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De la neurociencia a la neuroeconomia Por Jacques Nicola /VR/ Enero de 2007 Pein 1. Introduccién 2. La IRMf (L'imagerie par ré- sonance magnétique fonctionne- Me (IRMA) (1) 3. La neuroeconomia 4, Neurofinanzas, neuromar- keting y neuroética 5. Conclusiones 1. Introduccién Desde comienzos de los aitos 2000, investigadores de disciplinas tan diversas como la economfa, la psicologfa, la biologia y las neuro- ciencias han decidido agruparse pa- racolaborar y han dan dado origen as{ a una nueva ciencia: la neuroe~ conomfa, Relacionando la toma de tuna decisién con sus sustratos neu- ronales, la neuroeconomia permite tuna mejor comprensiGn del funcio- namiento del cerebro y de los fun- damentos de los procesos de deci- sin. En el apartado 2 veremos qué aspectos, como la toma de decisio- nes en situaciones de riesgo y la te- orfa comportamental de los juegos son temas centrales de la neuroe- conomia, Apoyadas en los progresos de las técnicas de imagenes cerebrales (vé- ase apartado 1), las neurociencias se activan para comprender mejor el funcionamiento de nuestro cerebro, Los avances son muy répidos y los neurobidlogos ven la posibilidad de trazar una cartografia del cerebro y sus funciones, asf como lo han he- ccho los expertos en genética con el genoma humano, Las neurofinan- zas y el neuromarketing son apli- caciones limitadas de la neuroeco- nomia (v. apartado 3). La neuroéti- ca (también apartado 3), por su par- te, esté destinada a experimentar un desarrollo considerable, porque es sabido que no se puede manipular no titulo publicado en Informe Trimestral Nro 1 - 2007 Cera el cerebro humano sin algunas pro- tecciones. 2. La IRMf (1) Esta se ha convertido en uno de los principales métodos de investi- gacién de la neurociencias cogniti- vas. La IRME se basa en un fend- meno fisiolégico bien conocido: cuando se activa un grupo de neu- ronas, se produce automticamen- te una vasodilatacién local de los capilares sanguineos cerebrales pa- ra transportar una mayor cantidad de sangre, y con ella de oxigeno, hacia las regiones mas activas. Pe- ro la hemoglobina, una proteina que posee un dtomo de hierro encarga- do de transportar el oxfgeno, posee propiedades magnéticas diferentes si transporta oxigeno o si ya se ha desprenidido de él ponigndolo a dis- posicidn de las neuronas més acti vas. La IRMF detecta la concen- tracién de desoxihemoglobina hemoglobina desoxigenada). Los escéneres IRMf de tltima generacién pueden producir hasta cuatro imagenes del cerebro por se~ ‘undo, lo que permite seguir el des- plazamiento de la actividad neuro. nal durante el desarrollo de una ta- rea compleja 3. La neuroeconomia EI ser humano no se comporta siempre de manera racional, tam- poco en materia de economfa, En la vida corriente, el comportamiento humano es influenciado a menudo por sentimientos como la inseguri- dad o la confianza. La neuroecono- imfa se esfuerza para desarrollar una teoria global de la toma de decisién considerando estos factores. Pre- sentamos a continuacién cuatro ex: periencias (denominadas a menudo juegos) tipicas del enfoque de la neuroeconomia. Eljuego del ultimdtum Este es, sin duda, el experimen- to més destacado de 1a neuroeco- nomfa y ha sido reproducido cente- nares de veces en diferentes pafses. El jugador N° I recibe una cierta suma de dinero digamos, por ejem- plo, 100 francos suizos y debe de- cidir cémo repartirla entre él mis- mo y el jugador N° 2, que acepta o rechaza el reparto. Si lo rechaza, ambos jugadores reciben CHF 0; si Jo acepta, los dos jugadores reciben la suma correspondiente al reparto propuesto por el jugador N° 1 Seguin la racionalidad econémi- ca, el jugador N° 2 debe aceptar cualquier suma superior a cero, y el jugador N° 1 debe ofrecer una su- ma muy inferior a cincuenta, Pero, contrariamente a la prediccién de los modelos esténdares, los juga- dores N° 1 proponen, en promedio, un reparto de 50 50. Porel contrario, las ofertas infe- riores al 20% son rechazadas una de cada dos veces. El rechazo de una oferta va acompafiado de un sentimiento de c6lera. Los investi- gadores han centrado su atencién en la activacién cerebral de los ju- gadores N° 2 a los que se propuso un reparto injusto (del 20% o infe- rior). Las IRME de los jugadores N° 2 muestran que, en el caso de ofer- tas injustas, se activan sobre todo tres éreas cerebrales: el c6rtex si gular anterior (ACC), la insula de~ recha y la insula izquierda, y el cor- tex prefrontal dorsolateral (DLPFC). El juego de la inversién o de la confianza La confianza es la base de todas las transacciones econémicas. Una forma interesante de probarla pric- ‘amente es el juego de la inver- sin. Dos jugadores N° 1 y N° 2 reciben cada uno CHM 100. El ju- gador N° | puede decidir si envia al jugador N° 2 CHF 0, una parte de Ja suma o su totalidad. El importe de la suma enviada al jugador N° 2 ‘se multiplica por tres, regla conoci- da por el jugador N° 1. El jugador N° 2 decide qué importe de la su- ma triplicada devolverd al jugador Nel Siguiendo la racionalidad eco- nomica, el jugador N° 1 deberfa ‘guardarse los CHF 100 para él. En la préctica, sin embargo, dos de ca- da tres jugadores N° I enviaron una suma de CHF 50 0 superior y la mi- tad de estos jugadores que demos- traron una elevada confianza reci bid mas que la suma remitida cialmente al jugador N° 2, Esto prueba empiricamente la existencia de Ia norma de reciprocidad. La tecnologia IRMf permite ob- servar que las elecciones més coo- perativas producirfan una mayor ac- tivacién en ciertas éreas prefonta- Ies. La paradoja de Ellsberg 0 el juego de la aversién ante ‘situaciones ambiguas (1961) Una urna contiene 90 bolas y se sabe que 30 de ellas son azules. Las (60 bolas restantes son rojas o ama- rillas, pero en una proporcién no es- pecificada, Si el jugador hace la eleccién correcta entre azul y rojo, gana CHF 100. Entre una eleccién segura, azul con 1/3 de posibili- dades de ganar ,y una ambigua las bolas rojas, cuyas posibilidades de ganar son de entre 0 y 2/3 la ma- ‘yorfa de los jugadores prefiere apos- iar a una bola azul. Segiin la teoria de la utilidad esperada, ellos consi- deran que en la uma hay menos de 30 bolas rojas 0, de modo equiva Tente, mas de 30 bolas amarillas. La paradoja se ilustra del si- guiente modo: se ofrece entonces a Jos jugadores la posibilidad de ele- gir una de las dos opciones si- guientes para ganar: 0 bien una bo- Ta azul o amarilla o bien una bola amarilla 0 roja. La mayoria de los jugadores prefiere la opci6n amari- Mla + roja, la que, ciertamente, les ofrece dos posibilidades sobre tres de ganar, Pero esto no es légico, por- que la eleccin precedente entre azul ¥ roja implica que consideraban que el riesgo residfa en que habja mas bolas amarillas que rojas. Algunas investigaciones en las, neurociencias permiten hoy expli- car la paradoja de Ellsberg ¢ iden- tificar algunos de sus sustratos neu- ronales. Un primer estudio mostré que la regién "insula c6rtex" no se activa de la misma forma por la al- temativa de una suma conocida con certeza que por una suma incierta ( Otra investigacién permitis iden- tificar un mecanismo emotivo, que serfa particularmente sensible a si- tuaciones ambiguas y que estarfa si- tuado, por lo menos en parte, en el c6rtex prefrontal ventromedial (CPFVM). La experiencia de Kahneman y Tversky (1979) Una grave enfermedad afecta a 6600 personas. Usted debe escoger uno de estos dos programas: a) Se salvan 200 de las 600 per- sonas. b) Hay 33% de probabilidades de que se salven las 600 per- sonas y 66% de que todas mueran, Una gran mayorfa de los parti pantes escoge la opcién a), demos- trando que preferfan la certeza de salvar a 200 personas al riesgo del (66% de que todas murieran Se trata de elegir ahora una de Jas dos opciones siguientes: ©) Morirén400-de 1as 600 per sonas, (@rTmaenee eae 4) Existe un 33% de posibitida- des de que nadie muera y un 66% de que todos mueran. En este caso, la mayoria de los participantes opt6 por el programa 4), deseando evitar la certeza de ta muerte de 400 personas. El problema es que los resulta- dos de los programas a) y c) son’ idénticos: 200 supervivientes y 400 muertas. Esta experiencia ilustra el efec~ to de marco (framing effect). Este efecto se produce cuando la des- cripcién de una opcién en términos de ganancia (marco positivo) da lu- gar a elecciones sisteméticamente diferentes de una descripeién hecha cen términos de pérdidas (marco ne- ‘gativo). La aversion a la pérdida lle- va a las personas a volverse "ries~ 26filos” en un contexto de pérdida, Mediante el uso de ta tecnologia IRMF se ha podido establecer que cl tiempo necesaria para tomar una decisi6n es mayor en un contexto de pérdida que en uno de ganancia y que la actividad neurolégica en el Cértex prefrontal y parietal es me- nos elevada para la opeién segura que para la arriesgada. 4, Neurofinanzas, neuro- marketing y neuroética Las neurofinanzas Se centran en la psicologfa de los traders, El micleo accumbens es una parte del cerebro del tamafio de un cacahuete, que se activa cuando al- guien espera recibir una recom- pensa como agua, alimentos u otra. Esta parte del cerebro es rica en do- pamina y se activa bajo el efecto de drogas en especial, la cocaina 0 en casos de fuerte excitacién se- xual. Otra parte del cerebro ta insula anterior. se excita cuando.una per- ‘Sona ve estimulos tepugnamntes ta- les como un cuerpo mutilado 0 Recuerde: no somos un partido politico. WaT Suplemento de PAT KEEN (SEM EAU eeu Pm reas Reproduccién parcial del articulo de! mismo titulo publicado en: dehttp://blogs periodistadigital.com/aeu.php/2006/02/06/neurorradiologia_irmf_cirugia_y_linguist ‘Una imagen por resonancia magnética (IRM), lla- ‘mada también imagen por resonancia magnética nu- clear (RMN), es obtenida mediante un procedimiento ‘no agresivo para el organismo, en el cual se utilizan poderosos imanes y ondas de radio para producir imagenes del cuerpo. La neurorradiologia con IRM no utiliza radiacién potencialmente nociva, como era el caso de los ra- ‘yos X, sino que esta basada en las propiedades mag- néticas de los dtomos. Un poderoso imén genera un campo magnético aproximadamente 30.000 veces ‘ms fuerte que el magnetismo natural de la tierra (1,5 testas) 0 100.000 veces més fuerte (3 teslas), y un porcentaje muy pequefio de étomos de hidr ‘no dentro del cuerpo humano reaccionan, aline: dose con este campo. ‘Cuando los pulsos de ondas de radio focalizados se emiten hacia los étomos de hidrégeno alineados en los tejidos de interés para el radidlogo, dichos pulsos devolverdn una sefal. Las sutiles diferencias en diche sefial de diversos tejidos del cuerpo permi- ten que 1 IRM diferencie drganos y contraste po- tencialmente tejidos malignos y benignos. Utilizando una técnica que aumenta la informa- cién obtenida con imagenes de resonancia magné- tica funcional (IRMA), investigadores de la Univer- sidad de California, Los Angeles, han podido iden- tificar las dreas exactas del cerebro utilizadas para aprender y recordar més tarde nombres de personas. La coautora del estudio Susan Bookheimer, profe- sora asociada del Centro de Estudios del Cerebro y Ciencias del Comportamiento en la Escuela de Me= dicina de 1a UCLA, declaré asf los resultados de es- tas investigaciones: "Encontramos que el principal centro de memoria - el hipocampo - se divide en dos sub-regiones”. Los mismos investigadores descubrieron también ‘que un drea del hipocampo, llamada cornu ammo- nis 3, es responsable de aprender nuevas asociacio- nes (como la de parear rostros con nombres) mien- tras que otra drea, el subiculum, es importante cuan- do llega el tiempo de recuperar la informacién. Sin embargo, el almacenaje permanente no ocurre en el hipocampo, sino que esta localizado en la corteza prefrontal El sistema IRM de 3 teslas (el campo magnético generado por Ia méquina equivale a 100 000 veces el campo magnético terrestre), del que disfrutan des- de hace poco las dos mayores universidades de Bél- gica, es el fruto de un proyecto de investigacién apo- yado por el FNRS belga. El aumento del campo mag- nético generado por la méquina, permite optativa- ‘mente reducir el tiempo de adquisicién o aumentar la calidad de las imagenes. ELIRM funcional (IRMf), al medir el flujo sanguineo, puede mostrar cémo funciona el cere- bro durante actividades especificas. Permite, por ejemplo, objetivar la actividad cerebral vinculada ala atenci6n visual, al lenguaje, a la plasticidad ce~ rebral. La Profesora Danielle Balériaux explica, a pro- posito de una investigacién lingiiistica reciente, lle~ vada a cabo en su servicio de radiologfa, que ella ha realizado los exdmenes funcionales en los cuales se ha basado Katrien Mondt (Doctora en lingiifstica, VUB) en el marco de una tesis de doctorado. Los re- sultados obtenidos por IRMf han puesto de mani- fiesto que un nifio sumergido en un medio ambien- te multilingiie a partir de Ia edad mas temprana, "de~ rrochaba" menos energia cerebral en la realizacién de otras tareas cognoscitivas. Sucede como si el ce- rebro realizara més autométicamente (‘maquinal- mente’) sus tareas lingtiisticas, dejandole més po- tencial para realizar otras tareas. Este fenémeno no se observa en los sujetos que aprenden las lenguas més tarde, cuyo esfuerzo cerebral es mayor. En el mismo orden de ideas, y admitiendo el va- lor de Ia analogia, Danielle Balériaux constata que el cerebro de los especialistas radidlogos gasta mu- ccha menos energia en el trabajo de andlisis de imé- genes médicas que el cerebro de un colega no espe- cializado. Cabe decir que las nuevas técnicas radiolégicas han logrado visualizar la realidad cerebral de lo que Hamamos las competencias lingifsticas en particu- lar y cognoscitivas en general. Recuerde: el Estado liberal no nos subvenciona. 4 cuando prevé un dolor fisico. En mayo de 2004, dos investiga- dores de la Universidad de Stanford, California, lograron demostrar, con Ja ayuda de un juego de inversién y gracias a los estudiantes que acep- taron someterse a Ja técnica IRMf, que cuando se toma una eleccién riesgosa que podria permitir ganar ‘mucho dinero, el micleo accumbens se activaba, mientras que la {nsula anterior lo hacfa cuando una elec- cién no era 6ptima (risk averse"). Expresado claramente, esto sig- nifica que la perspectiva de ganar dinero excita el cerebro como la perspectiva de beber o de comer al- ‘ga bueno. Es de conocimiento pi: blico que ciertas estrellas de Wall Street consumen cocaina. Otro estudio realizado por tres universidades de EE.UU. comparé la rentabilidad obtenida en un jue- g0 de inversion por personas nor- males y por otras que padecieran dafios cerebrales en la regiGn del ce- rebro que controla las emociones y que, por lo tanto, no podian sentir miedo o ansiedad La rentabilidad obtenida por las personas con dafios cerebrales fue un 13% superior que la de las per- sonas normales. Se puede concluir, entonces, que los traders que no tie- nen emociones, 0 sélo sienten po- cas emociones, estén dispuestos a asumir mas riesgos para lograr ele- vadas ganancias. El neuromarketing Algunas problematicas del mar- keting comenzaron a ser estudiadas segtin paradigmas neurocientificos: Jas compras compulsivas en las tien- das, el reconocimiento de los nom- bres de marca y, a escala mas glo- bal, la toma de decisiones econé- micas Para ser mas precisos, podemos citar: + Ja memorizacién eficaz y el ducto o de una marca. + elefecto de simple exposicién segtin el cual preferimos los objetos ya vistos 0 entrevis- tos, + el que nos guste 0 no el dise- fio, la estética de un produc- to. + lapreferencia gustativa de un producto y la influencia de la popularidad de una marca i der, + el hecho de sentimos decep- cionados por el agotamiento de un stok 0 por la promesa incumplida de un vendedor. + el proceso de eleccién de una ‘marca frente a un producto en general, + el poder de atraccién de los productos de Iujo en funcién de un deseo de reconoci- miento social, Dos ejemplos de estudios dei ‘genes de neuromarketing. En el afio 2002, investigadores de la London Business School mi- dieran la actividad cerebral de ocho sujetos (cuatro mujeres y cuatro hombres) frente a elecciones forza- das referidas a cuarenta grupos de productos (la tarea consistfa en es- coger en la pantalla un producto en- tre las tres marcas propuestas). Las conclusiones fueron que: ‘+ cuanta mds familiar resultaba la marca, es decir cuanta mas reconocida era ésta por el su- jeto, mas breve era Ia activa- cién cerebral + el érea del lenguaje se activa- tba durante la decisién; esta co- rresponde a Ia "voz interior” del sujeto que reflexiona su eleccién. + elc6rtex parietal derecho s6- To se activaba cuando la mar- ca le resultaba muy familiar al sujeto. Esto Hlev6 a los investigadores a deducir que la familiaridad de un objeto es un buen indicador de su ‘entros [mera futura eleccién y que la notoriedad de-una marca determina en parte su cuota de mercado (una conclusién no muy original, pero verificada ahora por la actividad cerebral) Un estudio de 2002 traté de eva- Iuar las propiedades gratificantes de los automéviles entre hombres. Se present6 a estas tiltimas fotos de au- toméviles en blanco y negro (para evitar fenémenos de preferencia de color) que pertenecfan a una de las tres categorias siguientes: pequefios automéviles, sedanes y coches de~ portivos. Todos los automéviles fue- ron presentados bajo el mismo én- gulo. Se pidié a los participantes ‘que evaluaran el nivel de atractivo de cada modelo segiin una escala del | al 5, mientras se registraban imagenes IRM de sus cerebros. A la vista de los resultados -y es- to no es sorprendente primero se cconstat6 que, para los hombres, 1os coches deportivos son mas atracti- vos que los sedales y estos, a su vez, To son mas que los automéviles pe- queiios. Mis interesante fue la compro- bacién de que los coches deporti- ‘vos activaban mucho més que las otras categorias el circuito cerebral de la recompenssa. La neuroética El término de neuroética es bas- tante reciente y fue creado por J. Fa- rah en 2002 en una publicacién ti tulada "Emerging ethical issues in neurosciences”. Tres grandes temas son susceptibles de ser tratados por Ja neuroética: los refuerzos farma- eéuticos de ciertas funciones cog- nitivas (atenci6n, memoria, etc.), 0 vegetativas (apetito, suefio, ete.) en el individuo normal, las interven- ciones por orden judicial en el sis- tema nervioso (6rdenes de desinto- xicaci6n, de terapia, de castracién quimica, etc.) y la lectura del cere- bro ("brain reading"). Esta tiltima cubre a su vez métodos de diag- Recuerde: necesitamos su contribucién. via Reena EWN niéstico quimico (referenciacién y diagnéstico de casos de esquizo- frenia, autismo, Alzheimer, etc.), pero también métodos de definicién conductiva o temperamental (ape- tencia de drogas, orientacién sexual, extraversiGn, racismo, ete.), asi co- mo sistemas detectores de mentiras yy engaiios (segtin la ley presente en un Estado de derecho digno de es- te nombre) El comienzo de la reflexién es el siguiente: jes sacrosanto el conte- nnido de nuestra mente, 0 la policfa, os médicos, los patrones, los do- centes 0 los padres pueden tener el derecho de sondear la honestidad, las motivaciones, las fobias, la me- moria, las aptitudes y la salud men- tal de una persona? El cédigo penal estipula los ac- tos castigados por Ia ley y precisa incluso las palabras cuya naturale- za cae bajo el peso de la ley. Pero se considera que ningiin pensa- miento, de cualquier tipo que sea, puede ser punible. Més concreta- mente, {puede someterse a un sos- pechoso a una IRMf para asegurar- se de que ha cometido un crimen 0 {que no tiene intencién de cometer uno? Otro ejemplo: los actos racis- tas y antisemitas son castigados por la ley; las palabras racistas 0 xenéfobas también, pero {qué ha- cer juridicamente con los pensa- mientos o posiciones racistas re- velados por las imagenes cere- brales? (2). 5. Conclusiones Aunque la neuroeconomia recién esta dando sus primeros pasos, ya se haestablecido claramente que in- vestigadores provedentes de las neu- rociencias, la psicologfa y la eco- nomfa pueden trabajar conjunta- mente para el progreso de esta nue~ va disciplina Los primeros resultados de la neuroeconomia han demostrado que NAN Jos enfoques econémicos que s6lo se basan en procesos de delibera- ciones concientes y racionales son incompletos. Para llenar estas la- unas, hay que incluir en las mo- delos las dimensiones automaticas yafectivas de los procesos de deci- sign. Los investigadores que han estu- diado la activacién del niicleo ac- cumbens 0 de la énsula anterior constataron que las instituciones que alientan conductas de riesgo como los casinos 0 comportamientos que evitan el riesgo como las compa- fifas de seguros han comprendida perfectamente la influencia de la ex- citacién y Ia ansiedad sobre las de~ cisiones del ser humano. La perso- nna que va a un casino en Las Vegas estd rodeada de recompensas tales como comida y loterfas gratuita Esto activa el nticleo accumbens y despierta su deseo de jugar. Si se consulta a una compafifa de segu- ros en BE.UU., ésta muestra al teresado fotos de accidentes 0 le ‘enumera todas las formas en las que pueden resultar afectados el indivi duo o sus bienes. Esto, a su vez, ac- tiva la {nsula anterior y Heva a la persona a contratar una péliza. Hemos visto que algunos agen- tes de bolsa son més amantes del riesgo que otros y que prefieren ne- gociar acciones en lugar de bonos con un buen nivel de rentabilidad. Qué ocurre con los gestores pa- trimoniales? Podemos imaginar que algunos estan dispuestos a correr riesgos en a composicién de las carteras y otros no. Podrfamos preguntarnos entonces: {no seria oportuno, den- tro del marco de la gestién de una cartera equilibrada clasica (efecti- vo, bonos, acciones, fondos), con- fiar la parte de bonos a un gestor del que se sabe que le horroriza el ries- g0, y la parte de acciones a otro al que le gusta artiesgar? Un poco me- erio, pero también posible se~ ‘iin un investigador, serfa que un gestor de fondos emergentes ofte- cera regularmente chocolate y go- Josinas a sus empleados. En este ca- 0, £e8 posible que los empleados asumieran conductas arriesgadas? Puede esperarse, por timo, que Jos neurocientificos desarrollen dro- gas psicoactivas capaces de au- mentar el rendimiento de los tra- ders, Pensamos, particularmente, en sintesis de neurotransmisores como Ja dopamina o la noradrenalina, No estamos hablando de ciencia ficcién: no olvidemos que medica- ‘mos del tipo Prozac han revolucio- nado el tratamiento de la depresién y establecido en las personas la con- viecién de que las moléculas qui- micas puedan cambiar humores y comportamientos, En cuanto a nosotros, seguimos pensando que los mercados de ac- iones ofrecen rentabilidades atrac- tivas a largo plazo, pero que no de- bemos dejar de considerar el riesgo de un “crash” ‘Mis informacién sobre estos temas: + Les neurosciences et I’écono- mie: perspectives de la new. roécomomique, mémoire pré- senté & l'Université du Qué- bec a Montréal par B. Y. Mar- tin Gauthier, mai 2006, 156 pages. + Lecerveau, les cahiers de V'a- genda santé, Lyon métropole, Nro 6, avril 2006. Sitio web: wwwlecerveau.megill.ca + TAswiss Centre d'évaluation des choix technologiques, es- tudio " Le recours aux procé- dés d'imagerie en recherche cérébrale”, TA SOA / 2006, + Neuroeconomics: Why eco- nomics needs brains, Colin F ‘Camerer; Caltech, George Lo- ewnstein, Carnegie Mellon University, Drazan Prelee, MIT. + The Neuroeconomics of Per Recuerde: los patriotas no tenemos financistas. Gi sonal and Interpersonal deci- sion Making; Kevin McCabe, George Mason University + Areas of brain linked to risky, rink averse financial choices, researchers find, The Stanford Report, September 27, 2005. + Lessons From The Brain Da- aged Investor, by Jane Spen- cer, Wall Street Journal, July 21, 2005. + Limportation de concepts, co- ection Ireimar Apogée, Cha- pitre 8, "L’apport des neuros- ciences en comportement du consommateur", Bernard Roulet, 2008. + Responsabilités émergentes en neurosciences, Eric Raci- ne, Institut de recherches cli- niques de Montréal (IRCM), aodt 2005, Notas del Director: (1) Imagenes de resonancia magnéti- cea funcional (2) Resaltado en negrita por el Direc- tot. De aplicarse esta tecnologfaen (errmenene a tic Ja persecucién de los acusados de antisemitismo 0 xen6fobia, objeti= vo procurado por el sionismo temacional, se habré llegado a la expresin mas acabada de la "Po licia del Pensamiento", gue no's6= lo reprimiré 1a expresiéa objetiva escrita 0 verbal del pensamiento, sino la capacidad potencial oinex- presada de una persona que ali- ‘menta dichos pensamientos, con Jo cual se violarfa la intimidad més profunda de la persona humana. (iene de pi. 7) de Carmelo o Nueva Palmira y tendrfamos que pedir limosna? Tal vez lo singular de la especial relacién padre/hijo aqui descripta es que, mientras el papa ponfa distancia en remotas regiones, el nifio dormfa en la cama de aquél y “les pedia alas ‘muchachas que no cambiaran las banas ni las fundas de las almoha- das, para poder dormirme sintiendo todavia el olor de mi papa’. Pero el padre no se redujo a la po- litica académica, sino que intents in- sertarse en la realidad electoral que el hijo cuenta como una fibula rosa. Yen ese momento de Colombia, co- mo en el hoy de ese magnifico pue- blo esforzado, la politica y la muerte han estado vinculadas estrechamen- te. Lo cierto es que el politico y sa~ nitarista de izquierda fue acribillado e127 de agosto de 1987 por, dicen, tun comando “paramilizar”. No se intenta aqui justificar nada, porque el atentado en ses de incali- ficable bajeza, Pero se trata de poner en su sitio a la justificacién por el ab- surdo de la victima, que tampoco era inocente La personalidad ‘Queda clara, a través de todo el libro, la inculcada rabia elemental del hijo por todo lo que pueda oler a salvacin, rabia seguramente ve- nida del padre. Y se entiende enton- ces el poema de Borges elegido co- mo titulo: "Ya somos el olvido que seremos. El polvo elemental que nos ignora...". Vetsos que, por lo que se sabe, el propio Borges habri olvi- dado en el buen momento final en ‘que reencontré la Fe. Y hay més, porque toda una lar- ga obra catértica viene a justificar- se cuando Abad cuenta, cémo esta- ba dejando ahogarse a una de sus hhermanas por inexplicable cobardia de no tirarse al agua sabiendo nadar, hasta que aparecié un negrito des- ‘conocido que salvé la vida de la chi- quita delante del paralizado herma- ‘no mayor. Finalmente, todo se devela sobre padre hijo. ¥, aunque parezca cruel ala sombra de un muerto, es preciso reiterar lo que el hijo no puede guar- datse y quizés - pot lo que pinta-ter- mine encontrando dentro de si mis- ‘mo algtin dia: "Mi papd me habia lan- zado muchos mensajes indirectos s0- bre su intimidad... Dos veces, por ejemplo, dos veces me lev mi papd a ver una pelicula, Muerte en Vene- cia... en que un homibre en el decli- nar de sus dias... siente que al mis- ‘mo tiempo se exalta y sucumibe ante (a belleza absoluta representada por la figura de un muchacho polaco.. Yo estaba demasiado metido en mi pro- io mundo cuando mi papa insistié ‘en que volviéramos d ver la pelicula por tercera vez, quizds al darse cuen- ta-de que yo no habia sido capaz de percibir su sentido mds hondo y mds oculto”. Para argentinos EI "best-seller" colombiato se le ccae a uno de las manos. No lo hubie- se podido terminar si no me hubiera sido regalado con afecto y curiosidad de saber qué podia decirle 4 un ar- gentino. Y como le toc6 aun argen= tino que conoce a los hijos de hom: bres cables acribillados por los com- pafieros de ruta del “derechohuma- nista” de Medellin -como nuestros Jordin Bruno Genta y Carlos Sac- ‘cheri permito asegurar que soy testi- 20 de que la reaccién noble de los des- cendientes de los hombres nobles es totalmente otra. Nada de resenti- miento, enorme capacidad en.busca de la reconciliacién nacional, paz in- terior. Porque los hijos de los bom- bres de Fe saben que el ejemplo di no de sus ancestros no corre riesgo alguno de olvido. Saben que perte- nece ala semilla eterna que somos y a cuya altura siempre-tendremos por tender. Son hijos de héroes, no de iartires. Tienen recuerdo, no “mee ‘moria” retorcida. Saben, en sua, 4que la sangre de los suys forma par= te del sacrificio de Otro superior y los acerca a El. Recuerde: necesitamos su contribucion. VIEW Suplemen (Went pe 8) HECTOR ABAD FACIOLINCE Elolvide que seremas rec) fe medad: Algunos de mis parientes de- fan que mi pap me iba a volver ma- rica de tanto consentirme”. En cam- bio, ese estilo tan.muelle se vuelve hhosco y resentido cuando, del modo ms estereotipado, critica los curas, alos creyentes y a la Iglesia: "Este presbitero era un fanstico botafuegos (iscipulo del obispo reaccionario de Santa Rosa de Osos, monsefior Bui- les) que en todo sospechaba pecados de la came, reparta anatemas adies- tray siniestra, con un sonsonete atra- biliaro.... La consabida intolerancia de los tolerantes, en fin, Eso, junto a tun gusto repugnante por el grotesco {nnecesario -un poco a la Garcia Mér- ‘quez, jc6mo no!-, que le hace afadir, ‘cuando describe un trabajo rutinario {que realizaba junto a su madre, ad- ministradora de consorcios: "Alli, es- cribiendo cartas de negocios, redac- tando circulares de consejos y pro- testas,lidiando con asuntos escabro- 86s (excrementos de perros, adulte- rios descubiertos, borracheras musi- cales, exhibicin de Srganos erectos fen ascensores y ventanas,..).. {uve el mas largo y dificil entrenamiento demi oficio de eseibidor” Toda esa betievdlencia toi 1o bajo ¥ consigo ‘mismo, se vuelve alcahuete dedo acu- TINA N sador cuando se refiere a "un jesuita peninsular, el padre Huelin, un hom- bre oscuro, seco, de figura ascética, demacrado y ojeroso como el funda- dorde ta Compania de Jestis, con una inteligencia vivaz, fandtica y cortan- te, Sus opiniones eran inclementes y definitivas, como las de un delegado de la Inquisicién, ..". Cosa ésta que dice con imperdonable ignorancia por parte de un colombiano que deberia saber -como no pueden sino recono- cer sus compatriotas “in situ” cuan- do uno visita la Casa de la Inquisi- cidn en Cartagena- que no alcanz6 a condenar ni a una decena de acusa- dos en doscientos afios de vigencia. Sobre la biografia Saltemos estos manoseos fisicos y espirituales para centramos en el bio- sgrafiado: el padre de Abad fue un pico méidico tebrico, funcionario in- ternacional, sin enemigos a la i quierda, gue “a veces cerraba un ojo ewando eran los guerrilleros quie- nes cometian atrocidades: atentados a cuarteles, voladuras absurdas” y que “como a veces ocurre con algu- nos activistas de derechos humanos, veia més las atrocidades del Go- bierno que las de los enemigos ar- ‘mados del Gobierno”. En fin, lo que conocemos de memoria y hoy pre~ tende también regir la "cultura" ar- gentina y manejar los "juicios de la verdad”. Pero que, en el caso del co- lombiano, da otra vuelta de tuerca cuando echa la culpa de todo a todos = "cuando, pocos aftos después, los barrios de Medellin se convirtieron en un hervidero de matanzas yen un aldo de cultivo de matones y sica- rios, la Iglesia ya habia perdido con- tacto con esos sitios, al igual que el Estado", menos al zurdo de salén que era su papa. Porque el padre es- céptico y prescindente salvo para la caricia, se presenta como el justicie- entte “un furibundo Dios agoni: “Zante (se vefiere @ Cristo) quien se seguia venerando con terror, y una benévola razén naciente". Si, ast de decimondnico, asf de viejo es este est-seller” del rencor. Ast de irres- ponsable el “yo no fui” de su prota- gonista, que como tantos mentores locales entre los cuales recuerdo al huidizo psiquiatra Goldemberg de nuestros afios setenta, no se hicieron cargo del caos que desataron criti- cando a un mundo mucho més justo Y generoso que el que hoy gobiernan, EL Dr. Abad fue un médico sanita- rista mimado por la Fundacién Roc- kefeller -jcusindo no!- que, como ca- si todos ellos, trab6 répidamente la- 208 internacionales con la burocracia dorada, De hecho, cuando a comien- 20s de la década del sesenta empez6 a recibir la reconvencién de las auto- ridades de su Universidad por su iz~ ‘quierdosa militancia periodistica y de activista callejero, incompatible con su labor docente, este "consultor” de Ia Organizacién Mundial de la Salud, que ya habfa andado por BE.UU. y Héctor Abad Factolnce Latinoamérica, consiguié otras con- sultorfas en Indonesia, Malasia, Fili- pinas, y se hizo adicto a las "licen- ccias” que lo ayudaban a “rodear los ‘cumulus limbus" de las tormentas po- Iiticas. ,Cudntos de estos conocemos los argentinos no zurdos que, si nos -tuviéramos que exilar, no pasarfamos ‘(Continia en pi. 6) Recuerde: no traficamos influencias, ni drogas. par ‘\ — Centros Civicos Patridticos * Asociacién Civil Res. LG.J. N° 000379/2000 Boletin del CCP Nro 130 Martes, 11 de septiembre de USERID ES NO SEREMOS OLVIDO Por Hugo Esteva ‘Comentario del “best seller” colombiano "No seremos olvido’. del autor Héctor Abad Facio Con un verso de Borges por titu- Io, la editorial Planeta acaba de fa- bricar un "best-seller" colombiano que dio lugar a ocho ediciones entre octubre pasado y marzo, Vaya uno a saber por qué nimero de edicién an- dard hoy y hasta dénde se lo va a ha- cer llegar. Locierto es que Héctor Abad Fa- ciolince ha escrito, en El olvido que seremos, un relato sobre la vida y el asesinato de su padre, centrado en una extrafia sensibilidad de hijo enajen: do por una figura que, por lo demés, no tiene nada de extraordinario en los dias que corremos. A menos que pa- ra apreciarla se requiera algo de esa misma y extrafia sensibilidad. Afi mo lo que digo desde un incondicio- nal y admirado afecto por el recuer- do de mi propio padre. Con el cual, claro, nunca me hubiera puesto a ha- cer literatura. No obstante, resulta bien desagra- dable escribir sobre la obra de wn hi jo dolorido por la muerte de su pro- genitor, aunque también es cierto que ‘quien utiliza su Iamento como herra- mienta politica autoriza la critica. Y el caso biografiado es prototipico de los profesionales del "yo no fui", co- mo se verd. Un "yo no fui" que ha resultado trdgico para el destino de nuestra sangre latinoamericana Préceres de papel Empieza el autor por no privarse de uno de los vicios mas vulgares de la literatura de esta regién en los tie timos tiempos: tratar a los microsc picos ancestros como si hubieran si- do proceres enormes. Aqui fue Lui- sa Mercedes Levinson una de las pio- neras cuando refiri6 que su padre ha- bia muerto de buen gusto en su de- partamento de la Avenida de Mayo, ‘alo que el abusivamente citado Bor- ‘ges respondié con su consabida iré- nica crudeza sefialando, que el buen gusto era incompatible con vivir en Ia Avenida de Mayo. Buena parte de eso hay en Abad al decir, por ejemplo: "Todos tos hijos los nietos le teniamos un respeto ‘mezclado con miedo al abuelito An tonio. El media como 1,85 y era la persona mas rica, mas alta y mas blanca de la familia... El inico que no le tenia miedo, y el inico capaz de contestar a sus frases terminan tes, era mi papé. De eso se trata, hacer perspectiva gigante de lo vulgar, como cuando describe con tono de falsa sorpresa a la medida de lectores urbanos, las més ‘comunes tareas de campo en Ja finca de su criticado abuelo. Por otra parte, probablemente no poco del tono blandito que adorna el libro se deba a que, como dice el au- tor: “papa y yo nos tenfamos un afec- to mutuo (y fisico ademés), que para muchos de nuestros allegados era un escéindalo que limitaba con la enfer- Temasdela Reunion N° 130- Afo 13 11 de Septiembre de 2007 Fericrata ices Neate La «tercerizacion» de la inteligencia y de la guerra. /La crisis financiera inter- nacional y la guerra contra Iran-Siria, La crisis de la «deuda externa» y econdémica- social y politica que le estallaraé a Cri Kirchner. Expone: Santiago Roque Alonso EES en Peers een intluencias. ERcueeiecuatcss Rent eee poeta Ahora mas que nunca necesitamos su contri- bucin y colaboracion Been neni) ria de $ 10.00 EEL Re PI os oa fcc reo Ane) oo Recuerde: no somos un partido politico.

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