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ETAPAS DEL PENSAMIENTO NEUROLOGICO: J. M, CHARCOT, H. JACKSON, C. VON MONAKOW Y K. GOLDSTEIN Por J. O. TRELLES E] significado del cerebro, proyectado en las ciencias biolégicas, es una preocupacién muy antigua del pensamiento humano. El deseo de! conocer Ja funcién nerviosa y sus relaciones con la mente y el espiritu' ha evolucionado desde la magia y el rito, pasando por el empicismo ni- hilista, hasta la Neurologia y la Psiquiatria modernas. Mas, todavia‘ hoy, las relaciones entre el cerebro y la mente y los problemas de la enfermedad nerviosa, siguen motivando hondas cavilaciones. Sin em- bargo, en esta lucha por descifrar y desentrafiar se ha obtenido gran- des aciertos por la influencia decisiva de uno o de un grupo de gran- des investigadores que arrastran los espiritus y, a veces, fuerzan los hechos, al punto de producir desvios. Estas grandes corrientes del pen- samiento tienen un ondulante vaivén que corrige y rectifica las dema- sias. Asi, hemos asistido al reemplazo de doctrinas que creiamos defini- tivas por otras, que pasaran a su vez. Mas, a pesar de estas oscila- ciones, el progreso cientifico se hace siempre en una ascensién insen- sible, continua, armoniosa en que no se advierten grietas ni asperezas. Por opuestas que sean las teorias, e] edificio cientifico se enrique- ce, es que en él la doctrina sélo es el revestimiento. Cambia el deco- rado, el colorido, el adorno, pero los muros quedan, la csamenta se en- riquece con cada capa de barniz. En este hermoso y magnifico palimp- sesto se puede raspar y percibir las capas sucesivas, amalgamadas, com- penetradas, armonizadas, embellecidas con la patina del tiempo. Nada mejor que realizar un sondaje y retener las capas que co- rresponden a la obra sefiera de cuatro grandes, entre los grandes, pues representan etapas decisivas en la evolucién del pensamiento neu- EVAPAS DEL PENSAMIENTO NEURDIOGICO 221 ——— vos robiologico: J. M. Cnarcor, H. Jackson, C. Von Monaxow y K. Gowvstew. Excusadme sefiores psiquiatras, de citar s6lo estos grandes neurdlogos, pero es que su obra me es familiar y tiene ademas decisiva influencia en la psiquiatria. También omito la obra, sin embargo genial de CAJAL, de Vurrian, de SHeraiNGTON, de tanta importancia para la neurobiologia. Mi ambici6n es destacar las etapas histéricas en el de- senvolvimiento del pensamiento neurobiolégico marcadas por Ciarcor, en el tercer cuarto; por JACKSON, en el ultimo cuarto del siglo pasado: por Von Monaxow, en el primer cuarto de este siglo y por Kurt Gouvsrtin. en la época contemporanea. Deseo también aclarar gue el estudio de la obra respectiva de cada uno de ellos no representa situar- Jos en mi espiritu « todos en el mismo plano, podemos guardar nuestras preferencias, nuestra reverencia mas marcada Etapa de J. M. Charcot Es a la obra metédica y genial de Crarcor que la Neurologia debe incontestablemente su aislamiento del tronco médico y su elaboracién. Esto le da un titulo excepcional: es el padre de la Neurologia, el ‘Titan. como se ha dicho. Mas, no se trata aqui de analizar su obra pragma- tista, ciclépea, de la edificacién de la neurologia que realiza a partir de 1862 en que, a los 37 afios, traspasa el pértico de la Salpetriére que todos conocemos, recinto que no dejaria hasta su muerte en 1895. Quie- ro enfocar la obra doctrinaria, recordar como concebia CHARCOT el fun- cicnamiento del Sistema Nervioso, cémo se hundian sus raices estructu- rales en nuestro organismo, como se traducian las agresiones morfol6- gicas en la variada gama de los sintomas y signos que ofrece la pato- logia al clinico en el cotidiano devenir hospitalario o del gabinete. Sos- tenia Craxcor Ja primacia fundamental de la clinica, porgue siendo en ltimo analisis el hombre enfermo el principio y el fin, el sujeto y el ob- jeto de Ja actividad del neurélogo, es la manifestacién del organismo enfermo que constituye la clinica, la exclusiva y dnica realidad palpable. Daba fuerza de dogma al pensamiento que recogiera de Claudio Brr- NARD que “es necesario subordinar la fisiologia y la anatomia a la nica y no ésta @ aquellas; se debe plantear el problema médico. tal como resulta de la observacién en la enfermedad, Iuego buscar la explicacion fisioldgica. Proceder de otro modo conduce a desfigurar la enfermedad y perder de vista al enfermo” Jean-Martin Charcot (1825-1893) Planteaba en principio que no siendo el cerebro del hombre igual al de los animales, los datos de la fisiologia y de la experimentacién deben ceder el paso a los hechos obtenidos por Ia clinica y controlados por el examen metédico de las lesiones organicas. En el hombre, las funciones del encéfalo no pueden estudiarse definitivamente sino por intermedio del método anatomo-clinico. Existe en Medicina todo un do- minio que pertenece propiamente, exclusivamente al médico, que sélo él puede cultivar y hacer fructificar, que necesariamente esté vedado al fi- sidlogo que confinado. sistematicamente a su laboratorio desdefiaria las ensefianzas que se obtienen por el examen del hombre enfermo, Sin embargo, la condicién esencial del progreso es el recurso a las ciencias anatémicas, fisiolégicas y otras cuya_intervencién es indispensable; en efecto, la practica médica no tiene autonomia real, vive de préstamos, ETAPAS DEI. PENSAMIENTO NEUROLOGICO 223 de aplicaciones, que, sin una renovacién cientifica incesante, se vuelve pronto una rutina retardataria. La doctrina de CHARcor se basa fun- damentalmente en las localizaciones cerebrales y espinales, a las que dié vigencia y fuerza. Las diferentes regiones del neuroeje corresponden a funciones precisas: el lenguaje, la motilidad voluntaria, las diferentes formas de sensibilidad, las praxias, las gnosias. En otros términos, el cerebro es un érgano heterogéneo formade por tna pequeita constelacién de pequefios “organismos”, con funciones especificas, en esas zonas hay agrupaciones celulares en el seno de cuyas células quedaria impresa la huella de las impresiones sensitivas y sen- soriales, de las vivencias, de las experiencias integradas, de todos los mecanismos mnésicos: se localizarian bajo la forma de imagenes que estarian guardadas en el protoplasma de las células y que podrian fun- cionar a manera de placas fotograficas, reproduciendo, en un momento dado, Ja impresién recibida en el pasado: imagenes visuales, auditivas, olfativas, sensitivas, cenestésicas, etc., las cuales a su vez podrian con- verger en células efectrices y traducirse en drdenes de ejecucién que dis- curririan en los diferentes haces efectores; a veces las érdenes son mas elaboradas, son mecanismos praxicos, imagenes motoras, verbales. Re- cordemos el esquema clasico para la afasia, que CHARCOT elaboré a dis- gusto, Gnicamente con fin expositivo, para hacerlo comprender a los es- tudiantes y que tanto se Je reprocha ahora. La enfermedad resulta, para Cuarcor, por una agresién endégena (© exdgena sobre el organismo que perturba su normal funcionamiento. La lesion produce la supresién o la disminucién de la funcién o la exalta por un mecanismo irritative. ;Qué se puede imaginar de mas sencillo, de mas claro y preciso? La lesion produce el sintoma directamente: en- tre aquella y éste no hay fendmenos misteriosos, no existe un velo que cculte su determinismo a nuestra mirada acuciosa. El sintoma sale ar- mado con todas sus caracteristicas de la lesién. Pero, al mismo CHAaR- cor le parecié que las cosas no eran tan sencillas, que habia sintomas inexplicables, sintomas complejos y asi cay6 en el estudio de “la gran- de neurosis” en que tantos desvios se le reprocharon; cuando en reali- dad, el tiempo, el gran nivelador, le ha hecho justicia demostrando que 41 intuyé el papel fundamental de los mecanismos emotivos y tensiona- kes instintivos, abriendo el camino que debian desarrollar JANET y REUD. 224 J. 0. TRELLES La doctrina Charcotiana polariz6 los espiritus; sin embargo, se pu- so de manifiesto que entre la lesién y el sintoma existe una solucién de continuidad que no habia visto Cuarcor. La nocién de este vacio que existe entre la lesion y el sintoma se ha ido afirmando mas y més; domina toda la doctrina neurobiolégica, determinando la revisién, cada cierto tiempo de todos nuestros conocimientos, aim de los que creiamos ms sélidamente establecidos. Dentro del pensamiento doctrinario neu- rolégico después de Cuarcor se han ofrecido tres acabadas sistemati- zaciones que se debe examinar rapidamente: el sistema basado en la evoiucién, de JACKSON; el sistema basado en la fuerza creatriz de la “hor- mé", de Von Monaxow y el sistema holistico de GoLpstEIN. Etapa de H. Jackson La doctrina Jacksoniana impregna el horizonte neutolégico contem- poraneo, Puede reducirse fundamentalmente a su pensamiento e ideas sobre la evolucién de las enfermedades neuroiégicas, tan conocido hoy y. sobre todo, a sus conceptos sobre la génesis de las enfermedades mentales, poco difundido. pese a las versiones de neojacksonismo ofre- cidas por Levine en 1934 y al esfuerzo mas sistematizado y fecundo de Ey de Rouart en 1938. Para Jackson Ia biologia nerviosa se caracteriza por la evolucion en el sentido de Spencer. Las enfermedades nerviosas son regresiones de la evolucién, es decir disoluciones de funciones progresivamente ad- quitidas en el curso filogénico y ontogénico. La disolucién se opone a ja evolucién, La evolucién es e) pasaje de lo mas organizado en el sen- tido de fijo y estable en el momento del nacimiento, a lo menos orga- nizado, a lo que se va organizando en el curso de Ia vida; de lo mas simple a lo complejo, es decir desde Jos niicleos inferiores hacia la cor- teza: de Jo mas automatico y primitive hacia lo perfeccionado y volun- tario De estas tres premisas surge una triple conclusién; los centros mas clevados, la cima de la evolucién nerviosa, “‘constituyen el origen del espiritu”, 0 la base fisica de 1a conciencia. Son los centros menos orga- nizados, mas complejos y mas voluntarios . La disolucién, proceso inverso a la evolucién, es la regresién a lo automatico, a lo simple, a lo mas organizado. La disolucién es siempre parcial, pues total significaria la muerte. y por tanto persiste siempre s Jackson (1834-1911) un cierto nivel de evolucién, En cada alt acién nerviosa se debe con siderar un elemento negativo, sintomas de déficit debido a pérdida de ciertos niveles de evolucién y un elemento positive. sintomas positivos, que se deben a la actividad del nivel de evolucién persistente, que trata de exaltar sus funciones y escapar al freno del nivel superior y adaptar el sujeto a las nuevas condiciones de vida. La enfermedad no produce Sino sintomas nerviosos y mentales negativos que corresponden a la di solucién; mientras que todos los sintomas nerviosos y mentales positi- Vos resultan de la actividad de los elementos nerviosos no afectados por el proceso patolégico, son expresion de la actividad de niveles infe- iores persistentes. Es evidente que en una lesién cortical existe un dé- ficit motor y al mismo tiempo, por el nivel de evolucién que persiste, las manifestaciones de liberacién: la contractura, la hiperreflexia, el sig- 226 J. 0. TRELLES no de Babinsky, En las lesiones de cuerpo estriado también aparecen sintomas negativos: la pobreza de la mimica o de los movimientos aso- ciados y sintomas positives: la rigidez y las disquinesias. La dicolucion uniforme y difusa de los centros superiores intervie- ne en el comportamicnto mas evolucionado y por ende, en lo ras intima de Ja personalidad, determinando el predominio de estratos inferiores en la conducta del individuo. Este seria el origen de las enfermedades men- tales, donde existe una notable distorsién de la personalidad. El terreno neurolégico es el de las disoluciones locales y el terreno psiquiatrico ef de las disoluciones uniformes, ambas con sintomas negativos y positives, En las disoluciones uniformes, la enfermedad originaria una per- turbacion del comportamiento del paciente; estaria disminuido en su mun do exterior y a la vez en una alteracién de la estructura de la persona- lidad. Asi se explicaria el mundo del enfermo mental, el autismo, fos en- suefios, las alucinaciones, las delusiones. La doctrina Jacksoniana en Psi- quiatria diferencia varias gradientes: 1) La estructura neurética, donde queda presente el juicio y el pensamiento. 2) Las estructuras paranoi- des donde el paciente es un delirante razonado muy dificil de compren- der. 3) Las degradaciones oniroides. 4) Las disociaciones maniaco- depresivas. 5) Las disociaciones esquizofrénicas y, en fin; 6) Los esta- dos demenciales. Esta doctrina de gradiente de las alteraciones mentales ha perini- tido, antes que el psicoandlisis, entrar en el subconsciente del enfermo. Etapa de Von Monakow La critica severa que desenvuelve desde “Gehirn Pathologie” en 1896, que.culmina en la guerra de 1914 con “Lokalisation in Geheien”, llega a dar su fruto éptimo en un sistema coherente y sistematico de ca- bal doctrina neurolégica en 1928, en “Introduction Biologique a I'étude de la N. et Ia P." elaborado en estrecha colaboracién con Mourcue, de tal modo que es dificil disociar el aporte de uno del otro, en un sis- tema que repetimos es la obra de mayor trascendencia en el primer ter cio de siglo. Consideran que todos los inmensos progresos cientificos se han rea lizado gracias al perfeccionamiento progresivo de diferentes técnicas bio- Idgicas. Pero a consecuencia de un empirismo técnico exagerado se ha llegado a considerar los resultados inmediatos de tal o cual técnica como ETAPAS DEI PENSAMIENTO NEUROTGIC 227 susceptibles. sin que el problema a considerar sea netamente planteado. de proporcionar la explicacién de fendmenos biolégicos excepcionalmente complejos. Este planteamiento erréneo, que falsea y deforma la realidad de los fenémenos expresivos de la vida del sistema nervioso, puede re- ducirse a cinco errores fundamentales: 1) El aislamiento completo de un fendmeno de las condiciones que presidieron a su nacimiento. 2) La ig- norancia del factor tiempo condujo a una concepcién estatica de la fun- cion. Ni la integracion nj la desintegracién de funciones se pueden com- prender sin la nocién de la evolucién cronégena de la funcién. 3) El paso de un estado de evolucién a otro no sélo indica diferencias cuanti- tativas sino gue constituye ademas, el paso de un orden de valores a otro arden de valores. “La evolucién es creadora” (H. Berson). 4) EI len- guaje ¢s el resultado de una muy larga evolucién que se fija en un nivel til, no permite pues siempre reconstruir la historia de la funcién. “No se puede hacer evolucién con lo evolucionado”. 5) La influencia de los conceptos mecanicistas predominantes lleva a considerar sélo los fend- menos de dificit sin tener en cuenta la accién reparadora del organismo: “una maquina descompuesta se paraliza, no presenta, como el organismo ja autorregulacién compensatriz primero y creadora luego”. La base de la vida psiquica reside en la Hormé, esta fuerza que pro- pulsa el sec viviente conduciéndole a una adaptacién mas y mas perfecta en el presente y en el porvenir. Matriz y generadora de los instintos. la hormé, activa, creadora, parece de naturaleza psiquica dando al tér- mino otro sentido que el de consciente. Ella tiende a la preservacion y enriquecimiento de los intereses vitales de los érganos, a la custodia de los intereses elementales y elevados del nifio, a la preservacion de Jas generaciones a venir, es decir de la familia: en fin asegura los inte- reses colectivos. Cada uno de estos medios de expresién de la hormé corresponde a un instinto que es la fuerza propulsiva salida de la hor- mé, que realiza la sintesis de las excitaciones internas de las células con las excitaciones venidas del exterior, con el fin de una adaptacion exacta de los intereses vitales del individuo al mismo tiempo que los de la es- pecie. La funcién instintiva esta sometida como todas Jas funciones vita- kes al principio de auto-requlacién, Este proceso regulador cuya natu- raleza se ignora, se designa “Syneidesis” y esta condicionado por la ac- tividad de la hormé, su esbozo primitivo se encuentra en el instinto fore mativo del hombre, y estaria locatizado en los plexos coroides, el epén- dimo y la neuroglia que aseguran la impregnacién humoral de! sistema Constantin von Monakow (1853-1930) nervioso, teniendo en cuenta todos sus delicados mecanismos que nos hal revelado la neuro-quimica En la integracién progresiva de las funciones nerviosas, desde las mas rudimentarias hasta las mas diferenciadas, se debe tener en cuenta el factor tiempo, teniendo cada funcién una localizacion cronégena, com emigracién progresiva de funciones hacia los centros jerarquicamente mas elevados. Lo que explicaria ciertas peculiaridades de los fenémenos de desintegracién que JACKSON desconociera Basado en este factor tiempo, introduce una distincién de lo sine crénico con lo simultaneo y lo sucesivo, del trastorno transitorio debido a la diasquisis con el permanente. Si el tiempo lo hubiera permitido, hae bria sido interesante recordar cémo comprende los problemas tan im= EVAPAS DEL PENSAMIENTO NEUROLOGICO 229 portantes en neurologia de la desintegracién de funciones en las paré- lisis centrales, en Ja apraxia, la gnosia y en la afasia. Una idea general liga esos diferentes planteamientos que se redu- cen por una parte, a la nocién trascendente que no existe ningiin centro especializado para las funciones gnésicas, praxicas y fonéticas y por otra, en que se debe tener en cuenta el papel siempre activo del instinto. Sélo gracias al factor instinto se puede comprender cémo en el agné- sico visual, por ejemplo, ciertos objetos o simbolos son identificados y cémo, en el afasico sensorial, ciertas palabras sobreviven a la destruc- cién, en apariencia total, del pensamiento verbal. La clinica muestra, en efecto, que lo que el agnésico identifica, Jo mismo que lo que el afisico comprende, corresponde precisamente a cosas o simbolos que tienen la mas alta carga afectiva. Las mismas leyes generales de desintegracion de funciones tienen vigencia en esa otra vertiente mas diferenciada que es propia de la psiquiatria: me refiero al movedizo terreno de las psi- cosis y las psiconeurosis Monaxow y Mouraus sefialan que Freuo hace abstraccién com- pleta de los procesos bioldgicos y morfologicos, ¢ ignora la nocién fun- damental de la jerarquia de valores y en su obra el concepto de la vida y de la enfermedad no esta completamente elaborado. Consideran que toda psiconeurosis se caracteriza, desde un punto de vista biolégico ele- vado por un proceso de desintegracién formado por dos componentes esenciales uno negativo, otro positive. El componente negativo corres ponde a la inhibicion (anastole simpatica, apatica y antipatica) que se ejerce sobre los planos de la actividad del sistema nervioso pero con no- table electividad sobre la esfera neopsiquica (de la orientacién y la cau- salidad) . El componente positivo representa una etapa de compensacién y se traduce por agitacién, espasmos, explosiones afectivas. Aqui, lo mismo que en el componente positivo de la desintegracion de los sistemas sensitivos, sensoriales y motores. se produce un ensan- chamiento de las zonas reflexégenas, fusiones anticipadas a las excita ciones que conducen al sincronismo de las respuestas y al cabalgamien- to de los acordes de la melodia quinética. Las psiconeurosis pueden considerarse como un esfuerzo de com- pensacién inmediata o primaria, tendencia que no es dnica; existe otra, mas profunda que resulta del movimiento de la syneidesis hacia una

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