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IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN SEXUAL EN NUESTROS

ESTUDIANTES

Antiguamente los temas referidos a la sexualidad no eran considerados propios de los


aprendizajes de la infancia, sino de períodos más avanzados de la vida, como la
pubertad o la adolescencia. Durante mucho tiempo, nuestra sociedad y las personas
entendimos que hablar de sexualidad era posible recién en el momento en que las niñas
y los niños alcanzaban la pubertad y dejaban la infancia. Esto era así porque el concepto
de sexualidad estaba fuertemente relacionado al de genitalidad. Desde éste punto de
vista, la educación sexual en los colegios se daba preferentemente en la educación
secundaria —en particular, en el área de Biología— en la que se priorizaban algunos
temas, como los cambios físicos en la pubertad y la anatomía y fisiología de la
reproducción humana. Temas vinculados con la expresión de sentimientos, la
promoción de valores relacionados con el amor y la amistad, la reflexión sobre roles y
funciones atribuidos a mujeres y a varones en los contextos sociohistóricos, no
formaban parte de los contenidos vinculados a la educación sexual. Con el desarrollo
de los conocimientos de diversas disciplinas y con la definición de los derechos de la
infancia y la adolescencia, también fuimos avanzando en otras formas de comprensión
de la sexualidad. El concepto de sexualidad que hoy trabajamos, excede ampliamente
las nociones de “genitalidad” y de “relación sexual”. Actualmente consideramos a la
sexualidad como una de las dimensiones constitutivas de la persona, importante para
su despliegue y bienestar durante toda la vida, que abarca tanto aspectos biológicos,
como psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Esta concepción es la sostenida por la
Organización Mundial de la Salud:

“El término ‘sexualidad’ se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser
humano. […] Se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias,
actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el
resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos,
culturales, éticos y religiosos o espirituales. […] En resumen, la sexualidad se practica
y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos” .

En la actualidad el avance de la ciencia y la tecnología ofrece a los/las adolescentes


posibilidades y perspectivas que eran inconcebibles hace un par de décadas atrás:
computadoras, mayor esperanza de vida, accesibilidad a todo a todo tipo de información
y de diferentes culturas a través del Internet, televisión, satélites, viajes entre otros. No
obstante, hoy en día las tentaciones y peligros del mundo adulto llegan tan pronto a los
niños y a los /las adolescentes que con frecuencia no están preparados cognitiva y
emocionalmente para asimilarlas en forma eficaz y responsable, surgiendo en ellos
múltiples inquietudes que debido a la falta de comunicación con sus padres y a la
información saturada que les muestra una concepción del sexo en la que predomina el
placer sobre los sentimientos, amor y la fidelidad; es decir, sobre valores humanos.
Al respecto, las y los adolescentes inician tempranamente su actividad sexual, según la
encuesta del 2013 realizada por el INEI afirma que el porcentaje de mujeres
adolescentes que inició sus relaciones sexuales antes de los 15 años se ha visto
incrementada en la década del 2000, en especial a partir del 2009 (de 5,1% en el 2000
pasó a 6,2% en el 2009), y cómo consecuencia de ello se ha incrementado los
embarazos; lo más alarmante es que, según datos del Fondo de Población de las
Naciones Unidas citado por Fernández (2006) 9 de cada 10 adolescentes conoce algún
método anticonceptivo pero solo 1 de cada 10 lo usa adecuadamente.
Ante la situación planteada, cabe preguntarse ¿Cuáles son Las inquietudes o dudas
de las y los estudiantes relacionadas a la sexualidad? ¿Por qué no se está teniendo
éxito en la implementación de los programas de educación sexual que reciben los y las
adolescentes en las instituciones educativas para que relacionen lo que saben con lo
que practican? ¿Cuál es el rol que cumplen los tutores en la escuela en relación a
resolver las inquietudes o dudas de las y los estudiantes sobre sexualidad?
. Desde esta perspectiva es importante enfatizar el rol de los docentes tutores en la
educación sexual de los y las adolescentes y la enseñanza basada en el tema de los
valores puesto que la profunda crisis que afecta a nuestra sociedad lleva a caer en
cuenta de que es preciso fomentar intencionalmente la educación en valores en el aula
, desarrollando el proceso de valoración y autoestima en las y los estudiantes
adolescentes para hacer y tener sus opciones en materia de salud sexual desde su
responsabilidad y libertad.

En la adolescencia, se evidencia la necesidad de autoafirmación y es natural y, de


carácter temporal, que por el propio proceso de la adolescencia las capacidades
cognitivas y emocionales en proceso de desarrollo interactúan con las experiencias
socioculturales, influyendo en la compresión de sí mismo y en la aparición del sentido
del Yo. Esto crea confusión, incertidumbre que de acuerdo a Caricote (2009) se pone
de manifiesto en descripciones hechas por los propios adolescentes acerca de sí mismo:
…”La verdad es que esta edad es rara porque a veces me siento feliz y otra enojada y
triste sin motivo” (p.424).

Erikson (1971) sostiene que este desarrollo del Yo va haciendo que el /la adolescente
se sienta inseguro, incomprendido porque tiene lugar esta transición de la infancia a la
adultez y es natural que tenga una baja autoestima puesto que ésta es en términos
sencillo una autoevaluación del Yo. Sin embargo, existen otras condiciones que rodean
el entorno de la vida del adolescente de la localidad de Coalaque, principalmente los
conflictos en su vida familiar familia disfuncional), transiciones difíciles en la
escolarización u otros acontecimientos estresantes que intensifican la baja autoestima
y hace que las y los adolescentes actúen por impulso, lo cual constituye un factor de
riesgo que conlleva a las depresiones, anorexia, suicidio, iniciación temprana de
relaciones sexuales sin protección, promiscuidad entre otros.

Los medios de comunicación también hacen lo propio porque transmiten normas de


convivencias, mensajes de género, de estereotipos de género, entre otros influyendo en
la formación de la personalidad y la valoración moral del adolescente que están viviendo
en una sociedad utilitaria caracterizada por el “tener” frente al “ser”; “el aparecer y
figurar” frente al bien ser y al bien hacer.

Por ésta razón, se hace necesario de acuerdo a Febres (2008) plantear la necesidad de
profundos cambios en los sistemas educativos; siendo nuestro rol como docentes
tutores poner énfasis en la convivencia de vida en función de valores de las personas y
que éstas sean finalidad y objetivo realmente alcanzables; dichos valores deber ser
generados en la misma organización escolar, estableciendo principios metodológicos
coherentes con las disposiciones, habilidades y actitudes que se desean conseguir.
Así mismo es de gran importancia que como tutores le proporcionemos a nuestros
estudiantes la información que ellos requieren o necesitan, y ayudarlos a ser personas
más conscientes con respecto a las inquietudes sobre sexualidad, los riesgos de
mantener relaciones sexuales inseguras y que sean partícipes de sus actos frente a sus
parejas. Por tal motivo debemos estar correctamente informados y con conocimientos
permanentemente actualizados, sobre nosotros recae la función de formar personas
sexual y socialmente responsables.

Finalmente podemos afirmar que los y las adolescentes tiene gran interés sobre la
sexualidad pero gracias a la falta de comunicación con los padres, y a la invasión de
información tecnológica de hoy en día basada en estereotipos que crea una brecha
entre los varones y mujeres los estudiantes adquieren actitudes irresponsables; por ello
ésta información es errónea o insuficiente; siendo nuestro rol como docentes tutores es
orientar esa mala información hablando sin tabúes para despejar todas las dudas de los
y las adolescentes para permitirles tomar decisiones responsables pensando siempre
en el bienestar propio y el de su entorno tratando de seguir conductas estereotipadas
por los programas de televisión Cabe destacar que la consecuencia lógica de esta
iniciación temprana e inexperta en el juego sexual, lo muestra las estadísticas aportadas
por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM, 2011) donde se señala que en
Venezuela la edad de iniciación sexual es cada vez más temprana entre los 12-14 años
y como consecuencia, se calcula que el 26% de los embarazos se presentan en
menores de 15 años. Detrás de estas frías estadísticas se esconde siempre un drama
personal y familiar. Lo más alarmante es que, según datos del Fondo de Población de
las Naciones Unidas citado por Fernández (2006) 9 de cada 10 adolescentes conoce
algún método anticonceptivo pero solo 1 de cada 10 lo usa adecuadamente.

Es nuestra labor como docentes formadores, orientar a los y las estudiantes a fijar metas
positivas para su futuro, orientar las consecuencias de sus acciones y reforzar su
autoestima para que incremente la confianza en sí mismo y tenga mayores posibilidades
de superar las dificultades que se le presenten en la vida.

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