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EL DESARROLLO EN CUESTION: REFLEXIONES DESDE AMERICA LATINA

Con todo, nuestro punto de partida fue la construcción de que, pese a los serios procesos y

profundos debates de crítica y deconstrucción de la noción de desarrollo a partir de las

connotaciones evolucionista, disepcionadoras y eurocéntricas que generalmente cargan para

pensar las diferentes formas y grados de organización de las sociedades en los tiempos modernos,

el concepto de desarrollo se sigue utili9zando para pensar el cambio histórico y los procesos de

transformación producidos por el movimiento de las estructuras oceánicas, impulsado por fuerzas

de diversa índole emergentes de relaciones contradictorias, sociales, económicas, políticas y

culturales. Igualmente, el concepto de desarrollo se utiliza para pensar las estrategias de dirección

de los procesos económicos en particular y, a través de los de la viuda social política y cultural

hacia determinados objetivos u horizontes políticos que han dado lugar a su adjetivación

correspondiente; desarrollo extrovertido, desarrollo endógeno, desarrollo humano, desarrollo

sostenible.

En este sentido, el desarrollo sería un poderoso instrumento para “normalización del mundo a

imagen y semejanza de la sociedad occidental capitalista moderna”.

Los conceptos y perspectivas de desarrollo referidos a las estrategias de dirección de los procesos

económicos se han enriquecido con la incorporación de nuevas dimensiones transversales y

temáticas. Las perspectivas de genero generacionales, interculturales, ambientales y otras se

sumaron ensanchando el espectro conceptual con temáticas sobre justicia y acceso a la justicia,

derechos humanos, pobreza y desigualdad, democracia participativa, deliberativa y directa,

nuevas concepciones sobre poder, ciudadanía y control social.

MIRADAS HISTORICAS SOBRE EL DESARROLLO


1. Tiempo histórico, modernidad y capitalismo.

El desarrollo resulta de una mutación en la configuración del tiempo histórico.

Para hacer una bvreves consideraciones sobre el momento constitutivo o las condiciones de

posibilidad histórica de la dimensión desarrollo que han de adquirir las sociedades modernas,

recurro a la noción de tiempo histórico desarrollado a partir de algunas ideas de marcas, en

particular a través del modo en que Rene Zavaletalas utiliza para pensar la diversidad social. El

desarrollo se refiere a la dimensión temporal de las sociedades, a la dirección del movimiento

de las mismas.

Las sociedades son configuraciones temporales, en este sentido son construcciones que van

cambiando, es decir, son procesos. El desarrollo se refiere al movimiento, y el movimiento no

solo es algo que ocurre en el tiempo sino también en el espacio.

La forma y el tipo de vida social siempre dependen del modo de ocupación y producción del

espacio del modo en que la vida social se organiza y reproduce a través de una serie de

relaciones con la naturaleza, y esta se transforma en ese proceso. Por eso, el tiempo histórico,

es decir el ritmo y el sentido del movimiento de las sociedades tiene que ver con el tipo de

relaciones y estructuras que organizan la vida social.

El capitalismo es una forma de generar una aceleración del tiempo histórico, lo cual implica

que los procesos de trabajo y de reproducción social tienden alejarse de los ritmos estaciones

de la naturaleza, aunque no pueda desligarse totalmente de ellos. La tendencia general del

capitalismo es reducir los tiempos de rotación del capital, es decir, de producción y realización

de las mercancías. El capitalismo acelera el tiempo histórico y cambia la dirección del

movimiento de las sociedades, que no está dirigido a reponerse cíclicamente el conjunto de


las condiciones de la vida social sino a modificarlas constantemente. En este sentido uno los

rasgos de la modernidad es la sustitución de concepciones cíclicas o circulares del tiempo por

nociones de tiempo históricos que se suelen llamar lineales o progresivas, es decir, lanzadas

hacia adelante.

Dentro de estos tiempos modernos, cabría considerar otro movimiento constitutivo de la

modernidad, que es la colonización. Según Enrique Dussel la modernidad acaba de constituirse

como tal en la conquista de lo que luego se va llamar américa; lo cual conlleva racismo. Esto

implica un movimiento de expansión de algunas sociedades que se han de sobreponer sobre

otros territorios sociales en tanto dominación, explotación y también destrucción social.

2. De la reposición a la sustitución de las cosas

Uno de los rasgos de modernidad en tanto movimiento social hacia adelante y compre tenciones

de progresividad, es el hecho de que opere un cambio en los modos de transformación de la

naturaleza física y social que se podría anunciar de manera sintética como el paso de la reposición

a la sustitución de las cosas. Las culturas agrarias organizadas en torno a los ciclos de la naturaleza

y con concepciones cíclicas del tiempo, se caracterizan, por lo general, por el hecho de organiza los

procesos de producción, trabajo y transformación de la naturaleza en el sentido de la reposición

de las condiciones de la vida social.

Uno de los rasgos de los tiempos modernos generado por el capitalismo es la propensión a la

sustitución de las cosas, a la producción de la novedad.

3. Capitalismo y reforma de lo social.

El cambio producido por el capitalismo en la dimensión del tiempo histórico ha implicado

unos procesos de reforma y transformación de lo social en varios niveles.


Por un lado en el nivel local en que la instauración del capitalismo implica una

desorganización y fragmentación, incluso destrucción de las formas sociales previas, lo

cual incluye producción, reproducción social y también estructuras de autoridad.

El patrón de desarrollo que en principio introduce el capitalismo consiste en la

organización de la vida social y productiva de tal manera que el excedente producido se

dirige o invierte en la generación de bienes de uso.

Sin embargo este incremento no está dirigido en principio a satisfacer necesidades

sociales, si no a un soporte e una ampliación de las ganancias para aquellos que han

monopolizado la sociedad.

Hay varios desarrollos políticos que hacen que el horizonte del desarrollo pase d ela línea

meramente económico – productivo o de la reproducción ampliada del capital, al nivel

político estatal y cultural.

Primero, en lo que concierne ciudadanización, la demanda de derechos político, primero y

luego sociales implica demandar que la riqueza producida en un país sea utilizada, por lo

menos en parte para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y de otro

ciudadanos.

En ese sentido la educación está atravesado por estos dos tipos de requerimientos: las

necesidades que son producto del desarrollo de las fuerzas productivas, directamente

vinculadas o parte de la acumulación ampliada, el desarrollo de la productividad del

capital y algunas otras que tiene que ver con desarrollo de capacidades humanas.

4. Modernidad y discursos sobre el desarrollo.


Se podría llamar modernidad al conjunto de ámbitos en los que la vida social se organiza

según el tiempo histórico moderno o según se viven los tiempos modernos.

Sugiero la siguiente distinción convencional elaborada con base en algunos criterios

retomados de los trabajos de Henri Lefebvre y Marshall Bernan, que consiste en pensar la

modernidad como un tipo de tiempo histórico, como el conjunto de procesos de

transformación y de configuración de un tipo de sociedad.

5. Tiempo de reflexividad

Una alternativa de crítica y salida, en cierto sentido, de la forma capitalista de desarrollo

implica el fortalecimiento y la vuelta a sociedades agrarias, es decir a tiempos cíclicos.


¿QUÉ ES EL DESARROLLO?

Los caminos de la modernidad

Tendemos a hablar de desarrollo como si se tratase de una noción de aplicación general,

que designa a un mecanismo social presente en todos los tipos de sociedades. En realidad

sabemos bien que tal uso es excesivo: solo podemos hablar de desarrollo en las

sociedades de producción, es decir aquellas cuyo dominio creciente sobre el entorno es un

principio fundamental de funcionamiento.

El desarrollo se refiere a la voluntad que tiene los actores sociales o mejor aún, políticos,

de transforma su sociedad. La modernización es un proceso, el desarrollo es una política.

Tres situaciones

No basta situar estos tres modos de ingreso a la modernidad, uno en relación al otro,

también hay que definir más concretamente sus condiciones de aparición y sus atributos.

a) Modernización

El primer modo descansa en la identidad casi completa entre modernidad y

modernización. Por esta razón, supone ante todo una separación entre el orden y el

movimiento, entre la reproducción y la producción, entre el estado y la sociedad civil.

Otro espacio, claramente separado del primero, se desenvuelve alrededor de la

subjetividad que Luther denomina la fe y que la era de las luces denomina la

conciencia.

b) Desarrollo
Por lo tanto, la idea de desarrollo es opuesta a la de democracia pero sin ser

contradictorio con ella como lo es el nacionalismo o cualquier forma de defensa de la

identidad cultural o política.

No pude existir democracia sin la combinación de conflicto de intereses representados

por libres debates políticos teniendo todos como referencia a la modernidad y a sus

exigencias.

c) Identidad Cultura.

A esta participación limitada independiente de la modernidad se oponen una situación

que ya no refiere a la periferia sino a las naciones productoras de recursos para los

países dominantes, tanto de energía como de mano de obra, así también de bases

militares y de productos alimenticios. La lógica del cambio económico responde

esencialmente a los intereses de los países extranjeros lo que ocasiona no tanto la

dualidad sino más bien una verdadera disociación entre una modernización dirigida

hacia el exterior y una sociedad tradicional o aun neo tradicional reconstruida por el

colonizador.

Características principales de una sociedad en desarrollo.

La primera característica de los actores sociales del desarrollo ya ha sido señalado: es

su heterogeneidad estructural. Extraigamos una consecuencia directa pero que no

siempre ha sido percibida: en las situaciones de desarrollo no se puede hacer uso de

las categorías correspondientes al análisis de una estructura social, no se puede hacer

uso de las categorías correspondientes al análisis de una estructura social,

particularmente la de la clase social. Aquellos hablan de clase capitalista obrera o


incluso campesina, en américa latina o en Asia, trasportan de manera atolondrada y

peligrosa, fuera de su contexto de aplicación, nociones elaboradas en el corazón

mismo de la modernidad, hay donde la modernización no es desarrollada por el

estado si no como obra directa de la modernidad en sí mismo.

¿La decadencia del desarrollo?

La situación intermedia del desarrollo como modo de acceso a la modernidad no

obliga a pensar que este sea solo un lugar de transición llevando necesariamente ya

sea a la modernización endógena o a la defensa de la identidad nacional contra el

extranjero. Sin embargo es tentadora en la actualidad, ha sido espontáneamente

adoptada por un gran número de quienes observan la caída de la mayoría de los

regímenes desarrollistas y la decadencia de la misma idea de desarrollo. La mescla de

modernización y nacionalismo no está cargada de más contradicciones de la filosofía

de las luces, fingiendo ignorar los caracteres particulares de la sociedad y de la cultura

que trata de transformar o que un deseo de identidad que pretenda acabar con todo

referencia de la modernidad. Pero es preciso explicar por qué la idea de desarrollo,

triunfante en el momento de la descolonización y de la gran alianza entre los régimen

socialistas y los movimientos de liberación nacional, se encuentra menos de medio

siglo más tarde, debilitada y descompuesta mientras triunfa el modelo liberal y la idea

de modernización, por un lado, y enfrentándolos directamente, el nacionalismo

cultural más extremo. La explicación puede encontrarse en la degradación de los

sistemas políticos y sociales que ya no sacan fuerzas de su lucha contra las potencias

dominantes.
El desarrollo cuestionado

Esta evolución, esta dualizacion del mundo, están marcada que muchos piensan

actualmente que el desarrollo es un señuelo que la modernidad solo puede ser

lograda mediante una acción directa de modernización que supone que la

acumulación de recursos en manos de una elite que posee lo que Guizot llama las

capacidades necesarias: instrucción, propiedad, dinamismo; que no existe otro camino

a la modernidad y que toda tentativa para ir en otras direcciones, solo hunde a los

países en la marginalidad y la pobreza.

Renacimiento de la idea de desarrollo

El argumento principal es simple: las políticas liberales conllevan desigualdades

sociales y económicas crecientes. Por mucho tiempo estas grandes distancias entre los

sectores que participan en la economía nacional y sobre internacional, y la economía

local de débil productividad pudieron aparecer como el precio que había que pagar

para la formación de un mercado interno para los productos industriales, como

equivalente de lo que había sido la proletarización en occidente y la destrucción del

mundo campesino tradicional. En varios países andinos, están grande que el poder

político central ya no puede contenerla, que el contrabando y el tráfico de la droga

remplazan el comercio exterior vigilados por las aduanas, que los poderes privado0s

se sustituyan a la autoridad pública, que la violencia se expande, por ejemplo en la

inmensa amazonia donde ricos y pobres se enfrentan en un combate desigual por la

apropiación de tierras entregadas a sus apetitos por el desmonte salvaje.

El regreso del sujeto


a. Desplegar las dos alas de la modernidad

La obra sociológica de Touraine gira en torno al significado del mundo moderno

entendido como la filmación del hombre a partir de lo que hace. Su reflexión,

hemos visto, sitúa en un lugar central el tema de la historicidad y del movimiento

social.

Hoy, constata Touraine, casi todos estamos inmersos en la modernidad o

aspiramos incorporarnos en ella pero también dicha modernidad está

cuestionada. Su imagen clásica construida en lucha contra la tradición,

interpretada como triunfo de la razón sobre las fuerzas de la naturaleza y del

destino, y como conquista del universalismo frente a los particularismos, parce

descomponer. Por un lado, la modernidad es asociada ahora a la fragmentación

del sentido de la vida, al flujo económico, al poder sin centro y a la ausencia de

actores sociales; por otro, es percibida como amenaza de exclusión social y

pérdida de identidad

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