Los rayos del sol no lograban imponer su fuerza sobre las nubes negras que se interponan
en su camino e impedan que llegaran a los hombres que -desesperados- caminaban
tratando de llegar lo ms pronto posible a la aldea. La pesada armadura que portaban, hacan estragos en los esculidos cuerpos de los soldados, que forzados por su comandante estaban obligados a llevar a pesar de la ausencia de amenazas que pudieran asechar por aquellas tierras. Varias jornadas llevaban sin comer alimento alguno, procurando solamente escapar del viento que incesantemente soplaba, caminaban con la mayor celeridad que sus cuerpos le permitan.