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x EMIL LEON POST: “Introduction to a General Theory of Elementary Propositions”, American Journal of Mathematics, 43, (1921), pp. 16385. (Reimp. en J. van Heijenoort, i comp.: From Frege to Gadel. A Source Book in : Mathematical Logic, 1879-1931. Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1967; pp. 265-83.) H EMIL LEON POST: “Introduccidn a una teorfa general de las proposicio- ‘nes olementales”. INTRODUCCION En Ia teoria goneral de la Logica, construida por Whitehead y Russell (1910, 1912, 1913 (1)) com et fn de suministrar una base a toda la mate- mtica, hy tna deterininada subteoria*sinica por su simplicidad y preci- sin, y completamente independiente de ins restantes partes de ia cons- truccién, bien a pesar de que estas tengan su raiz en ella, Mientras que la teoria,en su conjunto, requiere para la formulacion de sus proposicones hempleo de variables reales yaparentes que representan diferentes espe- ‘ies de individuosy de funciones proposicionales,y a consecuencia de ello i; necesita introdueir la incomoda teoria de los tpos (2), esta subteoria se i © sirve inicamente de variables reales, y estas variables reales no represen it tan mds que una sola especie de entidades, que los autores han optado i por llamar proposiciones elementales. Los enunciados més generales i estén formados simplemente por combinaciOn de estas variables con el i concurso de las das funciones proposicionales primitivas, la negacion y la : disyuncién; y toda la teoria tiene por objeto el proceso consistente en la | asercién de las combinaciones que asume como proposiciones verdaderas, empleando t estos efectos unas pocas reglas gencrales, que indican como sseverar nuevas combinaciones a partir de otras ya dadas, y un determi nado niimero de asertos primitives con los que se comienza, * whtche y Russi 1910, pat J, se. A 317 LECTURASDE LOGICA ‘ Esta teoria, bajo una forma algo diferente, ha sido deste hace tiempo ‘objeto de estudio por parte de la Logica simbolica*. Sin embargo, aun Cuando haya aleanzado un alto grado de desarrollo como teorfa de clases, hha tenido, como logica de proposiciones, el incorregible defecto de haber cempleada informalmente en sus demostraciones las mismas proposiciones cuya formulacion formal trataba de demostrar. Este defecto aparece sub~ Sanado por completo en el desarrollo de Principia. Pero, en atencién al Sbjetive particular que los autores se habian propuesto, decidieron no Sobrecargar su tares con lo que no fuera absolutamente necesario para la Conseeucion de este objetivo y, asi, renunciaron a la perspectiva general ‘que caracterizaba a la Logica simbotica. La primera parte de nuestro articulo cuida de restablecer esta pers- pectiva general. Queremos insistir, aqui, en la singularidad de que los teo- Temas presentes en este artioulo versin sobre Is légica de proposiciones, pero 10 se hallan incluidos dentro de ella. Mas precisamente, mientras Que las proposiciones de Principia son asertos particulares, introducidos Gn razon de su interés y de su wtilidad para el desarrollo de las partes pos- teriores de la obra, as que figuran en nuestro articulo se refieren al con~ Junto de sodas las proposiciones posibles de ese género, Nuestro teorema ‘mds importante suministra un método uniforme para comprobar [testing] fa verdad de cualquier proposicion que forme parte del sistema; ¥, Por medio de este teorema, resulta posible dejar constancia de algunas rela- Clones generales existentes entre estas proposiciones. Estas relaciones muestran claramente que los postulados de Principia son capaces de desa- rrollar el sistema de la logica de proposiciones en su totalidad, sin intro~ Gueir jamas resultados ajeros a este sistema ~ una conclusion que, diffil- mente, se habr{a alcanzado por los procedimientos particulares ufilizados en esa obra ~(3). La idea de desarrollos ulteriores se presenta, por s{ misma, en dos irecciones. Por un lado, este procedimiento general puede extenderse @ ‘otras partes de Principia, y esperamos dar 2 conocer, dentro de algén tiempo, los primeros pasos de una empresa de este género. Por otro lado, podemos caer en la cuenta del hecho de que el sistema de Principia no Constituye sino un desarrollo particular de ls teoria, - particular debido: fas funciones primitivas que emplea y a los postulados que impone a stay funciones -, y, asi, podemos construir una teorfa general de tales © véaw Lewis 1918, AU geraunacbundante Blin 318 EL. Posr(is2) desarrollos. Esto es lo que hemos tratado de hacer en las otras partes en {que se divide este articulo, Nuestra primera generalizacion desemboca en Sistemas esencialmente equivalentes al de Principia y enlaza con el traba~ jo de Sheffer (1913) y con el de Nicod (1916) por lo que toca a la redue- ccién del niimero de Tunciones primitivas y de proposiciones primitivas, respectivamente (4). De otra parte, nuestra segunda generalizacion, aun jincluyendo a la primera, parece introducir también sistemas esencialmen- te nuevos. Una clase de’estos sistemas, que estudiamos en detalle, parece fguardar con la logics vrdinaria la misma relacion que la geometria de um espacio con un nlimero cualquiera de dimensiones guarda con 1a geome- tla de Euclides. Ignoramos si estas Iogicas “no aristotélicas”, y el desa- rollo general en el que se insertan, alcanaaria a tener una aplicacion directa (5); pero creemos que, en la medida en que la teoria de las propo~ ‘dciones elementales se halla en la base del sistema de Principia en su inte- sgridad, esta perspective més amplia sobre ls teoria nos servird para dispo- ‘hernos aun andlisis similar del conjunto de este sistema y, en dltimo término, de las mateméticas. Es preciso affadir, por fin, unas palabras acerca del punto de vista adoptado en este artfculo y del método seguido. Hemos considerado Constantemente cl sistema de Principia y sus generalizaciones como Gesarrolles puramente formales®, y nos hemos servido de cualquier ins- frumento légico 0 matematico que hemos estimado siti para el estudio de estos desarrollos. El hecho de que una de las interpretaciones del siste- mma de Principia forme parte de la légica informal que hemos empleado fon este estudio, vuelve incierta la trascendencia de esta interpretacién, al menos por lo que se Tefiere a las prucbas de consistencia, pero no afecta fen modo alguno al contenido real de este articulo, que dice relacion a sistemas formales. EL SISTEMA DEPRINCIPIA MATHEMATICA 1, Deseripeién del sistema. Convengamos en que P. Pay Pav se Gis da, vray Fas on RepFESED” ‘tan proposiciones elementales cualesquiera de Iss mencionadas en la in- troduecion. Entonces, mediante las dos.funciones primitivas ~p (la fun- ‘Par na pematacion renal de ete puato devs, vase Lewis 1918, 6. Vs. HL 319 a earner LECTURASDE LOGICA ‘ ccién de negacin, que se lee no p)y p v4 (la funcién de disyunci6n, que se lee p 0), con el concurso de las proposiciones primitivas L._ Sips una proposicién elemental, ~p es una proposicién elemental, Si p y q son proposiciones elementales, p vq es una proposicion ele- mental, combinainos esta variables para formar las diversas proposiciones, o, mis bien, valores ambiguos de funciones proposicionales del sistema. En lo ue sigue, para tener ante nosotros la configuracion de ia totalidad de as funciones, que dimanan de la variable no modificada p a través de formas de complejidad ereciente, es deseable formar el cuadro triangular infinito > PYP, PVPs ~P Py V~Pay ns (Ps VP2)V (Ds VPA) ~(P1 VPs h~ (PVP)~~P ¥ advertir y recordar que esta disposicién de funciones, que se forman ‘simplemente combinando las p por medio de~ y de v, constituye la tota- lidad de los enunciados que cabe construir en Ia teoria de las proposicio- nes elementales de Principia. Pero el verdadero objeto de esta teorfa es la asercién de un determi nado subconjunto del conjunto de estas funciones. Denotamos la aser- cién de ung funcién escribiendo ~ delante de ella. La fuerza motriz ‘que os menester para que tengan lugar los procesos de deduecién viene Suministrada, entonces, por las dos reglas que gobiernan las operaciones: I, La asercion de una funcién que contenga a una variable p produce le asercidn de cualquier funcién obtenide de la funcién dada al eustiuir p por cualquier otra variable q, 0 por~q, 0 por (qv r)*: + Baa onan o m nti, explant define on rac, pc eae ea eidinaDpr tact oid, p1s4), Larimer parte dea opcode “osttucon™ formulae forEye doth, p99) soe he perdo mora pra No po desperbio Ue Reto de tes of Ge permiiaoe uglouirons varmble due figure extn ebro Po: tes funston ‘Stdlculr dl seems 320 BL Post (v2) TI = Pty: Py.Q" producen = Q” Estas reglas nos permiten la aserci6n de nuevas funciones a partir de las ya dadas, 0, mejor dicho, habida cuenta de la forma en que las hemos presentado, nos permiten generar nuevos asertos a partir de los anterior ‘mente dados. El conjunto de asertos completo es producido por la aplica- cion de Ily Illa los asertos siguientes, que nos deparan el punto de parti- da, y a todos los asertos que de ellos se puedan deriva: IV. e:~(pvphyp, + bingupva, bin(pvalvaye, @v(qvr)lvav (pvr), bieCayrlyi~@vahy.p er, Subrayamos aqué, una vez més, Io que ya destacibamos en la intro- duccién, a saber, que esta teoria se ocupa exclusivamente de Ia produc- cidn de ssertos particulares por medio de la aplicacién escrupulosa de las, reglas que gobiernan las operaciones a los asertos primitivos, y, en conse- cuncia, el conjunto de los teoremas de esta parte de Principia se halla compuesto por Iss aserciones de un determinado ntimero de funciones Particulares del conjunto infinito arriba indicado*. 2. Desarrollo por medio de tablas de verdad", Denotemos el valor veritativo de una proposici6n cualquiera p por +, si es verdadera, y por - sie falsa. Conviene tener presente este significa- do de + y de - como una guia del pensamiento; pero, en el desarrollo propiamente dicho que presentamos a continuacion, s6lo habrin de to- arse como simbolos que manejamos de una determinada manera. Si asociamos, pues, a~ y av estas dos tablas de verdad primitives “x es deweinein, haat nna censtantamenin In en de defini En oe punto, he Imo spabo ou bs rata lov stores cuando dian que a delakione ues de Somme [om Se nem yo ant sa expense com ue fGen ‘hortand) se ecarenos con el mesa exponen tasa nn SS SALA + Las ublag de verdad, lat Funciont de vera, a como masts this de verdad primitives viene, sets do Whiebey Rusell (910, pp. 8 y 120), ah auc o Invoduseala noose ‘punt devas de veda. fatima poctn eng un tuna aunameatspscsa en Ivars enn Véate Lewis 918, pp. 74y 178s respectaente halla fundemento cay (sm. ‘acon dl doszylo Ge ia fnctones loge aetna, on prime! Ig por Hous (1eS4y spe ‘ines pp. 7216), Por lo que concersea Seeder, ease sewn st «ie Se Pit, 321 LLECTURASDE LOGICA : p~P pq opya oo +t + aa + + -4 + contamos con un procedimiento para caleular los valores veritativos de canara a paride los Vlores de sus argumentos. Consideremos shora ha fhnebn cualquiera f{Ps. Pa,» Py), beteneciente a nuestro sistema se sate aca la que danguaremcs pot F, Dado que fs halla construida se aneiibnactonet de ~ a signamos 2135p un conjunto particular See gutera de valores veritativos, la sucesiva aplicaciOn de las dos tables crates, antes presentades, nos permis calelar el correspondiente Yalor veritativo de f. Asi, para cada una de las 2” configuraciones posi- Pi ae valores de Tas p,s halla determinado un valor veritativo definido Ey. Tiamaremos tabla de verdad de fa la elacion ast dispussta, ‘Sea, por ejemplo, la funcion ~eepvaiy~ Cavey) que constituye, en tiltima instancia, la definicién de la funciéon p = q con Grreslo a Principia. Siendo + al valor de p, y+ el valor de q, resultan los siguientes valores veritativos de las partes sucesivamente componentes de la funcidn y, a la postre, los valores veritativos de la funcion: potmpsy, ~Pvaet~ CPV get.ngie, wap: t.~ (qv) ~ ep vagly~tray Din ~& CBYDY~ COVED + donde Jos sucesivos valores veritativos han sido hallados por aplicacion Girecta de las tablas de verdad primitivas. Por el mismo procedimiento, ccabe calcular los valores veritativos correspondiente al caso en que P €s Yy q es ~,¥ otto tanto ocurre en los demas casos, hasta que finalmente obienemos la tabla de verdad de p = a, a saber, 322 EL pos isan) Ss - oo + Excunado es desir que, en la pricica, este cimulo de detalles es innecesa- Llamaremot orden de una funciony, at misma, orden verdad, al nuigro de variables que sporecen on esta Tanto Hay, ev Sentemente, 2" tabs de orden #- Bocedomos adementaral TEOREMA. A cada tabla de verdad, cual lad, cualquiera que sea su orden, omesponde al menos una funcion F que tlene tal tabla por tabla de En primer lugar (6), disponemos de las fu : , os de las funclones p vp, py~P, ~@¥ pw ae coresponden acute tbls de primer den eS - - + Supongamos que existe una funci6 cién correspondiente cada tabla de or- den m: Entoncs, en cuales tabla Je orden m+ I lt configuraciones en es qu Pg 28+ consttuyen una abla de orden ma aque comes onde algun fuicion f; Py Pos vs Py De igual manera, correspon endo al caso en que Pps €4 =, cOniamos COM fs (Ps. Pas» Py) Ha atlas veces de (ep 029), unafuncion qu tsne wtaiads edad po Pp. 4 oe + a e a . Es ficil entonces concluir que 1a funcién | Pan Lr (Bay Base Pra) N~Pr ty fa (Bas Paes Pon) ‘ tiene como tabla de verdad propia la tabla de orden m + 1 dada. 323 LECTURASDE LOGICA |Asf pues, de conformidad con sus tablas, las funciones de F pueden calificarse de! modo siguiente: aquellas funciones cuyos valores veritati- ‘vos son todos +, aquellas funciones cuyos valores veritativos son todos ~, ‘aquellas funciones que tienen algunos valores veritativos + y algunos vac lores veritativos ~. A las funciones de estas clases las lamaremos funcio- nes positivas, funciones negativas y funciones mixtas, respectivamente, Esta clasificacién reviste gran importancia en relacién con la operacion de sustitucién, tan fundamental en el desarrollo axiomatico postulational ‘A propésito de una funcién cualquiera, que resulte de alguna otra por vie, de sustitucién, diremos que es una funcién contenida en esta altima fun- cin, Tenemos asi el TEOREMA. Toda funcién contenida en una funcién positiva, es posi- tiva; toda funcién contenida en una funcién negativa, es negativa; toda funciin mixta contiene al menos una funcion que corresponde a toda posible tabla de verdad. Los dos primeros resultados se obtienen de manera inmediata. En cuanto al tercer caso, repsrese en que cualquier funcién mixta /{P. D2. ., Pn) tiene, por lo menos, una configuracién que da + y una configura- ale) 6 - Entonces, la funcién (p) = f (es (D). (Ph --» oa (P) sed * cuando eae ee ta ‘teorema, hay al menos una funcion g(q:. 42»... dyn) que corresponde una tabla cualquiera de orden m. Por lo tanto, Y (8/41, G2, + Im/) & luna funcion contenida en f (Pi. Bas «» Pn) ¥ que corresponde a esta tabla. COROLARIO, Toda funcién mixta contiene, al menos, una funcion positiva y una funcion negativa. 328 BL posts.) 3. Elteorema fundamental® Una condicion necesaria y suficiente para la asercién de una funcién de F, como consecuencia de los postulados 1, III, 1V, es la de que todos sus valores veritativos sean +. Adviértase, on primer lugar, que cada uno de los asertos primitivos de IV es una funcién positiva. Ademds, de la asexcién de funciones positivas, linicamente podemos obtener aserciones de funciones positivas. Pues no disponemas de otro método pars produeir nuevos asertos, a partir de los previamente dados, que el recursos consistente en las regles Il y IIL. Ahora bien, II solo puede producir asertos positivos, habida cuenta de que toda funcién contenida en una funci6n positiva, es positiva. En cuanto a Ill, siPes + y Qes~,~Pv es~,de suerte que, mientras P sea tna funcion positiva y ~P v Q también sea una funcidn positiva, Q no podrd por me- ‘os de ser positiva, asi que III s6lo puede producit funciones positivas. En consecuencia, toda funcidn que sea objeto de asercién es una funcién ositiva, y, con ello, queda demostrado que la condiciones necesaria, (7) A fin de demostrar que también es suficiente, indicamos un método para derivar la asercion de cualquier funcién positiva, Su exposicién se verd simplificada introduciendo las otras dos funciones definidas en Prin- lpia, aparte de p.q (p y 4), presentada anteriormente, a saber, [as funcio- ee ee > .prqarp Df, {Hodes ra ur eg pope smi eno tan eo an 1 ino aie i Mego por Setuodar (1851.92) a props del sacri Sesarolaas Bord frp ceo que el fade de sanifioaiba de le demwsracin que sae (Steente dal qe dab ator a le ora de Sereda Puss on pane age, come areata ‘Lewis (918, € 10), tu a demstouo de Senroger # hulas newtrnbionenic meer roeesininios Igoe fsa informain, basa ct junta de tmpell uae deermiela fahal de sizema en su snpunto. A coemexenci de lo, ol sabeciments de a socio ee Salsa tere ora, ee na detect compte 3 sto ge St YEE ucts demoxincon sparecen cn a Uemoutacton reste s i expresin de funciona Schroer (1890) La prted, sr embuco, pleco 20 ber sd sntada opicamerte enti ge, rlacin con la pate De nana todas in dulade ecras Con ue we ope tro toad las ats ai eoria dels proposes cuando al procclanent eget ‘oes estsctamente formal La colin saints etal, por ede, emotada te meses ‘neon. For cnspsente corms, on iaverson dc etree mo akanes ettna gee ‘Sdn tas, aun dente de sy propio Stems ¥ i hors de pansies af ascenn doer AG seguir unt ava damostrcion Indepeasteni Palomo atads oe fn gue asepleseoss 4a orem qu heios faeho Sepontene ist partes de ls demonincon cc wo tease Posian spacer on Seber ° Athorapodsinmos eset es los temince: “Py “HP producan* 2 ed ' LLECTURASDE LOGICA : que & leen, respectivamente, “‘p implica q” y “‘p es equivalente aq”, y tionen las tablas pa pra Pp 9 psa +4 o+ + eoF 2 So co - + So 6 -- + - ee No esté de més advertir que, si contamos con" fy (Pisin Py) fa (Bs. ans Py”, esta equivalencia, objeto de aserci6n, debe tencr una tabla positiva, en virtud de la primera parte de nuestro teorema, y de este mo- 40 fi, ¥ fa deberin presentar los mismos valores veritativos en configura ciones idénticas, esto es, deberdn tener la misma tabla de verdad, Es conveniente ofrecer la demostracién en cuatro etapas. A. Demostramos el teorema p= q.. ftp) = f(g), donde ta funcién F puede contener otros argumentos, aparte del indicado, y no contener nnecesariamente a éste. Merced a este teorema, nos veremos capacitados para reemplazar una parte constituyente de una funcién dada por una funcién cualquiera equivalente y el resultado serd una funcién equivalen- tea la funcion dada ‘Se impone, como primer paso, Is introduccién de Ia nocién de grado ogico [rank] de una. funcién, que definimos inductivamente en los si- uientes términos: a la variable no modificada P s¢ le atribuird el grado cero; la negacién de una funcién de grado m seré de grado m+ 1, 1a suma ogica de dos funciones, tales que el grado de una de ellas sea igual am y el de la otra no sea superior a m, tendré el grado m+ 1. Toda funcién de F resulta de grado logico finito, asf como de orden finito*. Ahora vo! viendo al teorema, vemos que es verdadero cuando se trata de una fun- cidn de grado cero, pues, en este caso, © reduce o bien ap = q.>. P= 4. ‘que & sigue de p > p** por II, o bien ap = q .>.r=r, quese sigue de * Peo, mlentys soe elndmero de fanccnte de un orde deerminad es infao, dea uns tende‘an gre douimmado ete + En Whitehead y Rav 1910, po, As encumten Ete y todos os demis aero pasties Inrestas omens demestacioa sees EL Post (1928) P >. 4 > p, r= F, IITy Ul. Supongamos que el teorema se cumple con funciones de grado m ¢ inferior a m. Entonces, también se cumpliré en funciones de grado m+. Pues, si fes de grado m+ 1, puede eseribirse de fa forma fy (p) 0 de la forma fa (p) vfs (p), donde fy. fs ¥ fa tienen a lo Sumo el grado m; y, entonces, el teorema se desprenderecuriendo.a p= q pan ny ne P= #2872 5.9:p¥r-5. gus, junto conpog :2: 431.2 ‘. Consieremos shora una futon cuslguea (1, p Uulizande (ong) =. =p.~9 ¥ ~~ =p, conel concise de ormeie equitlecia sentado en 4ydepaa-sig2r > oer oem mente la equivalencia entre f (ps, Ps, Pr) y una funcion f (p,, p3, Pn) cuya expresiOn consta simplemente de combinaciones de las p y dé Tp peematio dela tae C* . Si apicaos entonces a fa ley distributive del producto tog 0, se red «una funcion equivalente eompussta por una siceion de suas logieas de productos licossucsivos dels Py de las =. 3 ninguno de estos productos contene ay n14™~Py, como factors, rode ‘mos introducirlas por medio de las proposicidnes pv ~p y p :>. q Pq. de las que resulta q =" (py~plq 2®: p.q wv. ~p.q. Aplicamos ahora las eyes conmitativa ¥ asociatia dl producto bgco, af some pip. 8 de manera que cada producto contenga al menos una pj y una~p;, Em- Plsando de nuevo ta ley distibutiva a los efectos de factorizacion junto Gon las leyesconmutativay asociatia dela suna lic, abtenems por fin que Fequivale a - ‘ ae mo 5 (Pts Pav cons PatlPm “Pr Vif (Peon Pret Pn Wfs (rs Preah vexpresién en la que pueden no aparecer uno, o mas de uno, de los térmi- nos y de los argumentos, , Supongamos shor que a foncin oi itn orginatiae postive; entones, esta fucién equivalent srk postive, San paricusr & deconden s0lo pe tate de pr ~p dep. pv pep. Lapamers hein consitiye un ert: uaimente Ta segunda, trates dep hae “Sa pars dela demostucon een esc, a amin por Whitehead 1898, i 6 526 327 tf

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