‘eras fuetio de Inspiracin
‘are muchos Mstoradores, Ms allée las diferen
Gl aa las sepa o as open, nas bras en
‘Que no exsten més que 2s Juegos delen-
‘Bley ai sper ores aoce ae a eT NE sec en nS Sin
PROLOGO
Los cuatro ensayos reunidos en este libro quisieran re-
cuperar un género clisico: et del didlogo con los muertos.
Para los historiadores de mi generacién, y para muchos
‘otros, ta frecuentacién de las obras de Michel Foucault, Mi
chel de Certeau y Louis Marin fue una fuente de inspira
cin de las mas importantes. Mis all de las diferencias que
las separan o las oponen. esas obras enuncian una pregunta
fundamental: ge6mo pensar las relaciones que mantienen
las producciones discursivasy as prcticas sociales? Hacer
inteligibes las précticas que las leyes de formacién de los
Aiscutsos no gobiernan es una empresa dificil inestable,s-
‘uada “al borde del acantilado", como escribe de Certeau a
ropdsito de Vigilar y castigar. Siempre la amenaza la ten
ston de olvidar soda diferencia entre Iogicas heterSnomas
Pero, sin embargo, articuladas: la que organiza la produe-
ine interpretacién de fos enunciadas, la que rige los ges
tos y las conductas,
Contra tas abruptas formulaciones del linguistic turn,
que considera que no existen mas que los juegos del len
guaje y que no hay realidad fuera de los discursos, la dis
Uincién propuesta y trabajada por Foucault, de Certeat y‘Marin indica otro camino, Se trata, para ellos, de articular
Ia construcciGn discursiva del mundo social eon Ia cons~
ttucein social de Ios discursos. O, dicho de otro modo, de
inserbie la comprensidn de os diversos enunciados que
tmodelan las relidades dentro de coacciones objetivas que,
1 fa vee, limitan y hacen posible su enunciacién, Bl “orden
tel diseusso”, seg la expresion de Foucault, esta dotado
‘de eficacia:instaura divisiones y dominaciones, es el ins-
trumento de la violencia simbdlica y, por su fuerza, hace
sera lo que designa. Pero ese orden no carece de limites nt
de restrcciones. Los recursos que los discursos pueden po:
tet en accin, los lugares de su ejericio, las reglas que Tos
Contienen, estin histrica y socialmente diferenciados. De
ali el acento puesto sobee los sistemas de representaciones,
fas categorasintelectales las formas re6ricas que, de ma
eras diversas y desiguales, determinan la potencia discur~
siva de cada comunidad,
‘OtraleceiGn dada por ls tes autores que hemos reui-
do aqut es la de poner en guardia contra una apreciacién
dlemasiado simple de Ia dominacién. Cada uno a su manera
yy con su propio vocabulario todos subrayan la distancia
{ue existe entre los mecanismos que apuntan a controlar ¥
dimctor¥, por otro "340, [as resistencias o insumisiones de
fagellos -y aguellas- que son su objetivo. La tension enue
“ispositives de coaceién e ilegaismos en Foucault, 1 opo>
sicidn entre estrategia y tictica en de Certeau, la distancia
tenre las modalidades del “hacer ereer” y las formas de la
‘reencia en Marin son otras tantas figuras de esa distancia
Esta debe postularse a fin de indicar que la fuerza de los
instrumentos puestos en aecin para imponer una diseipli
fa, un orden 0 una representacin (del poder, del tro 0 de
ssa
uno mismo siempre debe sg con tor echazos, itor
sionesyartinaas de aquellos yagullas a uienes pret.
de some,
La indica que vinula a sujcin fread iden
dad preserva, consentinieat resistencia, ansform
profundameat a comprensn dels relscionss de poe,
I de formas de dominacion colo oad a rel
clones ente los seos. Tambien defini na mieva manera
de pesat asignifiacn de tos scrsos, a stele ene
is ves estes tls, el ees
colres) a intenan Fre imponer su set,
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Piacones plats, movies de os etre que es dan sos
{reomprensones gue ls son propos. Ente las coaciones
transpose y las ibereades limites Focal de Ce
teauy Marin azn un camino ampliamenteulzad des
pues dels, en particule por una historia ( una sono.
5) cata gue, idea de as definconstadictonales
A a historia de as metlidaes come pes ten
tina las modliades de prpiaion mis quis dis
bucions stasis, los procesos de consricin de
sentido mis qu a desigel csc eos objets y
Is obras la aiculacim ent picts epesetacio
nes mse a nventro de as eames mentale. Sin
mmo y su inspiracin en Ta fectara de lon autores que
Sonnet Ho gue iro co hts
joes partir de sabres ycvesiones que speran con mx
Cho smite sos da spina
Las cut ensyos onsagrads aes son una manera
de eeonee a deta conta, Siempre me pateis ue
abso de un istrador debi repartee dos expencias, La primera, clsica y esencal, consiste en proponer la
inteligibilidad més adecuada posible de un objeto, un eor-
pus, un problema. Es por eso que Ia identidad primera de
tada historiador se la da su presencia en un teritorio parti-
cular que define su propia competencia, En lo que a mi se
refiere, este dominio de investigacion es el de la historia de
fas formas, usos y efectos de la cultura escrita en las socie
ddades de la primera modernidad, entre los siglos x¥1_y
‘xvi. Pero hay también una segunda exigencia: Ia que obli-
‘gaa la historia a entablar un didlogo con otros cuestiona-
mmicnios -filos6ficos, antropol6gicos, semidticos, eteétera—
Solo a través de estos encuentros puede ta diseptina inven-
tar nuevas preguntas forjar instrumentos de comprensién
‘mas rigurosos o paticipar, con otras, en la definicin de es-
pacios intelectuales inéditos.
‘De alli Ia forma dada a este libro. Este no procede 2 Ia
manera de los que han sido traducidos al espafot durante
fos itimos ats y que se consagran alos problemas histo
eos especificos planteados por el estudio de los libros. las
Jecturas y las précticascultuales on las sociedades del An-
tiguo Régimen.| AI reunir cuatro “lecturas”, se propone
ilustrar otra modalidad del trabajo intelectual, 1a que hace
1. Roger Chartier, Libros, lectarasy lectres en la Edad Me
dlema, trad. Maura Armifo, Madrid, Alianza, 1993; B orden de
los lias, Lecires autores ybibllotecas en Europa entre las
flor xy vr. Viviana Ackerman, prdlogo de Ricardo Ga
ia Circel, Barcelona, Gedisa, 1994: Espacio pblicn, erica y
dlesacralicacion en el siglo x0, Los origenesculturaes de la Re:
‘oluci Francesa, ra. Beatz Lonné, Barcelona, Gedisa, 1995:
Sociedad y eseriura en la Edad Moderna. La cultura como apro-
ssaaey
avanzar en compafia de pensamientos fuertes, de obras
ddensas. que son otros tantos apoyos alos cuales recurrir pa-
ra trabajar con mas justeza. En estos timos af, tres no-
ciones permitieron renovar Ia reflexiGn de la ciencias hu:
‘manas y sociales: discurso, prictica, epresentacién, Volver
a la obra de Michel Foucault, Michel de Certeau y Louis
Marin es una necesidad, creo, para precisar mejor sus con:
‘tomnos y definir con mas agudeza su pertinencia
Una sitima palabra. No es casual que est libro se publi-
‘que nla Argentina. Los textos que lo componen fueron pre-
sentados alf como conferencias dada en ocasién de invita
ciones alas universidades de Buenos Aires y Mar del Plata
Vaya mi recuerdo a aquelas y aquellos que enriquecieron
entonces mis lecturas con sus reflexiones y propuestas.
Dlacidn, wad. Paloma Villegas y Ana Garcia Bergua, México,
Instituto Mora, 1995,LA QUIMERA DEL ORIGEN.
FOUCAULT, LA ILUSTRACION
Y LA REVOLUCION FRANCESAUna versén inglesa del texto “La quimera del origen. Fou
cut a ustracién y Ia Revolocign Francesa” fue publicada en
elibo Foucault and the Wriing of History, bajo la dveeeiba de
‘an Goldstein, Oxford, Basil Blackwell, 1994, pigs. 167-186.
2 that
1. La obra de Foucault no se deja someter fcilmente a
las operaciones que implica el comentario. Un intento de
esta naturaleza supone, en efecto, que se considere cierto
rndmero de textos (libros, articulos, conterencias, entrevis-
13s, eteétera) como formando una “bea”, que dicha obra
pueda ser asignada a un autor, cuyo nombre propio (Fou:
cault”) remite a un individuo particular, poseedor de una
biograffa singular y que, a partir de la lectura de ese texto
primero (la “obra de Foucault”), sea tegttimo producir otto
Aiscurso en forma de comentario. Ahora bien, segtin Fou-
cault, estas tres operaciones han perdido la evidencia y la
inmediatez que les fueron propias en “Ia historia tradicional
de as ideas”!
|, Michel Foveault, “Qu'est.ce qu'un auteur, Bilt deta
Société francaise de Philosophie, julio-sep. 1969, pigs. 73-103:
Publicado nuevamenteen Dis tds, 1954-1988, edicionesable
«ia bajo la drecién de Daniel Defer y Panjos Ewald, con aco-
Inboracin de Jacques Lagrange, Pas, Gala, 194,11, 1954-
1969, pgs. 789-621, y Londre du dscours. Legon inougurae ae
Collége de France prononcée le 2 décembre 1970, Pais, Gall-