ROA
| Revista del Oeste de Africa
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1990Revista del Oeste de Africa
Revista del Oeste de Africa 9 (Octubre 1990)
Contenido
Homenaje a Secundino Delgado
Secundino Delgado:
Un sueno
Manuel de Paz Sanchez:
Nuevos documentos sobre Secundino Delgado
Presentacién
El periddico ;Vacaguaré!...
Documentos del expediente militar
Partida de bautismo
Censura de El Guanche
Africo Amasik:
Apdrtate, Afiaterve (Secundino y el Modernismo)
Pablo Quintana
Elperiddico ‘;Vacaguaré!.’.Revista de cultura y literatura editada por el
CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS
La Laguna-Las Palmas
Depésito Legal: Tf 1985/736
Fotocomposicién:Benchomo
FotomecanicaCONTACTO
Imprime: Ingréfica SCL
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Director: Pablo Quintana
Editor Literario Africo Amasik
Direccién para correspondencia
Apartado 119-Taco.Tenerife.Islas Canarias
Editor Técnico y Distribuidor:Céndido Hernandez Garcia
Teléfono: 922/65 04 29
Revista del Oeste de Africa
Homenaje aSecundino Delgado
En este pafs joven o colonial que nos tocé, las revistas culturales
posteriores a 1976 han sido subvencionadas cémodamente. Simpatizar
con esa pagadora policfa cultural ha excluido de la comunicaci6n escrita
algunas de las asunciones mds apasionantes de la imaginaciénidiomdatica
de los canarios. La imagen de Secundino Delgado ha sido sin duda una
de esas asunciones. Si todas las revistas subvencionadas han venido
silenciando a Secundino, conviene que alguna revista cultural inde-
pendiente pueda salvamos de tal silenciamiento. El mismo nombre de la
ROA puede ser tftulo y garantfa de independencia.
El Modemismo canario no puede entenderse excluyendo la imagen
de Secundino Delgado, del mismo modo que no puede entenderse el
Modemismo en Cuba 0 en nuestra América excluyendo la imagen de
Mantf. Sabemos que a Martf Espafia lo excluyé de sus libros, durante
decenios, como un filibustero infame. El Modemismo es una €poca clave
de nuestra biograffa literaria y no literaria porque entonces se fija el
horizonte de nuestra imaginacién idiomAtica en sus cuadrantes decisivos.
Si no conocemos 0 reconocemos a Secundino Delgado, los canarios de
nacién no podemos conocemos ni reconocemos bien a nosotros mismos.
No s6lo porque a la sombra del manzanillo metropolitano no se
permitfan tales guatatiboas, sino porque ni siquiera sabfamos el dfa que
nacié Secundino, el centenario de su nacimiento en 1967 pasé sin ira y
sin gloria. Con el deseo de que el 75 aniversario de su muerte fuera
distinto, en su introduccién a Vacaguaré, la novela autobiografica de
Secundino, escribfa A frico Amasik: ’Desde las tempranas fechas de abril
a junio de 1986 estan esperando los varios tomos de su Obra completa
que Benchomo querfa ofrecer a la tafaska del 75 aniversario en 1987.
Ojal4 seamos libres cuando celebremos la tafaska del centenario el afio
2012.’ Benchomo no pudo cumplir ese proyecto; y tampoco esta ROARevista del Oeste de Africa
0 Revista del Oeste de Africa pudo celebrar el 75 aniversario, como
tenfamos pensado sus amigos. Hoy sabemos que ha sido preferible la
espera e ir preparando la edicién de su obra completa para el 125
aniversario de su nacimiento, en 1992, El estudio de su vida y de su obra
puede ofrecemos atin hallazgos sorprendentes. Algunos de ellos los
publica hoy en primicia triunfante nuestra ROA, que amplfa su habitual
seccién secundinista hasta el homenaje.
Asf la imaginacién idiomatica de los canarios acrecienta la memoria
ylaalegrfadel yo nacional que nos reine como gente que no quiere seguir
siendo dispersada por el desmemorie ni por la ventisca verbal de los
norteros. Viva la naci6n canaria.
del Oeste de Africa
Da
Secundino Delgado
Unsueno
— {Qué pretendes, insensato?
— Entrar.
— {Sabes que hay mds de cuatro siglos a nadie le es dado penetrar
los umbrales que cubre esta tenebrosa cortina?
Lo sé. Mas quiero entrar.
{Sospechas lo que existe detras de ese misterioso y tétrico man-
Nada sospecho. Veo.
{Qué puedes ver...?
— Unespléndido sol que da luz vivificante a siete doradas estrellas,
que si hoy est4n opacas es a causa de esa malhadada sombra, que tui te
empefias en custodiar.
— {No ves nada mAs tras de ese obscuro tel6n...?
— Sf; cabe un rfo de sangre, veo victimas, trozos de lanzas, hondas,
cadenas, restos humanos que sirven de alimento a reptiles, y un adoles-
cente, quien sostiene enhiesta una bandera donde leo: SIGLO XX. JUS-
TICIA.
— (Y te empefias en violar la ley del fuerte penetrando en el umbral
sagrado...?
— Desprecio la ley del fuerte. Entraré.
— {Sabes que la maldicién y el desprecio de la generacién presente
caeran sobre de ti...?
— He dicho que quiero entrar.
— {Que hasta tu propia familia se cubriré el rostro avergonzada de
tu locura o tu audacia...?
—No me impona. Quiero entrar.
— {Que el olvido ser el premio a tu osadfa...?
—No quiero galardén; no quiero nombre.
— {Ignoras que sirvo de modelo a la generacién presente y no puedo
consentir el mal ejemplo...? jSi supieras quién soy, obedeciendo, no
labrarfas tu desgracia y la desdicha de tus hijos!Revista del Oeste de Africa
—jAparta, Afiaterve! ;Té conozco y te desprecio!
— Detente joh, mortal!, y escucha un momento més: lo que pretendes
se llama crimen, que pagards con un mar de lagrimas. j Vivirds en horrible
martirio; y en la mayor desesperaci6n, jams oirds la voz consoladora
del amigo ni sentird tu mejilla el pafiuelo de una hija que enjugue tu triste
y solitario lanto...!
— {Déjame franco el paso, Iscariote...! | Detras de esa ligubre cortina
est4 mi deber, y éste, sobre todas las cosas del mundo!
— |Desdichado...! ;Caerd sobre ti la perfidia, la calumnia, el martirio
yel olvido...! jEn el sol que vislumbraste, morirds como la mariposa en
Ta luz!
— Morir de cara al sol no es morir. Si yo me abrazo en aquel fuego,
td también perecerds, pero en tinieblas como el repugnante murciélago.
—No puedo més; he cumplido mi misi6n... ;Entrards...?
— Yo cumpliré mi deber entrando.
— Sea... ti lo has querido.
— jOh, Dicha...! jRota la higubre cortina...! |; Adiés, traidor...!!
*
**
jAl suplicio! — exclamé el Gobierno.
jProfanacién! — dijo la Iglesia.
jBandido! — afiadié el Comercio.
jLoco! — continué la muchedumbre.
iSilencio! — exclama la Historia.
A este tiltimo grito desperté sobresaltado y mirando alrededor de mi
Jerg6n recordé que estaba en una celda de la Carcel Modelo de Madrid.
Mayo 17 de 1902.
Revista del Oeste de Africa
Manuel de Paz Sanchez
Nuevos documentos
sobre Secundino Delgado
PRESENTACION
Este trabajo de compilacién constituye, en primer lugar, una pequefia
entrega documental de una investigacién, que pretendemos bastante mds
amplia, sobre determinados aspectos de las relaciones entre Canarias y
Cuba enel contexto dela denominada crisis finisecular . Eneste sentido,
€s nuestro propésito publicar en préximas fechas sendas antolog{as de
dos representantes sefialados de la didspora islefia: Manuel Femdndez
Cabrera (1885-1918) y Luis Felipe Gomez Wangiiemert (1863-1942),
asf como un estudio sobre el personaje que aqu{ nos ocupa, Secundino
Delgado Rodrfguez (1867-1912), que se encuentra en fase avanzada de
realizaci6n. En segundo término, al hacer publicos estos materiales,
atendemos con gusto la sugerencia del editor de esta ROA, de cara a
contribuir al conocimiento de nuestro pasado hist6rico mediante la
aportaciénde fuentes inéditas” acerca de un fenédmeno que, en los tltimos
tiempos y por diversas circunstancias cientfficas y socio-polftico-cultu-
Tales, ha interesado a un buen nimero de estudiosos y profesionales de
la historia.
En efecto, aunque parece cierto que la historia del regionalismo, del
autonomismo y, particularmente, del nacionalismo canario est4 todavia
por hacer, también es verdad que no han faltado diversos estudios
parciales, especialmente durante la ultima década.
En mayo de 1978, el profesor Julio Hernandez Garcfa llamo la
atenci6n, en su tesis doctoral acerca de la emigraci6n canaria decimon6-
nica que se publicarfa tres afios después, sobre la destacada participacién
de los islefios en las luchas por la emancipacién cubana, y, al mismo
tiempo, apunt6 el reflejo que tales acontecimientos tuvieronenla realidad
insular, dando origen, ademés, al "independentismo canario en Améri-
ca”, con publicaciones periédicas tan significativas como El] GuancheRevista del Oeste de Africa
(1897) caraquefio de Secundino Delgado Rodrfguez. Este personaje
singular fue biografiado de manera irregular pero extensa y por vez
primera por el estudioso Manuel Sudrez Rosales”.
Por estas mismas fechas, Oswaldo Brito Gonzdlez y Julio Hemandez
Garcfa realizaron un estudio preliminar y reeditaron la obra autobiogr4-
fica del propio Secundino Delgado: ;Vacaguaré?
Con posterioridad, diversos autores han tratado, directa y parcialmen-
te, tanto la figura objeto de estos materiales cuanto los avatares histéricos
del nacionalismo canario, al que Delgado est4 indisolublemente unido.
Eneste sentido, pueden mencionarse los trabajos de Galvan Fem4ndez’,
con abundancia de fuentes periodfsticas; de Agustfn Millares Cantero,
quien define a Secundino Delgado: "quiz4s, mds que el abanderado del
independentismo islefio, haya sido el primer autonomista consecuente de
nuestra historia"’, aunque Luis F. Gémez Wangiiemert también fue uno
de los primeros, y no por influencia de Delgado; de Juan Hem4ndez
Bravo de Laguna, que analiza en un interesante artfculo el entomo
socio-polftico delnacionalismo canario’; de Pablo Quintana, que plantea
algunas reflexiones en el contexto del modemismo literario islefio”, y de
don Francisco Morales Padron, que destacé las vinculaciones americanas
del fenémeno .
Ahora bien, junto alos enfoques y alas tendencias metodolégicas més
o menos afines, se hace preciso, como en todo trabajo historiografico,
aportar el mayornumero de materiales inéditos 0 escasamente conocidos
que sea posible. Y esta realidad parece tanto més cierta, cuanto sobre
Secundino Delgado Rodrfguez desconocfamos, hasta el presente, datos
tan elementales como su misma fecha de nacimiento: en la santacrucera
calle de San Lucas y en la tarde del 5 de octubre de 1867". E ignordba-
mos, también, el contenido de documentos tan presumiblemente funda-
mentales para nuestra historia contempordnea como el periddico ;Vaca-
guaré!..., cuyos ejemplares de sus cuatro Ginicos nimeros desaparecieron
-casi por ensalmo - desde los tiempos en que don Luis Maffiotte public6,
en 1905, su famoso y clasico cat4logo de la prensa canaria “ Y, a fuer
de parecer inmodestos, tampoco sabfamos, hasta hoy, la dindmicaintema
del enjuiciamiento de Secundino Delgado Rodriguez que, de paso, arroja
luz sobre sus actividades revolucionarias en la Perla del Caribe, pero,
sobre todo, nos muestra la realidad del proceso en sf mismo, lejos de toda
mitificaci6n’~. En este episodio histérico, en fin, unos hombres, sus
Revista del Oeste de Africa
actores, interpretan un muy distinto papel pero estén ligados por un
"sfndrome" comin, el "sfndrome de Cuba", porque las autoridades
militares que reabren una causa que ya estaba prdcticamente sobresefda,
toman sus decisiones - incluso precipitadas - ante el temor (al menos
asf parece) de que enlas Islas cundiera un fenémeno remotamente similar
al cubano, pues como dirfa el periddico madrilefio El Ejército Espafol,
en una serie de art{culos publicados a rafz de la designaci6n (1 899), para
regir los destinos de la Capitanfa General, del General Bargés:
Las Canarias, abandonadas en las inmensas soledades del Atléntico son un
tesoro en despoblado, expuesto a todas las codicias, acicale de grandes e
inresistibles tentaciones. Es el resto de nuestro patrimonio colonial, lo que afin
nos queda como prueba de que un dia fuimos grandes y poderosos, y paseamos
la bandera de la civilizacién por todos los paises y por todos los mares del mundo,
evando el esfuerzo de nuestras armas a todos los climas, a todas las latitudes.
Tal como estaban hasta aqu{ las Canarias no podrén continuar. Hallébanse
antes en posicién central en nuestro imperio, entre la Peninsula y las Antillas:
hoy han pasado a ser frontera, limite extremo de nuestra influencia y nuestro
poder. Hay, pues, que salvaguardarlas.'*
Y uno de los textos ideolégicos de ;Vacaguaré!... - "Por la Autono-
mfa" - se expresaba en los siguientes términos:
¥ decimos que no somos separatistas porque tenemos a la vista el ejemplo
cegoista de que han dado pruebas algunas naciones; y es claro que, huyendo de
tuna anexién infame, nos conformemos con la proteccién y el carifio de la nacién
que conquistara a nuestra patria y que lleva el mismo idioma, religién, etc.
La siguiente serie de documentos inéditos se presenta en tres partes.
Enla primera, los artfculos mas representativos del periédico iVacagua-
ré!... En la segunda, trece documentos significativos del expediente
militar de Secundino Delgado. Y en la tercera, seis documentos que
prueban la censura impuesta sobre El Guanche.Revista del Oeste de Africa
1 Que de alguna manera también se inscribe en el Proyecto de Investigacién,
subvencionado por la CICYT: "La masonerfa y la pérdida de las colonias: Cuba".
2 Expreso mi agradecimiento al colega Manuel Heméndez Gonzélez, coparticipe
en el Proyecto de investigacién antes citado, y al doctorando José A. Sanchez Mederos
por su colaboracién en la consecucién de los materiales objeto de estudio.
3 _J. Hemindez Garcia, La emigracién de las Islas Canarias en el siglo XIX,
Excmo, Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas, 1981, pp. 476-487.
4M. Suérez Rosales, Secundino Delgado. Apuntes para una biografia del padre
de lanacionalidad canaria, Coleccién Benchomo, La Laguna, 1980. Este autor también
ha publicado otro trabajo de sintesis sobre el mismo personaje: Secundino Delgado. Vida
¥ obva del padre del nacionalismo canario, Cento Hela Culture Popular Canaria, Santa
Cruz de Tenerife, 1986.
5S. Delgado: /Vacaguaré! (Via Crucis) por Antonio Rodriguez Lépez (pseudéni-
mo; nombre del célebre literato palmero autor de la leyenda titulada Vacaguaré!),
edicién facsimil, Introduccién de O. Brito y J. Hernéndez, Coleccién Henchomo, La
Laguna, 1980.
6 _F. Galvin Ferndndez, Burgueses y obreros en Canarias (Del s. XIX al XX),
Sectetariado de Publicaciones dela Universidad de La Laguna, 1986, pp. 337-358. Teste
doctoral del autor, lefda en 1982.
7 A. Millares Cantero, "La politica en Canarias durante el siglo XX (Anotaciones
para su estudio)", en VVAA, Canarias Siglo XX, Edirca, Las Palmas, 1983, pp. 7-68, la
cita en p. 32. En colaboracién con el aulor de este articulo comenzamos nosotros la
reparacién de un estudio sobre el nacionalismo canario, hacia 1981, que - desafortuna-
damente -no pudo ultimarse. "
f. J, Heminder Bravo de Laguna, "El nacionalismo canario: su entomo social y
litico” en F. Heméndez y F. Mercadé: Estructuras sociales y cuestién nacional en
Erpana, Ed. Ariel, Bareclona, 1986, Bp. 395-435.
9 Ver su estudio preliminar a la obra de Calicrates Temisdemos (Melitén Gutiérrez
Castro), Las incognoscibles, Bd. Benchomo, Santa Cruz de Tenerife-Las Palmas, 1985,
pp. 7-40.
10 _ F. Morales Padrén, "El nacionalismo canario y sus vinculaciones con América”
en F. Morales Padrén, Director, Canarias y América, Gela, S.A., Espasa-Calpe, Argan-
tonio, Madrid, 1988, pp. 171-180.
11 Data éste que e propio Secundino Delgado parece ignorar en més deuna ocasién,
Pero, tambien es cierto que dadas sus actividades y su nacionalizacién cubana, parece
igico que tratara de entorpecer las posibles investigaciones sobre su origen.
32 L. Maffiotte, Las periédicos de las Islas Canarias. Apuntes para un catdlogo,
"Biblioteca Canaria”, volumen tercero, Madrid, 1905. Conselacién a ;Vacaguaré!... dice
este autor: "Periddico autonomista, de noticias e intereses generales. Laguna de
Tenerife: Imprenta de La Laguna.
Semanario que principié el 30 de enero (de 1902), fundado por D. Manuel Déniz
Carballo y dirigido por D. Secundino Delgado.
Sélo publics cuatro nimeros, siendo su director reducido a prisin y trasladado ala
Cércel Modelo de Madrid de orden de las autoridades militares" (p. 53, niimero 384 del
Gatélogo). Ahora sabemos que el peri6dico salié una semana antes, el 23 de enero de
13 Toda la documentacién, as{como el periédico ;Vacaguareé!..., se custodia en el
Archivo General Militar, bajo diferentes signaturas que se explicitarén en nuestro trabajo
monogrifico de investigacin, ya anunciado.
M4 Algo sobreel eército territorial de Canarias, antiguo real cuerpo de las milcias
canarias, Imp. Garcia Cruz, Santa Cruz de Tenerife, 1907, p. XI.
15 "Por la Autonomia”, ;Vacaguaré!.... n° 1, La Laguna, 23 de enero de 1902, p.
1. Anticulo publicado en esta ROA.
Revista del Oeste de Africa
eBSIPAD 4
ec
Elperiddico ‘; Vacaguaré!...
. Orech
Dos palabras al pueblo canario l=
Todos los periédicos, al aparecer en el estadio de la prensa, exponen,
por lo general, en artfculo de fondo, aquellas ideas y proyectos a que
habrén de someter su Ifnea de conducta. Puntualizan su programa.
Nosotros no podemos seguir esa inveterada costumbre, dado que,
siendo nuestro tnico mévil recabar para este querido Archipiélago LA
AUTONOMIA, nos es muy diffcil puntualizar nuestro programa...
jA tanto estamos llamados los hombres de honor, por conseguir el
yernos cobijados por el hermoso manto de la sagrada libertad!
Pero, hablando en términos generalfsimos, diremos:
Que estamos dispuestos a todo; que nos importaré muy poco la
vocinglerfa en nuestra contra de Ja caterva garrula de esos politicastros
de oficio y de esos hipécritas cuanto mediocres patriotas que, pro pane
lucrando, hacen de su capa un sayo; que defenderemos nuestro nobilfsi-
mo ideal con 1a dignidad de los hombres honrados, sin apelar a subter-
fugios y sin pensar en promover mds revoluci6n que aquélla que leva al
fondo de los corazones el amor a la patria, lleva al cerebro ideas de
regeneraci6n, bienestar y progreso, y hace levantar en el fondo del pecho
un altar a la inmaculada Justicia, que nuestro periddico, aunque vea la
luz publica en esta isla de Tenerife, no es un periddico tinerfefio, sino un
periédico CANARIO; que todos los desmanes, todos los errores, todas
las injusticias que en nuestras Islas se realicen, sea donde sea,en on
villa, pueblo, villorrio o caserfo, todo lo haremos puiblico, sin temores de
ninguna especie; que anhelamos el bienestar que por derecho y ley
natural corresponde disfrutemos los hijos de estos siete hermosos pefio-
nes, y que tras ello marcharemos, puesta nuestra confianza en la aoe
que nos asiste, y en la indubitable creencia que tenemos de que no habr:
un solo canario honrado que no secunde la misién que nos hemos
impuesto...
Ofrecimos tan s6lo dos palabras.
Nada ms, pues, por ahora.
f : 1
Pueblo de las Islas Canarias... Viva nuestra Uae PB CGIONRevista del Oeste de Africa
Saludo
Se lo enviamos muy cordial a la prensa, tanto regional como a la
dems de Espafia y América, al mismo tiempo que la manifestamos que
jVACAGUARE...., al aparecer a la vida publica, adems de dedicarse a
la propaganda y defensa del ideal autonémico, est4 dispuesto a apoyar
cuanto pueda redundar en beneficio del Archipi¢lago canario, venga de
donde viniere y sea cualquiera quien lo inicie, asf como no dejar4 pasar
sin censura todo aquello que a juicio de sus Redactores, sea censurable
por lo perjudicial e indigno.
Por la Autonomia
Por este ideal venimos a la lucha, dispuestos a cumplir un deber que
nos manda nuestra rectitud de conciencia y nos impone la salud de la
patria.
Firmes en nuestros principios, convencidos de que s6lo la Autonom{a
Salvard este Archipiélago de la nauseabunda polftica que envilece a
nuestro joven pueblo, hemos decidido ponernos de frente contra todos
los enemigos de Canarias, despreciando los peligros y acechanzas de los
viles.
Es Canarias nuestra patria y todo sacrificio que arrostremos en su
defensa nos servird de satisfaccién {ntima, que la Historia nos ha dicho:
la cicuta en labios de patriotas, tiene el sabor del néctar divino.
Ast, pues, vano ser que los enemigos nos Ilamen separatistas porque
aspiramos a un nuevo régimen de gobiemo para estas Islas, régimen que
Jo proclaman el baldén de la conquista, su propia historia, su libre
situaci6n geogrfica, el cardcter apacible de sus hijos, su laboriosidad y
el grado de cultura a que han Ilegado gracias a su propio esfuerzo yno
obstante las trabas gubernamentales que sobre ellos pesan.
Y decimos que no somos separatistas porque tenemos a la vista el
ejemplo egofsta de que han dado pruebas algunas naciones; y es claro
que, huyendo de una anexién infame,nos conformemosconla proteccién
y el carifio de la nacién que conquistara a nuestra patria y que lleva el
mismo idioma, religién, etc.
Revista del Oeste _de Africa
Sabido es la repulsi6n instintiva que siente todo canario, tal vez por
herencia moral de sus abuelos los guanches, ante laidea deser dominado
por otra raza, y esta comprobada repulsi6n es la prueba mas fehaciente
que tenemos para oponer a los que maquiavélicamente nos denominan
separatistas. r 4
Pero, asf como ingenuamente decimos con sencillez y franqueza el
por qué no somos ni podemos ser separatistas, entienda el Gobierno que
Ja idea autonémica tiene rafces en el coraz6n de este pueblo canario, no
ya por la época y el ejemplo que le da Ja Historia, sino por el trato
‘constante con otros pueblos tan libres como cultos.
a
Existe en este Archipi¢lago un pueblo nuevo que, _aletargado, ha
vivido sin ideales y, como quiera que este perfodo es insostenible en
pueblos jévenes, incapaz de caer en Ja degradacién y concupiscencia,
pantano propio para las razas degeneradas y caducas; este pueblo, por el
contrario, ha de levantarse decidido con vehemente pasion en pro de este
nuevo ideal que ha de salvar a las Canarias y curaré la herida que siente
en el coraz6n producida por los desaciertos y decepciones de un sinnti-
mero de gobemantes ineptos 0 degenerados.
*
‘reemos que ha Ilegado el dfa para Canarias de no preocuparse poco
ni a ‘“ Ib sertiercia de Espafia, quien indiferente, se deja devorar
por su Gobierno, sino que més practica que ayer, conociendo sus méritos
y contemplando su m{sero estado, convencida que no es una porciénsino
una posesi6n de otra, se ocupard de s{ misma y con la energia legal que
da el derecho, reclamard una Autonom{fa que la honre y que la leve a la
meta de las aspiraciones dignas de los que quieren verdaderamente vivir.
Son éstos los consejos que nos da el siglo xXya ellos nos atenemos
sin que nos preocupe la critica de los Iscariotas, el cadencioso vaivén deRevista del Oeste de Africa
los indiferentes, la charla afeminada de los eunucos, ni 1: ini
es, 5 a opinién
retrograda y disparatada de la primera pluma canaria.
Estos representan el ayer, nosotros somos el mafiana; siem|
s er, i pre el ayer
pretendié barrer y fue barrido, ésta es ley infalible. ‘
Hemosllegado al siglo de las grandes luchas y las antiguas e hist6ricas
eae tomardn parte en las transformaciones de que viene Prefiado
el siglo.
cen serén los que no vean el despertar de un nuevo dfa y m4s ain
aquéllos que obcecadamente traten de detener las ruedas pot
carro del progreso. peau
Convencidos nosotros, los autonomistas, de esta verdad infalible.
luchamos tranquilos en espera de mejores tiempos. ;
; Estamos. convencidos de que nuestro pueblo s6lo siente con yehemen-
cia y amor a esta bella tierra y, aunque sin darse cuenta haya dicho por
mistificacion lo contrario, ha legado el dfa del despertar,
La variedad del tipo, de caracteres, de costumbres, de inclinaciones
y de edad, entre este Archipiélago y la Metr6poli, bien nos lo prueban,
aun cuando se obstinan en negarlo algunos espfritus acomodaticios y
fi
PI
Réplica
4 Haciendo un Paréntesis en la campafia que en pro de la Autonom{a
oa Archipiélago, ha emprendido desde el apreciable colega Las
een de ae el conocido escritor y pundonoroso militar don
nai i guilar, este sefior ha publicado un bien meditado artfculo
aa aes contestar alo dicho por don Juan Bethencourt y Alfonso,
a to de Tenerife, en.un escrito que titulaba Contestacién obliga-
y de cuyo trabajo nos proponfamos nosotros Ocupamos en otro que
Sustosos retiramos para dar cabida al del Sr. Ruiz Aguilar, que creet
que los lectores leerdn con satisfaccién. : oF
Revista del Geste-de Afri¢a
o
Ya es hora tint
orecr
Ha legado el momento que esta regi6n, en correcta forma, reclame
Jos derechos que le corresponden, como a todo pueblo que ama con
verdadero ardor su dignidad y marcha por la senda de la libertad y del
progreso, sin que por eso se entienda que quiera romper: los vinculos que
tiene con la metrépoli, pues el medio més adecuado para conseguir tan
nobles y justas aspiraciones no es otro que el recabar su Autonom{a a la
cual tiene perfecto derecho, por diversas razones.
En primer término, que si en varias provincias de la Penfnsula, se han
extendido con vertiginosa celeridad los principios autonémicos, entre las
cuales se encuentran las que componen el principado de Catalufia, las
Vascongadas, y algunas del Mediodfa, la mayorfa de las cuales, si bien
tienen algunos caracteres, que no son comunes a las dems provincias,
que forman parte de una naci6n que tiene marcados y definidos sus
Ifmites y que constantemente han combatido unidas contra enemigos
comunes (cuyas ideas han sido propagadas no hace mucho tiempo por
toda la Penfnsula por el Jefe actual del partido Conservador), pues si las
precitadas regiones tienden a obtener sus Autonomfas, ,qué razones
existen para que la provincia de Canarias no pueda alcanzarla, estando a
gran distancia del resto de la Nacién a la cual s6lo fue ligada por el
barbaro derecho de conquista y que su comunidad hist6rica s6lo data de
unos 410 afios?
En segundo término, porque a semejanza de lo que sucede dentro de
Ja esfera del Derecho Civil, con la tutela que se establece por ministerio
de ley para aquellos individuos que, por su falta de edad 0 que por: alguna
circunstancia del orden fisico o moral, se encuentran imposibilitados para
administrar sus bienes y resolver los arduos problemas de la vida, y que
carecen de familia, se les nombra entre las personas de més respetabilidad
un tutor, que en tal circunstancia se denomina dativo, para que cumpla
con la persona puesta bajo su guarda y cuidado, como un buen padre de
familia, es decir, para que le administre honradamente su peculio, le dirija
por el buen camino y le eduque, sino lo est4, con arreglo a su fortuna.
Quien podrfa tener alguna parte buena y justa [falta una Ifnea] el infun-
ado y odioso derecho de conquista, y si al ser ocupado un determinado
“ territorio, por cualquiera de las naciones que de cultas se consideran, sélo
fuera con el noble y filantrépico fin de ejercer esa tutela paternal sobreRevista del Oeste de Africa
los habitantes del mismo para extender entre ellos la cultura y sacarlos
de la deplorable situacién en que se encuentren, aunque en ello le guiara
algiin interés comercial dejéndolos después en cierta libertad, desde el
momento que éstos se pudiesen gobemnar por sf mismos, desapareciendo,
por tanto, esa tutela, quedando como vinculo de uni6n entre ambos, la
lengua, religién, solidaridad de intereses y ciertas y determinadas leyes,
‘vinculos que a medida que el tiempo transcurriera, se irfan fortaleciendo.
Pues de no ser asf, resultarfa que en lugar de realizarse una obra digna
de encomio por la naci6n que se ha aduefiado del dicho territorio, se
habrfa ejecutado un verdadero despojo sometiendo a sus habitantes a la
acci6n de leyes que son de todo punto injustas y que no son de inmediata
aplicacién para los mismos, toda vez que no son emanadas de sus
legftimos representantes, y que no tienden a realizar beneficiosos resul-
tados para ellos.
Si produce intensa indignacién que a un hombre en la plenitud de su
edad y que no concurra en él ninguna circunstancia para estar sujeto ala
acci6n tutelar de otro hombre, se le someta a él, 0 que continte bajo la
férula del mismo, después de haber fenecido los requisitos que son
necesarios para que el tutor funcione; més puede, més intensa y mds
imponente ser la protesta que puedan lanzar todos los habitantes de una
regi6n, al ver que encontrandose en condiciones de gobemarse por sf
mismos sin necesidad de tutores, la nacién que domina sus lares patrios
no quiere concederles el derecho de gobemarse por sf, dejando sélo un
lazo, de solidaridad, que les ligue para su propia conservaci6n y progreso,
pues lo que demuestra es que s6lo quiere tener un poder injusto y
despético sobre los mismos con lo cual perder4 poco a poco las simpatfas
de todos ellos, y se expone a que se rompan los vinculos que los unen de
una manera ficticia.
Ahora bien, nosotros creemos que los hombres que estén al frente del
Gobiemo nacional se compenetrarén de nuestras justas y fundadas
aspiraciones, en las cuales no existe tendencia alguna antiespafiola, sino
por el contrario, lo que deseamos es que por medio de la autonomfa no
se debilite el espafiolismo de esta provincia y que acabe de una vez para
siempre el funesto caciquismo que al presente aniquila a este Archipié-
Jago, con sus latrocinios en todo cuanto se refiere a la Administracién
publica.
SERDETO
Revista del Oeste de Africa
Al Sr. Zenjime, salud
Aparece el ; VACAGUAREI..., y tiene el gusto de saludarle.
Por éste, nuestro primer numero, ver4 usted que no aspiramos a
ninguna otra cosa que no sea a lo justo, lo Iégico, lo que un pueblo
reclama, y los tiempos, guiados porlos principios de la Libertad, que son
los mismos que los de la Civilizaci6n, exigen sea levado al terreno de la
practica.
Y que conste que en los demAs numeros de este periédico no segui-
remos otra pauta de conducta distinta a la que, desde éste, nos hemos
trazado. Somos y seremos fidelfsimos a nuestro programa.
Y nuestro programa no entrafia mAs que la consecucién de la Auto-
nomfa de las Canarias.
Ya ve usted que no tiene por qué alarmarse.
La Ley declara mayores de edad a los individuos de 23 afios.
Es justo que a los pueblos se les conceda el administrarse y demas
beneficios de aquella mayorfa, después de mds de cuatrocientos afios que
no la han disfrutado.
Con que, salud, sefior Zenjime.
En pro de la Autonomia
Perdié Espafia su dominacién en Cuba porque los gobemantes que
padecemos no quisicron concedera la hermosa Antillala Autonom{a que
solicitaba con angustioso acento; tan angustioso que ms bien parecfa la
voz plafiidera del ndufrago en demanda de auxilio.
Con la pérdida de aquella colonia, explotada ignominiosamente por
tirios y troyanos, se hundié nuestro crédito moral y material: semalgast6
el dinero de Espafia, murieron hombres, capitularon las tropas, fueron a
pique los barcos y la hecatombe se reprodujo en Puerto Rico y Filipinas,
donde habfa odios concentrados y ansias de libertad.
Cuba, ejercitando el derecho de peticién, reclamaba de los poderes
Puiblicos un cambio radical en cuanto al sistema de gobiemo se referfa,
y este cambio en sentido autonémico hubiera evitado infinitas desgracias
a Espafia.Revista del Oeste de Africa
Revista del Oeste de Africa
Puerto Rico, amarrado a la cadena de una servidumbre que abomina-
ba, aunque sumiso por visible impotencia, sufrié hasta el Ifmite y cuando
no pudo mds, cuando la isla hermana ardfa en feroz guerra, alz6 bandera
de rebelién también, dispuesta a emanciparse de una tutela enojosa.
Filipinas, aniquilada por frailes y empleados venales, sujeta al yugo,
esclava de los tiranos, se sublev6 igualmente.
Estas islas, en fin, dieron entrada alos yanquis (alos libertadores, que
decfan los rebeldes) ganosas de cambiar de amo (aunque no de esclavi-
tud) y con la esperanza de obtener por ese medio alivio para sus penas,
el progreso y la libertad para todos.
Si los gobiernos espafioles hubieran otorgado a aquellos pafses la
Autonom{a, no nos hubieran combatido con las armas en la mano, ni
fuera hoy tan triste la suerte de Espafia, ni merecerfa tan pobre concepto
alos extrafios.
Ahora bien; Canarias, como provincia que cuenta con elementos
propios, necesita y quiere la Autonomfa.
Debe concedérsenos, pues, que nos gobememos por sf mismos.
Aceptarfamos las leyes que promulgase la Metrépoli (aunque con las
necesarias restricciones en materia econémica). No permitirfamos nunca
que se relajasen los vinculos que nos unen a la madre patria, a nuestra
Espafia querida. Protestamos desde luego contra el cunerismo que pone
en entredicho nuestras cualidades y condiciones. Esos empleados que la
Metrépoli nos manda, serén muy buenos, cumplirdn perfectamente sus
deberes, se distinguiran como nosotros por el amor a la patria; pero 4a
qué vienen aquf? Vienen aquf a ocupar unos puestos que nos pertenecen
por derecho propio, a usufructuar los destinos publicos, a gobemar el
pafs, ni mds ni menos que si los islefios no pudiésemos 0 no supiésemos.
desempefiar esos cargos.
En verdad es irritante y subleva al ms indiferente el espectaculo que
venimos presenciando. El capitan general, hijo del pafs, ha sido relevado
por un peninsular, el gobernador civil es peninsular, el delegado de
Hacienda es peninsular, los altos y los pequefios empleados son penin-
sulares. Aquf, pues, huelgan los canarios. ;Dénde iremos? Y la irrupci6n
aumenta. ,Qué, vamos a continuar siendo esclavos?
Nuestro lema es éste: Canarias para los canarios. Venga la Autono-
mfa, con sus leyes sabias y previsoras, para cl desenvolvimiento de
Revista del Oeste de Africa
nuestro progreso y para obtener nuestra libertad. Es lo menos que
podemos pedir y lo que se nos debe conceder.
jAh! No olviden nuestros gobiemnos lo ocurrido en Cuba, Puerto Rico
y Filipinas.
Iguales causas producen los mismos efectos.
Quien siembra vientos recoge tempestades.
A Emile Gronssard
glgnorancia 0 estupidez?
No acertamos, a pesar de tanto cavilar, qué calificativo de los que
anteceden, merezca un tal Emile Gronssard (un francés que no ha visto
Francia), por la actitud en que se ha colocado para lanzar a la publicidad
su dictamen sobre asuntos autonémicos.
Si la ignorancia es la que fortalece su inteligencia, a fuer de buenos
amigos, le recomendamos la Ret6rica y aquel precepto de Horacio que
dice:
Elegid joh escritores! un asunto igual a vuestras fuerzas...
Porque ambas cosas, es decir, la Retérica y el mencionado precepto,
son savia fecunda, que debe, con rigor, infiltrar el nene Emilio en su
cerebro privilegiado, pues aquélla contiene reglas muy convenientes,
necesarias, precisas para el que aspire al tftulo de escritor.
Pero sies su fuerte la estupidez, enfermedad incurable, cuando se hace
crénica, la que le induce a tratar con tanto desacierto e inexactitud el
autonomismo, entonces le rogamos guarde su brillante péfiola, para
jamés volverla hacer brillar con tan fiilgidos destellos... de barbaridad.
Zarzales innimeros, asperezas sin cuento, encontraré Gronssard en
su carrera period{stica si se aventura a tratar las cosas con entero
desconocimiento de ellas, como acontece con el autonomismo.
Para que los lectores se hagan cargo de lo que dejamos apuntado,
hemos de reproducir algun parrafo de la croniquilla publicada en el
Cosmopolita de Las Palmas, en el nimero 83 de su edicién. Dice asf:Revista del Oeste de Africa
Revista del Oeste de Africa ||
*La Asociacién Obrera de Canarias alidndose con varios elementos
de distintos matices polfticos, est preparando las bases que han de regir
el nuevo partido Autonémico-Canario.”
jPobre chico! |Ha ofdo repicar, pero no sabe de dénde salieron los
taflidos del bronce...!
Porque todos sabemos que la Asociacién no figura ni ha figurado
nuncaen el Partido Popular Autonémico. Este partido se creé a s{mismo,
conlacooperacin de valiosos y desinteresados amigos nuestros, quienes
siguen prestando su apoyo y su honroso concurso con fe ardiente, firme,
inquebrantable.
Tampoco es cierto que compongan las filas del mencionado Partido
elementos de otros de distintos colores.
éNo recuerda el pueblo, que este gran partido, rechaz6 todas las
proposiciones, no con altivez, sino con repugnancia, de los demas que se
humillaron ante sus plantas?
Esto es reciente.
El Partido Popular no quiere ni ha querido adulterarse; no quiere
mixtificaciones que deshonran sus filas, no quiere entes que s6lo procu-
ran el medro personal, el interés egofsta, ni hombres inconscientes y
depravados que serfan estigma infamante para el gran Partido por quien
aboga este periddico; no quiere, en fin, en sus niicleos, tiranos y verdugos
que manchan la Historia.
Y sigue Gronssard:
*En fin, hablar de lo malo que es el autonomismo es igual que predicar
la honradez de los que nos gobieman. Creen los obreros un partido
demécrata que lleve a las cortes un diputado que tenga las mismas
aspiraciones que esa gran masa que lleva el gran nombre de democracia,
y conseguirén el doble de lo que 1a autonomf{a les pueda dar. Un hombre
que se haga eco de las aspiraciones de las Canarias y haga ofr su voz muy
alto en la madre patria, un hombre de esas cualidades, repito, se hace
necesario. Y surgir4, mas Gnicamente form4ndose un nticleo democrati-
co-republicano es como puede ir a las cortes ese hombre.
Revista del Oeste de Africa
‘Orech® 4 i
No soy ni socialista, ni autonomista, ni siquiera mondrquico, por lo
cual no hablo con apasionamiento. Soy lo que deben de ser hoy muchos
si quieren ver a las Canarias y a Espafia muy altas...”
Compara Gronssard a nuestros gobemantes con el autonomismo.
Yo me abstengo de decir si son o no honrados los que nos gobieman.
Pero sf quisiera saber lo malo que encierra el autonomismo. Lo malo,
Jo mAs malo, a mi entender, de cualquier régimen autonémico, es que
estén sus doctrinas, siempre prddigas, revestidas con el manto de la més
estricta y severa justicia.
Del concepto de malo que dice Gronssard sostiene el autonomismo,
se deduce que dicho autor no ha lefdo jam4s obra alguna basada sobre
Jas ideas autondémicas.
Y que escribe, sin saber lo que hace.
Porque {quién que conozca las doctrinas que sirven de base a cual-
quier partido autonomista duda de la veracidad de los grandes beneficios
que aquél reporta a sus pueblos?
Nadie, absolutamente nadie.
Hombres que han ocupado honrosos puestos ministeriales, talentos
preclaros y casi toda la prensa canaria, reconocen que la Autonomfa serfa
para estas Islas fuente inagotable de riqueza, manantial constante que
colocarfa a los pueblos en sus correspondientes jerarqufas.
La Autonomfa no engendra ideas bastardas ni las alimenta.
Antes porel contrario, procura el bienestar de sus pueblos, aboliendo,
paraello, losexorbitantes impuestos, haciendo porlo tanto més levadera
laexistencia.
*
YY vamos a terminar.
Pero antes de hacerlo, daremos un consejito a Monsieur Emile Grons-
sard porque siempre son conyenientes cuando el individuo adolece de
defectos tales como la ignorancia 0 la estupidez.
Sabiendo, como sabemos, que usted tiene hermosas cualidades de
psicélogo (pues algunas veces ha pintado las bellezas del coraz6n huma-
no con singular maestria), le recomendamos esa tarea que siempre es
mds amena, que ocuparse de lo que no entiende.
jVerdad, Emile? :
PEDRO IZA Y ALVAREZRevista del Oeste de Africa
Reyista_del Oeste de Alrica
Oprimiendo no...
En otro lugar de este numero, como verén los lectores, damos cabida
al texto de una proposicién de ley presentada, para su aprobaci6n, en el
Congreso de los Diputados.
Dicho documento, que lo forman diez artfculos, se pondr4 en vigor,
si se aprueba, s6lo con objeto de reprimir los delitos contra la integridad
de la patria; es decir, con el fin de atajar, por medio de una ley barbara,
en demasfa, las corrientes de la época, el deseo del presente de muchas
de las regiones de Espafia, la aspiracién de Catalufia, Vascongadas,
Canarias, etc., que antes que seguir oprimidas y tiranizadas por el yugo
infame del centralismo, a la sombra del cual, sus sostenedores, tantos
crimenes e injusticias han cometido y cometen a diario, quieren disfrutar
de libertad, fuente inagotable de prosperidad y dicha; quieren barrer de
su suelo tanta ignominia y bald6n como el Poder central arroja sobre
ellas; quieren, en fin, lo que legftimamente les corresponde: la Autono-
mfa, de la que disfrutan hoy todos los pueblos de las naciones modemas;
de la que est4n dotadas hoy todas las regiones de los estados cuyos
gobemantes no desatienden las sefiales de la época; de 1a que gozan hoy,
enuna palabra, todas las provincias que forman porciones de los pueblos
cultos y civilizados.
Sf; eso es lo que se pretende conseguir con la proposicién de ley de
que nos venimos ocupando; porque {qué campafia autonémica puede
hacerse, desde la prensa o en reuniones publicas, sin presentar argumen-
tos, sin sefialar los vicios de que adolece el centralismo, sin manifestar
los atropellos de que son victimas las provincias espafiolas?
Ninguna; porque para ello hay que decir verdades; hay que decir claro
y sin rodeos quiénes son los que nos gobieman sin conocemos y sin
sentir, por tanto, nuestras necesidades; hay que decir, repetimos, las
causas por que anhelamos, los que la anhelamos, la libertad de los
pueblos.
Y esto, como es natural, no puede hacerse sin incurrir en alguno de
los delitos coritra la integridad de la patria de que nos hablan los diez
art{culos del proyecto de ley que han motivado estas Ifneas, delitos - si
delitos son los de anatematizar un régimen que, a mds de conducimos
ala ruina, nos ha privado de nuestra honra - que tendremos que cometer
los que tenemos a orgullo llegar hasta el sacrificio, si preciso es, porno
Revista del Oeste de Africa
aparecer, ante el mundo que nos contempla, como cémplices de nuestra
desdicha nacional, y no queremos, por consiguiente, que las futuras
generaciones, al bajar nuestros cuerpos inanimados a la tumba, nos
maldigan porque se afrentan de nuestra descendencia; sf, de la descend-
encia de hombres que mds que éstos, han parecido mujeres, por cuanto
no han tenido el valor de protestar de lo que no deben admitir por nada
ni por nadie: que se les considere por unos cuantos entes que han sido
audaces, y han Uegado, debido a su audacia, a ocupar las esferas del
Poder, que se les considere, repetimos, como seres inferiores que no son
dignos de otra cosa que de ser esclavos de la voluntad de aquéllos.
De ésos, sf, que horrorizados de los crfmenes que por culpa de ellos
se han cometido en Espafia, tienen sus sentidos embotados por los
remordimientos de sus impuras conciencias, que a todas horas y en todos
sitios, con gran pesar de ellos, los martirizan y los hacen presentir un
término poco honroso: el fin que el pueblo debe dar a sus tiranos y
verdugos.
He ahf por qué, en vez de hacer leyes sabias y completo acuerdo con
la época actual, dictan férragos que en vez de reprimir, enardecen més y
més, en el pueblo, las justas aspiraciones de libertad y progreso que en
sf éste siente.
Ese proyecto de ley, que pareceno ha sido escrito sino conlaintencién
de que se incurra en los delitos que con él, al parecer, se quieren reprimir,
no ser4 aprobado, no; pero si dicha proposici6n llegara a ser ley jay de
sus defensores! porque la maldicién mds cruel pesard sobre sus cabezas,
que parece encierran atrofiada la masa gris donde se elabora el pensa-
miento.
Adolfo Morales y Casanova
Profundo pesar y desconsuelo ha causado en La Laguna de Tenerife
la temprana muerte de nuestro querido amigo Adolfo Morales, acaecida
el 10 del actual.
La espontdnea manifestacién de duelo que toda La Laguna hizo a su
cadaver en el acto del entierro y las no menos expresivas de la prensa,
que en sentidos artfculos ha reflejado fielmente el sentimiento publico,