ApéndicesApéndice 1
Consejos de un padre nahuatl a su hija*
Se publica a continuacién por vez primera la versién completa de uno dé los
huehuetlatolli, “plitica de los ancianos”, recogida por fray Bernardino de
Sahagin en el siglo XVI e incorporada al Cédice Florentino, folios 74v -
a éste un texto clasico que solian repetir los padres nahuas (aztecas,
texcocanos, ete.) a sus hijas cuando llegaban a la edad de discrecién.
En las palabras del padre se transmitian los grandes ideales de Ja cultura
de los antiguos mexicanos, presentados en forma asequible a la capacidad
1°. Aqui estas, mi hijita, mi collar de piedras finas, mi plumaje de quetzal,
mi heehura humana, la nacida de mi. Tu eres mi sangre, mi color, en ti esta
mi imagen.
2, i escucha: vives, has nacido, Eee
3°, Ahora que ya miras por ti misma, date cuenta. Aqui es de este modo:
no hay alegria,. no hay felicidad. Hay angustia, preocupacién, cansancio.
Por aqui surge, crece el sufrimiento, la preocupacion.
como de obsidianas sopia y se desliza sobre nosotros.
5°. Dicen que en verdad nos molesta el ardor del sol y del viento. Es
este lugar donde casi perece uno de sed y de hambre. Asi es aqui en la
tierra.
6°. Oye bien, hijita mia, nifiita mia: no es lugar de bienestar en la tierra,
no hay alegria,.no hay felicidad. Se dice que la tierra es lugar de alegria
penosa, de alegria que punza.
7, Asi andan diciendo los viejos: “para que no siempre andemos gi-
miendo, para que no estemos llenos de tristeza,
-robustez y finalmente el acto sexual, por el cual se hace siembra de gentes.
* Tanto la tradvcién del texto néhuatl original realizada por Miguel Leén-Portilla, como el
fragmento de la breve nota que la precede, se reproducen de América iMigena, érgano
trimestral del Instituto Indigenista Interamericano, México, octubre de 1961,'vol. XXI, N° 4,
pags. 339-343,
2138°. Todo esto embriaga la vida en la tierra, de modo que no se ande
siempre gimiendo. Pero, aun cuando asi fuera, si saliera verdad que sélo se
sufre, si asf son las cosas en la tierra, jacaso por esto se ha de estar
siempre con miedo? ;Hay que estar siempre temiendo? ;Habré que vivir
lorando?
9°. Porque, se vive en la tierra, hay en ella sefiores, hay mando, hay
nobleza, aguilas y tigres. ;Y quién anda diciendo siempre que asi es en la
tierra? ;Quién anda tratando de darse la muerte? Hay afan, hay vida, hay
lucha, hay trabajo. Se busca: mujer, se busca marido.
10°. Pero, ahora, mi muchachita, escucha bien, mira con calma: he aqui a
tu madre, tu sefiora, de su vientre, de su seno te desprendiste, brotaste.
11°, Como si fueras una yerbita, una plantita, asi brotaste. Como sale la
hoja, asi creciste, floreciste. Como si hubieras estado dormida y hubieras
despertado.
12°. Mira, escucha, advierte, asf es en la tierra:
4Cémo viviris? ;Cémo seguiras aqui por
poco tiempo? Dicen que es muy dificil vivir en la tierra, lugar de espanto-
sos conflictos, mi muchachita, palomita, pequenita.
13°, desciendes de ella,
Tit eres la espina y el brote de
‘cuales allé se fueron colocando en fila, los que vinieron a hacerse cargo del
nuestros sefiores.
14°, Escucha: mucho te he dado a entender que eres noble. Mira que
eres cosa preciosa, aun cuando seas tan slo una mujercita. Eres piedra
fina, eres turquesa. Fuiste forjada, taladrada, tienes la sangre, el color,
eres brote y espina, cabellera, desprendimiento, eres de noble linaje.
15°, Todavia esto ahora te voy a decir: ,acaso no lo entenderas muy
bien? ;Todavia andas jugando con tierra y tepaleates? ;Acaso todavia ests
reposando en la tierra? En verdad un poco escuchas ya, te das cuenta de
las cosas: por tu propia cuenta, vas cobrando experiencia.
16°.
Mira no te deshonres a ti misma, a nuestros sefiores, a los princi-
_ pes, a los gobernantes que nos precedieron. No te hagas como la gente del.
(ich no ene eTeate Obey En tanto que vivas en la tierra, junto y
lo de la gente, sé siempre en verdad una mujercita.
17°. He aqui tu oficio, lo que tendras que hacer: durante la noche y
durante el dia,
Hazle siplicas, invécalo, llamalo,
ruégale mucho cuando estés en el lugar donde duermes. Asi se te hard
gustoso el sueiio.
18°. Despierta, levantate a la mitad de la noche, péstrate con tus codos
y tus rodillas, levanta tu cuello y tus hombros. Invoca, llama al Sefior, a
214nuestro Sefior, a aquel que es como la Noche y el Viento. Sera misericor-
dioso, te oiré de noche, te veré entonces con misericordia, te concedera
entonces aquello que mereces, lo que te esta asignado.
19°. Pero si fuera malo el merecimiento, la asignacién que se te dio
cuando atin era de noche, la que te tocé al nacer, cuando viniste a la vida,
con eso (con tus stiplicas) se hara buena, se rectificara: la modificara el
Sefior, el Senor nuestro, el Duefio del cerca y del junto.
20°. Y durante la noche esté vigilante, levantate aprisa, extiende tus
manos, extiende tus brazos, aderézate la cara, aséate las manos, lavate la
boea,
(@@ipongas nomas a calentar, lava la boca a los otros, haz la incensacion, no
la dejes, porque asi se obtiene de nuestro Sefior su misericordia.
229, Estas cosas que de algtin modo se llaman “las que pertenecen a las
personas” son las que corresponden a las sefioras, a los que gobiernan, por
esto se las lamé “cosas propias de las personas”, la comida propia de los
que gobiernan, su bebida: sé diestra en preparar la bebida, en preparar la
comida.
23°. Pon atencién, dedicate, aplicate, aplicate a ver cémo se hace esto,
asi pasards tu vida, asf estaras en paz. Asi serds valiosa. No sea que en
vano alguna vez te envie el infortunio el Sefor nuestro. Acaso crezca la
pobreza entre los noble:
24°, Abre bien los ojos para ver cémo es el arte tolteca, cual el arte de
las plumas, céma bordan con colores, cémo entreveran los hilos, cémo los
tifien las mujeres, las que son como ti, las seforas nuestras, las mujeres
nobles. Cémo urden las telas, cémo se hace su trama, cémo se ajusta. Pon
atencién, aplicate, no seas vana, no te dejes vanamente, deja de ser
negligente contigo misma.
25°, Ahora es buen tiempo, todavia es buen tiempo, porque todavia hay
en tu coraz6n un jade, una turquesa. Todavia esta fresco, no se ha deterio-
rado, no ha sido atin torcido, todavia esta entero, ain no se ha logrado, no
se ha torcido nada. Todavia estamos aqui nosotros (nosotros tus padres),
que te metimos aqui a sufrir, porque con esto se conserva el mundo. Acaso
asi se dice: asi lo dejé dicho, asi lo dispuso el Sefor nuestro que debe haber
siempre, que debe haber generacion en la tierra.
26°. Todavia aqui estamos, todavia en tiempo nuestro, atin no ha venido
el palo y la piedra del Sefior nuestro. Todavia no morimos, todavia no
perecemos, {qué es lo que piensas, niita, palomita, muchachita? Cuando
215nos haya ocultado el Sefior nuestro, con la ayuda de otro podras vivir,
Porque no es tu destino, no es tu don vender yerbas, palos, sartas de
chile, tiestog de sal, tierra de tequesquite, parada en la entrada de las
casas, porque ti eres noble. Adiéstrate en el huso, en la cuchilla del telar,
en preparar bebidas y comidas.
27°. Que nunca sea vano el corazén de alguien, nadie diga de ti, te sefiale
con el dedo, hable de ti. Si nada sale bien, como sera tu fracaso? Por.eso,
dno vendremos nosotros a ser vituperados? Y si ya nos recogié el Sefior
nuestro, jacaso por esto no se nos vituperara por atras, acaso no seremos
reprend en la s?. En.cuanto.acti,
28°. Pero si atiendes, ztambién entonces podra venir la reprensién?
‘Tampoco seas ensalzada por otros en exceso, no ensanches tu rostro, no te
ensoberbezeas, como si estuvieras en el estrado de las Aguilas y los tigres,
como si estuvieras luciendo tu escudo, como si todo el escudo de Huitzilo-
pochtli estuviera en tus manos. Como si gracias a ti estuviera levantando la
cabeza, y a nosotros nos acrecentaras el rostro. Pero si no haces nada, ;no
serds entonces como una pared de piedra, no se hablara de ti, apenas sers
ensalzada? Pero sé en estas cosas como lo desea para ti el Sefior nuestro.
29°, He aqui otra cosa que quiero inculearte, que quiero comunicarte, mi
hechura humana, mi hijita: sabe bien,
No les eches polvo y basura, no rocies inmun-
dicias sobre su historia, su tinta negra y roja, su fama.
30°, No los afrentes con algo, no como quiera desees las cosas de la
tierra, no como quiera pretendas gustarlas, aquello que se llama las cosas
sexuales y si no te apartas de ellas, ;acaso seras divina? Mejor fuera que
perecieras pronto.
31°, Ahora bien, con calma, con mucha calma, pon atencién, si asi lo ha
de pensar el Sefior nuestro, si alguno hablara de ti, si se dice algo de ti, no
lo desdeiies, no golpees con tu pie la inspiracién del Sefior nuestro, acégela,
no te retraigas, que no pase junto a ti dos o tres veces, no te andes
haciendo la retraida, aunque nosotros te tengamos por hija, aun cuando
por medio nuestro hayas nacido, no te envanezcas olvidando en tu corazén
al Senor nuestro. Asf te arrojarias al polvo y la basura, a la vida de las
mujeres publicas. Y entonees el Seftor nuestro se burlaria, obraria contigo
como él quisiera.
32°, No como si fuera un mercado busques al que sera tu compatiero, no
Jo lames, no como en primavera lo estés ve y ve, no andes con apetito de
él. Pero, si tal vez ti desdefias al que puede ser tu compafiero, el escogido
del Sefior nuestro, si lo desechas, no vaya a ser que de ti se burle, en
verdad se burle de ti y te conviertas en mujer publica.
33°. Pero, prepdrate, ve bien quién es tu enemigo, que nadie se burle de
21634°. Que tampoco te conozcan dos o tres rostros que tt hayas visto.
Quien quiera que sea tu compafiero, vosotros, juntos, tendréis que acabar
la vida. No lo dejes, agarrate de él, cuélgate de él aunque sea un pobre
hombre, aunque sea sélo una aguilita, un tigrito, un infeliz soldado, un pobre
noble, tal vez cansado, falto de bienes, no por eso lo desprecies.
35°. Que a vosotros os vea, os fortalezca el Sefior nuestro, el conocedor
de los hombres, el inventor de la gente, el hacedor de los seres humanos.
36°. Todo esto te lo entrego con mis labios y mis palabras. Asi, delante
del Sefior nuestro cumplo con mi deber. Y si tal vez por cualquier parte
arrojaras esto, ti ya lo sabes. He cumplido mi oficio, muchachita mia,
nifita mia, Que seas feliz, que nuestro Sefior te haga dichosa.
217Apéndice 2
“Instruccién que el licenciado Benito Juarez de Gil dio
en 29 de octubre de 1598 ‘a los maestros de ensefar a
leer, escribir y contar’ de la ciudad de los Reyes, a fin de
que la guardasen en sus escuelas para la buena educa-
cién y ensefianza de los nifios.”*
Primeramente, que en sus escuelas no reciban ni admitan nifas para
ensefiarlas 4 leer ni rezar, por la indecencia que es y los inconvinientes que
pueden suceder. .
Lo 2°. Que en comenzando 4 venir los nifios 4 la escuela de mafiana y
tarde el maestro les vaya tomando licién personalmente 4 los de escribir,
en carta 6 proceso, y por la tarde en libro tan solamente, para que en lo
uno y en lo otro salgan buenos letores y 4 los de leer que deletrearen, se
les dara también licién en carta, y 4 los dems en sus libros 6 cartillas, cada
uno donde le perteneciere leer.
Lo 8°. Los nifios dejen las plumas en la escuela cuando salieren, para
que cuando vuelvan las hallen cortadas, porque el tiempo que en esto se
habia de gastar-lo ocupen en estudiar y dar sus liciones, y asi no les faltara
tiempo para escribir y acabar sus planas.
Lo 4°, Que cada un mes den muestras 4 los nifios de la letra que fueren
aprendiendo, y por lo menos sean de media plana y procuren que en ellas
haya todas las letras del ABC, y que sean de cosas buenas y santas.
Lo 5°. Que para el buen aprovechamiento de los discipulos sea obligado
el maestro dos veces al dia, una 4 la mafana y otra 4 la tarde, levantarse 4
ver como escriben los nifios y enmendarles las letras que hicieren mal y
ensefiarles 4 tomar bien la pluma.
Lo 6°. Que 4 la hora del corregit, que por las mafanas seré 4 las diez, y
por las tardes 4 las cuatro, les mire las planas y corrija las letras que no
hubiesen hecho bien, las cuales luego escriban los nifios debajo de la
eorrigidura y muestren al maestro.
Lo 7°. Que los maestros ensefien dos formas de letras, redondilla y
bastardilla, que son las mas necesarias, y para que con mas brevedad y
perfeccién las aprendan los nifios, se les darén al principio muestras de
* Texto tomado de La instruccién ptiblica en Chile deade sus origenes hasta la fundacion
de la Universidad de S. Felipe por José Toribio Medina, Santiago de Chile, Imprenta
Ekeviriana, 1905, pigs. CCCKLI-CCCXLVI.
218letra grande, de suerte que en una plana hagan doce renglones y escriban
sobre falsas reglas, hasta que vayan soltando la mano.
Lo 8°. Que después que hayan tomado licién todos y corregido, rezaran
en coro la dotrina eristiana, en esta manera: por la mafana las cuatro
oraciones, los mandamientos, la confesién en romance, y por la tarde los
articulos de la fe y las demds restantes, de suerte que cada dia recen toda
la cartilla, para que la sepan de memoria, y asimismo dirén la tabla.
Lo 9°. Que las visperas de fiesta por la tarde haya escuela, y hagan lo
que es costumbre los demas dias de trabajo, excepto los sabados por la
tarde, que se les ha de tomar cuenta de las oraciones 4 cada uno en
particular, y hecho esto, rezaran toda la doctrina y se les ensefiara 4
ayudar 4 misa.
Lo 10°, Que los nifios que aprendiesen 4 contar tomarén licién de
cuenta, después que hayan suelto los demAs, porque Antes no habré lugar,
por tener ocupado el dia en leer y escribir.
Lo 11°. Que los maestros no leven é los nifios por las materias, ni por las
falsas reglas mas dinero del que se les paga por su ensefianza, salvo papel
en que les haga las muestras 6 falsas reglas.
Lo 12°, Ensefarles que por la mafiana, en levantandose, se hinquen de
rodillas delante de alguna im4gen y persignandose y santiguandose den
gracias 4 Dios por haberles dejado llegar 4 aquella hora, y pidanle su favor
y gracia para emplear aquel dia en su saneto servicio, guardando sus
mandamientos; lo cual hecho, recen las cuatro oraciones comunes de la
Iglesia, rogando 4 Dios por si y por sus padres y por el Papa y por los
demas prelados de la Iglesia y Religiones della, y por nuestro catdlico rey
don Felipe y por todos los demas reyes y principes cristianos y por todo el
pueblo cristiano, para que todos sirvan 4 Dios guardando su ley, y por la
reducién de los herejes 4 la Iglesia Romana y por la conversion de todos
los infieles al gremio della y desta manera se salven, pues fuera della
ninguno puede agradar 4 Dios ni salvarse.
Lo 13°. Que procuren todos los dias oir misa, a lo menos los domingos y
fiestas de guardar, y que la sepan ayudar conforme al misal nuevo, y oilla
de rodillas con mucha atencién y devoci6n, y el evangelio en pie, y oigan
sermén cuando lo hubiere.
Lo 14°. Que cuando entren en la iglesia, tomando agua bendita, se
persignen y santigiien, y hincadas ambas rodillas hagan oracién delante del
Santisimo Sacramento, las manos puestas, con mucha atencién y devocién,
sin mirar 4 una parte ni 4 otra.
Lo 15°. Que cuando pasasen por delante de alguna iglesia 6 de alguna
imAgen 6 cruz, hagan el acatamento debido, quiténdose el sombrero,
porque los cristianos reverenciamos y adoramos la cruz y 4 sus imagenes
en cuanto nos representan 4 Jesucristo Nuestro Sefior y 4 sus sanctos,
segiin de quien es cada imagen.
219Lo 16°. Que todos recen cada dia el rosario de Nuestra Sefora y sean
muy devotos della y de los demas sanctos y del Angel de su Guarda y,
sobre todo, sean muy devotos de Nuestro Sefior Jesucristo, imitando sus
virtudes y pensando 4 menudo, en su vida, muerte y pasion y se confiesen
todos 4 menudo, 4 lo menos las fiestas principales del afio y comulguen los
que fuesen de edad para ello.
Lo 17. Que cuando oyesen las eampanas de la iglesia mayor que tahen 4
orar, se hinquen de rodillas, y rezando alguna cosa, den gracias 4 Dios por
habernos dado 4 Jesucristo Nuestro Sefior en la misa por sacrificio que
ofrezcamos cada dia al Padre Eterno; y cuando tafien 4 medio dia, hincados
también de rodillas y rezando algo, se acuerden que 4 aquella hora fue
crucificado Jesucristo Nuestro Sefior por nosotros y denle gracias por ello;
y lo mismo hagan 4 las tres de la tarde cuando tafien la campana en la
iglesia mayor, que es la hora en que Jesucristo Nuestro Sefior murié en la
cruz; y 4 la noche cuando tajien 4 las Ave Marias, hincadas las rodillas,
recen tres Ave Marias, acordandose del Misterio de la Encarnacién de
Jesueristo Nuestro Sefior en el vientre virginal de Nuestra Sefiora la
Virgen Marfa; y cuando taften por las énimas de purgatorio, ruegen 4 Dios
Por ellas, rezando algo; y, finalmente, siempre que oyeren el reloj se
acuerden de la hora de su muerte, pidiéndole 4 Nuestro Sefior les dé buena
muerte, acabando en su sancto servicio Y gracia,
Lo 18°. Que cuando entren en Ia escuela hagan de rodillas oracién
delante de alguna imagen que habré en ella, pidiendo 4 Dios les dé su
gracia para que aprendan letras y virtud, y cuando volviesen del escuela 4
sus casas, besen las manos 4 sus padres.
Lo 19°. Que siempre que comieren pidan la bendicién, y acabado de
comer den gracias 4 Dios porque se los ha dado.
Lo 20°. Que ninguno eve 4 la escuela libros lascivos ni profanos, ni en
Sus casas lo tenga, ni lea, sino todos sean libros devotos y buenos que
ensefien cosas de la religién cristiana y buenas costumbres, y los maestros
tengan cuidado de mirar mucho en esto, como de cosa de mucha importan-
cla.
Lo 21°. Que todos sean muy obedientes & sus padres y 4 los que & cargo
los tienen, y sin liceneia no salgan de casa.
Lo 22°. Que todos en sus casas ensefien la doctrina cristiana 4 los que no
la saben, y esto sea con la declaracion que el maestro les enseria, y 4 los
que asi lo hicieren, cada semana su maestro les perdone una vez de azotes,
trayendo de su padre firma de como la ensefian; y por las calles la vayan
cantando, 6 otros cantares buenos, y ninguno cante por ellas, ni en su casa
6 otro lugar, cantar alguno deshonesto 6 malo, so pena de ser azotado por
ello; y lo mismo sea de los que se apedrearen.
Lo 23°. Que ninguno eche maldiciones 4 otro, ni jure juramento alguno,
sino su afirmar 6 negar sea: por cierto, 6 en verdad, 6 verdaderamente; ni
220mientan, ni digan palabras deshonestas, y el que lo contrario hiciese sea
azotado por ello.
Lo 24°. Que ninguno se junte con muchachos de malas costumbres, ni
resabios; mas, su trato sea con virtuosos y buenos, y sean todos bien
criados unos con otros, no diciéndose palabras afrentosas ni de menospre-
cio, y el que lo contrario hiciere sea azotado por ello; y al que lo sufriese
por amor de Dios, sin tomar mak por mal, se le perdone una vez de azotes.
Lo 25°. Que ninguno pague dinero, ni cosa que lo valga, ni cambalache
unas cosas por otras; pero el dinero que para si les hubiesen dado, lo den 4
pobres, para que asi se acostumbren desde chiquitos 4 ser limosneros, 6 lo
empleen en obras buenas.
Lo 26°. Que por las calles vayan 4 espacio, quietos y modestos, y
topando 4 algin sacerdote 6 religioso, justicia 6 viejo, le quiten el som-
brero,-y estando en la iglesia 6 en otra parte, y llegando alguno de los
dichos, estando él sentado, se levantara, y le dard su asiento, no habiendo
otro.
Lo 27°, Que el que saludase 4 otro sea diciendo “loado sea Jesucristo
Nuestro Sefior”, y el otro responda “por siempre”; y estornudando diga:
“Jesus sea conmigo”, y el que lo oyese responda “amén”, que quiere decir
“asi sea”.
Lo 28°. Que 4 la noche, antes de acostarse, cada uno se hineara de
rodillas y rezaré las cuatro oraciones y la confesion general, y acabado
diga: yo ereo y tengo todo lo que cree y tiene la Sancta Madre Iglesia
Romana, y protesto de vivir y morir en esta sancta fe catélica; y pesandole
de sus pecados, pida a Nuestro Sefior perdén dellos, con propésito de
confesallos y enmendarse dellos, y asi se acueste rogando al Angel de la
Guarda le guarde y defienda del demonio mientras duerme.
Lo 29°. Que el que viere 6 supiese que alguno de Ia escuéla hace algo
contra estos avisos, lo diga al maestro para que él lo corrija.
Lo 30°. Y asimismo los maestros tendran cuidado de enviar los niftos 4 la
Compania de Jesis los viernes por la tarde, en procesién, con su cruz,
como se acostumbra, para ser doctrinados de los padres della, y vayan al
sermén de la plaza.
Lo 31°. Que todos los maestros sean obligados 4 tener estas ordenanzas
en sus escuelas, y asimismo lo estén en que cada sébado las lean 4 Jos nifios
para que sepan las cosas que han de guardar.
Mando que se guarden y cumplan por los maestros que he examinado
estas ordenanzas y las lleven en sus examenes con el titulo que se les diese.
221Apéndice 3
Real Colegio Convictorio Carolino
Constituciones - 1783*
/D.n Juan Josef de. Vertiz y Salcedo, Comendador de Puerto Llano en la
orden de Calatrava Then.te gral de los Reales Exercitos, Virrey Govern.r
y Capitan gral de las Provineias del Rio de la Plata, Buenos Ayres,
Paraguay, Tucuman, Potosi, S.ta Cruz de la Sierra, Moxos, Cuio, y Char-
eas, con todos los Corregimientos, Pueblos, y Territorios, 4 que se ex-
tiende su jurisdiccion: de las Islas Malvinas, y Superior Precidente de la
R.1 Audiencia de la Plata.
Por quanto el Rey Nto. Sefor d.n Carlos tercero, que Dios gue, se sirvio
preserivir en sus R.s ordenes colectas, que los Colegios, que ocuparon los
Exjesuitas se apliquen para Universidades, Seminarios, 6 Convictorios,
segun las circunstancias de los Paizes; Consultando tan soberanas intencio.
nes, que no llevan otro dbjeto que el bien de sus Vasallos, es de mi cargo el
Verificarlas. Por tanto, ya que por varios accidentes ha estado suspensa, la
Ereceion de un Colegio, y conociendo las ventajas que de ella resultan al
Publico. /especialmente 4 la Juventud, que padecia en esta Ciudad sus
estravios por falta de reelucion, y otros; que con motibo de darles Estudios
en las Provincias estrafias causavan 4 sus Padres crecidos gastos, resolvi
superar las dificultades que se presentaron, hasta Erigir en Colegio de
Educacion, y de Estudios, el que fue de los Exjesuitas, con el crecido
numero de échenta Colegiales que en la vispera del Augusto nombre de su
Magestad vistieron la veca, teniendo la complacencia de hacer con uno de
ellos personam.te esta ceremonia, assi para authorizar la Funcion, como
para alentar 4 los alumnos del Colegio, quedando de esta suerte erigido en
R.1 Colegio Convictorio Carolino para eternizar la memoria del S.or d.n
Carlos tercero que desde el solio de Espafa, por bondad del Cielo, nos
rige, y govierna, y para proceder con arreglo a sus / R.s érdenes, mando
que se fixen 4 la Puerta de dho Colegio las Armas R.s con eselucion de
otras, por ser dho Colegio puram.te real, sujeto 4 su inmediata r.1 protec-
cion, y de sus Virreyes de estas Provincias del Rio de la Plata como reales
vice Patronos: y deseando haora darle reglas por donde se diriga desde oy
para lo subcesivo fundadas en maximas Christianas, que son el principio de
la verdadera saviduria.
* Texto tomado de Documentos para la Historia Argentina, tomo XVII, Cultura. La
ensenanza durante el pertodo colonial, publicacién de Facultad de Filosofia y Letras, Inst. de
Invest. Historicas, Buenos Aires, 1924, cuya grafia se respeta.
222Ordeno, y mando que en dho Colegio se observen sin la menor infraceion
las Constituciones siguientes.
Constitucién 1.a
Oficio del Rector
Primeram.te érdeno, y mando, que en dho Coleg.o haya un Rector, que
lo govierne, q.e sea Clerigo Sacerdote, temeroso de Dios aprobado en sus
Costumbres, prudente fable de conocida literatura, y que de pruebas, 6
bien fundadas esperanzas de q.e procuraré por medios licitos los aumentos
del Colegio y que manejara sus intereses con Amor / sin que pierda de vista
la honrra de Dios, y del Colegio, y que igualmente cuidaré del bien
Espiritual, y temporal de los Alumnos del Colegio, y de su aprovecha-
miento, y q-e assi como ha de preceder 4 los demas llevando la preferencia
del lugar, se aventajara en christiandad y virtud. E] dro de nombrarlo
recidiré en los S.res Virreyes, 4 quienes les compete como 4 Reales Vice
Patronos, quienes le daran formal titulo de su cargo, como con efecto se lo
he conferido al D.or D.n Vizente Jaunzaras, por reconocer en el, el com-
plexo de las sobre dichas circunstancias.
Item. Ordeno, y mando que sean 4 cargo del Rector la Cobranza de las
penciones anuales, que ser cien pesos de cada colegial los quales se
pagaran de quatro en quatro meses, anticipando siempre el primer tercio,
para asegurar la renta la que procurara arreglar el Rector 4 los primeros
dias de los Meses de Enero, Mayo, y Septiembre, / de forma q.e aun q.e
entren algunos Colegiales, en dos distintos Meses, los reducira 4 los ante-
cedentes, para que con mas facilidad exija en un solo dia los tercios de
todos, para q.e se eviten los embarasos que ocaciénarian en las quentas la
diversidad de plazos, con la prevencion, que assi como el Rector se obliga 4
restituir 4 los Colegiales quando se retiren lo que faltare al completo del
tercio pagado, assi tamb.n conociendo renuencia en la paga despedira del
Colegio a quien no cumpla con esta obligacion por no tener el Colegio otro
fondo de Renta que el que forman los cien pesos q.e cada Colegial paga, y
para evitar toda confucion en la quenta tendr4 los Libros sig.tes.
Libros
Un Libro en que por cabeza se pongan estas constituciones, en el qual no
se aciente cosa alguna fuera de los Estatutos q.e resultaren de las vicitas,
que del Colegio se hicieren cada afio por el vice real Patrono, 6 por quien
este Comicionare.
Habra / otro Libro donde se acienten por sus nombres, y apellidos los
Colegiales que fueren entrando con expreccion del dia mes, y afio, y assi
mismo sus circunstancias, lo que facilitarA la quenta de lo q.e se deve, y
Otro Libro donde asi mismo se asentara el gasto que se hiciere, sepa-
223rando el gasto ordinario del Extraordinario.
Constitucién 2.a
Oficio del Vice Rector
Ttem. ordeno y mando que en dho Colegio haia un vice Rector que ayude
al Rector 4 la guarda y cumplimiento de las constituciones, y a todo lo
demas necesario para el buen regimen del expresado colegio, y assi mismo
para que en ausencia del Rector, y en caso de enfermedad, 6 que salga 4 la
Calle, cuide, y vele la observancia de las Constitueiones, y p.a quando
salgan en Comunidad los Colegiales, / los acompaie precidiendo, y q.e assi
al salir, como al regresar, sea con la desencia, ¥ compostura que es justo.
Constitucién 3.a
Del Regente y Pasante De las funciones interiores del Colegio,
y otros actos literarios
Ttem. ordeno y mando, que haia en dho Colegio un Regente, 6 Prefecto
de estudios 4 cuio cargo esté el dirigir, y regular con dependencia del
Rector todas las funeiones interiores del Colegio, y assimismo haya un
Pasante de Gramatica y Latinidad, que instruia 4 los Gramaticos Colegia-
les en esta facultad dentro del mismo Colegio; para los quales cargos tengo
nombrados, al d.r d.n Pantaleon Rivarola, y 4d.n Pedro Fernandez quienes
los deveran exercer hasta tanto que de los mismos Colegiales se forman
algunos que puedan precidir, y pasar 4 los de las otras facultades; pues
entonces devera él Rector, nombrar p.r Precidentes Pasantes annuales 4
los mas benemerit. s/y de mayor havilidad, p.a distinguirlos con este
honor, y para que sirvan de aliviar al Colegio las pensiones, y cargas que
tiene sobre si, con que quedaran extinguidos dhos cargos de Regente, y
Pasante que solo se ponen interinamente.
Constitucién 4.a
De la Resepcion de los Coleg.es
Item. ordeno, y mando que los que huviesen de recivirse en el Colegio
sean pencionistas, y no de gracia en atencion 4 que los fondos, 6 fincas que
se havian aplicado al Colegio de los bienes confiscados 4 los Exjesuitas han
Hegado cassi a su exterminio, y assi solo deben admitirse los de la primera
clase, con calidad de q.e a lo menos tengan diez afios de edad, Hijos
legitimos, que sepan leer, y escrivir suficientem.te de buenas inclinaciones,
y costumbres, para que no sean capaces de inficionar a los otros, ya sea
corrompiendo la pureza de sus costumbres, 6 inspirandoles / un espiritu de
queja, y de inobediencia para euio efecto los que huvieren de recivirse en el
224Colegio haran antes informacion de ser christianos viejos, limpios de toda
macula y raza de Moros, y Judios, y recien convertidos 4 nuestra Santa f
catholica, y que no tienen su origen de Penitenciados por el santo éficio, ni
que hayan ellos, 6 sus Padres tenido oficio infames, y q.e assimismo antes,
no han dado mal exemplo, ni han sido de malas costumbres, 6 inclinaciones
para que se entienda, que aprovecharon en virtad y letras con la buena
ensefianza que se les diere:
Constitucién 5.
De la forma con que se ha de vestir-la veea al Colegial
Item. ordeno, y mando que quando algun Joben hechas todas las diligen-
cias sobre dichas se reciviere de Colegial, se junten en la Capilla 6 en otra
pieza competente el Rect.r y Colegiales, y en presencia de ellos se pondra
de rodillas el pretendiente / y todos entonaran el Himno Veni Creator, al
fin dir el Rector la oracion; y lo despojara del vestido seglar diciendo.
exuat ate Dominus veterem hominem cum actibus suis: y responderan
todos Amen: luego dira los versos y oracion.s siguientes.
V. Domine exandi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te veniat.
V. Dominus voviscum.
R. Et cum Spiritu tuo.
Oremus
Domine Deus virtutum suplises Deprecamur Clementiam tuam ut hune-
falnulum tuum. N. misserationis tuo abundantia ab omni vetustatis erep-
tione expurget, ut capdceu Sancto novitatis eficias. Per Dominum nostrum
&.aR. Amen.
Luego el rector le vestira la épa, veea y bonete diciendo = induat te
Dominus novum hominem qui secundum Dum creatus est in justicia sancti-
tate / et veritate in nomine Patris. &. a Despues le hechara agua vendita, y
el Colegial hara el Juramento conforme a la constitucion siguiente, y edad
que tenga.
Constitucién 6.a
De la forma del Juramento g.e han de hacer quando fueren recividos
Yo natural de tal parte hijo legitimo de N. y de N. Colegial en este R.1
Colegio de san Carlos, juro por Dios. nuestro sefor y la gloriosissima
Virgen Maria, y por los Bienaventurados San Pedro, y S.n Pablo y por el
Glorioso San Carlos Borromeo Patron de este Colegio, que desde esta hora
en adelante sere obediente, y fiel al Rey nuestro sefior, y a su virrey de
estas Prov.as assi Dios me ayude, y estos s.tos Evangelios. Tambien
225prometo ébedecer al S.r Rector y Vice Rector, que de presente son, y en
adelante fueren, en todas las cosas del maior servicio de Dios, y de su
Iglecia y del maior culto, y beneracion de su / Diuina Magestad segun lo
ordenan las Constituciones las quales guardaré inviolablemente, y con
todas mis fuerzas defenderé el misterio de la Inmaculada Consepcion de
Maria Santissima, y procuraré la honrra, livertad, y preeminencias de este
R.1 Convictorio mientras viviere en qualquier estado, 6 dignidad en que me
vea constituido, y lo amparare siempre. Asi mism6 prometo manifestar y
dicir con toda pureza al Sefior Rector, y vice Rector quanto paresca
convenir al buen Govierno, 6 4 q.e se corijan las graves transgreciones de los
discolos.
Constitucién 7.a
Del Vestido y traxe de los Coleg-es
Item. érdeno y mando que el vestido de los colegiales sea en esta forma:
la 6pa, 6 hoba de patio negro de segunda, y la sobre-rropa, 6 Gauan de
pafio musgo./assi por hauerlo en mas: abundancia, y 4 precios mas modera-
dos, como por el dho Color encubre qualquiera mancha. La veca ser
encarnada, y sobre ella al lado del Corazon se pondra el Escudo de plata
con las R.s Armas. El Bonete de picos sera forrado en pafio negro y en
todos procurara el Rector la uniformidad en el ropaje: Quando sucediere
salir algun Colegial del Colegio, no se le permitiré llevar fuera la ropa de
Colegial, sino q.e la dejaré en sefial de reconocimiento; pero si insistiere en
sacarla, no se le estorvara, variandose enteramente la forma del vestuario,
y lo mismo se hara con el Escudo de Jas R.s Armas.
Item. por que segun la sentencia de s.n Bernardo la descompostura en el
vestido arguie deformidad en el entendimiento, y costumbres: érdeno, y
mando que todos los Colegiales usen siempre vestido de color énesto, no
permitiendoles que Ileven en las Medias 6tros colores, que el negro, mo-
rado, embinadas, 6 color de‘pasa, ni tampoco traigan anillos de oro, 6 plata,
ni Relox, ni quanto indique / profanidad por que todo esto solo sirue para
importunar 4 los Padres, y distraerlos del Estudio que deuen mirar como
uno de los mas principales objetos.
Item. érdeno, y mando que quando se dignare el Ex.mo S.or Virrey
venir al Colegio le saldran 4 recivir todos en comunidad vestidos de épa,
veca, y bonete, y lo mismo se practicaré quando el Prelado Eclesiast.co
hiciese al Colegio igual honor.
Constitucién 8.a
De los dias en q.e saldran fuera los Colegiales
Item. ordeno y mando que los dias del cumple afios de S. M. y de su
Augusto Nombre vaya el Rector con doze Colegiales al Palacio del S.or
Virrey 4 felicitar tan plaucibles dias, obligacion q.e es indispensable en
226unos Vasallos, q.e finean su gloria en la dilatada vida de su Soberano a
quien justamente miran como 4 Protector, y Patron: Para los dias del s.or
Virrey hira el Rector con seis Colegiales, y / para los del s.or bispo con
quatro.
El Jueves santo todos en comunidad acompaiados del Rector ahdaran
las Estaciones acostumbradas, recojiendose 4 horas regulares en cuio acto
procuraran ir con toda la modestia, y compostura pocible.
Queda al arvitrio del Rector el salir algunos dias con dos Colegiales 4
vieitar algunas Personas distinguidas de esta Capital a fin de que se
exerciten, é instruian en el trato civil, con tal modo, que no paresca
artificial, ni menos se hagan fastidiosos 4 la sociedad.
Todos los Jueves del afio q.e huviere asueto, y los dias de fiesta por la
tarde saldran 4 recrearse en Comunidad un rato acompanados del Rector,
Vice Rector, i otro Sacerdote Exemplar. A las casas de sus Padres solo
hiran en dias y easos, mui sefialados, que el disernirlos se reserva 4 la
prudencia del Rector como el nombrarles persona q.e les sirva de fiel socio;
pero el pernoctar fuera / por ningun motibo se Concedera.
Constitucién 9.a
De las cosas q.e son prohividas 4 los Colegiales
Item. ordeno y mando q.e ningun Colegial. cargue ni tenga en su Quarto
armas ofencivas, 6 defencivas, no se le permitira tomar tabaco en humo,
jugar naipes, dados, ni otros juegos prohividos por Ley, ni jugar dinero
aun que sea a juegos permitidos, tampoco jugaran de piez 6 manos’ unos
con otros, ni se andaran tirando Ia ropa, en lo q.e pondran mucho cuidado
el Rector, y Vice Rector.
No entraran unos en los Quartos de étros, ni aun en tiempo de asueto p.r
4.¢ la esperiencia ha ensefiado que son perniciosas despues sus consequen-
cias, ni reciviran en ellos las vicitas de afuera para las quales se les
dispondré una pieza inmediata a la Porteria. No tendran ni leeran libros
contra la Religion, contra el Estado, 6 contra las buenas costumbres, ni
escriviran / villetes para mandar fuera del Colegio ni los reciviran, sin q.e
primero los lea el Rector, 6 (y) Vice Rector.
No Comeran cosa de azeyte, 6 graza dentro de sus Quartos, sino q.e
presisamente deveran bajar al Refectorio franqueandoles prontamente la
lave el Refitolero, como no sea por la noche; de este modo se evitaré la
immundicia de los Quartos, y se lograra el que coman con aseo, y comodi-
dad. No daran quenta 4 sus Padres, ni a los de afuera de las reprehencio-
nes, que se huvieren dado dentro el Colegio. Tampoco pasaran al lugar
donde havitan los Esclavos, ni 4 la Cosina 4 fin de que no rosen con gente
baja, y quando necesitaren de agua caliente, u otra cosa que haia de
traherse de la Cosina llamaran a un criado de los del Colegio, y le encarga-
ran la diligencia.
227Constitucién 10
De los Exercicios Espirituales que hande tener los Colegiales
Item. ordeno, y mando, que todos los dias practiquen los Exercicios
Espirituales, que se diran / en el Capitulo de la distribucion quotidiana que
deven dbservar. Todos los Meses del afio tendran una Confecion y Com.
nion de regla el dia que sefialare-el Rector sin q.e p.r esta constitucion se
entienda prohivido el q.e comulgen con mas frequencia si su devocion Io
pidiere y si en el mes viniere alguna festividad de las principales del S.or 6
de Maria Santissima, tambien tendran confecion y comunion.
El Jueves santo cumpliran todos con la Igiecia comulgando de mano del
Rector. Todos los Domingos de mes. tendran retiro Espiritual segun la
distribucion que hallare por mas conveniente el Rector,
Todos los afios entraran 4 exereicios Espirituales la vispera de la Asen-
cion del S.or y saldran de ellos la vispera de Pasqua de Espiritu Santo, y 4
ellos podra admitir el Rector a los Ecleciasticos que quiciesen gosar de este
veneficio. Asimismo se hara fiesta todos los afios / con la solemnidad
pocible al Glorioso Patron del Colegio S.n Carlos,
Constitucion 11
De la distribucion Quotidiana
Ttem. ordeno, y mando que en todo tiempo se observe dentro de dho
Colegio la distribucion sig.te.
A las cinco de la mafiana se tocara 4 dispertar. De las cinco ala media,
vestirse, lavarse, peinarse &. a.
A la media se hira 4 la Capilla, ¥ puestos de rodillas, se persignaran
diran el acto de contricion, y resaran las letania de la virgen haciendo coro
el vedel.
Coneluida la letania se leeran los puntos brevemente a que se seguiré la
oracion por el espacio de un quarto de hora q.e se completa 4 las seis,
De las seis 4 la media éyran Misa, se retiraran 4 sus Quartos donde se
conservan en cilencio, y estudio hasta las ciete y media que hecha sefia van
los.
Theologos
A leccion en la Clase hasta las ocho =
De las ocho a las nuebe, sera la prim.a hora de Clase.
{De las nuebe al quarto tiempo indifer.te.
Del quarto, a las diez y quarto la segunda hora de Clase.
Del quarto a los tres quartos: Paso, theologos con theologos.
A los tres quartos se retiran al Coleg.o hasta las énse.
De las onse a la media pasaran los theologos con los Philosofos.
228Philosofos
A leccion en la Clase hasta las ocho.
De las ocho 4 las nuebe tendran la hora de Clase y Esplicacion.
De las nuebe a la media, paso unos, con otros.
De las nuebe y media hasta las onze silencio, y Estudio.
A las onse pasar4n con los Theologos hasta la media.
A las onse y media iran 4 refectorio, y concluida la Mesa tendran un rato
de Conversacion, y quiete todos juntos donde el Rector destinase hasta las
doze y media.
A las doze y media tendran siesta y descanso hasta la una, y media.
/A la una y media se despertara, y estaran en estudio hasta las dos y
media.
A las dos y media, iran los.
Theologos
A la primera hora de Clase hasta las tres, y media.
De la media 4 los tres quartos tiempo indiferente.
De los tres quartos, a las quatro y tres quartos Conferencia.
De los tres quartos, a las cinco Silencio.
De las cinco, a las seis, Azueto, a esepcion de los dias en q.e ha havido
Asueto toda la ‘tarde, que entonses lo tendran hasta las Ave Marias.
Philosofos
A leccion hasta las tres.
De las tres, a las quatro tendran la primera hora de Clase.
De las quatro al quarto tiempo indiferente.
De las quatro y quarto, 4 las cinco y quarto conferencia.
De las cinco y quarto 4 las 6. Azueto.
A las seis iran todos 4 Rosario, y después se Estudiard hasta las ocho &
esepeion de aquellos a quienes tocare el turno de las Academias a las q.e
iran a las ciete.
7A las ocho cena, y quiete asta las nuebe.
A las nuebe leccion Espiritual hasta el quarto.
Del quarto 4 la media Examen de Conciencia.
A la media se retiran 4 recojerse hasta los tres quartos, que se apagaran
las luses, y descanzaran hasta la cinco de la mafiana, que se dispierta.
Los gramaticos iran a la Aula por la mafiana a las ciete, y media en
verano, y en Invierno a las écho, y estaran en la Aula hasta las diez y
media. Por la tarde en todo tiempo entraran 4 las dos y media, y saldran a
las cinco y media.
229Todos los dias desde las ciete 4 las ocho de la noche tendran una hora de
Passo, sin excluir los dias de fiesta.
Constitueién 12
Del Estudio, y Exercicios literarios, de los Colegiales
Item. ordeno, y mando que en érden al Estudio, funciones, Examenes /
Publicos se arreglen al metodo q-€ se observa en las Aulas: El Estudio
quotidiano de los Colegiales, se regulard por el de la distribucion de q.e se
Abl6 en el Capitulo anteced.te sera del cuidado del Rector, y Vice Rector el
zelarlos en tiempo de Estudio, para que no malogren el tiempo. Los dias de
Azueto. desde por la mafiana si lo hallare por conveniente.
Todos los Lunes del afio de las ¢iete, a las ocho de la noche tendran los
Theologos conferencias Morales, asistiendo, y precidiendo el Regente de
Estudios, 6 la persona a quien nombrase el Rector, a cuio cargo estara el
Proponer las materias, y casos, que se han de tratar fixando la tablilla de
ellos veinte y quatro horas antes.
Todos los Viernes del afio tomaran los Theologos puntos por el Mro de
las sentencias, y el Viernes siguiente tendran su funcion literaria en el
Pulpito del / Refectorio, interin los demas Comen y le replicaran por su
turno étros dos Theologos. Los Philosofos tendran igual funcion todos los
Geupen el Pulpito los Methaficicos, otro los Logicos, con la iiferenein qe
quando fuere el actuante Logico, le precidiré un Methaficico, y quando
Methaficico un Theologo, para q.e con esta Emulacién oe empeiien todos en
hacerlo bien.
Quando algun Colegial huviere de defender acto publico, sera Exercitado
en las mismas Questiones ocho dias continuos en el Pulpito del Refectorio
al tiempo que los demas comieren, y le replicaran dos Colegiales, un
Condicipulo, y otro de facultad superior, que deveran ser sefialados veinte
Y quatro horas antes de la funcion,
230EI Lunes 4 medio dia écuparan el Pulpito los Gramaticos, y por el
Pasante de Gramatica del Coleg.o sera nombrado veinte y quatro horas
antes el sujeto que / lo ha de ocupar, la materia q.e ha de tratar y los
Condicipulos q.e lo han de examinar.
Coneluido el Curso de las Clases, y Examenes anuales, las Conferencias,
6 Academias sobre dichas, se reduciran 4 una Academia de Estilo de
Cartas, de traduccion del Franses, entender una Mapa, manejar un Globo,
de Historia Ecleciastica, 6 Profana, tambien se les dara asunto para una
Gracion que deveran decir en el Pulpito del Refectorio, p.a q.e de este
modo se instruian en todas materias, y aprovechen el tiempo de las recrea-
ciones: y quando el Rector viere que algunos no dieren esperansas de
aprovecharse en los Estudios lo havisar a las Personas 4 cuio cargo
estubieren, con el designio de q.e le preparen otra carrera.
Constitucion 13
De los Azuetos q.e han de tener
Item. ordeno y mando para la recreacion / y descanso de los mismos
Colegiales, que tengan 4sueto todos los Jueves del afo por la tarde despues
de siesta, todos los dias de fiesta por la tarde, segun la costumbre introdu-
cida en las Aulas; en este tiempo le seré permitido el recrearse con
onestidad y modo en los Patios Publicos del Colegio, y no en los lugares
escusados.
Tambien tendran asueto los dias de San Carlos, de Sto. Thomas de
Aquino, el dia del Patron de la Ciudad S.n Martin, los primeros dias de
Pasqua, y algunos-otros dias destinados del afi, segun hallare por conve-
niente el Rector, 4 cuia pradente discrecion se deja el dicernimiento de las
causas legitimas, que puedan écurrir para conceder esta gracia.
Constitucion 14
Delas vacaciones Generales
Item. 6rdeno y mando q.e las Vacaciones Generales no pasen de dos
meses en cuio tiempo iran 4 la Casa de Campo del Colegio en Comp.a del
Rector, 6 vice Rector, y estaran en ella lo menos quinse dias logrando
todas / las diverciones, que se les pueda proporcionar, para que assi cobren
nuebo aliento para las tareas del afio siguiente: A la prudencia del Rector
se deja el disponerles las comodidades, y recreos. pocibles mientras se
mantuvieren en ella.
Constitucion 15
Del Aseo de los Colegiales
Item. érdeno y mando que los Colegiales tengan cuidado de azear sus
Quartos, y de tener sus camas colgadas, y bien dispuestas, que no handen
231con la ropa raida, manchada, ni mal colocada, todo lo qual zelaran con
frecuencia, el Rector, y Vice Rector, reprehendiendo severam.te 4 los que
Amonestados, no se emmendaren,
Sefialara el Rector por Meses dos Coleg.s Zeladores de la limpieza, y
Azeo del Colegio, y estos tendran cuidado de zelar, que se conserve con
integridad, y Azeo, dando parte al Rector, 6 vice Rect.r de los que
contravinieren, para q.e sean reprehendidos.
El Rector tendra / cuidado de coneurrir al Refectorio 4 fin de instruir 4
los Colegiales en el modo de hacer esta accion, con aseo, y Urbanidad:
Pondra a la Puerta del Refectorio dos aguas maniles con sus toallas, para
q.e saliendo de comer se laven las manos. Queda 4 su cuidado el q.e en los
dias que le parezea mande 4 algun Colegial trinchar algunas ves ensefian-
doles lo que ignoraren.
Constitucion 16
Del respeto, veneracion, y obediencia que deven tener
4 los superiores del Colegio
Item. érdeno, y mando, que los Colegiales, veneren, obedezcan, y respe-
ten 4 los Superiores del Colegio, sin atreverse 4 juzgar jamas, si lo que
mandan esta bien 6 mal mandado, sujetandose con humildad, y rendi-
miento, 4 sus Exortaciones, y reprehensiones, sin alterar la vos, en su
presencia, y al Coleg. que delinquiere en punto tan importante se le
reprehenderé severamente proporcionando el castigo al grado de su deso-
bediencia, y si huviere alguno tan atrevido que / hisiere armas, 6 se
recistiere con violencia sera expelido con desonrra del Colegio y borrado
del Libro en que se apuntan las partidas de resepcion de los Coleg.s.
Tendra cuidado el Rector de poner en cada Quarto un Colegial de los
mas antiguos, y mejor juicio, a quien los demas respeten, y obedezcan, y
de su cargo seré que dentro de él se observen las Constituciones, dando
parte al Rector, o Vice Rect.r de qualquiera novedad, 6 infraccion q.e
huviere.
Constitucion 17
Del Castigo de los Coleg.es
Siendo el premio, 6 el Castigo los Polos con q.e se sostiene la humana
sociedad, es indispensable, que se asigne alg.n castigo contra los desaplica-
dos, desobedientes, 6 infractores de las Constituciones, y assi-ordeno, y
mando, que solo al Rector 6 Vice Rector, y né 4 otro alguno dentro 6 fuera
del Colegio le compete Quando algun Mo. de las Clases, notase algun
defecto digno de reprehencion en los Coleg.es de su Aula / pasar un oficio,
politico de palabra, 6 p.r escrito al Rector, 6 Vice Rector para q.e estos
apliquen al Colegial el proporcionado Castigo: pero si huviese algun Mo.
232que sin embargo de esta prohivicion se propasase 4 castigar 6 dar de golpes
4 los Colegiales pertenece al Rector implorar la proteccion del R.1 vice
Patrono para q.e ponga el remedio conveniente.
El Rector y Vice Rector procuraran no aplicar con frequencia el castigo
de azotes quando contemplen que por medio de Otros penales Exercicios se
pueden remediar sus faltas, y para los exessos enormes dispondra un
Quarto donde tenga un Zepo, y un par de Grillos, para contener tan
irregulares casos.
Constitucion 18
Del modo como se han de despedir. los Colegiales
qe salieren. del Colegio
Item. ordeno y mando, que quando alg.n Colegial saliere del Colegio
concluidos sus Estudios saldran acompafiandole hasta la Puerta con el
Rector todos los Colegiales, haciendole todo el honor posible; pero quando /
saliere del Colegio, sin concluir sus Estudios saldran acompafiandole con el
Vice Rector los Colegiales de su facultad. Quando algun Colegial fuere
expedido del Coleg.o ninguno lo saldra 4 acompafiar; y lo mismo se
practicaré con los q.e salieren del Colegio por no haverse querido sujetar, 4
las ordenes del Rector.
Constitucion 19
De la asistencia de los coleg.es en sus enfermedades,
y sufragios q.e se han de hacer quando muera
Item. ordeno y mando que para las enfermedades graves de los Colegia-
les se destine una pieza en donde los enfermos puedan estar con comodi-
dad, y quietud, y si sus Padres, 6 aquellos 4 euio Cargo estuvieren los
quicieren sacar para curarlos, siendo la Enfermedad grave, no se les pondra
embarazo, y siendo contagiosa sera del cuidado del Rector el havisarles
para q.e dispongan de ellos.
Quando succediere q.e alguno falleciese se le dara sepultura en la Capilla
se pondra 4 los lados del Feretro dose velas; 4 la hora sefialada concurrira
todo el Coleg.o 4 las Exequias, colocandose los compafieros. / del Quarto
del defunto detras del Feretro arrastrando la veca en sefal de duelo, y de
sentimiento de esta suerte sera conducido 4 la Capilla, donde se le cantaré
su vigilia, y Misa solemne de Cuerpo presente si fuese la hora competente;
pero quando alguno muriese fuera del Coleg.o se hara saver 4 todos para
que_lo encomienden 4 Dios ofreciendo por su Alma las Misas, y Rosarios de
tres dias, continuos. Todos los afios al étro dia de la fiesta del Santo
Carden.1 S.n Carlos Borromeo Patron del Colegio se hara un Aniversario,
por las Almas de todos los Colegiales, y Eclesiasticos que huvieren servido
en el Colegio.
233Constitucién 20
De la Libreria
Item. ordeno,y mando que la Libreria del Coleg.o corra siempre 4 cargo
del Rector, interin S. M. no érdena otra cosa, ceparando como lo tiene
mandado S. M. todos aquellos Autores que contengan materias laxas,
opuestas 4 la moral santa, y cuidara de q.e la pieza se mantenga aseada, no
permitiendo, q.e / los Colegiales maltraten los Libros, y tambien celara
que para fuera del Colegio no salgan Libros, por titulo, ni pretesto alguno,
y ni aun el mismo Rector, ni alguna otra persona podra prestarlos, para lo
qual lo desautorizo.
Asimismo prevengo que el dho Rector reciviré la Libreria por Inventario
y de propio modo la entregard 4 q.n le sucseda en el cargo.
Y para que todas estas Constituciones lleguen 4 noticia de todos se
leeran todos los Meses delante de todo el Coleg.o para que ninguno alegue
ignorancia que son dadas en Buenos Ayr.s 4 nuebe de Diciembre de mil
setecientos échenta y tres afies.Apéndice 4
Reglamento para los maestros
de primeras letras*
Santiago, 18 de Junio de 1813.
Un sistema metédico de opresién, y en donde no se presentaba arbitrio de
ruina, aniquilamiento y destruccién que no se adaptase para tratar la
América, hizo que esta hermosa porcién de la tierra gimiese 300 afos en la
esclavitud y la ineultura. El gabinete de Madrid expedia muy frecuente-
mente érdenes para que se suprimiesen escuelas, se quitasen catedras y se
desterrase en América toda clase de estudio util. Interesada la dura Es-
pafia en que los naturales de estos pafses no despertasen por momento del
letargo, que les hacia no sentir las cadenas que les oprimian, no solamente
se les dejaba sin industria, cultura, comercio, ete., sino que legando su
crueldad hasta el extremo de querer se ignorasen los primeros rudimentos
de las ciencias, se tomaban medidas indirectas a fin de evitar la vergiienza
y execracién que tal procedimiento podia ocasionar, si aun todavia conser-
vaba algin rastro de pudor en esta materia. Los mismos decretos y
reglamentos que expedian en Madrid para el arreglo y buena disposicién de
las escuelas ni tenian efecto, ni siquiera se circulaban a América. Para
confirmacién de estas tristes verdades basta saber que en Chile, en un pais
extenso y proporcionalmente de los mas poblados de América, no se conta-
ban cuatro escuelas de primeras letras dotadas suficientemente, y que, a
pesar de las solicitudes del ayuntamiento de Santiago, no se quiso permitir
una imprenta, y se pidieron informes a los presidentes para que expusiesen
si convenia que la-hubiese en este pais.
Reeuperada nuestra libertad, e] primer cuidado del Gobierno ha sido la
educacién ptibliea que debe empezar a formar, porque nada halié princi-
piado en el antiguo sistema; y convencido de que del acierto en la eleccién
de maestros para la ensefanza de primeras letras pende el dar la mejor
instruccién a la infancia, formar buenas inclinaeiones y costumbres y hacer
ciudadanos ttiles y virtuosos.
DECRETA:
1°. En toda ciudad, toda villa y todo pueblo que contenga cincuenta
veeinos, debe haber una escuela de primeras letras costeada por los pro-
* Texto tomado de Amanda Labarca H., Historia de la ensenianza en Chile, Imprenta
Universitaria, Santiago de Chile, 1989, pags. 367-370.
235pios del lugar, que se invertirén precisamente en este objeto con preferen-
cia a todo otro, y en caso de no haberlos, el jefe de la provincia en cuya
Jurisdiccién se halle dicho lugar, propondré los arbitrios que puedan to-
marse para su establecimiento.
2°. En toda escuela habra un fondo destinado para costear libros, papel y
demas utensilios de que necesiten los educandos, de tal modo que los
padres de familia, por ningin pretexto-ni bajo titulo alguno, sean gravados
con la mas pequefia contribucién.
8°. Se destinaran lugares cémodos y situados en medio de la poblacion
para facilitar la concurrencia a las escuelas.
4°. No se podré ejercer en el territorio de Chile el magisterio de prime-
ras letras (ya se le nombre de oficio o ya el mismo interesado lo solicite) sin
los requisitos de manifestar atestacién auténtica de su parroco de haber
sido examinado y aprobado en doctrina cristina, de rendir una informacion
con tres testigos y citacién del procurador del pueblo donde ha de ejercer
su ministerio, sobre su patriotismo (que ha de ser decidido y notorio), vida
y costumbres, y de un informe de la justicia del lugar donde ha residido el
interesado.
5°. Luego que se hallen evacuadas las diligencias del articulo anterior,
sufrira un examen ante dos individuos del eabildo del lugar donde va
ensefiar, acompafiados de un maestro de primeras letras, y a falta de
cabildo, ante el cura, el jefe del lugar y el maestro, sobre la pericia en leer,
escribir y contar, haciéndole extender varias muestras de todas clases de
letras y ejemplares de las cuatro principales reglas de cuentas.
6°. Por estas diligencias no se levardn al interesado derechos algunos
por ningtin ministro.
7. Los eclesidsticos seculares o regulares, que se presenten a obtener
magisterio de primeras letras, cumplen con manifestar un informe del
ordinario o de su prelado si son regulares, en que se exprese ser notoria su
aptitud y patriotismo, y a més pasardn por el examen que previene el
articulo 5°,
8°. Conclufdos todos estos requisitos, se pasardn las diligencias al Go-
bierno (sin perjuicio de poner en posesién a los interesados) para que éste
sepa las circunstancias y aptitud de todos los maestros de primeras letras
que ensefian en el territorio del Estado.
§. Estos individuos, por la importancia de su ministerio y por el servi-
cio que hacen 2 la patria, deben ser mirados con toda consideracién y
honor; por consiguiente, sus personas son de las mas respetables; quedan
exentos de todo servicio militar y cargas concejiles, y el Gobierno los
tendra presente para dispensarles una particular proteccién.
10°. Los maestros actuales sélo podran continuar en la engefianza, cum-
Pliendo con los mismos requisitos que se previenen en el articulo 4°,
23611, Se levaran a debido efecto las providencias que se han dado sobre
el establecimiento de escuelas en Ja capital y se dara orden a las abadesas
de monjas para que inmediatamente cumplan con lo dispuesto en decreto
de 21 de Agosto de 1812, publicado en La Aurora, N° 29, tomo I.
12°, Se establecera en cada villa una escuela de mujeres, en donde se
ensefie a las jovenes a leer, escribir y aquellas costumbres y ejercicios
andlogos a su sexo.
18°, Las maestras de nifias deben ser personas de una vida la més
califieada y virtuosa, y se declara su destino por uno de los mas honrosos y
distinguidos del Estado. Para permitirles la ensefianza, debera preceder
informe de vida y costumbres, examen de doctrina por persona que dispute
el parroco respectivo y aprobacion de la justicia con audiencia del procura-
dor de cabildo.
14°, En la capital, se estableceran las escuelas de mujeres con las mis-
mas circunstaneias, en los monasterios de monjas, y en la forma del
decreto citado en el articulo 11.
15°. Todo hombre o mujer, que a més de los maestros nombrados y
costeados por el Estado, quiera ensefiar primeras letras, puede hacerlo
pasando por las formalidades dispuestas, y percibiendo la pensién que
acordaren con los educandos. El Gobierno reconoce que en éstos practican
un servicio a la patria, muy recomendable.
16°, En ninguna escuela se ensefiaran nifios de ambos sexos. Las
maestras sélo admitiran mujeres, y los maestros varones.
17°. Nada contribuye més a la buena educacién que la eleccion de libros
en que los infantes empiecen a leer. Las fabulas frias, las historias mal
formadas, las devociones indiseretas, que carecen de lenguaje puro y
méximas sélidas, depravan el gusto y ocasionan infinitos vicios trascenden-
tales a toda la vida. Los nifos de Chile seran ensefados por el pequeio
catecismo que empieza: ‘Decidme, hijo ;hay Dios? y est aprobado por el
Sinodo, del sefior Alday; por el ‘Compendio Historico de la Religién’, de
Pintén; por los ‘Catecismos’ de Fleuri y Poiget y por el ‘Compendio de la
Historia de Chile’, de Molina.
18°. El cuidado y proteccién de las escuelas de primeras letras se pone a
cargo del cabildante decano de cada cabildo por lo respectivo a las escuelas
de su provincia. Este debe responder en todo tiempo a los pueblos y al
Gobierno del sagrado depésito que se le ha confiado.
19°. El dia ultimo de cada mes es obligado precisamente a visitar las
escuelas de la villa cabecera, y lugares que no disten de ella cuatro leguas:
y cada seis meses, después de visitar las de toda la provincia, ha de
informar al Gobierno si se cumple con este reglamento: qué clase de
ensefianza se da a los jévenes; cuanto es el numero de los concursantes y
cual su aprovechamiento; cuales las entradas de la escuela y sus destinos, y
dara una razén de los muebles y enseres que tenga, y finalmente, infor-
237mar4 cuanto pueda servir para que el Gobierno, o las personas que éste
nombrase para visitar las provineias, conozcan y entiendan perfeetamente
el estado y circunstancias de cada escuela.
20°. Ninguno puede ensefiar en el Estado de Chile, sino en la forma
dispuesta por este reglamento.
21°. El Gobierno dispondra Prontamente un plan de ensefianza de pri-
meras letras que se pasara a todos los maestros para su puntual cumpli-
miento.
Dado en el Palacio de la Junta Suprema de Chile. Francisco Antonio
Pérez. José Miguel Infante, Agustin Eyzaguirre. Mariano de Egafia, Se-
cretario.Apéndice 5
Discurso en la instalacién
de la Universidad de Chile*
El Presidente de la Republica acompanado de los Senores Ministros del
Despacho, de diputaciones de las dos Cémaras Lejislativas, de los Tribu-
nales y Corporaciones, de un gran niimero de funcionarios civiles y
militares, y de los alumnos del Instituto Nacional, se dirijié a las 12 del
dia 17 de Septiembre a uno de los, salones del edificio de la antigua
Universidad. El Sr. Ministro Vicepatrono presenié a S. E. el Cuerpo
Universitario, leys los nombres de los miembros que lo componen, y
recité la formula del juramento, que prestaron todos simultdneamente y
de pie, levantando el brazo derecho. El Rector y Decanos recibieron en
seguida de manos de S.E. las insignias de los respectivos encargos. Se
declaré instalada la Universidad de Chile y el mismo Sr. Ministro pro-
nuncié un breve discurso alusivo al acto, y a los fines con que se ha
restablecido sobre nuevas bases este Cuerpo. A este discurso siguid el del
Rector, concebido en estos términos:
EXMO. SR. PATRONO DE LA UNIVERSIDAD
SENORES
El Consejo de la Universidad me ha encargado expresar a nombre del
cuerpo nuestro profundo agradecimiento por las distineiones y la confianza
con que el supremo gobierno se ha dignado honrarnos. Debo también
hacerme el intérprete del reconocimiento de la Universidad por la expre-
sin de benevolencia en que el sefior ministro de instruccién publica se ha
servido aludir a sus miembros. En cuanto a mi, sé demasiado que esas
distinciones y esa confianza las debo mucho menos a mis aptitudes y
fuerzas que a mi antiguo celo (ésta es la sola cualidad que puedo atribuirme
sin presuncién), a mi antiguo celo por la difusién de las luces y de los sanos
principios, y a la dedicacién laboriosa con que he seguido algunos ramos de
estudios, no interrumpidos en ninguna época de mi vida, no dejados de la
mano en medio de graves tareas. Siento el peso de esta confianza; conozco
la extensién de las obligaciones que impone; comprendo la magnitud de los
esfuerzos que exige. Responsabilidad es ésta que abrumaria, si recayese
sobre un solo individuo, una inteligencia de otro orden, y mucho mejor
* Texto tomado de Andrés Bello, 1781-1981. Discurao en la instalacién de la Universidad
de Chile (17 de Septiembre de 1843)... Homenaje de la Editorial Universitaria... Santiago de
Chile, 1981.
239Preparada que ha podido estarlo la mia. Pero me alienta la cooperaeién de
mis distinguidos colegas en el consejo, y el cuerpo todo de la Universidad.
La ley (afortunadamente para mi) ha querido que la direccién de los
estudios fuese la obra comtin del cuerpo. Con la asistencia del consejo, con
la actividad ilustrada y patridtica de las diferentes facultades; bajo los
auspicios del gobierno, bajo la influeneia de la libertad, espiritu vital de las
instituciones chilenas, me es licito esperar que el caudal precioso de ciencia
y talento, de que ya esta en posesién la Universidad, se aumentara, se
difundira velozmente, en beneficio de la religion, de la moral, de la libertad
misma, y de los intereses materiales.
La Universidad, sefiores, no seria digna de ocupar un lugar en nuestras
instituciones sociales, si (como murmuran algunos ecos oscuros de decla-
maciones antiguas) el cultivo de las ciencias. y de las letras pudiese mirarse
como peligroso bajo un punto de vista moral, o bajo un punto de vista
Politico. La moral (que yo no separo de la religién) es la vida misma de la
sociedad; la libertad es el estimulo que da un vigor sano y una actividad
fecunda a las instituciones sociales. Lo que enturbie la pureza de la moral,
lo que trabe el arreglado pero libre desarrollo de las facultades individuales
y colectivas de la humanidad y —digo mas— lo que las ejercite infructuosa-
mente, no debe un gobierno sabio incorporarlo en la organizacién del
estado, Pero en este siglo, en Chile, en esta reuni6n, que yo miro como un
homenaje solemne a la importancia de la cultura intelectual; en esta rev-
nin, que, por una coincidencia significativa, es la primera de las pompas
que saludan al dia glorioso de .la patria, al aniversario de la libertad
chilena, yo no me creo llamado a defender las ciencias y las letras contra
los paralogismos del elocuente filésofo de Ginebra, ni contra los recelos de
espfritus asustadizos, que con los ojos fijos en los escollos que han hecho
zozobrar al navegante presuntuoso, no querrian que la razin desplegase
jamés las velas, y de buena gana la condenarian a una inercia eterna, mas
Perniciosa que el abuso de las luces a las causas mismas porque abogan. No
Para refutar Io que ha sido mil veces refutado, sino para manifestar la
correspondencia que existe entre los sentimientos que acaba de expresar el
Sefior ministro de instruceién publica y los que animan a la Universidad, se
me permitiré que afiada a las de su sefioria algunas ideas generales sobre la
influencia moral y politica de las ciencias y de las letras, sobre el ministerio
de los cuerpos literarios, y sobre los trabajos especiales a que me parecen
destinadas nuestras facultades universitarias en el estado presente de la
naci6n chilena,
Lo sabéis, sefiores: todas las verdades se tocan, desde las que formulan
el rumbo de los mundos en el piélago del espacio; desde las que determinan
las agencias maravillosas de que dependen el movimiento y la vida en el
universo de la materia; desde las que resumen la estructura del animal, de
la planta, de la masa inorganica que pisamos; desde las que revelan los
fenémenos intimos del alma en el teatro misterioso de la conciencia, hasta
las que expresan las acciones ¥ reacciones de las fuerzas politicas; hasta las
que sientan las bases inconmovibles de la moral; hasta las que determinan las
240condiciones precisas para el desenvolvimiento de los gérmenes industriales;
hasta las que dirigen y fecundan las artes. Los adelantamientos en todas
Iineas se llaman unos a otros, se eslabonan, se empujan. Y cuando digo los
adelantamientos en todas lineas comprendo sin duda los mas importantes ala
dicha del género humano, los adelantamientos en el orden moral y politico. ,A
qué se debe este progreso de civilizacién, esta ansia de mejoras sociales, esta
sed de libertad? $i queremos saberlo, comparemos a la Europa y a nuestra
afortunada América, con los sombrios imperios del Asia, en que el despotismo
hace pesar su cetro de hierro sobre cuellos encorvados de antemano por la
ignorancia, o con las hordas africanas, en que el hombre, apenas superior alos
brutos es, como ellos, un articulo de trifico para sus propios hermanos.
{Quién prendio en la Europa esclavizada las primeras centellas de libertad
civil? ;No fueron las letras? {No fue la herencia intelectual de Grecia y Roma,
reclamada, después de una larga época de oscuridad, por el espiritu humano?
Alli, alli tuvo principio este vasto movimiento politico, que ha restituido sus
titulos de’ ingenuidad a tantas razas esclavas; este movimiento, que se pro-
paga en todos sentidos, acelerado continuamente por la prensa y por las
letras; cuyas ondulaciones, aqui rapidas, all lentas, en todas partes necesa-
rias, fatales, allanaran por fin cuantas barreras se les opongan, y cubriran la
superficie del globo. Todas las verdades se tocan;y yo extiendo esta asercién
al dogma religioso, ala verdad teolégica. Calumnian, no sé si diga ala religion
a las letras, los que imaginan que pueda haber una antipatfa secreta entre
aquéllas y éstas. Yo creo, por el contrario, que existe, que no puede menos
que existir, una alianza estrecha entre la revelacién positiva y esa otra
revelacion universal que habla a todos los hombres en el libro de la naturaleza.
Si entendimientos extraviados han abusado de sus conocimientos para im-
pugnar el dogma, jqué prueba esto, sino la condicién de las cosas humanas? Si
la raz6n humana es débil, si tropieza y cae, tanto mas necesario es suminis-
trarle alimentos sustanciosos y apoyos slidos. Porque extinguir esta curiosi-
dad, esta noble osadia del entendimiento, que le hace arrostrar los arcanos de
la naturaleza, los enigmas del porvenir, no es posible, sin hacerlo al mismo
tiempo, incapaz de todo lo grande, insensible a todo lo que es bello, generoso,
sublime, santo; sin emponzofiar las fuentes de la moral; sin afear y envilecer la
religion misma. He dicho que todas las verdades se tocan, y atin no creo haber
dicho bastante. Todas las facultades humanas forman un sistema, en que no
puede haber regularidad y armonja sin el concurso de cada una. No se puede
paralizar una fibra (Permitaseme decirlo asf), una sola fibra del alma, sin que
todas las otras enfermen.
Las ciencias y las letras, fuera de este valor social, fuera de esta
importancia que podemos llamar instrumental, fuera del barniz de ameni-
dad y elegancia que dan a las sociedades humanas, y que debemos contar
también entre sus beneficios, tienen un mérito suyo, intrinseco, en cuanto
aumentan los placeres y goces del individuo que las cultiva y las ama;
placeres exquisitos, a que no llega el delirio de los sentidos; goces puros, en
que el alma no se dice a si misma:
241++ Medio de fonte leporum
amari aliquid, quod in ipsis floribus angit.
surgit
(Lucrecio.)
De en medio de la fuente del deleite
un no sé qué de amargo se levanta,
que entre el halago de las flores punza.
Las ciencias y la literatura evan en si la recompensa de los trabajos y
Vigilias que se Tes consagran. No hablo de la gloria que ilustra las grandes
conquistas cientificas; no hablo de la.aureola de inmortalidad que .corona
las obras del genio. A pocos es permitido esperarlas. Hablo de los placeres
mAs o menos elevados, més o menos intensos, que son comunes-a todos los
rangos en la repiiblica de las-letras. Para el entendimiento, como para las
otras facultades humanas, la actividad es en si misma un placer; placer
que, como dice un filésofo escocés', sacude de nosotros aquella inercia a
que de otro modo nos entregariamos en dafio nuestro y de la sociedad.
Cada senda que abren las ciencias al entendimiento cultivado, le muestra
perspectivas encantadas; cada nueva faz que se le descubre en el tipo ideal
de la belleza, hace estremecer deliciosamente el corazén humano, criado
para admirarla y sentirla. El entendimiento cultivado oye en el retiro de la
meditacién las mil voces del coro de la naturaleza: mil visiones peregrinas
revuelan en torno a la lampara solitaria que alumbra sus vigilias. Para é]
solo, se atavia la ereacién de toda su magnificencia, de todas sus galas,
Pero las letras y las ciencias, al mismo tiempo que dan un ejercicio
delicioso al entendimiento y a la imaginacién, elevan el caracter moral.
Ellas debilitan et poderio de las seducciones sensuales; ellas desarman de la
mayor parte de sus terrores a las vicisitudes de la fortuna. Ellas son
(después de la humilde y contenta resignacién del alma religiosa) el mejor
Preparativo para la hora de la desgracia. Ellas levan el consuelo al lecho
del enfermo, al asilo del proscrito, al calabozo, al cadalso. Sécrates, en
visperas de beber la cicuta, ilumina su cércel con las mas sublimes especu-
laciones que nos ha dejado la antigtiedad gentilica sobre el porvenir de los
destinos humanos. Dante compone en el destierro su Divina Comedia.
Lavoisiér pide a sus verdugos un plazo breve para terminar una investiga-
cién importante. Chénier, aguardando por instantes la muerte, escribe sus
ultimos versos, que deja incompletos para marchar al patibulo:
Comme wn dernier rayon, comme un dernier zéphire
anime la fin d'un beau jour,
au pied de Véchafaud jessaie encor ma lyre.
‘Tomas Brown.Cual rayo postrero,
cual aura que anima
el ultimo instante
de un hermoso dia
al pie del cadalso
ensayo mi lira.
Tales son las recompensas de las letras; tales son sus consuelos. Yo mismo,
aun siguiendo de tan lejos-a sus favorecidos adoradores, yo mismo he
podido participar de sus beneficios, y saborearme con sus goces. Adorna-
ron de celajes alegres la mafiana de mi vida, y -conservan todavia algunos
matices a el alma, como la flor que hermosea las ruinas. Ellas han hecho
aun més por mi; me alimentaron en mi larga peregrinacién, y encarhinaron
mis pasos a este suelo de libertad y de paz, a esta patria adoptiva, que me
ha dispensado una hospitalidad tan benévola.
Hay otro punto de vista, en que tal vez lidiaremos con preocupaciones
especiosas. Las universidades, las corporaciones literarias, ;son un ins-
trumento a propésito para la propagacién de las luces? Mas apenas concibo
que pueda hacerse esa pregunta a una edad que es por excelencia la edad
de la asociacién y la representacién; en una edad en que pululan por todas
partes las sociedades de agricultura, de comercio, de industria, de benefi-
cencia; en la edad de los gobiernos representativos. La Europa, y los
Estados Unidos de América, nuestro modelo bajo tantos respectos, res-
ponderan a ella. Si la propagacién del saber es una de sus condiciones mas
importantes, porque sin ellas las letras no harian mas que ofrecer unos
pocos puntos luminosos en medio de densas tinieblas, las corporaciones a
que se debe principalmente la rapidez de las comunicaciones literarias
hacen beneficios esenciales a la ilustracién y a la humanidad. No bien brota
en el pensamiento de un individuo una verdad nueva, cuando se apodera de
ella toda la repiblica de las letras. Los sabios de la Alemania, de la
Francia, de los Estados Unidos, aprecian su valor, sus consecuencias, sus
aplicaciones. En esta propagacién del saber, las academias, las universida-
des, forman otros tantos depésitos, a donde tienden constantemente a
acumularse todas las adquisiciones cientificas; y de estos centros es de
donde se derraman mas facilmente por las diferentes clases de la sociedad.
La Universidad de Chile ha sido establecida con este objeto especial. Ellas,
si corresponde a las miras de la ley que le ha dado su nueva forma, si
corresponde a los deseos de nuestro gobierno, sera un cuerpo eminente-
mente expansivo y propagador.
Otros pretenden que el fomento dado a la instruccién cientifica se debe
de preferencia a la ensefianza primaria. Yo ciertamente soy de los que
miran la instruccién general, la educacién del pueblo, como uno de los
objetos mas importantes y privilegiados a que pueda dirigir su atencién el
gobierno; como una necesidad primera y urgente; como la base de todo
s6lido progreso; como el cimiento indispensable de las instituciones repu-
blicanas. Pero, por eso mismo, creo necesario y urgente el fomento de la
243ensenanza literaria y cientifica. En ninguna parte ha podido generalizarse
la instruccién elemental que reclaman las clases laboriosas, Ja gran mayoria
del género humano, sino donde han florecido de antemano las ciencias y las
letras. No digo yo que el cultivo de las letras y de las ciencias traiga en pos
de sf, como una consecuencia precisa, la difusién de la ensehanza elemerital;
aunque es incontestable que las ciencias y las letras tienen una tendencig
natural a difundirse, cuando causas artificiales no las contrarian. Lo que
digo es que el primero es una condicién indispensable de la segunda; que
donde no existe aquél, es imposible que la otra, cualesquiera que sean los
esfuerzos de la autoridad, se verifique bajo la forma conveniente. La
difusién de los conocimientos supone uno 0 mas hogares, de donde salga y
se reparta la luz, que, extendiéndose progresivamente sobre los espacios
intermedios, penetre al fin las capas extremas. La generalizacién de la
ensefanza requiere gran nimero de maestros competentemente instruidos;
y las aptitudes de éstos sus ultimos distribuidores son, elias mismas,
emanaciones mas o menos distantes de los grandes depésitos cientificos y
literarios. Los buenos maestros, los buenos libros, los buenos métodos, la
buena direccién de la ensefianza, son necesariamente la obra de una cultura
intelectual muy adelantada. La instrucci6n literaria y cientifica es la fuente
de donde la instruccién elemental se nutre y se vivifica; a la manera que en
una sociedad bien organizada la riqueza de la clase mas favorecida de la
fortuna es el manantial de donde se deriva la subsistencia de las clases
trabajadoras el bienestar del pueblo. Pero la ley, al plantear de nuevo la
universidad, no ha querido fiarse solamente de esa tendencia natural de la
ilustracién a difundirse, y que la imprenta da en nuestros dias una fuerza y
una movilidad no conocidas antes; ella ha unido intimamente las dos espe-
cies de ensefianza; ella ha dado a una de las secciones del cuerpo universi-
tario el encargo especial de velar sobre la instruccién primaria, de observar
sa marcha, de facilitar su propagacin, de contribuir a sus progresos. El
fomento, sobre todo, de la instruceién religiosa y moral del pueblo es un
deber que cada miembro de la universidad se impone por el hecho de ser
recibido en su.seno.
La ley que ha establecido la antigua universidad sobre nuevas bases,
acomodadas al estado presente de la civilizacion y a las necesidades de
Chile, apunta ya los grandes objetos a que debe dedicarse este cuerpo.
El sefior ministro vicepatrono ha manifestado también las miras que presi-
dieron a la refundicién de la Universidad, los fines que en ella se propone el
legistador, y las esperanzas que es llamada a llenar; y ha desenvuelto de tal
modo estas ideas, que, siguiéndole en ellas, apenas me seria posible hacer
otra cosa que un ocioso comentario a su discurso. Afiadiré con todo algunas
breves observaciones que me parecen tener su importancia.
El fomento de las ciencias eclesiasticas, destinado a formar dignos minis-
tros del culto, y en ultimo resultado a prover a los pueblos de la republica
de la competente educacién religiosa y moral, es el primero de estos
objetos y el de mayor trascendencia. Pero hay otro aspecto bajo el cual
debemos mirar la consagracién de la universidad a la causa moral y de la
244religion. Si importa el cultivo de las ciencias eclesiasticas para el desem-
pefio del ministerio sacerdotal, también importa generalizar entre la juven-
tud estudiosa, entre toda la juventud que participa de la educaci6n literaria y
cientifica, conocimientos adecuados del dogma y de los anales de la fe eris-
tiana. No creo necesario probar que ésta debiera ser una parte integrante de
la educacion general, indispensable para toda profesién, y aun para todo
hombre que quiera ocupar en la sociedad un lugar superior al infimo.
Ala facultad de leyes y ciencias polfticas se abre un campo, el mas vasto,
el mas susceptible y de aplicaciones tiles. Lo habéis oido: la utilidad
practica, los resultados positivos, las mejoras sociales, es lo que principal-
mente espera de la Universidad el gobierno; es lo que principalmente debe
recomendar sus trabajos a la patria. Herederos de la legislacin del pueblo
rey, tenemos que purgarla de las manchas que contrajo bajo el influjo
maléfico del despotismo; tenemos que despejar las incoherencias que des-
lustran una obra a que han contribuido tantos siglos, tantos intereses
alternativamente dominantes, tantas inspiraciones contradictorias. Tene-
mos que acomodarla, que restituirla a las instituciones republicanas. ,Y
qué objeto mas importante o mas grandioso que la formacién, el perfeccio-
namiento de nuestras leyes organicas, la recta y pronta administracién de
justicia, de seguridad de nuestros derechos, la fe de las transacciones
comerciales, la paz del hogar doméstico? La Universidad, me atrevo a
decirlo, no acoger4 la preocupacién que condena como inttil 0 pernicioso el
estudio de las leyes romanas; creo, por el contrario, que le dara un nuevo
estimulo y lo asentara sobre bases mds amplias. La Universidad vera
probablemente en ese estudio el mejor aprendizaje de la logica juridica y
forense. Oigamos sobre este punto el testimonio de un hombre a quien
seguramente no se tachara de parcial a doctrinas antiguas; a un hombre
que en el entusiasmo de la emancipacién popular y de la nivelacién demo-
cratica ha tocado tal vez al extremo. “La ciencia estampa en el derecho su
sello; su légica sienta los principios, formula los axiomas, deduce las conse-
cuencias, y saca de la idea de lo justo, reflejandola, inagotables desenvol-
vimientos. Bajo este punto de vista, el derecho romano no reconoce igual;
se pueden disputar algunos de sus principios; pero su método, su logica, su
sistema cientffico, Io han hecho y lo mantienen superior a todas las otras
legislaciones; sus textos son la obra maestra del estilo juridico; su método
es el de la geometria aplicado en todo su rigor al pensamiento moral.” Asi
se explica L’Herminier, y ya antes Leibniz habia dicho: “In jurisprudentia
regnant (romani). Dixi saepius post scripta geometrarum nihil extare quod
vi ac subtilitate cum romanorum jurisconsultorum scriptis comparari pos-
sit: tantum nervi inest; tantum profunditatis.”
La Universidad estudiara también las especialidades de la sociedad chi-
lena bajo el punto de vista econémico, que no presenta problemas menos
vastos, ni de menos arriesgada resolucién. La Universidad examinara los
resultados de 1a estadistica chilena, contribuiré a formarla, y leera en sus
guarismos la expresién de nuestros intereses materiales. Porque en éste,
como en los otros ramos, el programa de la Universidad es enteramente
245chileno: si toma prestadas a la Europa las deducciones de la ciencia, es para
icarlas a Chile. Todas las sendas en que se Propone dirigir las investiga
ciones de sus miembros, el estudio de sus alumnos, convergen a un centro:
la patria,
La medicina investigaré, siguiendo el mismo plan, las modificaciones
peculiares que dan al hombre chileno su clima, sus costumbres, sus alimen-
tos; dictard las reglas de la higiene privada y publica; se desvelaré por
arranear a las epidemias el secreto de su germinacién y de su actividad
devastadora; y har, en cuanto es Posible, que se difunda a los campos el
fisicas, sus aplicaciones a una industria naciente, que apenas tiene en
ejercicio unas Pocas artes simples, groseras, sin Pprocederes bien entendi-
dos, sin méquinas, sin algunos aun de los’ mas comunes utensilios; sus
aplicaciones a una tierra cruzada en todos sentidos de veneros metalicos, a
un suelo fértil de riquezas vegetales, de sustancias alimenticias; a un suelo
Sobre el que la cieneia ha echado apenas una ojeada ripida?
Pero, fomentando las aplicaciones practicas, estoy muy distante de creer
que la Universidad adopte Por su divisa el mezquino cui bono? y que no
aprecie en su justo valor el conocimiento de la naturaleza en todos sus
variados departamentos. Lo primero, porque, para guiar acertadamente,
la préctica, es necesario que el entendimiento se eleve a los puntos culmi-
nantes de la ciencia, a la apreciacién de sus férmulas generales. La Univer-
sidad no confundira, sin duda, las aplicaciones Practicas con las manipula-
ciones de un empirismo ciego. Y lo Segundo, porque, como dije antes, el
cultivo de la inteligencia contemplativa que descorre el velo de los arcanos
del universo fisico y moral, es en si mismo un resultado positivo y de la
mayor importancia. En este punto, para no repetirme, copiaré las palabras
de un sabio inglés, que me ha honrado con sa amistad: “Ha sido —dice el
doctor Nicolas Arnott—, ha sido una Preocupacién el creer que las perso-
nas instruidas asi en las leyes generales tengan su atencién dividida, y
apenas les quede tiempo para aprender alguna cosa_perfectamente, Lo
contrario, sin embargo, es lo cierto; Porque los conocimientos generales
hacen més elaros y precisos los conocimientos particulares. Los teoremas
las leyes generales puede leer en el libro de la naturaleza, encuentra en el
universo una historia sublime que le habla de Dios, y ocupa dignamente su
Pensamiento hasta el fin de sus dias,”
Paso sefiores, a aquel departamento literario que posee de un modo
peculiar y eminente la cualidad de pulir las costumbres; que afina el
lenguaje, haciéndolo un vehiculo fiel, hermoso, didfano, de las ideas; que,
246por el estudio de otros idiomas vivos y muertos, nos pone en comunicacién
con la antigiiedad y con las naciones més civilizadas, cultas y libres de
nuestros dias; que nos hace ofr, no por el imperfecto medio de las traduc-
ciones siempre y necesariamente infieles, sino vivos, sonoros, vibrantes,
los acentos de la sabiduria y la elocuencia extranjera; que, por la contem-
placién de Ja belleza ideal y de sus reflejos en las obras del genio, purifica
el gusto, y concilia con los raptos audaces de la fantasia los derechos
imprescriptibles'de la raz6n; que, iniciando al mismo tiempo el alma en sus
estudios severos, auxiliares necesarios de la bella literatura, y preparati-
vos indispensables para todas las ciencias, para todas las carreras de la
vida, forma la primera disciplina del ser intelectual y moral, expone las
leyes eternas de la inteligencia a fin de dirigir y afirmar sus pasos, y
desenvuelve los pliegues profundos del corazén, para preservarlo de extra-
vios funestos, para establecer sobre s6lidas bases los derechos y deberes
del hombre. Enumerar estos diferentes objetos es presentaros, sefiores,
seguin yo lo concibo, el programa de la Universidad en la seccién de
filosofia y humanidades. Entre ellos, el estudio de nuestra lengua me
parece de una alta importancia. Yo no abogaré jam4s por el purismo
exagerado que condena todo lo nuevo en materia de idioma; creo, por el
contrario, que la multitud de ideas nuevas, que pasan diariamente del
comercio literario a la circulacién general, exige voces nuevas que las
representen. jHallaremos en el diccionario de Cervantes y de fray Luis de
Granada —no quiero ir tan lejos—, hallaremos en el diccionario de Iriarte
y Moratin medios adecuados, signos hicidos para expresar las nociones
comunes que flotan hoy dia sobre las inteligencias medianamente cultiva-
das, para expresar el pensamiento social? jNuevas instituciones, nuevas
leyes, nuevas costumbres; variadas por todas partes a nuestros ojos la
materia y las formas; y viejas voces, vieja fraseologia! Sobre ser desacor-
dada esa pretensién, porque pugnaria con el primero de los objetos de la
lengua, la facil y clara transmisién del pensamiento, seria del tédo inase-
quible. Pero se-puede ensanchar el lenguaje, se puede enriquecerlo, se
puede acomodarlo a todas las exigencias de la sociedad, y aun a las de la
moda, que ejerce un imperio incontestable sobre la literatura, sin adulte-
rarlo, sin viciar sus construcciones, sin hacer violencia a su genio. ,Es
acaso distinta de la de Pascal y Racine la lengua de Chateaubriand y
Villemain? ;Y no trasparenta perfectamente la de estos dos escritores el
pensamiento social de la Francia de nuestros dias, tan diferentes de la
Francia de Luis XIV? Hay mas: demos anchas a esta especie de cultera-
nismo; demos carta de nacionalidad a todos los caprichos de un extrava-
gante neologismo; y nuestra América reproducira dentro de poco la confu-
sin de idiomas, dialectos y jerigonzas, el caos babilénico de la Edad Media;
y diez pueblos perderan uno de sus vinculos mas poderosos de fraternidad,
uno de sus mas preciosos instrumentos de correspondencia y comercio.
La Universidad fomentara, no sélo el estudio de las lenguas, sino de las
literaturas extranjeras. Pero no sé si me engafio. La opinién de aquellos
que creen que debemos recibir los resultados sintéticos de la ilustracion
ATeuropea, dispenséndonos del examen de sus titulos, dispensandonos del
proceder analitico, unico medio de adquirir verdaderos conocimientos, no
encontrara muchos sufragios en la Universidad. Respetando, como res-
eto, las opiniones ajenas y reservandome sélo el derecho de discutirlas,
confieso que tan poco propio me pareceria para alimentar el entendimiento,
para educarle y acostumbrarle a pensar por si, el atenernos a las conclusio-
nes morales y politicas de Herder, por ejemplo, sin el estudio de la historia
antigua y moderna, como el adoptar los teoremas de Euclides sin el previo
trabajo intelectual de la demostracién. Yo miro, sefiores, a Herder como a
uno de los escritores que han servido més titilmente a la humanidad: él ha
dado toda su dignidad a la historia, desenvolviendo en ella los designios de
Ja Providencia, y los destinos a que es llamada la especie humana sobre la
tierra. Pero el mismo Herder no se Propuso suplantar el conocimiento de
los hechos, sino ilustrarlos, explicarlos; ni se puede apreciar su doctrina
sino por medio de previos estudios historicos. Sustituir a ellos deducciones
y formulas, seria presentar a la juventud un esqueleto en vez de un
traslado vivo del hombre social; seria darle una coleccién de aforismos en
vez de poner a su vista el panorama mévil, instructivo, pintoresco, de las
instituciones, de las costumbres, de las revoluciones, de los grandes pue-
blos y de los grandes hombres; seria quitar al moralista y al politico las
convieeiones profundas que s6lo pueden nacer del conocimiento de los hechos;
seria quitar a la experiencia del género humano el saludable poderio de sus
avisos, en la edad, cabalmente que es més susceptible de impresiones dura-
bles; seria quitar al poeta una inagotable mina de imagenes y colores. Y lo que
digo de la historia, me parece que debemos aplicarlo a todas los otros ramos
del saber. Se impone de este modo al entendimiento la necesidad de largos, es
verdad, pero agradables estudios, Porque nada hace mas desabrida la ense-
flanza que las abstracciones, y nada la hace més facil y amena sino el proceder
que, amoblando la memoria, ejercita al mismo tiempo al entendimiento y
exalta la imaginacién. El raciocinio debe engendrar al teorema, los ejemplos
graban profundamente las lecciones,
4Y pudiera yo, sefiores, dejar de aludir, aunque de paso, en esa rapida
resefia, a la mas hechicera de las vocaciones literarias, al aroma de la
literatura, al capitel corintio, por decirlo ast, de la sociedad culta? ;Pu-
diera, sobre todo, dejar de aludir a la excitacién instantanea, que ha hecho
aparecer sobre nuestro horizonte esa constelacién de jévenes ingenios que
cultivan con tanto ardor la poesia? Lo diré con ingenuidad: Hay ineorrec-
cién en sus versos; hay cosas que una razon castigada y severa condena.
Pero la correceién es la obra del estudio y de los afos; ,quién pudo esperarla
de los que, en un momento de exaltacién, poética y patristica a un tiempo,
se lanzaron a esa nueva arena, resueltos a probar que en las almas chilenas
arde también aquel fuego divino, de que Por una preocupacién injusta se
las habfa crefdo privadas? Muestras brillantes, y no limitadas al sexo que
entre nosotros ha cultivado hasta ahora casi exclusivamente las letras, la
habian refutado ya. Ellos la han desmentido de nuevo. Yo no sé si una
predisposicién parcial hacia los ensayos de las inteligencias juveniles ex-
248travia mi juicio. Digo lo que siento: hallo en esas obras destellos incontes-
tables del verdadero talento, y aun con relacién a algunas de ellas, pudiera
decir, del verdadero genio poético. Hallo, en algunas de esas obras, una
imaginacion original y rica, expresiones felizmente atrevidas, y (lo que
parece que sélo pudo dar un largo ejercicio) una versificacién armoniosa y
fluida, que busca de propésito las dificultades para luchar con ellas y sale
airosa de esta arriesgada prueba. La Universidad, alentando a nuestros
jovenes poetas les dira tal vez: “Si queréis que vuestro nombre no quede
encarcelado entre la cordillera de los Andes y la mar del Sur, recinto
demasiado estrecho para las aspiraciones generosas del talento; si queréis
que os lea la posteridad, haced buenos estudios, principiando por el de la
lengua nativa. Haced ms; tratad asuntos dignos de vuestra patria y de la
posteridad. Dejad los tonos muelles de la lira de Anacreonte y de Safo: la
poesia del siglo XIX tiene una misién mas alta. Que los grandes intereses
de la humanidad os inspiren. Palpite en vuestras obras el sentimiento
moral. Digase cada uno de vosotros, al tomar la pluma: Sacerdote de las
Musas, canto para las almas inocentes y puras:
Musarum sacerdos,
virginibus puerisque canto.
(Horacio.)
{Y cuantos temas grandiosos no os presenta ya vuestra joven reptblica?
Celebrad sus grandes dias; tejed guirnaldas a sus héroes; consagrad la
mortaja de los martires de la patria. La Universidad recordara al mismo
tiempo a la juventud aquel consejo de un gran maestro de nuestros d
“Es preciso, decia Goethe, que el arte sea la regla de la imaginacién y la
transforme en poesia.”
jEI arte! Al oir esta palabra, aunque tomada de los labios mismo de
Goethe, habra algunos que me coloquen entre los partidarios de las reglas
convencionales, que usurparon mucho tiempo ese nombre. Protesto solem-
nemente contra semejante asercién; y no creo que mis antecedentes la
justifiquen. Yo-no encuentro el arte en los preceptos estériles de la es-
cuela, en las inexorables unidades, en la muralla de bronce entre los
diferentes estilos y géneros, en las cadenas con que se ha querido aprisio-
nar al poeta a nombre de Aristételes y Horacio, y atribuyéndoles a veces lo
que jamas pensaron. Pero creo que hay un arte fundado en las relaciones
impalpables, etéreas, de la belleza ideal; relaciones delicadas, pero accesi-
bles a la mirada de lince del genio competentemente preparado; creo que
hay un arte que guia a la imaginacién en sus mas fogosos transportes; creo
que sin ese arte la fantasia, en vez de encarnar en sus obras el tipo de lo
bello, aborta esfinges, creaciones enigméticas y monstruosas. Esta es mi fe
literaria. Libertad en todo; pero yo no veo libertad, sino embriaguez
licenciosa, en las orgias de la imaginaci6n.
249La libertad, como contrapuesta, por una parte, a la docilidad servil que
lo recibe todo sin examen, y por otra a la desarregiada licencia que se
rebela contra la autoridad de la razén y contra los més nobles y puros
instintos del corazén humano, sera sin duda el tema de la Universidad en
todas sus diferentes secciones.
Pero no debo abusar mas tiempo de vuestra paciencia. El asunto es
vasto; recorrerlo a la ligera es todo lo que me ha sido posible. Siento no
haber ocupado mas dignamente la atencién del respetable auditorio que me
rodea, y le doy las gracias por la indulgencia con que se ha servido
escucharme.
250Apéndice 6
Discurso pronunciado
por Eugenio Maria de Hostos*
Director de la Escuela Normal de Santo Domingo, en la investidura de
los primeros maestros normales de la Republica, discipulos suyos, en 1884.
Senor Presidente de la Remiblica
Senores:
Han sido tantas, durante estos cuatro afos de prueba, las perversidades
intentadas contra el Director de la Escuela Normal, que acaso se justifica-
ria la mal refrenada indignacién que ahora desbocara sobre ellas.
Pero no; no sea de venganzas la hora en que triunfa por su misma virtud
una doctrina. Sea de moderacién y gratitud.
Solo es digno.de haber hecho el bien, o de haber contribuido a un bien,
aquel que se ha despojado de si mismo hasta el punto de no tener concien-
cia de su personalidad sino en la exacta proporcién en que ella funcione
como representante de un beneficio deseado o realizado.
El que en ese modo impersonal se ha puesto a la obra del bien, de nadie,
absolutamente de nadie, ha podido recibir el mal. ;Qué gusano, qué vibora,
qué maledicencia, qué calumnia, qué Judas, qué Yago han podido. llegar
hasta 61? Es él un gusano? jEs él un 4spid? jEs él una excrecencia
revestida de la forma humana?
No, sefiores: él es lo més alto y lo mas triste que hay en la creacién. Es
la roca desierta. que soberanos esfuerzos han solevantado lentisimamente
por encima del. mar de tribulaciones, y que sufre sin quebrantarse la
espuma de la rabia, el embate de la furia, el horror desesperado de las olas
mortales que la asédian. Es la conciencia, triste como la roca, pero alta
como la roca desierta del océano. Y no la concieneia individual, que siempre
toma su fuerza en la inconciencia circundante, sino la conciencia humana,
que toma su fuerza de sf misma, que de si misma recibe su poder de
resistencia, y, secundando a la naturaleza, sacrifica el individuo a la espe-
cie, la personalidad a la colectividad, lo particular a lo general, el bienestar
de uno al bienestar de todos, el hombre a la humanidad.
En esa region de la conciencia no hay pasiones como las pasiones vergon-
zosas que amojaman el cuerpo y el alma de otros hombres: unos y otras
* Texto tomado de la ya citada edicién de Moral social, Ed. Losada, Buenos Aires, 1999,
pags. 251-265.
251pasan por debajo, precipitandose en la sima de su propia nada, sin que
logren de la conciencia, que va trepando Penosamente su pendiente, ni una
mirada, ni una sonrisa, ni un movimiento de desdén. Ascendiendo siempre
la una, bajando siempre las otras ;qué venganza mas digna de la una que el
seguir siempre aséendiendo, qué castigo mayor para las otras que el seguir
siempre bajando?
Una vez, en los Andes soberanos, por no se sabe qué extraordinaria
sucesién de esfuerzos, habia logrado subir al pentltimo pico de la cispide
misma del desolado ventisquero del Planchén una alpaca de color tan puro
como la no medida plancha de hielo que Je servia de pedestal. Descen-
diendo por la vertiginosa pendiente del ventisquero, y hundiéndose en los
céncavos senos de la tierra con todo el fragor de dos truenos repetidos mil
veces por los ecos subterraneos, dos torrentes furiosos azotaban la mole en
que la alpaca se asilaba. Las oleadas la sacudian, las espumas la salpicaban,
los horrisonos truenos la amenazaban, y la timida alpaca no temia.
Muy por debajo de la cumbre, al pie del ventisquero, una turba de
enfermos, que habfan ido a buscar la curacién de sus dolencias o de sus
pasiones en aquella salutifera-desolacién, se entretenia contemplando la
angustiosa lucha entre el débil andicola y los fuertes Andes; y, como
siempre que los hombres se entretienen, los unos se mofaban del débil, los
otros celebraban con risotadas las irracionales mofas, éstos tiraban piedras
que no podian aleanzar al inaccesible animalito, aquéllos trataban de aco-
sarlo con sus vociferaciones, alguno que otro lo compadecia, s6lo uno
tomaba para si ¢l ejemplo que él le daba, y todos deseaban que llegara el
desenlace cualquiera que esperaban.
Mientras tanto, la alpaca solitaria, indiferente a los gritos y las risas de
los hombres, impasible ante el estruendo y el peligro, buscaba un punto de
apoyo en la saliente de hielo petrifieado que coronaba el ventisquero, y,
después de caer una y mas veces, logré por fin encaramarse en el tinico
seguro de aquel desierto de hielo desolado. Entonces, conociendo por
primera vez el peligro de muerte que habia corrido, y oyendo por primera
vez las vociferaciones que la habian acosado, dirigié una mirada placida a
los hombres, a los torrentes desenfrenados y al abismo adonde habian
tratado de precipitarla, fij6 la vista en el espacio inmenso, y, percibiendo
sin duda cudn invisible punto son los seres mortales en la extension inmor-
tal de la naturaleza, trasmitié a sus ojos expresivos la centelleante expre-
sion de gratitud que a todo ser viviente conmueve en el instante de su
salvacién; y, dirigiendo otra mirada sin encono a las fuerzas naturales y a
los hombres que la habian acosado, por invisibles senderos se encamind
tranquilamente a su destino.
En el alma de todo ser racional que ha logrado salvar las dificultades de
una hora trascendental, se manifiesta'el mismo fenémeno que observé en la
alpaca descarriada de los Andes. Por encima de toda pasién odiosa se
levanta en el fondo el sentimiento de la gratitud.
Yo la siento profunda, y la proclamo en voz alta ante vosotros.
Todos, en el gobierno de la nacién, en el gobierno del municipio, en el
252gobierno de la familia, en el gobierno de la opinién, como legisladores,
presidentes y secretarios de] Estado, como representantes de la comunidad
municipal, como jefes e inspiradores del hogar, como guias de la opinion
cuotidiana, todos vosotros, asi los presentes como los distantes, asi los que
sostuvisteis como los que iniciasteis esta obra, asi los que desde el primer
momento descubristeis la intencién redentora que ella conlleva como los que
haydis tardado en ver la pureza de sus designios, asi los que hayais podido
calumniarla corno los que la haydis combatido por error o por sistema, asi los
claros enemigos de la obra como los oscuros enemigos del obrero, todos sois
dignos de gratitud, porque habéis contribuido a un beneficio que la Republica
estimara tanto: mas concienzudamente cuanto mayor niimero de generacio-
nes, redimidas por este esfuerzo comun de redencién, vengan a darle cuenta
de la causa fundamental de la serie de bienes que en lo porvenir sucedera ala
marafia de males que en lo pasado la‘envolvian. Todos habéis contribuido a
esta obra, los unos excitando con vuestra simpatia las pasiones generosas del
amigo, los otros estimulando, en el que inuitilmente quisisteis considerar como
enemigo, las reacciones sublimes que el odio injusto promueve en las almas
poseidas de la verdad y de la justicia.
Factores del bien como habéis sido todos, acaso desedis que se le ex-
ponga, tal cual es, a los ojos atentos de la Reptiblica; y ese deseo es el que
va este discurso a complacer. :
Harte lo sabéis, sefores: todas las revoluciones se habfan intentado en la
Reptblica, menos la unica que podia devolverle la salud. Estaba murién-
dose de falta de razon en sus propésitos, de falta de conciencia en su
conducta, y no se le habia ocurrido restablecer su conciencia y su raz6n.
Los patriotas por excelencia que habian querido completar con la restaura-
cién de los estudios la restauracién de los derechos de la patria, en vano
habian dictado reglamentos, establecido catedras, favorecido el desarrollo
intelectual de la juventud y hasta formado jévenes que hoy son esperanzas
realizadas de la patria: o sus beneméritos esfuerzos se anulaban en la
confusién de las pasiones anarquicas, o la falta de un orden y sistema
impedia que fructificara por completo su trabajo venerando.
La anarquia, que no es un hecho politico, sino un estado social, estaba en
todo, como estaba en las relaciones juridicas de la nacién; y estuvo en la
ensefianza y en los instrumentos personales e impersonales de la ense-
fianza.
Para que la Republica convaleciera, era absolutamente indispensable
establecer un orden racional en los estudios, un método razonado en la
ensefanza, la influencia de un principio armonizador en el profesorado, y el
ideal de un sistema superior a todo otro, en el propésito mismo de la
educacién comin.
Era indispensable formar un ejército de maestros que, en toda la Repii-
blica, militara contra la ignorancia, contra la supersticién, contra el creti-
nismo, contra'la barbarie. Era indispensable, para que esos soldados de la
verdad pudieran prevalecer en sus combates, que levaran en la mente una
nocién tan clara, y en la voluntad una resolucién tan firme, que cuanto més
253combatieran, tanto mas los iluminara la nocién, tanto mas estoica resolu-
cin los impulsara.
Niel amor a la verdad, ni aun el amor a la justicia, bastan para que un
sistema de educacién obtenga del hombre lo que ha de hacer del hombre, si
a la par de esos dos santos amores no desenvuelve la nocién del derecho y
del deber: la nocién del derecho, para hacerle conocer y practicar la
libertad; la del deber, para extender practicamente los principios naturales
de la moral desde el ciudadano hasta la patria, desde la patria obtenida
hasta la pensada, desde los hermanos en la patria hasta los hermanos en la
humanidad.
Junto, por tanto, con el amor a la verdad y a la justicia, habia de
inculearse en el espiritu de las generaciones educandas un sentimiento
poderoso de la libertad, un conocimiento concienzudo y radical de la poten-
cia constructora de la virtud, y un tan hondo, positive e inconmovible
conocimiento del deber de amar a la patria, en todo bien, por todo bien y
ara todo bien, que nunca jamds resultara posible que la patria dejara de
ser la madre alma de los hijos nacidos en su regazo santo o de los hijos
adoptivos que trajera a su seno el trabajo, la proseripcién o el persegui-
miento tenaz de un ideal.
Todos y cada uno de estos propésitos parciales estaban subordinados a
un propésito total; o, en otros, términos, era imposible realizar parcial-
mente varios 0 uno de estos propésitos, si se desconocia 0 se descuidaba el
Propésito esencial: el de formar hombres en toda la excelsa plenitud de la
naturaleza humana.
Y ese fin ;cdmo habia de realizarse? Sélo de un modo, el tinico que ha
querido la naturaleza que sea medio universal de formacién moral del ser
humano: desarrollando la raz6n; diré mucho mejor diciendo la racionalidad;
es decir, la capacidad de razonar y de relacionar, de idear y de pensar, de
juzgar y conocer, que sélo el hombre, entre todos los seres que pueblan el
planeta, ha recibido como cardeter distintive, eminente, excepcional y
trascendente.
Y para desarrollar la mayor cantidad posible de razén en cada ser
racional {qué principio habia de ser norma, qué medio habia de ser con-
ducta, qué fin habia de ser objeto de la educacion?
tHabiamos de dejar las cosas como estaban? Habriamos seguido obte-
niendo, del sistema de educacién apetecido, lo que el sistema practicado
estaba dando a la Reptiblica: unos cuantos hombres de intelectualidad
natural muy poderosa, que, en virtud de sus propios esfuerzos y contra los
esfuerzos de su viciosa educacién intelectual, se elevaban por si mismos a
una contemplacién mas pura y més real de la verdad y el bien que la
generacién de bipedos dafiinos o inofensivos que los rodeaban.
¢Habriamos de ir a restablecer la cultura artificial que el escolasticismo
esta todavia empefiado en resucitar? Habriamos seguido debiendo, a esa
monstruosa educacién de la razon humana, los ergotistas vacios que, en los
siglos medios de Europa y en los siglos coloniales de la América Latina,
vaciaron la razén, dejando como impuro sedimento las cien generaciones de
254esclavos voluntarios que viven encadenados a la cadena del poder humano
0 a la cadena del poder divino y que, cuando se encontraron en la sociedad
moderna, al encontrarse en un mundo despoblado de sus antiguos dioses y
de sus antiguos héroes, no supieron, en Europa, ponerse con los buenos a
fabricar la libertad, no supieron, en la América Latina, ponerse con los
mejores a forjar la independencia.
{Habriamos de buscar, en la direccién que el Renacimiento dio a la
cultura moral e¢ intelectual, el modelo que debiamos seguir? No estamos
para eso. Estamos para ser hombres propios, duefios de nosotros mismos,
y no hombres prestados; hombres utiles en todas lus actividades de nuestro
ser, y no hombres pendientes siempre de la forma que en la literatura y en
la ciencia griegas y romanas tomaron las necesidades, los afectos, las
pasiones, los deseos, los juicios y la concepeién de la naturaleza. Estamos
para pensar, no para expresar; para velar, no para sofiar; para conocer, no
para cantar; para observar, no para imaginar; para experimentar, no para
inducir por condiciones subjetivas la realidad objetiva del mundo.
jHabriamos, por ultimo, de adoptar una organizacién docente que nos
diera el esqueleto, no el contenido de la ciencia?
&Qué habriamos hecho de Ja organizacién de los estudios norteameri-
cana, alemana, suiza, francesa, si nos faltaba el elemento generador de la
organizacién? ;Qué Condorcet ha podido imbuir el principio vital en un
facsimil de hombre? ;Qué Cuvier ha podido poner en movimiento las
organizaciones anatémicas que restauraba? ;Qué Pigmalién ha podido dar
el fuego divino de la vida al bello ideal que ha esculpido el estatuario?
Como el sofador deificado de la Grecia, como el paleontélogo que Fran-
cia dio a la ciencia, como el filésofo que la Revoluci6n Francesa malogr6, no
la estatua, no los huesos, no la imagen, necesitabamos la vida.
Aun més que la vida. Para que la razén educada nos diera la forma vital
que fbamos a pedirle, necesitabamos restituirle la salud.
Razén sana no es la que funciona conforme al modo comtn de funcionar
en la poreién de sociedad humana de que formamos parte. Raz6n sana es la
que reproduce con escrupulosa fidelidad las realidades objetivas y nos da o
se da una interpretacin congruente del mundo fisico; la que reproduce con
estoica imparcialidad las realidades subjetivas, y se da o nos da una
explicacién evidente de las actividades morales del ser que es en las
profundidades del esqueleto semoviente que somos todos.
Raz6n sana no es la que destella rayos desiguales de luz, brillando ahora
con los fulgores de la fantasia, deslumbrando después con los espejismos de
la rememoracién, esclareciendo con claridad solar una incertidumbre 0 una
duda, y, complaciéndose después en las sombras o en las medias tintas,
camina por la vida como va por los senderos del mundo el caminante
imprevisor: tropezando y cayendo y levantandose, para volver a tropezar y
acaer y a levantarse. Razén sana es la que funciona estrictamente sujeta a
las condiciones naturales de su organismo.
Y entonces es cuando, directora de todas las fuerzas fisicas y morales del
individuo, normalizadora de todas las relaciones del asociado, creadora del
255ideal de cada existencia individual, de cada existencia nacional, y del ideal
supremo de la humanidad, se dirige a s{ misma hacia la verdad, dirige la
afectividad hacia lo bello bueno, dirige la voluntad al bien; regula por
medio del derecho y del deber las relaciones de familia, de comunidad, de
patria; forja el ideal completo del hombre en cada hombre; el ideal de
patria bendecida por la historia, en cada patriota; el ideal de la armonfa
universal, en todos los seres realmente racionales; e, iluminando con ellos
la calle de amargura que Ja naturaleza sorda ha sefialado con {ndice inflexi-
ble al ser humano, le lleva de siglo en siglo, de continente en continente, de
civilizacién en civilizacién, al siempre oscuro y siempre radiante Gélgota
desde donde se descubre con asombro la eternidad de esfuerzos que ha
costado el sencillo propésito de hacer racional al unico habitante de la
Tierra que esta dotado de razén.
Llevar la razén a ese grado de completo desarrollo, y ensefiar a dejarse
llevar por la razén a ese dominio completo de la vida en todas las formas de
la vida, no es. fin que la educacién puede realizar con ninguno de los
principios y medios .pedagégicos que emplea la ensehanza empirica o la
ensefianza clasica, La una prescinde de la razén. ,Cémo ha de poder dirigir
a la razon? La otra la amputa. {Cémo ha de poder completarla? La una nos
haria fosiles, y la vida no es un gabinete de historia natural. La otra nos
haria literatos, y la vida no esté reducida, y las fuerzas creadoras no estan
concretadas, a la imitacién o admiracién de las armonias de lo bello. La
vida es un combate por el pan, por el puesto, por el principio, y es
necesario presentarse en ella con la armadura y la divisa del estoico:
Conscientia propugnans pro virtute.
La vida es una disonancia, y nos pide que aprendamos, gimiendo, llo-
rando, trabajando, perfeccionandonos, a concertar en una armonia, supe-
rior a la pasivamente contemplada o imitada por los clasicos, las notas
continuamente discordantes que, en las evoluciones individuales, naciona-
les y universales del hombre por el espacio y el tiempo, lanza a cada
momento la lira de mil cuerdas que, con el nombre de historia, solloza o
canta, alaba o increpa, exalta o vitupera, bendice o maldice, endiosa o
endiabla los actos de la humanidad en todas las esferas de accin, organica,
moral e intelectual, que hacen de ella un segundo creador y una creacién
continua.
Monstruoso el escolasticismo, eunuco el clasicismo, qué ensefianza era
necesaria para verificar la revolucién saludable en esta sociedad ya cansada
de revoluciones asesinas?
La ensefianza verdadera: la que se desentiende de los propésitos histéri-
cos, de los métodos parciales, de los procedimientos artificiales, y, aten-
diendo exclusivamente al sujeto del conocimiento, que es la razén humana,
y al objeto del conocimiento, que es la naturaleza, favorece la cépula de
entrambas y descansa en la confianza de que esa cépula feliz dard por fruto la
verdad.
Dadme la verdad, y os doy el mundo. Vosotros, sin la verdad, destroza-
réis el mundo; y yo, con la verdad, con sdlo la verdad, tantas veces
256reconstruiré el mundo cuantas veces lo hayais vosotros destrozado. Y no os
daré solamente el mundo de las organizaciones materiales: os daré el
mundo organico, junto con el mundo de las ideas, junto con el mundo de los
afectos, junto con el mundo del trabajo, junto con el mundo de la libertad,
junto con el mungo del progreso, junto —para disparar el pensamiento
entero— con el mundo que la razén fabrica perdurablemente por encima
del mundo natural.
aY qué seria yo, obrero miserando de la nada, para tener esa virtud del
todo? Lo que podriais ser todos vosotros, lo que pueden ser todos los
hombres, lo que he querido que sean las generaciones que empiezan a
levantarse, lo que, con toda la devocién, con toda la uncién de una concien-
cia que lleva consigo la previsién de un nuevo mundo moral e intelectual,
quisiera que fueran todos los seres de razén: un sujeto de conocimiento
fecundado por la naturaleza, eterno objeto de conocimiento.
La verdad que de esa fecundacién naceria, hasta tal punto es un poder,
que ya lo veis, a vuestra vista esta: la faz, distinta de la humanidad pasada,
con que se nos presenta la humanidad actual, no es obra de otro obrero, ni
efecto de otra causa, que de la mayor cantidad de verdad que el hombre de
hoy tiene en su mente. Esa mayor cantidad de verdad no se debe a otra
operacién de alquimia o taumaturgia que a la simple operacién de observar
la realidad del mundo tal cual es.
iY para qué, si no para eso, tenemos nosotros los sentidos? ;Y para qué,
si no para eso, trasmiten ellos sus sensaciones al cerebro? ;Y para qué, si
no para eso, funciona en el cerebro la raz6n?
Y, sin embargo, hacer eso, que es lo que la naturaleza ha querido que
hiciese el hombre en el planeta que le ha dado, ha parecido, a los irreflexi-
vos de todas partes, un atentado contra la naturaleza, y a los irreflexivos
de por acé ha parecido un atentado contra Dios.
Pero Sefior, providencia, causa primera, verdad elemental, razin efi-
ciente, conciencia universal, seas lo que fueres jhasta cuando ha de ser un
crimen la inocencia? ;Hasta cuando ha de ser un mal la aspiracién al bien?
Hasta cuando ha de ser aborto de la naturaleza el que mas se esfuerza por
ser su fiel hechura? ;Hasta cuando ha de ser un ofensor el que sélo quiere
ser defensor de la raz6n?
4De la raz6n? De la parcela de raz6n que ti, sin duda ta, razén centri-
peta, has imbuido en el espiritu del hombre, para que, evolucionando
independientemente de su foco, se lance en el espacio sin fin de la verdad,
y, teniendo en tu seno el centro fijo, imite a la voragine de mundos que se
precipitan en el infinito, y que trazando en él sus invisibles drbitas, y
poseidos del vértigo que los aleja de su centro, son, como la razén humana,
tanto mas prueba de que existe el centro a que obedecen, cuanto mas en lo
hondo del infinito se sumergen.
{Qué cuerpo en el espacio, qué razon en el mundo de los hombres, qué
virtud en el alma de los nifios, puede no ser mAs regular que cuando
obedezea naturalmente a su centro de atraccién?
Asi como el centro del mundo planetario esta en el sol, y el centro de la
257razén esté en el mundo que contempla, asi el centro de toda virtud es la
raz6n. Desarrollar en los nifios la razén, nutriéndola de realidad y de
verdad, es desenvolver en ellos el principio mismo de la moral y la virtud.
La moral no se funda més que en el reconocimiento del deber por la
razon; y la virtud no es mas ni menos que el cumplimiento de un deber en
cada uno de los conflictos que sobrevienen de continuo entre la razén y los
instintos. Lo que tenemos de racionales vence entonees a lo que tenemos
de animales, y eso es virtud, porque eso es cumplir con el deber que
tenemos de ser siempre racionales, porque eso es la fuerza (virtus), la
esencia constituyente, la naturaleza de los seres de razon.
Para lograr ese fin, mas alto y mejor que otro cualquiera (por ser,
tomando un pleonasmo expresivo de la metafisica alemana, el fin final del
hombre en el planeta), por lograr ese fin han querido los grandes maestros,
desde Confucio hasta Sécrates, desde Mencio hasta Aristételes, desde
Comenio hasta Pestalozzi, desde Fenelon hasta Froebel, desde Tyndall
hasta Lockyer, desde Mann hasta Hill, secundar a la raz6n en su incesante
evolucionar hacia la verdad. Por lograr ese fin se quiso también aplicar
aqui el sistema y el procedimiento racional de educacién. Formar hombres
en toda la extensién de la palabra, en toda la fuerza de la razén, en toda la
energia de la virtud, en toda la plenitud de la conciencia, ése podra haber
sido el delito, pero ése ha sido y seguiré siendo el propésito del director de
esta obra combatida.
Para que la obra fuese completamente digna de un pueblo, ni un solo
mévil egofsta he puesto en ella.
Si el egofsmo hubiera sido mi guia o mi consejero, hace ya mucho tiempo
que hubiera desistido de la empresa: la calumnia habria dado la voz a la
viril indignacin, y habria acabado.
Pero nial mal egoismo ni al egoismo bueno presté ofdo, y el mismo
tranquilo menospreciador de aullidos que antes era soy ahora; y la misma
que fue en la ley es en el presupuesto de mi vida la recompensa econémica
de mi trabajo material.
Si hubiera sido egoista, abiertas generosamente para mi han estado las
puertas de una comarca hermana, y me las he cerrado.
Si hubiera sido egoista, Constitucién, posibilidad de ser vtil, simpatias
personales, la misma vocacién, me hubieran llamado a la politica, y mirad
que vivo en la soledad de mis deberes.
Si hubiera sido egoista, me hubiera abierto a todas las expansiones que
dan popularidad al hombre publico, y mirar que estoy tan encerrado como
siempre en mi reserva.
Si hubiera sido egoista...
Pero jeémo me atrevo a alucinaros? je6mo me atrevo a mentiros? ,e6mo
me atrevo a engafiaros?
Al modo de la virgen pudorosa que se ruboriza al negar el afecto que
suspira en lo profundo, el alma virgen de dolo y de mentira inflama el
rostro del que miente una virtud.
258Vedme, sefiores, confeso de mentira ante vosotros. Vedme confuso de
haberos engafiado. Yo no puedo negaros que os engafio. Yo no puedo
negaros que soy el mas egoista de los reformadores. Yo no puedo negaros
que en la obra intentada, en la perseverancia de que ella es testimonio y en
el dominio de las circunstancias que la han contrastado, mi mas fuerte
sostén ha sido el egoismo.
Mis esfuerzos, mi perseverancia, el dominio de mi mismo que requiere
esta reforma, no han sido sélo por vosotros: han sido también por mi, por
mi idea, por mi suefio, por mi pesadilla, por el bien que merece mas
sacrificios de la personalidad y el amor propio.
Al querer formar hombres completos, no lo queria solamente por formar-
los, no lo queria tan sélo por dar nuevos agentes a la verdad, nuevos
obreros al bien, nuevos soldados al derecho, nuevos patriotas a la patria
dominicana: lo: queria también por dar nuevos auxiliares a mi idea,
nuevos corazones a mi ensuefio, nuevas esperanzas a mi proposito de
formar una patria entera con los fragmentos de patria que tenemos los
hijos de estos suelos.
Tireme la primera piedra aquel de entre vosotros que se sienta incapaz
de ese egoismo.
Con ése no se contaré para la alta empresa. Y cuando ya las legiones de
reformados en conciencia y en razén, por buscar légicamente la aplicacion
de la verdad a un fin de vida necesario para la libertad y la civilizacion del
hombre en estas tierras y para la grandeza de estos pueblos en la historia,
busquen en la actividad de su virtud patristica la Confederacién de las
Antillas, que conciencia y razén, deber y verdad, sefialan como objetivo
final de nuestra vida en las Antillas, la Confederacién pasara sobre ese
muerto. Y cuando, al meditar en la eficacia del procedimiento intelectual
que se habra empleado para llegar a la Confederacién, diga alguno que la
Confederacién de las Antillas es mas una confederacién de entendimientos
que de pueblos, el que ahora me acuse quedara eliminado de la suma de
entendimientos que haya concurrido al alto fin.
Pero si el sofiador no Iegara a la realizacion del suefio, si el obrero no
viese la obra terminada, si las apostasias disolviesen el apostolado, ni la
vida azarosa ni la muerte temprana podran quitar al maestro la esperanza
de que en el porvenir germine la semilla que ha sembrado en el presente,
porque del alma de sus diseipulos ha tratado de hacer un templo para la
razon y la verdad, para la libertad y el bien, para la patria dominicana y la
antillana.
Y cuando més desesperado cierre los ojos para no ver el mal que
sobrevenga, del fondo de su retina resurgird la escena que mas patética-
mente le ha probado la excelencia de esta obra.
Estabamos en ella: estébamos trabajando para acabar de entregar a la
Republica esos hombres. Uno de ellos iba a ser examinado, y se habia dado
la sefal. El érgano con su voz imponente hacia resonar ese interludio
sublime que, con cuatro notas, penetra en lo hondo de la sensibilidad
259moral, y la despierta en los rincones de la sensibilidad fisica, y eriza los
nervios en la carne.
La Escuela era en aquel momento lo que en esencia es: y el silencio y el
recogimiento atestiguaban que se estaba oficiando en el ara de eterna
redencién que es la verdad.
De pronto, al pasar por la puerta una mujer del campo, se detiene, deja
en la acera los titiles de su industria y de su vida, intenta trasponer el
umbral, se amedrenta, vacila entre el sentimiento que la atrae y el temor
que la repele, levanta sus escudlidos brazos, se persigna, dobla la rodilla,
se prosterna, ora, se levanta en silencio, se retira medrosa de sus propios
pasos, y asi deja consagrado el templo.
Los escolares imprevisores se reian, el 6rgano seguia gimiendo su su-
blime melopea, y, por no interrumpirla ni interrumpir la emocin religiosa
que me conmovia, no expresé para los escolares la optacién que expreso
ante vosotros y ante la patria de hoy y de manana.
iOjalé que legue pronto el dia en que la escuela sea el templo de la
verdad, ante el cual se prosterne el transetinte, como ayer se prosterné la
campesina! Y entonces no la rechacéis con vuestras risas, no la amedren-
téis con vuestra mofa; abridle més las puertas, abridle vuestros brazos,
Porque la pobre escuilida es la personificacién de la sociedad de las Anti-
llas, que quiere y no se atreve a entrar en la confesién de la verdad.La EDITORIAL KAPELUSZ S.A. dic término a la primera edicién de esta obra, que consla de
3.000 ejemplares, en el mes de abril de 1984, en los Talleres Graficos impresores SCA
Tonelero 6416, Buenos Aires.
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