Por pedido del editor de esta página escribo, con auténtico orgullo, una nota

preliminar que sólo tiene el interés de poner mi hombro y todo mi apoyo a una
iniciativa efectuada desde la Argentina para toda América, lo que surge ya desde su
primer número donde escriben jóvenes abogados de Ecuador, Bolivia, Panamá,
Argentina y Costa Rica.
El Derecho necesita de una renovación permanente y además –en épocas de
globalización-, el intercambio de información y conocimiento entre todos los
agentes que intervienen en su formación y en su aplicación; ya sean alumnos,
profesores, abogados, jueces o legisladores.
Esta creación y uso no puede quedar solamente reservada a los especialistas sino que
debe extenderse, en un plano de democratización, a toda la ciudadanía; en la medida
que, quien no conoce el derecho no puede hacer valer los propios frente a terceros o
frente al propio Estado que en muchos países latinoamericanos lo desprecia.
Estas palabras tienen sólo el reflejo de mis muchos años en la justicia de mi país y
en el ejercicio de la docencia y de la cátedra tanto aquí como en el extranjero.
Debo aclarar que soy Doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires Y
Abogado especializado en Derecho y Administración Pública por la misma
Universidad de Buenos Aires y en Derecho y Economía por la Universidad Carlos
III de España; me desempeño en el Poder Judicial de la Nación desde 1971 y soy
docente desde 1975.
Eso hace que mis palabras de encomio ante estos jóvenes que se lanzan a la palestra
para escribir y dar a conocer sus pensamientos sean doblemente satisfactorias.
Con el mayor poder de síntesis posible me referiré a los tres artículos que son
propios de mi materia.
El primero de ellos, del abogado Marcelo Dávila de Ecuador, sobre la declaratoria
de nulidad de pleno derecho en la propia sede administrativa, donde, con referencia
a una abundante doctrina, el autor nos clarifica los supuestos en que, por tratarse de
una nulidad aberrante y sobre la base del principio de legalidad, es a la propia
administración a la que le corresponde la declaración de nulidad en su propia sede.
El segundo de los trabajos, de Wilfredo Rojo Ardaya de la República de Bolivia, nos
introduce en el tema siempre debatido del servicio público y, específicamente al del
servicio publico del transporte; clasifica los servicios públicos, trata el marco teórico
conceptual y continua una línea de pensamiento basada en los grandes escritores
Franceses de la escuela de Burdeos como Duguit y Jeze.
El tercero de los artículos, ganador de un premio en la República de Panamá,
presentado por Carlos A. Cavalli Yee de gran enjundia, relaciona el derecho
administrativo y su contribución al fortalecimiento de la democracia, lo que nos
remite a las primeras palabras de estas líneas; es decir, el derecho administrativo
como defensa de los derechos individuales frente a la soberbia del Estado y el
afianzamiento necesario de nuestros sistemas democráticos formales.
Auguro a todos los que han escrito, y a todos los que escribirán, así como a su editor
el mayor de los éxitos.

Pablo Gallegos Fedriani