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— ose 7 i i VaIAWAS VTTLSTAVIV 204 9LOI-EL61 ‘sauoisy sns € ayqisodan owstndod 14 . XI ‘M01 UFO Aide tos portades, nas controvertidesy comple jos de su historia reciente aquel que muestra el rigicn je de una sociedad my ‘aga, caracterizack por una firme yoluntad de can) io, aunque recorridt por ka fu wUtoritit “Hablando rigurosamente, el ciclo de moviliz een 1969, con el C la protesta social mis te realizada contra ‘no militar de Ong ra en 1976, con pe de Estado mil el gobierno de Isabel Perén. Sin embargo. el perfodo que va de 1973 a 1976 presenta una especiti cidad propia, pues encarna como pocos un punto de maxima condensacién de tensiones y contradiccione: ilustradas de manera acab: da por el p se produ “ , 4 ‘ civil movilizada y el lider a sah ft akg ‘ecign vuelto del exilio; por tho 2! f a iposibilidad de impl + de ta Plaza de Mayo durante la asunciOn de Ta formula Perdn-Peron, octubre menitar con populig de OP Oe or by eye ito el modelo ast como de eneapstilar fode exe movinicnto social dispar den ho de los tradicionales moldes 0 iciomales y populares: en fn, ppor fs pre Logica de exclusisy que se va difundicndo en (argentina y que alcanzarfa verdaderos rasgos de Jes durante Ix Gltima dictadura militar. Por Gltimo, la epoca expres tambien el clim x de un ethos espeeitico, com sustancial a fa accién de lof aciores centrales de Ta sociedad movilizada de los altos setenta s trabajadoras HI perfodo que nos ocupa registra tres momentos de in Hexion insoslayables, - cionales del perfodo: el primero, el de la breve presidencia de lector J. CAmpora, entre el 25 de mayo y el 12 de julio de 1973, cortesponde al momento de Ta movilizacién gem ay triunfalista de las fuerzas sociales que asocian el regres UC Peron con Ta posibilidad de introducir cambios mayor’. jue os sectores movilizados no comciden en Tos modctos ue cambio, todos ellos se alimentan de una contracultura que impugna el régimen politico asi como los modelos sociales y Jos estilos culturales vigentes. En sintesis, este primer momen to coloca en el centro de 1a escena la imagen de una sociedad muovilicada para et cambio y tiene por actores principales a la , a sectores del sindicalismo combativo y a intelectu les ligados a la modernizacién desarrollista. EI segundo momento se extiende desde el mandato provisional de Ratil Lastiti, una vez concretada fa renuncia de Cémpora, ct tlio de T97S, hasta la muerte de Juan D, Perén, el 1" de julio de 1974, Esta fase confronta mas clarament®-a Tos diferentes :cTores von las contradicciones propias del populismo en el poder. Lat inmagen dominante Tel pei qo procedentes de las clases: me ins y de las elas marcados por las presidencias constitu railizat todo e5 Ta de Ta guerra TET: ow UBT VETSUS Penodlislas. El drbitro de este”drammtico"jueto es el “propio Perén. Un primer balance de este proceso da cuenta cabal de fa imposibiidad de implementar el modelo nacional-populr, tanto en el frente politico como en el econémico. Su anélisis now permitira preguntaros acerea de las dificultades de la institucio nalizacion de las fuerzas sociales movilizadas en una época en lit cual cl peronismo ocupa la casi totalidad del espacio politico ar rentino, Veremos también cémo luego de la muerte de Perdn re sulla notorio el cierre de os ca -xpresaban infportantes aCLOres 80 nales institucionales & partir de los rales Wel pertodo sa yomento corresponde at fa etapa de Ja agonia v di- solucicn del modelo populisfa, durante Ta gestion de abel Perdn, Tuego de la desaparicién fisica del Iider y de la rapida desarticulacién de las fuerzas sociales anteriormente moviliza dos Gul de 1974-marze de 1976). jmagen fuerte del pero- do eSTa crisis plural, politica, social y econdmica. Importa se- ilar ono tnifonces quiénes son los Tetores politicos y sociales que cobran centralidad en este contexto: la accién g ravitante del sindicalismo peronista tradicional y de sectores de extrema de- recha comandados por el ministro de Bienestar Social, José Lopez Rega: Ta progresiva vacancia de autoridad, la opeidn por el Thiliarismo por parte de la guerrilla; por tiltimo, dar cuenta del avanee de los militares hacia el poder, acompatiado de una 15 PETA cada momento posce rasgos especificos, atrave- sado por légicas diferentes y una diversidad de actores socia- les y politicos, el andiisis de esas diferencias no puede hacer la economfa del estudio del marco comin de referencia que es- tructura laconducta de los actores, a saber: la crisis y el colap- so del modelo, populista La hora de la juventud maravillosa s mas resaltantes de la Ar division edad civil. Esta breefia fue aventuindose hacia fines de Tos atos sé sna, durante la Be Durante décadas, uno de los ra gentina fue la divisiGn entre el sistema de poder y la 80% lucién Argentina, encabezada por el gral Ongania, uh ensayo corporativo en ef ual eT autoritarts mo y la represiOm politica Than acompaiiados por un notdrio Proceso de modemizacion, tanto economico cultural “Ta modernizacién cultural tuvo como actor cential a Tas cla- ses medias urbanas y abarcé numerosos aspectos de la vida co- tidiana que inclujan desde nuevos hibitos de consumo espe: cialmente orientados al sector juvenil, asi como el cuestiona- miento de la moral sexual y familiar tradicional, el nuevo rol de la mujer y la divulgacién del psicoandlisis, hasta aquellas dimensiones asociadas a las vanguardias y la experimentacin anlistica (véase el eapitulo VII) she Pronto fa apertura cultural cia del compromise povitizo, nnarticukindose con kr exigen no SeTo Ta digcustén Produccion académica, literaria, artis AToS MMOS POTTCOS contr Ta TNC rivacion de Tos patses del Tercer Mundo y, mis cereanamente, la Revolucién Cubana (1959), fueron instalando en el terre le lo Fictico el debate en torno de la revolucién, contribuyen do asi al proceso de radicalizaci6n ideol6gica que se profunsti varia durante los gobiernos militares que se sucedieron entre 1966 y 1973 (véase el capitulo 1) Hacia el final de la experiencia militar, en un clima enrarcei do por la violencia politica y por los rumores de un posible got pe de Estado, que tendria por objeto impedir la candidatura de Pern, en_julio de 1972 éste 0 FRECILINA (Fre politica sino tambien Usa y musical. Determin: 26 con Otros pa ién Nacional), el que fe onvirtig en eT FRETULI (Fr tEivino para garantizar que Peron no seria proscripto, decal establecer la Hamada “ekiusu que prohibia ex ladanos que no est a de residencia” = aquell ian el pais anies del 25 de agosto de ese aiio, asi ev inhibja‘a Tuncionaios del gobiamp con aspitacTones electoral qiE0 Fehunclaran a sus cargos antes de esa misma fecha

Fl wiunfo electoral se festej6é én todo ef pais. Antes de la medianoche de ese “dia peronista”, se levanté la prohibicisn de las manitestaciones, lo que produjo el retiro de los efectivos policiales. Una marea de manifestantes desembocd en la sede del comando de campaita, en la calles Oro y Santa Fe de la Capital, donde estaba apostado Campora, bajo un poster de Pe- r6n, escoltado por Juan Abal Medina y el dirigente metalirgico Lorenzo Miguel. Una mirfada de consignas de lucha convergs cos festivos y agresivas in en una sola voz. », no todos los dias serfan tan peronistas como Sin embar éste para la “gloriosa Juventud”, que habia Hegado al climax — 393 es ane mes dey eleceiones ave que soportar tuna de: Sus. primers a taciones: enel acto Hunde nal_de Ja YES, Galimbeut ‘acompanado por ADal Med n discurse i cendiario Hamando a fa er Ton de milicias populares Ua arengd se produjo las accion rerrilleras habfan rent decido: copamiento del ERP én Ta Central Atémica de Kiichi: la_toma de Villa Hecwe 4. Campor en un ace dures fa cannpaa electoral Slay Fuerzas Armada realt aos por el ERP y por Mon tongros, La ira de Peron no tard en caer sobre los jOvenes dirigentes: tanto Galimberti jados @ presentarse en Mz did, donde se réaliz6 una suerte de enclave en el cual partici paron representantes de las diferentes ramas det peronismo, entre ellos Ia ortodoxa Norma Kennedy, por la rama femenina, y ef coronel Osinde (quien tendria una siniestra responsabili- dad en los irigicos sucesos acaveidos meses después en deg nde Galimberti, BI he- cho también signaria el comienro del destierro politico del en- tonces secretario general del MNJ, Abal Medina, quien recibi- ria la orden de novar” hasta la Tegada de Perén al pais. ax fefag EI 25 de mayo de 1973 fue un dia de jubiloso desfoorde } RsistieTon a la ceremonial de asuncién de Campora una cohorte de representantes de gobiernos latinoamericanos, entre los cuales se destacaban el presidente chileno Salvador Allende y st par cubano, Osvaldo Dorticés, fervorosamente saludados por ki multitud «través de cdnticos y consignas de lucha. Lue- go de que Campora recibiera la banda presidenciall, en vez del Ezeiza), que termin6 eon la degradac 394 —— verin”. Al anochecer, el foco de atencién se trasladé ha ae hista. EL neve presidente pronuncid un duro diseurse cn et nd Hegada “Ia hora de Pern’ tmenaje a fa “juyentud m: cisivos, supo Fesponde terse, con la di niGionali ceual procla » rindio ho Irante. C i tfunto”, s preguntaba el presidente clecto, “si lo dio todo. —Famili 10s, hacienda, hasta la vida— porel ideal Uy und Patria Tusticialista. Si no hubiese sido pdr ella, tal vez I agonia del régimen se habria prolongado”; “Ta Jornada festiva estuvo salpicada por algunas refriegas con la policia y otros incidentes de neto corte simbélico. Asi, el secretario de Estado de los Estados Unidos, William Rogers, no pudo presenciar el acto de asuncién del mando, porque uma multitud que coreaba consignas antiimperialistas le impidi¢ Hegar hasta la sede del poder. Los miembros de la Junta Mi tuvieron que abandonar el lugar en helicéptero. Una pi da escrita en aerosol adornaba una de las paredes de la Cast Rosada, a la que alguien habfa rebautizado “Casa Montonera No solo la histérica Plaza de Mayo, sino también el mismisi mo Saléin Blanco se Henaron de jévenes con camisas floridas y desabotonadas, vestidos de blue jeans y camperas, con los de- dos abiertos en “V”. En medio de un confuso episodio, Juan Carlos Dante Gullo,uno de los delegados regionales y dirige te de fa JP, toms a su cargo la seguridad del acto. L deTegados de las regional bies balcones junto con C ba de vitorear la cons s de la JP aparecieron en los eéle- pora, saludando a la multitud que’ Sexgn. evans punsasal ta Ta carcel de Villa Devoto, donde se hallaban gran parte de los esos politicos de la dictadura, la mayoria ligados a organiza- jones armadas de izquierda. Acompafiados por una cada vex in. Luego de aprest dencial storzando la amnist (WE SerFa aprobada dos dias después por el Parlamento. te hecho, c jombre de Devotazo, al cual el senador peronist Vicente Saadi no vacilé en — 395 — tuna sepumda toma de La Basta hes, Por an wlo, ef Devotaze astm el caricter dean hecho na expresi6n de fa Tuer de las cosas. io de tin proceso hist6rico-social. Por el otro, legitims, sin des distinciones, todas aquellas formas de resistenci contra de Ta dictadura, Desde esta perspectivar cin Tevaba Ta justificacioirde krviotencia de la guerrilla como res puesta a la violencia del Estado. Por iltimo, para I Armadas y otros sectores de la derecha, no s6lo ponfa en evden ci Ta Ofienitacisn ideolégica del gobierno recién asumida, sito «{eT0s confrontaba a las futuras consecuencias de fa liberi = (Eto principales dirigentes de las orgaiziciones armadas que Venian constituyéndose en los tiltimos alos. Wisi to, un clima de fiesta, plagado de declaraciones ampulosas y enfitticos ju ramentos, perfumaba la primavera camporista y colocaba en el centro de la accidn épica a ta Juventud Peronista, la que aparceia, segtin palabras de Cam. pora, como vanguardia de defensa del pueblo argen tino. Una muestra de este sentimiento aparece en las declaraciones del triun fante candidato a y bernador_d Atilig Lépe7: 1 inesistible ural core las Fuerzas ‘Yo quiero sehalarcdneretamente esta noche, donde ya mi pueblo de Cordoba la cla se trabajadora, nuestra gloriosa juventud, a vie guardia peronista y todo el pueblo me han consas Vicegobernador: yo, come hombre del movimiento 1 eave de Vila Devoto en vigerasde ka Mevacio de lox preos politicos en mayo ODFEFO, YA. UE I veIIEO a de 1974 pedir ni vengo a plant Jo la neeesidad del voto, vengo a comprometerme ante mi puchlo para decir que si no sé cumplir, es gloriosa juventud sepa ajusticiarme”. En este perfodo, los peronistas ligados al ala iz- quierda asocian la juventud a una gesta heroica, y son pocos los que entrevén ef horizonte oscuro que los acecha. Bast cordar que el propio Atilio Lépez, quien proventa de las filas eT combativo sindicalismo.cordobés, seria asesinado mas tar- escuadrones de extrema derecha, fa ‘Triple A. co- stro Lépez. Rega desde su despacho ga Entre el movimiento y la institucién La composicién del gabinete que acompaitaria a Cémpora daba cuenta del conglomerado de organizaciones y tendencias heterdclitas que caracterizaba al movimiento: el Ministerio de Trabajo era ocupado por José Otero, sindicalista y hombre de la UOM; el peronismo histérjco estaba representado por dos hombyss-de-ceniso, Antonio Beniez en Justicia y Lore ‘Etlucacién, El sillon del Ministerio de Eegnonyia fue oCupado por José Ber Gelbard, paradigma de la CGE yr sable de implementar el “pacto social”. El joven RBI. estrecho colaborador de Campora y allegado ata JP, ocups el Ministerio del Interior, mientras que Juan Carlos Puig, también cercano a Tar Tendencia, ve harfa cargo del Mi- iMisierio de Relaciones Exiéfiores. Por dltimo, el sibilino y emt retario personal de Perén, Los¢ Lopez Rega, asumi6 el Ministerio de Bienestar So. “For estatutos a distibucign de Tos cars prevett an 25% pa cada rama del partido (la politica, Ia sindical, la femening y la nical, joven). Sin embargo, la JP, que nuned dejé de vivir con cierta mcOmodidad y hasta coMffadiccTon Ta disputi por la diséribucion AT Poder, slo obtuvo el 18%. Dos gobernadores de las prov cifis mas importantes, Oscar Bidlegain, en Buenos Aires. y Ri Vez mis influyente secr dD Obregén Cano, en Cordoba, afinidades con Ta Tende Ga También era el caso™AE tin blogte de dipiitados nacionales, ‘UMTETOS cuales se encontraba Nilda Garré. Por otro lado, el cam- PoTETA Cultura y, mas claramente, el ainbito universitario, aps- nea como claramente “teen TeTEndencra, — a Recordemos tambicn que. ademas de kas leyes anlinrepre Sivas que sanciond apresuradamente el Parlamento, otros he chos marcarian ta coloracién idcoligica inicial det gobierno, como el discurso del ministro de Interior, Esteban Rig Polieéa Federal, his a kt fe redefini6 los deberes del cuerpo, excla tmaido que “el pueblo ya no es mas el enemigo sino el grin prolagonista”, © aquel otro del embajador Vazquez frente al Horo de las Naciones Unidas, anunciando los nuevos linea Inicntos tereermundistas de la politica internacional Pero, pese a la modulacién radical que se percibe en los mv. ‘mentos politicos iniciales, pese al vinculo privilegiado que la Juventud habfa desarrollado con el presidente vieario, el go- bierno camporista estaba lejos de proyectar un escenario ti en resonancia con estos actores. En efecto, mas all ico de ta puja itable por los espacios de poder, el gran debate que co mienza a instalarse en esa época, multiplicando las escenas de conflict, es la demanda de institucionalizacion del movimien- 0, planteada primero con hesitaciones desde el seno del 2o- biemno camporista, expresada cada vez. con mayor firmeza por el propio Perén, exigida, en fin, por la realidad misma de las alianzas econémicas establecidas. En sui b de lo que se trata | a pesar de las oscilaciones iniciales, era de plegar la a de los actores involucrados a las determinaciones del gobierno recién asumido, en titima instancia, a la voluntad del propio Perén. 1H atravesaba tr 1S Corpor Ta polities, en Ta cual se trataba de definir ia Teracion con Tas organizalones 7 CTOMISTAS, Por Tit i- ima socie- mente los nto, TP ESpeciticamne © had movrzmcerciva paiticlpacion desserts Tanales Previstos por la institucionalizacion, “Ta primera gran escena coloca en el cenifo de las preocupa ciones del gobierno nada menos que la posibilidad misma de aplicacién del modelo populista, a través de la figura de ta concertacién social. En efecto, no hay que olvidar que, desde sus origenes, el modelo nacional-popular implicaba una dete forma de intervencisn del Estado, regulador de Tox miv- de redistribucion del ges nacional entre por un ldo, trabajadores representados por los sindicatox y. por elo ail i ado, Jos seetores empresariales. Aludiat entonces, y antes que nada, a Tha alanza de clases, s6lo realizable dentro del marco, de un “pacto social”, Este habia sido el modelo que Perén ha. bia imptementado con éxito durante sus dos primeros mands tos y no eran pocos los que guardaban un recuerdo idealizado de la época. Pero el paso del tiempo acusaba diferencias noto: rias entre ambas épocas: si ha 1 dle} sec- tor asalariado en el ingreso na anzado su punto faximo con ef 46.52%. en 1971, ésta ya se habia reducido al IET_A esto hay que aiiadir que los Mimites de las posibilidades 1@isitibutivas de este modelo habian ido operindose en un contexto hist6rieo en el cual, paradgjicamente, los sindicatos habfan desempefiado un rol importante. Luego de la caida del peronismo, éstos habjan extendido sus esferas de representa- cin, convirtiéndose en un poderoso actor politico y social, cuyo peso en la puja distributiva habria de ser, en muchos ca- sos, independiente de la coyuntura econ6mica EL “pacto social”, suscripto por la CGT, la CGE y el gobi ng, Gstablecta ef congelamiento de precios y li suspenst TEGOCHACTONES COWEEIVas durante dos afios, asi como eT ca TUE Tanias piiblicas’y sdlo un aumento del 20% en los sala- rios, Para tog aeeneccioat Fron fjabra tenido que Tesple- SF Toda su capacidad de presiot sindicales, sobre todo a través del leal secretario general de la iencia sobre las huestes CGT, José Ignacio Rucei, Sumemos a esto que el incremento salavial RabtT CETATTATS las amplias expectativas de la clase trabajadora, mayoritariamente peronista. En fin, los hechos posteriores, signados tanto por el aumento de la conflietividad social en un contexto de’puja intersectorial como por la desa- paricién fisica del lider y el recrudecimiento de la violencia, terminarian por sellar el fracaso del pacto populista En segundo lugar, ta vfa de la normalizacién institucional identificada de ahora en més con el gobierno electo, evocaba un micleo irresuelto en la compleja relacidn entre tas organiza ciones armadas peronistas y Petop. Una via que aquéllas n tefminaban de rechazar del todo, aunque fuera relativizada Gio en Tos hechos como en las declaraciones. Asi, un Sinai Tes de Ta asuncién del gobierno, lax FAR y Montoneros habian dado-a conocer un Tocuiniento cofjamto -que"separaba el “go- histo aeT poder maiifestando su apoyo al gobierno © wo sléi ( fo, pero afirmando fa continuidhad de ba Lucha ar ini, Campora revibirs nizaciones arn nada, HE LS de alos principales digigentes de kas or ida petonistay, Pa reunisn no tenia otro Tin aie exigir Cl acatamiento al nuevo orden, To cual conllevaba, epic Tériino, la aceptacin del “pacto social” propuesto parelmi a plea fundaniental del gobion gobierno pop . por primera vez. las organizaciones madis peronistas experimentarian Ta obligacion de ajustarse losTHOTdey nacTonal- populares que disponta cr EODETMTLAep Tacion tah remmeMtey-stspicaz cOmo fa que desplegariin lys atTmiex CoMporativos del perfodo, especialmente 1a CGT “Lejos de confiar en la conduccién “burguesa” de Perén y en cl caricter policlasista que ofreefa el Movimiento Nacional Justicialista, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), or ganizaci6n armada de origen trotskista procedente del PR, continuaria desarrollando acciones, aunque se eneargaria de aclarar que no Hevarfa a cabo ataques “a las instituciones pu- bernamentales ni contra ningiin miembro del gobierno del pre lista, De esta’ manera sidente Cémpor Pero la cuestién de la “normalizacién institucional” debis afrontar un nuevo y tercer flanco de conflicto, mas de orelen social que politico, que remitia a la amplia movilizacién social que habfa seguido casi de inmediato a la transmisi6n del man do, produciendo —como ha sealado Flavin Nievas— wn 13) pido _desborde de los _canales institucionales existentes. [sit pfoeeso de movilizacion es ilustrado de manera paradigmitica por las “tgmuas”, h aceién dir ocupacidn de aac hospiales Escuelas. Jades, varias coniu- nas delinterior, diarios, canales de (elevision, organi : ciales, Tabricas, inguilinatos, entre ottos. Estas acciones no 1eSpondian a una conduccién Ghificada ¢ involucraban actorgs «eVariado tipo, desde individuos desarraigados hasta funcio- naiTos de ggbienfO TEXTE activistas y simpatizantes del ala t7- AMTERTT Masta, En algunos casos, militantes de la dereoha pews asta MTichas efan realizadas en nombre de la lucha “anticon- (inuista”; otras, con el objetivo de desarrollar propaganda ar- mada, La movilizaci6n alcanz6 picos de verdadera insurree- cidn: asi, entre el 4 y el 15 de junio se produjeron casi 500 tomas de distinto tipo en todo el pats y se han calculade unas 2.000 para el perfodo de referencia, eta que Hevaron a ki Tos af 400 ais fonts Fucron muy difundidas por los orsanos de prensit, muchos de los cuales no ocultaban el desagrado que les prove: caba la inaccién del gobierno. Aunque el ministro Righi habia calificado a esos hechos como “saludables”, al considerarlos como efecto de la descompresién politica, es claro que la si- wacién habria de generar ambivalencias que prontamente se convirtieron en dilemas insostenibles. Las tomas marcaron en- tonces un primer punto de conflicto y, a Ia vez, de separacién jad movilizada. Por s coineidian en entre el peronismo en el poder y la socie¢ un lado, los actores intervinientes en las toma afirmar que el gobierno popular abria un nuevo periodo histé- que muchas de las ocupaciones se realizaban en nombre del gobierno popular y, en numerosos casos, con a genuina intencién de fortalecerlo. Por otro lado, a través de ellas, comenzaban a advertise notorias discrepancias acerca del contenido y del sentido que habfa que dar a la etapa que se abria. Diferencias percibidas con claridad, ya que muchos de los protagonistas de estos eventos, desde el ala izquierda, no podian traducirlas en términos claramente programiticos € institucionales. Por su parte, como hemos dicho, et gobier- no, atin buscando a tientas la via de la institucional nfa un clafo programa que era ademas una doctrina: el pacto social Los grandes actores corporativos no tardaron en manifestar su disconformidad respecto de las tomas. Por supuesto que la “tolerancia complaciente” del gobierno contribuy6 a generali control y caos social que prontamente ha- bria de reprocharse a la gestién de Campora. Tanto desde la izquierda como desde la derecha no serian pocos los que ve~ rico. Asf, suced zar la imagen de de: rian reforzada su conviccién de que se hallaban frente un uaci6n prerrevolucionaria”. Sin embargo, la movilizacion Tue Gsactivads, NOT EASUAT que la presién por termin fase de efervescencia popular fuera mayor aquellos dias en que se definia la firma del pacto social. Finalmente, el 14 de junio, el todayfa secretario general del MNJ, Juan Abal Medina, utili- zando la Cadena Nacional de Radiodifusién, exhorté a poner fin a las tomas. Dos dias mas tarde, Ta TP apoyaria el pedido, aves de un doctimento avalado por todas las regionales. “Eirsuma, el rapido proceso de efervescencia ligado a las to- mas, asi como su forzada desactivaci6n, constituyen sin duda con la 401 i dle bir refacron ont 4 ai wacterial civil movilizada, ' i UL retorno de Peron Con ef peronisme en ef gobierno. ef operative de retorne del Ler estaha en nearest, Fue puesto en manos de una comision espeetal en fa eal aperaban personajes oseuros de ka derec prevnista como los ya nombrados Osinde y Norma Kenned ademas det propio sceret , Kucet Tambien estaban Lorenzo Mi “BURT TI TOV Tpunicipagion. Por oto io. esis preparativos hicieron cada ver mas notori fu mnil tuple influcncia det sceretario de Peron y ministro de Bienestar Ya en los dltimos meses de fa estin Madi. 1a hegemonia ge este personaie Laspulinesco se habia tornado indiscutible SS Ta PY TRS astrupacion ida pefOnistas Fcron ma acidn del acto de recibimiento que se re: dlistica que pronto se estrellaria contra ta propia vol le Lider, la conduccién de Monton Seen Cnpenit Si oT ToT demostracion de fuerza les dari amet sia de fa IP, ros y de fa JP colocd todo su Sane, confrando en quecst el lugar que les correspondia idas, Ta mayor concentra wdudas, ro somo con el Tider tetdrarlugte Bene ot paleo ale Todavta pod nie n_verse alguno artist vi as, rapes dle exire Soria ain a yet a fy ile newde O% nenzaron a dispaar conte Er mw tual Pronto sc desate la tragedia y 1a : Ee Pat aiscoitcries coment a, dapiterae ac rotroreer Te, ee Tait petroceder, bits ty. 1 mrdere © Tos arbotes 0 en los Cditetos allende ¢l re ws cstadisticay Tinales dan ciemarde fiver niet fox ochents Terao. AN rom. y POR. wer Manifestantesse dirigen 0 Ezeica en ocasién del regreso de Perdin, 206-1975: atrapados y torturados en el Hotel Internacional por grupos ‘ar ¢ ideologfa, anticipaban la Triple A. Final ransportaba a Perdn aterriz6 en el aer6 que, por su acci mente, el avién qu diamo-de Moria ‘Al dia siguiente, un Perén “dese contundente discurso en°el cual, omitie tia directa a los hechos de Ezeiza, realizaba un Hamada a “vol ver al orden legal y constitucional, como Gnica_garanti eri. de justicha™ Detengamos el relato un instante porque Ja inflexién es de rmagnitud. En la prética politica del Ifder, el Movimiento N: Clonal Justicialista era, sobre todo, el arte de la contradicei6n discursiva, En efecto, con el correr de los afios y las nes, el discurso de Peron fue transformandose en una especie de libro sagrado en cuyas paginas siempre era posible hall para una misina pregunta, dos sentencias diferentes, general rente contradictorias entre si. Tanto la izquierda como Ta de nado” pronunciarfa un cualquier referen [08 fecha det movimiento habtan sabuls esplotar esta earacteristy 61 propra del discurse populist, pari autentilivar sus posicie hes y proceder a fa desealiticacton deL ote. Sin cn fr ese ne ob nto. La Juventud no se habia visto obligadt a reali ‘ar unit sobreinierpretacién de sus palabras: sélo se haba limi alo elosar una parte del discurso del lider, aunque a veve: buscara explicitar lo que la palabra sugerfa o tratara de unit to que otros separaban, amplificando los nexos entre los temas ue atrivexahan los debates de la época, como aque! entre “cl socialist” y “ho nacional” Fo novedoso aqui es que Perén, un dia después de st retorne cletinitive. se despojé de toda ambigtiedad y establecié un evr te, cuya sustancia diferia sensiblemente de aquel que sper los seetores juveniles y las organizaciones armadas pero fis. Y por mucho que éstos tardaran en reconocer las conse: cuencias del final del doble discurso, una cada ver 0 i da de hechos. is convalidkados por las didfanas palabras de Perdn, Palews det acta en Bsvica, 206-1973, 404 Per6n impugna a los sectores radicalizados, 21 de junio de 1973 ‘No hay nuevos rétulos que califiquen a nuestra doctrina ni a nues- tra ideologia, Somos lo que las veinte verdades peronistas dicen, No es gritando ‘la vida por Peron’ que se hace Patria, sino manteniendo ef credo por el cual luchantos. "Los viejos peronistas lo sabemos, Tampoco lo ignoran nuestros muchachos que levantan banderas revolucionarias, Los que pretextan lo inconfesable, aungue cubran sus falsos designios con gritos engai $08.0 se empeiien en peleas descabetladas, no pueden engaitar a nadiv Gal Los que ingenuamente piensan que pueden copar nuestro Movimien 10 0 tomar el poder que el Pueblo ha reconquistado, se equivocan (...) ‘A los enemigos embozados, encubiertos o disimulados les aconsejo que cesen en sus iatenios, porque cuando los pueblos agotan su pacien cia suelen hacer tronar el escarmiento.”” Buente: J.D. Pessin, Diseursas y mensajes del reniente general J. D. Perén, junio a octubre de 1973, Presidencia de ka Naci6n, Secretaria de Prensa y Difusién, se encargarfa de desmentir el tortuoso ejercicio de sobreinter: pretacién al cual se verian librados. Por oiro lado, con Perén presente en el pafs, pronto e biemo de Cimpora se foriarla invosten7BTe. A Tos 5 “esaires del lider, se agregarfan fas crecientes presToneS prove- “Tiéiites del sector (Ue lideraba Lopez Rega. La crisis desembo- cartrcon tarenuncia de Cémpora y del vitepresidente Viceiite Solano Lima, et 12-de julio. Una maniobra poco prolija habili t6 T Raul Lastiri, entonces presidente de la Camara de Diputa- doSy yeriio dé Lépez Rega, a reemplazar a Campora. La tran- sicién estaba en marcha. Proni0 Peron volverta a calZar vaimente Ta alee Meyymionn Oe iNest 105 FL SEGUNDO MOMENTO: PERONISTAS VERSUS PERONISTAS, H1aceeso de Perdn al gobierno volverfa a colocar en manos lel lider Li posibilidad de recomponer el perdurable vinculo con cLvtor sindical y de redefinir la rela representantes de fa juventud y las organiza De manera coneretat, el én con los discolos ones guertill hierno abria la via para la consolica firme y estable entre el peronismo y juego. Veamos en primer lugar su relacién 1 poder sindieal, para luego abordar los tazos con Tos sec tores de izquierda Durante ef exilio, ta relaci6n con el sindicalismo no habia estulo exenta de conffictos ni de amenazas de heterodox 11a pestion verticalista del Lider se habia encaminado a |acons- tensiongl, que apuntaba al diseiplina- ode los sindicatos, afirmados como “poder social” Tin proclive a lax negociaciones informailes a espaldas del propio (Cron yal mismo tiempo, a la convivencia non sancta con los. sObieinos de facto, No por casualidad Pern habia decid ine {a seein de las vanguardias grmadys, Sus Forma pociales”, chfativands la"necesidad del tra neracional, Fue en este contexio, mareado por f Tones de poder inestables, donde la figura del enemigo inter suo comeen76 a tomar niveles inusitados de virulencia, El asesi- uate del propio Yandor, Hevade a cabs 17D pero instiga Cintas expresion sion det Tid iota Bi sunulivalis truceion de un equilibi ritento g4 ‘go de Perén durante el exilio. a diferencia de otros’ actores de la época, los contaban con una experiencia hist6riea mas que ender cabalmente algunas de las con. scctiencias del pasaje de Perén desde la oposicién al gobierno, Por otro lado, Estos eran conscientes de las implicancias que ci ferminos tedistributives traerfa una politica de concertaciGn poco favorable para los sectores populares. Sin embargo. kx redefinicién del vinewlo no suponia exelusi 4100. 1 proente uan D, Pevin jn a diigentes indices eine Peomer Lorenzo Miguel y Casilde Herreras, agosto de 1973, ie un Hamado al sacrificio, el que, en todo caso, se reali que de ta vam AUST TMENOS Ei NoMNBFE det OUELo nacional-popula disciplina y la lealtad, las dos virtudes cardinales det justicia tivo de Perdn estuvo marcalo por movimienfo, En ef plano stiBélico, pronto se destacé el reconocimiento de Peron hack los*Viclos peTOMIslas”, a quiienes habia denostado asta ha ‘TIT poco tiempo y qi mas no _cesaria de clogia contra os cto de Ia “mucha esurads miraponicndolos respecto de la “muchachada apresui “ aitirmacion de la clgse wribagadora on ganizada coro “columna vertebral del movimiento™. En suma. Sie Girohacia la Terecha, anunciado en Tos WeMHos meses. te interpretado por los sectores del sindicalismo burocritico como una expresidn de la voluntad del lider de volver a paner Jas cosas en su lugar, lismo, pi un vir 107 Por ott parte, la buracraeia sinuieal mantenia praves con tes del sindicalismo combative que, en hombre del basismo y de la autonomfa sindical, fomentaban formas de acvién clasistas. Este tipo de sindicalismo era re presentido de manera ejemplar por los cordobeses Agustin Vosco (Sindicato de Luz y Fuerza) y René Salamanca (SMATA). Hn este Irente de conflicto, Peron, que no compat fi la tolerancia que habia caracterizado al gobierno de Campor:, se dispuso a apoyara la ortodgxia sindical, para lo cual impuse una Politica d& Control y represtonde Los conflictos intra: dicales. Hxpresiin de esto fue la nueva Ley de Asociaciones Profesionales (ley 14.455), aprobada en enero de 1974, que aseguraha ef monopolio de la representacién a las estructura de mayor agregacidn, en detrimento de aquellas descentraliza das. de implantacién local e independientes de la conduccis «le la CGT. Mais simple, el encuadramiento del sindicalismo peronista, suerte de revalidaci6n de Ia antigua alianza, se tra- dujo en beneficios tangibles de diverso orden. Pero la esperaca firma del pacto social no se tradujo en una disminucidn de la conflictividad sogial. $i las demandas de au- mento salarial decrecieron, todavfan quedaban vigentes otras rei- vindicaciones que portaban sobre las condiciones de trabajo y la lomocratizacion sindical. Por otro lado, pese a que Perén habia amunciado fa ejecucién de un Plan Trienal y afirmaba haber con- trolado la inflaci6n, en los de 1974 el pacto o- ial sufrid un primer revés cuiando los smpresarios renuncjargn afsorbgr el costo de Ta intlacign imporada por'la efisis tmterna- Ghul" pgrdjea A esta Talia Ue confianza et el modelo, ristrumentado, se sums el reclamo de los sindicatos que, presio- aulos por kas bases frente a la caida del salario real, exigieron un suinento salarial en relacibn con el ineremento de 6s precios. Tin imo Te TOTE, Peron Name a una Gran Panta, ep Ta Sul jc uio TaMO Mediaddr, debido al desatuerdo existente entre las or- mizaciones sindicales y el empresariado, Los sindicatos obtu: “Vieron asi un aumento salanal dS T3%, pero fos empresarior hi ciGFOn caso omiNo del limite expres nistoro-y waskadaron el TiS, Tr economia populista era asolada ito slo por Ta Mflacidin y ia crecicnte puja intersectorial, sino también por el desabusteci- nto ake productos hasicos y el desarrollo del mercad lo negro, 408 EL ulitino discurso priblico de Persin, pronuneiado ol 12 de junio, debe haber sonado a amarga despedida en los oidos de fa dirigencia sindical, atenazada cada vez mas entre el dilemia de Ja lealtad y las demandas de un sindicalismo reivindieativo. En su tradicional lenguaje de guerra, Perdn los traté de do, pese a haber rtado, ia o respetar el acuerdo, eirdos oportunidades (en junio del 73 y, con la Gran Paritaria, en marzo del 74), Por dltimo, el 17 de junio, en una alocucion mantenida en Casa de Gobierno, Pergn exhorté nuevamente @ los Tepresentantes de Ta CGT ano romper el pacto social y pro- mets eT pago de un. uinaldo completo para julio de ese afi. El cerco a la izquierda: las palabras y los hechos Las dificultades que tuvo que afrontar el tercer gobierno de Perdn se desplegaban en més de una escena. Una vez lograda la concertacién social, desactivada Ia ola de ocupaciones y asegurada la transicién en manos de Lastiri, el propio Perdn se encargaria,de imprimir un giro radical a su relacién con los representantes de la ‘Tendencia. Asf, el discurso en torno a la necesidad de la “institucionaliz Parte cont Ia rebelde del movimiento. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la posicién asumida por el lider implicaba un viraje mayor, pues por primers vez. en la historia del movimiento justic antes que proponer una inte cién, que sabia de antemano forzada, Perén apuntaba a la abierta exclusion de toda una corriente interna. Este desencuentro con el Hider serfa, para muchos militantes de izquierda, politica y existencialmente, dramatico. En reali dad, la primera gran tragedia del peronismo se jugs aqui, entre estos militantes desparrados entre su adhesion a Peron, que contradeefa abiertamente sus aspiraciones y renegaba de ellos, “Tia voTantad siempre actual de radicalizar el" peronismo. La “historia de este desencuentro puede seguirse paso a paso a tra- vés de los discursos del propio Perén: primero aparecen las ad- as, deslizadas en tono edificante; luego una inconteni- ble serie de descalificaciones (“idiotas titiles”, “infiltrados”) atcompafiada del efectivo proceso de exclusién de la izquierda 409 onalizacién” estaba orientado en grin (Hage oer, peranista del espacio politics. Bor ulin 1. sobrevine i abrerta y escandalos rupli LiL primer discurso de Pern, Inego de tos sucesos de Hein cestamps con (odas las letras el reconocimiento a las organiza cones sindicales y a los viejos militantes peronistas. Por ver primera, Perén situé también a la izquierda peronista en el In sar de “enemigos embozados, encubiertos 0 disimulados”. Por nneargé de aclarar la verdadera concepcién de! jus Licialismo; “Somos lo que las 20 verdades justicialistas dicen” A esta primera redefinicién del campo politico -ideoligico. las fwerzas nucteadas en la Tendencia habrian de responder, primer lugar, con la teoria del cerco, suerte de Lectura conspi iva que pretendia fo responsabilizar al lider, coloc, fo de las verdaderas decisiongs fuera de éte. La teoria del irecia dos versiones que. aun Coipemenara, de bir Ser diferencidTas: Iq prtmera era la version “magi ultimo, se El distanciamiento montor “Ayer éramos Jos ‘muchachos" y éramos saludados por ef Jefe det Movimiento con emocién por nuestra lucha, se honraban tmuestros mates tos y ahora, por ser como Perén dijo que tenfan que ser las peronistas por advertir que la lucha atin no ha terminado, que no tenemos todo et poder, que hay que trabajar para conseguirlo, que hay que organicarse yno ceder, por eso ahora nos sefalan que hay otros partidos ‘socialis tas’. ¢Por qué no nos dijeron antes, cuando peledbamos, que nox pasti ramos a otro partido? ;Dénde estaban estos que nos tirotean y que pre paran los atemados para eliminarnos cuando habia que pelear contra Lanusse?” Pardo Cabo, El Descamisado, 12-2-197. identificaba al “entorno” y mas precisamente al “brujo Lépez Rega” como el verdadero responsable de las desacertadas de efSiones que iria adoptando Perdn, La segunda era la versién RICO acdHteeimientos al imperialismo, en e6ASo iffternacional” de militares recientemente instalados en paises Iififivofes. Esta tiltima lectura de que el cerco se venia tendien- aS Sobre Tiferentes naciones latinoameriganas Cobraria mayor ferza después de la ciffda dé Alfendé en Thile, ocurrida‘en sePliembre de 1973. “Los hechos se fueron sucediendo con celeridad. Un.ames dk asacre de Ezeiza, Montoneros organiz6 una movi ala residencia de Gaspar Cgmpos_donde se algia- ‘a marcha, en la cual participaron unos 80 mil js- IP, se proponia algo mas que el restablecimiento de - que Senalaba como Ultimo responsable de los ia con él “Cervo venes de" loScanales de comunicacién directos con el lider (romper “cl ceito"). En realidad, a trayés de una demostracton palmai del poder de movilizacign, el objetivo final no era otro que Cl dePresionar a Pergn y recuperarasi una posicién de fuerza On PefSii Sonrjente se encargd de recibir slo a cuatrg de Jos dir entes de ICIP, lnege de desaitarlow en Gaspar Carnpor. y Shit Sell. ue gaflos% fmarchar hasta la residencia de Olivos. Perdn_post Vira to Taide CoA TTP. Sin fi COnLICTO ditee nbargo, aun antes de tinalizaur br desconcentravion, los dirigentes de Li IP se enteraron por ba cia oficial Tekin de que ef musmusine Lopez Regt weaba ha de ser designade como mediador entre Peron y ki Juventud No obsta tuna de Le, como 1o avalan ciertos “documentos de coyun sanizaiciones peronistas, el deseneuentro com Peron suseit6 una interpretacién mas realista y eritiea del pro ceso politico en curso, en la cual se subrayaba el “eardcter mx sico” y fa inexist del cerco, Este reconocimiento los He ‘ara «alismar que “Perén nos ofrece como prenda de ncpocin isin, Sus negociaciones para lograr la unidad nacional y sis ones con el imperialismo tienen como elemento de ena voluntad”, @ nosotros" Por dltimo, todos los esfuerzos interpretativos se vieron acompatiados por fa afirmacién de la legitimidad y del cari ter peronista de tas acciones de ta Tendencia. Dicho de otra modo, de ks declaraciones y de las demostraciones de fuera sta cla ani podia haber expulsion, / fr Tin, ta inminencia de la Muptura acelerd el proceso de lay ilentfie Tones a partir del cual Ia Tendencia, especialmenis tiavéy de Monioneros, buscaria presentarse como el autgnticy ‘spresentante del pueblo, FT 2 de septiembre fa formula que Hevaba a Perén com presidente y a su esposa Isabel como vicepresidenta obtuve el 62% de los votos. Dos dias después, el grupo Montoneros ase \ Discurso de Mario Firmenich en la cancha de Atlanta, 11 de marzo de 1974 Mabria que discutir qué es el peronismo, a ver si se puede eclur a lgnien del peronismo. Porque puede suceder que nadie pueda esrur «i pesonismo, pero irse es un poco mais dificil, Lo que ocurte es que el peronismo no es un simple partido liberal, ni un sindicato; es el Movi- iniento que, como tal, est mas alli del sistema, Es un movimiento «ue sel pueblo mismo, con su identidad politica, es el nacionalisme popm Jur, que es necesariamemte revotucionario y ha sido consecuentemente revolucionario. Fuente: R. Baschetti, Documentos, 1973-1976, vol. Lp. $60) (destacado en el texto), sind a Ruggi, seeretario general de la CGT, asestando asi am duro sofpe al propio Pergn, en Jo que no podia ser leido sino comortna suerte de “chantajé politico™. Al decir del poeta Juan ‘GeTman, Tue como “tirarle un cadsiver a Perén sobre la mesa En octubre de ese mismo alo también se Hev6 a cabo el Operative Dorrego. una acci6n civil entablada por las Fuerzas Xrmadas, encabezadas por el general Jorge Carcagno. junto con la JP y Montoneros, en favor de sectores perjudicados por las inundaciones, El hecho sirvi6 para reavivar —fugazmen- te— las expectativas de una posible alianza entre el pueblo y el Fjéreito. Sin embargo, ec ne Rouquig, luego de la asuncién de Perén, el general Carcagng, representante del ti ja reemplazado por 21 “profesionalismo aquellas_posiciones ident neutral” =FT viraje de Perén tendria su correlato en una acelerada pur- ga ideoldgica, que marcaria el eclipse de la Tendencia en va- rios frentes, comenzando por el ala politico-institucional. Esto ocurtirfa durante el agitado verano de 1974. Los primeros afectados fueron los diputados peronistas ligados a Ja Tenden—_ cia, quienes se vieron obligados a renunciar a sus bancas. des: pies de mamiener una tensa conversacién con Perdn, en 1a qUC Sypeeeeie be ftmifestaron su rechazo a tres medigas que propiciaba la C 7 mara de Diputados (también Condenadas por la JP): la ya cita- oop: teat da Ley de Asociaciones Profesionales; la Ley de Prescindibi- y lidad, cuya amplia aplicacién permitfa convertirla en un arma ‘Te diseipt name portico Ta Tey de reform JT Codigo & tr indiscriminado, pues w GHUTGTa, dichos diputados Fuggos-expulsadas del Movimiento”) Peronista. ae I a de engro de1974, un importante hecho de violencia vino a operar un nuevo giro, cuando cl ERP atacé el Regimien S to de Azul, y termin6 con la vida, entre otto Tel jete de la amt Pron, vestido con uniforme militar, Aequendt fe repudiar el h&cho, al tempo que aprowesh6 ) ge Cepernic en Santa Crilz y Miguel Ragaae en Salta Despuds de la muerte de P ja cuipula sindical peronista decidié también arremeter contra el autor del pactg social, cl ministro de Economia, José Bex Gelbaud, socavando su debili- tada autoridad. Svidencia, co Megar el sindicalismo peronista en la lucha interna por cl po der". Para ello, no vacilé en desconocer uno de los ejes contr Tes deT pr tocaria defenderlo, en el momento de enfrentar la sorpresiv:t embestida oficial encabezada por Lopez Rega Asi, a la hora de profundizar un plan econémi quedé sin fuertes apoyos politicos, La situac (Ehible curando el ministro enear6 una nueva fase del progrdma Mico, que inclufa Ia reglamentacién de las inversiones eXTTAMjeraS,"una parciaMmactonatizacion det comiercio exteriar year fey agraria, que apuntab incremento de I producTividad en el campo. El detonante que causé su deliniti Vo alejamiento fue la prematura divulgacién del anteproyecto de ley agraria, que dictmmmnaba eh uno de Sis puntos Ta perdi sterdoininio de Tas ti v3 ct dF BWperar, este proyecto de ley cont6 con cl repudio de la So mos gobernadores ligst os avatares de esta confromtaciGn pusieron ew (0 sefiala Juan Carlos Torre, “hasta dénde poia ama reformista, pese a que poco tiempo despues lv 0, Gelbaril se La situacién se torné insés econd Tograr un as incultas 0 improductivas. Com cra ad Rural. que no vacild en hablar de proyecto ROexpra, JOL197S. 1s CGT dectars que apoyetbst La inte Sin embargo, de era Sorprestyat, a mediados de octubre de atiyst oficial, pero ne avalaba clameproyecto dandy por Ta prcisa, Sin cTapoye ATTos sindicatos, ef proyecto de Tosant onectia amereed de ales propictaries. Vinaluwnte, eb pro yeeto fue abandonaclo y hacia Hines de ese miso anes Gelbatel del nueva convocatoria a paritarias. Allied Gomez Morales prestipioso economist proveniente de fis las del pore lisTrieo, 1 seemple a THailtimo confficio intraperonista enfrente a los premialistas todopoderosi de Lose Lopex Rega. Cierto os que fas Hrieciones habian comenzado desde eT dia mismo de ta muerte de Peron, momento cn el cual el ministro y consejer blanqucs su condicién de protagonists estela papel de los peronistas histiricos. Agregu diciembre de 1974 los sindicalistas recibieron con estupor el acidn de los restos de Livit fe por Lopes Rega. Este hecho ilus. desdibujande et clon ejecutad int haba como Lape RB y Su séquito iban apropisindose de ta stmbologia peronista para dotarse de una fegitimidad q Fa desconfianza era, sin embargo, reeiproca, pues st fo bar ss priviley dos de lis hesitaciones de los sindiealistas. En otre orden, del esilio Isabel y Lopez Rep habia sido tes! Lopes Rega nunea habia ocultae su ambieién por controlar os fondos de Las poderosas obras sociales sindicales. Ahora bien, pese a lay tensiones inicia mnialistas. de ta mano de kas 62 Organizaciones conducidas por Lorenzo Mi r node “la Seiiora™, es, los se eneargaron de dar claras muestras de lealtaid al gobier Mientras tanto, duu je 1975 la situacidin econdmica conti no degradindose. Uh istro Gomer Morales, Inego dear ociaciones con los sindicatos, establecio un inere nighig salartah de AW para hacer frente a lt devaluacion ¥ ks stiha de Tos precios. Sth eiltbargo, cf aumienio no fue convall chide y Gomez Morales terminé siendo reemplazade por ( que Hmphearon una deyatuaicion del LO yu sunnento Jubal dle kas tanitas de los principales servicios publicos que, en ) ata casos. Hegd-al 200% e TT plan econdmico impulsado roots) cera suum ambicioso pues implicaba una reorient ‘ondmics fund mental que ponia fin a la politic 0 n FoiTIsMNO, parca" paso dLuna po Urea de eSabITVAGn x Susie Gon y ajusie, ET giro radical operado e e TACIT ef esfuerzo del circulo lopesreguis| concretar una nueva alianza con los poderosos grupos econd micos, excluyendo a los grandes sindicatos de la CGT. A fin de garantizar su respaldo, Lopez Rega y la presidenta se habian acercado también a las jerarqufas militare: EL Rrigaxp, suerte de primer golpe hiperinflacionario cn la historia ais, no pudo mends que provocar una sorpresa generalizada en la opiniGn publica. Por su parte, desconcerta- dos tanto por la rapidez como por el carécter d decisiones, los lideres sindicales se encargaron de denunciar que el plan propuesto era ajeno al modelo de la concertacidn social que pregonaba la tradici6n peronista, al tiempo que ciaron las tratativas habituales para obtener un reajuste sala- al Luego de varios forcejeos, obtuvieron un aumento medio del 160%. EI 24 de junio, Lorenzo Miguel convocs a los trib jadores metaltirgicos a una concentraci6n en Plaza de Mayo. Con el motivo aparente de “agradecer” a la presidenta el au mento, su fin no era otro que obligar a ésta a la homologacivin de las paritarias. Sin embargo, rumores posteriores comen7st ron a poner en cuesti6n la convalidacién del aumento. LI esta- do de tensién e incertidumbre se prolong6 unas semanas, pese aque el 27 deju cha en coiira del af SMATTO, Te i espontainea de Tas bases desbordd Tas estructuras sindicales y, frente a un pais paralizado, la CGT resolvié cruzar el Rubicén y convocd asf aun paro general de 48 horas, para el 7 y el 8 de julio, Nunea antes la CGT haba decretado una huelga general con un gobierno peronista. La multitud reunida en Plaza de Mayo pidié las cabe: Rodrigo y de Lépez Rega. Obligado a dimitir, L6per Rega. ministro récord del perfodo, con 768 dias en el poder, partis at. Recién el 20 dle di ‘econdm lista yre istico de las. rumbo al exterior, en misin diplomatic: 1207 J cremibre de 1975 el Vy Personal inueasio se movil daramte el Rodrig, 91 PEs viiermo pedivia su eaptura inte Vinaieae ape Reg se iat al pars cl 1 de marzo ee ni. Morirta on fa qsircel, antes de que se dicta judicial cn su contra, Volviende al teatro de tos hechos, recordenios «que, pesca que tos sindicalistas habian buscado cludir br controntacton cen ol pbicrno de Isabel, esta Finalmente se tornd insostayar ble En si akin por mantener fa Fealtad aun en medio del ewes Lonamicnto, los sindiealistas articular i una version tena da de fa teoria det cereo: “La seftora—dirfan entonces esta iva aconse jaca” Despucs de la rentneia de Lopex Rega, el gobierno de Isabel Iused apoyarse en ta ortodoxia sindieal y el peronisme politi co Pero en medio del agravamiento de ka situacion econdmie: y de fa eseakula de violencia politic tien continuarit por poco po ans Si mnurchat err Ast, ef modelo nacional papa Lac aaufraraba, no sole deverade por eb agravamienter de be vs Constuic cranes externas sinie, sobre: fades, tan de bas Inch qqne se habuun desatade cw ef interior deb mevuniento. Hie toca: las alianzas sociales que lo habtan hecho pusible, careite fe un fiderargo que asegurara su reabilitagion, ka suerte paiy ~ efa estar definitivamente sellada, Pronto, fa soledaud ake Isghel eFidenciariael-vacie de pode, La escema se aprestaba a ser “Ocupada por otros actores. De la deriva de las organizaciones armadas al terrorismo militar pais iba deslizéndose cada vez mas por una pendiente in m0 bierno, asf come, controlable de yiolencia, de la cual eran responsables los pas de extrema derecha, activados desde el las agrupaciones armadas de izquierda. Las esta tran que solo durante el ato 1975 ta cantidad de asesin _liticasdebido tanto a la represién ilegal como guerrillera, aleanz6 a cifra de 860 personas. Desde la izquiefd sticas mues sf la violencia Tuna de las caracteristicas del periodo es que las principales organizaciones armadas, ERP y Montane ros, fueron subordinando la estrategia politica ala lgiea will iar. Tanto la significativa reduccién del espacio de la polities institucional como la primacia de una légica militarista (uvic Ton graves consecuencias, pues crearon nuevas oportunidadles para el regreso y la religitimacién de las Fuerzas Armaidas Quizé donde este proceso de militarizacién se expre: mayor nitidez es en Mont@agios, qué se habia Fomvertide c breve lapso en una de fas organizaciones de masas mas poxle rofas del continente. Una vez consumada la ruptura con eT gs biemo peronista, fa agimpacion i penté sus acciones ir mediante secuestros extorsivos (como el de los hermanos, .fgalizado en septiembre de 1974, que reportaria ta cilfa de 64 millones de délares), a&f como'a travesde Ta Tisica de sus enemigos politicos. En suma, Montoneros fue produ gjército regular (compaifas, pelotones), de manera que, una ver establecida la prioridad de estos aparatos, ef compromise obligaba a sus seguidores, por encima de sus niveles iniviales Liminaci nclo estructuras de organizacisn con caracteristivas ie pe J emueantae e147, 640m gestes pita mana be caput te Fst at, async egal peel oustitucional de Fyshel Berga toss decry stb aulopresctypcion eke marca de ki tegar Fa politica de Siperticie del ERP fue considerablement: ices inte Yo > pottuce comaba con eb Bre MU EASTy cn el 1 que kv de Montoneros, pese a que en ef campe ie Antiimperiaista por el Soeial canal con el Movimivate Sindiesl de Hass (MSIE) al ficmpo que evalizaba una fubor prossandisties a ta ves de periadivos como Estretla Raja. Nuevo Hombre y bun bien a traves del diario ET Mundo, Liderady por el nntice sae uillev Marie Roberio Santucho, ef ERP planteaba tn etal revoluctonanti odes nites, Por un fale, deste 19/1 aban’ Tsctamene al Ujercity Ya ONTONERQS Jonge: Hoan aerate sa ho hemos consisgnade que ca enero de 19 Ee LPR P degpnse eb abe ne ash suarnicton mifitar de Ach hee he qite tive anaportian hes comecutenciis politieas, Lat siccion anititar temer inte cl proposito de conseguir armamento para fa sucrifia tinal come, el de probar a los trabajadores la capacidhad de la oryantzaeien para liderar la guerra revolucionaria. Por diltimo, el ataque también se proponta provecar al bierno, a fin de" generar en Este una respuesta que pus descubjert la verdadera natura rinista como defensor de las FuerZa riba Santucho, el gesto realizado "por Peron abrio ka puctte pafa una feconciliation con ef Ejército argentine al ticnipws qf privé a la izquierda de un aliado importante. ef dla provincia de Buenos Aires, Oscar Bidegain, « ff 1a fluidos vinculos con Ia Tendencia. Fh detinitiva por la Gra Afinadd el objetivo del"ERP apiintaba a ta estallido de fas contgadicciones gxistentes en diferentes. coin 7 represiva del regimen pe Armatts. Tal como espe wiizacion y del téxtos y escenay, Las consecuencias de esta oriemtacicin devon cuenta de una crecienté y rapida unidimensionalizacion de 1 sgenas,.en prévecho de wha Tégica militar, situacion qe io tardarfa en verse multiplicada en una serie incontrolada de efectos perversos Fue tambign en 1974 que el ERP decidié abrir un trent errilla rural en la provincia de Twcuman. A raiz de ello niyo de 1975, el Poder Ejecutivo orden por decreto [i ter vencién del Ejércitd en esa provinela, con el Tin de “neutral yTo aniquilar” a las fuerzas guerriHleras que alli actyghan bth Tervehcién militar tayo como ee la represion ch qe pronto comenz6'a cobrar las siniestras formas de la ees Piificién y la tortura, tacticas inspiradas en los manules ale norteamericano, La conduccién del ERP respondida esti es fandestina exigiendo el rato dun ef wcivnst cofiirainsurgencia difundidos por el Departamento de 1 trategia de represi6irc cmt enem les de acuerdo con Tas convenciones inte ar alas Fuerzais Armada il sf. con él propésito de fe s bélicas int politica de represalia, aloptando la dleterminacion de no tom nacionales, cL ERD inicio respeto de las r Prisioneros vivos hasta tanto ef Hjéreite no fo bicker. Sin cm lycra Fixe minstane tines de EPP a asesinato accidenjtl | fafre VLeolpe ue Ustad I CHUN vaste operative, eLERD Heve sv cabo eLintento de cop niente del repimiento de Monte Chingolo, que gulmino en gt ‘ parte de las luer/as gtterrilleras interyt nicntes Porro kalo, las ace pucrrillas arb: ones cada vermis espectaculares de kt |. progresivamente orientadas contra fas tuerzats isi como fa emergencia de un foco de guerrilla rural |. brinaron ft posibilidad que el Hi¢eit buseaba propaganc fa cual se distorsionaba deliberaclamente igs xg sucrrillerys ipve lngraTog. Comandado por el gener) Acdel Vilas primero, liege 161 Techeral Antonio D. Bussi, ef Hjgreito argenting desea 4 von un conlingente estimlado en unos 4,000 hombres, afi de derrotar “en unit guerra” aLueaicycito guerrillero que apenas si Hlegd a contar con Jo uyjlicianas! Aesto hay que agiegar que el poder deeisorio de las Puerzas Armalay se vio acreventado en ta tltimt etapa del debilitade subiemo de Isabel, caracterizaca por un ereeiente vacio de po set pese al apoyo del sindicalismo ortodoxe. cgaria el 24. de marzo de 1976. Despuc's Ge ext Teche ial Soria com Snte Sora completamente nuevo y uno de los mis ne ast un pertode astos de ka historia ceutina, en ef cual Ki represién politica y el terror casi de ineneial infin acompanados por una fuerte reorien homica wisn eco Sus consecucneias multiformes se harian visibles ea lev dveada si riente, tanto a nivel de structurs! social come on fa conciencia politica de los argentinos. EL ethos de los setenta En nuestro pais, gran parte de Jos militantes politicas ingre ‘on a la politica entre 1959 y 1969, esto es, al amparo de la Revolucion Cubana y al ealor de ta movilizacion iniviada por ef Cordobazo. En solo d ae el wut de los posibles historiee ile. [in ese ContENTO, dad Ta violcyguese fue dotando de ana cfieaen mayor, pies ya ne, Sete meta como lge eventual, ritualizade en ef activision S “Finas” entre patotas sindicales, sino come cl eje de ana prictica organizada y sistemeitica para fi toma del poder, Mais aun, bajo un régimen autoritario y represivo, la violencia ape recia Cargada con un suplemento de Tegitimidad, Mra ta “vio leficia desde abajo jolencia de Tistauly En otros términos, 1a” posibi formaba parte del sentido grggistas de Ta sociedad argentina. Pero habja también otras formas de accién y movilizacion que se articulaban con la afirmacién de la n bio revolucionario: las manifestaciones, las pintadas, la aecicin barrial, la militancia en las villas. Combinados, estos reperto rios de accidn fueron definiendo los marcos sociales y cultura les a partir de los cuales toda una nueva generacién de militan e doté de una identidad politica. El ethos de los °70 se caracteriz6 entonces por la descon fianza en las vias reformistas y el despr partidocratico, en suma, por el compromiso revolucionario, Stu encarnacién mas acabada fue la figura del militante politico, definidé por una “mistica” revolucionaria, vale decit, por un compromiso que se postulaba como permanente y radial Ahora bien, en términos de militancia, el ethos de los “70 tuvo dos inflexiones mayores. La primera, especificamente movimientista”, fue ilustrada por el multifacético frente baw tizado con el nombre de la Tendencia, conducido por Monto neros; frente que, como hemos visto, desbordaba ampliamente el marco propio del sistema demoeritico-populista y amenaza ba la estabilidad del régimen recién instaurado. Nada ej plifica mejor este talante movimientista que las “to zadas durante la corta primavera camporista, época en fa cual coincidieron ef maximo grado de movilizacion con la nuixisna aspiracién al cambio. La segunda inflexi6n, propiamente “militarista”, fue enewr- nada, de manera paradigmatica, por la organizacién Montone ros. Lo peculiar de esta ldgica de accién “militar” no es que ali mentada por una determinackt concepeién y prictica ie la polt fica, asentada ell mista sobre una interpretacién espevifiea ~ una respuesta a la, del sidad del cam tes cio por el sistema suponia la exclusidn del adversario, sino mais bien yue fue 133 arentina, List leetura stimaba ke esistencia de ronicas que recorr tan bi historistarpemtina, cris upesicion peronismoyan iperonismo, Lat continuidad de kt historia desde fa epoca de ka hundacton de fa reptibtien mod come un hilo con I cata etapa. cada lucha, encontethat Su supe racion dialvetiea en mo rents posteriores, Pero, sobre toute, i lucha, a medida que se hacia miis violent, tha desnudande a fos veruhidleros profazonistas al tiempo que implivaba una me Jor vistualizacion de los objetivos, Por otto Lido, este dispesiti vo hinarig fe potenciade por ka visién inarvista de ka epoca come lo muestra fa tenis de fa aguulizacidn de las contradiecio ralmente. a medida que los actores polit cos Higa at lit alos de fa escena pol Peron, o sus tnilitantes asesinados por comuandos de extent dereela, la conduceion de Montoneros i profundizande bas nuplicaciones de este dispositive binatio, Lat violencia, detint da como necesaria, vista como irreductible, aleanzaria enton ees momentos de verdadero paroxisme. Por otra parte, ef progresive (rumiento de Mentone ina Logica (crrorista no hizo Siho ACHAT Su aejamicn toe aquellas masas qu representat, Lil recorrida’ paste rior de la orgainizacidn, sobrevenids con el exiTfo de sus hileres deci awiitOs, Sus SUCESIVAS EXeISiONeS. stt Contraofensiva suictd st delifioy mesiinicos. confirmaria de Thanet especialmen te Fs Pero, de maner bysiefa en tas consignas politicas de ka epoca, ks que pasaron a ocupar un wkamental en fi contracultura de Jos setenta. HE hecho no es casual, pues fas consignas tenian Le capacidad de articular en unas pocas ideas-fuerzat kas alerts idvologieas del periodo, al tiempo que podian expresarkis en ka forma de oposiciones irreductibles o de enunciados divotimi cos. De esti miner cuestiones referidas a fa “liberacién na Al, la “revolucion”, el “socialise lependencia®, la cron nutrienda fos ejes de cualquier discusién ideoldgica, facilitando ef ripide destiz bit construceicin del “hombre nuevo" cia uni Logica lineal y ef reduceionisme politics, Sin emharyo, por encima de ki existencia de un dispositive au binario poderosamente reductor, ka deriva militarista en be que incurrieton las dos masimas organizaviones pucrrilleras, Mon ros y ERP, no puede i debe ser asimilada ala bogies det terror militar instituide desde el Estado. Asiy nada mas false. quE la Mipatesis de “Tos Yos démoios™, tn difundida durante Jos aitos "80, Una vez mis, hay que subrayar el rol que eumplic la “guerra” desarrollada contra las huestes del ERP en ‘Tucu man, Apelando al recurso del sobredimensionamiento del ene migo, la “guerra” fue efectivamente inventada, conver ton un laboratSri6 Yee pondria a prueba el modelo repiesivo, den Ta detencion, el secuestro ilegal, la tortura yT S$ campos clandestinos de détencidin Tacton ii ei eT Conte Ce Ta TOMTTTT Bue 2 dorrotads el modelo no solo sorted exitosamente el ensayo deTabo> ratorio, sino que, una vez desplazado el débil gobierno de Is: bel Perén, se hizo susceptible de una generalizaci6 desde el conizof absolutoe [ox resortes del Esta Por otf lado,“el pastje de Ta diMensidi movimientista «st inflexi6n militarista no puede comprenderse sin referencia it Ia jerra que se libraba en el interior de las diferentes escensts del poder: las‘sucesivas purgas internas, el incremento de la vio- Iencia, en fin, la represién desmedida y el caos econémico que envolyieron el perfodo que va de 1973 a 1976, contribuyeron a multiplicar tanto el desencanto como el creciente temor, obli- astos sectores anteriormente movilizados al replic ir stn onion DOS pi ros En riffa, Ta questhines As inmediats duda la gran decepeidn, atc {0s estamos ya de aquella portante de la poblacién justifieaba la violencia de la guerrilla como herramienta legitima frente a un régimen autoritario. Le: jos también del lenguaje triunfalista que acompai las masi vas manifestaciones, antes y durante la primavera camporista Lejos del fervor revolucionario que proyects la articulacién de una parte de las clases medias movilizadas con las clases tra- bajadoras peronistas. Finalmente, nada serfa mas errado que intentar reducir ¢ ethos de los “70 a través dle su sola fay. oseura o buscar con enderlo desde fa perspectiva Meotogic como han pretendide haver cicttos en Te UTAN CpOCAT ayos que c 4 Uéticit politico de los °70 dese posiviones que asumen la de- (Shiga del régimen denioertiicy, revatart ance pratt te thos “RU, Solo la comprension ya la ve7_eldistanciamiento ertticw: Fwieden devolvernos las claves de una Epoca que esta menos inrcawta por el deficit politico y mis, mucho mas, por la cree! ambio, a la vez que por la afirmacién de la violencia chino heiTmfenta de lucha y transformacién social. Mas simn- iE iiha Cpoca caracterizada por sTexceso de pasisn politica. Agraerco la minuciosa lector erica realizada por Eduardo Anguita, Cristina Garcia, ‘Clits Lavano y Fernanda Salgado, Asimismo deseo agradecer Ia generoxidad de Ro- Ft Iischet, ion puso ami disposicién su vata coleccvn de documentos y Tibros shee kr epoca, Nuestra inspiraciinicial se nutrié de un artculo,eserto tenpeana- mente 1979 por J.C, Portier ule "Pf vis dl pas popu ov dl pas urs —— 430 eos BIBLIOGRAFIA Anguita, Eduardo, y Caparnés, Martin, La voluntad. Uns historias de la mitten ‘cia revolucionaria en la Argentina, 1973-1976, vol. IL, Buenos Aires, Nori 1997, Anzorena, Oscar R., Tiempo de violencia y utopia. Del golpe de Ongania al golpe de Videla, Buenos Aires, Ed. del Pensamiento Nacional, 1998, Baschetti, Roberto (comp.), Documentos, 1973-1976, 2 vel., Buenos Aires, Ed. de la Campana, 1999, Bonasso, Miguel, EI presidente que no fue, Buenos Aires, Planeta, 1997. Diario La Opinién, 1974. 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