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La primera vez que leí el Cantar de los Cantares en la Biblia pensé, ¡No puede ser!

De inmediato tomé la
Biblia de un amigo para ver si se refería al mismo libro.

“Oye, le dije, ¿ya leíste esto? ¡Es increíble!”

“¿Qué? ¿De qué hablas? „

“¡Rayos! ¡Están hablando de trepar a los árboles y apropiarse de los frutos! ¡EN LA BIBLIA! ¡Aquí lo
dice!”

Yo era un adolescente cristiano con las hormonas activas y sentí que las oraciones de mi abuela al fin habían
sido escuchadas, ya que súbitamente se despertó en mí un intenso deseo por la Palabra. ¡Aleluya!

Con el tiempo, por supuesto, me di cuenta de que la relación descrita en Cantares que incluía aquellas
palmeras con el rostro sonrojado y los versos respecto a los frutos, ocurrían dentro de un contexto
específico. En medio del hermoso lenguaje poético acerca de las etapas de una relación que se inicia con una
mirada y que con el tiempo puede llevar hasta la luna de miel, el autor nos advierte tres veces: “Que no
despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera” o, como lo parafrasea Eugene Peterson en El Mensaje:
“No inciten al amor, no lo provoquen, hasta que haya llegado el momento – y ya estén listos.”

Con frecuencia me refiero a este libro cuando las personas -generalmente los solteros y solteras- me
preguntan acerca de las relaciones y el sexo prematrimonial. Ellos desean saber exactamente dónde es que la
Biblia habla de relaciones sexuales prematrimoniales, o fuera del matrimonio cuando ninguno de los dos
está casado. Quieren saber acerca de las prohibiciones del adulterio, y concuerdan en que no se debería tener
relaciones sexuales con alguien que es el cónyuge de alguien más. Pero ¿en dónde se menciona acerca de no
tener sexo si no existe “tal cónyuge”? Estás frente a dos personas adultas que están de acuerdo, y que no han
hecho ningún voto hacia otra persona, así que técnicamente no es un adulterio. ¿Qué hay de malo en ello?
¿Dice algo la Biblia respecto a ésto?

Me gusta comenzar con Cantares porque en él se elogia el paquete completo de las relaciones –comienza
con una atracción, seguida de emociones excitantes, deseos e intimidad sexual- y conecta todo en el contexto
o tiempo adecuado, cuando “el amor quiera”, un tiempo que es marcado por la aprobación pública de la
relación, enmarcado por una boda (capítulo 3) La relación completa, incluyendo los aspectos sexuales, se
realiza dentro del contexto de la aprobación de la comunidad – y, más allá de la aprobación – el regocijo.

Yo pregunto a estos jóvenes solteros, ¿acaso la comunidad –sus amigos, familiares, la congregación- se
siente cómoda al saber acerca de sus relaciones sexuales clandestinas? Y cuando parece que hay un
embarazo en camino, ¿es motivo de celebración? No, claro que no. ¿Y por qué no? Porque ni el tiempo ni el
contexto son adecuados. Una aventura en secreto se ve forzada a salir a la luz y está cubierta por una nube
de vergüenza. Ustedes han “incitado al amor antes de tiempo” Habrá dolor, decepciones y tristeza; en
contraste con el mensaje de Cantares.

La vida sexual de las parejas en Cantares ocurre dentro de un contexto de compromiso de por vida con el
matrimonio, y la comunidad se regocija. Vendrán nietos, sobrinas, sobrinos, muchos más miembros a
engrosar las filas de la familia. La vida sexual de las parejas es al fin de cuentas, un beneficio para la
sociedad, que se nutre con nuevos miembros que son una bendición. Eso, mis queridos jóvenes amigos
solteros, es el escenario de la sexualidad en el contexto adecuado.

Les digo que deben recordar que en los tiempos bíblicos el sexo antes del matrimonio no era muy común, ya
que las personas se casaban muy jóvenes y no pasaba mucho tiempo entre llegar a la edad de la madurez
sexual y el tiempo de contraer matrimonio. La mayoría del sexo que se practicaba era después del
matrimonio, ya sea con tu cónyuge, lo cual era bueno, o con quien no era tu cónyuge, lo cual era prohibido,
y por eso es que hay mucho más que hablar acerca del adulterio que de las relaciones sexuales pre-
matrimoniales. En la actualidad luchamos mucho más contra esto debido a que el tiempo que transcurre
entre llegar a la edad de la madurez sexual y el matrimonio, ha llegado a ser hasta de dos décadas
comparado con los tiempos bíblicos.

También agrego que ni siquiera estaríamos teniendo esta conversación si no fuera por motivos de la
invención del control de natalidad, especialmente refiriéndonos a la píldora femenina, y si hoy en día
hacerse un aborto no fuera tan fácil. Sin el control de la natalidad y sin el aborto, el sexo significaría una
mayor probabilidad de criar y educar a los hijos, y ello significaría compromiso, y el compromiso
significaría matrimonio. Ésa es la vida en los tiempos bíblicos; así que la pregunta en sí misma, no tuvo
mucha discusión en un mundo en donde las relaciones sexuales y engendrar y concebir hijos estaban
relacionados mucho más de lo que lo están en la actualidad.

Seguidamente les menciono Hebreos 13:4, donde el autor distingue dos tipos de relaciones sexuales que
están prohibidas. La primera, moichos que generalmente se traduce como adulterio, se refiere a las personas
casadas que tienen relaciones sexuales con alguien diferente a su cónyuge. La segunda, porneia, que
generalmente se traduce como fornicación o inmoralidad sexual, se refiere a cualquier otra actividad sexual
de personas que no están casadas.

¿Algo más? Me preguntan.

Bueno, veamos Efesios 5:1-3 donde se nos instruye a no tener ni siquiera una insinuación de inmoralidad
sexual (porneia), o cualquier tipo de impureza en nuestras vidas. ¿Creen que el sexo antes del matrimonio
podría ser por lo menos un indicio de la inmoralidad sexual?

Tal vez, dicen. ¿Qué más tienes que decirnos?

Yo continúo: ¿Y que hay de 1 Corintios 6:12-20, donde entre otras cosas, se nos dice que debemos huir de la
inmoralidad sexual (porneia) porque el cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y debemos honrar a Dios con
nuestro cuerpo?

¿Qué más? Preguntan.

Les menciono 1 Tesalonicenses 4:3-5 que dice que debemos evitar la inmoralidad sexual (porneia) y
aprender a controlar nuestro cuerpo de forma santa y honorable para el Señor, y no en pasión de
concupiscencia, como los paganos que no conocen a Dios.

Claro, -me dicen- pero ¿y qué más?

Lo que ustedes realmente quieren -les digo- es una Escritura que diga algo así: “Si Fulanito y Menganita no
están casados con nadie ni entre ellos, y no están comprometidos con nadie ni entre ellos, y tienen relaciones
sexuales entre sí, eso está mal, y ellos deberían dejar de estar teniendo relaciones sexuales o casarse.”

Um, dicen, ¿la Biblia dice eso? Bueno, ésa es mi paráfrasis, les digo. Además en Éxodo 22:16-17 en el
Antiguo Testamento, hay una sentencia muy interesante; por “sentencia” me refiero a aquellas que dicen “Si
aconteciere que… entonces…” Son lineamientos que brindan algunos principios básicos aplicables más allá
del ejemplo utilizado. Es decir, cuando la Escritura dice en Éxodo 23:4, “si en el camino encuentras al buey
de tu enemigo o a su asno vagando, devuélveselo”, la aplicación de esto se extiende más allá de los bueyes y
asnos; hasta los perros, los niños, bicicletas, tarjetas de crédito, etc.

Éxodo 22:16-17 da instrucciones respecto a qué hacer si un hombre soltero y que no está comprometido,
sostiene relaciones sexuales con una mujer soltera y que no está comprometida: “Si un hombre seduce (esto
implica el consentimiento) a una doncella (o una mujer en edad casadera) que no está comprometida en
matrimonio, y se acuesta con ella, él debe pagar la dote por la novia (es decir un regalo de bodas) y ella será
su esposa”.
La mayoría de los estudiosos cren que la misma prohibición se encuentra en Deuteronomio 22:28-29. “Si
aconteciere que un hombre se encuentra casualmente con una joven virgen que no esté comprometida para
casarse y la obliga a acostarse con él, y son sorprendidos… él deberá casarse con la joven…” Muchos
estudiosos creen que en este pasaje no se está haciendo alusión a la “violación”, sino a las relaciones
sexuales prematrimoniales de mutuo acuerdo. (No obstante que fue el hombre quien insistió al principio), y
particularmente por la frase “y son sorprendidos”.

Esta puede ser la más clara desaprobacón de sexo entre los solteros que se menciona en la Escritura. El
mensaje no podría ser más obvio: Comprometidos o no, ustedes NO deben tener relaciones sexuales fuera
del matrimonio. Punto. Si son solteros y están teniendo relaciones sexuales, deben legitimizarlas y casarse
con la persona con al cual están relacionandose sexualmente – obtener el pedazo de papel y hacerlo público.
Ustedes deciden: Público o privado. Regocijarse como en Cantares o andar escondiéndose entre las sombras.
A la manera de Dios o a la de ustedes.

Los solteros a menudo me consultan en este tema esperando encontrar una escapatoria, un permiso o una
excepción, y algunos salen frustrados y decepcionados. Otros sin embargo, salen con una fuerte
determinación, y por primera vez, con una visión acerca del amor y del sexo en el contexto adecuado. – una
visión de poesía y regocijo.

Oro por los que salen decepcionados, para que ellos puedan apropiarse de la visión de Dios para su vida
sexual. Me alegro con aquellos que tienen una nueva visión, ya que sé que pronto descubrirán lo que el buen
sexo es en realidad.

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