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UA EVOLUCION DE LA ENSENANZA FILOSOFICA J—La ensefanza filosdfica y ef proceso de la filasofia.— La ensefianza de la filosofia més que la de ninguna otra discipti: na, per las razones que’ ya hemos puntuolizado, est estrecho- mente ligada ala evolucién histérica del ‘filosofar, Se puede decir por. eso que un cuadro exacto y serio de la evolycién de la didéctica filoséfica debe reproducir el entero. proceso del pensamiento. fiiosdfico con {fa variedad y el contraste de sus épocas, escuelas, tendencias y pensadores singulares. Pensamos, sin embargo, que no es del todo infiel a esta conviccién el se- guir el desarrollo de ig filosofic a través de sus grandes épocas, tratando de resaltar en eltas; al ritmo de la evolucién de doc- trinas y corrientes, los mas caracteristicas modolidades de la en- sefionza y fas innovaciones didacticas de mayor influjo. Esto es to que haremos a continuacién en un apretado resumen. -2mwLa fildsofia cldsica.— El cuitivo de la filosofia ha esta- do ligado desde antiguo a la escuela como comunidad intelec- tual e institucién docente, Ya las primeras noticias que se tie nen sobre el sober filosético, que remontan of siglo VI. AC, se refieren a la escuela de Mileto, en Jonia, a la que se vin- culan los nombres de Tales, que encabeza clasicamente la lista de los fildsofos, Anaximandro y Anaximenes. En este periodo inicial de {a reflexién filosdfica, conocido como periodo pre- socrético © cosmoldgico, se hicieron famosas otras escuelas de pensomiento, como la pitagdérica, la eledtico y la atomista. Po- eo se sabe en verdad sobre el modo y manera que adopté en ellas fa ensefianza de la filosofia. Parece haber prevalecido a veces una disciplina rigida y una imperativa adhesién a las dottrinas que constityian el patrimonio del grupo. En algunos casos —como en ef de la escuela pitagérica— se exigia a los discipulos practicar una conducta ascética y guardar celosa- mente el secreto de las’ ensefianzas. También se sefala por los historiadores de Ia filosofia la existencia de dos suertes de con- tenidos docirinarias, comunicados exclusivamente a {fos iniciados o miembros de la comunidad, que constitulan las ensefianzas esoféricas, y los que podian ser difundidos ‘fuera de la escuela, © ensefarzas ‘exotéricas, Estos fendmends caracteristicos de las efapes més antiguas de la cultura filoséfica no ‘son ajenos, co- mo se_comprende, a fa. influencia de. la mentalided religiosa y moral que o la sazéntifle todavia en mucho ia préctica del filesofor. En el siglo V. a. C., con los cambios socioles y politicos que determinan la aparieién de nuevas formas ‘de educacién, la’ en- sefianza de fa filosofia modifica.-su espiritu y sus métodos. Por accién de Jos filésofas condcidos’ como sofistas {Protagoras, Gorgias, Trasimaco, etc.).se produce en Atenas. una ‘estrecha vin- cy DIDACTICA DE LA FILOSOFTA culacién entre la ensefianza floséfica y la adquisicidn de las técni- cas retéricas y dialécticas de use politico. Camo ya habig ocurride en parte en le escuela eledtica, con Zenon y Meliso expertos en fos eristicos, el arte de la argumentacién necesario para lograr éxito en la vide publica, en tas asambleas democré- ticas -y en los tribunoles, adquiere une importancia principal en la didactica de los filésofos. Al mismo tiempo se acusa ef interés teérico por los temas ético-juridicos y, en general, antro- poldgicos, con una clara tendencio hacia fas pasiciones criti- co-escépticas y relativistas. Los sofistes, que son fos primeros maestros de filosofia remunerados por su trabajo, action en es- peciat sobre los gimnastas, es decir, tos iévenes entre quince y dieciocho siios que concurrian a tes gimnasios, con lo cual sefialan la aparicién histérica de una suerte de ensefianza se cundaria con elementos de cultura filosdéfica. En esta misma época, el magisterio de Sdcrates introdu- ce una nota revolucionaria en lo diddctica filosdfica, que es et centro de su trascendental obra pedagdgica: convierte la con- versacién ordinaria, el didlogo inteligente, en el nervio del proceso ensefianza-aprendizaje. Sécrates cultiva filoséficamente © sus interlocutores y a los discipulos que lo rodean en Ia plaza publica planteando cvestiones y articulando con ellas respues- fas que, de un lodo, destruyen opiniones infundadas y, de otro, encaminan hacio ef logro. de yuna concepcidn rigurosa y firme de la verdad. Hay asi en sy método una parte destructiva, cuyo giro peculiar es la fomosa ironia o ignorancia fingida, median- te lo cuai el fildsofo logra poner en evidencia la vonidad de los conocimientos de su interlocutor, y otra positive y creadora, que, portiendo de esta depuracién critica, orienta hacia Ia con- secucién de la verdad, pero no de una verdad recibide pasiva- mente, sino de una idea concebide y sacada de si por el disci- pulo. De alli el nombre de mayéutica o arte de alumbromiento que do Sécrates a sy método. Aqui reside quizd el valor més alto de la ensefianza socratica: en la conviccién de que el disci- pulo puede y debe ilegar por sus propios medias a la verdad y contribyir a enriquecerla, frente a la mera recepcién de cono- cimientos y doctrinas ya formulados, que era lo Hpico de to di- dactica anterior. Esto no quiere decir que Sécrates no tuviera convicciones filosdficas propias y no. tas defendiera en el didlo- 10. Hoy un aspecto importante def método socratico que depen- de de las condiciones histérico-doctrinarias del pensamiento de su creador. Pero lo fecundo de lo docencia de Sécrates ero la posibilidad de someter a debate y esclarecimiento también sus Propios ideas y el principio pedagégico de que sdlo asi podré aprenderse seriamente to filosofic. Por lo que toca al conteniv do de su, didactica, como ta de fos sofistas, se centré en Ia pro- BVOLUGION DE LA ENSERANZA FILOSGFICA ry bleméatica ontropolégiea, sobre todo en los temas morales, re flejo innegable de las inquietudes de ta época. En el siglo IV a.c., con Platén y Aristételes, ta ensefianze fi- leséfica se institucionaliza y expande grandemente su influen: cia. El! primero fundé un plantel de ensefianza, la Academia, en fos jardines cercanos al gimnasio de este nombre. Con biblio- teca, salas de conferencia, hobitaciones de estudio y otras ins- talaciones, fue practicamente le primera Universidad occiden+ tal. Siguiendo un poco ef modelo pitagérico, los profesores y los alumnos farmaban en ella una comunidad por lazos casi religiosos, Platén y los otros maestros que ensefiaron en la Academia durante casi un siglo emplearon preferentemente el método del didloge, heredado de Sécrates, aunque el estudio de fos escri- tos filosdficos de los autores de ta escuela y de otros pensado- res tuo asimismo un lugar importante en la didéctica. A juzgar por las propias opiniones de Platén sobre !a ensefianza filosé- fica, el culfive de la dialéctica debié recibir especial cuidado y prolongarse a lo largo de varios ajios de escolaridad. De otra parte, como ocurrid antes en ta escuela pifagérice, Io en- sefianze filosdfica que propygnd. Platén estuva intimamente vin- culeda con la matematica. Segin recuerda fo tradicién, en la puerta de la Academia habia lo siguiente inscripcién: “No entre quien no sepa geometric”. Cerca de otro gimnasio ateniense y del Templo de Apolo licio, Aristételes establecié la escuela conacida como el tices, Bajo su direccién y la de sus discipulos, especialmente Teofrasto, alcanz6 notable’ desarrofle, iegande a tener casi dos mil alum- nos, lo que da idea de su volumen e influencia. En los focales y jardines del plantel, meestros y discipulos, identificades en tl mismo afén de conocer ta ciencia y acrecentarla, solian ca- fiinar mientras departion, por lo cual se les ha llamado peripa- téticas, © sea, “los que pasean”, nombre que se identifica en la historia ‘de ta filosofia con el de aristotélico. El Liceo vinculé estrechamente la ensefianzo filoséfica con la de las ciencias naturales, Estas formaban parte muy impor: fante de las labores de investigacién que debian realizor quie nes formaban parte de le escuela, io que ne debe extraiamos pues por entonces no se habia producide atin Ja separacién de la filosotia y los ciencias que hoy conacemos. Aunque et didloga: RO estuvo ausente del Liceo, la didactica filosdfica gravité mas hacia las lecciones magistrales y los andlisis y éjercicios légicos, de.fo que nos dan buen testimonio algunas. abras de Aristételes; 70 DIDACTICA DE LA FILOSOFTA como la Metatisica y el Organon, cuyo contenido procede direc- tamente det trabajo en clase. Le escuela platénica y lo aristotélica no son las Gnicas de ta épaca. Fruto de la ensefianza de Sécrates son otras que alcan zaron renombre en la antigiedad, aunque no af punto. de com- petir con la Academia y el Liceo, como la de Megara y ta de Cirene. Mas tarde adquiriran importancia la escuela de Epicuro y la estoica, cuyo local estaba situado en la steapoikile de Atenas, de donde je viene su nombre de Pértico, Con ellas las formas de la didactica filoséfica griega se prolongan a través de. la educacién romana hasta el fin de la edad slasica. Los emperadores romanos estotizaron la educacién su rior, con lo cual la ensefianza de la filosofia recibié respaldo oficial. Marco Aurelio, que era él mismo filésofo, contraté maesires griegos para el Ateneo de Roma y establecié alli ocho cGtedras. de fildsofia. Otras escvelas universitarias importantes de la época imperial, como las de Atenas y Constantinopla, de- dicaban también particular atencién a ia docencia filoséfica. Con el advenimiento del cristianismo se produce una va- riante peculiar de la educacién filosdfica: ahora ella esta ende- rezada a refutar el saber paogano y, al mismo tiempo, a asi- milarlo dentro del cuadro general de la nueva concepcién teo- légica del mundo. Las escuelas de catequistas cumplieron al res- pecto un papel desiacade pues al ampliar gradualmente su cu- triculum terminaron por funcionar también como escueles filosé- ficas. Asi, en el siglo H, Ia escuela de Alejandria, bajo la direcx cién de San Clemente, no sdlo puso atencién en la formacién general y tealdgica de los educandos sino en el estudio de los ~ filésofos clasicos. “Su curso —escribe Ditthey— partia de la dialéctica, la geometria, la astronomio y fa éfica, para Ilevar- @ la lectura de los filésofos y poetas antiguos y desde éstos o la interpretacién de las sagradas escrituras y, finolmente, a la gnosis cristiana: Con esto se crea una nueva gradacién. dé ia ensefianza que imitaba en la materia docente cristiona ja gra- dacién, platénica que va de lo sensible a la intuicién de las ideas”. 3—i¢ filosofia medieval— La educacién cristiano tomé nuevas’ formas y alcanzé su pleno desarrollo y predominio en fa Edad Media a través de las. escuelas episcopales y mondsti- cas y, luego, de los Universidades. Bien que subordinada a ja fe y.a la teologia, fa. ensefianza filosdfica ocupdé en ella un tu- 1G, Dilthey, Historia de te nedageiria. Huenos Aires, Bi, Lowude, 1944, y, 12. BVOLUCION DE LA BNSERANZA FILOSOVICA a gar principal. La forma tipica de la didéctica filosdfica medieval es ef método escoldstico. que practicgmente sé ensefiored de los colegios y universidades. En éstas Ja filosofia era ensefiada en la facultad de artes, llamada asi a causa de las siete artes fiberales que constituian su materia, o sea, el trivium (gramatica, retérica y légica} y el quadrivium {aritmética musica, geametria y astrono- mia}, gracias a Jas cuales el futuro tedlogo, médico o abogado adquiria fo que hoy lomariamos cultura general, En esta forma- cién basica correspondia una porcién muy considerable. a fos es- tudios propiamente filoséficos. El método escolastico ofrece perfiles bien acusados ya a fines del siglo XI, gracias especialmente a Ia labor docente de Pedre Abelardo quien puso especial énfasis en el desarrollo de las dotes dialéctices del clumno. Tal como puede documentarse en un libre Sic ef non, el procedimiento de Abelardo tiene su centro en ta oposicién dé tesis que es preciso examinar, eriten- der y luego probar, sopesando jas razones en pro y en. contra ——de aili el nombre de si y no— de acuerdo con las doctrinas y los textos religiosos. Como sefiala J.M..Verweyen, en-la apli- cacién de este método, inspirado en to técnica de los canoni: tas, es determinante “el deseo de investigar lo. mas hondarien: te posible. los contrastes —que con frecuencia provienen de dife- tentes significaciones -verboles— que se encuenfran:en los Pa- dres, con el fin'de que el lector pueda lograr asi una solucién propia que armonice y considere todos los momentos. De este modo se aclaran los giros, mas tarde usuales, que encobezan las secciones ‘particulares de las investigaciones escoldsticas: quastio — videtur quod non — sed contra dicendum est — res pondeo — solutio.! Es decir, cvestién, objecién, contra-objecién, concepcién propia. La marcha del pensamiento progresa, por decirlo asi, hasta le solutio a través de la tesis y de ia antitesis, del sic et non".* Las 158 cuestiones propuestas por Abelardo en su libro y dejadas sin respuesta como una incitacién af alumno tector, son del siguiente tipo: “gs Dios una substancia o no?”, "eTiene Dios voluntad fibre o no?", “gEs peor pecar abiertamente que secretamente?", “;Debe basarse la fe humana en ja razén o no?", es decir, cuestiones concernientes no sdio a problemas teo- ldgicos, sino también morales y gnoseoldgicos, que el estudiante 2 Literatmente: cuestién —parece que no—- peto ve dice en coutrerio —respon- tlo— waluetin: , 2 JM. Verweyen, Historia de te (woffa medieval. Buenos Aires, Ed. Nova, 1957, 1 49, 2 DIDACTICA DE LA FILOSOFEA debio encarar haciendé uso a la ver de! andlisis logico y de la erudicién eclesidstica. En el periods de opogeo de ia escolastica se empleaban dos procedimientos didacticos principales: la lectio y la dispu- tatio. Lo primera consistia en la lectura ante los alumnos de tex: tos de fas avtoridades doctrinarias, con las glosas y comentarios que el maestro tenia preparados. Solia haber repeticiones, o ea, repasos de lo leido, a cargo de docentes mas jévenes o alumnos destacados; en las horas de repeticién se explicabon o acleraban puntos que los estudiantes no hobian entendido su- ficientemente. La disputatio era un debate, generalmente publi- co, ‘en que uno de los participantes, previamente designado, sos- tenia una tesis, o la cual los concurrentes hacian objeciones fun- dadas en la estructura légica del pensamiento y en las opinio- nes avtorizadas por los autores cristianos, tedlogos y fildsofos consagrados. El defensor de Ia tesis, o su turno, debia rebatir las objeciones y mostrar lo solidez del punto defendido. El trabajo escolar era intenso y duraba generaimente cua- tro afios, al fin de ios cuales el clumno podia obtener un gra- do académico. Aparte dei entrenomiento dialéctico que lograba tras la larga serie de ejercicios y debates, el alumno flegqabo o poseer un cumplido conocimiento de fos principales autorida- des de la Iglesia en materia teoldgica y filosdfica, asi como de aquellos pensadores antiquos reconocidos como guias doc- trinarios, entre los cuales, como es sabido, nadie disputeba el primado de Aristételes, no solo en la ldgica sino también en las demas partes de Ia filosofio y de Io ciencic. Por el siguiente calendario de clases de la Faculted de Artes de la Universidad de Toulouse, Francia, en 1309,' se pue- de advertir claramente la intensidad de Io labor escotéstica, su orentacién ideoldgica y el predominio incontestado de Aris toteles: La mafiona se dividia en cyatro periodos de estudio, dedi-: cados, ef primer afio, a las siguientes lecciones: 1’ Analiticos Primeros y segundos de Aristételes, en ef semestre de invierno, y les primeros cinco libros de la Ftica Aristotdlica, en el de ve- rano. 2° El Isogoge de Porfirio, las Categorias y De ia interpre- tacién de Aristételes y la Gramética elemental de Prisciano, en el semestre de invierno, En el de verano los lecturas versaban sobre los Seis principios de Gilbert de la Porrée, las Divisiones 1 Git. sein Ellwool P. Cubberiey, Readings in the History af Hadueatiun. Cambriice, Manssachusetis, EVOLUCION DE LA ENSERANZA FILOSOFIGA Th de Boecio o fos primeros tres libros de sus Tépicos, continudn- dose ademas con el libro de Prisciano, 3° Repeticién a cargo de bachilleres. 4° Lecciones extraordinarias, posiblemente sobre gra- matica’o ldgica. 5° Después de la comida de medio dia, confe- rencias de bachilleres o disputaciones. 6° Lecciones especiales por bachilleres y maestros sobre los Fopicos y las Refutaciones de ios sofistas de Aristételes, en el semestre de invierno y sobre la Fisica de Aristételes en el verano, En los afios siguientes se continuaba el estudio de estos libros, hasta el cuarto aio, en que se dedicaba mas atencién a las obras bioldgicas y fisicas y a la Metofisica de Aristételes. Con este trabajo la formacidén filosdfica del alumno tenia sin duda Ia virtud de aguzar su penetracién y su figura concep- tual, asi como su dominio de las fuentes doctrinarias conocidas, aunque también se corria el riesgo de habituarlo al verbalismo y a la total indiferencia respecto a los datos empiricos. Esto provocd, camo se sabe, la reaccién de los filésofos modernos dirigida en bueno parte no sélo contra el contenido sino tam- bién sobre ef método de filosofar escolastico y su reflejo en ta didéctica. No puede olvidarse, sin embargo, que fos moesiros de este periodo lograron hacer progresar mucho las técnicas didécticas vinculadas con Ja silogistica y ef arte de la argumen- facién y, ademds, suplieron con lo paciente lectura, ef comen- torio y fa revisién de los textos, la penuria de libros que afectd al medioevo. Conviene recordar, finalmente, ia importancia de las es- cuelas filoséficas Grabes y judias en este periodo. La expansién Grabe no sélo determind un florecimiento econémico y social, sino la eclosién de un poderoso movimiento intelectual, uno de cyyos aspectos mds interesantes es lo incorporacién y elabo- racién del baggie filosdfico griego a lo cultura de la época, En Espafia, por ejemplo, Cordova fue un centro importantisime de la educacién filosdfica, en que alternaron musulmanes, cris- tianos y judios, en un movimiento de comunicacién cientifica de sentido y repercusién universales. 4.—-La edad moderna.— Lo ensefianzo escoldstica se pro- longo en tas escuelas y- universidades o través del Renacimien- to hasta bien avanzada la Edad Moderna. Los cambios cultu- rales que entretanto se habian producido no podian dejarse notar, sin embargo, en la diddéctice filosdfica. La educacién hu. manistica, con su cultivo de la individvalidad y del espiritu libre, influyd. en un aligeramiento de !a pesada carga dialéclica y doctrinaria que soportaba le ensefianza filosdfica al final del « DMACTICA "HE LA FILOSOFIA mechoevo. El florecimiento de un nuevo tipo de planteles dedi- cades a ta ensefianza secundaria, el Gymnasium aleman, el College .y el ticée franceses y las Grammar Schools inglesas, fundados y sostenidas por los gobiernos @ la aristocracia, va a contribuir grandemente a esta renovacién educacional, En estrecha vinculacién con el movimiento hymanista . se desarrallé, coma es sabido, un nuevo gusto par los estudios clé- sicos basado. en el conocimiento directo de los autores griegos y latinos, Ejercié él una marcada influencia en la ensefianza de la filosefia, perque vinculd la nueva sensibilidad por el lenguaje con las exigencias de claridad y rigor en el pensamiento ("pen- sar correctamente sobre todas las cosas y expresar sin dificul- fad lo que se pienso” es el ideal expresado en un apotegma care a los humanistas)." Ademés, porque introdujo un nuevo mi todo de andlisis y comprensién de los textos filosdticos y agrupd a los especialistas ys amantes de los pensadores clasicos en cen- tros especiales de investigacién y ensefianza. Este es el caso de la famosa Acodemia Platénica de Florencio, establecida en el siglo XV, que funciond, bajo la proteccién de fos Medicis, como une escuela filoséfica. ta educacién filos6fica moderna ofrece, ademds, otros ras- gos que conviene destacar. En primer lugar fc influencia def libro impreso, que determind una formidable expansidn de las posibilidades de ensefanza y aprendizaje de fa filosofia, mds aun cuando. por esta época los filésofos comienzon a usar la Hamada lengua vulgar, o seo, los idiomas nacionales como el francés, el inglés, el espafol, el aleman, como medio de expre- sién filosdfica, en contraste con la hegemonia incontestada del latin en la etopa anterior. El Discurso del Método de Descartes, obra cuyo repercusion y trascendencia en la evolucién de la filosofia nadie ignora, fue significativamente escrita y publicado en francés. Por su parte Montaigne, Bruno, Locke, Berkeley, Hu- me, Leibniz y otros muchos grandes nombres de la moderni- dad filoséfica escriben también en fas lenguas nacionales ho- ciendo asi accesible su pensamiento a vastos sectores del publi- co occidental, £n segundo lugar es importante tomar nota del papel des. empefiace por el contacto personal entre los filésofos y su pu- blico, que unas veces tomé la forma’ de Ia docencia privada, otras ‘la de lo relocién amistoso informal, frecuentemente a tra vés de fa comunicacién epistolar, y otros’ en fin fa de las reunio nes de grupos y las tertulias en los solones. Mientras las univer. 1 GIL pee Ditthey, fre, eft, pe 174. EVOLUCION [E LA ENSERANZA FILOSOFICA B sidades permanecian ajenas a las inquietudes del nuevo pensa- miento filosdfico, todas estas variantes de la transmisién de ideas y de la conduccién educativa tuvieron decisiva importancia en la época, Las universidades, empero, no. podian permanecer indefi- nidamente divorciadas de Jas corrientes mds originales y fe- cundas del pensamiento filoséfico y fueron adaptandose gra- dualmente a él alo largo de Igs siglos XVII y XVIII. Muchas de ellas terminaron siendo Sbsorbides casi totalmente por determi- nadas tendencias modernas, como ocurrié con. el cartesianismo en Francia y el kantismo en Alemania. Este cambio de orienta- cién, que tuvo, al igual que el escolasticismo desplazado, sus excesos de dogmatismo e intolerancia, pero que representd un progreso innegable én el saber, hubo de reflejarse inevita- blemente en la diddctica filoséfica. La forma tipica de ensefiar pasd a ser entonces fa clase magistral en que el maestro de filosofia exponia sus convicciones doctrinarias, muchas veces fru: to de su propia reflexién y que significaban aportes decisivos al pensamiento filosdfico. Quiz la mds sefiera manifestacion de este trabajo docente fueron los cursos de Hegel sobre filo- sofia de la historia, estética, filosofia de la religién e historia de la filosofia, publicados pdstumamente y que constituyen par- te importantisima de !a obra filoséfica hegeliana. A lo largo del siglo XIX se inatitugi qnaliza la ensefianza fi- loséfica en las universidades de todo: tod paises y en las escue- las secundarias de algunos como fos i de fos planes de edu- cacién: de los estados nacionales. La mayor parte de las modali- dades y realizaciones de la diddctica universitaria y escolar de la filosofia que hoy conocemos y practicamos tienen su origen in- mediato en este periodo, que puede llamarse de asentamiento y normalizacién. La exposicién oral, la disertacién, los semina- tios, los sistemas tradicionales de interrogacién didéctica y de control oral y escrito def aprendizaje adquieren su configura- cién esencial y practicamente no varian a través del desenvol- vimiento de Jas corrientes filosdéficas que surgen en las univer- sidades durante esta época y fécilmente se adaptan a las dife- fencias nacionales de espiritu y legislacion. 5.—la filesafia actual— Las modalidades diddcticas que acabamos de sefalar corresponden en mucho a la situacién de la educacién filoséfica en la actualidad. Si se quisiera, empero, marcar algunas notes distintivas podria sefialarse la expansién mundial de! pensamiento filosdfico que extiende, enriqueciéndola y unificandola, la educacién filosdfica mas alla de los ‘limite: de ‘a cultura occidental. Pero esta expansién na sdlo ‘es 76 TIDACTICA DE LA FILOSOFIA nacional sino tombién intranacional, pues a la’ difusion del li- bro se agraga la de los semanarios y diarios de altisimos tira- jes, con lo cual se pone al alcance de muy vastos publicos las ideas y corrientes filosdficas. Existen, ademas, otros medios de comunicacién de masas, como la radio y !a television, que es- tan siendo empleades también para llevor la cultura filosdfica a aquellos sectores del piblico que no frecuentan las escuelas especializadas y los universidades. Aparte del aprovechamiento de los realizaciones de la es- cuelo nueva, el avance tecnolégico y su aplicacién a la educa- cién se ha retlejado asimismo en la didactica filesdfica, espe- cialmente en ciertas famas, como la légica, en fo cual es fre- cuente hoy ef uso de maquinas y de procedimientos de ense- fanza progromadd. Por lo que respecta al trabajo académico regular, cabe ano- ter un rasgo importante de la educacién contempordnea, o sober, la existencia de una cefinida especializacién de le do- ‘cencia filoséfica, sensible, por ejemplo, en lo. organizacién de inatitwhos, centros académicos o departamentos universitarios de- expresamente @ la filosofia —separades por lo general enteramente de la psicologia y otras ciencios hymanas—, en to publicacién de revistas y otros érgonos dedicados énicomente a materios filoséticas y en las reuniones nacionales, regionales e internacionales de estudioses de: lo filosofic. Por otra parte, es digno de resoltarse, asimismo, el contacto interdiaciplinario gue peerca 2 los filbsofos y los inwestigadores centifiens de te» Jas romas y obliga o una mayor apertura y flexibilided de jes curricula académicos. 6. ibliografio Mtinson, C. y Maletka, E., Historia ds [a educocidn. Barcelona, Ed. Martinez Roca, 1965. Cubberley, Ellwood P., Readings in the History of Education. 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