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CARTAS UA TA OLE : : ; : : PROLOGO ‘Avqunassemanasantesde su muerte, el 15 de marzode 1859, Alejandro de Humboldt hacia publicar en los periédicos de su patria el siguiente anuncio: *Agotado bajo el peso de una correspondencia siempre creciente de un promedioanual de aproximadamente 1600 a 2000 piezas {cartas, impresos sobre temas que me son. totalmente ajenos, manuscritos sobre los cuales sc pide mi opinion, proyectos de viajes ¥ expediciones coloniales, envios de modelos, miquinas y objetos de historia natural, preguntas sobre viajes aétcos, entiquecimiento de colecciones de autégrafos, ofteci= icntos para ocuparse: de mi, distraerme, divertime, ecc..), intento de nuevo, publi- camente, rogar 2 las personas que me honran con sus favores, contribuir a que se ‘ocupen menos de mi ¢n ambos continentes y que NO $C utilice mi casa como buz.dn; asi podeia consagrarme a gusto y con toda tranquilidad a mis propias investigaciones, pese « ta disminucion de mis fucrzas fisicas © intelectuales Ojalé este pecido de Socorro, al quc me he resvelto con remordimientos y demasiado tarde, no sea interpre tado come una sefal de hostilidad."* Esta declaraci6n sitva perfectamente elenorme problema que plantea la corresponden- cia de ese genio universal que fue Hurnboldt. Se calcula que escribid, en el transcurso de su larga vida, mas de 35.000 cartas, siendo seguramente superior el ntimero de cartas recihidas. Esta inmensa produccion no es, sin embargo, el mayor obstéculo para tos investigadores, loes, sobre todo, !a multiplicidad de sus corresponsales y su dispersion por todos los puntos del globo, especialmente en Europa yen tas dos Américas, Localizarestas cartas, recogerlas, descifrarlas, anotarlas y publicarlas, tales son las tareas casi infranquea- bles que se plantean. También existe el problema de las cartas perdidas, Hl lector de esta edicién pode verificar que un gran ntmero de cartas de Humboldt jamas Hlegaron a sus destinatarios, por culpa de navfragios de los paquebotes-correos que vinculaban América con Europa, 0 por hechos de guerra (navies hundidos 0 capturados). Otras cartas, finalmente, teposan todavia en archivos privados. Ouras han sido destruidas, en la propia » Alexander von Humboldt, bine Auswahl (heraugegeben von Gerhard Harig), Urania-Verlag, Leiptig, 1959, p. 325-326. Ix Alemania, por fos terribles bombardeos de la Glhima guerra, 0 bien desaparecieron, por siemplo, después del saqueo del castillo familiar de los Humboldt, en Tegel, en 1945. Hanno Beck precisa, por otra parte, que una de las mds importantes Colecciones Privadas de carcas (2.000 originales), la de Arthur Runge (Berlin-Lichtenfelde), se ha extraviaco en su gran mayoria? Es por esto que, en un llamado lanzado hace algunos afios,? las Academias de Ciencias de Aiemania y de Austria han emprendido la vasta tarea de reunir y editar la comesponden. cia completa de Humboldt, recordando que el niimero de cartas publicadas hasta el Presente ~y aun de modo inseguro-, es minimo. Este no es el ugar apropiado paca éstablecer una estimacion numérica. No obstante se puede adelantar que apenas se conoce una octava parte de esia correspondencia. En lo que respeciaa las Cartas americanas propiamente dlichas, nos encontramos ante una situaciGn bastante diferente, Porque si bien es cierto que numerosas cartas se han perdido, o todavia no han sido icentificadas, los esfuerzos de los investigadores, sobre todo en Francia, han permitido la publicacidn en francés de lo esencial. Se piensa en la edicion de M. de la Roquette, en 1865 y 1869," y especialmente en la de! doctor E. J. Hamy, en 1905.* Esta Gltima edicién, sin duda la mas seria, todavia es ampliamente utilizada por los especialistas. Nosotros mismos la hemos aprovechado, teniendo en cuenta rectificar gran cantidad de errores de transcripcion. En efecto, si el ductor Hamy ha sido capaz de ofrecer la mejor y Is Gnica edicion en francés de las cartas americanas de Humboldt, no conocta suficientemente el espafiol para reproducircorrectamente la grafia de los nombres Propios y de los nombres de lugares, tan frecuentemente mencionados pore! viajero® Es Glerto que la escritura de Humboldt es muy dificil de descifrar. El saiio aleman no tuvo jamids secretario. Noe gustaba dara conocer su correspondencia, y s6ioal final de su vida escogi6 este camino, Sufria, después de su regreso de América, un ceumatismoenelbrazo, coniraido en los bosques del Nuevo Mundo, lo que no facilitaba una caligrafia regular. La mayoria de las cartas estin escritas en francés, algunas en espaiul y, después del definitivo regreso a su patria, también algunas en aleman “Hanno Beck, Alexander von fumbolds, Franz - Steiner, Verlag, Wiesbaden, 1961, 2 vols. Ver vol Tt p. 346, rlamansento en apoyo de ja publicaciin de las canas de Alexander von Humboldt, prevista bor las Academias alemanus y ia Academia austriaca de Ciencias, Deutsche Akademic du Wissenschafien zu Berlin, al. von H. Komission, 1960. Texto en alemin, inglés, frances, ruso y espafol 2M. de la Roquette, Humboldi, correspondance scientifique et tttéraire, Paris, E. Ducrocq, Libraire, 1865, 2 vols. N, Guétin, Paris, 1869. * Dr. E. |. Hamy, Lettres americaines dAlenander de Humboldt ( 1798-1807), en Guilmoto, Patis, 1905, XXXIX, 309 paginas. * Por ejemplo: Gomer, en cambio de Gomera; Tofinno, en cambio de Tofifio: Tonguragua, en cambio de Tunguragua, Orcnoco, cn cambiode Orinoco; Garipe, en cambio de Catipe: Guaignesies, en cambio de Guaiqueries; Tumeri, Guiti, ca cambio de Tumiriquire; Philippe de Vure, en cambio de Philippe de Hurten; Guarahibos, en cambio de Guajaribos; Catén Camichin, en cambio de Cano Pimichin, etc, £1 Dt, Hamy publicd también ia correspondencia de Alexanéer de Humboldt con Prangots Arago, €0 el mismo ecitor en 1907, 377 paginas Gonocemos muy pocas cartas de Humboldt en espatiol, aparte de Ja publicacién de algunas por A. Rojas,’ o de las cartas dirigidas a Bolivar, publicadas por Vicente Lecuna B Algunas revistaslatinoamericanas, especialmente el Boletin de la Academia dela Historia, de Caracas, yla Revista de la Sociedad Boltvarana de Venezuela, han publicade tambien la corsespondencia entre Humboldt y Bolivar? No existe, por consiguiente, hasta hoy dia, ninguna edicion en espanol dela correspon- dencia americana de Humboldt. Hay que sefialar sin embargo una notable excepcion: la bellisima edicién mexicana, llamada Ediciin de Homenaje, publicada por la Direeci6n General de Estadistica, México, 1970, cuyos textos han sido seunidos por Miguel S ‘Wionczek, con la asistencia de Enrique Florescano, una presentacién de Gilberto Loyo y un Ensayo introductoriode 8, Wionczek. Ea a primera parte de esta obra, los autores han colocado las Tablas geogréficas poltticas del Reino de Nueva Espana, redactadas en espaol por el propio Humboldt en 1803, y publicadas por vez primera en el Dianio de “México en 1807 (del 1? al 31 de mayo), En la segunda parte, se reproducen las cartas de Humboldt referidas a México. Fs preciso subrayar, pues, este excelente trabajo. Las cartas americanas, sin embargo, presentan mas problemas de los que se planteana primera vista. Cuando se conocen loslazosde amistad y simpatia que Humboldt mantuvo con fos mejores representantes de la élite intelectual y politica oriolla y espatola, se hace dificil explicar la escasez de comespondencia entre Humboldt y Bolivar, Urquizu, Unanue, Pombo, Tovar, ‘Alamén, d'Elhayar, etc. Hay que suponer por consiguiente un intercambio epistolar mas nutrido, imposible de reconstruir por el momento. Las cartas americanas de Humboldt son fundamentales en la medida en que nos permiten una aproximacién inmediata al pais y a los hombres que el viajero encuentra en su camino. Sin embargo se advertir que muchas de ellas presentan las caracteristicas de pequevios ensayos, frutos de una elaboraciOn sobre la marcha, Esta reflexion es valida especialmente para las cartas enviadas desde el territorio americano. las que fueron escritas después del viaje, ya en Europa, tienen un cardcier distinto. Conciemen fundamentalmente a ios problemas de !a publicacion de los resultados del viaje. Pero adquieren su verdadera significacion en la medida en que, por su frecuencia y su contenido, son la prucha fehaciente de que Humboldt jamds deyi de ocuparse de “América Latina en el uanscurso de su larga vida. Es en 1804, cuando vuelve a Burdeos, y juegoa Paris, cuancio se toma americanista. Pasa mas de 35 aos para publicarsu viaje. Para redactar su texto emprende un trabajo colosal a través de la historiografia espanola e hispanoamericana, que lo convierte en un verdadero especialista en ios problemas del descubrimiento, de la conquista y de la colonizacién del Nuevo Mundo por los espanioles y los portugueses."" ~ Aristides Rojas, Humboldtianas, Compilacién de Ed. Rébl y prélogo de Angel Alamo, Ed. Cecilio ‘Acosta, Buenos Aites - Caracas, 1942, 2 vols, Ver tomo 2, p. 174 y sig. y tomo 1, p. 49 sig. * Vicente Lecuna, Cartas de! Libertador, Caracas, 1928, 10 vols. Ver tomo 5. Ver Boletin de la Academia de la Historta, Caracas, tomo XLII, n° 166, abril junio 1959, y Revista de ta Sociedad Bolivaniana de Venezuela, n° 59, julio 1959, Caracas, Ver igualmente: Daniel F. OlLeary, Boliuar y ta emancipaciin de Sur América, Memorias dol General O'Leary, Madsic, 1915, 2vols. * Alejandro de Humboldk, Tablas geograficas poltiicas del Reino de Nuewa Espara.¥ Correspon- dencia mexicana, Ediciin de Homenaje. Direccién General de Estadistica, México, 1970, 161 ps. 0 Ver mi libro sobre Alexandre de Humbold, bistorien et géographe de tAmerique espagrole (1799-1804), Maspéro, 1969, 693 p., y especialmente e] capitulo 1 x De hecho, toda la correspondencia americana det sabio viajero, es, como el resto de su obra, parte de un monumento impresionante que Humboldt ha erigido en honor de la América bispana. Se percibe en las cartas de ta segunda parte de la recopilacién, el vehemente deseo de volver a vivir definitivamente cerca de sus amnigos latinoamericanos, sea én México, sea en uno de los paises andinos. Desgraciadamente no pudo realizar su sueiio, ya que su Rey lo retuvo en Prusia. La correspondencia americana, por mis importante que sea, no deberia dispensamos de leer el resto, lo que yo llaino la correspondencia general. Tanto en una como en la otra se ve manifestarse el fondo mismo del catécter de Humboldt, hecho de una curiosidad inextinguible por las ciencias de le naturaleza y dle la vida, un amor constante y sostenico hacia la humanidad, y una conmovedora fe en et progreso del espiritu universal y de las sociedades humanas.'? Es allf posiblemente donde puede verse hasta qué punto Humboldt fue un hombre dividido. Despedazado entre sus origenes aristocraticos (familia prusiana de capa y espada, protestante y de origen francés por parte de madre), las funciones oficiales en la Corte de Prusia (Fue Chambelin, después Consejero de Estado, bajo los reinados de Federico Guillermo Ill y IV), y su inmensa cultura cosmopolita Cantigiiedades clisicas. Aufildrung aleman y enciclopedista francés corriente), asi como su indefectible adhesion 4 los ideates de ta revoluci6n francesa. La correspondencia general permite claramente ercibiresas caracteristicas. Mientras que fue constantemente solickado porios Reyesy los Principes, la mayoria de sus amigos, en Europa como en América, son demoeratas, Fepubticanos lieles alas ideas del siglo xvm y de 1789. Expresarsuadmiracién por el aueves continente en un momento donde sélo alli forecian las Gnicas Repiblicas del mundo, puesto que Europa, desde 1815, habia entrado en la era de las restauraciones mondrqui. cas, era una prueba de coraje que honra a Humboldt y que es preciso subrayar. Al presentar por vez primera en lengua espanol todo lo que ha sido posible reunir, esiamos plenamente conscientes de no haber Jogrady todo lo que s¢ pretend, por las razones expuestas al principio. La lectura de esta compilacién debe ser un estimulo para leer el viaje de Humboldt a América, del cual la bibliografia offece los titulos principales, Ojalé esta primera edicién pueda suscitar en los paises del Nuevo Continente, revelados # Europa por quien ha sido justamente denominado el segundo Golén, una noble emulacién entre tos investigadores. Releer Humboldt, descubrir los documentos que atin permanccen desconacidos, sera seguramente el mejor homenaje que la América Latina pochia rendirle a ese genio universal, CHARLES MINGUET scr especialmente a cocrespondencia con Arago (ver nota 6), on Varnhagen von Ense, (1827- 3858), racucida del aleman en frances con el ttulo: Lettres de Alexander de Humboldt & Varnhagen Von Ense, Genéve-Paris-Bruxellcs, 1860, 285 ps. Para los aspectos sefialados acd. citerwos las dos excelentes compilaciones de correspondencia publicatios por el investigador francés Jean Theodorides: © Une amitié de savants au sigcle dernier. Alexander von Humbold) et Achille Valenciennes (correspondance inédite). Tomado de Biologie Médicale, nf "hrs série, Parts, febrero 1965, 129 PS 5 tlenandre de Humboldt, obseruateur de la France de Louis-Philippe (835-184), rappons diplomatiques inédiis, Ed, A. Pedone, Paris, 1972, 195 ps. xIt CRITERIO DE ESTA EDICION Paka La presente edicién se ha utilizado la recopilacién de las cartas americanas de Alejandro de Humboldt realizada por Charles Minguet. Sus notas se identifican con nimeros y aparecen al pie de pagina. Las notas de Humboldt estén contenidas en: la numcracisn de Jas notas del recopilador y evan su inicial entre paréntesis (HL). Complementariamnente, en algunos casos la Biblioteca Ayacucho ha utilizado la 24 edicién de Viaje a las Regiones Equinocciales def Nuevo Continonte. A. de Humboldt - A. Bonpland. Redactado por Alejandro de Humboldt, CTraduccién: Lisandro Alvarado, José Nucete Sardi, Eduardo ROAl ) Caracas, ediciones del Ministerio de Educacién, Direccién de Cuhwra y Beilas Artes, 1936, para fa correccton de algunas datos cientificos (geogrificas, botinicos, etc.) cuyas grafias aparecen alteracias en el texto en francés. Estas notas aciaratorins estan senaladas con asteriscos y se han colocacio al pie de pagina, xR I HUMBOLDT EN AMERICA (El viaje de Madrid a Burdeos) 1799-1804 AL BARON DE FORELL Sin lugar ni fecha EMtadrid] Vuestra Excelencia ha querido que yo mismo le dé una indicacién de lo que seria convenienie hacer constar en el Pasaporte extendido por el caballero (de) Urquijo. Estas son mis principales deseos 1.2-El nombre de mi amigo (secretario) Alexandre Goujaud Bonpland, quien viaja “ayudancdome en mis investigaciones', a fin de que tenga derecho a herborizar sin mi. 2. Pretendo ir con el Paquebote de ia Coruiia a Puerto Rico, Ia isla de Cuba, México, al Reino de Nueva Granada, Peni, Chile, Buenos Aites. No obstante que pienso regresar por Buenos Aires, me gustaria que las Filipinas fuesen nombradas en el pasaporte. Podsia darse que las circunstancias politicas hicieran preferible el retorno por las Indias Orienta- les. 3.2 Que las palabras instrumentos de fisica y de astronomia sean mencionadas de esta forma: que le sea permitido hacer toda suerte de observaciones fitiles a la Historia natural y a la fisica del mundo, es decir que pueda recoger libremente plantas, animales y minerales, medir la altura de las montanas, examinar su naturaleza, hacer observaciones astrandmicas... 4. Igualmente, que habiendo sido invitade a reunir objetos de historia natural para la coleccién y los jardines de Su Majestad Cat6lica, los Alcaldes, gobernadores dle provincia. le presten la ayuda necesaria para facilitar este objetivo y que se encarguen de hacer llegar jos objetos reunidos a los lugares de destino. 5.2— Que se le reciba en todas pastes en los edificios de Su Majestad Catélica. Me permito ademvs suplicarle tenga !a gentileza de eoviarle a Mr. Herrgen fa autorizaci6n para entrar ala Casa de Campo. Veréis que al fin voy a lograr impucientaros. 3 AL MISMO Madrid, 26 de marzo de 1799. Sefior barén, Mi amigo, el ciudadano Bonpland, ha acompafado el grupo de madame Tribolet, hasta Aranjuez, Me hubiera gustado mas tener el honor de presentarle yo mismo a ese joven, a quien sus talentos, su erudicién en boténica, zoologia y anatomia, y sobre todo, sus costumbres, me tornan muy querido; pero hallandose en vuestra proximidad, he creido que seria su deber ir a veras, seftor baron, para testimoniaros por su parte el profundo reconocimiento que sentimos hacia vuestras bondades. Dignaos recibirlocon la indulgen- cia que os caracteriza, y 2 la cual apela tantas veces mi inoportunidad M, de Tribolet y madame (Didona ahandonata) me encargan de haceros llegar mil saludos y respetos. Piensan llegar ef martes préximo. Yo he tenido ya dos reuniones con M. Thalacker sobre las inclinaciones y declinaciones de ias bancadas. Es infinitamente docil y esté Avido de conocimientos. Su receptividad, (capacidad) es demasiado grande para Io poco que puedo darle. Mafiana pasaremos medio dia en la colecciéa del rey y cenaremos con nuestro respetable amigo Clavijo. Hoy dia excavé con Proust y Hemgen, en las minas de la Escuela. El ciuudadano Bonpland reiterard mis deseos respecto ala Casa de Campo. Soy, con el més profundo respeto, sefior bar6n, de Vuestra Excelencia, el mas honrado ¥ mas obediente servidor. H. Entre los Alemanes que se presentarin ante vos, encontraréis uno que es muy pailido, M. Focke, pero que ha aprovechado verdaderamente de sus viajes, Es un hombre que promete mucho. Se ha formado en Gotinga. 3 AL MISMO ' Madrid, 1.9 de abril de 1799 Senior bar6n, Estoy infinitamente mostificado de enterarme que ef asunto de la Casa de Campo se ha ‘vuelto tan serio. Creedme suficientemente modesto como para no haberos importunado con ese pedidosi hubiera pensadoque §.£.M. d'Urquijo (é)) mismo debia otorgar"este feliz ingreso". Recibid el testimonio de mi mas respetuoso reconacimiento que os deho por esta nueva sefial de vuestra bondad. Una fiebre reumatica me ha incapacitado para trabajar por algunos dias, En este momento estoy convaleciendo y he comenzado con M. Thalackere! célculc baroméuico. En dos o tres sesiones ser tan sabio como yo. Mi amigocl ciudadano Bonpland ha regresado ayer. No hace mas que hablar de la bondad con la que os habéis dignado recibirlo. » Dirigido a: A. 8. E, M, el Barén de Forell, ministro plenipotenciario de S, A. E. de Sajonia ante Su Majestad Cat6lica, en Aranjuez. Recibid la seguridad del afecto respetuoso con que yo seré toda mi vida, seftor barén, de Vuestra Excelencia, e! mas humilde y més obediente servidor H. A WILLDENOW Aranjuez, cerca de Madrid, 20 abril 1799. Sino te he escrito ni una linea después de Marsella? mi amigo y hermano, no por eso he estado menos activo para ty 10 bienestar, como lo veras por esta cana. Acabo de cerrar tuna caja para ti, conteniendo cuatrocientas plantas; es cierto que un cuarto todavia no ha sido descrito, proviene de lugares (como §. Blas," en California, de Chile o de las Filipinas) donde ningtin botanico habia penetrado antes que nosotros. Cuando examines esta colec- cion de plantas, quedaras persuadico del hecho cierto de que no he pasado un solo dia sin pensar en ti: tanto en Jos bosques como en las praderas oen la orilla del mar. Por todos lados he coleccionado para ti y nada mas que por ti, puesto que yo no quiero comenzar mi herbasio sino més all del Océano, Pero antes de nombrarte las plantas que te son destinadas, querido, quiero darte noticias de miy de mi suerte. La suerte ha sido, este ao, bastante extrafia; pero te dards cuenta al menos que soy testarudoen la prosecucion de mis proyectos y que esta rerquedad me he conducido, a pesar de todo, de la California hasta a Patagonia y seguramente me llevar’ alrededor del mundo. ‘Después de haber renunciado en Salzburgo a mi segundo viaje a Halia ya lasnumerosas ¢ importantes experiencias que queria hacer en Napoles sobre las exhalaciones gascosas del volc&n, no tenia otro objetivo que represar ostrépicos. 76 sabes que lord Bristol habia comprado un barco en Livomo, que debia hacernos remontar el Nilo hasta las cataratas, con cocina y cava, con pintores y escultores. Bl viaje a Egipto estaba proyectado antes que Napoleén se metiera (hacia 1791). Querta comprar todavia algunos instrumentos en Paris, cuando los franceses me raptaron mi buen viejo lord cerca de Bolonia, y lo revuvieron prisionevo en Milan.* Fui recibido en Paris como jamés me hubiera atrevido a esperarlo, El viejo Bougainville proyectaba otro viaje alrededor del mundo, sobre todo al polo Sud. Traté de inducirme a acompaiiarlo, y, como yo me ocupaba en ese momento de investigaciones magnéticas, preferie un viaje a! polo Sud que un viaje a Egipto. Estaba lleno de esos vastos proyectos cuando, por una vez, el Directorio toms la resoluci6n heroica de que el viaje Io hiciera, no el septuagenario Bougainvilie, sino el capitin Baudin, Apenas me enteré de esto, cuanclo el Gobiemo me envid la invitacion de embarcarme en el Vorcan, una de las tres corbetas de Ia expedicion. Se pusieron todas las colecciones aacionales a mi disposicion, para escoger los instrumentos que me eran necesarios. Se me pidi6 consejo tanto para la eleccién de naturalistas como para el equipo y para todo lo demés, Muchos amigos mios 2No conacempos la carta a que se relicre. * En el original: $-Biato. 2 n eu Relacion bistirica (. 1, p. 42) Humboldt se limité pradentemente a decir que los acontecimientos politicos lo habian cbligado a abandonar un plan que prometia tantos buenos momentos. ¢staban disconformes de verme expuesto a los peligros de un viaje de cinco atos. Pero Yo estaba dispuesto a partir y me hubiera despreciado a mi mismo si hubiera dejado escapar una ocasi6n tan favorable de ser util. Los barcos estaban listos, Bougainville queria conflarme su hijo de 15 afios, para habituarlo a lus peligros de la vida de mar. La eleccion de nuestros compafieros era excelente, todos eran jGvenes instruidos y fuertes, De qué smmanera se examinaba cada recién venido! ;Desconocidos de ayer, nos vinculébamos por largosaitos! Debtamos pasar el primer afio en Paraguay y la Patagonia, el segundoen Peri, en Chile, en MExico y en California, el tercero en el mar del sud, el cuarto en Madagascar yelquinto en Guinea... ;Qué inmenso dolor cuando todas estas bellasesperanzas se fueron 2 pique en el espacio de quince dius!, 300.000 libras y la temida explosidn de la guerra fueron las razones, Tanto mi influencia personal cerca de Francois de Neufchateau, que me apreciaba mucho, como todos los demés resortes puestos en juego, resultaron tiempo perdido. En Paris, donde no se hablaba mis que de este viaje ya nos creian embarcados. El Directorio remitié la partida para el ato siguiente.* No se puede menos que sufrir por luna situacion semejante, por semejante decepcién, pero hay que actuar como un hombre ¥ NO entregarse al dolor. Tomé entonces la resoiuci6n de seguir la armada de Egipto por tierra, reuniéndome ala caravana que parte de Tripoli, pare alcanzarel Cairo por el desiento de Sélimai.’ Me asocié a uno de los jvenes que hubiera debido, tambien él, hacer el viaje alrededor del mundo, un tal M. Bonpiand, muy buen raturalista, el mejor alumno de Jussieu y de Desfontaines. Ha servido en la marina, es muy robusto, valeroso, buenoy habil en anatomia comparada. Nos apresuramos a ir a Marsella, para embarcarnos para Argclia, con el cénsul sueco Skjildebrand, en la fragata /avamas, que debia llevar regalas para el Bey de Argelia® Yo queria pasar el inviemo en Argelia y enel Atlas, donde todavia hay en la provincia de Constantine, al decir de Desfontaines, cuatrocienias plantas desconocidas, De ahi, deseaba unirme a Bonaparte por Sufetula? Tinez y Tripoli, con la caravana que vaa la Meca. Esperamos intitilmente durante dos meses. Nuestras maletas permanectan empacadas ¥ corriamos todos los dias a la playa. La fragata Jaramas que debia conducimos, nautragé Y se ahogé toda la tripulacion, Algunos de mis amigos, que me crefan embarcado, se aterraron al oir esta noticia. Para nada descorazonado por tan larga espera, alquilé unbarco de Raguse, que debia conducimos directamente a Ténez, Pero la municipalidad de Marsella, probablemente advertida de las tormentas que pronto debian estallar contra los franceses en Betberia, se rehus6 a conceder los pasaportes. Muy pronto lleg6 la noticia de que el Bey de Argelia no queria dejar pantir ia caravana que debfa encaminarse hacia la Meca, para no atravesar el Egipto, manchada con ia presencia de cristianos. Entonces se perdié toda la esperanza de unimos a la armada en el Cairo. La comunicacion macitima estaba cortada. No tenfa nada mejor que hacer que renunciar, por el otofio, a mi viaje a Oriente, pasar el inviemo en Espafia y, en la primavera, hacer desde ali una excursion a Esmima. ;Epoca triste ésta donde nose puede it con tranquilidad de un lado para otto, pese a todos los sactificios y asi se gastaron millones! ‘1a panida de la expedicién de Baudin sdlo tuvo lugar el 19 de octubre de 1800. { Sélimeh, oasis de la Nubia inferior, sobre las rutas de las caravanas de] Darfour al Nilo, SCE Rel. bist., toma, p. 43. » Sufetula, Sbeitla, 2 120 km ai sudesic de Kairouan, sobre el rio del mismo nombre, principal tibutarto del Sebica Sidi ef Hani Hice a pie la mayor parte del camino costeando el Mediterraneo, pasanda por Ceuta, Montpellier, Narbonne, Perpignan, por los Pirineos, la Cataluna hasta Valencia y Murcia, y de ahi, 2 uavés de la meseta de la Mancha, hasta aqui. En Montpellier, pasé tardes exquisitas con Chaptat, en Barcelona con john Guilie, un inglés con quien yo vivia en Hamburgo y que al presente tiene aqui una gran casa de comercio. Las arveiillas florecian en los valles de los Pirineos, mientras que el Canigo ergufa su cabeza blanca por encima de ells. [En las provincias de Catalufia y de Vaiencia el pais parece un eterno jardin, rodeado de cactus y maguey! Los datiles altos de 40 a 50 pies, cargados de racimos de frutos, rivalizan con la altura de los conventos. Los campos parecian bosques de arboles de pan, olivaresy naranjales, muchos de los cuales estan coronados como los perales. En Valencia, se paga una peseta (mas 0 menos 6 groschen) por ocho naranjgs. Cerca de Balaguer y la desembocadura del Ebro, la ilanura, de diez leguas de ancho, esta adornada de Ghamaerops (Zwergspalme), de pistachos, de imumezables especies de brezos (Hei- dekraut) (Rrica vagans, e. scoparia, ¢. mediterranea), de pequetios tosales (Zistréslein), y de rosales de las rocas (Felsenrosen). Las landas estaban en flor, y pudimos recoger narcisos y junquillos en el desierto. Cerca de Cambrils, la Phoeraix dactylifera (la palma comin) esta abandonada hasta tal punto que se pueden ver 20 0 30 troncos apretados de tal modo ustos contra los otros, que ningdin animal podria atravesaslos. Comoacostumbran usar las hojas blancas de las palmeras para adomar las iglesias, se ven, en la provincia de Valencia, troncos de ditiles donde los brotes de la mitad estan cubiertos de una especie de cono hecho de stipa tenacissima (spartogras), para mantener las hojas nuevas en la oscuridad. La exuberancia de la vegetacion de la cuenca de Valencia no tiene parangon en Europa. Uno cree ver por vez primera arboles y hojas frente a esas palmeras, a esos granados, esas ceratonias, esas malvas, etc, Eltermémetro subia a 18 grados Reaumura la sombra, en mitad de enero. Casi todas lus flores habian caido. No digo nada de Tarragona, de la montafia cerca de Murviedo, ni del templo de Diana de la antigua Sagunto, de su anfiteatro inmenso ni de la torre de Hercules, de donde se pueden divisar las torres cle Valencia por encima de un bosque de datiles; ni del mar, ni del cabo de Cullera. Pobres de vosotros, que apenas podéis calentaros, mientras que yo estoy sentado bajo naranjes en flor, la frente empapada ce sudor, 0 recorro campos que, irigados por miles de canales, preparan cinco cosechas (de arroz, de trigo candeal, de céttamo, de arvejas y de algodén). (Qué facilmente se olvida el mal estado de los caminos y los albergues, donde a menudo no se encuentra ni un pan, en presencia de esta abundancia de plantas, y de estas formas humanas de indeseriptible belleza! Casi toda la playe esta bien cultivada. En Cataluta se encuentra una industria similar a la de Holanda. En todos los pucblos hay tejedores, se hacen barcos, etc , todoel munde trabajz, Enel pais, entre Castellén de la Plana y Valencia, Ja agricultura y !a jardineria no han sido sobrepa- sadas posiblemente en toda Europa. Bero quince leguas mds lejos, hacia el inieriordel pais, todo es desieno. Ese inteviores la cumbre de una montaita, que permanecié 2.000 a 3.000 pies sobre ef nivel del mar, cuando el Mediterraneo se trag6 todo. La Espatia debe su existencia 2 esa altura, pero también le debe (salve las costas), su sequedad, y en parte su frio. Cerca de Madrid los olivares lo resienten y silo raramente se ven naranjales. Pero he comenzado a describir, lo cual no debo hacer jamds, porque eso me Ilevaria a escribir libtos en cambio de cartas. Retorno, pues, a las plantas He sabido aprovechar bien los cambios ministeriales y sobre todo, la Tlegada a su apogeo del nuevo favorito, ¢) Caballero Urquijo, que yo habia recomendado lo mas 7 cAlidamente al Rey, y especialmente ala Reina, Ambos monarcas, cada vez que he llegado ala Cone, me han recibido admirablemente bien; y -cosa que hasta los propios espafioles consideran imposible-, no séle he recibido e! permiso real de penetrar en todas partes en Jas colonias espaftolas, con mis instrumentos, sino que he conseguido, ademés, las recomendaciones del Rey para todos los virreyes y todos los gobernadores. Primero voy a Cuba, luego a México, a California, Panamé, etc. El botanico francés Aimé Bonpland me acompaia, y tu herbario no caeré en ¢l olvido, pese a la dificuitad de enviar plantas a Europa durante la guerra. AL BARON DE ZACH Madrid, 23 floreal aio VIL (12 mayo 1799) ~No sési Nouet, quien también posee la brijula inclinada de Borda, se me ha adelantado, y si fta comunicado sus observaciones magnéticas, hechas en Egipto. Hubiéramos podido saber 4 fo sumo en ocho meses, la intensidad de la fuerza magnética a partir del estrecho de Gibraltar hasta el istimo de Suez; sin los acontecimientos de Berberia, sin el naufragio del Jaramas, fragata sueca que he esperado durante dos meses en Marsella, y finalmente, sinla oposicion del Bey de Tripoli para la partidade la caravana, con a cual yo queria llegar al Cairo. Todos estos contratiempos me han obligado a renunciat a mi proyecto de atravesar él Aftica. Hubiera querido observar las inclinaciones occidentales, mientras los astronomos determinaban en Egipto las orientales. Estas observaciones habrian sido hechas con instrumentos ejecutados segin los mismos principics per el mismo artista. Tales esperanzas, que alimentaba desde hacia tiempo, fueron demasiado bellas para poder set realizadas jamas. Fiel a mi plan, que ¢s visitar los trépicos, regresé a la Espana, y acabo de recibir del gobierno de aqu’ el permiso para recorrer México, el Peri, Chile y las Filipinas. Antes de poder comunicaros mis observaciones hechasen otro hemisferio, permitidme enviarosias hechas en Ja Francia meridional y en el este de la Espaiia. A FREIESLEBEN La Corufia, 4 junio 1799. iQué felicidad se aproxima para mi! {Mi cabeza da vueltas de dicha! Parto con la fragata espariola Pizarro, Abordaremos las Canarias, y la costa de Caracas, en la América del Sud. iQué tesoro de observaciones voy a poder hacer para enriquecer mi trabajo sobre la 8 construcci6n de la tierra! De alld te escribiré més extensamente. El hombre debe querer hacerlo Sueno y lo grande! El resto depende del destino. Veré en México un minero sajon, del Rio: hablaremos de Freiberg. Con un profundo y cordial reconocimiento, Tul, ADE MOLL Ta Coruna, 3 junio 1799. En pocas horas hemos de zarpar alrededor de] cabo Finisterre. Coleccionaré plantas y fosiles y podré hacer observaciones astronSmicas con instrumentos excelentes; analizaré elaire con ayuda de !a quimica... Pero todo esto no es el objetivo principal de mi viaje. Mi atencién no debe jams perder de vista la armonia de las fuerzas concurrentes, lz influencia del universo inanimado sobre el reino animal y vegetal... AH A WILLDENOW La Conia, 5 junio 1799 Algunas horas antes de mi pastida con la fragata Pizarro, debo una vez mds atin, miamigo, hacerme presente en tu recuerdo. En pocos dias estaremos en las Canarias, después en La costa de Caracas, donde el capitin lleva su correspandencia, y, finalmente, en Trinidad y en Cuba, Abraza tu mujer y tu pequefo Hermes por mi, y saluda de mi paste a Zéliner, los dos Klaproth, Hermbstedt, y todos aquellos que quieran recordarme, Espero que un dia volvamos a vernos todos bien. Todos mis instrumentos ya estin a bordo, Tu recuerdo me acompafia. 1; hombre debe querer hacer fo bueno y to grande! El resto depende de! destino." 16 me escribirés... todos los aftos. Con una amistad fraternal, etc. AG. DE HUMBOLDT Puerto Orotava, al pie del Pico de Tenerife, 20 junio 1799. He ilegado con un placer infinito a tierra africana donde estoy rodeado de cocoteros y macizos de platanos. Partimos el § de junio con un viento noroeste muy fresco y con la suerte de no encontrar casi ningiin navio; estuvimos ya sobre las costas de Marruecos diez 9 dias més tarde, el 17 de junio en Graciosa donde desembarcamos, yl 19 en e! puerto de Santa Cruz de Tenerife. Nuestro grupo fue perfecto; sobre todo un joven Canario, D Francisco Salcedo, quien me tomd vivo afecto, de un espiritu vivazy comunicativo, como todos los habitantes de esta isla feliz. He recogido muchas observaciones, principalmente astronémicas y quimicas (sobre las calidades del aire, la temperatura delagua de mar, etc ). Lasnoches eran soberbias: unclaro de luna sobre ese cielo puro y dulce al punto de poder leer sobre el sextante: ¥ las Constelaciones de! sud, el Centauro y e! Lobo! ;Qué nioche! Pescamos el animal muy poco conocido, el Dagysa® ahi mismo donde Banks fo descubniéy y un nuevo género de planta, una planta verde con hoja de parra (no un fircus) hundida a 50 toesas de profundidad, El ‘mar brillaba todas las noches. En Madeira los pajaros vinieron a nuestro encuentro, 5¢ asociaron a nosotros con toda confianza y siguicron auestra ruta durante muchos dias. Abordamos Graciosa’ para saber si las fragatas inglesas cruzaban delante de Tenerife, después de una respuesta negativa seguimos nuestra ruta y llegamos felizmente sin ver un solo navio. Como ocurrié esto, es incomprensible, porque una hora después aparecieron delante del puerto seis fragatas inglesas. Desde ese momento hasta las Indias occidentales no tuvimos que emer nada de ellas. Mi salud es excelente y estoy extremadamente satisfecho de Bonpland. Ya en Tenexife hemos conocido qué hospitalidad reina en todas las colonias. Todo el munca nos acoge on o sin recomenclacion simplemente por tener noticias de Europa; y el pasaporte real ha obrado maravillas. En Santa Cruz paramos en casa del general Armiaga; aqui en puerto Orotava) estamos en la casa inglesa de un comerciante, John Collegan, donde Cook, Banks ¥ Lord Macartney vivieron también. Imposible imaginar el garbo y la cultura de las damas de estas casas." 23 de junio por ia tarde, iRegresé de] Pico" ayer, ala noche! (Qué espectaculo! ;Qué gozo! Fuimos hasta el fondo del crater: posiblemente mis lejos que cualquier oto naturalista. Finalmente, fuera de Borda y de Mason, todos los demas han ido sélo hasta el dlimo cono. No hay mayor peligro, pero uno se fatiga por el calor y el frio; en el créeer los vapores de azufre hirviendo agujereaban nuestra ropa y las manos se agarrotaban a 2 grados Réaumur. Dios! qué Sensacion a este altura (1.500 pies); sobre nosotros, la boveda del cielo azul intenso; viejas corrientes de lava al pie; tado alrededor esta escena de desolacién (3 millas cundradas de Piedra pémer) rodeada de bosques de laureles; abajoa Io lejos los vittedos entre los cuales ramilletes de plitanos se extienden hasta ¢l mar, lincos pueblitos sobre la costa, el mar y todas las siete istas, entre las cuales Palma y la Gran Canaria poseen voleanes muy altos, que aparecian por debajo de nosotros como en un mapa geogtifico. El crater en el cual estébamos,'’noexhala mas que vapores sulfurosos, La tierra esté a 70 grados Réaumur. De “Dagysa notata,- Cf. Relat. hist..1., p. 78. 9 Relat, bist.1.1, p. 87 " Relat, bist... 1, pp. 101 y 115. "Fico, ol pico de Teyde o de Echeyde, como lo Usmaban los Guanches (Relal. hist, tp. 149) "Vistas de las Cordilteras, p. 54 10 jas laderas sate la lava. También se encuentran los pequeios criteres como los que iluminaron toda fa isla, hace muchos afos. Se oy6 en esa Epoca, durante dos meses, un ruido de descargas de anillerfa subterrénea y piedras del tamano de una mano fueron tanzadas por el aire hasta 4.000 pies. He hecho aqui observaciones mineraldgicas muy importantes. El pico es una montafta de basalto, sobre la cual reposan pizarras porfiricas y de pérfido-obsidiana, En su interior se embravecen el fuego y e! agua. Por todas partes he visto hacer erupcion vapores de agua, Cas: todas las lavas son de basalto fundido. La piedra pomez estd producida de porfido-obsidiana, poseo fragmentos que estén compuestos a medias por dichos elementos. Hemos pasado una noche al ai¢e libre ante el crater, bajola piedra que llaman la Estancia de los ingleses,® a1 pie de una comiente de lava. Hacia las dos de la mafiana nos pusimos en camino hacia el dltimo cono. El cielo estaba completamente estrellado y la noche bsillaba con un suave resplandor; pero esie hermoso tiempo no debia persistic para nosoires. La tempestad comenz6 a rugir violentamente alrededor de la cima, debimos agarramos fuertemente ala corona del crater. El aire ululaba con un nuido de truenoen las girgantas y un envoltorio de nubes nos aislaba del mundo viviente, Bajamos por el cono, aislados porlos vapores como un barcoen el mar. Esta répicla ransicion de un bello y puro claro de luna a las tinieblas y a la soledad de las nubes causaba una impresion emocioname Post scriptum. Existe en la ciudad de Orotava un drago (Dracoena Draco} que tiene 45 pies de circunferencia. En la €poca de los Guanches, hace 400 aftos, ya era tan grueso como ahora, Mevoy casten l4grimas; me hubiera gustado establecerme aqui; yapenasacabo de dejar la tienra de Europa. (Si ti pudieras ver esos campos, e505 seculares bosques de laureles, e308 vifhedos, esas rosas! jAqui se engordan los cerdos con duraznos! Todas las calles hormiguean de camellos. Izaremos anclas el 25 de este mismo mes. 10 AL BARON DE FORELL Orotava (sobre Tenerife), 24 de junio 1799. Seftor bar6n, Pese a que en este momento regreso del penoso viaje al Pico de Teyde y que el Pizarro debe partic ya mafiana, no puedo dejar de testimoniaros nuevamente desde aqui la seguridad de mi adhesi6n inviolable. Partidots) el 5 de La Coruiia, hemos llegado felizmente ¢] 16.a Lanzarote, el 17 a Santa Cruz de Tenerife. Cuatro fragatas inglesas estaban a la vista, y no comprendemos como pudimos escaparnos de elas. Aqui he sido recibido inmejorablemente en las casas del corunel Armiaga, de Ios ingleses Cologan y Little. ;Qué cultura, qué apostura! Uno se “Relat, bast, 1, p. 122. “551 drago del jardin de M. Feanqui (Ch. Refat. bist. t.1, p. 117, Vistas de las Cord., il 69) i

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