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ELISEO VERON ~ CONSTRUIR EL ACONTECIMIENTO Los medios de comunicacién masiva yel accidente en {a central nuclear de Three Mile Island gedisa PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION tual es que laprimecs, al definir u fa, genera _una estrategia de inv mediante la segunda los intelectuales que {i adoptan lo- yran apenas reposicion: a je los siznos, Hace unos aflos estuvo de moda en todas par- ‘a hablar 65 de tos tra bajos en los que dicha expresién fue utilizada por primera vez (clertos escritos de Horkheimer y Adorno), 10 cierto es que, a partic de un cierto momento, ella colacaba auto- Lo cierto es que la expresion “industria cultural” no Tue nunca otra cosa que una metéfora, metafora que se ‘chocente"” por Ja conjuncion de las nociones de lemente soto a, © indigy . “la praxis de la industria cultural trans ivacién de lucro a las creaciones e: némeno de moda puede a veces fundacse en une idea fuerte y potencialmente fructifera paca Ia invests el problema es que. conceptual no es nunca levado a sus iiltimas conse- euencias. En el caso que nos ocupa, no es absurdo conje- rar qiue los aquell " ante la oscuras motivaciones det comercio. Ahora que habiar de “industria cultural” ha pasado de moda, podemes refiexionar seriamente sobre los alcan- ces de dicha expresion. Y Jos resultados tal vez sean in- teresantes. iene para mi ne, sf, aleances epistemol Una industria 2s, por ejemplo, la industria automo- «siz. Si usted ve por la calle un modelo determinado de automoyi platoni simplemente, un ai raceso de fabricacion, Este libro pretende que ese objeto ams le actualidad —tal c i en un dia cualquiera~ tiene el none in_ producto, un objet farios, canales de | hay muchos “modelos’ iden de febricacién, aplicada a los objetos era la hipdtesis fuerte contenida en la nocibn de Hipdtesis que hay que llevar 2 sus Sltimas consecuencias. Estoy proponiendo disgusto de ciertos diatizacion de n nada que ver con las obras de arte, Se trata agui de los diseursos fe preduccién industrial parezca esctndalosa € paceoubee iodo que fa mest en la Jén en que nos instalamos Oeeso productivo, del que aimorzamos ¥ que el para leer el diario. un _simulacro x Siempre simulacro de alguna otra Cola: [a nocién de “si- ‘mulacro’’conserva su poder sugestivo en la medida en que permanece asociada a una ideologia de'ta re-presentacidn, Sia través de no sé qué malabarismos filosdficos ella pier- de esta coanotacidn, sélo res gs apenas un simulacro de te kono tay-eth inguin Tada, una-"ot y diciendo” que ios fiedios producen tode- los miembros de una sociedad industrial Ila que tal vez se produce a si 1 actor social “ordinario” (cada uno de nosotros, en su vida co’ Se hace una idea de los medios mu acabo de_esby nugstio alcededor y'En-at neiosreboduees, de ia igtios, tina tnfima pa . Uno se pregunta pone en circutacién es no.¢s del orden de Ia n, este punto de "debe ier abatidonado. ~———" = La actualidad como realidad Social en devenir existe 1-¥.por_los medios informativos. Esto quiere decir quc! 9 hechos. que componen social no existen Vv en tanto tales (en tanto hechos sociales) aistes de que los aiedios tos construyan. és 103 Tos han piodi 105 Henen todo tipo de éTectos: un gobiemo toma tales 0 cuales decisiones; otro sTeaéciona de lizaran Jos © cual manera; ambos, por supuesto, para que sus actos se conviertan a Después que los medios jentos sociales erapiezan ias, fuera de los medios: se tos en la palabra de los actores sociales, den individual yeLorden colecito 8 ada. En mayor o menor grado, cada entos-acontecimientos de ia_actualiéad; damos eré necesariamente, 2 alguna imagen de la actual bargo, en Ia enorme mayorfa de los casos no hemos teni- no se funda en_ " de'esos hecho’. 50 en ef que creemos es aquel cuyas des 108 como las mas proximas a las descri xperiencia 1936 ve, inverificable. Recordemos pues aqui este principio fundamental: en cién con los medias, no es porque hemos ¢ do que us v 21 que To-consiteramos verdadero. 3 casos (EXCEpCrOTiales) en los que los smedios me relatzn un acontecimiento con el cual he (eni- do un contacto personal (una manifestaci nM, Un acto, un sccidente, etc.) los que generan el malentendido de que ‘hablébamos ahora. Para antes de que los medias hablen de él: yo “ yo “vi el scciden 8 mayoria de las veces, ademés, tendré inevitablemente la impresion de ane Ja tagen que los medios dan de no corresponde a mi . En este caso, mi confesién provoca- da por el lenguaje me lleva irresistiblemente a pensar que el "X" de mi experiencia subjetiva y el 'X” de la actuali- Gad, aquel del que los medios hablan, son odjetos det mis- mo tivo, Est claro que ello no es a jad de los _Rechos. ned. Gans verdadero que ereemos en él; es porque cres- Srdeaes_ page siewmpes separados on izada, Entre estos dos érdenes, Ia dis ingtin pasaje es posible entre he debido me yo mismo a fa medic in. Mi versién de “X” pasa asi a formar parte de esa id social_en devenir que constrayen los medios, Pero er con una experiencia sut electrénicos producen una experie del devenir social. Todo esta presente: las personas, 10s comportamientos, los margenes, los nidas, las palabras, actor social. Estos dos érdenes de experiencia son, ha- biando con propiedad, definitivamente incomparables, El surgimiento de la television nos ha permitido comprender, mirando hacia de los medios informativos: mdquinas de produce: realidad sociat. He escri dio de la “mec: este Horo como una contribucién al estu- ica!” de esa producci6n. s Buenos Aires, agosto de 1987.

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