MÉTODO DE VALORACIÓN CONTINGENTE

El método de valoración contingente consiste en realizar encuestas individuales con el fin

de asignar un valor al bien o servicio ambiental (Azqueta, 2002). El método se basa en
dos tipos de análisis directo: el de la voluntad de pago o disposición a pagar (En adelante,
DAP) y el de la voluntad de renuncia o disposición a ser compensado (En adelante, DAC),
ambos referidos a un uso relacionado con dicho bien o servicio por parte del encuestado.
Las respuestas individuales se agregan para generar o simular un mercado hipotético
(Lomas P, 2005).

Los métodos englobados bajo la denominación de valoración contingente intentan

averiguar la valoración que otorgan las personas a un determinado sistema o bien
ambiental, preguntándoselo a ellas directamente. La metodología está basada en la
realización de encuestas, entrevistas o cuestionarios, donde el entrevistador trata de
averiguar el precio que pagaría el encuestado por el bien o servicio ambiental a valorar.
Con los resultados obtenidos en las encuestas el analista construye un mercado hipotético
que pretende representar la demanda social de estos bienes y servicios (Lomas P, 2005).

Diseño de Estudio de la Evaluación Contingente

Con el transcurso del tiempo, parte de lo que se conoce como mejoras prácticas surgió de
la investigación y la experiencia (Mitchell y Carson, 1989). Sin embargo, en 1992, el
gobierno de Estados Unidos de América decidió que la Valoración Contingente se había
vuelto tan importante (y controvertida) para el manejo de los recursos naturales, que era
necesario hacer una revisión sobre la validez del método de Valoración Contingente. La
Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos de América
(NOAA), que es la agencia encargada de elaborar las regulaciones a la Ley de
Contaminación por Petróleo de 1990, conformo un grupo integrado por seis distinguidos
economistas e investigadores, que incluía a dos premios Nobel, para que evaluaran el
método de Valoración Contingente. Concluyeron que podía ser útil, pero que parecía
necesario que ciertas prácticas generaran cálculos confiables de la disposición a pagar.
Estas recomendaciones tuvieron influencia importante en lo que se considera mejores
prácticas para conducir una mejor encuentra de Valoración Contingente.

Carson (1991) describe los seis componentes principales para que un estudio de
Valoración Contingente resulte exitoso:

 Definir el escenario del mercado

El escenario del mercado es la información que se debe transmitir al entrevistado (es
decir, una de las personas que se les preguntará sobre la disposición a pagar), a fin de
ubicarlo en la situación mental correcta para que responda de manera significativo.

 Elegir el método de extracción

Una vez que se ha definido correctamente el escenario del mercado, el siguiente paso
consiste en decidir la mejor forma de obtener la respuesta de evaluación. Obviamente,
esta es una parte importante de la encuentra y también una de las más difíciles de
administrar de manera efectiva. Existen cuatro formas básicas de obtener el valor: la
pregunta directa, la licitación, la tarjeta de pago y la elección de referendo.

 Desear la administración del mercado

Una vez que se ha diseñado la encuesta, esta debe aplicarse; por ejemplo, los encuestados
deben completarla y sus respuestas deben ser cotejadas. Existen tres formas básicas para
hacer encuestas: correo, teléfono y en persona.

 Diseñar la muestra
Para elegir a las personas que van a contestar el cuestionario de Valoración Contingente
hay dos aspectos importantes: elegir el grupo de donde se va a tomar la muestra y, diseñar
la muestra al azar.

 Diseñar el experimento
El objetivo clásico de una encuesta de Valoración Contingente es desarrollar, desde el
punto de vista estadístico, cálculos importantes de disposición para pagar por el bien
hipotético. Si se considera lo que suma en gastos reunir la información, es importante
elaborar cuidadosamente la encuesta para obtener la información correcta de manera
eficiente.

 Calcular la función de disposición a pagar

Consiste en tomar los resultados de la encuesta y calcular correctamente la función de
DAP. Obviamente, este es un paso importante y debemos recordarlo cuando se está
aplicando el instrumento de la encuesta. En algunas ocasiones, este paso se toma en
cuenta hasta desoyes de que se ha hecho la encuentra, solo para descubrir que se necesita
una pieza vital de información que no se obtuvo durante su aplicación. Este resultado
sugeriría un diseño experimental imperfecto.