Si entendemos el capital cultural como un conjunto de valores, recursos y conocimientos
acumulados por los sujetos y el grupo social de pertenencia, es posible pensar la educación escolar como un complemento central de dicho capital a partir del cual las personas integran sus conocimientos, sus valores y creencias de un modo sistematizado y regularizado. El nivel de escolaridad de ambos padres es un eje desde el cual se articulan las necesidades de aprendizajes de los niños y niñas, con el rol de la familia en este campo. Si bien esto no implica una falta de capital cultural, si dificulta la manera en que los padres y madres pueden entender los aprendizajes de los niños y niñas, pues cuentan con menores capacidades, herramientas y recursos para enfrentar dicha tarea. De esta manera, el análisis de las entrevistas muestra que en aquellas familias donde existe una menor escolaridad de ambos padres o de al menos uno de ellos hay una menor de disposición de capacidades, habilidades, recursos y herramientas de los padres para enfrentar el apoyo a los aprendizajes de los hijos e hijas. Lo cual es levemente más marcado en las zonas rurales que las urbanas donde la escolaridad de los padres, madres y apoderados es más baja. La menor disposición de herramientas por parte de los padres y madres afecta el apoyo escolar a los hijos, marca fuertemente las prácticas existentes. Pero esta menor disposición de herramientas empuja a los padres a definir un área explícita de demandas hacia la escuela de la que requieren conocimientos específicos, herramientas y estrategias para enseñar. Los padres y madres con baja escolaridad necesitan aprender a enseñar. Esta demanda aparece mayoritariamente en las madres que son las que en general cuentan con menor escolaridad y que son a su vez las que están más cercanas a la realización de los apoyos escolares. A partir de esto, el problema que se presenta, es que padres y madres tienen en alta estima los “métodos” de la escuela y piensan que al tener una baja escolaridad no son competentes para asumir las tareas de apoyo a los aprendizajes. De este modo estamos frente a una situación compleja, pues por un lado se trata de familias que probablemente si cuentan con capacidades para apoyar a sus hijos e hijas, pero no las han internalizado, no las visualizan o las evalúan en forma negativa. Por otro lado, la baja escolaridad de padres y madres constituye una brecha real con los procesos de aprendizajes de los hijos e hijas. Desde la perspectiva de otros estudios, está ampliamente documentado que la escolaridad de los padres y madres tiene una fuerte incidencia en los logros de aprendizaje de la escuela(124), la pregunta ahora es ¿en qué incide, cómo incide?. En general, se ha entendido, que el capital cultural de base se relaciona con el efecto desigualdad, que provoca entre los diferentes niños y niñas. Desde otra perspectiva, uno de los elementos específicos que puede estar vinculado, no sea sólo la base de recursos con que cuenta la familia, sino sea también que la baja escolaridad implica una incongruencia y discontinuidad entre los métodos de la escuela y los recursos y habilidades de la familia y la falta de reconocimiento y valoración de estas últimas. VINCULACION Otro campo de diferencias entre lo urbano y lo rural, que aparece en las prácticas y representaciones, dice relación con las redes sociales. Las familias de zonas urbanas tienen más relaciones de apoyo con otras instituciones y al parecer relaciones significativas con la escuela y la iglesia. No así las familias de zonas rurales que tienen un campo de relaciones vinculados a la familia, no obstante dicen tener anhelos de contar con más apoyo de la escuela, pero no perciben ni disposición ni actividades dirigidos hacia ellos como apoderados. La escasez de redes de apoyo es un factor de protección de la familia y los niños y niñas que puede afectar en los recursos y herramientas con que cuenta la familia para atender sus necesidades relacionadas con el desarrollo de aprendizajes escolares, por lo cual sería importante fortalecer apoyos con la escuela.