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Apéndices Apéndice 1 Consejos de un padre nahuatl a su hija* Se publica a continuacién por vez primera la versién completa de uno dé los huehuetlatolli, “plitica de los ancianos”, recogida por fray Bernardino de Sahagin en el siglo XVI e incorporada al Cédice Florentino, folios 74v - a éste un texto clasico que solian repetir los padres nahuas (aztecas, texcocanos, ete.) a sus hijas cuando llegaban a la edad de discrecién. En las palabras del padre se transmitian los grandes ideales de Ja cultura de los antiguos mexicanos, presentados en forma asequible a la capacidad 1°. Aqui estas, mi hijita, mi collar de piedras finas, mi plumaje de quetzal, mi heehura humana, la nacida de mi. Tu eres mi sangre, mi color, en ti esta mi imagen. 2, i escucha: vives, has nacido, Eee 3°, Ahora que ya miras por ti misma, date cuenta. Aqui es de este modo: no hay alegria,. no hay felicidad. Hay angustia, preocupacién, cansancio. Por aqui surge, crece el sufrimiento, la preocupacion. como de obsidianas sopia y se desliza sobre nosotros. 5°. Dicen que en verdad nos molesta el ardor del sol y del viento. Es este lugar donde casi perece uno de sed y de hambre. Asi es aqui en la tierra. 6°. Oye bien, hijita mia, nifiita mia: no es lugar de bienestar en la tierra, no hay alegria,.no hay felicidad. Se dice que la tierra es lugar de alegria penosa, de alegria que punza. 7, Asi andan diciendo los viejos: “para que no siempre andemos gi- miendo, para que no estemos llenos de tristeza, -robustez y finalmente el acto sexual, por el cual se hace siembra de gentes. * Tanto la tradvcién del texto néhuatl original realizada por Miguel Leén-Portilla, como el fragmento de la breve nota que la precede, se reproducen de América iMigena, érgano trimestral del Instituto Indigenista Interamericano, México, octubre de 1961,'vol. XXI, N° 4, pags. 339-343, 213 8°. Todo esto embriaga la vida en la tierra, de modo que no se ande siempre gimiendo. Pero, aun cuando asi fuera, si saliera verdad que sélo se sufre, si asf son las cosas en la tierra, jacaso por esto se ha de estar siempre con miedo? ;Hay que estar siempre temiendo? ;Habré que vivir lorando? 9°. Porque, se vive en la tierra, hay en ella sefiores, hay mando, hay nobleza, aguilas y tigres. ;Y quién anda diciendo siempre que asi es en la tierra? ;Quién anda tratando de darse la muerte? Hay afan, hay vida, hay lucha, hay trabajo. Se busca: mujer, se busca marido. 10°. Pero, ahora, mi muchachita, escucha bien, mira con calma: he aqui a tu madre, tu sefiora, de su vientre, de su seno te desprendiste, brotaste. 11°, Como si fueras una yerbita, una plantita, asi brotaste. Como sale la hoja, asi creciste, floreciste. Como si hubieras estado dormida y hubieras despertado. 12°. Mira, escucha, advierte, asf es en la tierra: 4Cémo viviris? ;Cémo seguiras aqui por poco tiempo? Dicen que es muy dificil vivir en la tierra, lugar de espanto- sos conflictos, mi muchachita, palomita, pequenita. 13°, desciendes de ella, Tit eres la espina y el brote de ‘cuales allé se fueron colocando en fila, los que vinieron a hacerse cargo del nuestros sefiores. 14°, Escucha: mucho te he dado a entender que eres noble. Mira que eres cosa preciosa, aun cuando seas tan slo una mujercita. Eres piedra fina, eres turquesa. Fuiste forjada, taladrada, tienes la sangre, el color, eres brote y espina, cabellera, desprendimiento, eres de noble linaje. 15°, Todavia esto ahora te voy a decir: ,acaso no lo entenderas muy bien? ;Todavia andas jugando con tierra y tepaleates? ;Acaso todavia ests reposando en la tierra? En verdad un poco escuchas ya, te das cuenta de las cosas: por tu propia cuenta, vas cobrando experiencia. 16°. Mira no te deshonres a ti misma, a nuestros sefiores, a los princi- _ pes, a los gobernantes que nos precedieron. No te hagas como la gente del. (ich no ene eTeate Obey En tanto que vivas en la tierra, junto y lo de la gente, sé siempre en verdad una mujercita. 17°. He aqui tu oficio, lo que tendras que hacer: durante la noche y durante el dia, Hazle siplicas, invécalo, llamalo, ruégale mucho cuando estés en el lugar donde duermes. Asi se te hard gustoso el sueiio. 18°. Despierta, levantate a la mitad de la noche, péstrate con tus codos y tus rodillas, levanta tu cuello y tus hombros. Invoca, llama al Sefior, a 214 nuestro Sefior, a aquel que es como la Noche y el Viento. Sera misericor- dioso, te oiré de noche, te veré entonces con misericordia, te concedera entonces aquello que mereces, lo que te esta asignado. 19°. Pero si fuera malo el merecimiento, la asignacién que se te dio cuando atin era de noche, la que te tocé al nacer, cuando viniste a la vida, con eso (con tus stiplicas) se hara buena, se rectificara: la modificara el Sefior, el Senor nuestro, el Duefio del cerca y del junto. 20°. Y durante la noche esté vigilante, levantate aprisa, extiende tus manos, extiende tus brazos, aderézate la cara, aséate las manos, lavate la boea, (@@ipongas nomas a calentar, lava la boca a los otros, haz la incensacion, no la dejes, porque asi se obtiene de nuestro Sefior su misericordia. 229, Estas cosas que de algtin modo se llaman “las que pertenecen a las personas” son las que corresponden a las sefioras, a los que gobiernan, por esto se las lamé “cosas propias de las personas”, la comida propia de los que gobiernan, su bebida: sé diestra en preparar la bebida, en preparar la comida. 23°. Pon atencién, dedicate, aplicate, aplicate a ver cémo se hace esto, asi pasards tu vida, asf estaras en paz. Asi serds valiosa. No sea que en vano alguna vez te envie el infortunio el Sefor nuestro. Acaso crezca la pobreza entre los noble: 24°, Abre bien los ojos para ver cémo es el arte tolteca, cual el arte de las plumas, céma bordan con colores, cémo entreveran los hilos, cémo los tifien las mujeres, las que son como ti, las seforas nuestras, las mujeres nobles. Cémo urden las telas, cémo se hace su trama, cémo se ajusta. Pon atencién, aplicate, no seas vana, no te dejes vanamente, deja de ser negligente contigo misma. 25°, Ahora es buen tiempo, todavia es buen tiempo, porque todavia hay en tu coraz6n un jade, una turquesa. Todavia esta fresco, no se ha deterio- rado, no ha sido atin torcido, todavia esta entero, ain no se ha logrado, no se ha torcido nada. Todavia estamos aqui nosotros (nosotros tus padres), que te metimos aqui a sufrir, porque con esto se conserva el mundo. Acaso asi se dice: asi lo dejé dicho, asi lo dispuso el Sefor nuestro que debe haber siempre, que debe haber generacion en la tierra. 26°. Todavia aqui estamos, todavia en tiempo nuestro, atin no ha venido el palo y la piedra del Sefior nuestro. Todavia no morimos, todavia no perecemos, {qué es lo que piensas, niita, palomita, muchachita? Cuando 215 nos haya ocultado el Sefior nuestro, con la ayuda de otro podras vivir, Porque no es tu destino, no es tu don vender yerbas, palos, sartas de chile, tiestog de sal, tierra de tequesquite, parada en la entrada de las casas, porque ti eres noble. Adiéstrate en el huso, en la cuchilla del telar, en preparar bebidas y comidas. 27°. Que nunca sea vano el corazén de alguien, nadie diga de ti, te sefiale con el dedo, hable de ti. Si nada sale bien, como sera tu fracaso? Por.eso, dno vendremos nosotros a ser vituperados? Y si ya nos recogié el Sefior nuestro, jacaso por esto no se nos vituperara por atras, acaso no seremos reprend en la s?. En.cuanto.acti, 28°. Pero si atiendes, ztambién entonces podra venir la reprensién? ‘Tampoco seas ensalzada por otros en exceso, no ensanches tu rostro, no te ensoberbezeas, como si estuvieras en el estrado de las Aguilas y los tigres, como si estuvieras luciendo tu escudo, como si todo el escudo de Huitzilo- pochtli estuviera en tus manos. Como si gracias a ti estuviera levantando la cabeza, y a nosotros nos acrecentaras el rostro. Pero si no haces nada, ;no serds entonces como una pared de piedra, no se hablara de ti, apenas sers ensalzada? Pero sé en estas cosas como lo desea para ti el Sefior nuestro. 29°, He aqui otra cosa que quiero inculearte, que quiero comunicarte, mi hechura humana, mi hijita: sabe bien, No les eches polvo y basura, no rocies inmun- dicias sobre su historia, su tinta negra y roja, su fama. 30°, No los afrentes con algo, no como quiera desees las cosas de la tierra, no como quiera pretendas gustarlas, aquello que se llama las cosas sexuales y si no te apartas de ellas, ;acaso seras divina? Mejor fuera que perecieras pronto. 31°, Ahora bien, con calma, con mucha calma, pon atencién, si asi lo ha de pensar el Sefior nuestro, si alguno hablara de ti, si se dice algo de ti, no lo desdeiies, no golpees con tu pie la inspiracién del Sefior nuestro, acégela, no te retraigas, que no pase junto a ti dos o tres veces, no te andes haciendo la retraida, aunque nosotros te tengamos por hija, aun cuando por medio nuestro hayas nacido, no te envanezcas olvidando en tu corazén al Senor nuestro. Asf te arrojarias al polvo y la basura, a la vida de las mujeres publicas. Y entonees el Seftor nuestro se burlaria, obraria contigo como él quisiera. 32°, No como si fuera un mercado busques al que sera tu compatiero, no Jo lames, no como en primavera lo estés ve y ve, no andes con apetito de él. Pero, si tal vez ti desdefias al que puede ser tu compafiero, el escogido del Sefior nuestro, si lo desechas, no vaya a ser que de ti se burle, en verdad se burle de ti y te conviertas en mujer publica. 33°. Pero, prepdrate, ve bien quién es tu enemigo, que nadie se burle de 216 34°. Que tampoco te conozcan dos o tres rostros que tt hayas visto. Quien quiera que sea tu compafiero, vosotros, juntos, tendréis que acabar la vida. No lo dejes, agarrate de él, cuélgate de él aunque sea un pobre hombre, aunque sea sélo una aguilita, un tigrito, un infeliz soldado, un pobre noble, tal vez cansado, falto de bienes, no por eso lo desprecies. 35°. Que a vosotros os vea, os fortalezca el Sefior nuestro, el conocedor de los hombres, el inventor de la gente, el hacedor de los seres humanos. 36°. Todo esto te lo entrego con mis labios y mis palabras. Asi, delante del Sefior nuestro cumplo con mi deber. Y si tal vez por cualquier parte arrojaras esto, ti ya lo sabes. He cumplido mi oficio, muchachita mia, nifita mia, Que seas feliz, que nuestro Sefior te haga dichosa. 217 Apéndice 2 “Instruccién que el licenciado Benito Juarez de Gil dio en 29 de octubre de 1598 ‘a los maestros de ensefar a leer, escribir y contar’ de la ciudad de los Reyes, a fin de que la guardasen en sus escuelas para la buena educa- cién y ensefianza de los nifios.”* Primeramente, que en sus escuelas no reciban ni admitan nifas para ensefiarlas 4 leer ni rezar, por la indecencia que es y los inconvinientes que pueden suceder. . Lo 2°. Que en comenzando 4 venir los nifios 4 la escuela de mafiana y tarde el maestro les vaya tomando licién personalmente 4 los de escribir, en carta 6 proceso, y por la tarde en libro tan solamente, para que en lo uno y en lo otro salgan buenos letores y 4 los de leer que deletrearen, se les dara también licién en carta, y 4 los dems en sus libros 6 cartillas, cada uno donde le perteneciere leer. Lo 8°. Los nifios dejen las plumas en la escuela cuando salieren, para que cuando vuelvan las hallen cortadas, porque el tiempo que en esto se habia de gastar-lo ocupen en estudiar y dar sus liciones, y asi no les faltara tiempo para escribir y acabar sus planas. Lo 4°, Que cada un mes den muestras 4 los nifios de la letra que fueren aprendiendo, y por lo menos sean de media plana y procuren que en ellas haya todas las letras del ABC, y que sean de cosas buenas y santas. Lo 5°. Que para el buen aprovechamiento de los discipulos sea obligado el maestro dos veces al dia, una 4 la mafana y otra 4 la tarde, levantarse 4 ver como escriben los nifios y enmendarles las letras que hicieren mal y ensefiarles 4 tomar bien la pluma. Lo 6°. Que 4 la hora del corregit, que por las mafanas seré 4 las diez, y por las tardes 4 las cuatro, les mire las planas y corrija las letras que no hubiesen hecho bien, las cuales luego escriban los nifios debajo de la eorrigidura y muestren al maestro. Lo 7°. Que los maestros ensefien dos formas de letras, redondilla y bastardilla, que son las mas necesarias, y para que con mas brevedad y perfeccién las aprendan los nifios, se les darén al principio muestras de * Texto tomado de La instruccién ptiblica en Chile deade sus origenes hasta la fundacion de la Universidad de S. Felipe por José Toribio Medina, Santiago de Chile, Imprenta Ekeviriana, 1905, pigs. CCCKLI-CCCXLVI. 218 letra grande, de suerte que en una plana hagan doce renglones y escriban sobre falsas reglas, hasta que vayan soltando la mano. Lo 8°. Que después que hayan tomado licién todos y corregido, rezaran en coro la dotrina eristiana, en esta manera: por la mafana las cuatro oraciones, los mandamientos, la confesién en romance, y por la tarde los articulos de la fe y las demds restantes, de suerte que cada dia recen toda la cartilla, para que la sepan de memoria, y asimismo dirén la tabla. Lo 9°. Que las visperas de fiesta por la tarde haya escuela, y hagan lo que es costumbre los demas dias de trabajo, excepto los sabados por la tarde, que se les ha de tomar cuenta de las oraciones 4 cada uno en particular, y hecho esto, rezaran toda la doctrina y se les ensefiara 4 ayudar 4 misa. Lo 10°, Que los nifios que aprendiesen 4 contar tomarén licién de cuenta, después que hayan suelto los demAs, porque Antes no habré lugar, por tener ocupado el dia en leer y escribir. Lo 11°. Que los maestros no leven é los nifios por las materias, ni por las falsas reglas mas dinero del que se les paga por su ensefianza, salvo papel en que les haga las muestras 6 falsas reglas. Lo 12°, Ensefarles que por la mafiana, en levantandose, se hinquen de rodillas delante de alguna im4gen y persignandose y santiguandose den gracias 4 Dios por haberles dejado llegar 4 aquella hora, y pidanle su favor y gracia para emplear aquel dia en su saneto servicio, guardando sus mandamientos; lo cual hecho, recen las cuatro oraciones comunes de la Iglesia, rogando 4 Dios por si y por sus padres y por el Papa y por los demas prelados de la Iglesia y Religiones della, y por nuestro catdlico rey don Felipe y por todos los demas reyes y principes cristianos y por todo el pueblo cristiano, para que todos sirvan 4 Dios guardando su ley, y por la reducién de los herejes 4 la Iglesia Romana y por la conversion de todos los infieles al gremio della y desta manera se salven, pues fuera della ninguno puede agradar 4 Dios ni salvarse. Lo 13°. Que procuren todos los dias oir misa, a lo menos los domingos y fiestas de guardar, y que la sepan ayudar conforme al misal nuevo, y oilla de rodillas con mucha atencién y devoci6n, y el evangelio en pie, y oigan sermén cuando lo hubiere. Lo 14°. Que cuando entren en la iglesia, tomando agua bendita, se persignen y santigiien, y hincadas ambas rodillas hagan oracién delante del Santisimo Sacramento, las manos puestas, con mucha atencién y devocién, sin mirar 4 una parte ni 4 otra. Lo 15°. Que cuando pasasen por delante de alguna iglesia 6 de alguna imAgen 6 cruz, hagan el acatamento debido, quiténdose el sombrero, porque los cristianos reverenciamos y adoramos la cruz y 4 sus imagenes en cuanto nos representan 4 Jesucristo Nuestro Sefior y 4 sus sanctos, segiin de quien es cada imagen. 219 Lo 16°. Que todos recen cada dia el rosario de Nuestra Sefora y sean muy devotos della y de los demas sanctos y del Angel de su Guarda y, sobre todo, sean muy devotos de Nuestro Sefior Jesucristo, imitando sus virtudes y pensando 4 menudo, en su vida, muerte y pasion y se confiesen todos 4 menudo, 4 lo menos las fiestas principales del afio y comulguen los que fuesen de edad para ello. Lo 17. Que cuando oyesen las eampanas de la iglesia mayor que tahen 4 orar, se hinquen de rodillas, y rezando alguna cosa, den gracias 4 Dios por habernos dado 4 Jesucristo Nuestro Sefior en la misa por sacrificio que ofrezcamos cada dia al Padre Eterno; y cuando tafien 4 medio dia, hincados también de rodillas y rezando algo, se acuerden que 4 aquella hora fue crucificado Jesucristo Nuestro Sefior por nosotros y denle gracias por ello; y lo mismo hagan 4 las tres de la tarde cuando tafien la campana en la iglesia mayor, que es la hora en que Jesucristo Nuestro Sefior murié en la cruz; y 4 la noche cuando tajien 4 las Ave Marias, hincadas las rodillas, recen tres Ave Marias, acordandose del Misterio de la Encarnacién de Jesueristo Nuestro Sefior en el vientre virginal de Nuestra Sefiora la Virgen Marfa; y cuando taften por las énimas de purgatorio, ruegen 4 Dios Por ellas, rezando algo; y, finalmente, siempre que oyeren el reloj se acuerden de la hora de su muerte, pidiéndole 4 Nuestro Sefior les dé buena muerte, acabando en su sancto servicio Y gracia, Lo 18°. Que cuando entren en Ia escuela hagan de rodillas oracién delante de alguna imagen que habré en ella, pidiendo 4 Dios les dé su gracia para que aprendan letras y virtud, y cuando volviesen del escuela 4 sus casas, besen las manos 4 sus padres. Lo 19°. Que siempre que comieren pidan la bendicién, y acabado de comer den gracias 4 Dios porque se los ha dado. Lo 20°. Que ninguno eve 4 la escuela libros lascivos ni profanos, ni en Sus casas lo tenga, ni lea, sino todos sean libros devotos y buenos que ensefien cosas de la religién cristiana y buenas costumbres, y los maestros tengan cuidado de mirar mucho en esto, como de cosa de mucha importan- cla. Lo 21°. Que todos sean muy obedientes & sus padres y 4 los que & cargo los tienen, y sin liceneia no salgan de casa. Lo 22°. Que todos en sus casas ensefien la doctrina cristiana 4 los que no la saben, y esto sea con la declaracion que el maestro les enseria, y 4 los que asi lo hicieren, cada semana su maestro les perdone una vez de azotes, trayendo de su padre firma de como la ensefian; y por las calles la vayan cantando, 6 otros cantares buenos, y ninguno cante por ellas, ni en su casa 6 otro lugar, cantar alguno deshonesto 6 malo, so pena de ser azotado por ello; y lo mismo sea de los que se apedrearen. Lo 23°. Que ninguno eche maldiciones 4 otro, ni jure juramento alguno, sino su afirmar 6 negar sea: por cierto, 6 en verdad, 6 verdaderamente; ni 220 mientan, ni digan palabras deshonestas, y el que lo contrario hiciese sea azotado por ello. Lo 24°. Que ninguno se junte con muchachos de malas costumbres, ni resabios; mas, su trato sea con virtuosos y buenos, y sean todos bien criados unos con otros, no diciéndose palabras afrentosas ni de menospre- cio, y el que lo contrario hiciere sea azotado por ello; y al que lo sufriese por amor de Dios, sin tomar mak por mal, se le perdone una vez de azotes. Lo 25°. Que ninguno pague dinero, ni cosa que lo valga, ni cambalache unas cosas por otras; pero el dinero que para si les hubiesen dado, lo den 4 pobres, para que asi se acostumbren desde chiquitos 4 ser limosneros, 6 lo empleen en obras buenas. Lo 26°. Que por las calles vayan 4 espacio, quietos y modestos, y topando 4 algin sacerdote 6 religioso, justicia 6 viejo, le quiten el som- brero,-y estando en la iglesia 6 en otra parte, y llegando alguno de los dichos, estando él sentado, se levantara, y le dard su asiento, no habiendo otro. Lo 27°, Que el que saludase 4 otro sea diciendo “loado sea Jesucristo Nuestro Sefior”, y el otro responda “por siempre”; y estornudando diga: “Jesus sea conmigo”, y el que lo oyese responda “amén”, que quiere decir “asi sea”. Lo 28°. Que 4 la noche, antes de acostarse, cada uno se hineara de rodillas y rezaré las cuatro oraciones y la confesion general, y acabado diga: yo ereo y tengo todo lo que cree y tiene la Sancta Madre Iglesia Romana, y protesto de vivir y morir en esta sancta fe catélica; y pesandole de sus pecados, pida a Nuestro Sefior perdén dellos, con propésito de confesallos y enmendarse dellos, y asi se acueste rogando al Angel de la Guarda le guarde y defienda del demonio mientras duerme. Lo 29°. Que el que viere 6 supiese que alguno de Ia escuéla hace algo contra estos avisos, lo diga al maestro para que él lo corrija. Lo 30°. Y asimismo los maestros tendran cuidado de enviar los niftos 4 la Compania de Jesis los viernes por la tarde, en procesién, con su cruz, como se acostumbra, para ser doctrinados de los padres della, y vayan al sermén de la plaza. Lo 31°. Que todos los maestros sean obligados 4 tener estas ordenanzas en sus escuelas, y asimismo lo estén en que cada sébado las lean 4 Jos nifios para que sepan las cosas que han de guardar. Mando que se guarden y cumplan por los maestros que he examinado estas ordenanzas y las lleven en sus examenes con el titulo que se les diese. 221 Apéndice 3 Real Colegio Convictorio Carolino Constituciones - 1783* /D.n Juan Josef de. Vertiz y Salcedo, Comendador de Puerto Llano en la orden de Calatrava Then.te gral de los Reales Exercitos, Virrey Govern.r y Capitan gral de las Provineias del Rio de la Plata, Buenos Ayres, Paraguay, Tucuman, Potosi, S.ta Cruz de la Sierra, Moxos, Cuio, y Char- eas, con todos los Corregimientos, Pueblos, y Territorios, 4 que se ex- tiende su jurisdiccion: de las Islas Malvinas, y Superior Precidente de la R.1 Audiencia de la Plata. Por quanto el Rey Nto. Sefor d.n Carlos tercero, que Dios gue, se sirvio preserivir en sus R.s ordenes colectas, que los Colegios, que ocuparon los Exjesuitas se apliquen para Universidades, Seminarios, 6 Convictorios, segun las circunstancias de los Paizes; Consultando tan soberanas intencio. nes, que no llevan otro dbjeto que el bien de sus Vasallos, es de mi cargo el Verificarlas. Por tanto, ya que por varios accidentes ha estado suspensa, la Ereceion de un Colegio, y conociendo las ventajas que de ella resultan al Publico. /especialmente 4 la Juventud, que padecia en esta Ciudad sus estravios por falta de reelucion, y otros; que con motibo de darles Estudios en las Provincias estrafias causavan 4 sus Padres crecidos gastos, resolvi superar las dificultades que se presentaron, hasta Erigir en Colegio de Educacion, y de Estudios, el que fue de los Exjesuitas, con el crecido numero de échenta Colegiales que en la vispera del Augusto nombre de su Magestad vistieron la veca, teniendo la complacencia de hacer con uno de ellos personam.te esta ceremonia, assi para authorizar la Funcion, como para alentar 4 los alumnos del Colegio, quedando de esta suerte erigido en R.1 Colegio Convictorio Carolino para eternizar la memoria del S.or d.n Carlos tercero que desde el solio de Espafa, por bondad del Cielo, nos rige, y govierna, y para proceder con arreglo a sus / R.s érdenes, mando que se fixen 4 la Puerta de dho Colegio las Armas R.s con eselucion de otras, por ser dho Colegio puram.te real, sujeto 4 su inmediata r.1 protec- cion, y de sus Virreyes de estas Provincias del Rio de la Plata como reales vice Patronos: y deseando haora darle reglas por donde se diriga desde oy para lo subcesivo fundadas en maximas Christianas, que son el principio de la verdadera saviduria. * Texto tomado de Documentos para la Historia Argentina, tomo XVII, Cultura. La ensenanza durante el pertodo colonial, publicacién de Facultad de Filosofia y Letras, Inst. de Invest. Historicas, Buenos Aires, 1924, cuya grafia se respeta. 222 Ordeno, y mando que en dho Colegio se observen sin la menor infraceion las Constituciones siguientes. Constitucién 1.a Oficio del Rector Primeram.te érdeno, y mando, que en dho Coleg.o haya un Rector, que lo govierne, q.e sea Clerigo Sacerdote, temeroso de Dios aprobado en sus Costumbres, prudente fable de conocida literatura, y que de pruebas, 6 bien fundadas esperanzas de q.e procuraré por medios licitos los aumentos del Colegio y que manejara sus intereses con Amor / sin que pierda de vista la honrra de Dios, y del Colegio, y que igualmente cuidaré del bien Espiritual, y temporal de los Alumnos del Colegio, y de su aprovecha- miento, y q-e assi como ha de preceder 4 los demas llevando la preferencia del lugar, se aventajara en christiandad y virtud. E] dro de nombrarlo recidiré en los S.res Virreyes, 4 quienes les compete como 4 Reales Vice Patronos, quienes le daran formal titulo de su cargo, como con efecto se lo he conferido al D.or D.n Vizente Jaunzaras, por reconocer en el, el com- plexo de las sobre dichas circunstancias. Item. Ordeno, y mando que sean 4 cargo del Rector la Cobranza de las penciones anuales, que ser cien pesos de cada colegial los quales se pagaran de quatro en quatro meses, anticipando siempre el primer tercio, para asegurar la renta la que procurara arreglar el Rector 4 los primeros dias de los Meses de Enero, Mayo, y Septiembre, / de forma q.e aun q.e entren algunos Colegiales, en dos distintos Meses, los reducira 4 los ante- cedentes, para que con mas facilidad exija en un solo dia los tercios de todos, para q.e se eviten los embarasos que ocaciénarian en las quentas la diversidad de plazos, con la prevencion, que assi como el Rector se obliga 4 restituir 4 los Colegiales quando se retiren lo que faltare al completo del tercio pagado, assi tamb.n conociendo renuencia en la paga despedira del Colegio a quien no cumpla con esta obligacion por no tener el Colegio otro fondo de Renta que el que forman los cien pesos q.e cada Colegial paga, y para evitar toda confucion en la quenta tendr4 los Libros sig.tes. Libros Un Libro en que por cabeza se pongan estas constituciones, en el qual no se aciente cosa alguna fuera de los Estatutos q.e resultaren de las vicitas, que del Colegio se hicieren cada afio por el vice real Patrono, 6 por quien este Comicionare. Habra / otro Libro donde se acienten por sus nombres, y apellidos los Colegiales que fueren entrando con expreccion del dia mes, y afio, y assi mismo sus circunstancias, lo que facilitarA la quenta de lo q.e se deve, y Otro Libro donde asi mismo se asentara el gasto que se hiciere, sepa- 223 rando el gasto ordinario del Extraordinario. Constitucién 2.a Oficio del Vice Rector Ttem. ordeno y mando que en dho Colegio haia un vice Rector que ayude al Rector 4 la guarda y cumplimiento de las constituciones, y a todo lo demas necesario para el buen regimen del expresado colegio, y assi mismo para que en ausencia del Rector, y en caso de enfermedad, 6 que salga 4 la Calle, cuide, y vele la observancia de las Constitueiones, y p.a quando salgan en Comunidad los Colegiales, / los acompaie precidiendo, y q.e assi al salir, como al regresar, sea con la desencia, ¥ compostura que es justo. Constitucién 3.a Del Regente y Pasante De las funciones interiores del Colegio, y otros actos literarios Ttem. ordeno y mando, que haia en dho Colegio un Regente, 6 Prefecto de estudios 4 cuio cargo esté el dirigir, y regular con dependencia del Rector todas las funeiones interiores del Colegio, y assimismo haya un Pasante de Gramatica y Latinidad, que instruia 4 los Gramaticos Colegia- les en esta facultad dentro del mismo Colegio; para los quales cargos tengo nombrados, al d.r d.n Pantaleon Rivarola, y 4d.n Pedro Fernandez quienes los deveran exercer hasta tanto que de los mismos Colegiales se forman algunos que puedan precidir, y pasar 4 los de las otras facultades; pues entonces devera él Rector, nombrar p.r Precidentes Pasantes annuales 4 los mas benemerit. s/y de mayor havilidad, p.a distinguirlos con este honor, y para que sirvan de aliviar al Colegio las pensiones, y cargas que tiene sobre si, con que quedaran extinguidos dhos cargos de Regente, y Pasante que solo se ponen interinamente. Constitucién 4.a De la Resepcion de los Coleg.es Item. ordeno, y mando que los que huviesen de recivirse en el Colegio sean pencionistas, y no de gracia en atencion 4 que los fondos, 6 fincas que se havian aplicado al Colegio de los bienes confiscados 4 los Exjesuitas han Hegado cassi a su exterminio, y assi solo deben admitirse los de la primera clase, con calidad de q.e a lo menos tengan diez afios de edad, Hijos legitimos, que sepan leer, y escrivir suficientem.te de buenas inclinaciones, y costumbres, para que no sean capaces de inficionar a los otros, ya sea corrompiendo la pureza de sus costumbres, 6 inspirandoles / un espiritu de queja, y de inobediencia para euio efecto los que huvieren de recivirse en el 224 Colegio haran antes informacion de ser christianos viejos, limpios de toda macula y raza de Moros, y Judios, y recien convertidos 4 nuestra Santa f catholica, y que no tienen su origen de Penitenciados por el santo éficio, ni que hayan ellos, 6 sus Padres tenido oficio infames, y q.e assimismo antes, no han dado mal exemplo, ni han sido de malas costumbres, 6 inclinaciones para que se entienda, que aprovecharon en virtad y letras con la buena ensefianza que se les diere: Constitucién 5. De la forma con que se ha de vestir-la veea al Colegial Item. ordeno, y mando que quando algun Joben hechas todas las diligen- cias sobre dichas se reciviere de Colegial, se junten en la Capilla 6 en otra pieza competente el Rect.r y Colegiales, y en presencia de ellos se pondra de rodillas el pretendiente / y todos entonaran el Himno Veni Creator, al fin dir el Rector la oracion; y lo despojara del vestido seglar diciendo. exuat ate Dominus veterem hominem cum actibus suis: y responderan todos Amen: luego dira los versos y oracion.s siguientes. V. Domine exandi orationem meam. R. Et clamor meus ad te veniat. V. Dominus voviscum. R. Et cum Spiritu tuo. Oremus Domine Deus virtutum suplises Deprecamur Clementiam tuam ut hune- falnulum tuum. N. misserationis tuo abundantia ab omni vetustatis erep- tione expurget, ut capdceu Sancto novitatis eficias. Per Dominum nostrum &.aR. Amen. Luego el rector le vestira la épa, veea y bonete diciendo = induat te Dominus novum hominem qui secundum Dum creatus est in justicia sancti- tate / et veritate in nomine Patris. &. a Despues le hechara agua vendita, y el Colegial hara el Juramento conforme a la constitucion siguiente, y edad que tenga. Constitucién 6.a De la forma del Juramento g.e han de hacer quando fueren recividos Yo natural de tal parte hijo legitimo de N. y de N. Colegial en este R.1 Colegio de san Carlos, juro por Dios. nuestro sefor y la gloriosissima Virgen Maria, y por los Bienaventurados San Pedro, y S.n Pablo y por el Glorioso San Carlos Borromeo Patron de este Colegio, que desde esta hora en adelante sere obediente, y fiel al Rey nuestro sefior, y a su virrey de estas Prov.as assi Dios me ayude, y estos s.tos Evangelios. Tambien 225 prometo ébedecer al S.r Rector y Vice Rector, que de presente son, y en adelante fueren, en todas las cosas del maior servicio de Dios, y de su Iglecia y del maior culto, y beneracion de su / Diuina Magestad segun lo ordenan las Constituciones las quales guardaré inviolablemente, y con todas mis fuerzas defenderé el misterio de la Inmaculada Consepcion de Maria Santissima, y procuraré la honrra, livertad, y preeminencias de este R.1 Convictorio mientras viviere en qualquier estado, 6 dignidad en que me vea constituido, y lo amparare siempre. Asi mism6 prometo manifestar y dicir con toda pureza al Sefior Rector, y vice Rector quanto paresca convenir al buen Govierno, 6 4 q.e se corijan las graves transgreciones de los discolos. Constitucién 7.a Del Vestido y traxe de los Coleg-es Item. érdeno y mando que el vestido de los colegiales sea en esta forma: la 6pa, 6 hoba de patio negro de segunda, y la sobre-rropa, 6 Gauan de pafio musgo./assi por hauerlo en mas: abundancia, y 4 precios mas modera- dos, como por el dho Color encubre qualquiera mancha. La veca ser encarnada, y sobre ella al lado del Corazon se pondra el Escudo de plata con las R.s Armas. El Bonete de picos sera forrado en pafio negro y en todos procurara el Rector la uniformidad en el ropaje: Quando sucediere salir algun Colegial del Colegio, no se le permitiré llevar fuera la ropa de Colegial, sino q.e la dejaré en sefial de reconocimiento; pero si insistiere en sacarla, no se le estorvara, variandose enteramente la forma del vestuario, y lo mismo se hara con el Escudo de Jas R.s Armas. Item. por que segun la sentencia de s.n Bernardo la descompostura en el vestido arguie deformidad en el entendimiento, y costumbres: érdeno, y mando que todos los Colegiales usen siempre vestido de color énesto, no permitiendoles que Ileven en las Medias 6tros colores, que el negro, mo- rado, embinadas, 6 color de‘pasa, ni tampoco traigan anillos de oro, 6 plata, ni Relox, ni quanto indique / profanidad por que todo esto solo sirue para importunar 4 los Padres, y distraerlos del Estudio que deuen mirar como uno de los mas principales objetos. Item. érdeno, y mando que quando se dignare el Ex.mo S.or Virrey venir al Colegio le saldran 4 recivir todos en comunidad vestidos de épa, veca, y bonete, y lo mismo se practicaré quando el Prelado Eclesiast.co hiciese al Colegio igual honor. Constitucién 8.a De los dias en q.e saldran fuera los Colegiales Item. ordeno y mando que los dias del cumple afios de S. M. y de su Augusto Nombre vaya el Rector con doze Colegiales al Palacio del S.or Virrey 4 felicitar tan plaucibles dias, obligacion q.e es indispensable en 226 unos Vasallos, q.e finean su gloria en la dilatada vida de su Soberano a quien justamente miran como 4 Protector, y Patron: Para los dias del s.or Virrey hira el Rector con seis Colegiales, y / para los del s.or bispo con quatro. El Jueves santo todos en comunidad acompaiados del Rector ahdaran las Estaciones acostumbradas, recojiendose 4 horas regulares en cuio acto procuraran ir con toda la modestia, y compostura pocible. Queda al arvitrio del Rector el salir algunos dias con dos Colegiales 4 vieitar algunas Personas distinguidas de esta Capital a fin de que se exerciten, é instruian en el trato civil, con tal modo, que no paresca artificial, ni menos se hagan fastidiosos 4 la sociedad. Todos los Jueves del afio q.e huviere asueto, y los dias de fiesta por la tarde saldran 4 recrearse en Comunidad un rato acompanados del Rector, Vice Rector, i otro Sacerdote Exemplar. A las casas de sus Padres solo hiran en dias y easos, mui sefialados, que el disernirlos se reserva 4 la prudencia del Rector como el nombrarles persona q.e les sirva de fiel socio; pero el pernoctar fuera / por ningun motibo se Concedera. Constitucién 9.a De las cosas q.e son prohividas 4 los Colegiales Item. ordeno y mando q.e ningun Colegial. cargue ni tenga en su Quarto armas ofencivas, 6 defencivas, no se le permitira tomar tabaco en humo, jugar naipes, dados, ni otros juegos prohividos por Ley, ni jugar dinero aun que sea a juegos permitidos, tampoco jugaran de piez 6 manos’ unos con otros, ni se andaran tirando Ia ropa, en lo q.e pondran mucho cuidado el Rector, y Vice Rector. No entraran unos en los Quartos de étros, ni aun en tiempo de asueto p.r 4.¢ la esperiencia ha ensefiado que son perniciosas despues sus consequen- cias, ni reciviran en ellos las vicitas de afuera para las quales se les dispondré una pieza inmediata a la Porteria. No tendran ni leeran libros contra la Religion, contra el Estado, 6 contra las buenas costumbres, ni escriviran / villetes para mandar fuera del Colegio ni los reciviran, sin q.e primero los lea el Rector, 6 (y) Vice Rector. No Comeran cosa de azeyte, 6 graza dentro de sus Quartos, sino q.e presisamente deveran bajar al Refectorio franqueandoles prontamente la lave el Refitolero, como no sea por la noche; de este modo se evitaré la immundicia de los Quartos, y se lograra el que coman con aseo, y comodi- dad. No daran quenta 4 sus Padres, ni a los de afuera de las reprehencio- nes, que se huvieren dado dentro el Colegio. Tampoco pasaran al lugar donde havitan los Esclavos, ni 4 la Cosina 4 fin de que no rosen con gente baja, y quando necesitaren de agua caliente, u otra cosa que haia de traherse de la Cosina llamaran a un criado de los del Colegio, y le encarga- ran la diligencia. 227 Constitucién 10 De los Exercicios Espirituales que hande tener los Colegiales Item. ordeno, y mando, que todos los dias practiquen los Exercicios Espirituales, que se diran / en el Capitulo de la distribucion quotidiana que deven dbservar. Todos los Meses del afio tendran una Confecion y Com. nion de regla el dia que sefialare-el Rector sin q.e p.r esta constitucion se entienda prohivido el q.e comulgen con mas frequencia si su devocion Io pidiere y si en el mes viniere alguna festividad de las principales del S.or 6 de Maria Santissima, tambien tendran confecion y comunion. El Jueves santo cumpliran todos con la Igiecia comulgando de mano del Rector. Todos los Domingos de mes. tendran retiro Espiritual segun la distribucion que hallare por mas conveniente el Rector, Todos los afios entraran 4 exereicios Espirituales la vispera de la Asen- cion del S.or y saldran de ellos la vispera de Pasqua de Espiritu Santo, y 4 ellos podra admitir el Rector a los Ecleciasticos que quiciesen gosar de este veneficio. Asimismo se hara fiesta todos los afios / con la solemnidad pocible al Glorioso Patron del Colegio S.n Carlos, Constitucion 11 De la distribucion Quotidiana Ttem. ordeno, y mando que en todo tiempo se observe dentro de dho Colegio la distribucion sig.te. A las cinco de la mafiana se tocara 4 dispertar. De las cinco ala media, vestirse, lavarse, peinarse &. a. A la media se hira 4 la Capilla, ¥ puestos de rodillas, se persignaran diran el acto de contricion, y resaran las letania de la virgen haciendo coro el vedel. Coneluida la letania se leeran los puntos brevemente a que se seguiré la oracion por el espacio de un quarto de hora q.e se completa 4 las seis, De las seis 4 la media éyran Misa, se retiraran 4 sus Quartos donde se conservan en cilencio, y estudio hasta las ciete y media que hecha sefia van los. Theologos A leccion en la Clase hasta las ocho = De las ocho a las nuebe, sera la prim.a hora de Clase. {De las nuebe al quarto tiempo indifer.te. Del quarto, a las diez y quarto la segunda hora de Clase. Del quarto a los tres quartos: Paso, theologos con theologos. A los tres quartos se retiran al Coleg.o hasta las énse. De las onse a la media pasaran los theologos con los Philosofos. 228 Philosofos A leccion en la Clase hasta las ocho. De las ocho 4 las nuebe tendran la hora de Clase y Esplicacion. De las nuebe a la media, paso unos, con otros. De las nuebe y media hasta las onze silencio, y Estudio. A las onse pasar4n con los Theologos hasta la media. A las onse y media iran 4 refectorio, y concluida la Mesa tendran un rato de Conversacion, y quiete todos juntos donde el Rector destinase hasta las doze y media. A las doze y media tendran siesta y descanso hasta la una, y media. /A la una y media se despertara, y estaran en estudio hasta las dos y media. A las dos y media, iran los. Theologos A la primera hora de Clase hasta las tres, y media. De la media 4 los tres quartos tiempo indiferente. De los tres quartos, a las quatro y tres quartos Conferencia. De los tres quartos, a las cinco Silencio. De las cinco, a las seis, Azueto, a esepcion de los dias en q.e ha havido Asueto toda la ‘tarde, que entonses lo tendran hasta las Ave Marias. Philosofos A leccion hasta las tres. De las tres, a las quatro tendran la primera hora de Clase. De las quatro al quarto tiempo indiferente. De las quatro y quarto, 4 las cinco y quarto conferencia. De las cinco y quarto 4 las 6. Azueto. A las seis iran todos 4 Rosario, y después se Estudiard hasta las ocho & esepeion de aquellos a quienes tocare el turno de las Academias a las q.e iran a las ciete. 7A las ocho cena, y quiete asta las nuebe. A las nuebe leccion Espiritual hasta el quarto. Del quarto 4 la media Examen de Conciencia. A la media se retiran 4 recojerse hasta los tres quartos, que se apagaran las luses, y descanzaran hasta la cinco de la mafiana, que se dispierta. Los gramaticos iran a la Aula por la mafiana a las ciete, y media en verano, y en Invierno a las écho, y estaran en la Aula hasta las diez y media. Por la tarde en todo tiempo entraran 4 las dos y media, y saldran a las cinco y media. 229 Todos los dias desde las ciete 4 las ocho de la noche tendran una hora de Passo, sin excluir los dias de fiesta. Constitueién 12 Del Estudio, y Exercicios literarios, de los Colegiales Item. ordeno, y mando que en érden al Estudio, funciones, Examenes / Publicos se arreglen al metodo q-€ se observa en las Aulas: El Estudio quotidiano de los Colegiales, se regulard por el de la distribucion de q.e se Abl6 en el Capitulo anteced.te sera del cuidado del Rector, y Vice Rector el zelarlos en tiempo de Estudio, para que no malogren el tiempo. Los dias de Azueto. desde por la mafiana si lo hallare por conveniente. Todos los Lunes del afio de las ¢iete, a las ocho de la noche tendran los Theologos conferencias Morales, asistiendo, y precidiendo el Regente de Estudios, 6 la persona a quien nombrase el Rector, a cuio cargo estara el Proponer las materias, y casos, que se han de tratar fixando la tablilla de ellos veinte y quatro horas antes. Todos los Viernes del afio tomaran los Theologos puntos por el Mro de las sentencias, y el Viernes siguiente tendran su funcion literaria en el Pulpito del / Refectorio, interin los demas Comen y le replicaran por su turno étros dos Theologos. Los Philosofos tendran igual funcion todos los Geupen el Pulpito los Methaficicos, otro los Logicos, con la iiferenein qe quando fuere el actuante Logico, le precidiré un Methaficico, y quando Methaficico un Theologo, para q.e con esta Emulacién oe empeiien todos en hacerlo bien. Quando algun Colegial huviere de defender acto publico, sera Exercitado en las mismas Questiones ocho dias continuos en el Pulpito del Refectorio al tiempo que los demas comieren, y le replicaran dos Colegiales, un Condicipulo, y otro de facultad superior, que deveran ser sefialados veinte Y quatro horas antes de la funcion, 230 EI Lunes 4 medio dia écuparan el Pulpito los Gramaticos, y por el Pasante de Gramatica del Coleg.o sera nombrado veinte y quatro horas antes el sujeto que / lo ha de ocupar, la materia q.e ha de tratar y los Condicipulos q.e lo han de examinar. Coneluido el Curso de las Clases, y Examenes anuales, las Conferencias, 6 Academias sobre dichas, se reduciran 4 una Academia de Estilo de Cartas, de traduccion del Franses, entender una Mapa, manejar un Globo, de Historia Ecleciastica, 6 Profana, tambien se les dara asunto para una Gracion que deveran decir en el Pulpito del Refectorio, p.a q.e de este modo se instruian en todas materias, y aprovechen el tiempo de las recrea- ciones: y quando el Rector viere que algunos no dieren esperansas de aprovecharse en los Estudios lo havisar a las Personas 4 cuio cargo estubieren, con el designio de q.e le preparen otra carrera. Constitucion 13 De los Azuetos q.e han de tener Item. ordeno y mando para la recreacion / y descanso de los mismos Colegiales, que tengan 4sueto todos los Jueves del afo por la tarde despues de siesta, todos los dias de fiesta por la tarde, segun la costumbre introdu- cida en las Aulas; en este tiempo le seré permitido el recrearse con onestidad y modo en los Patios Publicos del Colegio, y no en los lugares escusados. Tambien tendran asueto los dias de San Carlos, de Sto. Thomas de Aquino, el dia del Patron de la Ciudad S.n Martin, los primeros dias de Pasqua, y algunos-otros dias destinados del afi, segun hallare por conve- niente el Rector, 4 cuia pradente discrecion se deja el dicernimiento de las causas legitimas, que puedan écurrir para conceder esta gracia. Constitucion 14 Delas vacaciones Generales Item. 6rdeno y mando q.e las Vacaciones Generales no pasen de dos meses en cuio tiempo iran 4 la Casa de Campo del Colegio en Comp.a del Rector, 6 vice Rector, y estaran en ella lo menos quinse dias logrando todas / las diverciones, que se les pueda proporcionar, para que assi cobren nuebo aliento para las tareas del afio siguiente: A la prudencia del Rector se deja el disponerles las comodidades, y recreos. pocibles mientras se mantuvieren en ella. Constitucion 15 Del Aseo de los Colegiales Item. érdeno y mando que los Colegiales tengan cuidado de azear sus Quartos, y de tener sus camas colgadas, y bien dispuestas, que no handen 231 con la ropa raida, manchada, ni mal colocada, todo lo qual zelaran con frecuencia, el Rector, y Vice Rector, reprehendiendo severam.te 4 los que Amonestados, no se emmendaren, Sefialara el Rector por Meses dos Coleg.s Zeladores de la limpieza, y Azeo del Colegio, y estos tendran cuidado de zelar, que se conserve con integridad, y Azeo, dando parte al Rector, 6 vice Rect.r de los que contravinieren, para q.e sean reprehendidos. El Rector tendra / cuidado de coneurrir al Refectorio 4 fin de instruir 4 los Colegiales en el modo de hacer esta accion, con aseo, y Urbanidad: Pondra a la Puerta del Refectorio dos aguas maniles con sus toallas, para q.e saliendo de comer se laven las manos. Queda 4 su cuidado el q.e en los dias que le parezea mande 4 algun Colegial trinchar algunas ves ensefian- doles lo que ignoraren. Constitucion 16 Del respeto, veneracion, y obediencia que deven tener 4 los superiores del Colegio Item. érdeno, y mando, que los Colegiales, veneren, obedezcan, y respe- ten 4 los Superiores del Colegio, sin atreverse 4 juzgar jamas, si lo que mandan esta bien 6 mal mandado, sujetandose con humildad, y rendi- miento, 4 sus Exortaciones, y reprehensiones, sin alterar la vos, en su presencia, y al Coleg. que delinquiere en punto tan importante se le reprehenderé severamente proporcionando el castigo al grado de su deso- bediencia, y si huviere alguno tan atrevido que / hisiere armas, 6 se recistiere con violencia sera expelido con desonrra del Colegio y borrado del Libro en que se apuntan las partidas de resepcion de los Coleg.s. Tendra cuidado el Rector de poner en cada Quarto un Colegial de los mas antiguos, y mejor juicio, a quien los demas respeten, y obedezcan, y de su cargo seré que dentro de él se observen las Constituciones, dando parte al Rector, o Vice Rect.r de qualquiera novedad, 6 infraccion q.e huviere. Constitucion 17 Del Castigo de los Coleg.es Siendo el premio, 6 el Castigo los Polos con q.e se sostiene la humana sociedad, es indispensable, que se asigne alg.n castigo contra los desaplica- dos, desobedientes, 6 infractores de las Constituciones, y assi-ordeno, y mando, que solo al Rector 6 Vice Rector, y né 4 otro alguno dentro 6 fuera del Colegio le compete Quando algun Mo. de las Clases, notase algun defecto digno de reprehencion en los Coleg.es de su Aula / pasar un oficio, politico de palabra, 6 p.r escrito al Rector, 6 Vice Rector para q.e estos apliquen al Colegial el proporcionado Castigo: pero si huviese algun Mo. 232 que sin embargo de esta prohivicion se propasase 4 castigar 6 dar de golpes 4 los Colegiales pertenece al Rector implorar la proteccion del R.1 vice Patrono para q.e ponga el remedio conveniente. El Rector y Vice Rector procuraran no aplicar con frequencia el castigo de azotes quando contemplen que por medio de Otros penales Exercicios se pueden remediar sus faltas, y para los exessos enormes dispondra un Quarto donde tenga un Zepo, y un par de Grillos, para contener tan irregulares casos. Constitucion 18 Del modo como se han de despedir. los Colegiales qe salieren. del Colegio Item. ordeno y mando, que quando alg.n Colegial saliere del Colegio concluidos sus Estudios saldran acompafiandole hasta la Puerta con el Rector todos los Colegiales, haciendole todo el honor posible; pero quando / saliere del Colegio, sin concluir sus Estudios saldran acompafiandole con el Vice Rector los Colegiales de su facultad. Quando algun Colegial fuere expedido del Coleg.o ninguno lo saldra 4 acompafiar; y lo mismo se practicaré con los q.e salieren del Colegio por no haverse querido sujetar, 4 las ordenes del Rector. Constitucion 19 De la asistencia de los coleg.es en sus enfermedades, y sufragios q.e se han de hacer quando muera Item. ordeno y mando que para las enfermedades graves de los Colegia- les se destine una pieza en donde los enfermos puedan estar con comodi- dad, y quietud, y si sus Padres, 6 aquellos 4 euio Cargo estuvieren los quicieren sacar para curarlos, siendo la Enfermedad grave, no se les pondra embarazo, y siendo contagiosa sera del cuidado del Rector el havisarles para q.e dispongan de ellos. Quando succediere q.e alguno falleciese se le dara sepultura en la Capilla se pondra 4 los lados del Feretro dose velas; 4 la hora sefialada concurrira todo el Coleg.o 4 las Exequias, colocandose los compafieros. / del Quarto del defunto detras del Feretro arrastrando la veca en sefal de duelo, y de sentimiento de esta suerte sera conducido 4 la Capilla, donde se le cantaré su vigilia, y Misa solemne de Cuerpo presente si fuese la hora competente; pero quando alguno muriese fuera del Coleg.o se hara saver 4 todos para que_lo encomienden 4 Dios ofreciendo por su Alma las Misas, y Rosarios de tres dias, continuos. Todos los afios al étro dia de la fiesta del Santo Carden.1 S.n Carlos Borromeo Patron del Colegio se hara un Aniversario, por las Almas de todos los Colegiales, y Eclesiasticos que huvieren servido en el Colegio. 233 Constitucién 20 De la Libreria Item. ordeno,y mando que la Libreria del Coleg.o corra siempre 4 cargo del Rector, interin S. M. no érdena otra cosa, ceparando como lo tiene mandado S. M. todos aquellos Autores que contengan materias laxas, opuestas 4 la moral santa, y cuidara de q.e la pieza se mantenga aseada, no permitiendo, q.e / los Colegiales maltraten los Libros, y tambien celara que para fuera del Colegio no salgan Libros, por titulo, ni pretesto alguno, y ni aun el mismo Rector, ni alguna otra persona podra prestarlos, para lo qual lo desautorizo. Asimismo prevengo que el dho Rector reciviré la Libreria por Inventario y de propio modo la entregard 4 q.n le sucseda en el cargo. Y para que todas estas Constituciones lleguen 4 noticia de todos se leeran todos los Meses delante de todo el Coleg.o para que ninguno alegue ignorancia que son dadas en Buenos Ayr.s 4 nuebe de Diciembre de mil setecientos échenta y tres afies. Apéndice 4 Reglamento para los maestros de primeras letras* Santiago, 18 de Junio de 1813. Un sistema metédico de opresién, y en donde no se presentaba arbitrio de ruina, aniquilamiento y destruccién que no se adaptase para tratar la América, hizo que esta hermosa porcién de la tierra gimiese 300 afos en la esclavitud y la ineultura. El gabinete de Madrid expedia muy frecuente- mente érdenes para que se suprimiesen escuelas, se quitasen catedras y se desterrase en América toda clase de estudio util. Interesada la dura Es- pafia en que los naturales de estos pafses no despertasen por momento del letargo, que les hacia no sentir las cadenas que les oprimian, no solamente se les dejaba sin industria, cultura, comercio, ete., sino que legando su crueldad hasta el extremo de querer se ignorasen los primeros rudimentos de las ciencias, se tomaban medidas indirectas a fin de evitar la vergiienza y execracién que tal procedimiento podia ocasionar, si aun todavia conser- vaba algin rastro de pudor en esta materia. Los mismos decretos y reglamentos que expedian en Madrid para el arreglo y buena disposicién de las escuelas ni tenian efecto, ni siquiera se circulaban a América. Para confirmacién de estas tristes verdades basta saber que en Chile, en un pais extenso y proporcionalmente de los mas poblados de América, no se conta- ban cuatro escuelas de primeras letras dotadas suficientemente, y que, a pesar de las solicitudes del ayuntamiento de Santiago, no se quiso permitir una imprenta, y se pidieron informes a los presidentes para que expusiesen si convenia que la-hubiese en este pais. Reeuperada nuestra libertad, e] primer cuidado del Gobierno ha sido la educacién ptibliea que debe empezar a formar, porque nada halié princi- piado en el antiguo sistema; y convencido de que del acierto en la eleccién de maestros para la ensefanza de primeras letras pende el dar la mejor instruccién a la infancia, formar buenas inclinaeiones y costumbres y hacer ciudadanos ttiles y virtuosos. DECRETA: 1°. En toda ciudad, toda villa y todo pueblo que contenga cincuenta veeinos, debe haber una escuela de primeras letras costeada por los pro- * Texto tomado de Amanda Labarca H., Historia de la ensenianza en Chile, Imprenta Universitaria, Santiago de Chile, 1989, pags. 367-370. 235 pios del lugar, que se invertirén precisamente en este objeto con preferen- cia a todo otro, y en caso de no haberlos, el jefe de la provincia en cuya Jurisdiccién se halle dicho lugar, propondré los arbitrios que puedan to- marse para su establecimiento. 2°. En toda escuela habra un fondo destinado para costear libros, papel y demas utensilios de que necesiten los educandos, de tal modo que los padres de familia, por ningin pretexto-ni bajo titulo alguno, sean gravados con la mas pequefia contribucién. 8°. Se destinaran lugares cémodos y situados en medio de la poblacion para facilitar la concurrencia a las escuelas. 4°. No se podré ejercer en el territorio de Chile el magisterio de prime- ras letras (ya se le nombre de oficio o ya el mismo interesado lo solicite) sin los requisitos de manifestar atestacién auténtica de su parroco de haber sido examinado y aprobado en doctrina cristina, de rendir una informacion con tres testigos y citacién del procurador del pueblo donde ha de ejercer su ministerio, sobre su patriotismo (que ha de ser decidido y notorio), vida y costumbres, y de un informe de la justicia del lugar donde ha residido el interesado. 5°. Luego que se hallen evacuadas las diligencias del articulo anterior, sufrira un examen ante dos individuos del eabildo del lugar donde va ensefiar, acompafiados de un maestro de primeras letras, y a falta de cabildo, ante el cura, el jefe del lugar y el maestro, sobre la pericia en leer, escribir y contar, haciéndole extender varias muestras de todas clases de letras y ejemplares de las cuatro principales reglas de cuentas. 6°. Por estas diligencias no se levardn al interesado derechos algunos por ningtin ministro. 7. Los eclesidsticos seculares o regulares, que se presenten a obtener magisterio de primeras letras, cumplen con manifestar un informe del ordinario o de su prelado si son regulares, en que se exprese ser notoria su aptitud y patriotismo, y a més pasardn por el examen que previene el articulo 5°, 8°. Conclufdos todos estos requisitos, se pasardn las diligencias al Go- bierno (sin perjuicio de poner en posesién a los interesados) para que éste sepa las circunstancias y aptitud de todos los maestros de primeras letras que ensefian en el territorio del Estado. §. Estos individuos, por la importancia de su ministerio y por el servi- cio que hacen 2 la patria, deben ser mirados con toda consideracién y honor; por consiguiente, sus personas son de las mas respetables; quedan exentos de todo servicio militar y cargas concejiles, y el Gobierno los tendra presente para dispensarles una particular proteccién. 10°. Los maestros actuales sélo podran continuar en la engefianza, cum- Pliendo con los mismos requisitos que se previenen en el articulo 4°, 236 11, Se levaran a debido efecto las providencias que se han dado sobre el establecimiento de escuelas en Ja capital y se dara orden a las abadesas de monjas para que inmediatamente cumplan con lo dispuesto en decreto de 21 de Agosto de 1812, publicado en La Aurora, N° 29, tomo I. 12°, Se establecera en cada villa una escuela de mujeres, en donde se ensefie a las jovenes a leer, escribir y aquellas costumbres y ejercicios andlogos a su sexo. 18°, Las maestras de nifias deben ser personas de una vida la més califieada y virtuosa, y se declara su destino por uno de los mas honrosos y distinguidos del Estado. Para permitirles la ensefianza, debera preceder informe de vida y costumbres, examen de doctrina por persona que dispute el parroco respectivo y aprobacion de la justicia con audiencia del procura- dor de cabildo. 14°, En la capital, se estableceran las escuelas de mujeres con las mis- mas circunstaneias, en los monasterios de monjas, y en la forma del decreto citado en el articulo 11. 15°. Todo hombre o mujer, que a més de los maestros nombrados y costeados por el Estado, quiera ensefiar primeras letras, puede hacerlo pasando por las formalidades dispuestas, y percibiendo la pensién que acordaren con los educandos. El Gobierno reconoce que en éstos practican un servicio a la patria, muy recomendable. 16°, En ninguna escuela se ensefiaran nifios de ambos sexos. Las maestras sélo admitiran mujeres, y los maestros varones. 17°. Nada contribuye més a la buena educacién que la eleccion de libros en que los infantes empiecen a leer. Las fabulas frias, las historias mal formadas, las devociones indiseretas, que carecen de lenguaje puro y méximas sélidas, depravan el gusto y ocasionan infinitos vicios trascenden- tales a toda la vida. Los nifos de Chile seran ensefados por el pequeio catecismo que empieza: ‘Decidme, hijo ;hay Dios? y est aprobado por el Sinodo, del sefior Alday; por el ‘Compendio Historico de la Religién’, de Pintén; por los ‘Catecismos’ de Fleuri y Poiget y por el ‘Compendio de la Historia de Chile’, de Molina. 18°. El cuidado y proteccién de las escuelas de primeras letras se pone a cargo del cabildante decano de cada cabildo por lo respectivo a las escuelas de su provincia. Este debe responder en todo tiempo a los pueblos y al Gobierno del sagrado depésito que se le ha confiado. 19°. El dia ultimo de cada mes es obligado precisamente a visitar las escuelas de la villa cabecera, y lugares que no disten de ella cuatro leguas: y cada seis meses, después de visitar las de toda la provincia, ha de informar al Gobierno si se cumple con este reglamento: qué clase de ensefianza se da a los jévenes; cuanto es el numero de los concursantes y cual su aprovechamiento; cuales las entradas de la escuela y sus destinos, y dara una razén de los muebles y enseres que tenga, y finalmente, infor- 237 mar4 cuanto pueda servir para que el Gobierno, o las personas que éste nombrase para visitar las provineias, conozcan y entiendan perfeetamente el estado y circunstancias de cada escuela. 20°. Ninguno puede ensefiar en el Estado de Chile, sino en la forma dispuesta por este reglamento. 21°. El Gobierno dispondra Prontamente un plan de ensefianza de pri- meras letras que se pasara a todos los maestros para su puntual cumpli- miento. Dado en el Palacio de la Junta Suprema de Chile. Francisco Antonio Pérez. José Miguel Infante, Agustin Eyzaguirre. Mariano de Egafia, Se- cretario. Apéndice 5 Discurso en la instalacién de la Universidad de Chile* El Presidente de la Republica acompanado de los Senores Ministros del Despacho, de diputaciones de las dos Cémaras Lejislativas, de los Tribu- nales y Corporaciones, de un gran niimero de funcionarios civiles y militares, y de los alumnos del Instituto Nacional, se dirijié a las 12 del dia 17 de Septiembre a uno de los, salones del edificio de la antigua Universidad. El Sr. Ministro Vicepatrono presenié a S. E. el Cuerpo Universitario, leys los nombres de los miembros que lo componen, y recité la formula del juramento, que prestaron todos simultdneamente y de pie, levantando el brazo derecho. El Rector y Decanos recibieron en seguida de manos de S.E. las insignias de los respectivos encargos. Se declaré instalada la Universidad de Chile y el mismo Sr. Ministro pro- nuncié un breve discurso alusivo al acto, y a los fines con que se ha restablecido sobre nuevas bases este Cuerpo. A este discurso siguid el del Rector, concebido en estos términos: EXMO. SR. PATRONO DE LA UNIVERSIDAD SENORES El Consejo de la Universidad me ha encargado expresar a nombre del cuerpo nuestro profundo agradecimiento por las distineiones y la confianza con que el supremo gobierno se ha dignado honrarnos. Debo también hacerme el intérprete del reconocimiento de la Universidad por la expre- sin de benevolencia en que el sefior ministro de instruccién publica se ha servido aludir a sus miembros. En cuanto a mi, sé demasiado que esas distinciones y esa confianza las debo mucho menos a mis aptitudes y fuerzas que a mi antiguo celo (ésta es la sola cualidad que puedo atribuirme sin presuncién), a mi antiguo celo por la difusién de las luces y de los sanos principios, y a la dedicacién laboriosa con que he seguido algunos ramos de estudios, no interrumpidos en ninguna época de mi vida, no dejados de la mano en medio de graves tareas. Siento el peso de esta confianza; conozco la extensién de las obligaciones que impone; comprendo la magnitud de los esfuerzos que exige. Responsabilidad es ésta que abrumaria, si recayese sobre un solo individuo, una inteligencia de otro orden, y mucho mejor * Texto tomado de Andrés Bello, 1781-1981. Discurao en la instalacién de la Universidad de Chile (17 de Septiembre de 1843)... Homenaje de la Editorial Universitaria... Santiago de Chile, 1981. 239 Preparada que ha podido estarlo la mia. Pero me alienta la cooperaeién de mis distinguidos colegas en el consejo, y el cuerpo todo de la Universidad. La ley (afortunadamente para mi) ha querido que la direccién de los estudios fuese la obra comtin del cuerpo. Con la asistencia del consejo, con la actividad ilustrada y patridtica de las diferentes facultades; bajo los auspicios del gobierno, bajo la influeneia de la libertad, espiritu vital de las instituciones chilenas, me es licito esperar que el caudal precioso de ciencia y talento, de que ya esta en posesién la Universidad, se aumentara, se difundira velozmente, en beneficio de la religion, de la moral, de la libertad misma, y de los intereses materiales. La Universidad, sefiores, no seria digna de ocupar un lugar en nuestras instituciones sociales, si (como murmuran algunos ecos oscuros de decla- maciones antiguas) el cultivo de las ciencias. y de las letras pudiese mirarse como peligroso bajo un punto de vista moral, o bajo un punto de vista Politico. La moral (que yo no separo de la religién) es la vida misma de la sociedad; la libertad es el estimulo que da un vigor sano y una actividad fecunda a las instituciones sociales. Lo que enturbie la pureza de la moral, lo que trabe el arreglado pero libre desarrollo de las facultades individuales y colectivas de la humanidad y —digo mas— lo que las ejercite infructuosa- mente, no debe un gobierno sabio incorporarlo en la organizacién del estado, Pero en este siglo, en Chile, en esta reuni6n, que yo miro como un homenaje solemne a la importancia de la cultura intelectual; en esta rev- nin, que, por una coincidencia significativa, es la primera de las pompas que saludan al dia glorioso de .la patria, al aniversario de la libertad chilena, yo no me creo llamado a defender las ciencias y las letras contra los paralogismos del elocuente filésofo de Ginebra, ni contra los recelos de espfritus asustadizos, que con los ojos fijos en los escollos que han hecho zozobrar al navegante presuntuoso, no querrian que la razin desplegase jamés las velas, y de buena gana la condenarian a una inercia eterna, mas Perniciosa que el abuso de las luces a las causas mismas porque abogan. No Para refutar Io que ha sido mil veces refutado, sino para manifestar la correspondencia que existe entre los sentimientos que acaba de expresar el Sefior ministro de instruceién publica y los que animan a la Universidad, se me permitiré que afiada a las de su sefioria algunas ideas generales sobre la influencia moral y politica de las ciencias y de las letras, sobre el ministerio de los cuerpos literarios, y sobre los trabajos especiales a que me parecen destinadas nuestras facultades universitarias en el estado presente de la naci6n chilena, Lo sabéis, sefiores: todas las verdades se tocan, desde las que formulan el rumbo de los mundos en el piélago del espacio; desde las que determinan las agencias maravillosas de que dependen el movimiento y la vida en el universo de la materia; desde las que resumen la estructura del animal, de la planta, de la masa inorganica que pisamos; desde las que revelan los fenémenos intimos del alma en el teatro misterioso de la conciencia, hasta las que expresan las acciones ¥ reacciones de las fuerzas politicas; hasta las que sientan las bases inconmovibles de la moral; hasta las que determinan las 240 condiciones precisas para el desenvolvimiento de los gérmenes industriales; hasta las que dirigen y fecundan las artes. Los adelantamientos en todas Iineas se llaman unos a otros, se eslabonan, se empujan. Y cuando digo los adelantamientos en todas lineas comprendo sin duda los mas importantes ala dicha del género humano, los adelantamientos en el orden moral y politico. ,A qué se debe este progreso de civilizacién, esta ansia de mejoras sociales, esta sed de libertad? $i queremos saberlo, comparemos a la Europa y a nuestra afortunada América, con los sombrios imperios del Asia, en que el despotismo hace pesar su cetro de hierro sobre cuellos encorvados de antemano por la ignorancia, o con las hordas africanas, en que el hombre, apenas superior alos brutos es, como ellos, un articulo de trifico para sus propios hermanos. {Quién prendio en la Europa esclavizada las primeras centellas de libertad civil? ;No fueron las letras? {No fue la herencia intelectual de Grecia y Roma, reclamada, después de una larga época de oscuridad, por el espiritu humano? Alli, alli tuvo principio este vasto movimiento politico, que ha restituido sus titulos de’ ingenuidad a tantas razas esclavas; este movimiento, que se pro- paga en todos sentidos, acelerado continuamente por la prensa y por las letras; cuyas ondulaciones, aqui rapidas, all lentas, en todas partes necesa- rias, fatales, allanaran por fin cuantas barreras se les opongan, y cubriran la superficie del globo. Todas las verdades se tocan;y yo extiendo esta asercién al dogma religioso, ala verdad teolégica. Calumnian, no sé si diga ala religion a las letras, los que imaginan que pueda haber una antipatfa secreta entre aquéllas y éstas. Yo creo, por el contrario, que existe, que no puede menos que existir, una alianza estrecha entre la revelacién positiva y esa otra revelacion universal que habla a todos los hombres en el libro de la naturaleza. Si entendimientos extraviados han abusado de sus conocimientos para im- pugnar el dogma, jqué prueba esto, sino la condicién de las cosas humanas? Si la raz6n humana es débil, si tropieza y cae, tanto mas necesario es suminis- trarle alimentos sustanciosos y apoyos slidos. Porque extinguir esta curiosi- dad, esta noble osadia del entendimiento, que le hace arrostrar los arcanos de la naturaleza, los enigmas del porvenir, no es posible, sin hacerlo al mismo tiempo, incapaz de todo lo grande, insensible a todo lo que es bello, generoso, sublime, santo; sin emponzofiar las fuentes de la moral; sin afear y envilecer la religion misma. He dicho que todas las verdades se tocan, y atin no creo haber dicho bastante. Todas las facultades humanas forman un sistema, en que no puede haber regularidad y armonja sin el concurso de cada una. No se puede paralizar una fibra (Permitaseme decirlo asf), una sola fibra del alma, sin que todas las otras enfermen. Las ciencias y las letras, fuera de este valor social, fuera de esta importancia que podemos llamar instrumental, fuera del barniz de ameni- dad y elegancia que dan a las sociedades humanas, y que debemos contar también entre sus beneficios, tienen un mérito suyo, intrinseco, en cuanto aumentan los placeres y goces del individuo que las cultiva y las ama; placeres exquisitos, a que no llega el delirio de los sentidos; goces puros, en que el alma no se dice a si misma: 241 ++ Medio de fonte leporum amari aliquid, quod in ipsis floribus angit. surgit (Lucrecio.) De en medio de la fuente del deleite un no sé qué de amargo se levanta, que entre el halago de las flores punza. Las ciencias y la literatura evan en si la recompensa de los trabajos y Vigilias que se Tes consagran. No hablo de la gloria que ilustra las grandes conquistas cientificas; no hablo de la.aureola de inmortalidad que .corona las obras del genio. A pocos es permitido esperarlas. Hablo de los placeres mAs o menos elevados, més o menos intensos, que son comunes-a todos los rangos en la repiiblica de las-letras. Para el entendimiento, como para las otras facultades humanas, la actividad es en si misma un placer; placer que, como dice un filésofo escocés', sacude de nosotros aquella inercia a que de otro modo nos entregariamos en dafio nuestro y de la sociedad. Cada senda que abren las ciencias al entendimiento cultivado, le muestra perspectivas encantadas; cada nueva faz que se le descubre en el tipo ideal de la belleza, hace estremecer deliciosamente el corazén humano, criado para admirarla y sentirla. El entendimiento cultivado oye en el retiro de la meditacién las mil voces del coro de la naturaleza: mil visiones peregrinas revuelan en torno a la lampara solitaria que alumbra sus vigilias. Para é] solo, se atavia la ereacién de toda su magnificencia, de todas sus galas, Pero las letras y las ciencias, al mismo tiempo que dan un ejercicio delicioso al entendimiento y a la imaginacién, elevan el caracter moral. Ellas debilitan et poderio de las seducciones sensuales; ellas desarman de la mayor parte de sus terrores a las vicisitudes de la fortuna. Ellas son (después de la humilde y contenta resignacién del alma religiosa) el mejor Preparativo para la hora de la desgracia. Ellas levan el consuelo al lecho del enfermo, al asilo del proscrito, al calabozo, al cadalso. Sécrates, en visperas de beber la cicuta, ilumina su cércel con las mas sublimes especu- laciones que nos ha dejado la antigtiedad gentilica sobre el porvenir de los destinos humanos. Dante compone en el destierro su Divina Comedia. Lavoisiér pide a sus verdugos un plazo breve para terminar una investiga- cién importante. Chénier, aguardando por instantes la muerte, escribe sus ultimos versos, que deja incompletos para marchar al patibulo: Comme wn dernier rayon, comme un dernier zéphire anime la fin d'un beau jour, au pied de Véchafaud jessaie encor ma lyre. ‘Tomas Brown. Cual rayo postrero, cual aura que anima el ultimo instante de un hermoso dia al pie del cadalso ensayo mi lira. Tales son las recompensas de las letras; tales son sus consuelos. Yo mismo, aun siguiendo de tan lejos-a sus favorecidos adoradores, yo mismo he podido participar de sus beneficios, y saborearme con sus goces. Adorna- ron de celajes alegres la mafiana de mi vida, y -conservan todavia algunos matices a el alma, como la flor que hermosea las ruinas. Ellas han hecho aun més por mi; me alimentaron en mi larga peregrinacién, y encarhinaron mis pasos a este suelo de libertad y de paz, a esta patria adoptiva, que me ha dispensado una hospitalidad tan benévola. Hay otro punto de vista, en que tal vez lidiaremos con preocupaciones especiosas. Las universidades, las corporaciones literarias, ;son un ins- trumento a propésito para la propagacién de las luces? Mas apenas concibo que pueda hacerse esa pregunta a una edad que es por excelencia la edad de la asociacién y la representacién; en una edad en que pululan por todas partes las sociedades de agricultura, de comercio, de industria, de benefi- cencia; en la edad de los gobiernos representativos. La Europa, y los Estados Unidos de América, nuestro modelo bajo tantos respectos, res- ponderan a ella. Si la propagacién del saber es una de sus condiciones mas importantes, porque sin ellas las letras no harian mas que ofrecer unos pocos puntos luminosos en medio de densas tinieblas, las corporaciones a que se debe principalmente la rapidez de las comunicaciones literarias hacen beneficios esenciales a la ilustracién y a la humanidad. No bien brota en el pensamiento de un individuo una verdad nueva, cuando se apodera de ella toda la repiblica de las letras. Los sabios de la Alemania, de la Francia, de los Estados Unidos, aprecian su valor, sus consecuencias, sus aplicaciones. En esta propagacién del saber, las academias, las universida- des, forman otros tantos depésitos, a donde tienden constantemente a acumularse todas las adquisiciones cientificas; y de estos centros es de donde se derraman mas facilmente por las diferentes clases de la sociedad. La Universidad de Chile ha sido establecida con este objeto especial. Ellas, si corresponde a las miras de la ley que le ha dado su nueva forma, si corresponde a los deseos de nuestro gobierno, sera un cuerpo eminente- mente expansivo y propagador. Otros pretenden que el fomento dado a la instruccién cientifica se debe de preferencia a la ensefianza primaria. Yo ciertamente soy de los que miran la instruccién general, la educacién del pueblo, como uno de los objetos mas importantes y privilegiados a que pueda dirigir su atencién el gobierno; como una necesidad primera y urgente; como la base de todo s6lido progreso; como el cimiento indispensable de las instituciones repu- blicanas. Pero, por eso mismo, creo necesario y urgente el fomento de la 243 ensenanza literaria y cientifica. En ninguna parte ha podido generalizarse la instruccién elemental que reclaman las clases laboriosas, Ja gran mayoria del género humano, sino donde han florecido de antemano las ciencias y las letras. No digo yo que el cultivo de las letras y de las ciencias traiga en pos de sf, como una consecuencia precisa, la difusién de la ensehanza elemerital; aunque es incontestable que las ciencias y las letras tienen una tendencig natural a difundirse, cuando causas artificiales no las contrarian. Lo que digo es que el primero es una condicién indispensable de la segunda; que donde no existe aquél, es imposible que la otra, cualesquiera que sean los esfuerzos de la autoridad, se verifique bajo la forma conveniente. La difusién de los conocimientos supone uno 0 mas hogares, de donde salga y se reparta la luz, que, extendiéndose progresivamente sobre los espacios intermedios, penetre al fin las capas extremas. La generalizacién de la ensefanza requiere gran nimero de maestros competentemente instruidos; y las aptitudes de éstos sus ultimos distribuidores son, elias mismas, emanaciones mas o menos distantes de los grandes depésitos cientificos y literarios. Los buenos maestros, los buenos libros, los buenos métodos, la buena direccién de la ensefianza, son necesariamente la obra de una cultura intelectual muy adelantada. La instrucci6n literaria y cientifica es la fuente de donde la instruccién elemental se nutre y se vivifica; a la manera que en una sociedad bien organizada la riqueza de la clase mas favorecida de la fortuna es el manantial de donde se deriva la subsistencia de las clases trabajadoras el bienestar del pueblo. Pero la ley, al plantear de nuevo la universidad, no ha querido fiarse solamente de esa tendencia natural de la ilustracién a difundirse, y que la imprenta da en nuestros dias una fuerza y una movilidad no conocidas antes; ella ha unido intimamente las dos espe- cies de ensefianza; ella ha dado a una de las secciones del cuerpo universi- tario el encargo especial de velar sobre la instruccién primaria, de observar sa marcha, de facilitar su propagacin, de contribuir a sus progresos. El fomento, sobre todo, de la instruceién religiosa y moral del pueblo es un deber que cada miembro de la universidad se impone por el hecho de ser recibido en su.seno. La ley que ha establecido la antigua universidad sobre nuevas bases, acomodadas al estado presente de la civilizacion y a las necesidades de Chile, apunta ya los grandes objetos a que debe dedicarse este cuerpo. El sefior ministro vicepatrono ha manifestado también las miras que presi- dieron a la refundicién de la Universidad, los fines que en ella se propone el legistador, y las esperanzas que es llamada a llenar; y ha desenvuelto de tal modo estas ideas, que, siguiéndole en ellas, apenas me seria posible hacer otra cosa que un ocioso comentario a su discurso. Afiadiré con todo algunas breves observaciones que me parecen tener su importancia. El fomento de las ciencias eclesiasticas, destinado a formar dignos minis- tros del culto, y en ultimo resultado a prover a los pueblos de la republica de la competente educacién religiosa y moral, es el primero de estos objetos y el de mayor trascendencia. Pero hay otro aspecto bajo el cual debemos mirar la consagracién de la universidad a la causa moral y de la 244 religion. Si importa el cultivo de las ciencias eclesiasticas para el desem- pefio del ministerio sacerdotal, también importa generalizar entre la juven- tud estudiosa, entre toda la juventud que participa de la educaci6n literaria y cientifica, conocimientos adecuados del dogma y de los anales de la fe eris- tiana. No creo necesario probar que ésta debiera ser una parte integrante de la educacion general, indispensable para toda profesién, y aun para todo hombre que quiera ocupar en la sociedad un lugar superior al infimo. Ala facultad de leyes y ciencias polfticas se abre un campo, el mas vasto, el mas susceptible y de aplicaciones tiles. Lo habéis oido: la utilidad practica, los resultados positivos, las mejoras sociales, es lo que principal- mente espera de la Universidad el gobierno; es lo que principalmente debe recomendar sus trabajos a la patria. Herederos de la legislacin del pueblo rey, tenemos que purgarla de las manchas que contrajo bajo el influjo maléfico del despotismo; tenemos que despejar las incoherencias que des- lustran una obra a que han contribuido tantos siglos, tantos intereses alternativamente dominantes, tantas inspiraciones contradictorias. Tene- mos que acomodarla, que restituirla a las instituciones republicanas. ,Y qué objeto mas importante o mas grandioso que la formacién, el perfeccio- namiento de nuestras leyes organicas, la recta y pronta administracién de justicia, de seguridad de nuestros derechos, la fe de las transacciones comerciales, la paz del hogar doméstico? La Universidad, me atrevo a decirlo, no acoger4 la preocupacién que condena como inttil 0 pernicioso el estudio de las leyes romanas; creo, por el contrario, que le dara un nuevo estimulo y lo asentara sobre bases mds amplias. La Universidad vera probablemente en ese estudio el mejor aprendizaje de la logica juridica y forense. Oigamos sobre este punto el testimonio de un hombre a quien seguramente no se tachara de parcial a doctrinas antiguas; a un hombre que en el entusiasmo de la emancipacién popular y de la nivelacién demo- cratica ha tocado tal vez al extremo. “La ciencia estampa en el derecho su sello; su légica sienta los principios, formula los axiomas, deduce las conse- cuencias, y saca de la idea de lo justo, reflejandola, inagotables desenvol- vimientos. Bajo este punto de vista, el derecho romano no reconoce igual; se pueden disputar algunos de sus principios; pero su método, su logica, su sistema cientffico, Io han hecho y lo mantienen superior a todas las otras legislaciones; sus textos son la obra maestra del estilo juridico; su método es el de la geometria aplicado en todo su rigor al pensamiento moral.” Asi se explica L’Herminier, y ya antes Leibniz habia dicho: “In jurisprudentia regnant (romani). Dixi saepius post scripta geometrarum nihil extare quod vi ac subtilitate cum romanorum jurisconsultorum scriptis comparari pos- sit: tantum nervi inest; tantum profunditatis.” La Universidad estudiara también las especialidades de la sociedad chi- lena bajo el punto de vista econémico, que no presenta problemas menos vastos, ni de menos arriesgada resolucién. La Universidad examinara los resultados de 1a estadistica chilena, contribuiré a formarla, y leera en sus guarismos la expresién de nuestros intereses materiales. Porque en éste, como en los otros ramos, el programa de la Universidad es enteramente 245 chileno: si toma prestadas a la Europa las deducciones de la ciencia, es para icarlas a Chile. Todas las sendas en que se Propone dirigir las investiga ciones de sus miembros, el estudio de sus alumnos, convergen a un centro: la patria, La medicina investigaré, siguiendo el mismo plan, las modificaciones peculiares que dan al hombre chileno su clima, sus costumbres, sus alimen- tos; dictard las reglas de la higiene privada y publica; se desvelaré por arranear a las epidemias el secreto de su germinacién y de su actividad devastadora; y har, en cuanto es Posible, que se difunda a los campos el fisicas, sus aplicaciones a una industria naciente, que apenas tiene en ejercicio unas Pocas artes simples, groseras, sin Pprocederes bien entendi- dos, sin méquinas, sin algunos aun de los’ mas comunes utensilios; sus aplicaciones a una tierra cruzada en todos sentidos de veneros metalicos, a un suelo fértil de riquezas vegetales, de sustancias alimenticias; a un suelo Sobre el que la cieneia ha echado apenas una ojeada ripida? Pero, fomentando las aplicaciones practicas, estoy muy distante de creer que la Universidad adopte Por su divisa el mezquino cui bono? y que no aprecie en su justo valor el conocimiento de la naturaleza en todos sus variados departamentos. Lo primero, porque, para guiar acertadamente, la préctica, es necesario que el entendimiento se eleve a los puntos culmi- nantes de la ciencia, a la apreciacién de sus férmulas generales. La Univer- sidad no confundira, sin duda, las aplicaciones Practicas con las manipula- ciones de un empirismo ciego. Y lo Segundo, porque, como dije antes, el cultivo de la inteligencia contemplativa que descorre el velo de los arcanos del universo fisico y moral, es en si mismo un resultado positivo y de la mayor importancia. En este punto, para no repetirme, copiaré las palabras de un sabio inglés, que me ha honrado con sa amistad: “Ha sido —dice el doctor Nicolas Arnott—, ha sido una Preocupacién el creer que las perso- nas instruidas asi en las leyes generales tengan su atencién dividida, y apenas les quede tiempo para aprender alguna cosa_perfectamente, Lo contrario, sin embargo, es lo cierto; Porque los conocimientos generales hacen més elaros y precisos los conocimientos particulares. Los teoremas las leyes generales puede leer en el libro de la naturaleza, encuentra en el universo una historia sublime que le habla de Dios, y ocupa dignamente su Pensamiento hasta el fin de sus dias,” Paso sefiores, a aquel departamento literario que posee de un modo peculiar y eminente la cualidad de pulir las costumbres; que afina el lenguaje, haciéndolo un vehiculo fiel, hermoso, didfano, de las ideas; que, 246 por el estudio de otros idiomas vivos y muertos, nos pone en comunicacién con la antigiiedad y con las naciones més civilizadas, cultas y libres de nuestros dias; que nos hace ofr, no por el imperfecto medio de las traduc- ciones siempre y necesariamente infieles, sino vivos, sonoros, vibrantes, los acentos de la sabiduria y la elocuencia extranjera; que, por la contem- placién de Ja belleza ideal y de sus reflejos en las obras del genio, purifica el gusto, y concilia con los raptos audaces de la fantasia los derechos imprescriptibles'de la raz6n; que, iniciando al mismo tiempo el alma en sus estudios severos, auxiliares necesarios de la bella literatura, y preparati- vos indispensables para todas las ciencias, para todas las carreras de la vida, forma la primera disciplina del ser intelectual y moral, expone las leyes eternas de la inteligencia a fin de dirigir y afirmar sus pasos, y desenvuelve los pliegues profundos del corazén, para preservarlo de extra- vios funestos, para establecer sobre s6lidas bases los derechos y deberes del hombre. Enumerar estos diferentes objetos es presentaros, sefiores, seguin yo lo concibo, el programa de la Universidad en la seccién de filosofia y humanidades. Entre ellos, el estudio de nuestra lengua me parece de una alta importancia. Yo no abogaré jam4s por el purismo exagerado que condena todo lo nuevo en materia de idioma; creo, por el contrario, que la multitud de ideas nuevas, que pasan diariamente del comercio literario a la circulacién general, exige voces nuevas que las representen. jHallaremos en el diccionario de Cervantes y de fray Luis de Granada —no quiero ir tan lejos—, hallaremos en el diccionario de Iriarte y Moratin medios adecuados, signos hicidos para expresar las nociones comunes que flotan hoy dia sobre las inteligencias medianamente cultiva- das, para expresar el pensamiento social? jNuevas instituciones, nuevas leyes, nuevas costumbres; variadas por todas partes a nuestros ojos la materia y las formas; y viejas voces, vieja fraseologia! Sobre ser desacor- dada esa pretensién, porque pugnaria con el primero de los objetos de la lengua, la facil y clara transmisién del pensamiento, seria del tédo inase- quible. Pero se-puede ensanchar el lenguaje, se puede enriquecerlo, se puede acomodarlo a todas las exigencias de la sociedad, y aun a las de la moda, que ejerce un imperio incontestable sobre la literatura, sin adulte- rarlo, sin viciar sus construcciones, sin hacer violencia a su genio. ,Es acaso distinta de la de Pascal y Racine la lengua de Chateaubriand y Villemain? ;Y no trasparenta perfectamente la de estos dos escritores el pensamiento social de la Francia de nuestros dias, tan diferentes de la Francia de Luis XIV? Hay mas: demos anchas a esta especie de cultera- nismo; demos carta de nacionalidad a todos los caprichos de un extrava- gante neologismo; y nuestra América reproducira dentro de poco la confu- sin de idiomas, dialectos y jerigonzas, el caos babilénico de la Edad Media; y diez pueblos perderan uno de sus vinculos mas poderosos de fraternidad, uno de sus mas preciosos instrumentos de correspondencia y comercio. La Universidad fomentara, no sélo el estudio de las lenguas, sino de las literaturas extranjeras. Pero no sé si me engafio. La opinién de aquellos que creen que debemos recibir los resultados sintéticos de la ilustracion AT europea, dispenséndonos del examen de sus titulos, dispensandonos del proceder analitico, unico medio de adquirir verdaderos conocimientos, no encontrara muchos sufragios en la Universidad. Respetando, como res- eto, las opiniones ajenas y reservandome sélo el derecho de discutirlas, confieso que tan poco propio me pareceria para alimentar el entendimiento, para educarle y acostumbrarle a pensar por si, el atenernos a las conclusio- nes morales y politicas de Herder, por ejemplo, sin el estudio de la historia antigua y moderna, como el adoptar los teoremas de Euclides sin el previo trabajo intelectual de la demostracién. Yo miro, sefiores, a Herder como a uno de los escritores que han servido més titilmente a la humanidad: él ha dado toda su dignidad a la historia, desenvolviendo en ella los designios de Ja Providencia, y los destinos a que es llamada la especie humana sobre la tierra. Pero el mismo Herder no se Propuso suplantar el conocimiento de los hechos, sino ilustrarlos, explicarlos; ni se puede apreciar su doctrina sino por medio de previos estudios historicos. Sustituir a ellos deducciones y formulas, seria presentar a la juventud un esqueleto en vez de un traslado vivo del hombre social; seria darle una coleccién de aforismos en vez de poner a su vista el panorama mévil, instructivo, pintoresco, de las instituciones, de las costumbres, de las revoluciones, de los grandes pue- blos y de los grandes hombres; seria quitar al moralista y al politico las convieeiones profundas que s6lo pueden nacer del conocimiento de los hechos; seria quitar a la experiencia del género humano el saludable poderio de sus avisos, en la edad, cabalmente que es més susceptible de impresiones dura- bles; seria quitar al poeta una inagotable mina de imagenes y colores. Y lo que digo de la historia, me parece que debemos aplicarlo a todas los otros ramos del saber. Se impone de este modo al entendimiento la necesidad de largos, es verdad, pero agradables estudios, Porque nada hace mas desabrida la ense- flanza que las abstracciones, y nada la hace més facil y amena sino el proceder que, amoblando la memoria, ejercita al mismo tiempo al entendimiento y exalta la imaginacién. El raciocinio debe engendrar al teorema, los ejemplos graban profundamente las lecciones, 4Y pudiera yo, sefiores, dejar de aludir, aunque de paso, en esa rapida resefia, a la mas hechicera de las vocaciones literarias, al aroma de la literatura, al capitel corintio, por decirlo ast, de la sociedad culta? ;Pu- diera, sobre todo, dejar de aludir a la excitacién instantanea, que ha hecho aparecer sobre nuestro horizonte esa constelacién de jévenes ingenios que cultivan con tanto ardor la poesia? Lo diré con ingenuidad: Hay ineorrec- cién en sus versos; hay cosas que una razon castigada y severa condena. Pero la correceién es la obra del estudio y de los afos; ,quién pudo esperarla de los que, en un momento de exaltacién, poética y patristica a un tiempo, se lanzaron a esa nueva arena, resueltos a probar que en las almas chilenas arde también aquel fuego divino, de que Por una preocupacién injusta se las habfa crefdo privadas? Muestras brillantes, y no limitadas al sexo que entre nosotros ha cultivado hasta ahora casi exclusivamente las letras, la habian refutado ya. Ellos la han desmentido de nuevo. Yo no sé si una predisposicién parcial hacia los ensayos de las inteligencias juveniles ex- 248 travia mi juicio. Digo lo que siento: hallo en esas obras destellos incontes- tables del verdadero talento, y aun con relacién a algunas de ellas, pudiera decir, del verdadero genio poético. Hallo, en algunas de esas obras, una imaginacion original y rica, expresiones felizmente atrevidas, y (lo que parece que sélo pudo dar un largo ejercicio) una versificacién armoniosa y fluida, que busca de propésito las dificultades para luchar con ellas y sale airosa de esta arriesgada prueba. La Universidad, alentando a nuestros jovenes poetas les dira tal vez: “Si queréis que vuestro nombre no quede encarcelado entre la cordillera de los Andes y la mar del Sur, recinto demasiado estrecho para las aspiraciones generosas del talento; si queréis que os lea la posteridad, haced buenos estudios, principiando por el de la lengua nativa. Haced ms; tratad asuntos dignos de vuestra patria y de la posteridad. Dejad los tonos muelles de la lira de Anacreonte y de Safo: la poesia del siglo XIX tiene una misién mas alta. Que los grandes intereses de la humanidad os inspiren. Palpite en vuestras obras el sentimiento moral. Digase cada uno de vosotros, al tomar la pluma: Sacerdote de las Musas, canto para las almas inocentes y puras: Musarum sacerdos, virginibus puerisque canto. (Horacio.) {Y cuantos temas grandiosos no os presenta ya vuestra joven reptblica? Celebrad sus grandes dias; tejed guirnaldas a sus héroes; consagrad la mortaja de los martires de la patria. La Universidad recordara al mismo tiempo a la juventud aquel consejo de un gran maestro de nuestros d “Es preciso, decia Goethe, que el arte sea la regla de la imaginacién y la transforme en poesia.” jEI arte! Al oir esta palabra, aunque tomada de los labios mismo de Goethe, habra algunos que me coloquen entre los partidarios de las reglas convencionales, que usurparon mucho tiempo ese nombre. Protesto solem- nemente contra semejante asercién; y no creo que mis antecedentes la justifiquen. Yo-no encuentro el arte en los preceptos estériles de la es- cuela, en las inexorables unidades, en la muralla de bronce entre los diferentes estilos y géneros, en las cadenas con que se ha querido aprisio- nar al poeta a nombre de Aristételes y Horacio, y atribuyéndoles a veces lo que jamas pensaron. Pero creo que hay un arte fundado en las relaciones impalpables, etéreas, de la belleza ideal; relaciones delicadas, pero accesi- bles a la mirada de lince del genio competentemente preparado; creo que hay un arte que guia a la imaginacién en sus mas fogosos transportes; creo que sin ese arte la fantasia, en vez de encarnar en sus obras el tipo de lo bello, aborta esfinges, creaciones enigméticas y monstruosas. Esta es mi fe literaria. Libertad en todo; pero yo no veo libertad, sino embriaguez licenciosa, en las orgias de la imaginaci6n. 249 La libertad, como contrapuesta, por una parte, a la docilidad servil que lo recibe todo sin examen, y por otra a la desarregiada licencia que se rebela contra la autoridad de la razén y contra los més nobles y puros instintos del corazén humano, sera sin duda el tema de la Universidad en todas sus diferentes secciones. Pero no debo abusar mas tiempo de vuestra paciencia. El asunto es vasto; recorrerlo a la ligera es todo lo que me ha sido posible. Siento no haber ocupado mas dignamente la atencién del respetable auditorio que me rodea, y le doy las gracias por la indulgencia con que se ha servido escucharme. 250 Apéndice 6 Discurso pronunciado por Eugenio Maria de Hostos* Director de la Escuela Normal de Santo Domingo, en la investidura de los primeros maestros normales de la Republica, discipulos suyos, en 1884. Senor Presidente de la Remiblica Senores: Han sido tantas, durante estos cuatro afos de prueba, las perversidades intentadas contra el Director de la Escuela Normal, que acaso se justifica- ria la mal refrenada indignacién que ahora desbocara sobre ellas. Pero no; no sea de venganzas la hora en que triunfa por su misma virtud una doctrina. Sea de moderacién y gratitud. Solo es digno.de haber hecho el bien, o de haber contribuido a un bien, aquel que se ha despojado de si mismo hasta el punto de no tener concien- cia de su personalidad sino en la exacta proporcién en que ella funcione como representante de un beneficio deseado o realizado. El que en ese modo impersonal se ha puesto a la obra del bien, de nadie, absolutamente de nadie, ha podido recibir el mal. ;Qué gusano, qué vibora, qué maledicencia, qué calumnia, qué Judas, qué Yago han podido. llegar hasta 61? Es él un gusano? jEs él un 4spid? jEs él una excrecencia revestida de la forma humana? No, sefiores: él es lo més alto y lo mas triste que hay en la creacién. Es la roca desierta. que soberanos esfuerzos han solevantado lentisimamente por encima del. mar de tribulaciones, y que sufre sin quebrantarse la espuma de la rabia, el embate de la furia, el horror desesperado de las olas mortales que la asédian. Es la conciencia, triste como la roca, pero alta como la roca desierta del océano. Y no la concieneia individual, que siempre toma su fuerza en la inconciencia circundante, sino la conciencia humana, que toma su fuerza de sf misma, que de si misma recibe su poder de resistencia, y, secundando a la naturaleza, sacrifica el individuo a la espe- cie, la personalidad a la colectividad, lo particular a lo general, el bienestar de uno al bienestar de todos, el hombre a la humanidad. En esa region de la conciencia no hay pasiones como las pasiones vergon- zosas que amojaman el cuerpo y el alma de otros hombres: unos y otras * Texto tomado de la ya citada edicién de Moral social, Ed. Losada, Buenos Aires, 1999, pags. 251-265. 251 pasan por debajo, precipitandose en la sima de su propia nada, sin que logren de la conciencia, que va trepando Penosamente su pendiente, ni una mirada, ni una sonrisa, ni un movimiento de desdén. Ascendiendo siempre la una, bajando siempre las otras ;qué venganza mas digna de la una que el seguir siempre aséendiendo, qué castigo mayor para las otras que el seguir siempre bajando? Una vez, en los Andes soberanos, por no se sabe qué extraordinaria sucesién de esfuerzos, habia logrado subir al pentltimo pico de la cispide misma del desolado ventisquero del Planchén una alpaca de color tan puro como la no medida plancha de hielo que Je servia de pedestal. Descen- diendo por la vertiginosa pendiente del ventisquero, y hundiéndose en los céncavos senos de la tierra con todo el fragor de dos truenos repetidos mil veces por los ecos subterraneos, dos torrentes furiosos azotaban la mole en que la alpaca se asilaba. Las oleadas la sacudian, las espumas la salpicaban, los horrisonos truenos la amenazaban, y la timida alpaca no temia. Muy por debajo de la cumbre, al pie del ventisquero, una turba de enfermos, que habfan ido a buscar la curacién de sus dolencias o de sus pasiones en aquella salutifera-desolacién, se entretenia contemplando la angustiosa lucha entre el débil andicola y los fuertes Andes; y, como siempre que los hombres se entretienen, los unos se mofaban del débil, los otros celebraban con risotadas las irracionales mofas, éstos tiraban piedras que no podian aleanzar al inaccesible animalito, aquéllos trataban de aco- sarlo con sus vociferaciones, alguno que otro lo compadecia, s6lo uno tomaba para si ¢l ejemplo que él le daba, y todos deseaban que llegara el desenlace cualquiera que esperaban. Mientras tanto, la alpaca solitaria, indiferente a los gritos y las risas de los hombres, impasible ante el estruendo y el peligro, buscaba un punto de apoyo en la saliente de hielo petrifieado que coronaba el ventisquero, y, después de caer una y mas veces, logré por fin encaramarse en el tinico seguro de aquel desierto de hielo desolado. Entonces, conociendo por primera vez el peligro de muerte que habia corrido, y oyendo por primera vez las vociferaciones que la habian acosado, dirigié una mirada placida a los hombres, a los torrentes desenfrenados y al abismo adonde habian tratado de precipitarla, fij6 la vista en el espacio inmenso, y, percibiendo sin duda cudn invisible punto son los seres mortales en la extension inmor- tal de la naturaleza, trasmitié a sus ojos expresivos la centelleante expre- sion de gratitud que a todo ser viviente conmueve en el instante de su salvacién; y, dirigiendo otra mirada sin encono a las fuerzas naturales y a los hombres que la habian acosado, por invisibles senderos se encamind tranquilamente a su destino. En el alma de todo ser racional que ha logrado salvar las dificultades de una hora trascendental, se manifiesta'el mismo fenémeno que observé en la alpaca descarriada de los Andes. Por encima de toda pasién odiosa se levanta en el fondo el sentimiento de la gratitud. Yo la siento profunda, y la proclamo en voz alta ante vosotros. Todos, en el gobierno de la nacién, en el gobierno del municipio, en el 252 gobierno de la familia, en el gobierno de la opinién, como legisladores, presidentes y secretarios de] Estado, como representantes de la comunidad municipal, como jefes e inspiradores del hogar, como guias de la opinion cuotidiana, todos vosotros, asi los presentes como los distantes, asi los que sostuvisteis como los que iniciasteis esta obra, asi los que desde el primer momento descubristeis la intencién redentora que ella conlleva como los que haydis tardado en ver la pureza de sus designios, asi los que hayais podido calumniarla corno los que la haydis combatido por error o por sistema, asi los claros enemigos de la obra como los oscuros enemigos del obrero, todos sois dignos de gratitud, porque habéis contribuido a un beneficio que la Republica estimara tanto: mas concienzudamente cuanto mayor niimero de generacio- nes, redimidas por este esfuerzo comun de redencién, vengan a darle cuenta de la causa fundamental de la serie de bienes que en lo porvenir sucedera ala marafia de males que en lo pasado la‘envolvian. Todos habéis contribuido a esta obra, los unos excitando con vuestra simpatia las pasiones generosas del amigo, los otros estimulando, en el que inuitilmente quisisteis considerar como enemigo, las reacciones sublimes que el odio injusto promueve en las almas poseidas de la verdad y de la justicia. Factores del bien como habéis sido todos, acaso desedis que se le ex- ponga, tal cual es, a los ojos atentos de la Reptiblica; y ese deseo es el que va este discurso a complacer. : Harte lo sabéis, sefores: todas las revoluciones se habfan intentado en la Reptblica, menos la unica que podia devolverle la salud. Estaba murién- dose de falta de razon en sus propésitos, de falta de conciencia en su conducta, y no se le habia ocurrido restablecer su conciencia y su raz6n. Los patriotas por excelencia que habian querido completar con la restaura- cién de los estudios la restauracién de los derechos de la patria, en vano habian dictado reglamentos, establecido catedras, favorecido el desarrollo intelectual de la juventud y hasta formado jévenes que hoy son esperanzas realizadas de la patria: o sus beneméritos esfuerzos se anulaban en la confusién de las pasiones anarquicas, o la falta de un orden y sistema impedia que fructificara por completo su trabajo venerando. La anarquia, que no es un hecho politico, sino un estado social, estaba en todo, como estaba en las relaciones juridicas de la nacién; y estuvo en la ensefianza y en los instrumentos personales e impersonales de la ense- fianza. Para que la Republica convaleciera, era absolutamente indispensable establecer un orden racional en los estudios, un método razonado en la ensefanza, la influencia de un principio armonizador en el profesorado, y el ideal de un sistema superior a todo otro, en el propésito mismo de la educacién comin. Era indispensable formar un ejército de maestros que, en toda la Repii- blica, militara contra la ignorancia, contra la supersticién, contra el creti- nismo, contra'la barbarie. Era indispensable, para que esos soldados de la verdad pudieran prevalecer en sus combates, que levaran en la mente una nocién tan clara, y en la voluntad una resolucién tan firme, que cuanto més 253 combatieran, tanto mas los iluminara la nocién, tanto mas estoica resolu- cin los impulsara. Niel amor a la verdad, ni aun el amor a la justicia, bastan para que un sistema de educacién obtenga del hombre lo que ha de hacer del hombre, si a la par de esos dos santos amores no desenvuelve la nocién del derecho y del deber: la nocién del derecho, para hacerle conocer y practicar la libertad; la del deber, para extender practicamente los principios naturales de la moral desde el ciudadano hasta la patria, desde la patria obtenida hasta la pensada, desde los hermanos en la patria hasta los hermanos en la humanidad. Junto, por tanto, con el amor a la verdad y a la justicia, habia de inculearse en el espiritu de las generaciones educandas un sentimiento poderoso de la libertad, un conocimiento concienzudo y radical de la poten- cia constructora de la virtud, y un tan hondo, positive e inconmovible conocimiento del deber de amar a la patria, en todo bien, por todo bien y ara todo bien, que nunca jamds resultara posible que la patria dejara de ser la madre alma de los hijos nacidos en su regazo santo o de los hijos adoptivos que trajera a su seno el trabajo, la proseripcién o el persegui- miento tenaz de un ideal. Todos y cada uno de estos propésitos parciales estaban subordinados a un propésito total; o, en otros, términos, era imposible realizar parcial- mente varios 0 uno de estos propésitos, si se desconocia 0 se descuidaba el Propésito esencial: el de formar hombres en toda la excelsa plenitud de la naturaleza humana. Y ese fin ;cdmo habia de realizarse? Sélo de un modo, el tinico que ha querido la naturaleza que sea medio universal de formacién moral del ser humano: desarrollando la raz6n; diré mucho mejor diciendo la racionalidad; es decir, la capacidad de razonar y de relacionar, de idear y de pensar, de juzgar y conocer, que sélo el hombre, entre todos los seres que pueblan el planeta, ha recibido como cardeter distintive, eminente, excepcional y trascendente. Y para desarrollar la mayor cantidad posible de razén en cada ser racional {qué principio habia de ser norma, qué medio habia de ser con- ducta, qué fin habia de ser objeto de la educacion? tHabiamos de dejar las cosas como estaban? Habriamos seguido obte- niendo, del sistema de educacién apetecido, lo que el sistema practicado estaba dando a la Reptiblica: unos cuantos hombres de intelectualidad natural muy poderosa, que, en virtud de sus propios esfuerzos y contra los esfuerzos de su viciosa educacién intelectual, se elevaban por si mismos a una contemplacién mas pura y més real de la verdad y el bien que la generacién de bipedos dafiinos o inofensivos que los rodeaban. ¢Habriamos de ir a restablecer la cultura artificial que el escolasticismo esta todavia empefiado en resucitar? Habriamos seguido debiendo, a esa monstruosa educacién de la razon humana, los ergotistas vacios que, en los siglos medios de Europa y en los siglos coloniales de la América Latina, vaciaron la razén, dejando como impuro sedimento las cien generaciones de 254 esclavos voluntarios que viven encadenados a la cadena del poder humano 0 a la cadena del poder divino y que, cuando se encontraron en la sociedad moderna, al encontrarse en un mundo despoblado de sus antiguos dioses y de sus antiguos héroes, no supieron, en Europa, ponerse con los buenos a fabricar la libertad, no supieron, en la América Latina, ponerse con los mejores a forjar la independencia. {Habriamos de buscar, en la direccién que el Renacimiento dio a la cultura moral e¢ intelectual, el modelo que debiamos seguir? No estamos para eso. Estamos para ser hombres propios, duefios de nosotros mismos, y no hombres prestados; hombres utiles en todas lus actividades de nuestro ser, y no hombres pendientes siempre de la forma que en la literatura y en la ciencia griegas y romanas tomaron las necesidades, los afectos, las pasiones, los deseos, los juicios y la concepeién de la naturaleza. Estamos para pensar, no para expresar; para velar, no para sofiar; para conocer, no para cantar; para observar, no para imaginar; para experimentar, no para inducir por condiciones subjetivas la realidad objetiva del mundo. jHabriamos, por ultimo, de adoptar una organizacién docente que nos diera el esqueleto, no el contenido de la ciencia? &Qué habriamos hecho de Ja organizacién de los estudios norteameri- cana, alemana, suiza, francesa, si nos faltaba el elemento generador de la organizacién? ;Qué Condorcet ha podido imbuir el principio vital en un facsimil de hombre? ;Qué Cuvier ha podido poner en movimiento las organizaciones anatémicas que restauraba? ;Qué Pigmalién ha podido dar el fuego divino de la vida al bello ideal que ha esculpido el estatuario? Como el sofador deificado de la Grecia, como el paleontélogo que Fran- cia dio a la ciencia, como el filésofo que la Revoluci6n Francesa malogr6, no la estatua, no los huesos, no la imagen, necesitabamos la vida. Aun més que la vida. Para que la razén educada nos diera la forma vital que fbamos a pedirle, necesitabamos restituirle la salud. Razén sana no es la que funciona conforme al modo comtn de funcionar en la poreién de sociedad humana de que formamos parte. Raz6n sana es la que reproduce con escrupulosa fidelidad las realidades objetivas y nos da o se da una interpretacin congruente del mundo fisico; la que reproduce con estoica imparcialidad las realidades subjetivas, y se da o nos da una explicacién evidente de las actividades morales del ser que es en las profundidades del esqueleto semoviente que somos todos. Raz6n sana no es la que destella rayos desiguales de luz, brillando ahora con los fulgores de la fantasia, deslumbrando después con los espejismos de la rememoracién, esclareciendo con claridad solar una incertidumbre 0 una duda, y, complaciéndose después en las sombras o en las medias tintas, camina por la vida como va por los senderos del mundo el caminante imprevisor: tropezando y cayendo y levantandose, para volver a tropezar y acaer y a levantarse. Razén sana es la que funciona estrictamente sujeta a las condiciones naturales de su organismo. Y entonces es cuando, directora de todas las fuerzas fisicas y morales del individuo, normalizadora de todas las relaciones del asociado, creadora del 255 ideal de cada existencia individual, de cada existencia nacional, y del ideal supremo de la humanidad, se dirige a s{ misma hacia la verdad, dirige la afectividad hacia lo bello bueno, dirige la voluntad al bien; regula por medio del derecho y del deber las relaciones de familia, de comunidad, de patria; forja el ideal completo del hombre en cada hombre; el ideal de patria bendecida por la historia, en cada patriota; el ideal de la armonfa universal, en todos los seres realmente racionales; e, iluminando con ellos la calle de amargura que Ja naturaleza sorda ha sefialado con {ndice inflexi- ble al ser humano, le lleva de siglo en siglo, de continente en continente, de civilizacién en civilizacién, al siempre oscuro y siempre radiante Gélgota desde donde se descubre con asombro la eternidad de esfuerzos que ha costado el sencillo propésito de hacer racional al unico habitante de la Tierra que esta dotado de razén. Llevar la razén a ese grado de completo desarrollo, y ensefiar a dejarse llevar por la razén a ese dominio completo de la vida en todas las formas de la vida, no es. fin que la educacién puede realizar con ninguno de los principios y medios .pedagégicos que emplea la ensehanza empirica o la ensefianza clasica, La una prescinde de la razén. ,Cémo ha de poder dirigir a la razon? La otra la amputa. {Cémo ha de poder completarla? La una nos haria fosiles, y la vida no es un gabinete de historia natural. La otra nos haria literatos, y la vida no esté reducida, y las fuerzas creadoras no estan concretadas, a la imitacién o admiracién de las armonias de lo bello. La vida es un combate por el pan, por el puesto, por el principio, y es necesario presentarse en ella con la armadura y la divisa del estoico: Conscientia propugnans pro virtute. La vida es una disonancia, y nos pide que aprendamos, gimiendo, llo- rando, trabajando, perfeccionandonos, a concertar en una armonia, supe- rior a la pasivamente contemplada o imitada por los clasicos, las notas continuamente discordantes que, en las evoluciones individuales, naciona- les y universales del hombre por el espacio y el tiempo, lanza a cada momento la lira de mil cuerdas que, con el nombre de historia, solloza o canta, alaba o increpa, exalta o vitupera, bendice o maldice, endiosa o endiabla los actos de la humanidad en todas las esferas de accin, organica, moral e intelectual, que hacen de ella un segundo creador y una creacién continua. Monstruoso el escolasticismo, eunuco el clasicismo, qué ensefianza era necesaria para verificar la revolucién saludable en esta sociedad ya cansada de revoluciones asesinas? La ensefianza verdadera: la que se desentiende de los propésitos histéri- cos, de los métodos parciales, de los procedimientos artificiales, y, aten- diendo exclusivamente al sujeto del conocimiento, que es la razén humana, y al objeto del conocimiento, que es la naturaleza, favorece la cépula de entrambas y descansa en la confianza de que esa cépula feliz dard por fruto la verdad. Dadme la verdad, y os doy el mundo. Vosotros, sin la verdad, destroza- réis el mundo; y yo, con la verdad, con sdlo la verdad, tantas veces 256 reconstruiré el mundo cuantas veces lo hayais vosotros destrozado. Y no os daré solamente el mundo de las organizaciones materiales: os daré el mundo organico, junto con el mundo de las ideas, junto con el mundo de los afectos, junto con el mundo del trabajo, junto con el mundo de la libertad, junto con el mungo del progreso, junto —para disparar el pensamiento entero— con el mundo que la razén fabrica perdurablemente por encima del mundo natural. aY qué seria yo, obrero miserando de la nada, para tener esa virtud del todo? Lo que podriais ser todos vosotros, lo que pueden ser todos los hombres, lo que he querido que sean las generaciones que empiezan a levantarse, lo que, con toda la devocién, con toda la uncién de una concien- cia que lleva consigo la previsién de un nuevo mundo moral e intelectual, quisiera que fueran todos los seres de razén: un sujeto de conocimiento fecundado por la naturaleza, eterno objeto de conocimiento. La verdad que de esa fecundacién naceria, hasta tal punto es un poder, que ya lo veis, a vuestra vista esta: la faz, distinta de la humanidad pasada, con que se nos presenta la humanidad actual, no es obra de otro obrero, ni efecto de otra causa, que de la mayor cantidad de verdad que el hombre de hoy tiene en su mente. Esa mayor cantidad de verdad no se debe a otra operacién de alquimia o taumaturgia que a la simple operacién de observar la realidad del mundo tal cual es. iY para qué, si no para eso, tenemos nosotros los sentidos? ;Y para qué, si no para eso, trasmiten ellos sus sensaciones al cerebro? ;Y para qué, si no para eso, funciona en el cerebro la raz6n? Y, sin embargo, hacer eso, que es lo que la naturaleza ha querido que hiciese el hombre en el planeta que le ha dado, ha parecido, a los irreflexi- vos de todas partes, un atentado contra la naturaleza, y a los irreflexivos de por acé ha parecido un atentado contra Dios. Pero Sefior, providencia, causa primera, verdad elemental, razin efi- ciente, conciencia universal, seas lo que fueres jhasta cuando ha de ser un crimen la inocencia? ;Hasta cuando ha de ser un mal la aspiracién al bien? Hasta cuando ha de ser aborto de la naturaleza el que mas se esfuerza por ser su fiel hechura? ;Hasta cuando ha de ser un ofensor el que sélo quiere ser defensor de la raz6n? 4De la raz6n? De la parcela de raz6n que ti, sin duda ta, razén centri- peta, has imbuido en el espiritu del hombre, para que, evolucionando independientemente de su foco, se lance en el espacio sin fin de la verdad, y, teniendo en tu seno el centro fijo, imite a la voragine de mundos que se precipitan en el infinito, y que trazando en él sus invisibles drbitas, y poseidos del vértigo que los aleja de su centro, son, como la razén humana, tanto mas prueba de que existe el centro a que obedecen, cuanto mas en lo hondo del infinito se sumergen. {Qué cuerpo en el espacio, qué razon en el mundo de los hombres, qué virtud en el alma de los nifios, puede no ser mAs regular que cuando obedezea naturalmente a su centro de atraccién? Asi como el centro del mundo planetario esta en el sol, y el centro de la 257 razén esté en el mundo que contempla, asi el centro de toda virtud es la raz6n. Desarrollar en los nifios la razén, nutriéndola de realidad y de verdad, es desenvolver en ellos el principio mismo de la moral y la virtud. La moral no se funda més que en el reconocimiento del deber por la razon; y la virtud no es mas ni menos que el cumplimiento de un deber en cada uno de los conflictos que sobrevienen de continuo entre la razén y los instintos. Lo que tenemos de racionales vence entonees a lo que tenemos de animales, y eso es virtud, porque eso es cumplir con el deber que tenemos de ser siempre racionales, porque eso es la fuerza (virtus), la esencia constituyente, la naturaleza de los seres de razon. Para lograr ese fin, mas alto y mejor que otro cualquiera (por ser, tomando un pleonasmo expresivo de la metafisica alemana, el fin final del hombre en el planeta), por lograr ese fin han querido los grandes maestros, desde Confucio hasta Sécrates, desde Mencio hasta Aristételes, desde Comenio hasta Pestalozzi, desde Fenelon hasta Froebel, desde Tyndall hasta Lockyer, desde Mann hasta Hill, secundar a la raz6n en su incesante evolucionar hacia la verdad. Por lograr ese fin se quiso también aplicar aqui el sistema y el procedimiento racional de educacién. Formar hombres en toda la extensién de la palabra, en toda la fuerza de la razén, en toda la energia de la virtud, en toda la plenitud de la conciencia, ése podra haber sido el delito, pero ése ha sido y seguiré siendo el propésito del director de esta obra combatida. Para que la obra fuese completamente digna de un pueblo, ni un solo mévil egofsta he puesto en ella. Si el egofsmo hubiera sido mi guia o mi consejero, hace ya mucho tiempo que hubiera desistido de la empresa: la calumnia habria dado la voz a la viril indignacin, y habria acabado. Pero nial mal egoismo ni al egoismo bueno presté ofdo, y el mismo tranquilo menospreciador de aullidos que antes era soy ahora; y la misma que fue en la ley es en el presupuesto de mi vida la recompensa econémica de mi trabajo material. Si hubiera sido egoista, abiertas generosamente para mi han estado las puertas de una comarca hermana, y me las he cerrado. Si hubiera sido egoista, Constitucién, posibilidad de ser vtil, simpatias personales, la misma vocacién, me hubieran llamado a la politica, y mirad que vivo en la soledad de mis deberes. Si hubiera sido egoista, me hubiera abierto a todas las expansiones que dan popularidad al hombre publico, y mirar que estoy tan encerrado como siempre en mi reserva. Si hubiera sido egoista... Pero jeémo me atrevo a alucinaros? je6mo me atrevo a mentiros? ,e6mo me atrevo a engafiaros? Al modo de la virgen pudorosa que se ruboriza al negar el afecto que suspira en lo profundo, el alma virgen de dolo y de mentira inflama el rostro del que miente una virtud. 258 Vedme, sefiores, confeso de mentira ante vosotros. Vedme confuso de haberos engafiado. Yo no puedo negaros que os engafio. Yo no puedo negaros que soy el mas egoista de los reformadores. Yo no puedo negaros que en la obra intentada, en la perseverancia de que ella es testimonio y en el dominio de las circunstancias que la han contrastado, mi mas fuerte sostén ha sido el egoismo. Mis esfuerzos, mi perseverancia, el dominio de mi mismo que requiere esta reforma, no han sido sélo por vosotros: han sido también por mi, por mi idea, por mi suefio, por mi pesadilla, por el bien que merece mas sacrificios de la personalidad y el amor propio. Al querer formar hombres completos, no lo queria solamente por formar- los, no lo queria tan sélo por dar nuevos agentes a la verdad, nuevos obreros al bien, nuevos soldados al derecho, nuevos patriotas a la patria dominicana: lo: queria también por dar nuevos auxiliares a mi idea, nuevos corazones a mi ensuefio, nuevas esperanzas a mi proposito de formar una patria entera con los fragmentos de patria que tenemos los hijos de estos suelos. Tireme la primera piedra aquel de entre vosotros que se sienta incapaz de ese egoismo. Con ése no se contaré para la alta empresa. Y cuando ya las legiones de reformados en conciencia y en razén, por buscar légicamente la aplicacion de la verdad a un fin de vida necesario para la libertad y la civilizacion del hombre en estas tierras y para la grandeza de estos pueblos en la historia, busquen en la actividad de su virtud patristica la Confederacién de las Antillas, que conciencia y razén, deber y verdad, sefialan como objetivo final de nuestra vida en las Antillas, la Confederacién pasara sobre ese muerto. Y cuando, al meditar en la eficacia del procedimiento intelectual que se habra empleado para llegar a la Confederacién, diga alguno que la Confederacién de las Antillas es mas una confederacién de entendimientos que de pueblos, el que ahora me acuse quedara eliminado de la suma de entendimientos que haya concurrido al alto fin. Pero si el sofiador no Iegara a la realizacion del suefio, si el obrero no viese la obra terminada, si las apostasias disolviesen el apostolado, ni la vida azarosa ni la muerte temprana podran quitar al maestro la esperanza de que en el porvenir germine la semilla que ha sembrado en el presente, porque del alma de sus diseipulos ha tratado de hacer un templo para la razon y la verdad, para la libertad y el bien, para la patria dominicana y la antillana. Y cuando més desesperado cierre los ojos para no ver el mal que sobrevenga, del fondo de su retina resurgird la escena que mas patética- mente le ha probado la excelencia de esta obra. Estabamos en ella: estébamos trabajando para acabar de entregar a la Republica esos hombres. Uno de ellos iba a ser examinado, y se habia dado la sefal. El érgano con su voz imponente hacia resonar ese interludio sublime que, con cuatro notas, penetra en lo hondo de la sensibilidad 259 moral, y la despierta en los rincones de la sensibilidad fisica, y eriza los nervios en la carne. La Escuela era en aquel momento lo que en esencia es: y el silencio y el recogimiento atestiguaban que se estaba oficiando en el ara de eterna redencién que es la verdad. De pronto, al pasar por la puerta una mujer del campo, se detiene, deja en la acera los titiles de su industria y de su vida, intenta trasponer el umbral, se amedrenta, vacila entre el sentimiento que la atrae y el temor que la repele, levanta sus escudlidos brazos, se persigna, dobla la rodilla, se prosterna, ora, se levanta en silencio, se retira medrosa de sus propios pasos, y asi deja consagrado el templo. Los escolares imprevisores se reian, el 6rgano seguia gimiendo su su- blime melopea, y, por no interrumpirla ni interrumpir la emocin religiosa que me conmovia, no expresé para los escolares la optacién que expreso ante vosotros y ante la patria de hoy y de manana. iOjalé que legue pronto el dia en que la escuela sea el templo de la verdad, ante el cual se prosterne el transetinte, como ayer se prosterné la campesina! Y entonces no la rechacéis con vuestras risas, no la amedren- téis con vuestra mofa; abridle més las puertas, abridle vuestros brazos, Porque la pobre escuilida es la personificacién de la sociedad de las Anti- llas, que quiere y no se atreve a entrar en la confesién de la verdad. La EDITORIAL KAPELUSZ S.A. dic término a la primera edicién de esta obra, que consla de 3.000 ejemplares, en el mes de abril de 1984, en los Talleres Graficos impresores SCA Tonelero 6416, Buenos Aires. kK — 19.303

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