You are on page 1of 4

Jean Palmier

Martin Heidegger
Traducción Imago Agenda

Friburgo, 9 de mayo de 1972

Estimado señor Palmier:

Su profundo estudio sobre la perspectiva de la obra de Georg Trakl es una


gran sorpresa y un hermoso regalo. Le agradezco cordialmente.

Lo que diferencia a este importante estudio es la gran objetividad de la


presentación y del juicio crítico. Su trabajo está, según me parece, guiado por dos
cuestiones. Una concierne a la relación entre poesía y pensamiento, la otra, según
la fórmula de Marx y Heidegger, interroga la relación entre la determinación
del hombre como ser social y la significación del ser del hombre a partir
del Dasein -lo que en francés no puede ser traducido por ser-ahí, sino
eventualmente por “ser-el-ahí”: so-portar (ausstehen) el claro (die Lichtung)-.

Con excepción del prefacio al volumen II de la edición histórica y crítica (p.


8) que menciona mi ensayo sobre Trakl, vuestro estudio es, por lo que sé, el
primero que haya comprendido el sentido de mi reflexión. Seguramente es, como
está mencionado al comienzo, deliberadamente parcial, pero en un sentido que
autoriza la interrogación: ¿una obra de poesía (Dichtung) y en consecuencia toda
gran obra de arte puede y debe ser explicada por la biografía o no es más bien la
obra la que hace posible una interpretación de la biografía que tomara el buen
camino?

Usted mismo aborda este tema al pasar y subraya con razón la trilogía de
los poemas en prosa. (pp. 401 y ss.)

Tiene usted en su lengua una palabra de origen latino “transfiguración”.


Hasta tanto llega cuanto comprendo de suprudente interpretación de la trilogía, su
texto no hace aparecer si usted le asigna el rol determinante a la obra o a la
biografía.
Cualquiera sea el caso, su estudio no aporta solamente para Francia algo
nuevo, sino que plantea de manera general la cuestión que guía mis intentos de
reflexión: ¿qué cosa tiene, en el orden de la precedencia, para la crítica literaria,
un lugar determinante, la investigación (la búsqueda) o el reenvío al poema y a la
escucha de la palabra poética?

Mi propia interpretación de Hölderlin, George, Rilke y Traki, no la


caracterizaría como “metafisica” sino al contrario como referida a la Historia del
Ser.

Sus observaciones críticas sobre mi interpretación que debía necesariamente,


por diferentes consideraciones, permanecer incompleta, están muy justificadas
sobre todo en cuanto a la figura del “Extranjero” y otras figuras.

Tal vez mis Aclaraciones sobre la poesía de Hölderlin le permitirán llevar


más lejos su reflexión sobre las cuestiones que planteo con respecto a la poesía.
Le hago enviar esta obra (cuarta edición aumentada) por la editorial Klostermann
así como mi curso del año 1936 dedicado al ensayo de Schelling sobre la libertad
humana (Niemeyer) donde está planteada la cuestión de la determinación
metafísica del mal.

En las páginas 304 y 305, usted traduce de la manera habitual en Francia


aunque no pertinente “das Sein zum Tode” por “Ser-para-la-muerte” cuando se
trata de “ser-hacia-la-muerte”. La interpretación de la muerte en Sein und
Zeit está orientada por la cuestión de la temporalidad (en tanto que portadora de
futuro) del Dasein y únicamente orientada en este sentido, lo cual marca su
límite, límite que es el de la finitud del Dasein e inclusive del ser como tal.

Dejaré de lado la cuestión: en qué medida mi definición de la poesía puede


aplicarse a Rimbaud y a otros poetas, e igualmente lo que hay que comprender
aquí por “aplicarse”. ¿Qué piensa usted de la definición de la poesía dada por
Mallarmé en la carta del 27 de junio de 1884, un año antes de la composición
de Nénuphar Blanc?

Yo mismo, fui tocado por primera vez por la poesía de Georg


Trakl durante el verano de 1912, cuando siendo aún estudiante, leí en la sala de la
biblioteca universitaria de Freiburg, los números de la revista Der Brenner.

Para la interpretación de la obra poética de Georg Trakl, se debería tomar en


consideración el hecho de que, al comienzo de la primera edición completa de las
obras de Trakl, Die Dichtungen, (1917) cuyo plan había discutido Trakl mismo
con su editor y amigo Karl Röck, se encuentra el poema Verfall (Ruina)[i] que ya
figura en la edición de los poemas de 1913, página 51.

Este poema piensa en los “destinos más claros” y esta reflexión se modula a
partir de la tercera estrofa: “Entonces me hace temblar un soplo de ruina”. Lo que
está nombrado aquí por así decirlo en una sucesión temporal, la poesía siguiente
podrá decirlo en una transfiguración única en tanto que situación.

A diferencia de la falsa interpretación existencial y antropológica (en Camus


especialmente), ampliamente difundida en Francia, usted interpreta de manera
ontológica, en la dirección exacta, el Verfallen (S.u.Z. §35 s.)

Sería interesante seguir las reacciones suscitadas en Francia por su estudio.

Recuerdo todavía con placer su visita y le envío en mi nombre y el de mi


esposa, mis saludos y mis mejores deseos para vuestro trabajo futuro.

Su Martin Heidegger

[i]
Reproducimos a continuación el poema Verfallen extraídos de Georg Trakl, Obras
Completas, Madrid, 1994.

Ruina

¡Sopla un viento! Apagándose suenan


las verdes luces - grande y oronda
inunda la luna la sala honda
donde ya las fiestas no resuenan.
Sonríen suave los antepasados
y lejanos - cayó su última sombra,
sofoca el aire de pútrida escombra,
donde circulan los cuervos callados.
Perdido sentido de tiempos perdidos
desde máscaras mira petrificadas,
que de vacío y dolor desfiguradas
su duelo van dejando entre olvidos.
De hundidos jardines exhalaciones
enfermizas la ruina tiernas rozan,
como ecos de palabras que sollozan
temblando sobre abiertos panteones.

You might also like