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METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

Proyecto de investigación

Tema: Toponimia desde la perspectiva de los actores.

Villa Salavina ubicado en el centro de la provincia de Santiago Del Estero, es conservadora de


una cultura ancestral de antaño, que mantiene en la actualidad sus costumbres y tradiciones
incluyendo la lengua Quichua como un legado de cultura incaica, al igual que otras poblaciones de
la Mesopotamia santiagueña, pero además portadora de una amplia historia plasmada en el
folklore lo cual la convierte en un icono de referencia como pueblo.

Su población es reducida, pues solo cuenta con un total de 829 habitantes, según fuentes de
Estadística y Censo (INDEC, 2010). La misma se extiende sobre la margen izquierda del “Rio Dulce”.
También podemos decir que en los archivos históricos, la documentación de Salavina da cuenta de
que fue en la colonia un pueblo de indios, según los empadronamientos de indios, algunos de los
cuales van desde 1701 hasta 1807 (Togo, Garay, Bonetti). Pero su antigüedad como pueblo
conformado bajo el desconocimiento de fecha de fundación, es una suficiente incógnita que recae
en el nombre, su origen y supervivencia.

Varias son las versiones que se conocen respecto de su toponimia tanto desde la etimología
popular como desde el círculo académico. Dos postulados hipotéticos hacen referencia a la
etimología de la palabra, construyendo explicaciones desde la lingüística quichua, dado que se
encuentra ubicada en la Mesopotamia santiagueña considerada una zona de habla quichua
importante.

La etimología popular hace referencia el origen etimológico de la palabra planteando la hipótesis


de que la misma es una construcción quichua “sara wiña” que se traduce como sara>maíz y wiña
proveniente del verbo “wiñy” V. intr. (Desarrollarse, crecer, criarse, progresar) traduciendo a su
entendimiento como lugar donde crece el maíz. Y que por una mala expresión y escritura de la
palabra sarawiña se convierte en salavina. Por etimología popular se entiende la explicación dada
por el común de la gente, generalmente sin apoyarse en argumentos científicos. Por ello, hay que
ser cuidadosos al analizar este tipo de información ya que es muy frecuente encontrarse con
etimologías caprichosas y fantasiosas.

El escritor, poeta y profesor de quichua Aldo Leopoldo Tevez (2007: 263) afirma que Salavina
podría provenir de una deturpación de sara ina "como maíz" o de salla ina "como novia". Ambas
posibilidades muy cuestionables porque no explican la desaparición de la consonante /v/ y además
salla no es voz del quichua santiagueño.

Así mismo Vidal Ulloa (“quichua en el camino real” documental, 2005) a diferencia de Tevez,
plantea la hipótesis de que esta proviene de los vocablos quichuas sara>maíz y wina> monton/s.
(atado de maíces) palabra que deriva de “Winay”, V. trans. arc. (llenar las bolsas con productos
agrícolas) traduciéndose como “maíces que se junta a montes”. Ulloa como en el postulado
anterior también explica que por producto de una deformación y mala escritura que se hace de la
palabra se obtiene como resultado salavina que procede de Sarawina.

Al respecto Albarracín y Alderetes (2005) afirman que “la utilización de antiguos diccionarios de la
lenguas aborigen particularmente para dilucidar cuestiones de toponimia debe apoyarse en
estudios lingüísticos modernos que constituyan a una correcta interpretación de las mismas” (pág).
Como se ha mencionado más arriba en la mayoría de los casos se busca dar respuesta desde el
quichua sin tener en cuenta otros supuestos posibles. Cabe señalar como un dato no menor e
indiscutible que la toponimia se considera como la forma que tiene de sobrevivir de una lengua.
Recordemos que anteriormente a la llegada del español y del inca existían muchas otras
comunidades indígenas, vernáculo-hablantes de las cuales no se tiene mucha información pero
somos conscientes aunque con escaso conocimiento, que también poseían su lengua y su cultura
diferente propiamente dicha (Albarracín Alderetes, 2005).

Centrándonos en la historia nos remitimos a un escrito casi mítico perteneciente a Pedro Sotelo de
Narváez en su (“Relación de las Provincias del Tucumán” de [1583] 1987) dice:

Además del Diaguita, que era la lengua general; Se hablaba otras


cuatro lenguas como el Tonocoté, la Indamas, la Sanavirona y la
Comechingona. De igual modo afirma que salavina es voz de
ascendencia sanavirona, dando a conocer que en la probanza de
méritos y servicios de Nicolás Garnica, fundador de Santiago del
Estero con Francisco De Aguirre, menciona que los “indios
salavirones son sin duda, parcialidad de los sanavirones y por
consecuencia hablan la misma lengua”. La verdadera
denominación de los sanavirones no era tal; sino, salavinos o
salavirón y ocupaban la zona desde el Rio soconcho hasta el Rio III
centrándose mayoritariamente en los hoy departamentos Rio 1°,
Sobremonte y Rio Seco. Se ubicaron al este de los indios Camiar,
llamados por los españoles Comechingones.

Si bien está claro que estas interpretaciones están presentes en el campo académico que es de
gran relevancia como se muestra a lo largo del trabajo y que se configura como aportes muy
valiosos. A nosotros en este sentido más particular nos interesa saber, conocer la interpretación de
los actores situados en nuestra área de interés sobre la propia toponimia. En este estudio lo que
nos interesa precisamente es partir de los siguientes interrogantes problematizadores: ¿Cuáles son
las construcciones de significado que realizan los salavineros en torno al topónimo salavina a
través de la construcción de la memoria? Tomando el teorema “uno sabe lo que puede recordar”,
que expresa Walter Ong en su trabajo sobre (psicodinámicas de la oralidad). Es de suma
importancia el modo en que la sociedad en general y los individuos en particular construyen su
propia hipótesis valiéndose de la memoria entendida como fenómeno social o colectivo que se
modifica con el tiempo, en el que muchas veces nos parece que el recuerdo es solamente un todo
individual o personal. Es así que la memoria no es un cofre de recuerdos o de hechos pasados sino,
que es una construcción que implica un proceso con cierto dinamismo el donde convergen
recuerdos individuales y colectivos, experiencias pasadas con situaciones presentes, (Lorena B.
Rodríguez, 2004), dado que en esta zona prevalece el resabio de la cultura oral, “la capacidad de la
memoria verbal es, comprensiblemente una valiosa cualidad de las culturas orales” (W. Ong.
Psicodinámicas de la oralidad).

OBJETIVOS GENERALES

 Interpretar las construcciones de significado por parte de los salavineros en torno al


topónimo salavina presente en la toponimia, a través de la construcción de la memoria

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Describir el uso de la memoria particular y colectiva de los sujetos en relación con la


interpretación del pasado y que usos se hacen del mismo
 Analizar las historias que se entretejen en torno a los significados que se construyen

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