5 1 [...] “ellos se profanaron a ellos mismos (...] 2 [...] los gigantes y los nefilim” 4Q532 fr.2, “9 [...] ellos cometieron una gran injusticia sobre la tierra’, Una diferencia notable radica en el hecho que en cl texto de 4QEn- Giants col. Il, 17 conserva una antigua tradicién segiin la cual uno de los Vigilantes llamado Ohyah tiene un suefio en el cual Ja Gloria de Dios desciende sobre la tierra para realizar cl juicio. Ideas escacal6gicas simi- fares encontramos en Joel 3, 1-5 y Mal 4, 1. El autor de Daniel adaped ideas sobre el arribo del eschaton en Dn 7, 9-15 afiadiendo el v.13 “un Hijo de hombre”; asi también en Jubileos sefiala que es Enoch quien es enwviado a la tierra, como dice en Jub 1, 125 4, 18.30 “éte fre el primero que escribié un testimonio y testifies contra los hijos de los hombres a través de las gencracioncs”. Esta tadicién prequmramica aparece en el texto de 4Q201 4QEnoch ar col, 1, 1-3 de Qumrin que es una co- pia de 1 Enoch 1, 1-6 pero los wv. 4-6 no contintia la introduccién de 1Enoch, sino mas bien corresponden a la teadicién del texto del Libro de los Gigantes, “L..] ahora yo hablo sobre los elegidos, concerniente a ellos yo de- claro mi oriculo diciendo: 5[...] El Sanco saldré de su morada y ef eterno Dios descenderé sobre la tierra y carninaré al monte Sinai y aparecerd con su gran ejército y apareceré cn Ia batalla de sus firerzas desde las alturas de los cielos" La imagen del descenso de la Gloria ala tierra y la caminata al monte Sinai es una metifora militar que muestra el interés del redactor por oponer al descenso de los Vigilantes sobre el Hermén este otto sobre la tierra y el monte Sinai introduciendo de esta manera el juicio de los Angeles en el cutso de Ia historia de Israel. Este nuevo interés por la historia, se aprecia claramente en cl libro de Daniel. En este libro se ha- bla de angeles Vigilantes (4, 13. 23) rambién menciona a Miguel como, Angel protector de Israel (10, 13.21; 12, 1); y su contraparte son quizts los principes de Persia y Grecia (LO, 13; 20), Daniel no menciona un pecado de los angeles mas bien habla de reinos bestiales y de oposicion al pacto santo y al igual que en la segunda visin del Libro de los sueiios asume una perspectiva histérica del pecadlo que desarrolla una metaféri- ca zoomérfica: los cuatro reinos bestiales (7, 3) Scarnero”, “bestia” “ma- cho cabrio” (Dan 8, 3.4). Sobre todo a partir de la profecfa de Jercmfas 220 | Cisus Carbullanea acerca de las setenta semanas de afios que duraria el desticrro desatrolla un pesimismo histérico. TIL, Nueva avocatforica, 1, La impureza y el Libro de los suefios EL Libro de los swefos (83-90) conoce el rclato de los Vigilantes (84, 4; 86, 1-6) que es narrado metaféricamente mediante animales, El libro presenta dos secciones bien dclimitadas; la primera cn 83, 1-84, 63 y la segunda, 85, 1-89, 42. La primera seccién menciona la idea de la calda de los angeles que esta descrito 84, 4-6; también aparece en la segunda seccién llamada Apacalipsis de la animales, el cual posce una estructura similat al Apocalipsis de las diez semanas (93, 1-17). Esta segunda seccién muestra la imagen del pecado de los Vigilantes de acuerdo a una primera caida de una estrella y la posterior caida de otras estrellas (86, 1-3) la cual es diferente del relaco del capitulo 6, Sin embargo, el autor conserva Ja idea del mito de los Vigilantes segin la cual toda la historia humana esti contaminada desde sus comienzos pero que tendré una liberacién una ver finalizado el juicio de Dios, En este sentido a diferencia del li- bro de tos Jubileos que menciona la pericién de Mastema por la décima parte de los demonios, en el Libro de los Suevios, presenta a los Setenta pastores (89, 59-90, 42). Seguin este relato, el sufrimiento y el mal de las ovejas es descrito como una desobediencia de los pastores; desobediencia enrendida como “exceso": “atiende y mira todo lo que hacen tos pasto- tes con esas ovejas, pues harén perecer de cllas a mis de tas que les he ordenado; anota todo exceso” (1 Enoch 89, 61-62). El exceso por cuenta propia es anotado por el escriba, que es distinto de Enoch (v.70). Ea ambos relacos el sentido es el mismo, se trata de una teodicea mitica que explica los males ¢ injusticia en el curso histérico La segunda visién ¢s ef relato de la historia de salvacién, de acuerdo 2.un simbologia zoomérfica: justos y profetas son desctitos como toros blancos. Algunos de ellos, Adan, Set, Noé y Moisés se transforman en hombre (1Enoch 85, 3; 89, 1.36); Vigilantes y gigartes son simbolizados por astros, elefantes, camellos y asnos (86, 4) respectivamente. Intere- sante es que la caida del astro principal y sus seguidores (86, 1.3) ocutre posterior al nacimiento de Adin y Eva simbolizados por el toto blanco y la cernera respectivamente; también posterior a Cafn y Abel simbolizados Demenologts en apocalipria y Quam [221 por el becerro negro y rojo respectivamente. Tambicn es posterior al naci- miento de Set simbolizado por un toro blanco. Es posible que el redactor este siguiendo el relato ‘del Gén 2-5, en cambio la seccién de 86, 1-88, 3 sigue el relato de los Vigilantes. A partir del Libro de los sues encon- ‘tramos un cambio de perspectiva al incroducir una visién degenerativa © pesimista de la historia; se trata de la tipica idea apocaliptica de la pe- riodizacién de Ia historia que expresa un determinismo que funcamenta el dominio del mal hasta la itrupcién del juicio de Dios. En el Libro de Jos suehos y on. Daniel esta periodizacién esté basada en el ntimero siete; en cambio encontramos en Jubileos y 11QMelquisedee que la historia esté dividida en diez jubileos. Un aspecto interesante de notat es que los Angeles no luchan ya contra los hombres como raza sino contra el pueblo de los patriarcas, asf p.e. Mastema interviene contra Abram y Moisés. A diferencia del Libro de los Vigilantes cn la cual la oracidn es realizada por los angeles, en el Libro de los Suefios (83-90) ¢s Enoch, que intercede por los justos (83, 10; 84, 1-6). “Tui sabes, ves ¥ oyes todo, y nada se te oculta... ahora cus angeles celestiales pecan, y tt célera permanece sobre la raza humana hasta el gran dia del juicio” (v. 4). La oracién de Enoch ¢s para que Dios deje un “resto sobre la tierra y no la aniquile toda” (83, 8); “a los justos y rectos mantenlos”. Estas diferencias son importantes pues muestra un avance en la perspectiva que asume la teodicea inte- grando la dimensién histética como apreciamos en posteriores escritos, 2. Noé, Abram y José como exorcistas La demonologia se desarrolla en funciGn de responder a la cuestidn de la teodicea. El libro de los Jubileos en primer lugar asume conocimientos médicos y bordnicos de tan modo que son singeles enviados por Dios quienes ensefian a Noé medicamentos (Jub 10, 10). En segundo, lugar, Jos conocimientos cientificos estan en funcién de colocar la demonolo- agfa denero de la historia de salvacién, asi Abram y demas pattiarcas serén un antitipo del principe Mastema (Jub 18, 10-12). En este sentido, el interés por la teodicea presente en los primeros capitulos de 1 Enoch pasa del ambieo del cosmos al de la historia de Istacl. J. van Ruiten sue braya “la fuerte semejanea en la forma y contenido”® entre la oracién © J. van Rurten, “Abnum’s Prayer: “The coherence of the Pesicope in Jobilees 12:16 17,en G, Boccaccivt aNb G. Inns (ees) noch and the Aboszs Toma. The evidence of Jubilees” QW. Rerdmanns, Grand Rapicl 2008), 211-228, 219 222 | Céene Carbuillanes de Abram, de Nod y Moisés. Las oraciones y bendiciones de angeles y patriarcas antediluvianos y de la historia de Israel tienen un eardcter in= tercesor y cxorcista que se extenderin en términos generales a “exorcistas judios” en Qumrin, La oracién de Noé (Jub 10, 1-3-7) esté marcada por dos motivos. Reconocimiento de la misericordia de Dios con No¢ y peticidn de proteccién para “los hijos de los justas” en contra de los “ma- los espiritus” (wv.3.5-). En relacién a Abram, Ruiten no analiza cl texto de Jub 11, 16-24; 48, 12-18, donde se describen las figuras de Abram y Moisés combatiendo a Mastema. Abram narra a sus hijos el castigo de los gigantes y el de Sodoma (20, 5). En el texto de Jub 11, {1 sirve de introduccién a los wv. 16-24 que sefala “el principe Mastema envio cuetvos y aves a comerse Ja semilla que se plantaba sobre la tierra...” Los vy, 16-23 resaltan la figura de Abram y muestra el poder exorcisea de este que funciona como contratipo al relato def mito de los Vigilantes “aquel dia se volvicron secenta nubes de cuervos, no quedando ni uno en codos los campos donde estuvo Abram”. Ast como Abram, Moisés intercede ante el Sefior “Alcese Seftor, tu miser! sobre tu pueblo y créales un espiritu recto, no los rija el espiritu de Beliar” (Jub 1, 20). En Jub 48, 2.3, reinterpreta el texto masorético de Ex 4, 24 atribuyendo a Mastema la accién de asesinar a Moisés “no quiso matarte con toda su fuerza y salvar a los egipcios de su mano...2” Mastema ayudaba con encantamientos y maldad. Por ef contrario, Dios, impide que haga “me- dicinas con sus manos” (¥.1); cuando habla de Ja figura de Noé, Dios comunica al patriarca “los remedios y-enfermedades, juntamente con sus engafios, pata que curasc las plantas de la tierra” (Jub 9, 12); Dios ordena que Mastema sea “atado y encerrado” (w.15.18), incluso Maste- ma “es liberado” para que ayude en fa persecucién de los israelitas. Las oraciones y bendiciones estén enmarcadas en el tema de la salvacién y el cariicter exorcistas de la vida de los patriarcas. As{ como Noé, la ora- cién y bendicién de Abram estd en relacién a la proteccién contra los demonios “no tengan poder sobre ti ni de eu descendencia los espiritus «le Mastema para alejarte del sefios, tu Dios” (Jub 1, 20; 4, 3.225 10, 3-6; 12, 20; 19, 28). 3, Demonologia dentro de la historia salvifica En el libro de los Jubileos, finales del siglo TI, conoce el mito de los Vi- gilantes (5, 1-4); existe una similar concepcidn de la demonologia pre- sente en 1 Enoch y Jubileos. Este iltimo sigue ef mito de los Vigilances, Demonologa en la apocliptia y Qumrin | 223 especificamente con la tradicién de Shemyaza (Jub 5, 1-2), en cambio, respecto de los conocimientas médicos y botdnicos son valorados positi- vamente en el sentido que los angeles “él mandé que debfamos ensefiar a Noé medicamentos” (Jub 10, 10); de la misma manera, en Jubileos la demonologfa aparece agrupada en listas de demonios, y listas de impios (CD-AY, 18 Jd 1, 11}; esta cuestin no menor apunta a describir a los demonios ¢ impios de acuerdo a un reino guiado por un jerarca Maste- ma o Satin Jub 10, 11); sin embargo se diferencia de la demonologia de 1Enoch en el hecho que contextualiza la demonologia de 1 Enoch en relacién a la historia salvifica de Israel. En este m 0 sentido, el lugar de Enoch como visionario queda reemplazado por la figura de Moisés a qutien le es revelado lo que sucederd. En otra parte hemos puesto de relieve la relacin existente en 1 Enoch 7, 5 y Gén 9, 4-6 entre el man- dato de no derramar sangre y la figuea de Abel. La contaminacién recae de acuerdo a la idea extendida en la antigiedad no solo sobre la persona sino también sobre la tierra en la cual se derrama la sangre, profanando de esta manera el pafs; sin embargo la demonologia es presentada no como angeles rebeldes sino como un cjército, 0 reino estructurado, el cual estin en definitiva bajo ka voluntad de Yahvéh, en efecto, Mastema ruega ante Yahvéh que deje una décima pacte (Jub 10, 9). No¢ constata aque la pervivencia de los demonios como sefala Jub 7, 27; 10, 1: “en el tercer jubileo, comenzaron los demonios impuros a seducit a los nietos de Noé, haciéndolos enloquecer y perderse”. En Jub 11, 2 contintia esta tradicién: “los hijos de No€ comenzaron a combatirse, hacerse prisioneras, matarse entre hermanos derramar san: ‘gre humana sobre la tierra...” con una innegable alusién al mico de los, Vigilantes subraya “se fabricaron estatuas de funcibn y adoraba cada uno asus idolos metilicos” y “el principe Mastema se esforzaba en hacer todo esto y enviaba otros espiritus que habjan sido puestos en su mano pata cometer toda clase de extravio, pecado e iniquidad: destruir, artuinar y derramar sangre sobre la tierra”. Pero como sefiala J. Collins, el relaco de los Vigilantes no fuse el tinico paradigma a partir del cual se comprende el mal en el mundo*. En Jubi- leos aparecen dos tradiciones sobre un pecado de origen: el relato de los Angeles caidos en Jub 5, 1-4 y el relato del Yom Quippur fundado cn la venta del patriarca José (Jub 34, 18-19). La conexidn encre el relato de CE Comins, Apocaptici 32. 224 | Cae Cxdullanen José y el texto de Lev 16, 1-36 establece una conexién entre expiacién y exorcismo. La expiacién anual por este pecado contra José en el dia det Yorn Quippue muestra un caricter apotcopaico de le figura del patriarca C. Carmichael ha hecho notar el origen del ritual del chivo expiacorio en relacién a la figura del patriarca José®. En su esfuerzo de insertar of tito de los Vigilantes en Ja historia salvfiea, para el autor det libro de fos Jubileos la figura de José no solo se asemeja a ta de Abel, sino que dicha tradicidn explica el origen del rito del Yom Quippur en relacidn al telato de Gén 37, 31 “degollaron un cabrito del rcbafio y tifteron Ia nie nica con la sangre”, paralelo a Lev 16, 15, com lo cual prueba un sentido apottopaico del sufrimiento de José como fundador de un pucblo. De acuerdo a esto, parcciera qui el rito expiatorio pose un carfcter exorcist manifiesta una transferencia simbélica. Como podemos ver en el texto de Jub 34, 18-19, se ordena alos israclitas que guarden luro el diez det séptimo mes: “en él expicn por su pecade con un cabtito, el diez del mes séptimo, una vez al afo, pues apenaron las encrafias ce su padre a causa tie au hijo José”. Tal sentido expiatorio fundante y iberader del dominio de Mastemna se ve confirmado en Jub 46, 1-2 donde se sefiala Ia funcién cexpiatoria de José como exorcist y liberador en Egipto: “se multi] ton mucho durante diez septenatios, todos los dias que vivi6 Jo: tubo demonio ni ningiin mal en todos los dfas de la vida de José tras fa muerte de su padre” 4, Demonologia y escatologia Al igual que 1 Froch la figura del diluvio es considerada como imagen del juicio divino en Jubileos; sin embargo ya en el Libro de ls Suef tl paradigma cambia y el eschaton es elaborado a pair de una period vation de la historia, En el libro de IEnoch, Dios ordena a los Angeles carat a Asacl de manos y pies y lanzarlo a las tinieblas”: también Semyaa “gealos por setenta generaciones’ (IEnoch 10, 4.115 13. 15 14, 5: 6+ 28), Es notorio cémo a partir de 13, 15 14, 5 ex Enoch quien es el inter Tocutor de Asacl y no los angeles. También en Jubileos Las bendiciones cscatoldgieas incegra el “atar a Satin’ y la reiterada afirmacién: “y alli seri ni Satén ni ningtin mal destructor” (ub 10, 5-75 23, 295 50, iy FC Cammenna, "The origin of the Scapegoat ritual”, dar etenentnn 1/2200), 167-182; el i “Tecwen teadiion en el TestXTIPacearcs TestRubén Vy 2B FeSivncom 1, 5; TesSimenn 2, U-14, TestZabulin 1, 5; Testzabulin 5,4 “FestDan 1,7; FestGad 2,2. Demonologia en la apocatipica y Quin | 225 Jo mismo encontramos con Ia idea de atar al fuerte” que repite TestLevi 18, 1 y Me 3, 22. TV, EL Gtrimo cicto De ENOCH ¥ QUMRAN 1. Epistola de Enoch, Lacita de 1Enoch 101, 4-9 en el texto de 1QHa col. XIV, 22: “yo he lle- gado a ser como tun marino en medio del mar tempestuoso”, demuestra ia dependencia de este texto de los Hoyadot y de la Bpistola de Enoch, La imagen responde a la del sabio que es comparado con el marino s breviviente de Ia tempestad que puede contar lo que ha vivido (col. XI, 14; col, XIV, 22). La Epistola de Enoch subraya el caricter histérico del pecado en diversos pasajes p.e, Enoch 98, 4 “tampoco el pecado fuc enviado a la terra sino que los hombres lo crearon de si y gran maldi- cién tendean los que lo hicieron”. Lo cual se asemeja al pensamiento de Siricida 21, 27 “cuando el impio maldice a Satin él se esti maldiciendo a si mismo”. Aunque conoce el mito de los Vigilantes (1, 13), no se refiere a este para explicar cl pecado en el mundo. En esto debe verse una reaccién al determinismo del mito de los Vigilantes para el cual la historia esté ya corrompida. En el capitulo 93, 1-17 se encuentra el Apocalipsis de las diez semanas ajuicio de S. Reid, como el “rs antiguo apocalipsis judio"™. La historia aparece dividida en diea semanas y tefleja un degenerative concepto de Ia historia lo que expresa a juicio de P. Sacchi que la Epistola de Enoch deriva del Libro de los Suerios y de Daniel”, La figura de los justos que son desatrallados sociolégicamente mucstra una nueva conciencia de la libertad y responsabilidad humana ante su destino, (2 Pd 2, 4; Jud 1, 6). En la Epistola se encuentra desarrollado el concepto de justo ya mencionado en el Libro de los Vigilantes (1 Enoch 5, 7; 10, 175 25, 4) donde se habla que “este drbol seri dado a los justos y humildes’, Aun- que Sacchi comenta: “Los elegidos son para nuestro aucor los justos los humildes”®, este no saca las conclusiones pertinentes y no considera la cita de 1Enoch 2, 7 “los clegidos [...] ellos heredarén la tierra’, que © SB, Rew, “The Sracture of the Ten Week: Apocalypse and the Book of Dream isons”, JS) NE (19842, 189, levis Apap and ls latory, 114 \“Riflession”, 49, interpreta el salmo 37, 11: ‘los pobres heredarén la tierra”. Tampoco cs casualidad que durante este periodo aparecen una scric de listas de sujetos marginales y perseguidos, asf como en 1Lin 104, 2 y TestJuda 25, 4, donde se enumera a los justos: pobres, pobres, enfermos nece- sitados, a quienes se les promete la vida, siguiendo en esto el esquema de humillacién-cxaltacién estudiado por G. Nickelsburg”. Esta coinci- dencia ideoldgica no es casual y muestra a juicio de Boccaccini un tema eoldgico: “elegidos (justos y sabios) y los impfos (pecadores y necios) son respectivamente identificados con los pobres (los indefensos) y los ricos (los poderosos)”™. Los justos identificados con los pobres en estas listas son sujetos escatolégicos que encontramos en Ap.Sof7, 2-11; Job 31, 13-23;Me 25, 31-46. El justo no es solo quien protege al huérfano y ala viuda, sino que ahora se trata que cl justo se identifica con aquel que padece como lo muestra el Test José 1, 1-7. 2. CD y TestXIl Patriarcas. Dos demonologias El Documento de Damasco es a juicio de Boocaccini un “texto de transicién”™, as{lo muestean los textos de 4Q266 fi. 2 col I, 18 (= CD-A 1 21- IT 21) que testimonian que en Qumrin conoctan el mito de los Vigilantes “los Vigilantes de los cielos cayeron” (4Q532 fr.2 73 4Q534, 7), Ademés, atin conserva la raiz. del mal en el deseo de los Vigilantes: “ellos han realizado su deseo”. (CD-A col. If, 20), y no en la interioridad de los hombres o cn Ia historia mundana como lo haré la Epéstola de Enoch, También en 4Q544 fe. 2 1 [... yo] domino sobre ti [.-.] 2 [.--} este Vigilante) zquién es él? ¥ él me dijo: “este es Hamado...] 3 [.-] y Melqui-resha’, El Documento profesa un dererminismo radical entre el gidos y justos y los que pertenecen al lote del principe de las tinieblas. Si embargo, a juicio de J.J. Collins en Qumean “encontramos en Instruccién de los dos espiritus, una nueva sintesis que va mds alld que cualquiera otra BG, Nicuvasnuee, Reerreten, Immortality, dd Eternal Lije in lntertestessentl Judas and Early Chriianiy, Expanded Edition (New Hacven 2006) 278. M1 BoccaceIn, Olte lipotet eens, 243. 3 Boce accin, Olire lpotest een, 215. % Los hugares en que aparece menciona el mito de los Vigilantes en Qumran sone CD.A TI, col. H, 18(4Q266) fi. 3 col. J, 18; 1QapGen ar col TI, 1; col. WV, 16; col VE, 13; cob VIT, 2 4Q201 4QEnoch! ae coll, 3; OLY, 5; 4Q202 4QFnoeh" ar col 1, 3; col. H-2- col. UL, 15; 4204 col. V, 3; col. VI, 8.9-12; 4Q206 4QEnoch ar ft 2 col, 5;4Q227 fe2, 1. Demonologia ex la apocaliptica y Qumnrin | 227 de sus precedentes judios””. A juicio de Collins en CD no esté entendido el mito de los Vigilantes como el “origen y fuente de la pecaminosidad humana”, Collins sostiene que la fuente yace més bien en la inclinacién del corazén humano (1Q26, 4Q415-18, 423). Pero esta posicién no se ve bien cémo se conjuga con el texto de CD-A col. III, 21-col. IV, 19. Pensamos mis bien que CD profesa la perspectiva hist6rica ya desarrolla- da en textos como el Libro de los Suenos y Jubileos. CD inserta el mito de los Vigilantes dentro del ciclo de los patriarcas cle manera similar a como lo hizo Jubileos, ademés, integrando la mediacién histérica de la Escri- tura, introduce, la interpretacién escatoldgica pesher, incluyendo textos de la Escritura como portadores de misterios. Es significative que CD-A col. III, 21-col. IV, 19, cita el TestLevi 16-17, que menciona que el ju comienza con el envio del angel Belial, en los vv. 12-13, e introduce la cita de Is 24, 17: “Y durante todos ¢308 afios Belial seré enviado contra Israel, como ha dicho por medio de Isaias el profeta hijo de Amés diciendo: (Is 24, 17) pinico, fosa, red contra ti, habitance de la tierra”, Este texto pertenece al Apocalipsis de Isafas 24-27, cf cual es inter pretado por el escritor inspirado mediante el texto del Tescamento de Levi, lo cual prucba su origen pre-quonramico, El redaccor de CD identifica histéricamente esta cita con los vicios y males que sufren sus contemporaneos, signos del envio de Belial aia tierra, y de la le- ¢gada de los iltimos tiempos, época de dolores y de persecucién para las justos, antes de la llegada del eschaton. Ademés, encontramos en la segunda etapa de los escritos de Qumran", textos como 11QMelq {que incerpreca el Salmo 82, 2 mencionando Belial en dos ocasiones ww. 12.13 “su incerpretacién concicrne a Belial y a los espiritus de su Tote”. Esto muestea que CD y otros escritos propios de Qumran mantienen la idea de la pecaminosidad humana dependiente del pe- cado de los angeles caidos. 3, Duslismo y determinisme Pareciera ser que la demonologia en Qumrin no es un sistema homo- ‘génco, y mis bien pensamos que coexisten diversos sistemas demono- logicos en tensién. Una gran cantidad de autores estiman que la demo- s 6 Conn, Apap, 95. © Connsns, Apap, 36 C4 Gawess Manes, Tetons Ji, BB 228 | César Cosbllonce nologia de Qumein es dualista estructurada en dos lores: una, guiada pos el principe de la hu: otra, liderada pot el Angel de las tinieblas (1QS Col. TH, 20). De manera similar a Jubileos, se trata no de un dualism absoluto sino parcial, asf se muestra on 1QS col. II, 25 sefiala que “el ‘red los espiritus de la luz y de las tinieblas y sobre ellos establecié todos los hechos”, En cambio, otros textos, muetrran otros acentos como P.. 1QS col Il, 17, en donde dice que Dios ha creado el hombre “para que domine la tierra y ubicé dentro de él dos espiritus” En alunos pasajes se menciona que el tiempo presente esti domi- nado por el principe de las tinicblas. Este tiempo es el “dominio de Ia snjusticia”, “el dominio de la impiedad” (1S col. IV, 19-20; 4510, 65 1QM col. XVIII, 5-6). Sin embargo, es un tiempo acotado, Dios “puso tun tiempo a la existencia de la injusticia” (QS col. IV, 18), Diversos pasajes de Qumrén nos entregan importantes datos sobre el estado de injusticia de la creacidn y la situacién de persecucién y hos dad que sufte la comunidad. Investigadores como J. Collins sostienen que existe tun corpus de esctitos que expresan “un dualismo de los dos espirisus” entendidos como inclinacién al mal fuente de fa pecaminosidad hu- mana, pc. el texto de 1QS 3, 15-19, el eual en principio es similar con la demonologia del ‘TestRubén 2, 2.8 ya que derivan el pecado del capiritus que estén en el interior del hombre; no obstante que en 1QS, ‘diferencia del ‘Testamento de Rubén no se habla de un espiritu sino de niltiples espiritus dentro de cada ser humano, 4, La impureza y los justos y la gloria de Adin Dios ha creado dos lores, los hijos de la justicia y de la injuse hijos de la justicia estan bajo la proteccién del principe de la luz.“el prin- cipe dela luz tiene dominio sobre todos los hijos de lajusticia” (1QS col TV, 20). Como ha sido estudiado por C. Flechtes,y J. Sharpe, Dios ha creado a Adin de manera semejantea los angeles, ya en el Libro de los Sueftos es descrito como un toro blanco (1Enach 85, 3) simbolo de los justos. Segyin Collins “los textos sapienciales de Qumran comprenden a la humanidad divida en dos tipos de humanidad desde un comicnzo*: CHARLO, Al te ry of Ada: Liege Anbrepalgy i he Ded Sea Srl (il 102), 122; |. Tn $i1ARPhy "The second Adam in the Apoealypre of Mose”, CBQ RXV (1973) 35-46. 8 Consans, Apacahptidinn, 39. Demonologi nla apoalipcay Quine | 229 “un pueblo espiritual” a semejanza de los angeles y otro “espiritu de carne”. Por esto que a los justos, a los miembros de la secta percenece la gloria de Adan (1Q$ col. IV, 23) y sus nombres estin escritos. Esta idea también esti desarrollada en textos contemporineos como en el Libro de las Pardbolas (\Enoch 69, 10) “no fueron crcados los hombees sino como los angeles, santos y justos y lz muerte que todo fo destruye, no los habrfa alcanzado, pero debido a este conocimiento eran destruidos”. Desde un comienzo estin predestinados los hijos de la luz a brillar como estrellas: “los hijos de la justicia brillaran eternamente [...] y tendran gloria y alegria". ¥ lo mismo aparece en Apocalipsis de Moisés 20-21con una distin demonologia comparable a la que subsisce en Sab 2, 24 y Vida de Adan y Eva 12-16; Enoch Hebreo 4, 5-8, en este sentido tiene rx26n M. Elliot? y es necesario reconocer In mayor importancia que adquiere la figura de Adén en los escritos de Qumrén por lo que es ne- cesatio hablar de una teodicea de Adan. 5. Teodicea y exorcismos en Qumrin En Qumran encontramos desarroliada la pregunta por la teodicea como ocultamiento del rostro de Yahvéh en los tiltimos dias p.e. en Catena 4QU77 col. I, 8 encontramos citado el Sal 13, 1-2: “Hasta ewindo, Yahveh? Me olvidaris para siempre? Hasta cuindo escondenis tu rostro de mi? [...] La interpretacién de la palabra con- cierne a la putificacién del corazén de los hombres de la comunidad.” La interpreracién del salmo no solo ha sido escatologizada sino que representa una solucién al problema de Ia injusticia entendida como contaminacién ¢ impureza; el tiempo malo de los iltimos dias es com- prendido como purificacién del corazén. No es casual que Martin Hen- gel comente que “angclologia también forma el trasfondo de la demo- nologia esenia y sus exorcismos, Los demonios son relacionados con los Angeles caidos. Probablemente el don esenio de sanar acentuado por Josefo tiene un trasfondo exorcista”’. Ciertamente, los exorcismos en Qumrin debemos considerarlos dentro del ambito de la demonologfa y actividad cxorcista dc Jos patriarcas semejante a como lo encontramos IM, Hizior, “Origins and fianctions af the Wachters theadicy®, Hen vol. XSIV (203), 63, IM. Henan “Qumran and helenisms", en J Conuinsand R. IKucrn(eds) Religion fn the Dead Sea Seals (Grand Rapids, Michigan 2000) 53, 230 | César Carbtlncn ‘en Jubileos. Angeles, patriarcas, proferas colaboran mediante los exor- Giamos en Ja lucha contra los demonios. El texto de 4QU97 4Qyobit ar presenta en este relato al ngel Rafael que acompatia a Tobie para pesear fin pez. Como argumenta Brandon, en la antighedad se usan diver: sos animales, objetos, acciones y conjures que se erela tener un efecto protecror 0 exorcist; asi, el angel manda a Tobit extracr el corazén, EW hgado y las agallas, fr4 col I “Dividir y quitar su agalla, su corazin 9 y su higado, y mantenerlos en la mano, pero deshacerse de sus en, trafias, por su aga, sa coraz6n y st higado son una buena medicina” los cuales poseen un efecto apotropaico para expulsar al demonio que caté en Sata, hija de Raguel. Sara ya ha tenido siete esposs y todos hart tmuerto a causa del demonio que no deja acercarse (ft-4, 9). El mismo fingel explica el efecto de dicha accién: “le dijo: ‘Si ta bumo esta ante dun hombre o una mujer atacada por un demonio o un espiritu maligno [huiré de ellos!” Bendiciones, frmulas de encancamiento y oraciones tiene un cardc- et exorcista, a julicio de Mach “la oracién es uno de los medios por los cuales se protege contra estos demonins”®. El fr} col, Il presenta una formula de encantamicnto “oh yo espititu te conjuro, ob espiritu yo ee encanto...”. De la misma manera que 11Q1} menciona una férmula de encantamiento de espiritus y demonios. La oracién de Nabodias en {C2242 sostiene que cl rey viene “una inflamacién maligna decretada por ‘d Dios altisimo” a causa de un pecado de idolatria: “yo habia orado por Siete afos a todos los dioses de plata y oro de bronce y hierro de madera y picdra y de arcilla porque yo pensaba que eran dioses”, Un exorcista judo perdona su pecado mandindole realizar un eserito dando hener y tloriaa Yahvdh, En otro texto, 4Q560 4QEKorcism an fr 1 col. descri- Be un demonio llamado “el castigador de las nifas” y contindéa en el v.2 al “mal visitador” que provoca “fiebre, escalofrios, el calor del corazon”. Es importance anotar que dicho texto muestra Ia misma diferencia encte sintoma y causa, enfermedad y demonio como TestSalomén 18, 1-41, pero que en otros rextos se identifi, como os el caso del Libro de las aerabolas (1Enoch 69, 3°13). En los textos de 4Q511-512 y 11Q6, en cece iltimo texto, dice: “que Satén no domine sobre mi, ni un mal es- TELSG.F Beano, Pienza de religane comparadas (Raids, Madi 1975) 416 6 Mun, Demons, 191 Demonologaen la apocalipia y Qurdn | 231 piritu tampoco, ni mal objetivo come posesidn de mis huesos"*. El uso de conjures y oraciones exorcistas muestra que esta demonologia no solo pretende explicar la causa de una mala disposicién o el origen de Ix injusticia en ef hombre sino que ademés pretendia realizar una accién soteriolégica en los dolientes y afeetados con diversas patologias fisicas y mentales, asf p.c. 4Q560; 4QExorcism arfr.1 col. 1 “iniquidad y culpa; fiebce y esealofrio, subida de presién 5 [...] en suefio” muestra la idea que patologias fisicas como fiebre, dolotes estomnacales, y enfermedades mentales fueron considerados como manifestacién de un demonio 0 pproducido por uno de ellos. De la misma manera la descripcidn de pro- pésicos, deseos, sentimientos, atitudes, etc. Ahora bien, es fundamental tender que esta perspectiva antropologica esté plenamente vigente en disiglo I. d.C, y es un presupuesto esencial para comprender diversos textos neotestamentarios, En el texto de 11QU1 col. IMI v. 2 encontramos el nombre de Solo- én el cual tenia fama de exorcista, posteriormente afirma el texto “y el invocata” en el w. 3-4 [... los espititus y los demonias (...) 4 {...] éstos son los demonios y el principe de animosidad”. Por estos datos, ¢s muy posible que 11 QUI sea un texto de exorcismo semejante al que encon- ttamos en el TestJob 27, 1-7 0 TestSalomén, 6, 11 donde el niicleo det exorcismo 2 juicio de E. Puech radica en la invocacién en el nombre de Yahvéhs “una encantacién en el nombre de Yahvéh” (col V, 4)". Este uso del nombre inefable representa ya un poder migico contra los demonios ten las Pardbolas de Enach (VEnoch 69, 14-25). Mas atin, si menciona- mos el uso del Salmo 91 gue se emplea més adelante, vemos un uso apotropaico del Salmo en contra de los hijos de Belial mencionado en cl ¥. 3; este uso comprende una oracién de exorcismo contra los demonios de la pestilencia y la plaga mencionados en [os w.5.7.10 asi como de los animales mencionados en los vv. 12. 13 “sobre serpiente y dspides tu paso, ti caminaris entre leones y dragones” CF. 4Q560 UQLxorcism at} G41 Puncn,. “Los manuseritos del Mar Muesto y ef Nuevo Testamenta, [1 ne +o Moises algunas pricticas de la ley”. Antiguo Oriente: Cuadernos del Centro de Eetudios de Historia del Antiguo Oriente 7 (2009). htep://bibliotecsdigital. nea. cedu.ac/cepositorio/revistas/manuscritos-mar-mucstonuevo-testamento-pat [con sulta 26 de Pnexo, 2016] 252 | César Cabullanca 6. El tiempo escatolégico y lucha contra demonios A diferencia de fos justos presentes en el salterio, que exclusivamente pa- decen fa injusticia de los impfos, encontcamos otros textos apocalfpricos ya mencionados como Jubileos en donde patriarcas, o como en 11QUI tol. II1 v. 2, figuras como Solomén son exorcistas que colaboran en In lucha contra los demonios: “él invocara” en el wy. 3-4 (... los espiritu: os demonias [...] 4 {...] estos son los demonios y el principe de animo- sidad”. En textos posteriores como en el TestJob 27, 1-7 muestra a Job como un “atleta” que lucha contra Satan, y el TestSalomén, 6, 11 donde el exorcista manda callar a los demsonios; son muestra que los justos no solo padecen sino que luchan y colaboran como los angeles contra los demonios. Ciertamente un cambio significativo tadica en la diversa escatolopia que representa Quinrin referido a la impureza y justficacién. Si ya el judaismo endquico habia desarrollado ana euptura con el esquema sa- ‘rificial jerosolimitano, el judaismo esenio se distingue incluso de otros textos del movimiento endquico por él hecho de considerar que Dios por su justicia, purifica y hace justo al hombre como un bien presente slo remitido a un futuro dia del juicio: “porque eit purificas le ad y limpias al hombre de su culpa por tu justia’ (1QHa col XI, 37). A nuestro parecer este es un cambio cadical solo comparable & Iajneroduccién del mico de los Vigilantes y quizs haya que ver antece- dentes de esta justificaciGn, en la figura del rapto de Enoch al cielo yen fos sucesivos raptos de héroes judios (1Enoch 12, 1; Enoch Hebreo 4, 5-8). En este texto, la justificacién es identificada con un don presente en medio de la comunidad e identifica la expiacién y como un acto de purifcacién escatolégica: “El dia de la expiacién es el fin del décimo jubileo” como lo encontramos en L1QMclq. Melquisedec declara el ‘décimo jubileo en el dia del Yom Quippur de acuerdo al texto de Is G1, 1-2. Al parecer en este aspecto escataldgico de la justicia que se aprecia en la neumatologfa de la secta, por fa que el hombre recupera Wa gloria de Adén, no se aprecia ning papel para wn mesias, ni para otras instituciones rcligiosas judias, ni por la purificacién de aguas, ni santificado por el mar 0 los ros, sino por el espiritu sanco (1QS eol IIT, 1-11}; “peto Dios... purified sus iniquidades y perdons sus pecados... cllos adquiririn eterna vida y toda la gloria de Adén es para ellos” (CD- A col. Ill, 18-20). Demonologia ex la apocaliptica y Qumein | 233 VI. Conciusionss, Los diferentes cambios producides en Ia demonologia judia y su inser- cidn en el curso histérico, nos muestra que el nticleo central ra la conviccidn de un estado de injusticia en que ha cafdo la hum a raiz del pecado de los angeles, rciterado en diversos documentos de esta época. Posterior al Libro de los Vigilantes, la demonologia mitico- ttascendental ¢s contextualizada en el marco de la historia humana de acuerdo a un uso de pasajes de la eseritura y de una periodizacién que integra la historia de la salvaci6n de Israel mediante diversos argumen- tos. Es comprensible que en este horizomee, el tema de la pregunta por cl sentido del sufrimiento haya sido relacionado con la presencia de exorcismos, y acciones como bendiciones, oraciones y ritos apotropai- cos que poseen un carictcr soteriolégico y no tan solo medicinal como acontece en contextos culturales vecinos a Israel. No es casual enconces, que la demonologia, en el contexto del proceso de escatologizacién que se produce en grupos apocalipticos se vuelve hacia el problema de la teadicea, Io cual explica que la promesa de la climinacién del mal sea un bien escatolégico pata el final de los tiempos; en Quran encontrames la conviccién de la justificacisn actual como regalo divino que obliga a pensar en una teodicca centrada en Ia figura de Adan. La cucstién de la liberacién del poder de los demonios y de la justicia divina por tanto leva a describir dos aspeetos: primero, la identificacién entre contami- nacién y pecado conlleva una superacién del esquema sacrificial judio y abre las posibilidades para ulteriores desartollos en la comprensién de la salvacién de los glegidos. La pervivencia del mal en la historia pretende responder a la condicién pecaminosa que subsiste en fa historia y que conlleva tna agonia para el creyente; segundo, la reflexién demonolé- agica judia durante cl judaismo tardio pretende responder a la cuestién, del mal en la historia, por lo que ha querido enmarcar la creencia en demonios dentro de la historia de salvacién, colocando a Moisés como revelador y a los pattiarcas y profetas como exorcistas; la escatologiza- jn de la demonologia conlleva una superacién del mal desarrollando un determinismo histérico el cual conlleva finalmente el anuncio del triunfo de Dios sobre los demonios, atando a Belial en cl juicio de Dios, 2016 /2 Teologia y Vida Vol. LVIL La Revista Teologia y Vida es una publicacion de la Facultad de Teologia de la Pontificia Universidad Catolica de Chile fundada el ao 1960. Desde entonces se ha destacacio en América Latina por et rigor ‘académico con ef que abarda los mas complejos temas teolégicos, por su aporte a la interpretacién de las fuentes de la revelacién cristiana, y Por su permanente interés en pensar los temas mas acuciantes de la cultura y de a Iglesia. Los articulos que se publican en ia Revista proceden de investigadores tanto de Chile como del extranjero y estan especialmente dirigidos a personas que ya poseen conocimientos en el campo de la teologia. En Teologia y Vida estén representadas todas las disciplinas teoléaicas y, también, otras ciencias y saberes que de modo riguroso contribuyen a pensar la vida en retacién al misterio de Dios.

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