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ANTECEDENTES
ANALISIS
Con respecto al análisis del expediente estudiado, de acuerdo al recurso
de agravio constitucional interpuesto por don Victor Manuel Cipriani Nevad en
representación de la escuela internacional de gerencia High School of
Management Eiger contra la sentencia de la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas 160, su fecha 13 de setiembre de 2005,
que declara improcedente la demanda de autos, se resaltan los siguientes
aspectos:
Lectura de la sentencia
d) Efectos de la sentencia
El Tribunal Constitucional ha declarado fundada la demanda interpuesta,
lo que en buena cuenta significa que en el procedimiento administrativo en el
que se le sancionó al recurrente, se ha afectado el derecho al debido
procedimiento. Esto implica que las decisiones administrativas de INDECOPI se
declararon inaplicables por dicha circunstancia. Asimismo, dicha sentencia tiene
un efecto vinculante, ya que el propio Tribunal Constitucional dispuso que dicha
causa le ha permitido al Colegiado dejar establecida su posición respecto a la
interpretación que debe darse a determinadas normas del ordenamiento jurídico,
aplicando para ello el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, lo que supone que, a partir de la fecha de la publicación de dicha
sentencia, todos los jueces y tribunales del país quedaron vinculados por el
precedente ahí establecido y desarrollado en los acápites a), b) g) y h) de su
fundamento 5.
f) Implicaciones de la sentencia
Dado que la sentencia en análisis ha establecido jurisprudencia con
carácter vinculante, en relación a la interpretación que debe darse a
determinadas normas del ordenamiento jurídico, es notorio que tiene una
implicancia estrictamente jurídica, pues, en virtud de ella, los jueces de la
República están en la obligación de resolver causas de contenido similar
conforme a los criterios establecidos por el Tribunal en esta sentencia.
DISCUSIÓN
En primer término, es preciso poner en consideración que no pocos
autores se han ocupado de desarrollar lo concerniente a la institución jurídica
procesal (de primerísima importancia), en un Estado Constitucional de Derecho,
como es el debido proceso (al que también se le denomina: debido proceso legal,
y al que hemos optado denominarlo: debido proceso general); la misma que
viene presentando una muy saludable aceptación y desarrollo (en beneficio
principalmente de la justicia y justiciables), como paulatina concientización entre
los actores del íter procesal, a nivel del orbe en su conjunto.
Empero, así también, cabe dejar constancia que muy pocos han orientado
sus trabajos y esfuerzos conducentes a arribar a derroteros que contribuyan
específicamente a desentrañar los designios y alcances del debido proceso
general, más que en cada rama del derecho adjetivo, en las tres modalidades
precisamente del mencionado debido proceso. Es decir, nos referimos al
incipiente (y en apabullante mayoría, nulo) abordaje del: i) debido proceso
jurisdiccional, verbigracia: debido proceso penal, debido proceso tributario,
debido proceso empresarial, debido proceso laboral, debido proceso global,
debido proceso ambiental, debido proceso deportivo, debido proceso
electrónico, debido proceso militar, debido proceso comunal, debido proceso
arbitral; entre otros; ii) debido proceso administrativo, y el iii) debido proceso
corporativo particular. Lo cual resulta muy preocupante, ya que en la actualidad,
si bien es cierto que la Constitución Política peruana reconoce al debido proceso
legal (o general) e implícitamente a los debidos procesos específicos, el Tribunal
Constitucional peruano, a la fecha, únicamente ha desarrollado los debidos
procesos (específicos) administrativo y constitucional.
Dicho esto, debo señalar que, en cuanto a la figura del debido proceso,
las reglas incorporadas en la Constitución y en los instrumentos internacionales
tienen carácter eminentemente procesal, y aunque vayan dirigidas
fundamentalmente a los jueces y alos órganos de la administración que emiten
actos creadores de normas jerárquicamente inferiores a la ley, también
constituyen reglas para el legislador y permiten que el contenido de las leyes sea
sometido a examen.
Es por ello que se dice con acierto que todo procedimiento administrativo
que se precie de ser justo, debe respetar las garantías mínimas necesarias para
que la decisión emitida sea razonable y que en el procedimiento respectivo se
haya permitido ejercer al ciudadano los derechos fundamentales conexos al del
debido procedimiento administrativo, como por el ejemplo el derecho a la
defensa, el derecho a ser oído por el tribunal, el derecho a la notificación, a leer
el expediente, a una debida y adecuada motivación, el plazo razonable entre
otros.