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LA SANCION DE LAS CLAUSULAS ABUSIVAS Y SU APLICACIÓN AL CONTRATO
ESTATAL: UN VACIO NOTABLE ................................................................................................ 1
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 3
2. CONCEPTO DE ABUSO DEL DERECHO ..................................................................... 5
3. DEL ABUSO DEL DERECHO EN LAS RELACIONES CONTRACTUALES ............ 9
3.1 DEL ABUSO DEL DERECHO COMO NEGACIÓN DE LA BUENA FE EN MATERIA
CONTRACTUAL ............................................................................................................................. 9
3.2 LA CONTRATACIÓN CONTEMPORÁNEA Y LOS CONTRATOS PREDISPUESTOS .......... 10
3.2 DIFERENCIA ENTRE LA POSICIÓN DOMINANTE EN EL MERCADO Y LA POSICIÓN
DOMINANTE EN LA CONTRATACIÓN. ...................................................................................... 12
3.3 RELACIÓN DEL ABUSO DEL DERECHO CON LA POSICIÓN DOMINANTE
CONTRACTUAL ........................................................................................................................... 14
4. DE LAS CLÁUSULAS ABUSIVAS .................................................................................... 15
4.1 DE LOS ELEMENTOS DE LAS CLÁUSULAS ABUSIVAS ................................................ 15
4.2 TIPIFICACIÓN DE LAS CLÁUSULAS ABUSIVAS ............................................................ 19
4.3 UNIDROIT: LA EXCESIVA DESPROPORCION PRESTACIONAL EN EL CONTRATO. .. 20
5. DE LA REGULACION SOBRE LAS CLAUSULAS ABUSIVAS EN EL DERECHO
COLOMBIANO ............................................................................................................................ 23
5.1 DE LA VALIDEZ DE LOS CONTRATOS DE ADHESIÓN O DE CONTENIDO
PREDISPUESTO .......................................................................................................................... 23
5.2 REGÍMENES ESPECIALES .............................................................................................. 24
1 Disertación del autor para posesionarse como Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de
Jurisprudencia. El autor desea expresar su agradecimiento al Académico Fernado Sarmiento Cifuentes, segundo
vicepresidente de la Academia, quien de manera generosa leyó los borradores de este trabajo y enriqueció la discusión
que permite hoy someterlo a consideración de la Institución
2 Abogado de la Pontifica Universidad Javeriana (1989), especializado en Derecho Constitucional y Ciencia Política del
Centro de Estudios Constitucionales de Madrid y de la Universidad Complutense de la misma ciudad (1993) y Master en
Economía Política del Desarrollo del London School of Economics (LSE) (1998). ExViceministro de Justicia y del
Derecho de Colombia. Socio fundador de SUAREZ BELTRAN & ASOCIADOS Abogados Consultores Ltda., firma en la
que concentra su actividad en el asesoramiento en materia contractual.
1
5.2.1 EN LA LEY DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS ............................................... 24
5.2.2 EN EL SISTEMA FINANCIERO ......................................................................................... 25
5.2.3 EN LA LEY 1258 DE 2008 POR LA CUAL SE CREA LA SOCIEDAD POR ACCIONES
SIMPLIFICADA ............................................................................................................................. 26
5.2.4 EN EL ESTATUTO DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR ............................................... 26
6. LA SANCION JURIDICA PARA LAS CLAUSULAS ABUSIVAS EN EL DERECHO
COLOMBIANO ............................................................................................................................ 29
6.1 ESTADO DE LA CUESTIÓN ............................................................................................. 29
6.2 NUESTRA POSICIÓN ....................................................................................................... 32
7. LAS POSIBILIDADES DEL CONTROL JUDICIAL FRENTE A LAS CLAUSULAS
ABUSIVAS EN EL DERECHO COLOMBIANO .................................................................... 35
7.1 ESTADO DE LA CUESTION ............................................................................................. 35
7.2 CRITERIOS PARA ABORDAR LAS CLÁSULAS ABUSIVAS .......................................... 35
7.3 DE LA FORMA DE SOLUCIONAR EL VACIO DEJADO POR LA CLÁUSULA ABUSIVA
ANULADA ..................................................................................................................................... 37
8. EL EFECTO EN EL CONTRATO ESTATAL ......................................................................... 41
2
1. INTRODUCCIÓN
“Quien usa de su derecho, a nadie lesiona” (Qui jure suo Utitur, Neminem
laedit). Así expresaban los romanos su confianza en el poder del orden
jurídico para producir una sociedad justa. En esa concepción, pensar en
que fuera posible “abusar” de un derecho no tenía cabida. En esa lógica,
si de los acuerdos de voluntades nacen derechos, ellos son absolutos. A su
turno y de manera coherente con lo anterior, proclamaba el Digesto
“Pacta sunt servanda” (los pactos deben cumplirse) abriendo con ello la
puerta conceptual al vigoroso ejercicio de lo que vendría a
conceptualizarse en el Código de Napoleón como el “postulado de la
autonomía de la voluntad privada”, la cual no debía entonces detenerse
más que ante el “orden público”, toda vez que “del contrato no puede
surgir injusticia alguna dado que las obligaciones se asumen libremente” 3,
lo que lleva al artículo 1602 de nuestro Código Civil, a declarar que “Todo
contrato es ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su
consentimiento mutuo y por causas legales”.
3AGUILAR GUTIERREZ, Antonio, “La evolución del contrato”, en Boletín del Instituto de Derecho Comparado, UNAM,
enero – abril, 1955, pág. 28
3
contractual aún no es clara, y mucho menos lo que pueda o no hacer el
juez para remediarla.
4
2. CONCEPTO DE ABUSO DEL DERECHO
4Cfr. ORDOQUI CASTILLA, Gustavo “Abuso del Derecho”. Universidad Católica de Uruguay. Dámaso A. Larrañaga-
Uruguay. Colección Internacional Pontificia Universidad Javeriana. Grupo Editorial Ibañez 2010; pág 179 y ss.
6Crf, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Civil, Sentencia del 16 de septiembre de 2010, MP Dr César
Julio Valencia Copete.
6
acto que, por sus móviles o por su fin, es opuesto a su destinación y a
la función que le asigna la sociedad. En este orden de ideas, el titular
de un derecho puede, con torcida intención o sin ella, ejercitarlo de
manera excesiva, inoportuna, o innecesaria, desviándola así de su
finalidad última, con lo cual incurre, en todos estos eventos, en típico
ejercicio abusivo del ese derecho”7.
“ (…)
(…)”
7
SUESCUN MELO, Jorge “Derecho Privado. Estudios de Derecho Civil y Comercial Contemporáneo. Tomo II. Ed. Legis
2005; pág 241.
7
“El que abuse de sus derechos estará obligado a indemnizar los
perjuicios que cause.”
8
3. DEL ABUSO DEL DERECHO EN LAS RELACIONES CONTRACTUALES
“En efecto hoy día se tiene por sabido que el dominio de aplicación
del postulado en cuya virtud las leyes no le brindan protección de
ninguna índole a quien abusa en el ejercicio de poderes emergentes
de situaciones particulares que le favorecen, no lo absorbe con
sentido de exclusividad el régimen previsto para los delitos y
cuasidelitos civiles, lo que desde luego no es impedimento para que
en este contorno se le tenga como uno de los factores posibles de
imputación de responsabilidad; el abuso de dichas prerrogativas,
entonces, es un ilícito específico o ‘sui generis’ que sin duda alguna
cuenta con suficiente autonomía conceptual y sus alcances
superan en mucho los que la censura en este caso sugiere, habida
cuenta que como en la actualidad lo dicen valiosos estudios sobre
el tema, el deber jurídico de no excederse en el ejercicio de un
derecho subjetivo, de evitar su empleo de manera antisocial o
inmoral o que contradiga la finalidad socioeconómica que dicha
potestad tiene, es parte integrante de toda situación jurídica
individual activa o de poder y de carácter patrimonial, su sustancia
es por lo tanto la de un deber genérico que toma pie en el principio
general de derecho prohibitivo del abuso en cualquiera de sus
modalidades y al cual, para decirlo con palabras de un ilustre
tratadista, jamás puede serle extraña la materia contractual pues
esta noción moral que como tantas otras viene a fecundar la altiva
8Cfr. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Civil, Sentencia de 19 de octubre de 1994, MP Dr Carlos
Esteban Jaramillo Schloss, exp. 3972
9
juridicidad ‘… hoy se la utiliza también para controlar el goce y
ejercicio de los derechos derivados de los contratos a fin de que este
ejercicio no sea ilícito o ilegítimo e impedir así que los contratantes se
sirvan de los derechos que los contratos crean con una finalidad
distinta de aquella para la cual estos fueron pactados…’(Arturo
Alessandri Rodriguez. El Contrato Dirigido. Santiago de Chile, 1942).
10
El contrato como una declaración conjunta de la voluntad común de dos
partes, es decir, como un acuerdo de voluntades destinado a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas obligacionales con sentido
patrimonial, es un concepto moderno, fruto de una larga evolución
histórica del pensamiento jurídico.
9
SOTO COAGUILA, Carlos Alberto “El Contrato en una Economía de Mercado”. Colección Internacional.
Pontifica Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas JAVEGRAF 2008; págs. 319 y ss..
11
legales y de hecho, han generado que la contratación privada no sea
única ni uniforme en el tiempo, y sin lugar a dudas, desde hace varias
décadas somos participes de un nuevo sistema de contratación: la
contratación masiva, de “adhesión” o “predispuesta”, que per se no
puede precalificarse de “abusiva”.
10
MIRANDA LONDOÑO, Alfonso “Abuso de Posición Dominante: Perspectivas de Aplicación en Colombia a la luz del
Derecho Comparado. Publicado en la revista del Centro de Estudios del Derecho de la Competencia- CEDEC. Pontificia
Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas, Bogotá 1997; pág. 52.
11
COLOMBIA. CAMARA DE COMERCIO DE BOGOTA. Laudo 23 de febrero de 2007. PUNTO CELULAR LTDA vs
COMCEL S.A. Arbitros David Luna Bisbal, Sergio Muñoz Laverde y Pedro Nel Escorcia Castillo.
12 RENGIFO GARCÍA, Ernesto “Del abuso del Derecho al Abuso de la Posición Dominante. Universidad Externado de
13 Cfr. CAMARA DE COMERCIO DE BOGOTA. Laudo 15 de agosto de 2012. TV SAT S.A.S. EN LIQUIDACIÓN
JUDICIAL vs TELMEX S.A. Árbitros Carlos Lleras de la Fuente (presidente), Fernando Romero Velazco y Gonzalo
Suárez Beltrán.
14 Cfr. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Civil, Sentencia de 19 de octubre de 1994, MP Dr Carlos
15
COLOMBIA. CAMARA DE COMERCIO DE BOGOTA. Laudo 23 de febrero de 2007. PUNTO CELULAR LTDA vs
COMCEL S.A. Arbitros David Luna Bisbal, Sergio Muñoz Laverde y Pedro Nel Escorcia Castillo.
15
entender como ‘el conjunto de criterios valorativos, que desde el punto de
vista ético, pueden conducir a un enjuiciamiento de la interna justicia de la
ordenación contractual’16. Se trata de la buena fe “objetiva”, consistente
en dar al contrato cumplida efectividad para la realización del fin
legítimamente perseguido, lo que exige comportamientos justos,
adecuados y reales de los interesados. La buena fe es lo que el
contratante normal espera, según el tipo de contrato, que sea el
contenido normal del mismo, como resultado de la aplicación de la regla
general de confianza17. En ese sentido18…
16 DIEZ-PICAZO Y PONCE DE LEON, Luis (1992). Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial I. Introducción, Teoría
del Contrato. Civitas. Madrid, España, pag. 354.
17 LOPEZ SANCHEZ, Manuel Angel (1987). Las condiciones generales de los contratos en el Derecho Español. Revista
16
La buena fe marca el modelo de la conducta debida en la
interrelación y distribución de intereses entre las partes. Y si se
apartan de ese modelo, se puede incurrir en abusos.
17
La doctrina19 ha propuesto como criterios para la determinación de la
abusividad sustancial desde la óptica del desequilibrio contractual, los
siguientes:
- Causa un perjuicio.
22. FRANCESCO GALGANO y FABRICIO MARRELLA, Diritto del comercio internazionale, 2ª ed., Padua, Cedam,
2007, pag. 14.
20
otra parte, o de su falta de previsión, ignorancia, inexperiencia o falta
de habilidad en la negociación; y
b) la naturaleza y finalidad del contrato.
21
Coincidimos con el profesor JORGE PINZON SANCHEZ23 al advertir que
instrumentos tales como los PRINICIPIOS UNIDROIT y las normas de la
Convención de Viena sobre Compraventa Internacional de Mercaderías,
se constituyen en fuentes de derecho de los negocios internacionales y
ambos forman parte de nuestro ordenamiento comercial vigente.
23Cfr. PINZON SANCHEZ, Jorge; “Contratos de Contenido Predispuesto: La Adhesión y las Condiciones Generales de
Contratación”; artículo publicado en “DERECHO DE LAS OBLIGACIONES” Tomo I. Universidad de los Andes. Editorial
Temis 2009; pág 502.
22
5. DE LA REGULACION SOBRE LAS CLAUSULAS ABUSIVAS EN EL
DERECHO COLOMBIANO
23
ramos suelen fijar, por sí solas, sus precios y condiciones,
ofreciéndolos al público sin admitir que persona alguna entre a
discutirlos, sino simplemente a manifestar si los acepta o no. Esta
nueva forma de contratación, puesta por la complejidad comercial
y económica, ha dado lugar a la distinción entre los contratos
preestipulados y los contratos por adhesión, llamados así estos
últimos, por cuanto uno de los contratantes se limita a prestar su
adhesión a las condiciones impuestas por el otro”24.
24CorteSuprema de Justica, Sala de Casación Civil 15 de diciembre de 1970. CXXXVI, pág. 190. Citado en: SANTOS
BALLESTEROS, Jorge “Instituciones de Responsabilidad Civil”. Tomo II. Ed. Ciencias Jurídicas. Pontificia Universidad
Javeriana 2005, págs. 111 y 112
25ARTÍCULO 128. CONTRATO DE SERVICIOS PÚBLICOS. Es un contrato uniforme, consensual, en virtud del cual una
empresa de servicios públicos los presta a un usuario a cambio de un precio en dinero, de acuerdo a estipulaciones que
han sido definidas por ella para ofrecerlas a muchos usuarios no determinados.
Hacen parte del contrato no solo sus estipulaciones escritas, sino todas las que la empresa aplica de manera uniforme
en la prestación del servicio. Existe contrato de servicios públicos aún cuando algunas de las estipulaciones sean objeto
de acuerdo especial con uno o algunos usuarios.
26 Cfr. Corte Constitucional. Sentencia C-1162 del 6 de septiembre de 2000, M.P. Dr José Gregorio Hernández Galindo
24
Ahora bien, la ley 142 de 1994 señala de manera expresa en qué casos se
presume abuso de la posición dominante por parte de la empresa
prestadora del servicio público, y por ende, la presencia de cláusulas
abusivas en su artículo 133; listado este que guarda correspondencia con
las denominadas “listas negras” formuladas en el derecho comparado.
25
PARÁGRAFO. Cualquier estipulación o utilización de cláusulas
abusivas en un contrato se entenderá por no escrita o sin efectos
para el consumidor financiero”.
26
Así mismo, se entiende por “producto”, todo bien o servicio y por
“productor”, quien de manera habitual, directa o indirectamente, diseñe,
produzca, fabrique, ensamble o importe productos. También se reputa
productor, quien diseñe, produzca, fabrique, ensamble, o importe
productos sujetos a reglamento técnico o medida sanitaria o fitosanitaria
(art 5 num 8 y 9).
A su vez, los artículos 37, 38, 41 y 43 del estatuto del consumidor se ocupan
de los siguientes aspectos: las condiciones mínimas que deben cumplir los
contratos de adhesión so pena de “ineficacia”; una regulación sobre las
denominadas “cláusulas de permanencia mínima” y una lista de cláusulas
27
que se consideran “abusivas”. Para los efectos de este trabajo, debe
hacerse notar que en cuanto a los efectos de las cláusulas abusivas, el
estatuto del consumidor dispone su “ineficacia”, en los siguientes términos y
con el siguiente alcance:
(…)
(…)”
28
6. LA SANCION JURIDICA PARA LAS CLAUSULAS ABUSIVAS EN EL
DERECHO COLOMBIANO
En todo caso, vale la pena mencionar que voces autorizadas como la del
doctor FERNANDO HINESTROSA han señalado que la denominada
ineficacia de “pleno derecho” es una figura “extraña”, “imprecisa” y
“confusa”, por demás de innecesaria en nuestro régimen jurídico y hasta
violatoria del derecho fundamental del debido proceso, por lo cual la
mencionada diferencia tiende a desvanecerse ante la necesidad de
eliminar ciertas incertidumbres como el de la supuesta “imprescriptibilidad”
de la ineficacia sometida al capricho de los particulares y de las
autoridades administrativas.
27 FERNANDO HINESTROSA , precisa que “la nulidad es una sanción consistente en la privación al negocio de todos los
efectos que está llamado a producir , mirando tanto al futuro como al pasado. De ahí por qué se diga, mas descriptiva
que fundadamente, que la nulidad opera retroactivamente cuando en rigor loque sucede es que por motivos congénitos,
o sea presentes al momento de celebración del negocio –sin perder de vista la posibilidad de formulación sucesiva del
factum negocial- el negocio se muestra inidóneo para producir efectos y el Estado, por medio del aparato jurisdiccional
y de una sentencia declarativa, dispone la privación de todo efecto, comenzando por el propio vínculo negocial y
siguiendo con la eliminación de los efectos finales, en cuanto ellos sea físicamente factible y no haya un interés
específico consagrado por algún precepto en la conservación de determinado efecto personal o real del acto nulo…”
.(HINESTROSA, Fernando, “Eficacia e ineficacia del Contrato”, Revista de Derecho de la Universidad Católica de
Valparaíso XX. Valparaíso, Chile, 1999).
29
economía, es frecuente encontrar, a más de la exigencia de revisión
o autorización administrativa del contenido de contratos masivos, la
presencia de prohibiciones de cláusulas, estipulaciones, pactos
acompañadas de la prevención de su “ineficacia de pleno
derecho”, con ese giro o uno análogo y la manifestación de que la
disposición no valdrá, es nula, no se tendrá en cuenta, se
considerará como no escrita y el giro contundente de que para
prescindir de ella no es menester intervención y pronunciamiento
jurisdiccionales. Ese estilo y esa práctica, producto de la función
intervencionista en el contenido negocial, sin duda obedecen al
empeño del Estado de prevenir transgresiones groseras de dictados
imperativos suyos, a la par que atender el reclamo de una mayor
precisión y una mayor facilidad de identificación de las
estipulaciones contrarias al ius cogens28, con ventaja para la
seguridad jurídica y responden al afán de reaccionar severa, pronta
y eficientemente frente a los abusos de poder o de situaciones de
privilegio en la celebración de contratos de consumo masivo de
bienes y servicios, y de restablecer la paridad de su contenido y
asegurar la sanidad del contrato. Solo en oportunidades no deja de
resentirse de demasiada generalidad o drasticidad.
(…)
(….)
(…)”29
29 Ibid.
31
de la voluntad y mantener por ende la vigencia de las cláusulas
enjuiciadas de abuso, la Corte pasa en una evolución que empezó en el
año 36, a encontrar que le merecen censura, la que justifica restarles
simplemente “eficacia”.
Como ha quedado visto, en relación con los efectos que generan las
cláusulas abusivas se han presentado diferentes teorías por parte de la
jurisprudencia y de la doctrina nacional y en el derecho comparado. No
obstante, en general dichas teorías se han orientado a restarles “eficacia”
a dichas cláusulas, no hay claridad sobre que debe el juez hacer:
reconocer la “ineficacia” que habría ocurrido por ministerio de la ley?
Declarar la “nulidad”, pero en tal caso con fundamento en qué causal?
Ahora bien, en nuestro sentir ante una cláusula abusiva procede como
solución la declaratoria de nulidad absoluta de la misma por contrariar
una norma imperativa como lo es el ordinal 1º del artículo 95 de la
Constitución Política. Esta postura ha sido jurisprudencialmente recogida en
sede arbitral de manera particularmente clara en el Laudo del caso “Punto
Celular Ltda. vrs Comcel S.A.” al decir:
33
artículo 95 de la Constitución Nacional, así su contenido material,
individualmente considerado, no evidencie trasgresión de la ley, el
orden público o las buenas costumbres”31. (Se destaca).
31CAMARA DE COMERCIO DE BOGOTA. Laudo 23 de febrero de 2007. PUNTO CELULAR LTDA vs COMCEL S.A.
Arbitros David Luna Bisbal, Sergio Muñoz Laverde y Pedro Nel Escorcia Castillo.
34
7. LAS POSIBILIDADES DEL CONTROL JUDICIAL FRENTE A LAS CLAUSULAS
ABUSIVAS EN EL DERECHO COLOMBIANO
Qué puede hacer el juez en frente del fenómeno del abuso del derecho
en los contratos? En nuestro país ante la ausencia de previsiones legislativas
suficientes, como se ha evidenciado, ha sido la jurisprudencia la que ha
orientado el control de las cláusulas abusivas sentando los parámetros
para su calificación y sanción. En ese sentido el tema ha sido desarrollado
en alguna medida por las altas cortes y por la justicia arbitral, sin que en
todo caso se haya avanzado al punto de tener certeza sobre la forma de
concretizar la protección que la institución del abuso del derecho ofrece.
35
como efecto una desproporcionada privación de las prestaciones a
favor de una de las partes, es abusiva.
Para efectos de este análisis el juez podrá valerse entre otros de los
elementos que brindan los Principios Unidroit, que pueden ser
invocados en Colombia como principios generales de derecho, o
mediante el artículo 7º del Código de Comercio32, o de manera
indirecta por medio de la remisión de la Convención de Viena a ‘los
principios generales en que se basa” para dirimir cuestiones que
hayan sido expresamente previstas en ella’33.
32 C. de Co., art. 7º. “Los tratados o convenciones internacionales de comercio no ratificados por Colombia, la costumbre
mercantil internacional que reúna las condiciones del artículo 3, así como los principios generales del derecho comercial,
podrán aplicarse a las cuestiones mercantiles que no puedan resolverse conforme a las reglas precedentes”.
33 Cfr. PINZON, JORGE, Ob Cit., pág 498.
FARINA, Juan María, “Contratos Comerciales Modernos”, Buenos Aires, 1997, Editorial Astrea, segunda edición.
36
3. Llevar a cabo la “integración” del contenido contractual conforme
al principio de buena fe. Este último elemento permitirá también, en
nuestro criterio, avanzar en la solución de cómo llenar el vacío que
genera la anulación de la cláusula abusiva, como enseguida se
verá.
35SOLARTE RODRIGUEZ, Arturo. Capitulo 2 “La buena fe contractual y los deberes secundarios de conducta”.
“Derecho Privado y Globalización”. Tomo 3. Ed. Ibañez 2008; págs. 127 y 128 A.
37
tradición del derecho común que con frecuencia no son convenidos
de forma expresa precisamente porque valen entre las partes como
naturalia. Fundamentalmente es aquí donde las obligaciones
accesorias derivadas de la naturaleza de las cosas encuentran su
sitio, en particular las consecuencias necesarias de las obligaciones
aceptadas de modo expreso”. En una primera forma de examinar
este tema, parte de la doctrina señala que los elementos de la
naturaleza a que hace referencia el artículo 1603 del código civil no
serían nada distinto a los naturalia negotti, que en los términos del
artículo 1501 del código civil serán aquellos elementos de un
contrato que ‘no siendo esenciales en él, se entienden pertenecerle,
sin necesidad de una cláusula especial’, y dicha ‘pertenencia’ se
daría a través de la aplicación de las normas legales supletivas, en
las cuales estaría la regulación ‘natural’ de cada contrato. Otra
interpretación que compartimos, señala que a través de los
elementos de la naturaleza se incorporan al contrato ‘las prácticas
usuales y los estándares propios de las negociaciones honestas
seguidas en el tráfico’, toda vez que las ‘cosas de la naturaleza’ de
un contrato no son ‘simplemente aquellas normas del régimen
contractual sobre las cuales guardaron silencio los contratantes,
porque estas normas penetran en el contrato y se instalan en él por
virtud del artículo 38 de la Ley 153 de 1887. Repárense en que el
artículo 1603 distingue perfectamente entre las cosas que ‘emanan
precisamente de la naturaleza de la obligación’ y las cosas ‘que por
ley pertenecen a ella’. Luego, las primeras cosas difieren de las
normas positivas contenidas en el régimen (supletorio) del respectivo
contrato (…)”.
38
manera que una desviación extraordinaria e injustificada del derecho legal
dispositivo puede perder validez”36.
Todo lo hasta aquí dicho, debe entenderse sin perjuicio de los efectos
previstos en la ley para aquellas cláusulas que independientemente de su
carácter abusivo sean absolutamente nulas o ineficaces de pleno derecho
de cara a su contenido material. Es el caso por ejemplo, de una cláusula
que en un contrato de sociedad disponga que uno de de los socios
renuncia a su participación en las utilidades. En este caso, de conformidad
con el artículo 150 del Código de Comercio “las cláusulas del contrato que
priven de toda participación en las utilidades a algunos de los socios se
tendrán por no escritas, a pesar de su aceptación por parte de los socios
afectados con ellas”. Igualmente ocurre cuando en un contrato de
arrendamiento de local comercial, se impone al arrendatario renunciar al
derecho de renovación de que trata el artículo 518 del estatuto comercial.
En este caso, el efecto previsto por la ley es que dicha cláusula no produce
efectos de conformidad con el artículo 524 de esa normatividad38. Así pues
en estos casos, es claro que las prestaciones correspondientes deben ser
cumplidas de acuerdo con lo que al respecto consagran normas jurídicas
de carácter imperativo.
36DIEZ-PICAZO Y PONCE DE LEON, Luis (1992). Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial I. Introducción, Teoría del
Contrato. Civitas. Madrid, España, pag. 360.
37 DIEZ-PICAZO Y PONCE DE LEON, Luis (1992). “La doctrina de los actos propios”, Civitas. Madrid, España, pág. 141
38 Cfr. Laudo citado en precedencia.
39
cláusula anulada produce, que la solución es la integración del contrato
con las normas dispositivas que se pretendían reemplazar. A falta de ellas,
en aplicación del principio de buena fe, el juez deberá integrar el contrato
con lo que a él naturalmente corresponde, lo que le permitirá ajustarlo
conforme a los mandatos de la equidad y en asuntos mercantiles
reconciliarlo con “criterios comerciales razonables de lealtad
negocial”(Principios Unidroit sobre contratos comerciales internacionales”)
y con las prácticas usuales y los estándares propios de las negociaciones
honestas seguidas en el tráfico, de manera que se logré el propósito de
restablecer el equilibrio contractual.
Hasta aquí nuestra visión del problema hacia el derecho privado, pero
permítaseme entonces una conclusión panorámica provocadora: siempre
se ha pensado que la preocupación por el “equilibrio económico” del
contrato está reservada al derecho público y, en criterio de algunos,
vinculada a una cierta visión paternalista del Estado para con su co-
contratante. Deseo entonces dejar constancia que, si me asiste la razón en
lo hasta aquí expuesto, es claro que el “equilibrio económico” permea al
derecho privado contractual, al punto que no respetarlo aparece como
un “abuso del derecho” al ejercicio del caro principio de la “autonomía de
la voluntad”. Con eso en mente, pasemos a reflexionar sobre las
consecuencias de todo lo dicho en frente del llamado “contrato estatal”.
40
8. EL EFECTO EN EL CONTRATO ESTATAL
39 SUAREZ BELTRAN, Gonzalo. “La nueva contratación pública en Colombia”, Bogotá, Legis, 2008, págs.. 143 - 144
42
científica que sólo tuviera en mira el triunfo de la verdad jurídica, la
corrección de errores en la inteligencia y aplicación de la ley y la
formación de una verdadera jurisprudencia nacional…”40. Esperamos con
este trabajo de posesión contribuir a ese propósito y empezar a retribuir en
algo el alto honor que se me dispensa el día de hoy al invitárseme a formar
parte de esta excelsa Corporación como Académico Correspondiente.
Muchas gracias.
40OLANO GARCÍA, Hernán Alejandro. “Historia de la Academia Colombiana de Jurisprudencia”, pág. Xi, Ediciones
Academia Colombiana de Jurisprudencia, Colección Portable, Bogotá, 2007.
43
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR GUTIERREZ, Antonio, “La evolución del contrato”, en Boletín del Instituto de
Derecho Comparado, UNAM, enero – abril, 1955
DIEZ-PICAZO Y PONCE DE LEON, Luis (1992). “La doctrina de los actos propios”,
Civitas. Madrid, España.
FARINA, Juan María, “Contratos Comerciales Modernos”, Buenos Aires, 1997, Editorial
Astrea, segunda edición.
LOPEZ SANCHEZ, Manuel Angel (1987). Las condiciones generales de los contratos en
el Derecho Español. Revista General de Legislación y Jurisprudencia. Madrid, España,
pag. 643.
44
MIRANDA LONDOÑO, Alfonso “Abuso de Posición Dominante: Perspectivas de
Aplicación en Colombia a la luz del Derecho Comparado. Publicado en la revista del
Centro de Estudios del Derecho de la Competencia- CEDEC. Pontificia Universidad
Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas, Bogotá 1997.
RENGIFO GARCÍA, Ernesto “Del abuso del Derecho al Abuso de la Posición Dominante.
Universidad Externado de Colombia. Bogotá 2002; págs. 353 y 354.
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46