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Una vez escribí una historia sobre un hombre que fue herido y llevado al hospital.
Cuando comenzaron a operarle descubrieron que era un androide, no un humano, pero
él no lo sabía. Tuvieron que decírselo. De repente, el señor Garson Poole descubrió que
su realidad consistía en una cinta agujereada que iba de bobina en bobina dentro de su
pecho. Fascinado, comenzó a rellenar y a añadir nuevos agujeros. Inmediatamente, su
mundo cambió. Una bandada de patos voló por la habitación cuando abrió un nuevo
agujero en la cinta. Finalmente cortó la cinta por completo, y el mundo desapareció.
De hecho, también desapareció para el resto de personajes de la historia… lo cual no
tiene sentido, si lo piensas. A no ser que los demás personajes fuesen ficciones de su
cinta de fantasía agujereada. Lo que yo supongo que eran.
Siempre fue mi esperanza cuando escribía novelas y relatos que preguntasen "¿Qué es
la realidad?", encontrar algún día la respuesta. También era la esperanza de la mayoría
de mis lectores. Pasaron los años. Escribí unas treinta novelas y un centenar de
relatos, y todavía no entiendo que es real. Un día una estudiante de Canadá me pidió
que le definiese la realidad, para un trabajo que estaba escribiendo para su clase de
filosofía. Ella quería una respuesta de una frase. Lo pensé y finalmente contesté, "La
realidad es aquello que no desaparece cuando dejas de creerlo". Eso fue todo lo que
pude conseguir. Esto se remonta a 1972. Todavía no he conseguido una respuesta más
exacta.
Pero esto es un problema de verdad, no sólo un juego intelectual. Porque hoy vivimos
en una sociedad en la que falsas realidades son manufacturadas por los medios,
gobiernos, grandes corporaciones, grupos religiosos y políticos - y existe el soporte
electrónico por el que enviar estos pseudo-mundos a la mente del lector, el
espectador, el oyente. A veces, cuando veo a mi hija de once años ver la televisión,
me pregunto qué le están enseñando. El problema de la interpretación; considéralo. Un
niño pequeño ve un programa de televisión hecho para adultos. Probablemente no
entienda la mitad de lo que se dice o se hace en el programa. Quizás no entiende
nada. Y el quid es, ¿cuán verídica es de cualquier forma esa información, incluso si el
chico la entendiera? ¿Qué relación hay entre la situación normal de una comedia de
televisión y la realidad? ¿Y qué hay de las series policíacas? Los coches están
continuamente fuera de control, chocándose y ardiendo. Los policías siempre son los
buenos, siempre ganan. No pases por alto este detalle: Los policías siempre ganan.
Qué lección ésta. No deberías enfrentarte a la autoridad, e incluso si lo haces, saldrás
perdiendo. La idea es, Se pasivo. Y - coopera. Si el oficial Baretta te pide información,
dásela, porque el oficial Baretta es un hombre bueno en el que se puede confiar. Él te
quiere, y tú deberías quererle a él.
Así pues pregunto en mi obra ¿Qué es real? Porque incesantemente somos
bombardeados con pseudo-realidades creadas por gente muy sofisticada que usa
mecanismos electrónicos muy sofisticados. Yo no desconfío de sus motivos; desconfío
de su poder. Tienen mucho de eso. Y es un poder sorprendente: el de crear universos
enteros, universos mentales. Necesito saber. Yo hago lo mismo. Mi trabajo es el de
crear universos, como base de una novela tras otra. Y los tengo que construir de tal
forma que no se destruyan dos días después. O al menos eso es lo que mis editores
esperan. De cualquier modo, os revelaré un secreto: me gusta construir universos que
se destruyan. Me gusta ver como se despegan, y me gusta ver como los personajes de
la novela luchan contra este problema. Amo el caos a escondidas. Debería haber más.
No creáis - y hablo más serio que un muerto al decir esto-, no asumáis que el orden y
la estabilidad son siempre buenos, en una sociedad o en un universo. Lo viejo, lo
osificado, debe dejar pasar a la nueva vida y al nacimiento de nuevas cosas. Antes de
que lo nuevo nazca, lo viejo debe morir. Es una comprensión peligrosa, porque nos
dice que tarde o temprano debemos acabar con mucho de lo que nos es familiar. Y eso
duele. Pero es parte del secreto de la vida. A no ser que nos podamos acomodar
psicológicamente a los cambios, empezamos a morir sin remedio. Lo que estoy
diciendo es que los objetos, las costumbres, los hábitos y los modos de vida deben
morir para que los auténticos seres humanos puedan vivir. Y el auténtico ser humano,
el que más importa, el útil, elástico organismo que puede rebotar para atrás, absorber,
y combatir con lo nuevo.
Por supuesto, yo diría esto, porque vivo cerca de Disneyland, y siempre están
añadiendo nuevas atracciones y destruyendo las antiguas. Disneyland es un organismo
que evoluciona. Durante años tuvieron el Lincoln Simulacrum, como si el mismo
Lincoln no fuese más que una forma temporal cuya materia y energía se tomase y se
perdiese. Lo mismo es cierto para cada uno de nosotros, guste o no.
El filósofo presocrático griego Parménides enseñaba que las únicas cosas reales eran
aquéllas que nunca cambiaban… y el filósofo presocrático griego Heráclito enseñaba
que todo cambia. Si superpones estos dos puntos de vista, se obtiene este resultado:
nada es real. Hay un fascinante paso siguiente en esta línea de pensamiento:
Parménides pudo no haber existido nunca porque envejeció y murió y desapareció, así
pues, de acuerdo con su propia filosofía, no existió. Y Heráclito pudo haber estado en
lo cierto -No olvidemos esto; así que si Heráclito tenía razón, entonces Parménides
existió, luego, según la filosofía de Heráclito, quizás Parménides tenía razón, pues
Parménides cumplía todas las condiciones, el criterio, según las cuales Heráclito
consideraba las cosas reales.
Ofrezco esto simplemente para demostrar que tan pronto como empiezas a
preguntarte qué es real en último término, empiezas a decir cosas sin sentido. Zen
probó que el movimiento era imposible, (realmente él sólo creía que lo había probado;
lo que demostró se llama técnicamente "teoría de los límites"). David Hume, el mayor
escéptico de todos, una vez dijo que tras una reunión de escépticos llegó a proclamar
la veracidad del escepticismo como teoría; todos los miembros de la reunión sin
excepción salieron por puertas y ventanas. Veo lo que Hume quería decir. Sólo eran
palabras. Ninguno de los solemnes filósofos se tomaba en serio lo que decían.
Pero yo considero el hecho de definir lo que es real -que es un tema serio, incluso un
tema vital. Y en algún lugar se encuentra el otro tema, la definición del hombre
auténtico. Porque el bombardeo de pseudo-realidades rápidamente comienza a
producir hombres de mentira, hombres falsos - tan falsos como los datos que les
presionan desde todos los flancos. Mis dos temas favoritos son realmente uno sólo; se
unen en este punto. Falsas realidades crearán falsos humanos. O falsos humanos
crearán falsas realidades y se las venderán a otros humanos, volviéndolos a su vez
falsificaciones de sí mismos. Así que nos encontramos con falsos humanos inventando
falsas realidades y después colocándoselas a otros falsos humanos. Simplemente es
una versión muy ampliada de Disneyland. Puedes tener el Paseo Pirata o el Lincoln
Simulacrum o el Paseo Salvaje del Señor Toad - Puedes tenerlos todos, pero ninguno
es de verdad.
En mis escritos me interesé tanto por lo falso que finalmente alcancé una definición de
falsas falsedades. Por ejemplo, en Disneyland hay pájaros falsos, que funcionan
mediante motores eléctricos, que emiten graznidos y gorjeos cuando pasas junto a
ellos. Supón que una noche todos nosotros nos colamos en el parque con pájaros de
verdad y los cambiamos por los artificiales. Imagina el horror que los oficiales de
Disneyland sentirían al descubrir el cruel engaño. ¡Pájaros de verdad! Y quizás algún
día incluso hipopótamos y leones de verdad. Consternación. El parque siendo
astutamente transmutado de lo irreal a lo real por fuerzas siniestras. De hecho, ¿te
imaginas el Matterhorn convertido en una genuina montaña cubierta de nieve? ¿Y si
todo el lugar fuese, por un milagro del poder y sabiduría de Dios, cambiado, en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, en algo incorruptible? Tendrían que clausurarlo.
Sin duda era un rey. Es el mismo Cristo retornado, para juzgar. Y eso es lo que hace
en mi novela: Él juzga al hombre encerrado arriba en la oscuridad. El hombre
encerrado arriba en la oscuridad debe ser el Príncipe del Mal, la Fuerza de la
Oscuridad. Llamadlo como queráis, su hora ha llegado. Fue juzgado y condenado. Felix
Buckman pudo llorar la tristeza de esto, pero sabía que el veredicto no podía ser
discutido. Y así pues él siguió cabalgando, sin dar la vuelta o mirar atrás, oyendo el
grito de miedo y derrota: el grito del mal destruido.
Así pues mi novela contenía material de otras partes de la Biblia, aparte de las
secciones de los Hechos. Descifrada, mi novela cuenta una historia bastante diferente
de la historia de la superficie (en la que no necesitamos introducirnos aquí). La historia
real es simplemente ésta: el retorno de Cristo, ahora rey más que sirviente sufridor.
Juez más que víctima de un juicio injusto. Todo está dado la vuelta. El mensaje central
de mi novela, sin saberlo yo, era un aviso al poderoso: pronto Tú serás juzgado y
condenado. ¿A quién, específicamente, se refería esto? Bien, realmente no puedo
decirlo; o más bien preferiría no decirlo. No lo sé con certeza, sólo tengo una intuición.
Y eso no es suficiente para seguir, así que me guardaré mis pensamientos para mí
mismo. Pero deberíais pensar qué eventos políticos tuvieron lugar en este país entre
Febrero de 1974 y Agosto de 1974. Preguntaos quién fue juzgado y condenado, y cayó
como una estrella fugaz en ruina y desgracia. El hombre más poderoso del mundo. Y
siento tanta pena por él como lo sentí cuando soñé aquel sueño. "Ese pobre hombre",
dije una vez a mi esposa, con lágrimas en mis ojos. "Encerrado en la oscuridad,
tocando el piano en la noche para sí mismo, solo y asustado, sabiendo lo que está por
venir". Por Dios, perdonémosle, finalmente. Pero lo que les hicieron a él y a sus
hombres - "todos los hombres del presidente", como está escrito - tenía que hacerse.
Pero ya ha pasado, y debería dejársele en la luz del sol de nuevo; ninguna criatura,
ninguna persona, debería ser encerrado en la oscuridad eternamente, aterrorizado.
Esto no es humano.
Por el tiempo en que la Corte Suprema estaba decidiendo que las cintas de Nixon
debían devolverse a la acusación particular, yo estaba comiendo en un restaurante
chino en Yorba Linda, el pueblo de California donde Nixon fue al colegio - donde creció,
trabajó en el almacén de verduras, donde hay un parque con su nombre, y por
supuesto la casa Nixon, simples listones de chilla y todo eso. En mi galletita de la
fortuna, tenía la siguiente predicción: