dance de poder ver
antes de poder gritar
antes de poder sentir hambre
yo era el mundo apto para los héroes.
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El pajaro blanco
De vez en cuando algunas insttuciones, en su mayorfa americanas
‘me invitan a hablar de esttica. En una ocasién consideré la idea d
aceptar y llevar conmigo uno de esos pijaros labrados en maders
bianca. Pero no fui. El problema es que no se pucde dar una charl
sobre esttica sin hablar del principio de la esperanza y de la exsten
cia del mal. Durante los largos invierns, los campesinos de cient
zonas dela Alta Saboya solian consteuir unos pijaros de madera que
luego colgaban en la cocina y, en algunos casos, también en la gle
sia del pueblo. Algunos amigos viajeros me dijeron que habian vis
pars parecidos, construides segtin el mismo principio, en cies
regiones de Checoslovaquia, Rusia y los paises balenicos. Es posible
«que latradicion esé todavia mis extendida
El principio que sigue la construccién de estos pijaros es de Ic
‘as simple, aunque para hacer uno bueno se requiete una téeni
ca considerable. Se cogen dos trozos de madera de pino, de uno
«quince centimetros de largo, un poco menos de dos eentimetros
‘medio de alto y lo mismo de ancho. Se remojan hasta que la made
raha alcanzado el miximo de flexibilidad, y luego se labran. Unc
de los trozos formar la cabeza, el cuerpo y la cola, desplegada er
forma de abanico; el segundo servité para las alas. El buen are s
ve principalmente en el labrado de las plumas de la col y las alas
Cada una de las alas se trabaja en bloque formando la silueta de uns
sola pluma. Luego, se corta en trece capas finas que se abren cor
cuidado, una @ una, para darles una forma de abanico. El misme
procedimiento se sigue para Ia otra ala y las plumes de la cola. Lo
dos trozos de madera se unen formando una eruz, y el pajaro st
terminado, No se utiliza pegamento de ningtin tipo, y sélo lleva un
elavo en a intersecciéa de las dos piezas. Estos lgerospijaros (slo
Pesan unos sesenta u ochenta gramos) se suelen colgar con ua hilde una repisa o de una viga, de modo que se muevan con las corrien-
tes de aire
Seria absurdo comparar uno de estos pjaros con un autorretrato
de Van Gogh o con una crucifixién de Rembrandt. Son unos senc:
los objetos de artesania domésticatrabsjados conforme a un modelo
tradicional. ¥, sin embargo, su misma sencillez nos permite categori-
zat las cualidades que los hacen agradables y misteriosos para todos
los que sefjan en ellos
En primer lugar, tenemos una representacién figurativa: uno ve
tun pajaro, més exactamente una paloma, que parece suspendida en
cl aire. Asi pues, hay una referencia al mundo de la naturaleza cit
cundante, En segundo lugar, la eleccin del tema (un péjaro volan-
do} y el contexto en el que esta situado (pueras adentro, en donde
‘no suele haber pijaros sueltos) convierten el objeto en algo simbsli-
¢o, Este simbolismo primario se incorpora a otro mas general, mis
cultural. A los pjaros, y en particular alas palomas, se les atsibuyen
signiticados simbelicos en muchas culturas diferentes.
En tercer lugar, hay un respeto por el material empleado. La
‘madera ha sido trabajada de acuerdo con sus propias cuaidades de
peso, flexibildad y textura. Lo que nos sorprende al miralo es la fa-
cilided con la que la madera se convierte en pijaro. En cuarto lugar,
presenta una unidad y una economia de formas. Pese a la aparente
complejdad del objeto, la gramética de su factura es muy seneilla,
austera incluso. Su riqueza es el resultado de las repeticiones, que
son asimismo variaciones. En quinto lugar, la manufaetura de este
objeto artesanal siempre provoca cierto asombro: geémo demonios
Jo habrin hecho? Antes he dado algunas someras indicaciones al
respecto, pero cualquiera que desconozca por completo la téenica
querri cogerlo y examinarlo de cerca para descubrir el secreto que
«sconde su construccién,
Estas cinco cualidades, cuando se perciben en conjunto, indife:
renciadas, provocan, all menos momentineamente, la sensacin de
‘star ante un misterio, Uno observa un trozo de madera que se ha
«onvertido en pajaro. Uno mira un pajaro queen cierto modo es algo
is que un péjaro. Uno ve algo que ha sido trabajado con una téeni
‘a mistriosa y cierto tipo de amor
Hasta aqut he tratado de separar aguellascualidades del pajaro
blanco que provocan una emoci6n estética. (La palabra «emovisn»,
aungue designa un movimiento del coraz6n y de la mente, es tal vez