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Terapia familiar sistémica-construccionista. Légicas sociolingiiisticas que co-dicen® Maria Hilda Stinchez Jiménez Introduecién Cuando we sistema no puede resolver sus problemas vitals, se degrada, se desiniegra, 0 bien serevelacapas de gonerar wt metasstoma (que sepa ratar sus problemas: se metamorfosea (2) Para tr acta la meiamorfosl ex preciso csombiar devia. Edgar Morin (2011.31) El presente articulo contene algunas conclusiones de une investigacin en torno ala manera como terapeutas sistémico-construccionistas y consultantes organizan légicas sociolingbstcas diferentes cuando hablan sobre la situacién problema y cuando co- ‘construyen conversaciones potenciadoras de cambio. Las logicas sociolingusticas que co- dicen son las creaciones conjuntas entre heblantes ~en miltiples combinaciones:ferapeutas yy consultantes, consultantes entre si, teapeutas y algunols de los eonsultantes~ que deo {e un foco temtco de la conversacién se complementan ya sea para mantener el conficto ° para buscar una sali {y no verbal- de afimaciones, pregunas,respuestas, estos, movimientos y entonaciones en al mismo. Se caracterizan por una secuencia comunicativa ~verbal contexto, orgenizadoras de pautas que conectan lenguajes, tanto los centrados en el | problema como los centrados en el cambio. 5 Gorteria de eats pncncia ee read de reflesionesdisionales mites dedactarad en Pilg, ela Unvecsidad de Buenos Aes, lad: “das scioingaseos, familias yep semi. rocesas 4s cambio soci Mi drestora de eis, ln Dra. Dora Fed Scala fe ete tec de vida ‘ena! profesina, mica de navegctn y qulen me apis rcoedala com times de paso Y Er. 10s Ss Por lo tanto, este articulo entrega una base teria de tres categoriascentrales para el andlisis de esas conversaciones: cdigos socilingtistices, tiempos procesales y contextos ineractivos, tiles para los terapeutas de diversos enfoques epistemolégicos. La relacion de “Balas eategoras, ola observacion sobre cada una de ella provee de pistas para que laos terapeutas, por un lado, identifiquen difcultades en el proceso transformativo durante la terapiay, por el otro, reconozcan formas de inteaccign conducentes a modificar las pautas ineractivas que mantiene el problema, para impulsar nuevas oportunidades hacia eneuentros més innovadores cercanos al cambio. Finalmente, el artieulo presenta un fragmento corto de une historia de vida y del proceso de intervencién, el cual es analizado en ef marco de la categorias mencionadas, mediante a utlizacion de frases que ayuda de cambio 7 La propuesta de este arrculo cobra importancia en el campo dela psicoterapia, para todo terapeutay, por ende, para los diversos procesos de intervencié que se desarrllan con personas, pareja, familias o grupos sociales que desea transforma algin evento de la Vida cotidians, Este articulo deriva de la investigacin ttulada: “Cédigos socfolingustios, familia y terapiasistémica: procesos de cambio sociofamiliar” (Sanchez, 2014a). El desarrollo de «esa investigacintuvo como base el estudio de cinco conversaciones terapéuticas, desde Ia primera sesién hasta el cieme del proceso euando los eonsultantesexpresaban cambio en su situacin familiar, personal social. Fue una experiencia vital seguir paso a paso los diversos momentos de los process y los dislogos terapéuticos, observando qué acontecta en Tas personas, en cada uno de los espacios y tiempos creados en las conversaciones. Puede deseribirce como una mirada atena alas formas de relacin entre los integrantes de Jas familias y lasios terapeutas cuando inieiaban las conversaciones sobre el problema- qua hastz el momento en que las families consultanes expresaban palabras diferentes para manifestar cémo “perebian", “senian” o “vivian” algo nuevo en sus vidas, en sus Felaciones, en las maneras de actuar de cada uno, articuléndolo también ala forma en que veian las nuevas acuaciones de la otra o del otro, [En cada proceso terapéutico y en cada sesidn, se creaban unas. légicas cilingtisticas tpieas de Tos lenguajes del problema y otras tipieas de los lenguajes del |ecambio, Habja algo que diferenciaba estos momentos, en tanto los patrones de interaecidn ‘eran diferentes y, por ende, eambiaban las formas en que las personas hacian referencia & Tas situaciones, a las personas yal protagonismo de cada hablante en alguna fase del problema o en alguna fase del cambio. Igualmente, en cada una de estas fases las y los Terapeuias formulaban preguntas, afirmaciones "y comentarios, provocando gros | socialingdtsticos en los ejes tematicos de estas conversaciones conducentes a Ie co construceién de otras plataformas relacionales Por ejemplo, en los cinco casos durante el elato del problems hubo fragmentos de interrumpe una pauta narrative introduciendo una ‘modificacién en ef face temitico o en un cambio de hablante, especialmente cuando ay conftontaciones o connotaciones negativas; introduce giros sociolingsticas que van de la connotacin negative al reconocimiento de algo 0 de alguien. S{.Céidigo de reconocimiento: enaltece los esfuerzos, logros y recursos de las personas © del gro sociafamilia para-aportar a procesos de cambio; reconoce el potencial e las personas y la acciones que aporan al cambio otranformacién de las scciones y los procesos relacionales; frtalece y respeta las expresiones diversas y diferentes de la/los ‘tras/otros; facta en las personas una participacin més activa, democrticay colaboratva. 6) Cdigo de complemento: ofGenia los didlogos en eontextos mis eolaborativos: valida 0 reffenda aquello que el otro 0 la ova dice y hace; busca la coordinacién de acciones y elaciones que ayudan a concretar nuevos contextos,conforme alas expectativas Y fines de I conversacign terapéuties, 7)_Cédigo imaginative: atienta a las personas hacia Ia ereacién de recursos personales y sociales, hacia le planeacin y ejecuci de proyectos de vida y hacia nuevas ormas de abordar los conlictos;ubica propuestas de accién y relacin a futuro, dirigidas hacia Ia innovacién, las expectativas y el cambio; centra las conversaciones en aguello que 1pro-viene (viene favor) de Iss personas 8) Cédigo integrativo: recondce otras formas, o redes de apoyo, que permiten slcanzar el cambio y consolidar proyectos de vide deseados; ubiea experiencias pasadas y presentes que pueden ser aniculadas para faciltar el cambio o la toma de decisiones; enaliece otras fuentes de apoyo que favorecen el proceso que viven las personas (Sénchez, 2013; Séncher, 20149; Sénchez, 2014) En la investigaién, se encontré que durante las conversaciones sobre los problemas Jos hablantes crean patrones rlacionales mas cereanos a los e6digos sociolingUisticos de m contrastacin y ebote. En los lenguajes del cambio los patrones relacionales se caractrizan Por una mayor ereacin de cédigos de reconocimiento, imaginativo y de complemento. El cédigo de contexto esté presente en todos los momentos y focos de la conversacin, Mientras que el cédigo de suspensin es un mediador para que Ia o el terapeutainduzea ‘cambios en las formas como las personas hablan acerca de alguien 0 de algo, ala vez que invita a conversar sobre temas que motivan otra formas de lenguaje. El tiempo procesal, un tiempo de la vida cotidiana “Las explicaciones de la accién humana difcilmente pueden proceder sin una inrustacin temporal. Comprender una accién es, en realided, situarla en un contexto de acontecimientos procedentes y consecuentes” (Gergen, 1996, p. 233). Es imposible un Tenguaje sin tiempo. Pro, cada tiempo es diferente, tiene formas dstntas de acuerdo con el contexto que lo regula y en el que se construyen diversas interaciones en diferentes grupos sociales. La concepcién del tiempo procesal, en el caso de la terapia o de la conversacin terapéutica no es el del tiempo mecdnico del reloj sino el tiempo de la vida Ihumana ~el tiempo intersubjetivo-, no se reduce Ia duracién y al nimero de sesiones 0 encuenttosterapéuticos, sino al lapso de vida involucrado en un proceso terapéutico en el cual Ia conversaeiGn entre consultantes y terapeutas empieza en su primer contacto y se prolongs hasta més allé del ciere, pues el ciere es un punto de llegada y de partda a la Como el tiempo, la conversacién no retovede. Lo que haya transcurido en el proceso terapéutico ha pasado a ser parte de la cotidianidad de cada persona y de sus relaciones. Por ejemplo, después del cierre, la conversacién terapéutia va siendo menos presente, pero puede ser el presente de aquello que se el futuro (dimensién teleoligica) de Ja conversacion creada entre terapeutas y consultantes. Es devr, aquello que se eonverss con lafel terapeuta en un momento previo, en el presente llega © ser una narrativa con matics diferentes. Este es un tiempo no lineal, como afirma Riceur euando hace referen 8 Ia praxis catidiana en la que se articulan los tres presentes inductores del relato®, hilo conductor de la naracién: “el presente del futuro, el presente del pasado, el presente det presente” (Corona, 2005, p. 167), porque los seres humanos viven en el tiempo, en su historia, en el tiempo vital del'ahora, no abstracto ni lineal, sino del ahora de la preocupacién como cuando alguien dice “estoy triste, no quiero perder el tiempo” (Betancur, 2007). Si vemos la reac entre pasado, presente y futur como una relacién recurrent en la cu tna dimensiin dl tempo sontexuaiza las otras podemes operar sobre las diferentes Gimensones temporles de las historias del consttante y de Ia elaidn terapetica (Boscolo y Berrando, 1998, p59), Too cuanto ne qu ver cm nintergratcin del emo, desde una mind contemporines hemendt, enomenolgin dl mun hanno, se eseia en vara cbas eestor (Ric, 1983, 19950) ua La similitud entre Jos tiempos de la narracién y los tiempos de la conversacién terapéutica es que ambos son verbales; es decir, las personas con el uso de ambos tiempos ~ cl narrative y el conversacional- traen las acciones realizadas por ellas que sirven de referente para hablar sobre un acontecimiento dela vide cotidiana. Mediante la narracién, las personas hacen un desplezamiento continuo de la accién en el tiempo, un net aa quero restr que In afmacioes de Jets, despate del proceso de acompatamieat © Inzreosn piconet ens! aro dear selessocilngisti relacionadas cn los leagues del bio) seals selina aruda Ls cigns Inaginativo, de econocentoeinerative ) ‘impo poceal de etal en present y ft: «) conto itracivo de Gol en pinerapetson Gel ingly pur ‘Ea cOaveracn lead an El Salad, el 16 de mayo el ato 2013. Fo importante reconoce, mediante lu vor de Jao, or lanes det proceso de ntevencon powell qu Io heranditrente de los dems ‘Sompatanintos gu ult poder visio fon oa nstocione tor proeioser. Exo Sbeece 2 {or en Colombia se Ban ereno orseismos gu avon ala reper 9 resabesiient de derechos & ‘stimassbreviiertes dl sono amas, ns {de 28 aos, parece un tiempo corto para detallar pasajes de los recuerdos que hacen viva la ‘memoria de lo que fue una tragedia que destruy6, por muchos afos, la vida de ella su familia. Ahora, es un referente histrico que ha sido tomado por Julieta como lo que no puede repetirse y por ende, lo que hoy Ia fortslece a nivel personal, familiar y social. En lo Personal, porque aprendi6 que no puede permitir que otra persona haga dafo a su cuerpo ¥ destruya'sus suetos. En lo familiar, ya que sus proyectos se han centredo en protege a sus hijos de cualquier forma de violencia y en ofrecerles un mejor futuro. Y, en lo social, por ‘cuanto hoy es reconocide como lider comunitaia en el municipio de El Salado, ‘especialmente como organizadora y promotora de la NO violencia contra les mujeres, una lucha que ha hecho extensiva a favor de las mujeres de Colombia" Frente a esto, concluyo con la siguiente frase: “Haber sido" constituye el referente limo al que se spunta por medio del "no ser més”. Le ausencia se desdabla también en la imagen presente y en la de las cosas pusadas en tanto fue cumplida en relacin con el “haber sido", y es en este sentido aquello que sucedié con anterioridad significa la realidad, pero la realidad en el pasado (Vergara, 2006 Referencias bibliograficas ‘Anderson, H. y Goolishian, H. (1996). El experto es el cliente, La ignorancis como enfoque terapéutico, En Sh. MeNamce y KJ. Gergen (Eds), La terapia como consruccién social (pp. 45-59). Barcelons: Pads, Anderson, H. (1999). Comersacién, lenguaje y posibilidades. Buenos Aires: Amomortu Editors S.A. Bajtin, M. (1997). Hacia una fllosofa del acto ético, De los borradores y otros escrtos. Barcelona: Anthropos. M. (2000), Yo tambign soy (Ragmenios sobre e tro). Méxivo: Taurs, (1982). Euétca de laeveacin verva. México: Sigho XXI, 2009 Bajtin, M. 2011). EL hablante en la novela. En Las fromeras del discurso Buenos Aires: las ‘cuarenta Bateson, G. (1991). Una unidad sograda. 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Desde dicha perspectiva el terapeuta asume la libertad de conversar haciendo uso de la improvisacién, la couriosidad y la ereatvidad. De esta forma cada conversacin es algo inico e irrepetible. Esto ha ido generando en los terapeutas la necesidad de analizar las conversaciones terapéuticas en ls que participa Los “ebdigos scalinghinior lot “uempos proces” lo “contexts, imeraivs’,eaupoiae teas tabsjadns_por Th avr aporan ana inereame tersposva pase nls de a cooversacenee, Son de un ulidad pra rapes Ge Gites enfguesepsemolgisos que desean examin la converatnteapeuts + fo ve tents fas cede combi Asis eau ave “fY {snl se relia sempre dene una pepectv neracionl eninge os mesos de la conversacién son protagonistas activos, lo cual permite analizar los giros ‘) conversions qu inode ca no % EE anilisis sobre el caso ejemplifca claramente un pasaje desde el lenguaje del problema al Ienguaje del cambio y pone de manfiesto la importancia de prestar atenciéa al tiempo en el lenguaje para orienta la conversacion hacia el cambio En resumen, considero que este texto aporta muchas categoras ities para analizar tun objeto tan comple, © dialdgico como son las conversaciones terapéutics, Maria Hilda, gracias por compartir tu taba Reflexiones de Edgardo Morales Arandes (Puerto Rico) El trabajo de Maria Hilda representa una contibucién valiosa al desarolio de la préctica dialégica y gencrativa, Nos oftece una mirada al uso de tes categorias centrales (Qos ebdigos sociolingtisticos, los tiempos procesales y los eontextos interactivos) para ‘examinar las formas de intraceién en la psicoterapiay para generar pauasinteractivas que sivan para potencia el cambio, Como bien dice la autora, el trabajo provee una “guia para idenificar y comprender la ruta dial6pica ereada entre las personas, como también la ruta sobre cémo actian frente a To que conversan,(..) esta gula ayuda a seguir la ruta de quello que se altera al dar un nuevo significado, al expresar un supuesto o afirmacién sobre aquella que se conversa y al manifestar una nueva pauta de inteaceién”, Me parece que la propuesta de Mara Hilda sive tanto a terapeutas experimentadog como a los mis jévenes en la prietica de la psicoterapia, La estructura analftica que ropone,paticularmente en lo que 5 retire al uso de eSdigos socolingisticos, sive para 7 propiciaereflexiones inteesantes y potencialmentetransformadoras, ya que provee de un. / ‘marco de referencia innovader” pera evaluat las. conversaciones que. terapeutas y consultantes sostienen en la psicoteapia. A los principiantes les provee de una estructura | s mt que puede acelerar su proceso de aprendizaje, y a los mis experimentados les brinda La ‘oportunidad de enriquecer sus miradas y ampliar sus eapacidades para sostener didlogos wansformadores La propuesta de Maria Hilda hace énfasis en lo dialdgio y lo elacional. Es deci, al referirse a ligicas que se “co-dicen” su anilisis apunta Ia polivocalidad ¥ « procesos relacionales y dalogicos itiles para co-rear las realdades sociales en las que paticipamos. En ese sentido, su propuesta nos invita a reflexionar sobre la forma en que los e6digos y las ‘gieas sociolinguisticas que emergen en el discurso ola narativa de nuestros consultantes © nuestros supervisads, surgen como fendmenos co-ereados, en los que participan riltiples eontextos y en ios cuales juegs un papel central el intereambio entre supervisor- supervisado o consultante-terapeuta.De ahi que las indicaciones que sc le pueden ofrecer @ lunva supervisado/a no operan como un tipo de recetao una prictica monoldgica que intenta imponer el discuso del terapeuta o supervisor. Por el contrat, operan como “posibilidades para intervene” y -pienso yo como puntos de referencia para reflexiona, dialogar y sctuar. Acentuar lo co-creado, conviert la relacién en el foco de la intervencibn, y los dios lingsticos en una actividad que es producto de la accin conjunta. Esto, a su vez, rmueve al erapeuta y/o al supervisado a deserrollar una Sensibilidad relacional a aquello que es el trabajo principal de la prictice generativa: conocer y acentuat momentos en la felacin que promucve la imaginacién, provocan lo inédito y generan una ruptura novedosa con discusos y précticas problematizadas. Esta forma de praticarresalta la importancia el didlogo que se fundamenta en el aprecio y es capaz de gestar nuevas opciones y posibiidades ane os desfios que las personas encaran en su vida, Al leer el. trabajo de Maria Hilda, reflexioné también sobre las miltiples aplicaciones que tiene lo que escrbe, mis allé de los confines de la psicoterapia o la supervisin clinica. Su trabajo affece recursos importantes para todo aquel que tabala en contextos relaconales y profesionales cuyo propesito es generar formas de didlogo que propicien el cambio y la transformacién. Veo, por lo tanto, su uso productive en el trabajo on grupos, comunidades, eseuelas y organizacones, en contexts de formaciSn y de ~ trabajo con conflict, violencia y marginacién. En cada uno de estos escenaros, su idea de examinat las transformaciones que ocurren en los eédigos lingUisticos de os didlogos en los que se paricipe, apuestan a la capacidad regencrativa del intercambio y las relaciones. También, esata la importancia de desarollar sesibilidades y capacidades auto-eflexivas, que puedan reconocer momentos cuando nuestras conversaciones estn entrampadas en la Jogica del problema, y también aprovechar aquellas instancias en que nuestro didlogo propicia movimientos mis esperanzadores, capaces de crear nueves sentids y significados,

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