32 QUE Espen be LA emoCRACIA
Zé Gheibub, Carolina Gurvale, Jen Gandhi, Fernando Limpongi
Covadonga Meseguer, Sebastian Salegh, James Vrecland y el di-
fanto Michsel Wallerstein, Btena parte de lo que a6 y To que
pienso sobre lgitaturas se debe a Argelin Figueiredo, Fernando
Limongiy Sebastian Saiegh. Mucho de lo que conozco sobre el
conutiuicionalisme liinoamericano proviene de José Antonio
‘Aguilar Rivera, Robert Barros y Roberto Gargatlla, Carlos Aci
{Julio Saguir ine informaron sobre la politica argentina, Hyg
Baeg Im y Jeong-Hwa Lee sobre Corea, Zhiyuan Gul y Gaochao
He sobre China, Jorge Buendia sobre México y Fernando Liv
rmongi sobre Bra. Tamar Aradurian, Anjali Bobiken Thomas,
Carolina Gurvaley Sunny Kuniyathu partciparon en Ia recopila:
ign de datos histéricos ulizados en esta obra.
stas deudas personales se reflejan en las piginas que siguen,
‘También tengo deudas insiticionales con la National Seience
Foundation, por finaneiar el proyecto que ha producido este
‘ro, y con la New York Universi, por concederme la generosa
‘oportinidad de inveaigaryexeribi,
‘Como he dicho, he sido afortunado, Pero mi mayor fortuna ha
sido haber parada la mayor parte de mi vids, dese Polonia hasta
Chie, Francia y Estados Unidos, con Aquella ala que dedico este
Niro.
Introduccién,
Las insttuciones representativas bajo las cuales vivimos
hoy evolucionaron 4 partir de tna idea revolucionaria que con:
movi al munds en la segunda mitad del siglo XVM, a saber, lade
ique un pueblo deberfa gobernarce ai miso. Slo evando cud
‘anos iguales determinaban las leyes bajo las cuales vivian eran
Iibres. Yin libertad era et valor politico definitive, "odo", sein
eeian muchos. Sin embargo, si juzgamos las democracias con:
{emporineas por losideales de autogobicrno, gualdad yibertad,
fenconttamos que la democracia no elo que se sofiaba que era.
Ura posible que lo face? Yi era posible, ,podemos hoy realizar
Incjor esos ieales? Fas son las pregntas que motvan y estructt-
tan lo que sig
‘Tendemos a confundir ts ideals de los fundadores con des
cripeiones de ineitaciones existentes en Ia realidad, Ese velo
{deoligico deforma nuesea comprensin y nustras evaluaciones
s poltcamente perniciose porque, al vt, aimenta esperanzas
Inracionales,ineluyendo varios proyectos alucinaorias, y nos cega
alas relornia fctbles, En contecuenela, me propongo desmii
an liberar nuestra comprensiOn de las democracas reales de la
perspec des orgencs
Ta demoeraci, con td sus
‘echtado repetidamente ‘
biantessignifieados, ha en
een ta actual,34 Qué srenan DEA pemocnacta
Y sin embargo, al mismo tiempo, Ia democracia
‘siempre vuelve a despertar nuctias esperanzas. Estamos siempre
nsiogos de que nos seduzcan con promesas para hacer nucsira
puesta en el juego electoral. Un especticula deportivo de cali
dad mediocre sigue siendo siempre emocionante y atréctivo. Mis
ain, es apreciado, defendido, celebrado, Fs verdad que los que
estén mis insatsfechos con el furcionamsiento de la democracia
Alfcimente lo veri como el mejor sistema en tod las eircuns-
tancias, Pero son ms los que tienen esperanza de que es posible
‘mejorar las insiuciones demoersticas, de que todo lo que hay de
valloso en ella puede conservaree y manteneree, que lo que fun
ciona mal puede ser eliminaclo, Lo que vamos a investiga es si
sa esperanza es razonable.
‘As la gran euestin es cues ce ests incapacidads son contin:
{gentes -especifieas de condiciones y organieaciones inatuucions
les partculres,y por lo tanto remediables-y cules son estruct
rales, inherentes a euniquier sistema de gobicrno representativo
Por otro lado, lo que me preoeupa son los limites: guint igual
dad econémica y socal puede generar la democracia? ¢Cusn eft
«aces puede hacer los dttntos pos de participacin? Cain efee
tivamente puede equipar a los gobiernos para que actden sean
los mejores intereses de los cludadanos, «los cidadanos para
{que controlen a los gobiernor?zHisnta donde pede proteger to
dos al mismo tiempo, a unos de otros y del gobierno? Qué debe
mos esperar de Ia democracia? (Que suefios son realitsy cules
son fies?
Es obvio que las democraciae aparecen en vatiaciones y sus in-
‘apacidades en gradaciones. Para estimar el rango de lavariaciin,
presto atencidn a todas las demoeracias que han exitido en el
mundo entero en In época moderna, Leyendo historias al res-
ecto, muy pronto se descubre que se concentan prineipalmente
fn la experiencia de un pusado de paises Ia Grecia antigua, In
slaterra, Estados Unidos y Francia, De hecho, una lectura est
slounidense de la historia trara una genealogia que arranca de
Grecia, pasa por Inglaterra y encuentiasu culminacion en Estar
{dos Unidos, a "Nueva Atenas” Hae inaje no eSlo es etnocéntrico,
ceasencillamente ako. Los europeos, por au parte, ven dos expe
rnonccI6N 35
riencias divergentes que dominaron su historia la monarqula
onstitcional tal como evolucions en Inglaterra y el republics
hismo introducida por Ia Revolucion Francesa- como los prin:
fos ctininos hacia la democracia, ignorando el ineémodo hecho
de que en América Latina hubo experimentos con insttuciones
representatvas antes que en la mayoria de los palses europeos
Por lo tanto, xi hemos de entender qué et la democracis, emo
funciona y qué esto que hace, es preciso que adoptemos una ve
sim ms amplia, Com observa Marko (1999, p. 661): "No todo
‘curt por primera vex.en una gran potencis"
‘Sin embargo, no veo mayor mériwo en el eericio de buscar “ua
iciones democriticat” por todo el mundo (Sen, 208). Es Ficiten-
tontrar elementos de democracia en la antigua Tndiala Islandia
‘medieval o el Africa precolonial. Pero a implicacin de que la po
Tiga moderna en e1os mismos lugies debe algo au proplas
iciones politica esinaceptable. in realidad, la democractagrioga
‘moxlerna no tiene ninguna raft en la democracia de Ia Grecia an
tigua. La monarquia constiscionanglesa evo mas nfluencia ex
fs hitoria poliea moderna de Grecia que Atenas. Entiendo lai
tencion politica que hay detrés del proyecto de encontrar races
natives de la democraca, de hacer qe no parezca tanto usa crea
‘én occidental. Especialmente ahora, que la propia palabra "de-
‘mocracia" esti contamina por 20 inatrumental en ls exer
siones imperlaiatas de Estados Unidos, ly autentildad nativa
puede ser una fuente de vtalida. Pero en ln majoria de los pases
‘que aleanzaron Ia independencia en divessos momentos durante
siglo XX, las instituciones representaias fueron producto de
tina exportacén 0, en el mejor de ls eaos, de una importacin
incluso ea lo higares en los que Ia inatituciones polieas surgie-
ron sin dominacion extranjera, fueron disefadas en el mundo tl
Como eraen ese momento, El repertorio de opciones inaiticons:
Scinootescome ven (Gu 08,6 RS96 QUE Esrexan BELA DEOCRAGIA
Jes es un patrimonio mundial, no una tadicin native. Aunque s
Inubo innovaciones, las opdiones disponibles para cualquier pate
stn en buena medida limitadas lo que existe alrededor. A pest
‘deaquellos que abogaban por haar Is Consttocién de 1950 de bs
India en Ta tradicién del sitema de panchayat raj, finalmente Ia
Coniiucion terminé “axemejindose a precedentes euro-smerica
nos antes que a los indioa” (Cus, 2008, p. 119),
"No obstante, a experiencia de fos que legaron tarde:
cxacia no es menos parte de Ia experiencia democrates, ¥en
tanto tl, et wna rica fuente de informacin. En realidad, mi se-
undo objetivo es libera el estudio de la historia democrstica de
su sesgo etnocénico, extendiend el alcance de Ia vsién al
‘mundo entero, ero noe posible deriva limites en forma indue-
ta, ni siquiera observando todas las varlaciones histieas. Hasta
Jas mejores democracias que conocemos pueden estar lejos de
todo lo que ex posible. Pars identifiar limites necestamor mode
Io analitcos
a demo:
(Cuando por primera verse esblecicron insituciones representa-
tis, no eran democracia tal como Ia conocemos hoy, ni eran v=
tas como tles por sus fandadores (Dunn, 2008; Hansen, 2005;
Manin, 1997; Rosanvallon, 1995). Como observa Dunn, este he
cho planten dos cuestiones que dehen ser uatadas por separsdo:
(1) ecémo fue que hs instinaciones polfticasevoluclonaran hacia
‘ordenamnientos en los que partidos politicos compiten en elecco
nes periddieas y ocupan cargos en finciin del resultado de 6%,
2) ecémo fue que legamioe Ilsmar a esos ordenamientos “de.
‘moeracis"? Ademés, no hay azn para cuponer que las inateuclo-
nies actales ys tiquetne que les ponemos evoliconaron junta:
Jas palabras at realidadesvenen sus propias historias
Consideraré primero la segunda pregunta, porque es més fei
de responder y porque finalmente es menos importante La histo
‘a eszorprendente, La palabea Wdemocraca” ipareci en el siglo
rnetmonucciin $7
Va.G.en un pequesio municipio del sueste de Europa, adquiis
sua mala reputacin yya on Roma desaparecié det us,
‘Sein el diccionario de Oxford, primera aparicién en
fue en 1581, La GonsttuciGn de Rhode Island de 1641 fue la pet
mera en hablar de un goblerno “demoerdtico 0 popular. En Eu-
ropa el trmino so ents en el dizeurso pico en la década de
1780, signiicativamente, al ism dempe que la palabra “aisto
cracia” eg a sev de tro comin como su anténimo (Hanson,
1989, p. 72; Palmer, 1969, p. 15; Rosanvallon, 1995, p, Md) "de
mécratas” eran los que qverfan que todos disfrutaran de los mi
mos derechor que los ariéeratas. "Democracia" en tanto sistema
{de gobierno todavia ze empleaba cas exclusivamente con referen-
‘ia a significado antigo: la primera ediion de la Bneylpaedia
Britannica de V7 expresaba que "Democracia elo mismo que
sobierno popular, en que el aipremo poder eaten las manos del
pueblo; tals fern Romary Atenas a antgdatad” (cit en Hansen,
3005, p. 3: el dstacado ee mio). La palabra segua teniendo una
connotacién negativa, de manera que tanto en Estados Unidos
Como en Francia el nuevo sistema se caracterizabu como "o-
bicene representativo” 0 “repablica"? "Con esa confusion de
nombres, fue com fail wansteri a una replica obscrvaciones
{que s6lo eran aplicables ala democracis",observaba Madison en
tInémero 14 de The Radoralice Bn la primera mitad det siglo XIX
‘urgié una vision posta de In Grecia antigua como una demo:
Cracia (Hansen, 2005) Sin exabargo Ia identicacion de ls bue
‘nos gobiernos como “democracise” so leg 2 ser la norma des
pués de la Primera Guerra Mundial, a instanclas de Woodrow
Wilson, “La palabra democracia pass a ser de uso comiin como
‘nuns lo habia sido antes. Un examen de Ia prensa, no slo.en Bs
tados Unidos sine también en ottos estado aliados, muestra una
tendencia 2 utlizat la palabra democracia en formas que Wilson38 Qué msrens pe La nEnocesciA
hizo posibes y respetables"(Graubard, 2008, p. 665). Segdn Ma.
rela (2007, p. $9 s:), Wilson acept cl lenguaje de “avenderen
minacion” de Lenin, pero para comtrarestat su efecto politica Io
‘combiné con el “consentimiento de ls gobernactos". Como rea
‘ado, wtlré el téemino "en un sentido mis amplio y mis tage,
‘dentiicindoto generalmente con la soberanta popiilas ewes
ts orden internacional basado en formas de gobierno democrat
cas" ¥"democracia”terminé siendo la ciqueta que todos low go,
biernos querfan tenes: Hasta la Replica Demoeritie y Popstar
se Corea del Norteimita la autorreferencia de Rhode land. Sele
puedo hacerme eco del asomtio de Dunn (2003, p. 8): "Pere lo
‘a¥e quiero destacar no es slo lo poco plausible que ex Ia iten de
tus erkterio nico para la legitimidad, sina lo extrito del eiteto
ue hemos elegdo: to rao que es [.} haber escogido democra
«Fa como nombre de cémo deberia conucitse la politica en toda
artes y en cualesquiera circunstancias sal las proves
Cuando hablamos de palabras, debemos preguntamos de
qué provienen.¢Madison era un demécrata?;Robeepierre? be,
liar? La euestion en sino es interesante, porque custquer es,
Pesta se enmaraia pronto en definiciones 81 Dahl (2002) conn
‘ders que Madison era mas demécrataa fs 80 ation que aloe $6.26
Porque Dahl ene una concepelén particular de Is democrarte
‘Oto podria afirmar-y Wills (1981) lo hace que Madison era un
demécrata tanto on Filadeltia como en au Yejex ¥ Gargarca
(2005) cree que no fue un dlemécrata en ningtin moments dese
Vie. Sin embargo aqui no se wata de Mattson, sino del defn
iin de “demécrata”
En la edicin de 1995 (15) de la Bnoyepaetia Brtennicase de-
fnia ta democracia como “una forma de gobierno berate on at
utogobierno del pueblo en Ia época moderna, em instituciones
‘epresentaiws librementeelegids, un efecuivovespomable nea
1 pueblo, yuna forma de vida baads en el supuesto fundamen
tal de Ia igualdad entre fos indvidos ya igual derecho la vd,
la thertad (incluyendo In libertad de pensamiento y de expres,
60) yla bisqueds dela eicidad Esa definielin puede sce os
ctoria para sensibiidades contemporineas: en la setealed,