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CAPITULO IX Sociedad anénima. Bibliografia: Véase la del nim. 20. 31. Nocionns.—Lasociedad anénima es una perso- na juridica que ejerce el comercio sin mas patrimonio queel formado por las cuotascontributivasde lossocios. Constituye su cardcter esencial y distintivo de las an- teriores formas de compaiiias mercantiles, el hecho de que ninguno de los socios esta obligado personalmente & responder de los débitos sociales: la sociedad no ofrece en garantia el patrimonio de los socios 6 de al- gunos de éstos, sino e) capital social propio de ella (*). Precisamente por eso se dice que es una sociedad de capitales, como antitesis de la compafiia mercantil colectiva que se llama una sociedad de personas. La sociedad conserva la misma naturaleza, tanto sisu capital est dividido en fracciones iguales, denomina- das acciones, como si lo est4 en cuotas de diversa cuantia. La divisién del capital social en acciones fa- (#) Art. 158, C. E. La masa social, compuesta del fondo capital y de los benefl- ios acumulados, sera la responsable, en las compaiiias andni- mas de las obligaciones contraidas, en su manejo y administra- cidn, por persona legitimamente autorizada y en la forma pres- cerita en su escritura, estatutos 6 reglamentos (art. 104, C. E.) —(N. pes T.) 118 DERECHO MERCANTIL cilita el reparto de los beneficios entre los accionistas, y en genera! toda la gestién administrativa de la so- ciedad; también hace que los titulos entregados 4 los socios en representacién de sus aportaciones se coti- cen en Ja Bolsa y lleguen 4 ser objeto de una facil y rapida circulacién, aumentando el crédito y la clien- tela de la empresa. Estas ventajas inherentes 4 la di- visién del capital en acciones, hacen que la otra hipé- tesis prevista y reguiada por la ley, la de una so- ciedad anénima con capital desigualmente dividido entre los socios, haya permanecido en la esfera de la teoria; tan cierto es, que las sociedades anénimas sue- len indicarse en la vida mercantil como sociedades por acciones, olvidando el caso en que pueden hallar- se constituidas con un capital dividido en cuotas diver- sas entre si. Las sociedades andénimas, como la misma palabra lo dice, no ejercen el comercio con una razdén social, ni con el nombre de los socios, sino con un titulo que designa el objeto de su industria, por ejemplo: Com- patia de los ferrocarriles Adridticos. Sociedad de segu- ros generales (*). Sus administradores no contraen ninguna responsabilidad personal por cuanto hagan en nombre de la sociedad, dentro de los poderes que les fueren conferidos (**). Cuando la sociedad se disuel- (*) La denominacidn de le compaiiia anduima seré adecuada al objeto & objetos de la eapeculacién que hubiere elegido. No se podra adoptar una denominacién idéntica i la de otra compaiiia preexistente (art. 152, C. K.)—(N. peu T.) (**; Todos los cédigos extranjeros declaran que la sociedad anénima no tiene razén social; excepcidn hecha del Cédigo ale— méan, que exige que en el contrato social de dichas compaiifas so exprese la razdn social (firma) (art. 200, Ley 18 de Julio de 1884); pero prohibiéndose en el art. 18 del Cédigo de comercio que se POR ©. VIVANTE 119 ve, los acreedores pueden ejercitar sus derechos con- tra todo el patrimonio social; pero, cuando queda ago- tado éste, ya no pueden pretender nada mas. Las sociedades que en Ja actualidad se dedican 4 las mas vastas y atrevidas empresas del crédito y de la industria, los Bancos, los ferrocarriles, los seguros, la navegacién 4 vapor, toman preferentemente la forma de la sociedad andénima. A ellas acuden confiados Jos capitales, porque piden 4 cada uno una pequefia suma yen cambio de la misma dan al socio una «accién» que puede vender en cualquiera necesidad, aprovechando las vicisitudes favorables del mercado. Pueden aco- meter empresas de larga duracién y especulaciones arriesgadas, ya porque su existencia no esté ligada 4 Ja existencia de los socios, ya porque las pérdidas se reparten entre muchos socios y en muchos ejercicios. Pero, estas grandes empresas, 4 menudo sufren dafios ocasionados por su vasto y complejo organismo. Los socios, que por lo comin estan lejos y dispersos, difi~ cilmente se conciertan para velar por sus intereses; dejan de examinar los balances y de vigilar la gestién de los administradores, ya por ignorancia, ya por el escaso interés que tienen en la gestién social. Por es- tos motivos, 4 menudo son victimas de administrado- res rapaces 6 ineptos; dejan dilapidar capitales gran- disimos sin darse cuenta de ello; son cansas indirectas de crisis muy graves, que repercuten contra todo el. erédito nacional. Para evitar estas desdichas de las cuales todos les paises de Europa tuvieron tristes y frecuentes experiencias, los legisladores han modifica- forme con el nombre de los socios 6 el de otras personas, sino con el del objeto de la empresa, sa ve que esti conferme esencial— mente con aquéllos.—-(N. DEL T.) 120 DERECHO MERCANTIL do muchas veces las leyes referentes 4 las sociedades anénimas, introduciendo en ellas preceptos desconfia- dos y minuciosos, dirigidos 4 facilitar la vigilancia de jos socios y de los acreedores sociales, y 4 impedir los fraudes de los administradores. 82, CONSTITUCION ¥ FORMALIDADES DE LA SOCYE- DAD (articulos 126-138).—La sociedad puede consti- tuirse de dos modos: por suscricién publica de las ac- ciones 6 por convenio de unos cuantos socios que las toman todas. El primer modo, al que la ley consagra minuciosas disposiciones, desenvuélvese en la siguien- te larga serie de actos. Los que imaginaron la nueva empresa, esto es, sus promovedores, deben redactar su programa, indicando en él su objeto, su capital, su residencia, la duracién de Ja sociedad y las demas cldusulas principales. Lo depositan en casa de muchos banqueros y notarios, con el fin de que el ptiblico pueda tener noticia de él Y que quien se adhiera, pueda suscribirse por el name- ro de acciones que Je convenga. La validez de la sus- cricién esta subordinada 4 la observancia de ciertas formalidades solemnes, prescritas con el fin de llamar ia atencién de los suscritores acerca de la obligacién que contraen. Deben declarar en el acto de firmar, que conocen el programa, y sus firmas deben legali- zarse por el notario. Prescribese esta formalidad, para impedir que valiéndose de firmas imaginarias, puedan Jos promovedores hacer creer A los suscritores y al publico que han recogido todo el capital. La constitucién legal de la sociedad esta subordina- da 4 las siguientes condiciones: a) El capital social debe estar suscrito por entero, Si no se consigue recogerlo, quedan libres los suscri- tores, 4 menos que no se pongan todos de acuerdo para POR 0. VIVANTE 121 reducir el capital social 4 los limites del realmente suscrito. La ley exige que la sociedad posea desde su origen todo el capital, 4 fin de que no se induzca 4 en- gafio al publico jactandose de un capital que no exis- te. Exige que ese capital exista realmente y no de pala- bra, y por tanto impide emitir las acciones por unasuma menor de su valor nominal, lo que equivaldria 4 una reduccién del capital social; y prohibe 4 los fundado- res sefialarse 4 cargo del capital recogido ninguna re- compensa por sus servicios, ni atribuirse acciones de favor en compensacién de los mismos. Y si alguno aporta 4 la sociedad bienes muebles 6 inmuebles en vez de dinero, manda que su valor se justiprecie por peritos y lo apruebe la junta general de socios, para que no se constituya el patrimonio de la sociedad con valores ficticios 6 exagerados. Los iniciadores de la empresa, con el consentimiento de los socios, podran reservarse una participacion en las utilidades por cier- to numero de afios; de este modo, lejos de dismi- nuir e] capital social, los iniciadores, que seran los primeros administradores probablemente, se inte- resarén en aumentar las ganancias de la sociedad para aumentar con ellas su propia parte en las utili- dades. b) Para convertir en realidad la obligacién perso- nal de los suscritores, para poner 4 prueba la seriedad de su concurso y para suministrar 4 la empresa les medios con qué sostener los gastos de su propia cons- titucién, la ley Jes prescribe que entreguen en dinero contante tres décimos de las acciones suscritas en la Caja de depdsitos y préstamos 6 en un Banco de emi- sién legalmente constituido. Esta prueba librara 4 le empresa de las suscriciones hechas 4 la ligera por personas insolventes, y también de aquellas otras que 122 DERECHO MERCANTIL suelen suscribir acciones con el unico propdsito de es~ pecular inmediatamente con su reventa. S6lo para las sociedades de seguros, se reduce y li- mita 4 un décimo Ja obligacién de esa entrega; lo cual se explica porque en el ejercicio normal de esta, indus- tria el capital de la empresa sdlo sirve de garantia, puesto que las sumas necesarias para pagar los sinies- tros suelen suministrarlas los premios debidos por los asegurados. Recaudadas las suscriciones y hecho el depésito, los. iniciadores deben reunir la primera junta general, llamada constituyente, porque debe discutir y aprobar el acto constitutivo de la sociedad, Esta junta, cuyas deliberaciones no son validas si no asiste 4 ella un nu- mero muy notable de socios (art. 156), tiene estas es- peciales incumbencias: a) Debe reconocer si todo el capital social quedé suscrito, y si se hizo el depdsito de los décimos dispues- to por la ley. 6) Debe discutir el valor de las cosas aportadas en especie; y su discusién puede concluir, ya aceptando la valoracion de ellas hecha por el programa, ya nom- brando peritos que sefialen el justiprecio. Asi, discu- tiendo en la junta los socios, que quiza fueron enga- fiados al principio acerca del valor de las cosas ofre- cidas por programas quiméricos, elogiados por una prensa periddica venal, pueden reconocer el engafio impedir la constitucién de una sociedad viciada en sus origenes por falta de existencia del capital social. ¢) Delibera acerca de los estatutos, si no fueron ya aceptados al tiempo de suscribirse. d) Delibera respecto 4 las utilidades liquidas que Jos iniciadores se reservaron para si; también en este caso, la mayoria puede negarles aquella participacién POR C. VIVANTE 123 que cada uno de los socios habia concedido al firmar el programa. e) Nombra los administradores, si no fueron desig- nados en el programa. f) Nombra los sindicos y es libre de cambiar los que cada uno de los socios acepté al firmar el programa, porque su nombramiento es acto de la junta y no de cada uno de los socios. Si no se puede reunir el nimero de suseritores ne- cesario para la validez de la junta constituyente, si no se forma una mayoria absoluta de los presentes para aprobar las deliberaciones que se dejan 4 su voto, debe considerarse fracasada la proyectada constitu- cién de la sociedad. Los socios podran pedir la devo- jucién de lo entregado en la Caja de depésitos y prés- tamos, y los iniciadores pagardu de su propio peculio los gastos anticipados initilmente para constituir la sociedad. Por el contrario, si la mayoria aprueba los estatutos, los aportamientos en especie, la concesién de utilidades 4 los iniciadores y cuanto se difiere 4 la junta general constituyente, procédese sin mas, por medio de un notario, 4 formalizar el acta de constitu- cién, que debe contener todas las indicaciones que prescribe la ley ¢ ir acompaflada de los documentos comprobantes de las suscriciones de los socios y del depdsito de los primeros plazos (art. 89) (*). (*) En Ja escritura social de la compaiia anénima deberd constar: el nombre, apellido y domicilio de los otorgantes. La de- nominacién de la compaiifa. La designacidn de la persona 6 por- sonas que habran de ejercer la administracién, y modo de pro- veer Jas vacantes. El capital social, con expresién del valor que se haya dedo 4 tos bienes aportados que no sean metilico, é de Jas bases segiin las cuales habré de hacerso el avalio, El nimero de acciones en que el capital social estuvieredividido y represen- 424 DERECHO MERCANTIL La sociedad puede constituirse también sin suscri- cién publica, cuando los iniciadores de ella reunen por cuenta propia todo el capital social. Entonces no hace falta celebrar junta geueral para discutir los es- tatutos, las aportaciones en especie, ni la participa- cién en las utilidades concedidas 4 los promovedores, porque todos los contrayentes estan de acuerdo. Pera también en esta hipétesis ser. necesario entregar en la Caja de depdsitos los décimos prescritos por la ley, que 4 ninguno de los socios se le conceda una partici- pacién en las utilidades superior 4 la tolerada por la misma, quese nombren los administradores y los sindi- cos. El escrupuloso cumplimiento de estas formalida- des (de las cuales serd juez el tribunal, como vere- mos), es tanto mas necesario cuanto que se ha abusa- do de este modo de constituir la sociedad, casi en fami- lia, entre no pocos banqueros, para burlar la buena fe del publico, sobre quien se espera hacer que recaigan jos riesgos y peligros de la empresa con la pronta venta de las acciones. tado. E] plazo 6 plazos en que habré de realizarae la parte de capital no desembolsado al constituirse la compaiifa, expresando en otro caso quien 6 quienes quedan autorizados para determi- nar el tempo y modo en que hayan de satisfacerse los dividen- dos pasivos. La duraciéa de la sociedad. Las operaciones 4 que destine su capital. Los plazos y forma de convocacidn y celebra- cidn de las juntas generales ordinarias de socios, y los casos y el modo de convocar y celebrar las extraordinarias. La sumisién al voto de la mayoria de la junta de socios debidamente convocada. y constituida, en los asuntes propioa de su deliberacidn. El modo de contar y constituirse la mayoria, asi en las juntas ordinarias como en Ins extraordinarias, para tomar acuerdo obligatorio. Se podrén ademas consignar en la escritura todos los pactos licitos y condiciones especiales que los socios juzguen conveniente es— tablecer (art. 151, C. B.)—(N. pet T.) POR C. VIVANTE, 126 Estipulada el acta constitutiva, 4 la cual se llega por estas dos vias tan diversas, procédese 4 la constitucién definitiva de la sociedad con las mismas precauciones, El notario 6 los administradores deben presentar el acta constitutiva con sus comprobantes en la secreta- ria del tribunal en cuya jurisdiccién estuviere estable- cida Ja residencia de la sociedad (art. 91) (*). El tribu- nal & quien se defiere el examen de aquella acta, no debe juzgar de la bondad econémica y moral de la em- presa, de la equidad de los pactos, ni de la honradez de los administradores, sino ver si se han observado las disposiciones sefialadas por la ley para la constitucién de una sociedad anénima: por ejemplo, si ha quedado suscrito todo el capital, si se depositaron los tres dé- cimos, si se convino la duracién de la sociedad, si se ha reconecido & todos los accionistas el derecho de vo- tar. Comprobada la observancia de la ley, el tribunal manda que el acta constitutiva quede inscrita en el Registro de las compafiias mercantiles, y que se anun- cie y publique de la manera dispuesta por el Cédigo. (arts. 94 y 95). Asi como contribuye al normal ejerci- cio de la industria y del erédito el que las sociedades estén coustituidas regularmente, asi la ley, para esti- mular 4 los iniciadores y 4 los administradores & cumplir con las disposiciones legales, los declara per- sonalmente responsables de todas las obligaciones que contraigan por cuenta de la sociedad, hasta que se halle constituida con todas las formalidades de la ley (art. 98), y concede 4 cada socio el derecho de hacerse redimir judicialmente de las obligaciones derivadas de su propia suscripcion si la sociedad no se constituye en el término legal (art. 99). (*) Véase ol pirrafo 5.°, art. 21, C. E. 126 DERECHO MERCANTIL 33. EL OaPITAL SOCIAL.—Las acciones (art. 164- 170). En cambio de lo que aportan los socios al patri- monio social, reciben titulos negociables, conocidos con el nombre de acciones, que tienen igual valor y confieren iguales derechos (*). Esos titulos expresan el nombre de la sociedad, su acta constitutiva, su capi- tal, su duracién, y se emiten después de haberse cons- titnido la sociedad (**), Las acciones pueden ser nominativas 6 al porta- dor (***). Las primeras pertenecen 4 la persona desig- nada en los libros de la sociedad, en los cuales debe Hevarse nota, tanto del primer suscritor de cada una, como de los sucesivos cesionarios (****); lag segundas pertenecen 4 quien las posee (*****), Las primeras se transmiten mediante una declaracién escrita en ol li- bro de los socios, firmada por el cedente y por el ce- sionario (art. 169): esta formalidad es necesaria, 4 fin de que el cesionario adquiera la cualidad de socio con respecto 4 la sociedad. Las segundas se transmiten por la simple tradicién del titulo, con todos los derechos {*) A. Sistema espaol. — El capital social de las compaiiias en comandita, perteneciente i los socios comanditarios, y el de Ias compaiiias andnimas, podré estar representado por accionex a otros titulos equivalentes (art. 160, C. E.} B. Sistema alemén-swiso.—Las acctones serdn indivisibles. C. Ststema franets-beiga.—El capital de la sociedad andpim» se divide en acciones y también en fracciones de acciones de igual valor.—{N. pgt T.) (**) No estardn sujetos 4 represelies en caso de guerra los fondos que de la pertenencia de los extranjeros existieran en las aociedades anénimas (art. 169, C. E.).—(N. pet T.) (***) Art, 161, C. BE. (***) Art. 162, fd. (*#**#) Las acciones al portador estarin numeradas y 86 ¢x- tenderfn en libros talonarios (art. 163, C. E.)—-(N. pet T.) POR 0. VIVANTE 127 que le son inherentes; por ejemplo, con el derecho de asistir 4 las juntas generales, de exigir los dividendos. La sociedad puede convertir la accién al portador en una accién nominative 4 favor del socio que lo pida; pero no puede, por el contrario, convertir la accién nominativa en una accién el portador mientras no esté pagada por completo (*). Esto se explica porque, hecha esta conversién, ya no seria posible seguir la pista de ella para repetir los décimos no pagados aun cuando la sociedad se encontrase en malas condicio- nes econémicas. Sus acreedores verianse constreflidos 4 contentarse con la parte del capital realmente re- caudado, mientras que con la publicacién del acta constitutiva se les prometié la garantia de todo el ca- pital social. Los accionistas, que generalmente no pagan todo el importe de la accion antes de constituirse la socie- dad, pueden ser invitados 4 satisfacer después los res- tantes plazos, del modo y en los términos que fijan los estatutos 6 la junta general. Si el accionista, esto es, aquel que en el libro de los socios figura como ultimo propietario de la accién, invitado 4 liberarla no lo hi- (*) B. Sistema francés.—Puede estipularse en los estatutos de las compaiiias en comandita, que las acciones, después de ser liberadas por mitad, se convierten en acciones al portador me- diante acuerdo de la junta general. B. Sistems iialiano.— Seguido en Portugal, Holanda y Bél- gica, exige que la accidn nominative esté pagada por completo pare que pueda convertirse an accidn al portador. ©. Sistema espaiol.—Todas las acciones seréa nominativas haata el desembolso del 50 por 100 del valor nominal. Después de desembolaado este 50 por 100, podrin convertirse en acciones al portador, si asi lo acordasen las compatiias en sus estatutos especiales, posteriores & los mismos (art. 164, ultimo pérrafo C.E.JN. one T.) 128 DERECHO MERCANTIL ciere, la sociedad puede hacerla vender al precio co- rriente, y el que la adquiera contraera la obligacién de abonar los plazos no satisfechos ain. A eleccién suya, también puede ejercitar Ja accion judicial para el] pago de los décimos contra el accionista, contra el primitivo suscritor de la accién y los cesionarios suce- sivos, los cuales resultan del libro de los socios; y puede hacerlo tanto contra todos simult4neamente como contra cada uno, puesto que para mayor garan- tia de los acreedores sociales, aquéllos son solidaria- mente responsables del importe de la accién (*). Todos los accionistas tienen derecho de votar en las juntas generales, y ni aun los estatutos pueden pri- varles de este derecho que les reconoce la ley para que puedan velar por sus propios intereses. Pueden exigir los dividendos, segun el balance anual; en el caso de liquidacién de la sociedad, pueden repartir una parte del capital social proporcionada al numero de sus acciones, después de enjugar la deuda social; pueden examinar los libros de los socios y el libro de actas de las juntas generales, y sacar copias de ellas 4. sus expensas (articulos 140-142); pero no pueden exa- minar el que contiene las deliberaciones de los admi- nistradores y los demas libros comerciales de 1a socie- dad, 4 fin de que los accionistas no abusen de la no- ticia de los negocios de la sociedad con perjuicio de la misma (**). Puede suceder que el desarrollo sucesivo de los ne- gocios exija un aumento de capital. Este aumento- (*) Art. 164, C. EL (™*) «Los socios 6 accionistas de las compaiiias andnimes no- podrin examinar la administracion social ni hacer investigacién alguna respecto 4 ella, sino en las épocas y en 1a forma que pres~ criban sus estatutos y reglamentos (art, 158, C. E.) POR C. VIVANTE 129 puede obtenerse con la emisién de nuevas acciones, pero la ley 1a subordina 4 varias condiciones. Ante todo, este aumento de capital, que hard participar de las utilidades sociales 4 tantos nuevos socios, debe ser aprobado por la junta general con las mayores so- lemnidades que se requieren para las reformas de los estatutos sociales (art. 168). Hn segundo lugar, est& prohibida la emisién de nuevas acciones mientras no estén liberadas por completo las de la primera serie (art. 131) (*); y estoes de sentido comtin, pues nose com- prende la necesidad de nuevo capital cuando ain hay disponible una parte del capital de fundacién. Por ul- timo, las nuevas acciones no deben emitirse por un valor inferior & su valor nominal, porque eso equival- dria & disminuir el capital social con dafio de la socie- dad y de tercero, y desacreditaria el valor de las ac- ciones de Ia serie primera. Por el contrario, podran emitirse por un valor superior al nominal y con dere- cho de preferencia para suscribirlas 4 favor de los ac- cionistas primitivos, pues justo es que puedan recoger el beneficio del crédito que supieron conquistar para el fondo social. Las obligaciones (articulos 171-175).—En el ejerci- cio de una sociedad de larga duracién sobreviene 4 menudo la necesidad de grandes capitales; y eso acon- tece mas que nada en las empresas industriales, por ejemplo, en las compafiias de ferrocarriles que deben emplear sus fondos en grandes construcciones. Para (*) Cualquier pacte en contrario, aiisde el Cédigo espafiol (art. 165), contenido en ia escritura de constitucién de sociedad, en lop estatutos 6 reglamentos, 6 cualquier acuerdo tomado en junta general de socios que se oponga 4 este precepto, seré nulo y de ningin valor.—{N. pew T.) Derecho Mercantil, 9 180 DERECHO MERCANTIL aumentar gu capital propio estas sociedades pueden emitir nuevas acciones, como hemos visto, 6 bien pue- den emitir una gran masa de obligaciones, esto es, de titulos uniformes, que producen el mismo interés y se reembolsan de igual manera. No obstante la semejanza de las reglas que rigen 4 su emisién, las acciones y las obligaciones son de una naturaleza esencialmente diversa. En efecto, mientras que el accionista es un socio, el portador de las obli- gaciones es un acreedor que hace un empréstito & la sociedad. El primero tiene todos los derechos y obli- gaciones derivados del contrato de sociedad; por con- siguiente, sélo tiene derecho 4 los dividendos cuando hay repartos de utilidades que hacer, y no puede exi- gir eu parte de capital social sino después de que fueron pagados los acreedores sociales. En cambio, el segundo tiene derecho 4 los intereses fijados de antemano, haya 6 no haya utilidades sociales; puede exigir el reembolso de su crédito al vencimiento con- venido. El primero, como socio, toma parte en la ad- ministracién; el segundo permanece extraflo 4 ella y no puede pretender tomar parte en las juntas gene- rales. Para impedir que los administradores de la sociedad abusen de la proverbial credulidad del publico y de la buena fe de los socios, Ia ley subordina esta omisién 4 varias condiciones. Ante todo, exige que se apruebe por la junta general, aun cuando el caso esté previsto en los estatutos. En segundo lugar, exige que la suma de las obligaciones emitidas no exceda del capital efec- tivo y existente ain segun el ultimo balance. Con es- tas precauciones se ha tratado de mantener una ade- cuada proporcién entre el poder econédmico de la so- ciedad y la esfera de sus especulaciones. POR C. VIVANTE 131 Las obligaciones se expiden con arreglo 4 un solo programa, y su uniformidad las distingue de Jos titu- los que se emiten por obligaciones dependientes de cada uno de los negocios, como las letras de cambio, las libretas de depésito, los bonos con interés, que tam- bién representan deudas de la sociedad. Para facilitar la suscricién de ellas por parte del piblico, se le ofre- cen & menudo ventajas especiales, como un interés ‘elevado, una garantia hipotecaria, el reembolso de un capital mayor que el precio de emisién. La suscricién se abre simultaneamente en muchas plazas y en mu- chas casas de banca. Los suscritores deben pagar el precio de las obligaciones puesto en el anuncio, en los términos que en 61 se indican, y hacense asi acreedo- res de la sociedad. Cada semestre 6 cada afio cobran el interés prometido, y al vencimiento se les reembol- sa el importe de la obligacién. 84. La ADMINISTRACION.—Aun cuando puede con- fiarse 4 un solo administrador, en ja prdctica suele nombrarse un Consejo de administradores, que con su nombre y su influencia eleven el crédito de la empre- sa. Este Consejo suele delegar sus atribuciones para la direccién permanente de los negocios, ya en una junta compuesta de algunos de sus miembros, ya en un ex- trafio que recibe el nombre de director. Este suele con- sagrarse enteramente al servicio de la sociedad y vive de ello como profesién suya. Provee 4 la marcha ordi- naria de los negocios, vigila 4 los empleados, firma la correspondencia, ayudado casi siempre por turno de un consejero de administracién. Este Consejo se reune sdlo 4 intervalos, dolibera acerca de los negocios mds importantes, vigila la conducta del director, sujeto 4 su autoridad y obligado 4 seguir las resoluciones de aquél, con tal de que no sean contrarias 4 las leyes, 132 DERECHO. MERCANTIL & los estatutos y 4 los votos de la junta genera] (ar- ticulo 148). Cardcter juridico de los administradores (articulos 121-125).—Los administradores tratan los negocios so- ciales con la intervencién periddica de la junta gene- ral y la permanente de los sindicos. La primera vez pueden ser nombrados en el acta constitutiva; pero después los nombra siempre la junta general (*). En uno y otro caso el cargo es temporal, y si los estatu- tos no lo disponen de otro modo, su mandato dura dos aiios y se renuevan anualmente por mitades. La ley favorece la brevedad en el desempefio de ese oficio, para que haya la seguridad de que los administrado- res gozan de la confianza de los accionistas. Son siem- pre destituibles por Ja junta general, que no puede es- tar obligada 4 dejar la direccién de sus intereses 4 quien no goce de su confianza. Pueden ser socios 6 no serlo, pueden ser gratuitos 6 retribuidos. Por lo regu- lar reciben una participacién en las utilidades, lo que les interesa en una buena gestién; y reciben también dietas de asistencia, lo cual hace que acudan solicitos 4 tomar parte en las reuniones del Consejo. Deben prestar flanza de su buena gestién por la quincuagési- ma parte del capital social; los estatutos pueden deter- minar que la fianza no exceda de 60.000 liras. Esta fianza, 4 ser posible, debe prestarse en acciones de la sociedad, que se depositan en la caja social y se con- vierten en nominativas si son al portador, vincu- landolas para garantia de la sociedad en el libro de socios, 4 fin de que los administradores no puedan dis- poner de ellas. Asi quiere la ley reforzar la responsa- (*) Log administradores de la compafiia andnima serén de- signados por los socios en la forma que determinen su escritura social, estatutos 6 reginmentos (art. 155, C. E.)—‘N. put T.} POR C. VIVANTE 133 bilidad que deriva de la libre eleccién de los adminis- trados con la responsabilidad econédmica que deriva de la amplia participacién que tendrén en los intereses sociales. Atribuciones de los administradores (articulos 139- 146), —Deben desempefiar su cargo con diligencia, asis- tir 4 las reuniones del Consejo, velar por la observan- cia de ia ley y de los estatutos, ejecutar los acuerdos de las juntas generales, ser leales y exactos en todas las cuentas que rindan. Son especialmente notables estas obligaciones: a) Deben recoger de los iniciadores las actas con- cernientes 4 la constitucién de la sociedad, en especial las firmas auténticas de los accionistas, de los cuales se sacaran los capitales futuros necesarios para la em- presa. b) Deben velar porque se lleven con regularidad Jos libros de comercio, los obligatorios para todos los comerciantes y los especiales mandados llevar por las sociedades, 4 saber: 1.° El libro de socios, donde estan indicados los nombres de los suscritores y de todos los sucesivos cesionarios de las acciones, as{ como los pla- zos satisfechos de cada una. 2.° El libro de actas de las juntas generales (*). 3.° El libro de actas de los ad+ ministradores. Todos los accionistas tienen derecho 4 inspeccionar y sacar copia del primero y del segundo, (*) En el libro de actas, que llevard cada sociedad, se con- signaran 4 la letra los acuerdos que se tomen en sus juntas 6 en las de sus administradores, expresando la fecha de cada una, los asistentes 4 ellas, los votes emitidos y demas que conduzcan al exacte conocimiento de lo acordado; autorizandose con la firma de log gerentes, directores 6 administradores que estén encar- gedos dela gestién de la sociedad, 6 que determinen los estatu- tos 6 bases porque ésta se rija (art. 40, C. E.) -(N. peu. T.} 134 DERECHO MERCANTIL pero no de} tercero; porque los intereses sociales més delicados quedarian 4 merced de los accionistas, quie- nes pueden cambiar de un momento 4 otro. ¢c) Los administradores no deben tomar parte en aquellas deliberaciones en que su interés propio esta en pugna con el de Ja sociedad: los demas administra- dores, en unién de los sindicos del Consejo de vigilan- cia, decidiran acerca de la conveniencia de hacer 6 de omitir la operacién (art. 160). a) Por io comtn, esté prohibido 4 los administra- dores adquirir las acciones de la sociedad por cuenta de la misma, porque estos rescates disminuyen ei ca- pital social en Ja cuantia de las sumas restituidas 4 los accionistas que las venden. Sin embargo, por excep- cién, pueden justificarse estas adquisiciones, ya como un medio de concentrar en manos de un menor ntime- ro de accionistas todo el capitai social, ya para dismi- nuir los beneficios que les corresponden. El ejercicio de esta facultad excepcional est& subordinado 4 varias condiciones, cuyo principal objeto es conservar integro el capital de fundacién. Y precisamente por eso dispo- ne la ley, que la adquisicién de las acciones no pueda efectuarse sino con fondos tomados de las utilidades realmente conseguidas, y que las acciones estén libe- radas del todo. Es evidente que cuando se respetan es~- tas dos condiciones, los acreedores sociales no pueden quejarse de que se haya disminuido ni un dpice la ga- rantia del capital de fundacién, ya porque ningun ac- cionista queda exento de la obligacién de satisfacer to- dos los plazos de Ja accién, ya porque las utilidades que se emplean en el rescate hubieran podido repar- tirse entre los accionistas (*). (*) Las compaiias andnimas inicamente podrén comprar sus POR C. VIVANTE 185 e) Los administradores deben hacer con sinceri- dad y con claridad el balance del ejercicio anual y pre- sentarlo 4 los sindicos para que puedan examinarlo, por lo menos un mes antes del dia sefialado para la junta general que ha de discutirlo (art. 176) (*). Bajo la rabrica del activo deben figurar en é] por completo jos bienes muebles é inmuebles, el numerario existen- te en las cajas sociales, los créditos de la sociedad abiertos 4 sus accionistas, 4 los empleados y 4 terce- ros. Bajo la rabrica del pasivo deben figurar el capi- tal de fundacién entero, las varias reservas, los débi- tos de todas clases. En los balances de las compaiifas de seguros deben figurar también las reservas de los premios, esto es, aquella porcién de los premios co- brados que se destina 4 pagar los riesgos futuros; es- tas reservas tienes especial importancia en los seguros sobre la vida, porque en muchos contratos (por ejem- plo, en los de renta vitalicia) se paga anticipadamente todo el premio por un riesgo que deberé durar muchos afios, y si la compaiifa considerase ese premio como una ganancia, no tendria ya medio de pagar los si- niestros. Propias accioues con los beneficios del capital social para el solo efecto de amertizarlas. En caso de reduccidn del capital social, cuando procediese conforme 4 Jas disposiciones de este Cddigo, podrin amortizarlas también con parte del mismo capital, em- Pleando al efecto los medios legales que estimen conveniorites (art. 166, C. E.) Las compafiias anédnimas no podran prestar nunca con Ja ga- rantfa de sus propias acciones (art. 167, C. E.)—(N. peu T.) (*) Las compaiiias andnimas tendrén obligacién de publicar mensualmente en Ja @aceta el balance detallado de sus opera- ciones, expresando el tipo a que caleulen sus existencias en va— lores y toda clase de efectos cotizables (art. 157, C. E.)—(Nota nex T.} 136 DERECHO MFRCANTIL Todas las partidas puestas en el balance deben es~ timarse en su justo valor, con prudencia y con hon- radez; porque toda exageracién en el activo y toda artificiosa diminucién en e) pasivo, darian como re- sultado ganancias no existentes y justificarian el re- parto de dividendos imaginarios, preparando la inevi- table ruina de la empresa social. Las utilidades liquidas realmente conseguidas du- rante el ejercicio, deben asignarse 4 los accionistas, 4 los fundadores, 4 los administradores, 4 los empleados, segun las reglas fijadas por los estatutos 6 por la junta general. Pero antes debe separarse de la suma total de las utilidades, por lo menos un vigésimo para cons- tituir un fondo de reserva, y repetirse esto cada afio hasta que ese fondo llegue por lo menos al quinto del capital social (art. 182); asi se toma de las ganancias lo necesario para hacer frente 4 los ejercicios pasivos del porvenir. Adem4s de esta reserva normal, las so- eiedades prudentes constituyen otras reservas, segun la especie de su comercio; por ejemplo, la reserva contra las oscilaciones de los valores en que estan co- locados los fondos sociales, la reserva para la even- tual incobrabilidad de los créditos. f) Cuando los administradores advierten que el ca- pital social ha disminuido un tercio, deben convocar 4 los socios si piensan reintegrar el capital, limitarlo 4 la suma remanente 6 disolver la sociedad. Cuando reconocen que el capital ha disminuido dos tercios, deben convocar 4 los socios para que delibe- ren acerca de reconstituirlo 6 limitarlo 4 la suma re- manente; si la mayoria no acuerda ninguna de las dos proposiciones, la sociedad queda disuelta de derecho, porque el legisiador no quiere que pueda continuar en el ejercicio del comercio, cuando su capital efec- POR C. VIVANTE 1387 tivo se halla tan por debajo del que aparenta tener. Por ultimo, cuando la sociedad se ve obligada & suspender sus pagos, debe pedir al tribunal que se la declare en quicbra, como tiene que hacerlo en ese caso el gerente de cualquier otro comerciante. Responsabilidad de los administradores (articulos 147-153).—Mientras permanecen deniro de los limites que les asignan la ley 6 los estatutos y desempefian su oticio con diligencia, no son responsables de las obli- gaciones contraidas por cuenta y en nombre de la so- ciedad (art. 122). Pero cuando faltan 4 la ley, & los estatutos 6 4 los acuerdos de las juntas generales, responden no sélo con la fianza sino solidariamente, de los dafios que de ahi resulten 4 Ios socios y 4 terce- ro. Esta responsabilidad solidaria, de todos los admi- nistradores por culpa de uno solo, pudiera parecer ex- cesiva puesto que ellos no eligen 4 sus compafieros en el Consejo de Administracién. Pero la ley se justifica considerando que la confianza de los socios descansa en la capacidad y en la vigilancia colectiva del Con- sejo, y que el administrador que estuviere sin culpa puede librarse de toda responsabilidad haciendo notar su disentimiento propio en e} libro de actas y advir- tiendo de ello inmediatamente por escrito 4 lossindicos & fin de que provean 4 lo que haya lugar. Los socios que adviertan cualquier desorden en la gestion social tienen dos meses para ponerle remedio. Pueden denunciarlo 4 lossindicos para que investiguen el estado de las cosas y den cuenta de ello 4 la junta general: ésta, conocidos los hechos, podré absolver de toda censura 4 los administradores, 6 autorizar 4 los sindicos para que procedan judicialmente contra ellos. Cuando los socios tuvieren por culpables tanto 4 los administradores como 4 los sindicos, si representan la 188 DERECHO MERCANTIL es eee octava parte del capital social, pueden denunciar al tribunal civil las graves irregularidades de que tienen sospecha. Este, cuando lo considera necesario, nombra una comisién que inspeccione los libros sociales; y si las acusaciones le parecen fundadas, provee con ur- gencia & fin de que el mal no se agrave y manda con- vocar 4 junta general para que vele por sus inte- reses, Ademas de la obligacién de resarcir dafios, los ad- ministradores que faltan 4 la ley 6 4 los.estatutos (por ejemplo, disimulando en los balances el verdadere es- tado econdémico de la sociedad, emitiendo obligaciones superiores a] limite fijado por la ley, 6 retardando la publicacién y el depdsito de los balances), son casti- gados con gravisimas multas (articulos 347 y siguien- tes). Si cometen desfalcos 6 falsedades, se les castiga con las penas sefialadas 4 estos delitos en el Cédigo penal. Y si la sociedad cae en quiebra, responder4n ellos de sus culpas como reos de quiebra fraudulenta (art. 868). 35. JUNTAS GENERALES (articulos 154-163).—Des- pués de constituirse la sociedad, los socios se deben reunir 4 ]o menos una vez al afio, dentro de los tres. meses posteriores al cierre del ejercicio. Las princi- pales tareas de estas juntas generales ordinarias son la aprobacién del balance y el nombramiento de los administradores y de los sindicos. Es de regla que se convoque 4 los socios por medio de un anuncio inserto en los periddicos, donde se debe indicar la orden del dia, esto es, las materias acerca de las cuales habré que deliberar, En estas juntas cada socio tiene por lo menos derecho 4 un voto, y el nimero de los votos aumenta segin el nimero de acciones que posea, pero en proporcién menor que é1, 4 fin de que el poder so~ POR C. VIVANTE 139 cial no se centralice en unos cuantos individues y no degenere en despotismo. Los acuerdos de las juntas generales deben estar dentro de los limites trazados por los estatutos, y sdlo entonces son obligatorios también para los socios que no tomaron parte en éstas, 6 que disintieron de aqué- Ilos. Sin embargo, en la larga existencia de una so- ciedad comercial puede presentarse la necesidad de reformar los estatutos conforme cambian las exigen- cias econémicas. Para conseguir este objeto se conce- de 4 la mayoria de los socios el poder de reformarlos; sila ley no reconociese por vd4lidas mds que las re- formas aceptadas por unanimidad, el voto contrario de un socio quisquilloso 6 mal aconsejado podria hacer imposible una reforma exigida por el interés de los mas. Pero es necesaria una mayoria numerosa, bas- tante superior 4 la precisa para los acuerdos ordina- rios; y en algunos casos de reformas mas graves, los socios que disientan tendran también derecho 4 salirse de la sociedad obteniendo el reembolso de sus accio- nes. Estos casos mds graves son aquellos en que se acordé la fusién de la sociedad, la reintegracién de su capital (que obligara 4 los socios 4 hacer nuevas en- tregas de fondos), el aumento de capital, el cambio de industria de la sociedad y la prérroga de su dura- cidn (*). (*) Las snciedades andnimas reunidas en junta general de accionistes, previamente convocada al efecto, tendrén la facul~ tad de acordar la reduccién 6 aumento del capital social—En nin- gin caso podran tomarse estos acuerdos en Jas juntas ordinarins, si en la convocatoria 6 con la debida anticipacién no se hubiere anunciado que se discutiria y votaria sobre el aumento 6 reduc- cjén del capital.Los estatutos de cada compaiiia determinaran el nimero socios y participacidn de capital que habra de concu- 140 DERECHO MERCANTIL 86. JUNTAS 6 CONSEJOS DE VIGILANCIA (articulos 183-185).—Como la junta general no puede vigilar de continuo la gestién de los administradores, este oficio se confié 4 los sindicos que constituyen una magistra- tura permanente, encargada de hacer observar la ley, los estatutos y los acuerdos de las juntas generales, No toman parte en la administracién, no representan 4 la sociedad en sus relaciones con un tercero (lo cual produciria un peligroso dualismo entre ellos y los ad- ministradores), pero tienen un ilimitado derecho de vi- gilancia sobre todas las operaciones sociales, con el fin de precaver los abusos y remediarlos antes de que lleguen 4 ser irreparables. Al principio los nombra la junta general constitu- yente en nimero de tres 6 cinco, con dos suplentes, y luego se renuevan 6 confirman cada afio en junta ge- neral ordinaria. Deben establecer la forma de fos ba- lances, examinar los libros de la sociedad, hacer im- trir & las juntas en que se reduzca 6 aumente, 6 en que se trate de la modificacién 6 dizolucién de la aociedad.—En ningin caso podré eer menor de las dos terceras partes del numero de los primeros, y de las dos terceras partes del valor nominal de! se- gundo.—Los administradores podrén cumplir desde luego el acuerdo de reduccién, tomado legalmente por la junta general, i el capitel efectivo restante, dewpués de hecha, excediere en un 7% por 100 del importe de las deudas y obligaciones de la com- pafiia.—En otro caso, ls reduccién no podra llevarse & efecto hasta que ge liquiden y paguen todas lag deudas y obligaciones pendientes 41a fecha del acuerdo & no ser que la compaiiia obtu- viere ¢] consentimiento previo de aus acreedores.—Para la ejecu- cidn de este articulo, los administradores presentarén al juez 6 tribunal un inventario en el que se apreciardn log valores on car- tera al tipo medio de cotizacidn del ultimo trimestre, y los in- muebles por la capitalizacién de sus productos segin el interés legal del dinero (art. 168, C. E.}—(N. pg T.) POR C. YIVANTE 141 previstes y frecuentes arqueos de la caja, de la carte- ra; revisan el balance presentado por los administra- dores y dan cuenta de él 4 la junta general; pueden intervenir en las reuniones de los administradores y convocar 4 junta general cuando Jo estimaren necesa- rio. Concurren con los demas administradores 4 susti- tuir provisionalmente al administrador que falte (ar- ticulo 125); aprueban los acuerdos de los administra- dores cuando éstos disienten entre si, 6 hay conflicto de intereses entre alguno de ellos y la sociedad (ar- ticulo 150). Bibliografia: Véase la del nimero 27. 37. DIsOLUCION ¥ LIQUIDACION (articulos 189-218), —Transcurrido el tiempo y realizada la empresa para que fué constituida, la sociedad se disuelve natural- mente como estaba previsto en el contrato social, Pero, otras causas pueden anticipar su disolucién; la imposibilidad de conseguir el propdsito social, la pér- dida completa del capital, el acuerdo tomado por un numero de socios que representen por lo menos la mi- tad del capital (art. 158), la quiebra de la sociedad, su fusién con otras que la absorban y en las cuales desaparece. Sin embargo, de la disolucién, continia existiendo la sociedad y entra en el periodo de la liquidacién. A la tarea de los administradores que ejercian activa- mente el comercio, sucede (como vimos en las compa- filas mercantiles colectivas), la de los liquidadores, los cuales no pueden acometer nuevas empresas, sino tra~ bajar solicites en cobrar los créditos, pagar los débi- tos 4 medida que vencen y convertir en dinero el pa- trimonio social (*). Durante este periodo los liquida- (*) Art. 228, C. E. 142 DERECHO MERCANTIL dores administran los negocios de la sociedad bajo la vigilancia de los sindicos, la representan en el exte- rior, defienden sus razones en juicio, convocan 4 junta general, forman el balance auual; y, por consiguien- te, hacen el balance ultimo indicando qué suma co- rresponde 4 cada accién en el reparto del activo. Si Jos socios no apelan 4 la autoridad judicial reclaman- do contra el balance, entiéndese aprobado éste en breve plazo y se reparte el fondo social entre los so- cios (*). {*) Articulos 292 y 233, C. R.

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