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ANALES DE DERECHO. Universidad de Murcia. Nimero 17. 1999 EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y LAS ARMAS NUCLEARES, Maria Jose Cervent HoRrat Profesora Ayudante de Di ech Inemacional Publica SUMARIO: Inoduccin, Las normas raivas 9 anna Ixia © venennsas, La chiusula Manns, derecho de a ncaraidad. Las Convenciones de Gira 9&1 Protocolo Aion | Tras arnas nusleares fos principio cardinals del Densch Inieracional Humaniario, Ab Principio de distincon ene combos § no combaienes } Pobibcin de causa mals faredal geveal del uso. de las armas. mcears con el Derecho Genera Humanstano? La postura del TU (1996). Una lpia densa espe. Revapitulaciéa. Vi Conelusicn 1. INTRODUCCION Desde que el hombre se resigns a la idea de la imposihilidad de desterrar la guerra. sus esfuerZos se centraron en suavizarla y limitar sus efectos. Es en este mismo instante cuando surge el germen del Derecho Internacional Humanitario. cuyos rasgos tuvieron cardcter consuettidinario hasta el inicio de su codifieacidn a mediados del siglo XIX. No es nuestro propésito, naturalmente, introducirnos de Hleno en la evolucién y el desarrollo de los textos humanitarios sino, més en conereto, analizar si esta rama del Derecho Internacional Publico contemporéneo servirfa 0 no para la proscripeién jurfdica de las armas nueleares. Ai hacerlo asi cumplo el propdsito que me hice cuando. en su momento. y en una publicacidn aparecida anteriormente en estos Anales. comentaba la decisién del TH en el asunto sobre la legalidad de las amenaza o empleo de las armas nucleares; alli. en efecto. me referia sucintamente a los argumentos que del Derecho Internacional Humanitario podian extraerse en contra de las armas nucleares, cuesticn que ahora desarrollo extensamente y profundizo! 1 CERVELL HORTAL, M. 1: "Las arms acleares y el Detochs Intmacionsl” Anal de Dervis 9° 18. Universidad de Murcia, 1997. pp. 205-220 (sobre el Derecho fneracional Humniaro y ka ara sucteares.en oncreto. pp. 216-27, eat ‘MARIA JOSE CERVELL HORTAL Es tradicional lu distincién entre el denominado Derecho de La Haya (por celebrarse en esta ciudad los principales convenios que lo configuran) o Derecho de los Conflictos Armados. tendente al establecimiento de derechos y deberes de los beligerantes durante las hostilidades y el Hamado Derecho de Ginebra. Derecho Humanitario Bético, que pretende protegera las vietimas de los conflictos armados. tanto alos militares fuera de combate como a los individuos que no toman parte en éste. Pero Ja distineiGin no se considera vigente en la actualidad. sobre todo tras fos Protocolos Adicionales a los Convenios de Ginebra (1977), pasandose asi a hablar de Derecho Internacional Humanitario a secas ya que. en definitiva, el propésito tanto de Tas reglas de La Haya como de las de Ginebra no es sino la proteccidn de la persona humana. Ast Jo ha reconocido recientemente 'a Corte Internacional de Justicia en la OpiniGn Consultiva de 8 de julio de 1996. En efecto, e| Tribunal, tras enumerar los tratados que se incluyen en ef Derecho de La Haya y en el de Ginebra, termina afirmando que ‘estas dos rumas. del derecho aplicable en cases de conflicto armado han Wegado a estar tan relacionadas entre sf que se considera que poco & poco se han convertido en un régimen ‘complejo nico, eonacido actualmente cam Derecho Intenacional Humanitario? La Conte recoge. asimismo, en la Opinién Consultiva sobre la legalidad de la amenaza o empleo de las armas nucleares. como “principios cardinales” el de distineién entre poblacién civil y militar (y. en consecuencia, el de proteccién de la poblacién civil) yeel principio de prohibicién de causar datios supertluos a los combatientes’ ~ F! principio de distineign entre coi os combatientes aparece en el Protocolo Adicionad La los Convenios de Ginebra (1977). que considera “norma fundamental” la siguiente: ~A fin de garantizar el espetoy lt proteccin civil y de fos hienes de carder ei as Panes combuatintes harin dstinvin en todo momento enitepablacin cil y combatientes.y ene bienes de caricter civil y objetivos militares yen consecuencia. dirigirin sus operaciones snicarente conta objetves militares” (arcu 48 Ex generalmente aceptado que el Protocolo no ha hecho sino plasmar por eserito un principio cuyo curdcter consuetudinario ya venia siendo objeto de reconocimiento doctrinal’. al que ahora se suma el del propio Tribunal Intemacional de Justicia. 2 Opinisn Consulivs sob la epalidad de a anenaza we empleo de annss neleaen. C11 Rete 1996. 286. $75. La Come incluye en este mismo panato en et Derecho deta Haya las Convenciones de 1899 y 1917 ‘haciendo agu hineapie en as Regs del Consenio de la Haya relating ls lees y uses de a guetta esse ya a Declracion de San Petersburg en el Dersh de Ginebra fs Converion de 188, 1906. 1929 y 1949 (asi coma alos Prtocolos gus. segue! Tribunal “refljn atest la unidad y comple de ese dere”) BCL. Recut! 1986, 9.257.078 4 ROE. de 25 dejo de 1989, 5 ASL HEARN, W. R:The Intemational Legal Regime regulating nuclear detemence and warfae". The Bri! Yearbook of International Tans. vel. LX 1980, p. 244 DOSWALD-BKCK, L: “EL derecho intemacional !nsnanitario y ta Opin consultiva dela Cote Itemacional de fst sobre a itd de la arena ode empleo de armas nucleares". Revista fivermaienal de fa Cnc Rj 1997 0 139. py SINGH. N. y MeWHINNEY. F “Nuclear wep al centenary ternational Manas Nido. Doetech. 1988. p73, Aas de Dan 97-599 EL DERECHO WNTERNACTONAL HUMANITARID Y LAS ARMAS NUCLEAKES. Irremediablemente ligado a este principio aparece et de la necesidad de proteccidn de la poblacién civil. También es el Protocolo Adicional 1 ¢) que recoge lo que se considera, asimismo, una norma consuetudinaria®, Sus articulos, S11 y 2 establecen que “las personas civiles gozarin de proteceién general contra los peligros procedentes de operaciones militares” y que “no serdn objeto de ataque la poblacién civil como tal ni las personas eiviles”. Finalmente, el articulo 51.4 prohibe los ataques indiscriminados. definiendo luego lo que debe entenderse por tales, ~ La prohibiciGn de causar males superfluos encontrd ya eco en ef Reglamento anejo a ta IV Convencién de La Haya (1907)'. cuyo anticulo 23 e) establece la prohiciéa de “emplear armas, proyectiles o materias destinadas a causar males superfluos”. El principio qued6 definitivamente reconocido al ser incluido nuevamente en el Protocolo Adicional 1 (articulo 35.25. Queda prohibido ef empleo de armas. rovectiles, materias y métodos de hacer ht guerra de {al indole que eausen males super laos suirimientosinnecesarios Exte tipo de prohiiciones nos Hleva directamente otra norma limitativa de los derechos de los beligerantes: La imposibilidad que éstos tienen de una eleccién incondicionada de sus medios de combate. De acuerdo con el articulo 22 del Reglamento de La Haya de 1907. “los beligerantes no tienen un derecho ilimitado en cuanto a la eleccidn de medios para daiiar al enemigo”. También el Protocolo Adicional Festablece due el derecho de las partes en confficto a elegir los métodos o medias de hacer la guerra ‘80 €5 ilimitado” (articuto 35.1} Otra figura importante del Derecho Humanitario es 1a conocida como Cléusula Martens, aetualmente contenida en el articulo 1.2 del Protocolo Adicional t: “En los casos no previstos en el presente Protocolo 0 en otros acuerdos imemacionals. las personas evilesy los combatientes quedan aj la proteccién y el imperio de los principios de derecho de gents derivado de os usosestalevidos. de los principios de humaniad ¥ de los ictados de la conciencia pli ‘La misma eldusula también se habia incluido en el Preémbulo de la IV Convencion de La Haya sobre leyes ¥ usos de la guerra terresire (1907). Lo que sus redactores (en especial. el jurista ruso que la propuso y a quien dehe su nombre) tenfan en cuenta, no cra sino prevenir futuros desarrollos de armas y evitar que espacios no cubiertos por el Derecho Humanitario vigente pudieran dejarse a la opinisn arbitraria de mandos militares, Se hacia asf necesaria la inclusin de un articulo genrico que pudiera rellenar Jagunas. aunque algin autor ha sefalado que ésta no era st funcisn principal. sino que lo 6 DOSWALD-BECK. L. ope tno 51 p. 41 ha sefalad la mportancia de que esta profibivion haya Sido ‘onfirmada en la Opinion de 8 de jako de 1996 come consustuliacia, al Coma Gicumente ne! Protocols Aiton 7 En DIAZ LORDA. J: Deseeio Internacional Puc en ee gure Breve compendiexpealmene dedicates de nes ns are. Bibione de Aviad. Madi 1989, p. 402. ates de Dat, #171999 58 MARIA OSE CERVELL HORTAL pretendido era mostrar “la primacia y universalidad de los principios juridicos y humanitarios en los conilictos armados’* La Cone dedic6 en la Opinién de 8 de julio de 1996, que es la que aqui nos interesa analizar por su gran aportacién al panorama juridico de las armas nucleares y del Derecho Internacional Humanitario. un gran numero de pirratos a profundizar en estos dos campos’, para concluit, en el parrato 105.2.6 del dispositive que “a amensza o empleo de las armas nacleares sexta generalmente contain a as norms de derecho apicable a os conflicts arma. paricurmeate los principics ¥noemas el derecho humanitanio™ Ciertamente. 1a Corte parece asi buscar en ef Derecho Internacional Humanitario tuna probibicién de las armas mucleares aunque, lamentablemente. no lo hizo hasta sus ltimas consecuencias. ;Por qué generaimente y no siempre?. Tendremos la oportunidad de verlo. No ha sido, en 1996, la primera vez que el Tribunal Internacional de Justicia se ccupa de aclarar y precisar determinadas cuestiones det ius in bello. Ya lo hizo. por ejemplo, en el asunto sobre actividades militares » paramilitares en y contra Nicaragua Il, LAS NORMAS RELATIVAS A ARMAS TOXICAS 0 VENENOSAS Entre los numerosos instrumentos que regulan el jus in bello nos encontramos con la expresa prohibicion de ciertas armas (iGxicas y/o venenosas) que han sido cconsideradas particularmente erueles y graves en sus efectos, Este ha sido un argumento frecuentemente empleado por los defensores de la ilegalidad de las armas nucleares, al considerarlo.en cuanto algunos de los elects de estas armas son la asfixia 0 el envenenamiento, aplicable a las mismas. Tres textos son de eita obligada: ~ La Segunda Declurucién de La Haya (1889), que prohibe “emplear proyectiles ue tengan por tinico fin difundir gases asfixiantes 0 deletéreos ~ EI Reglamento sobre las lexes vy costumbres de la guerra terresire. anexo 2 ta Convencién IV dle La Hara (1907). articulo 23 a). que prohibe “emmplear veneno ‘armas envenenadas 1 ORIOL CASANOVA fen DIEZ DE VELASCO. M: Isinaines dle Deve Interv Pablicn, Teens. 1 edion, Madd, 1997. p. 8260, '9 Nove va ae preciament dl Com niece fa Cruz Roja ee gin prin parti una esolacin jondenano as amas nycleares en la Coaterencia de Esecolin do 1948 1) CALRecueit 1986, pp. 113. 114. 129-130 Fl Tonal consider’ eh ese caso, ente O48 Lem. ie aS Convenciones de Ginebra son un desanvlsy expen dels principion del Detech fnterscional Humtaio loners el akamcey significa dl amicule conn 3s cats Convenciones, 1 Parasa texto spre na? 12 En RAVENTOS y NOGUES, M1.» OYARZABAL Y VELARDE, 1: Coleen de Tees Interna rnates Bosc, Barcelona. 1986. pp 636, 64, HL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y LAS ARMIAS NUCLEARES 0 ~ ¥.en fin. el Protocolo de Ginebra sobre gases venenosos asfixiantes o de efectos similares (1925). que prohibe “el empleo en la guerra de gases asfixiantes. Venenosos o similares. asf como de todos los liquids. malerias y procedimientos andlogos Las armas nucleares. liberan “no sélo inmensas, cantidades de calor y energia, sino también potentes radiaciones de efectos prolongados 4, siendo este tiltimo un fenémeno exclusive de este tipo de armas, Las radiaciones nucleares tienen graves efectos en el ‘organismo human'S, provocando importantes enfermedades de tipo degenerativo, De hecho, si una explosidn naclear de cierto calibre tuviera lugar, tras la muerte inmediata de un gran nimero de personas, la cifra se elevaria considerablemente en los dias, semanas y meses siguientes. a consecuencia de las radiaciones. Serian éstas las que podrian equipararse a los gases astixiantes 0 venenos0s".. El principal problema al que nos enfrentamos al asumir esta posibilidad es el de qué entender por verreno. El Reglamento de 1907 no recoge ninguna definicién, mientras que el Protocolo de Ginebra agrava la inseguridad de esta carencia cuando prohibe el uso de gases asfixiantes. yenenosos 0 similares, asi como de cualesqiuiera liquides. materiales © dispositives anilogos” (el subrayado es mio}, {Podriamos ineluir aut a las armas nnucleares?. Ante las rotundas negativas a esta posibilidad. basadas en que estos instrumentos juridicos eran my anteriores a li existencia del arma nuclear y que, ademas. fueron previstos para armas quimicas y biol6gicas"”. se opone el hecho de que. Precisamente. la inclusidn de estas expresiones s¢ realizs a conciencia, previendo que los adelantos en técnica armamentistica pudieran dejar obsoleto et Protocolo. EI diccionario de la Real Academia de la Lengua Espaftola define el vocablo veneno como “cualquier suhstancia que. introducids en el cuerpo 0 aplicaca a & en poca cantidad, le ocasiona la muerte o graves trastornos”. El uranio se ha considerada tradicionalmente como substancia venenosa y. al emplearse como materia prima principal del arma nuclear. podia convertir a ésta en un arma venenosa. Pero quizis. siguiendo la definicién dsda. importan mas los efectos que la causa del veneno, Para SINGH y McWHINNY. la explosisn y el ealor que producen las armas nucleares no son venenosos: producen efectos fisicos de destruccisn. pero no cambios quimicos respecto al cuerpo humano: por el contrario, las radiacianes si pueden describirse como 13 Segundo pea. Bn La Gian de Madrid de 3 de septomive de 1929 6 en Aue Diewamaria Arma p 016, 14 CA Revi 1996. pp, 252245, po. 36. 15 Tobin se econo en Cd. Revi! 1996. p24, pi. 36, 1 STONE. J: Leal commis ternational comics, Stevens & Sons, Lona. 1984. p. M3: ~Radho-actve substances are clearly poisonous or teas analogous substances ns Tontional sePS€. They aso. in sense. cane injuries and inevitable death bevond the noe of miliary vera T7 A este especto, MATHESON, M.J. (The opinions of the (C3 un the thea or use oF nuclear weapons American rma offrnaronal Las vl. 91, 1997.98 p A2S cise que dcadas de negosiaciones de control d= mamentos demuestran que Is armas aucleanes 0 son anms quince. En 12 isa linea, Holanda. Wrinen Staremens 7: Reino Unido, Wren Statemeat, pp. 48-49 y Fsaos Uns. Ween Staemenis. pp. 24-25, As de Dees. 117, 1999 0 MARA JOSE CERVELL HORTAL, Venenosas en sus efectos'*. HEARN, por su parte. cree que el articulo se refiere a armas cuyo efecto primario es el veneno: “Por lo tanto. mientras que la radiacisn (...) es s6l0 un efecto aislado de las armas nucleares (salvo la homba de neutrones). no cae aplicar aqui la analogia, ya que el envenenamiento es el principal (quizas el nico) efecto del gas ‘venenoso en las personas En resumen. los tres textos examinados hasta ahora offeven serias dudas para ser considerados una base s6lida para la prohibiciGn de armas nucleares. En mi opinién, efectivamente, las armas nucleares tienen efectos venenosos. pero esto no hasta. puesto que existen otros obsticulos que impiden considerarlas incluidas en la mencionada prohibicién: — Respecto a la Segunda Declarucién de La Hava (1889). el propio articulado ‘excluye tal posibilidad. al prohibir “proyectiles que tengan por iinico fin difundir gases asfixiantes 0 deletéreos” (el subrayado es mio). En primer lugar. resulta dudoso considerar a la radiacién como un gas asfixiamte, y. aungue fuer asf. tampoco es éste el inico fin de las armas nucleares. que producen asimismo calor y energia ~ Por lo que al anticulo 23 a) del 0 «nei ala LV Convencién de La Hava se refiere. la prohibicién de empleo de veneno o armas venenosas sf que podria parecer, prima facie. aplicable a las armas nucleares. A mi juicio, y de acuerdo con la definicin de veneno, la radiaciGn nuclear se ajustaria al coneepto. pues no hay duda de los efectos que produce en el cuerpo humano, pero jes el envenenamiento el principal objetivo perseguido por las armas nucleares?, El artieulo 23 a) parece referirse a armas que tengan, tinica y exclusivamente, efectos. venenosos. Las armas nucleares. ya lo subemos. buscan como primera consecuencia la absoluta destruccién y aniguilamento de un territorio determinado. Primero tienen lugar la explosin y el calor. que son los que causar la destruccin; las radiaciones solo vienen después. Siendo asf. no puedo sino cestar de acuerdo con lo expresado por ERIK BRUEL. miemro del Instituto de Derecho Internacional cuando. al ser preguntado sobre si las armas nacleares se inclufan en la categorfa de armas venenosas. respondfa asf: “Establecidas en una época en la que no existéan armas de destruccién masiva. las reglas especiales en ccuestién no pueden incluir estas armas (...). En lo que respecta a las armas de destruccisn masiva, [el efecto venenoso] es ung cualidad incidental. mientras que el objetivo principal es la destruccisn masiva ™. 16 SINGH, N. y MeWHINNEY. Evi, tno Shp 12. 19 HBARN. Rvp (nota Si. pp. 212M, Tamiposo BRING, 0. y REINMANN. H. B.(°Redessing a ‘wrong question: the 1977 Protocals Additonal the 1989 Geneva Conventions ad 5 weap Nesherlnals eration La: Revie. vol. XXII. 1986, p. 100) een que ea “ificl to conse with cenainty that mackor weapons con he diets fNOWEhE inosine with te concepts expressed i the two es nse oe refer al Replanenio de La Haya y al Protos de Ginebra 20 Annan de Tsitarde Davi Inemarional Sesion de Nive, 1967. volume Hp, HOR. Observacion de tox miembros de la $* Comision respuesta exposicon preliminary al uestionario dl haron VON DER HEYDTE. sea uc Aes de Deb 1°17 1999 H. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO ¥ LAS ARMAS NUCLERRES 61 ~ Pronocolo de Ginebra de 1925. Pese a la apostilla “liquidos 0 materiales andlogos". que pudiera dar pie a la posibilidad de preguntarse si las armas nucleares entran en el campo de aplicacién del Protocolo, lo cierto es que. como en cualquier ‘satado internacional, 6 slo su letra es un elemento a tener en cuenta; la prictica de ios Estados demuestra que el Protocolo se refiere a las armas quimicas y biol6gicas pero m6 a las armas nucleares?!, Como W. R. HEARN puso de relieve. Fstados Unidos habria incluido uns reserva respecto a irmas nucleares cuando lo ratific6 en 1975 “si la analogia com el gas venenoso bajo el Protocolo de Gas de Ginebra de 1925 fuera considersdo por los Estados como una prohibicién general del uso de armas nucleares ese «las ideas de dos de sus integrantes, ef Tribunal ratifica claramente el punto de vista que mantengo, bastando para demostrarlo la siguiente eita, por la cual la Corie no admitia que “el uso de armas nucleares pueda considerarse probibide sobre la base de tas disposiciones ‘mencionadas en fa Segunda Deelaracién de La Haya de 1899. las Reglas que figuran eomo anexo a la IV Convencisn de La Hayat de 1907 0 el Protocolo de 1925 °. MU. LA CLAUSULA MARTENS El juez SHARABUDDEEN. en st opinisn disidente al dictamen consultivo sobre la legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares. Sefiala la importancia de la cliusula MARTENS que. segtin él. “proporcions la autoridad para tratar los prineipios de humanidad y los dictados de lt conciencia piibliea como principios de derecho internacional.” (C.LL.Recueil 1996. p. 406). También el juez WEERAMANTRY cree ‘que los dictados de la conciencia publica pueden conduct a declarar la ilegalidad de tas armas nuicleares (C.LJ.Reeueil 1996. pp. 488-489) La Conte ha dado un espaldarazo definitivo a la eldusuta al incluirla en ta Opi recaleando, ademas, su relacidn con los principios humanitarios a los que acabamos de de 18 de marzo de 1961. “Le prubkeme que pose Fexstence des arms Se sdesruction massive eta distinction entre les objects mites et aon mist en genera” También DIETRICH RAUSCHNING, en Encylopedia af Public Ineraional La, Even. Amsterdann ‘ol. 31997, p. 7M. es de esta opin: "This descxption [la dl Protocole de Ginebra does no includ a sch the Fation of gunna ways and that caused hy newton inthe fist per oF inital radian, becuse ts kind of Talon would he mone analogous 10 thermal adation, which doos Br involve inducing a Jamaping substance ng the hua bos 22 HEARN, W.R. opi sa 5). pp. 229-20 BX CLL Recueil 1990, p. 248 po. 56. ¥I tagisttado WEERAMANTRY. vio en ef Protosole de Ginebra que pre “laramente shar Ls anna nucleares" (C11. Revue 996 p SUB) una de Tas zones que Ie movieron Solar en contra del paral 1082.8 (que nica la existencia de pebsbvion alguna em st denseho convencional & ‘onsutudinavio). as con ef scale 29 a) del Reglamento Je La Haya. ep evento “ly radiavion eaioatva es ‘eneno” (CLLRecnel 99, 5101. Tambien el juoz KOROMA considers gue “hs efectos fadioastvos de es armas no solo son sina a uso del 235 envenenao, que vila e Protocolo sob panes de inet sito que se ‘omsiran incluso ms damon” 1CLI Recueil 1948p. $70). coincidendo com su clega en considerate Ha rohibicin del uso de gs veneves are del derecho inermacicnalcomsucinario. com He I finan dl af 1052.8 cared sentido (CLE Rec? 1946, pS 6 [MARIA JOSE CFRVELL HORTA, referimos. Bien es verdad que no declars 1a ilegalidad de las armas nucleares valiéndose de ella®* lo que. en mi opinién, es acertado, pues aunque de valor indudable. la cladsula no parece tener Ia fuerza suliciente para consituir por si misma una prohiicién de las armas nucleares2*: suv funcidin se reduce (si se puede decir asf) a complementary cubrir las fisuras de las que pueda adolecer ef Derecho Humanitario, Como afirmé 1. DOSWALD-BECK. el principio de humanidad y los dictados de la conciencia ptiblica son “factores moderadores licitos”: de hecho. para la autora, han sido precisamente, estos factores los que han impedido, desde 1945. una nueva utilizacién de armas nucleares. Quizds la conclusién sea exagerada: si los Estados se saltaron una primera vez los principios humanitarios y los dictados de la conciencia publica. sin ayores escripulos. {por qué no iban a hacerlo una segunda. llegado el caso”, Pese a todo, 1a contribucién de la Corte al asentamiento de la cléusula parece positiva. El Tribunal se sirve de ella. sino para cuestionar directamente la legalidad del arma nuclear, sf para afirmar que “Ios principios y normas del derecho humanitario se aplican @ las armas nucleares”, para lo cual, ademas, afirma lo indudable de su ~existencia y aplicabilidad ininterrumpidas = IV. EL DERECHO DE LA NEUTRALIDAD. El llamado Derecho de ta neutralidad. de origen consuetudinario. se positiva por primera vez en la Declaracién de Derecho Maritimo de Paris de 185635. A partir de entonces. son muchas otras las convenciones que lo recogen: el V Convenia sobre los derechos v deberes de las potencias y personas neutrutes en caso de guerra terresire (1907). el XII Convenio sobre los derechos x deberes de los newirales en caso de guerra maritima (A907). La nocidn clisiea de neutralidad se encamaba en la opeién de un Estado ante un conflicia determinado. de permanecer al margen del mismo*!, Actualmente. el concepto 24 Cid. Recueil, 19%, p. 257. plo. TK. El juce SHAHABUDDEEN. en su opinion disideme al distamen omit sobre la galidal de la anenaza cl empleo de armas nace sala Ta importansia de a claasela MARTENS que. segun él “pperiona la autora para tatar los principe de umanidad lo dctados de ssoneiencia publica conn principios de derecho imweracional.° (CLLRecwel 1006, p. 406), Tambien st v7 WEERAMANTRY eree que Jos ditads de hu oncrenet publiow pueden conduc declared es as mucleares (CL Retell 1996, pp A88-A89), 28 GARCIA RICO. E, M.(°H uso de fas armas nlearesy el Dero Internacional, Tecnes. Madi, 199. p 193), ree que el Tribunal paresis nid que este mecanit preisamee. permite esponder adecuadunente ais teanformaciowes sida cn else ao HEARN, W. Rope «0a 5, p, 240. a espeto. cee que I cus. does not measurably enans existing incites stat the use of lc ar weapons is soley probit 27 Chl Recvel 1996, 9.260.187 2X ba RAVENTOS y NOGUES My OVARZABAL y VELARDE, Eup ci (nota 12), 9.386, 29 dl. pols, 530 p66, M1 KOMARNICKI,T: "The place of neutrality inthe meer stem of international fa, Five ft de Cours. sol 8D, 1952.1 AS define Ia neu conn-2 manifestation of the will a State a ina war between cr States", conereland sts ds ang principales en absence impariaa cuit take pas Aus Das. [EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y LAS ARMAS NUCLEARES ox clisico de neutralidad, dirigido a impedir ta entrada de fuerzas beligerantes en un Estado neutral 0 a evitar atagues a personas o buques neutrals. se ha visto agirado. debido a la aparicign de nuevas armas (por supuesto. las nucleares entre elas) cuyos efectos puede ue no se limiten al Estado inmerso en el conflicto sino que traspasen las fronteras de Estados vecinos neutrales. Ast las radiaciones ocusionadas tras la explosidin de un arma nuclear no s€ detendrin seguramente en la linea fronteriza. sino que la traspasarin, aleanzado (en especial si las condiciones meteordlogicas son las favorables) territorios vecinos o incluso muy alejados de la zona del conflieto, ;Estarfamos, entonces, ante una violacién del Derecho de neutratidad?. Logicamente la situacién no se ajusta al concepto clisico del mismo®, ‘Los Estados nucleares han tratado siempre de dar una interpretacién resttictiva al principio. considerando que su tuncién no era proteger a los Estados neutrales de los efectos indirectos derivados de un contlicto. Por el cantrario, los defensores de la ilegalidad defienden (como cabia esperar) justamente to opuesto™. 1a Corte, sorprendentemente, se limita a recoger Ta opinién de Nauru, sin pronuneiarse (lo que hubiera debido ser la consecuencia I6gica) acerca de si estaba de acuerdo con la ampliacicin del contenido. Establece. en el parrafo 89. que el principio de neutralidad, ~eualquiera que sea su contenido, y el cual tiene un cardcter primordial. semejante al de los Prion y norms hurr ple «os os oii aad iemaoaes 2 cualguta qu sa Lp ce sacs ue puscan ili (el subeaad e min Al respecto. algunos autores haan mostrado su extrafteza ante tal afirmacién “en la medida en que ningin Estado ha duidado de la aplicabilidad del principio en caso de ‘guerra nuciear”™. sino que lo realinente discutido ha sido el contenide del prineipio"®, Lo ins probable, con esta actitud, es que e} Tribunal haya considerado (con lo gue estoy de 32 Asilopusode relieve Nauru em cl ast sobre a lead def aici pr wn Estado de aroma scleares ‘evn conic rad el Tonal Inlemacional de lsicia rey opoeino incluso en la Opi de 8 do juio sobre kv amenazao empl de armias nuceares (C1. Reel! 1996, pp, 260261, § 88). Lo que Nauru defer no ‘7a Sino una astualzacin del contend det Derecho dey neutalidad que aie ls efectos que provocan as nuevas. frase nitarse a impei la incu de acres en conlico enw eso Neural © los alas cont havios 6 personas neue, sina tambien a evita a nvsiles per wales raion. BY LANFRANCHI, MP. y CHRISTAKIS. T. (°Le ficené de Temphn d urmes nacéaives devant ky Cour Imtemationae de dst‘. Anasse et Docent”. Esomonic, Pas, 1997.9. 92- Asi cree que ls ars nucle ares ‘olan el principio de neatralda Win. Wrinen Seremens. p. 5: Sassi. Wren Statements, p. 5: Nueva Zelanda, (Oral Stamens p72 Ausalia. Ova Statements. p. 2: San Marin, Oral Sktemens. pS: Ila Saloni Oru Sutement 9.185 Fabave. Oral Statement M4 LANFRANCHL MP. y CHRISTAKIS. Ci. nota 39), p98, 35 PONS RAFOLS. X. por ejemplo, ex de fa opinion de gu a Cote ye QvoUS coma en Tas consecvencas de a plicaitidad del principio fas arias mucleares Opinii consutiva det TH sobre fa euli de br amemica 0 ‘nplew de armas nuceares. Senvcie de Documventacin y Dituion ela Asoiacin paras Naciones Unis en tsp, Barcelona. 1997. p. 16. DOMINGUEZ. R. que es dela misma epinan. cree ademas que la Conte old ‘omsierar oo tipo de dispesicones ae pan serve de apoy pa a splacion del pencipio de neutral en relacion com ts armas nuclear. coms el arculo 21. dela Carta de as Nasiones Unidas. que estate lava soheana de ls Estados el aticul 74, que recoge la ena vevindal ene los miemnon de as Nacines Unis culo que podria aplicase en atnas de elects rnstontr os ("Los Estados erctos la neta en Ia Opinisn Consutiva dela Conte Internacional de Justicia sie ks amas nucleate Lat ad del ws de armas aleve ales de as 17198 ot AIA JOSE CERVELL HORTAL acuerdo) la irrelevancia o. incluso, la insuficiencia, det Derecho de la neutratidad para Hlevamos a pensar en la proscripcidn juridica del uso de las armas nucleares, éViolan, por tanto, las armas mucleares el principio de neutralidad”. Si tomamos en consideracién el concepto més amplio de neutralidad, si. sin duda alguna, Entre la doctrina, es ésta la tesis mis aceptada. N, SINGH y E, MeWHINNEY. por ejemplo. han Hlegado muy lejos, alirmando que. en el easo de dafios a neutrales. estarfamos ante una violacidn det Derecho Internacional y si se mata a neutrales inocentes, ante “un claro crimen de guerra”; también FRIED cree que el arma nuclear violaria la neutralidad. recogida en el articulo 1 de la V Convencién de La Haya (1907); MEYROWITZ. incluso. considera que en la violacién de este principio se encuentra, con preferencia a otras normas. el apoyo mis sencillo para declarar la ilegalidad de estas armas’. La ebilidad de estas opiniones radica en que refugiarnos en el principio de neutralidad no nos serviria para declarar la ilegalidad de todo empleo de armas nucleares. en cuanto pueden darse casos en los que terceros paises no resulten afectados por la radiacién™. Y. en todo caso. {se ha ampliado juridicamente el concepto de neutralidad?; no me parece «que existan pruchas suficientes de ello. V. LOS CONVENIOS DE GINEBRA Y EL PROTOCOLO ADICIONAL |. Son estos (el Convenio de 1949 y los Protocolos de 1977) los dos cuerpos legales que constituyen el niicleo del Derecho Intemacional Humanitario y por eso fa sido en sus disposiviones donde se ha intentado buscar. fundamentalmente, un apoyo a la ilegalidad de las armas nueleares. sobre todo porque los dos se elahoraron después de se uilizado éstas. por primera y gltima vez. en un contflicio hélico Los Convenios de Ginebra® son instrumentos especiticamente destinados a la proteccin y respeto de los derechos de personas que no participen directamente en las ce lor contin armas 1 Jrmadas de Dect Internacional Hamanitari, Sexi. 1997. 208-2061. Tam VERWEY. WoCThe International Coust of Hawise and the kglity of maclear weapons: some observations Ieonational Lane: Trene-and price. Essa loon of Eris Sn: Kiger La latrtatioaal. The Hague. 1995 202 cree que “this pat ofthe Cout’s opinion. which deals withthe most important issues raised by the ese ic the poorest 4 SINGH N. y MeWHINNEY: E, op i. nota $19.8 137 FRIED. J. “ntematiol las profits he frst vse of ndccar weapons” Rese Belge dle Brot Invernonins ol XVE 1981-1982 p42 38 MEYROWITZ. H. “Les jurists devant Pare nucle”. Reve Gaevle dle Dri Invernaninal Publi 1963. 854 19. Ademis, somo ha puesto de relieve HEARN. W: Rp i nol 8 istviclly en reed moe as ss For om ilersentin, oF of a Profiting cenain activity” 40 Conveni de Ginebra pars mjoar ta suete de los heidosyenfeim de is fuerzas armada en cama, 12 ‘eagosia de 1949 1.0.6, 28 de agosto de 1950), Conveni de Ginebra para mjoarla see de los hid, ener ¥ mauagos de las fuera armas, 12 de ago de 1949 UH.OLE, 26 ke eosto e 1952), Convento de Ginebra Felativo al ata de los pisomens de vera. de 12 de apt de 1989 (OE, 5 de septiemine de 1982) y Consenio {de Gineta rei a la protec de pesinas ils en tempo de gue. de 12 de ygosto de 1949 (BOE. 2 de sepeimbre de 1952), 247. “the rights of neal States hase iy for reparations, than a basis Hi Ana de Das 017.1999, EL DERECHO ENT;RNACIONAL HUMANFTARIOY LAS ARMAS NUCLEARES, 65 hostilidades (heridos, prisioneros de guerra. poblacién civil), Una explosién nuclear claramente stentaria impediria cumplir. por ejemplo. las siguientes obligaciones: ~ Resultarfa imposible Ia busqueda, recogida, atencisn y cuidado de los heridos y cenfermos (art. 3.2. comtin a los cuatro Convenios. arts, 12 y 14 de la Convencién Ly ans. 12 y 18 de la Convencién ID), La confusiin y la destruccidin 10 imposihititaria. sobre todo teniendo en cuenta que. previsiblemente, el ndmero de supervivientes (que seria a quienes corresponderfan estas labores). seria escaso, ~ Las labores de recogida e inhumacién de cadaveres serian igualmente dificiles (arts. 16 y 17 de la Convencién W). = Con toda probabilidad, ef ataque afectaria a los establecimientos jos y las formaciones sanitarias maviles det servicio de sanidad que. segtin el articulo 19 de la Convencién I “no podran en ningiin caso ser objeto de ataques” — No seria posible evacuar a los eautivos de guerra (art. 19 de la Convencién 11) jacia campos emplazados bastante lejos de la zona de combate part quedar fuera de peligro”. debido a los efectos de las radiaciones. ~ La creacin de zonas de seguridad (art. 14 de la IV Conveneién) donde “queden al abrigo de los efectos de la guerra los heridos y enfermos y dems personas protegidas” seria igualmente impracticable Tal y como acabamos de ver: la lista de articulos que resultarfan implicados es de una Jongitud considerable. En cuanto al Protocolo Adicional I, las disposiciones que un arma nuclear contravendria, entfe otras. son las siguientes’ ~ ObligaciGn de respetar a los heridos (art. 10). ~ Proteccidn de las unidades sanitasias (art. 15), ~ Necesidad de protcecisn del personal sanitario (art. 15 — Imposibilidad de las partes de elegir. de manera ilimitada, fos métodos de combate (art. 35.1) ¥ prohibicién de causar males superfluos y sufrimientos innecesarios (art. 35.2) y de métodos que causen dafios graves al medio ambiente (art. 35.3). — Respeto del principio de distineién entre poblaciGn civil y militar (art. 48) ~ Prohibicion de los ataques indiseriminados (art. $1) ~ Los bienes civiles deben ser necesariamente respetados (art, 52.1). = Los ataques deben limitarse a objetivos militares (att, 2.2) Una explosién nuclear de gran alcance imposibititarfa. en suma, Hevar a eabo las medidas gue tanto Jos Convenios de Ginebra como su Protocolo Adivional 1 imponen para evitar el sufrimient de los herides y las personas ajenas al conflicto®. Tambign es cierto. con todo, que una explosién de efectos limitados pexnva, en determinados casos. A 8.O.F 26. juio de 1989 {82 FRIED, pat. 437 42am “The iva whe ives with nuclear mikes nse of with foot soldiers inde physically incapable of tae care uf the invade feito as obliged by the Law of wat The conclusion atone hte ust no se that metodo invasion Anas de Dot, 17,199 66 MARIA JOSE CERVELL HORTA ajustarse a los Ifmites impuestos por estos instrumentos juridicos. Ast parecen entenderlo autores como N. SINGH y E. MeWHINNEY. cuando consideran que las “armas termonucleares de megatones” (emplea expresamente ese término) entran en conflicto con las Convenciones de Ginebra "..a causa de la dificultad intrinseca de restringit sus efectos devastadores a objetos que legalmente se permite que sean destruidos™#, 0 como HEARN que. aunque es consciente de que el uso de armas nucteares. en principio. hari imposible que los beligerantes llevaran a cabo los deberes establecidos por las Convenciones de Ginebra, tumbién reconoce que son posibles otros usos més limitados de las armas nucleares#, MEYROWITZ. por su parte, cree que el objeto de las Convenciones es defender las personas protegidas y que no resultan aplicables a as armas nucleares#®, Los prohlemas se han centrado, sobre todo. en el Protocolo Adicionat fal ser éste el instrumento que. en definitiva. perfeccions y complets los Convenios de Ginebra de 1949. A primera vista, las normas humanitarias en él recogidas podrian directamente conducirnos a la ilegalidad del arma nuclear pero. si ahondamos en fas citcunstancias en ue los Protocolos se elaboraron, habremos de desechar esta idea, Adem, recordemos que no todos los Estados nucleares los han ratificado*. En efecto, la Conferencia previa a los Protocolos Adicionales (1974-1977) excluy6 de los debates. con conocimiento de causa, toda referencia al armamento nuclear. con lo que parece cerrarse la puerta que se habia abierto a la ilegalidad”. Hubo un consenso técito entre los paises participantes de no hacer referencia expresa alguna d las armas nucleares. Las potencias nucleares tenfan, l6gicamente, razones para quererio asf y las no nucleares cedieron para no comprometet el éxito de la Conferencia'®. De hecho. incluso el organismo que. a primera vista, podria ‘estar mas interesado en haber tratado el tema, el Comité Internacional de la Cruz Roja rehus6 hacerlo®, Es mis. la URSS. que en la Conferencia para las Convenciones de 48 SINGH. N. y MOWHINNEY. Ep. nota Sp 156. Caro que so unos piginas ms adelante wombs ‘expresamcnte as ara tctcas que, debide «Ta raiacn,enende ie“. would appear to amount 10 ill ‘suing peat sf” (p. 159), SHHEARN, WR. ct thot Sip 237-238, AS MEYROWITZ.H. op. cit (no 38). 829. "46 Los Consens de Ginetray sts Protcoles Adicionale son insane juridcos que hu sido ampiamemtc septados, De becho, un anipis ssp del Comunidad Iniersicional os ha ratified t 2d marzo de 1999, 18S pases ean arte de os Convenion de Ginebsy 153. del Protocolo Adicio I: ain mis, ks cine gan poten ‘nucleate so pate de fos Convenion y res de ello China, Rei Unido y Rusia de ox Prneolos stan Unidos firm el Prxovily Adcioal [<2 1977. pero no He ba aia), 447 La Opinisnensuptrafo 84. ambicnecoge que ca la Conferenca “no huho elberaionessustantivas salve ta evestin mule nose propusiron solocones coments al respect 48 GARCIA RICO, E, Mh “Lirvuerton det primer usd la armas nacteres en ef Derecisfnersacomal Tess Doctoral. Universi de Mal. 1995. p. 162, cree quel “primera praca de existe ese camsenso es Lexistenia misma del propio Prenool™ Sino. es pac probable que los aclearsiohubioran mad, “Lasezunds rcs ip If de dish consens la consiane st ava de ser. st necesdad, ol sci de que ee en cl unico neo de asepurar qi el Protocol ranita Ia ina del mayor mimeo posi de Esta, inclayend kis potenos navleaes o agell que se encootatan. wes de La aliancan mihi. bj el paras nce” (see e ‘oncenso, Nate detenidamente las piginas 162-171 +49 EI bovraor presenta deca asf “Problenstclaing 10 aon, hatetioogiel and chemical warare are EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO ¥ LAS ARMAS NUCLEARES or Ginebra habia presentado una propuesta que condenaba el empleo de las armas de destruceiGn masiva y que Tue rechurada, sostuvo en la Conferencia de 1974 que ésta era incompetente para tratar la cuestiGn de la limitacién 0 prohibicia del empleo de ciertos tipos de armas, en conereto y con mas razén, de las nucleares®, El argumento que defendieron los paises nucleares fue que la cuestiGn de limitacién ¥ prohihicién de armas era mas bien competencia de los Srganos encargados de las medidas de desarme. Lo curioso no fue tanto que las potencias con arsenal nuclear defendieran esta tesis, sino que los no nucleares la aceptaran, Pero fue precisamente lo ‘que MEYROWITZ denomins la puesta entre parémtesis de la cuestién nuclear, lo gue evit6 el fracaso de la Conferencia, Es ella la que. segiin este autor. “.. ha permitido a la Conferencia llevar a cabo una obra que. a pesar de los defectos que presenta, constituye tun progreso en la via de la humanizacién del comportamiento en la guerra. por desprestigiada y antindmica que sea esta idea de humaizaci6n de la guerra’ El clima de la Conferencia se vi reproducido en tas finmas. ratificaciones de los Estados nucleares al Protocolo Adicional 1. De ellos. slo Francia y Estados Unidos atin no io han ratificado, pero las declaraciones aportadas por algunas de estas Potencias son muy significativas. Cuando Estados Unidos firmé el Protecoto adicional 1 (12 de diciembre de 1977), lo hizo bajo el entendimiento de que “las normas establecidas pot este Protocolo no tienen ningiin efecto ni regula ni prohiben el uso de armas nucleares", Un ejemplo mas reciente lo encontramos en la ratificacién de Reino Unido (28 de enero de 1998). que hizo constar que las normas introducidas por el Protocolo Adicional I”'se aplican exclusivamente a armas convencionales (...); en conereto (.).10 tienen wingdn efecto y no regulan ni prohiben el uso de armas nucleares”™. Incluso Espafa, en la Declaracisn ineerpresasiva que adjunié a los Protocolos “emtiende que este Protocolo. en su dmbito especifico. se aplica exctusivamente a las arnvas convencionales”SS Podria afirmurse entonces. a la vista de todo fo alegado por estos pafses. que et Protocolo Adicional Les aplicable a las armas nucleares?*. El tenor literal del texto no seria obsticulo para hacerlo. pero si existe. desde luego. si tenemos en cuenta las she to interaionl agreements or negotiation by apes and in subiting hese daft Additonal Protocol te ICRC doesnt intend breach those problems ICRC. Dal Protocols to Gevesa Conventions of August 12-199 1973p p22 30) MEYROWITZ. H. “La stenteyie nuclsi tle Prowvote Aitionel 1 20x Conveations de Geneve de 19 Rese Générale de Drv lnterationa Pub, so. 89, 1979. p. 919. Claro que. tengo en events que en ach {de lis Convenciones dle Gea, ly URS. ano habia desarlade seaeato nuclear, con ole. en cambie a ‘conta a incr is consersaciones sabe fos ProQscolos Avion. SL MEYROWITZ. Ht: p 922, 52 Ad. 922 53 En AJIL, 1978, vol. 72.02. p47 SL Revit lnercnl de ta Crs Rota w° 148. 1998. p 2 $8 BOLE 7 de octubre de 1989. Espa aii el Provoco Adicinal el 21 de abil de 1988 Sst paree enlendeslo MEYROWITZ. H. ot. nat SD). p. 918: LANFRANCHI. MP. y CHRISTAKIS, ‘Te up, eh nota 38. pp. 91-92 y BLISCHENKO. 1: “Apnohavion de los Prveclos Adiionaes de 1977". Revita Inveenacionl de Cre Roja. 20° Aniversario de fos Proocules Aiconales. vo, MAS. S87. pS, 08 MARIA JOSE CERVELL HORA, ‘opiniones apuntadas. sobre todo considerando que fueron aceptadas por los Estados Participantes no poseedores de armas nucleares”. Citra cosa seria que las normas contenidas en los Convenios y en el Protocolo tuvieran naturaleza consuetudinaria®’, porque entonces serfan de aplicaci6n mis alli de ese soporte escrito (el tratado) que sus redactores no quisieron aplicar a las armas nucleares®. ;La tienen’?; vedmoslo, 1. LAS ARMAS NUCLEARES Y LOS PRINCIMIOS CARDINALES DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO, Las armas nucleares contrayienen, como acuhamos de ver, muchos de los anticulos cconeretos de los Convenios de Ginebra (1949) y del Protocolo Adicional 1 (1977). pero también. en conjunto, a los principios cardinales de este ordenamiento; es decir. el principio de distincién entre combatientes y no combatientes ¥ la prohibicidn de causar males superfluos, A). PRINCIPIO DE DISTINCION ENTRE COMBATIENTES Y NO COMBATIENTES. {De qué manera afcetan a estas disposiciones las armas nucleares?. Ya sahemos que este tipo de armamento busca la “Westruceién masiva con lo que, de entrada, se nos advierte de su imposibilidad de distinguir entre poblacién civil y militar. El arma nuclear. simplemente. destruye todo lo que vac dentro de su radio de accion. SCHWARZENBERGER consideraba que un arma nuclear que no respetase la poblaci civil podrfa conducir “a una forma ilegal de guerra y a la comisién de un erimen de guerra’; sta es. asimismo, 1a opinién de CHESTERMAN. quien defiende la imposibilidad en “todo caso” de que las armas nucleares puedan distinguir poblacién civil y militar, y de N. SINGH y E. MeWHINNEY. quienes afirman que el bombardeo atGmico sobrepasa las fronteras de la permisibilidad 57 Recordenss que en a inerpretacion den ato ls abajo repartios y ls ctcunstansis que xr sw elaboracin pueden wilizase para contami el resid aque se ha leg nterpetand su feo (Conve de ‘Viena [1959] aniculos 31-32), Pretend ast destcar ct pectagonisn absolut, n este cas, ue esos meds de Iterpreacia complementanies tienen. por el hecho de que etext fel de Ios Coavenios «el Procol guards shsolue silencia sone fa natura de ls ms cua come a, SK HEARN. W. R. op cit. ots 5). pp 241s. ls a clasiicad. Prac. expresan derecho consutaiari os aroulos 38.1, 3.2 y 48. Son novedad los ainlon 85.3, SLSSI6, 98.86 57 59 Sobve esta mis opinkin. vxe BRING, O. Fy REINMANN, H. Bp (aoa 19), pp 103-104, FUIITA Hs "Sot ta Opin Consisa de Is Core Iernacionat de asia ase de Talc! de ls armas nuclear ‘Revive Tuternaciol dela Crs Reo, so, 139, 1987. p 6, seals lo-crios y diserminator gus rear fl ie “en caw de vontlic amide entre Estes, de los cakes ans posean arms masleares » fo, Hn Uispesiiones del Protocolo no se apie sino ales Fst que caecan Ge dchas ae {0 SCHWARZENBERGER. G., “The fea of mufeur weeyts. Sevens td Sons. Londres. 1988, p22. G61 CHESTERMAN. SIC), lear weapons aml tela Neterlanls Berio Lane Review. sl. XLIN 1997. 2.99158, (62 SINGH. N. y MeWHINNEY, Bop it iota Sp. 6, Aa Ds. EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANTTARIO Y LAS ARMAS NUCLEARES “ El problema, aparentemente de tan facil solucién, se complica a medida que nos adentramos en la técnica del arma nuclear, En efecto, armas nucleares hay muchas y sus cearacteristicas y efectos son distintos, Para el propssito que nos interesa, distinguiremos, cen concreto, dos tipos: armas nucleares tdcricas y armas nucleares estvarégicas. Dejando a un lado definiciones mis tenieas y. por tanto, de mayor complejidads. nos limitaremos a considerar como armas técticas a las “empleadas en et campo de batalla. generalmente para apoyar la infanterfa” y como armas estrarégicas a las “wransportadas generalmente por bombarderos al interior del pais enemigo. con el objetivo de destruir su potencial material y hurnano”™ Las armas tacticas son. por la tanto, aguellas euyo campo de accin es mis reducido con Jo que. en principio, cabria pensar yue sus efectos destructivos podrian limitarse a objetivos espeeificamente militares. Claro que. antes de seguir con nuestro azonamiento, se hace preciso detenemos brevisimamente en la detinicién de objerivo militar. El informe que el barén Von der Heydte presents ante el Instituto de Derecho Internacional en la sesin de Niza de 1967. dofinia Como objetivos militares: “cou que, de par leur nature méme. ur destination ous par une ullsation militaire que désaffecte, contibuemt effeetivement & Faction militaire ow presentent un intérét militaire sénéralement reconnu tel que Ia destuetion totale oy partielle procure, dans es cireonstance da moment, un avantage substantiel a attaguant™* De acuerdo con esto. un arma nuclear téetica que. en principio. fuera capar de destruir s6lo un objetivo military no cualquier objetivo militar. sino aquel con un interés _generalmente reconocido y qae proporcionara una ventaja sustancial al atacante)* y que. [por tanto, no afectara a la poblacidn civil. podea ser admitida como legal. en cuanto no ccontravendiria las disposiciones del Protocolo®. En la Opinién Consultiva de 8 de julio de 1996, tres de los jueves de la Corte, aveptaron este planteamiento: La magistrada R. HIGGINS cuando. en su Opinién disidente al dictamen, concluye que un arma serd ilegal er se “sis incapaz de ser dirigida a un objetivo militar exclusivamente, incluso si tiene 16 Por eomplo, PIGRAU SOLE. A..cn el Ghosario que acompana a su obra (“EI imen demo prolifer de Jas arms ss feares MeGraw-Hil, Mali, 1997, 9.293), dfine como arma nuclear esta a uel “Cus inedio de transporte © vehiculo vector le permite un aleance de mis oe 5.5 Klnotos. Se trata de arms transponalas por: mises halisticosiercontinentales con ase en era ICBM, msi Balltcoslanzados desde SulbarinosISLBM! 3 avons hombarderos de go aleanes” La denominacion de arma tactic que. sept el autor “nes compre odin iso estraGgvin se fesera ahora para lis ie tienen un cance inferior aS kimetnon {bE SLOUTZKY. N.. ("Li population civie devant la mance de destroction massive”. Reve Gena de Droit Anteratinal 90 LIX. 1955, p28, (65 Anite de Tait le Droit eration, Session de Nive. 1967. vol 1 (cl subeayas ex io), (6 Tambien KALSHOVEN. Fs "Arn amanents and international ls” Revel des Core el. UOT 1988 286, pone de elie a ncesidad de ue los sarod ars clears is ian sok coma objets liaes demas. espetando el principio de proporcionan (67 As lo elendis ante Tina lernacional de lusts, em la Opnin de ¥ de julio de 1996. Reino Uni ‘ee sos que a as auceares mruermay son capac de iis a ebjetivos milan sin que tein ae dir 4 os eisiles (on LANFRANCHI, M-P.y CHRISTAKIS. Top. cit neta 33. p. 274). También. entre l dtr, HEARN. WR op cit nota 4p p. 287: "as nuclear weapons are not mesitably indsroninate. the principe of lsstiination Betsen comitans an! non-combatants des no tablish an absolute proibition of Wet use Aa Ds 12.1999 » MARIA JOSE CFRVELL HORTAL lugar un dano colateral”% parcce admitit ef empleo de armas téeticas: el juez GUILLAUME. por su parte. cree que “el derecho humanitario consvetudinario contiene ‘wea sola prohibiciGn absoluta: la probibicién de las lamadas armas ciegas que son incapaces de distinguir entre dbjetivos civites y objetivos militares. Pero las armas nucleares obvianiente no caen necesariamente en esta categoria; de ta missva opinién es el juez SCHWEBEL. que considera que el que las armas nucleates violen el Derecho Internacional “depende de los hechos del caso”. En fin. siendo asi. el nlimero de casos {en que no seria, en principio, ilega/ emplear un arma nuclear se veria muy reducido, ante ladificultad de encontrar un objetivo que fuera militarmente estratégico y en cuyo ataque no hubiera posiblidad alguna de dafar ta poblacisn civil, Los hlancos objeto de ataque Ueberfan ser. por Io tanto, euidadosamente seleceionados y las consecuencias. escrupulosamente previstas. Ha sido esta la razén que ha llevado a un sector doctrinal afirmar, posiblemente con razén. que resultarfa: muy dificil, si wo préeticamemte imposible. calcular hasta tal extremo las consecuencias de la explosién de un arma nuclear téctica.” EI propio Tribunal Internacional de Justicia, ademns, asi lo ha reconocido: “el poder de destruccidn de las armas nucleares no puede contenerse nen el espacio ni en cl tiempo” (el subrayado es mioy"!. ;No seria una contradiccisn afirmar ta licitud dean arma tictica que, supuestamente. tiene efectos limitados cuando la propia Corte ha reconocido 1o iimitado de sus consecuencias?. En conclusién. en la mayoria de los casos, Tas armas wicleares violarian el principio de distincién entre combsatientes ¥ no combatientes. Quedaria. a fo sumo. exenta de esta ilegalidad la hipétesis en que feta posible un empleo limitado de un arma nuclear: &s decir. un caso en el que se hubiera empleado un arma tietica y cuyos efectos resullaran muy imitados, aleniéndose a objetivos estrictamente militares y consiguiendo alcanzar a éstos tnica y exelusivamente”: la practica mas reciente confirma la necesidad de que (68 Opinion disidene de la juez HIGGINS (C1, Reel £096, 578-580), £9 Opinion del je GUILLAUME (C1 ect! 1996, p28, 70. DOSWALK-BECK, Lop. i! (01a 3,48 afm que la pificacon no es posible “se ama en cuestion nen efectos totalmente imprevbles.pexgus dopendin, por ejemplo. de ak comdicones meteoric". Tambien ABLSAAB. Gs “The Couft and the bomb: a esse of mul deletence™. Thuneninl Lane & Cowempunars Problems. Svmposias: Nuclear Weapons. he World Cour ond Gobul Secunty. vl. 7. 1997.2. pp. 485-486. cree gue 1a comida del uso deanna buster comet Derecho Invemacional Humana. incluso en eco de ams velar’ tics, resulta “aanicleeuestionable” MEYROWITZ. H. toi mots 38. 158) rade La pink de ‘ques posible, en efecto, emplear armas naclaresrespetando el pitcipio de dstincén entre combate ‘combatimts. peo que elo excuiia el empleo esratégivo de arts nuclear: serait une gure dans laquelle es alversaines sélectionncraiean ets cbietls ace presque aant Je précation gis netaent pour choles Hews 4 fers experiences nucléaies” Tambien GOLDBLAT, J. “The nuclear eon-grferaion regime: assesment and prospects”. Revel de Cans. sol. 296. 1995p, 15K, ones que. st ben es vendad las aetna aieas pus, Arig a ebjerivox muy caneetes. "once the maces threshold has en erossed. there ea BE 0 guarantee th reler warare would Be kept limite a scope 11 Parafo 35 el Opin Consina 72 Poreso. ORTEGA CARCELEN. M. . esd la opin de yor la Comte “besa haber isting ent ks “vers modalidais de armas nucleares y deberia Haber aceprado la diferencia. apeoximada pero wil entre e us ‘ewratezicoy e uso tietico” 1"; Cun e its ast armas ales. Medan Cert. O87. Nol Mk. 12), Ars de eto 17,19 EL DFRECHO INTERNACIONAL HUMANFTARIOY LAS ARMAS NUCLLARLS, in el Derecho se pronuncie sobre estas armas coneretas (véase infra. apartado VI), B) PROHIBICION DE CAUSAR MALES SUPERELUOS. Tanto la prohibicién de causar males superfluos como ta imposibitidad ~intimamente ligada a ella para los beligerantes de tener derecho a elegic incondicionadamente los medios para daar al enemigo. son prineipios de carieter consuetudinario’. EI problema en este caso, con todo. es proceder a una correcta interpretacién del Derecho. Los contendientes. en efecto, no tienen un derecho ilimitado a elegir sus medios de combate. pero...

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