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Tomds de Aquino, Prefacio a la Politica. Por Miguel Villoro Toranzo. 599 Rese@fias 599 sirven de invitacién para que los estudiosos de tas disciplinas juridieas analicen con cuidads, no silo Ja obra resefiada, sino la importante problemética que a la luz prinefpalmente del derecho y Ias ciencias econémicas presenta 1a inversién extranjera. La Teotura de In obra del destacado maestro universitario constituye un reto yun placer para el intelecto, y es sin dudz uma mas de las importantes obras con que cl tor: ka enriquecide Ia bibliografia juridica mexicana, Vicente Morayta Llano, ‘Tomas pe Aguino (Santo).—Prefacio a la politica, Proemio y explicacién por Hugues Kénaty. Traduccién {del francés al espaiiol], de José Maria Abaseal. Editorial Tra- dicién. México, 1976. 143 pigs, Lo primero que hay que aclacar’ es lo inapropiado del titulo con que se presenta esta obra, El prefacio de Santo Tomés, en si texto latino, ocuya menos de seis paginas; y otro tanto su traduceién, El resto de la obra, desde In pag. 23 hasta el final, es la explicacién del prefacio eserita por Hugues Kératy. La obra debié titularse, por Io tante, “Explicacin del prefucio de Santo Tomés’a la politica de Antsrércies”, Se trata de una obra de Hugues Katy sobre ¢l mencionado prefacio. Hecha tal aclaractén, no podemos sino felicitarnos que sea presentada a Ine Iectores de habla espatiola por la joven Editorial Tradicién, Ojati sus demés publicaciones tengan Ia misma calidad de contenido y puleritud de presentacién, EI prefacio comentado “trata precisamente de la cuestién que nuestros contempo- réneos, cuando se la plantean, tienden a considetarla como ‘previa’, en este dominio, a toda otra investigacién: zqué es Ia politica?” (“Procmio” de Kénaty, pig. 7). Las pocas paginas del prefacio Je van a dar una respuesta, que, como lo demuestra KEnaty, no podré ser bien entendids si no queda debidamente enmarcada en los presupuestos generates de la doctrina social de Santo Tomds: “tanto el sujeto como el objeto de Ja ciencia politica no podrin ser definidos cin referirse directa y constamtemente a esa base doctrinal” (paz. 30). Ademds, una lectura poco cuidada nos podria Hevar a una interpretacién alejada de la intencién det Doctor Comin, Por ejemplo, para Santo ‘omvis, la Politica es ars. Si traducimos ars como “arte”, podemos pensar en el “mero dominio de Ja creacion estética: las bellas artes” (pég. 32); cuando para Santo To- mds, ars tiene el significado de “saber hacer, y meior todavia el de técnica”; es “una cierta organizacién prictica del ezpiritu, fruto de fa formactén unida a ia experiencia”; ia es “toda facultad intelectual que norma la produceién de una obra cualquiera” (née. 32 y 83), Nosotros preferirfamos traducir ars, no por “técnica”, sino por “actividad cultural, En efecto, para el Doctor Comin, “la comunidad civil, sujeto del orden politico, no se nos presenta ni como un simple fendmeno fisico (un hecho de la natu- raleza) ‘ni como un puro efecto de Ja voluntad humana (una entidad moral). La so: ciedad consiste mas bien en algo intermedio entre estas dos clases de realidad: un hecho fisico-maral” (pag. 49), 0, mejor atin —ditiamos nosotros, “un hecho cul- tural”, La politica, como toda actividad cultural, “necesariamente debe instruirse en Ta observaeién de las cosas naturales para sus propias producciones y actuar de manera semejante a ellas” (Sto, Tomas, al final det § 1, pags. 11 y 37). Claro, “cl método fen Ins cosas humanas no puede ser como ‘calcado’ punto por punto de los procedi- mientos de la naturaleza (en sentido amplio). Pero a} ohservador atento Ia naturaleza Te proporciona el modelo, el orden, ef cuadro, los principios mas generales en los que 600 Juridica,—Anuario deberin ‘inspicarse’ sus empresas para tener buen éxito” (pig. 47 y sig.). La concep: ign tomista —como la aristotélica— es, por lo tanto, esencialmente realista: no gusta “especular sobre ¢sencias abstractas ¢ inméviles, sin ninguna relacién con la vida real” (pig, 43), sino que insiste en “comenzar por el examen de las realidades mas simples y comunes de la vida social” (pig. 56). Pero hay dos clases de realidades sobre las que se proyecta la actividad cultural de la razin humana: unas son aquellas “euya materia prima ex proporcionada al hom- bbre por Is naturaleza" (pag. 73), tales como “la madera con la que navio, las piedras y las vigas que sirven para edificar una casa” (Prefaci 15)5 otras que podemos calificar como “humanas”, “puesto que su dnica materia son los hombres mismos en cuanto pueden y deben ser gobernados” (paz. 73); “en cuanto a los hombres mismos, Ja razén debe, por ejemplo, organizar a muchos hombres en una comunidad” (Prefacio, ibidem). La realidad que estudia Ia ciencia politica, es “ia comunidad de los hombres” (pag. 55 ¥ sig.), 0, si se prefiere, “un conjunto de hombres reunidos para realizar y perfeccionar algo en comin® (Ste, Tomas, citado en Ia pig. 98), Y gqué datos nos presenta esta realidad? Esq realidad co puede descomponer en los siguientes tres elementos: “partes et passiones et operationes totius” (Prefacio, § 8). Las partes son antes que nada los individues, con las tendencias dadas por Ia naturaleza, pero también Io son las comunidades intermedias que, come la familia y el pueblo (pigs. 82 y 85), unen a los individuos en Ia Ciudad. Las passiones son aquellos proceros que, como los de ta economia y la politica (pigs. 97 y 99 a 102), condicionan las modalidades de Ia insereién social. Las operationes son aquellos procesos que la inteligencia y voluntad humangs ponen en juego para lograr la perfec- cién de la Ciudad; en efecto “nuestra presencia on Ia soviedad... no esta ligada solamente al instinto de conservacién, sino a una determinacién mas fundamental de todo ser, que trata de perseverar y desarrollarse en su ser” (pag. 94). En efecto, la comunidad o sociedad humana, como ¢s un fenémeno cultural, “es a la vez un hecho de naturaleza y un hecho de voluntad” (pig. 131), 0, si se prefiere, “un hecho de la naturaleza humana asumido, como tal, por la voluntad" (pag. 112, y también 101). En cuanto que estudia al hecho de In naturaleza, la politica es ciencia especulativa y asi conoce los Himites impuestes por las jerarquias naturales, En cuanto que conoce el hecho de la voluntad, ‘la politica es la ciencia encargada no solamente de estudiar sino también de conducir y de mantener a la Ciudad en su finalidad especilica” (pag. 107); por eso es ciencia prictica. “No que dicte al hombre politico 0 privado, la conducta que debe observar en cada circunstancia de su accién, sino que le proporciona el criterio... de sus decisiones y de su comportamiento en Ja Ciudad” (pég. 136) y le explica ademis “por qué medios puede ser ésta conducida a su propia perfeccién” (pag. 134). La perfeceién de le Ciudad consiste en el bien comin, que Kénaty explica clara y profundamente (pigs, 75 2 79). Creemos que éstas con las ideas mas vertebrales de la excelente y sélida explica- cién de Kératy. Recomendamos st lectura. El lector encontrar en esta obra, no sélo la justificacién y explanacién de Ins ideas que hemos presentado, sino de muchas otras que, con las primeras, forman el sistema armenioso, fecundo y siempre actual de la eoncepcion poli de Santo Tomas, Miguel Villoro Toranzo.

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