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Grupo 01
Tema 03
Fisiología de la Reproducción.
Facilitador:
Integrante:
M.V Rodolfo Uribe Pacheco Zulymar C.I:23.419.026
Valdes Dariana C.I:21.337.830
Quintana Yexcilyn C.I:22.281.750
Martinez Alieska C.I:18.804.056
Mendoza Hector C.I:20.715.360
La búfala es un bóvido con órganos genitales internos similares a los observados en las vacas
con pequeñas diferencias. El comportamiento reproductivo lo podemos definir como la respuesta
animal a una serie de eventos que comienzan cuando se produce el parto, durante el postparto, reinicio
de la actividad ovárica; fecundación e implantación de un nuevo embrión hasta la culminación de una
gestación.
Dentro de los parámetros reproductivos es de importancia señalar el rápido proceso de
involución uterina, lo cual nos puede permitir obtener un intervalo de parto entre 12 y 13 meses aun
cuando esta especie tiene una duración de gestación de 315 días; otra característica es su carácter
poliestrual con marcada tendencia estacional en los partos, lo cual es influenciado por factores
fisiológicos, sanitarios, nutricionales, aspectos de manejo y ambientales (°C, humedad, precipitación,
evaporación, horas de luz.), observándose más de un 75% de pariciones entre los meses de Agosto a
Diciembre. Tecnologías como la inseminación artificial con observación de celo o inseminación a
tiempo fijo permiten establecer mejoras genéticas en nuestros rebaños, sin embargo estas tecnologías
en el ámbito reproductivo deben ser realizadas considerando una serie de factores para tener el mejor
éxito, ya que en programas de Temporada de Monta o Monta Libre esta especie es capaz de presentar
porcentajes de fertilidad superior al 95%
La fisiología en la adaptación de los búfalos en diferentes condiciones ambientales,
relacionándolo con la fisiología del medio ambiente y enfocando el estudio en el mecanismo de
termorregulación.Es uno de los factores más importantes que afectan la fertilidad bufalina, ya que la
conducta del celo de la búfala es mucha más discreta q la vacuna, siendo poliestrica estacional.El celo o
calor es la característica y la fase más importante del ciclo estral. Es el periodo de la hembra domestica
cuando solo es receptiva al apareamiento del macho. La duración del celo en la búfala varía de 12 a 36
horas, los celos de corta duración pueden ocurrir como los silentes durante el periodo pros parto o en
deficiencias nutricionales. Todos estos síntomas de celo en la búfala deben ser considerados juntos, en
orden al hacer diagnósticos correctos del periodo de celo, aun cuando algunos animales los síntomas
son discretos, podrían ser detectados por los humanos
Anatomía del aparato reproductivo del búfalo.
Los perfiles hormonales de las diferentes hormonas involucradas pueden ser cuantificados
perfectamente en suero sanguíneo, plasma sanguíneo o en leche.
Progesterona Los niveles de Progesterona el día 0 del ciclo son bajos 0.13 - 0.27 ng/ml (con respecto al
vacuno) alcanzando su pico máximo entre los días 14 y 16 (4.00 - 4.29 ng/ml) para comenzar su
descenso entre el día 16 y 19 (Kanai, Y. and Shimizu, H. 1984).
Estradiol Las concentraciones de Estradiol comienzan a elevarse unos 5 días previo al celo, momento
en el cual se observan los mayores niveles (31.34 ± 1.70 pg/ml) (Batra and Pandey 1982).
Prostaglandina En sangre podemos encontrar valores que oscilan entre 250 a 900 pg/ml 3 días antes del
celo (Batra and Pandey 1983)
Hormona Luteinizante Los niveles básales están en el orden de 0.72 - 2.0 ng/ml y los valores máximos
se sitúan entre 20.0 - 40.0 ng/ml el día 0 del ciclo (Avenell et. al. 1985)
Folículo Estimulante Esta hormona presenta marcadas fluctuaciones durante el ciclo estrual
manteniendo un valor promedio de 12.0 ng/ml y unos valores máximos de 60.0 ng/ml el día cero
(Razdan and Galhotra 1982).
Fisiología de la reproducción
Es uno de los factores más importantes que afectan la fertilidad bufalina, ya que la conducta del
celo de la búfala es mucha más discreta q la vacuna, siendo poliestrica estacional.
El celo o calor es la característica y la fase más importante del ciclo estral. Es el periodo de la hembra
domestica cuando solo es receptiva al apareamiento del macho. La duración del celo en la búfala varía
de 12 a 36 horas, los celos de corta duración pueden ocurrir como los silentes durante el periodo pros
parto o en deficiencias nutricionales. Todos estos síntomas de celo en la búfala deben ser considerados
juntos, en orden al hacer diagnósticos correctos del periodo de celo, aun cuando algunos animales los
síntomas son discretos, podrían ser detectados por los humanos; para la detección correcta del celo se
debe usar un retajo joven con alguna libido, hembras androgenizadas (han dado excelentes resultados)
o utilizar el chinball, en este caso se recomienda disolver el aceite de motor, para no tener problemas
cuando el animal se mujo o se embarre. La observación directa se debe realizar dos veces diarias, es
decir, a las 6 am y a las 6 pm.
Identificar las características reproductivas más resaltantes del macho y hembra bufalinos.
Tamaño del testículo, pubertad, madurez sexual y efecto de la edad sobre la reproducción
Mientras diferentes autores reportan que el macho bufalino presenta una baja precocidad en lo que se
refiere a la reproducción, en la actualidad se sabe que ese aspecto está directamente relacionado a las
deficiencias de manejo y de alimentación (Yassen y Mahmaoud, 1972; Ohashi et al., 1988; Vale et al.,
2001; Vale et al., 2004). Al nacer, el testículo contiene muy pocas células de Leydig funcionales,
mientras que en el lumen de los tubos seminíferos sí se encontraron células de sustentación o células de
Sertoli, con la presencia de los gonocitos que dan origen a las espermatogonias. Aunque en esa fase
infantil que empezará a la edad del destete, entre seis y ocho meses empieza gradualmente la secreción
de gonadotropinas por la pituitaria (FSH yLH). Comenzando la secreción de hormonas sexuales
masculinas principalmente la testosterona por las células de Leydig a partir de la fase final del proceso
de espermatogénesis, cuando el animal posee entre diez y catorce meses cuando alcanza la pubertad.
Sin embargo, la pubertad en los machos bufalinos puede ser considerada como el tiempo en que el
animal empieza la producción de espermatozoides. El inicio de la espermatogénesis coincide con el
aumento de diámetro tanto de los tubos seminíferos como de su lumen. En esta fase ocurre también un
rápido crecimiento de todo el sistema genital, cuando el animal muestra interés por la hembra y es
entonces capaz de fecundar una o más hembras en celo. Después de ese periodo, sigue la fase de
madurez sexual, cuando el sistema genital llega a su producción plena de hormonas y espermatozoides,
esta fase se alcanza entre los veintidos y veinticuatro meses de edad. En este periodo, la producción de
espermatozoides alcanza los niveles normales con una producción plena de eyaculado con
características deseables para la congelación. En este momento el animal alcanza su madurez sexual. Es
importante señalar que existe una marcada diferencia entre la morfología y el tamaño del sistema
genital bufalino y las especies Bos taurus y Bos indicus. La bolsaescrotal del bufalino es menos
voluminosa y presenta una inserción más rectilínea en relación con el cordón espermático y su fijación
en la región inguinal, mientras que en los bovinos existe una tendencia de formar una leve disminución
en esta misma región. De la misma manera la ausencia de una bolsa escrotal es evidente, el tamaño de
los testículos, que es menor en comparación a los taurinos y el ganado cebú. La circunferencia escrotal
ideal para los sementales entre treinta y treinta y seis meses de edad de la raza Murrah está alrededor de
30±3,6cm (24,4 a 31,9cm), habiendo un crecimiento lineal y correlacionado con la circunferencia
escrotal, el peso corporal y la edad del animal (Vale et al., 2001; 2004) (cuadro 1). Sin embargo, para la
especie Carabao (Bubalus bubalis var. Kerebau), la pubertad y la madurez sexual es más tardía. De
acuerdo con McCool et al. (1985) en Australia observaron que la circunferencia escrotal y el peso
corporal presentaron una variación según la estación del año. En la estación seca ocurre una pérdida de
peso de los animales, acompañado de un retraso del crecimiento o incluso una disminución de tamaño
de los testículos sin cambio en los espermatozoides. Los mismos autores, encontraron que los testículos
maduraban a una edad de 2,77±0,09 años, con un peso corporal de 275,6±8,5 kilogramos y una
circunferencia escrotal entre veinte y veintiún centímetros. Otros autores, también encontraron una
correlación positiva entre la edad, la circunferencia escrotal, el volumen testicular y el peso corporal en
diferentes razas bufalinas (Bongso et al., 1984; Ohashi, 1993). Ohashi (1993), estudiando bufalinos
lecheros de la raza Mediterránea, reportó que la pubertad se alcanza entre los diez y catorce meses de
edad, con una circunferencia escrotal de 21,7±1,9 cm y la madurez sexual se alcanza a los veinticuatro
meses de edad con 31,1±2,9 cm de CE. El mismo autor anotó que la pubertad no debe ser confundida
con la madurez sexual. La pubertad debe ser definida como el tiempo de la primera capacidad de
procreación, en cuanto la madurez sexual debe definirse como el tiempo en que el animal alcanza su
potencial máximo de procreación.
Debe haber una relación equilibrada entre el número de machos y hembras para asegurar altas
tasas de fecundidad en el rebaño.
Los criadores que mantienen un sistema de explotación intensiva recomienda un macho para 25
hembras, en casos de rebaños extensivos la proporción debe ser menor.Para conseguir una buena
fertilidad en patios no genéticos se debe tener el doble de los toros necesarios para que sin violar la
proporción macho/hembra siempre haya en el patio sementales con buena capacidad fecundante. Por
ejemplo, si para 100 hembras necesitamos 4 machos, debemos tener 8 para utilizar 4 padreando y 4
descansando.
El período de descanso depende de la época del año teniendo en cuenta que la mayor fertilidad
y el mayor número de gestaciones se obtiene en el período septiembre-noviembre, en estos momentos
se deben rotar cada semana, ya que la mayoría de las búfalas presentan celo en nuestro medio en esa
época. No obstante las búfalas presentan celo y se gestan durante todo el año, por lo que se deben
mantener los machos aunque la rotación se puede alargar.
Shalash (1994), trabajó estudiando el rol que tiene la fisiología en la adaptación de los búfalos
en diferentes condiciones ambientales, relacionándolo con la fisiología del medio ambiente y
enfocando el estudio en el mecanismo de termorregulación. Al pertenecer al grupo de "homeotermos",
deben mantener una estrecha brecha entre la producción de calor (termogénesis) y la pérdida de calor
(termólisis), entonces en animales seleccionados bajo regímenes de altas temperaturas sus procesos
fisiológicos van a estar dirigidos a disipar el calor, por lo que difieren anatómica y fisiológicamente de
animales criados y seleccionados en ambientes con bajas temperaturas en los que no solo deben
conservar el calor sino que deben generar calor extra para mantener las funciones orgánicas. Hay una
estrecha franja de temperatura en la cual tanto unos como otros llevan a cabo más eficientemente sus
procesos corporales y por lo tanto optimizan su performance productiva con un mínimo coeficiente
metabólico, es decir en la que la temperatura corporal está bien ajustada con la del medioambiente. Esta
franja se denomina "confort" o "termoneutralidad". No hay muchos datos precisos para determinar cuál
es la temperatura confort de los búfalos, pero se estima que estaría en los 21ºC, en tanto Goswami y
Narain (1962), determinaron que los búfalos estarían en estrés térmico con temperaturas superiores a
30ºC, y Misra et al. (1963) midiendo el coeficiente respiratorio, determinaron que a 36ºC los búfalos
llegaban a un límite crítico para el mecanismo de termorregulación y serían necesarias vías alternativas
(agua, lodo, sombra, etc.). Con altas temperaturas, las principales vías de termorregulación son la
"evaporación, radiación y conducción" tanto para disipar el calor adicional absorbido del
medioambiente como el calor producido como resultado de los procesos metabólicos. Cuando la
temperatura y la humedad del aire aumentan, se bloquean los canales normales de disipación, entonces
recurren a la vía respiratoria, característica que los diferencia de otros animales que no están adaptados
al calor. La humedad relativa del aire adquiere mayor importancia cuando la temperatura ambiente se
aproxima a la corporal, y su déficit de saturación es bajo, ya que determina la cantidad de agua que se
va a evaporar por la piel. Goswami y Narain (1962) observaron que la humedad relativa a temperatura
constante tenía efectos insignificantes sobre el coeficiente respiratorio, pulso y temperatura corporal en
los búfalos. Por otro lado, el color negro de la piel es una defensa contra la acción de los rayos
ultravioletas, pero a su vez los hacen más sensibles a la radiación solar directa. Otro hecho que tiene un
doble efecto es la disposición de los folículos pilosos (entre 140 y 394 folículos por cm2 vs 3000
folículos por cm2 para el cebú) ya que por un lado facilita la disipación del calor, pero por otro no
protege a la piel de la acción directa de la radiación solar, también posee menor densidad de glándulas
sudoríparas, pero en compensación estas son más grandes y de mayor capacidad de enfriamiento
(Cockrill 1991).
Varias experiencias fueron realizadas para determinar la respuesta fisiológica de los búfalos al
calor, tomando como parámetro el pulso, respiración y temperatura rectal, se midieron tres alternativas
distintas de enfriamiento, en forma comparativa con bovinos:
Sombra
spray de agua a 18º C por 10'
inmersión en un estanque con agua a 25º C por 20'; previa exposición al calor por 2 horas.
De esta experiencia resulto que en ambas especies las tres curvas se elevaron en forma lineal aunque
más rápidamente en los búfalos cuando los animales eran sometidos a la acción del calor, y cuando
pasaban a la fase de enfriamiento también el descenso de las curvas de los tres parámetros era más
rápido en los búfalos; el spray de agua demostró ser más eficiente que la sombra y la inmersión mejor
que este último; después de la exposición al calor (2 hrs), a los búfalos les tomaba 60' para retornar a
los parámetros normales una vez que terminaba su inmersión, más otros 30' que permanecían echados
para recuperarse completamente. (Shalash 1994). Esto demuestra que si bien son más sensibles a la
acción directa de la radiación solar, la respuesta fisiológica de acomodación es más rápida siempre y
cuando tengan a disposición sombra o agua, por lo tanto el estrés térmico es menor y disponen de más
tiempo para alimentarse y reproducirse.
El búfalo de río presenta un marcado periodo de actividad sexual estacional, observándose que
la hembra es más activa entre los meses de julio y finales de febrero (Nasir et al., 1989).
En investigaciones realizadas en diferentes regiones tropicales y subtropicales se ha observado una
marcada estacionalidad de los partos en determinada época del año, no queriendo decir con esto que no
ocurran partos en cualquier mes del año. Los búfalos son bovidos poliestruales y se pueden aparear
durante todo el año. Se atribuye que este comportamiento reproductivo está relacionado directamente
con factores climáticos como: precipitación, humedad relativa, temperatura ambiental, horas de luz,
etc., sin embargo la nutrición juega un papel muy importante en el comportamiento reproductivo.
La estacionalidad en los partos es debido a que hay periodos donde se produce una depresión en la
actividad ovárica observándose que la glándula pineal se ve afectada por el fotoperiodo inhibiendo o
liberando la prolactina, así mismo se observa que las altas temperaturas en los meses de verano afectan
la esteroidogénesis pudiéndose bloquear a nivel del hipotálamo el mecanismo responsable de la
liberación pulsatil de LH. Las búfalas que paren en época de sequía reinician su actividad ovárica antes
que las que lo hacen en la época de lluvia, hay evidencias que la disminución en la duración de las
horas de luz acompañado de un ambiente fresco favorecen la actividad sexual, observándose que los
valores de prolactina son más altos y los de progesterona son más bajos cuando las temperaturas
ambientales y el fotoperiodo se encuentran en su punto máximo (Ahmad et al., 1981; Kaker et al.,
1982; Rao and Pandey, 1982; Nasir et al., 1989).
Quizás no exista un solo indicador que evalúe por sí sólo el comportamiento reproductivo
*Porcentaje de preñez Este indicador se calcula sobre el número de animales ofrecidos o aptos y toma
en cuenta todos los animales en condiciones de recibir servicios. Lleva implícito varios factores, como
la detección de celos (exactitud de la detección y cantidad de celos detectados); técnico inseminador y
fertilidad del semen. Un objetivo a alcanzar podría situarse en el 90% de preñez.
*Intervalo parto - concepción Este indicador considera los animales que han concebido. Un buen
objetivo a lograr sería esperar 90 días de entre el parto y la concepción
*Servicios por búfala preñada Total de servicios de animales que han concebido. Una buena meta es
tratar de lograr 1.8 servicios por preñez.
*Porcentaje de abortos Diferencia entre animales preñados y animales paridos sobre total de animales
preñados. Un buen objetivo es que este índice sea inferior a 6%. Es importante precisar en qué
momentos se producen los abortos.
Existen indicadores que deben ser evaluados a través de un trabajo de asistencia técnica
permanente. Establecer una metodología de análisis que lleve a precisar la causa del problema,
cuantificarla y plantear medidas para solucionarlas. Los indicadores descritos anteriormente son
resultado del pasado, cuanto más largo sea el período considerado más tardan las medidas a aplicar para
variar los resultados. En cambio los indicadores de seguimiento pretenden evaluar el comportamiento
reproductivo sobre la marcha.
Aspectos reproductivos
Describir las estrategias de manejo adecuadas para reducir los efectos ambientales sobre la
reproducción.
El uso de semen congelado de la especie bufalina en la Inseminación Artificial (IA) se realizó por
primera vez por Bhattacharya y Srivastava (1955) en la India. Luego, continuaron varios estudios
realizados en diferentes países, Roy et al. (1956), Basirov (1964), Allahverdiev (1969) y Sahana y Roy
(1972). Sin embargo, la ausencia de un procesamiento tecnológico adecuado del esperma en lo que se
refiere a los diluyentes, el de tiempo de equilibración, concentración de glicerol, métodos de
congelación y la falta de un estándar adecuado llevó a resultados pobres y variables.
Toda la tecnología de procesamiento se basó en la misma metodología utilizada para el ganado bovino,
faltando por lo tanto, el desarrollo de un diluyente específico para bufalinos. Después del seminario
sobre la reproducción y la inseminación artificial, promovido por la FAO y el Gobierno Sueco, en
Karnal, India en 1979, varias mejoras se obtuvieron en los laboratorios de diferentes partes del mundo,
lo cual culminó en el uso de diluyentes aptos para el semen de búfalo y la obtención de tasas
nacimiento mayores al 65% (Sengupta y Sukhija, 1988).En Brasil, la práctica de la IA en los bufalinos
comenzó en los años 80 del pasado siglo, cuando Vale et al. (1984) al utilizar los diluyentes TES y
TRIS realizaron con exito la primera inseminación con semen congelado en la región amazónica, con el
cual logró tasas de preñez superiores a 50%. Posteriormente, tasas superiores al 70% de nacimientos
fueron obtenidas por los mismos investigadores, iniciando el uso del proceso ampliamente en todo
Brasil y América Latina.En otros países de América Latina, incluyendo Brasil se registran índices de
nacimientos arriba del 80%, mientras que en China hay datos oficiales que reportan índices de
fertilidad alrededor del 90% en búfalas inseminadas en municipios rurales. Por lo tanto, hoy en día la
inseminación artificial en hatos de búfalos llega a la misma tasa de fertilidad que en el ganado bovino
Protocolo de congelacion.
El primer paso es lavar el embrión encontrado, con 10 pasajes de una solución de TCM 199 con el 15%
de Suero Inactivado de novillo bubalino.
Se prepara una solución de congelación de la siguiente manera:
*TCM 199 con 15% de Suero Inactivado Glicerina 10% Sucrosa al 0,2 Molar.
*Luego de lavado el embrión se pasa a la solución de congelación a temperatura no superior a 28°C
durante 10 minutos.
*Cargar la pajuela de 0,25 ml de la siguiente manera:
Primero una columna de medio de congelación (A) luego una pequeña columna de aire (B) seguido a
esta la columna con el embrión ya deshidratado (C) luego otra columna de aire (B) una columna de
medio de congelación (A) y terminar con una columna de medio TCM199 con el 15% de suero (D).
*Cerrar la pajuela y pasar la misma a la congeladora a 22° C
*Bajar la temperatura con una rampa la cual la haga descender hasta los -7° C en 15 minutos.
*. Dejar a -7° C durante 10 minutos y luego realizar el seeding con una pajuela enfriada con nitrógeno
líquido, sobre la columna A del tapón.
*Luego la rampa de congelación debe descender 0,5° C por minuto hasta llegar a -32°C.
* Llegado a esta temperatura, sumergir en Nitrógeno Líquido, durante por lo menos 2 horas.
descongelar sacando la pajuela del nitrógeno y dejar al aire de 1 a 2 segundos, luego sumergir en agua a
+32° c durante 10 minutos; secar bien la pajuela y luego implantar en la receptora en el cuerno en que
se encuentra el cuerpo lúteo, o si no se lo palpa, en el cuerno donde el ovario es de mayor tamaño.
siempre utilizar receptoras que tengan de 4,5 a 5,5 dias luego del celo visto o inducido.
en el mismo momento se puede inyectar 5 ml de mph burnet (50mg de progesterona por ml, de larga
duración) por via intramuscular, repitiendo esta, a los 25 dias de esta primera aplica-ción.
Recomendaciones:
-Teniendo en cuenta que el cuerpo lúteo de la búfala es intraovárico y de difícil palpación, sería
convenien-te (no imprescindible) el disponer de un ecógrafo, el cual aseguraría detectar la presencia del
mismo.
-No utilizar un electro eyaculador para la obtención del semen de los machos búfalos, ya que por su
gran memoria, será imposible volver a introducirlos en la manga.
-Utilizar masajes uretrales para la extracción del semen, aproximando a una hembra para efectuar este
procedimiento. Como la eyaculación se realiza dentro del prepucio, es imprescindible su lavado previo.
-La extracción se debe realizar solamente a última hora de la tarde, ya que el momento de mayor líbido
del macho.
-Como diluyente para congelar el semen, se utilizará el TRIS BUFFER con 6% de glicerol, más 1% de
fruc-tosa, 1% de glucosa y 1% de glicocola. Agregar a esto, un 20% de yema de huevo fresco.
-Llenar las pajuelas y colocar sobre una rampa de congelación, a una altura no inferior a los 2 cm del
nivel del nitrógeno líquido, durante 9 minutos. A continuación sumergir las pajuelas en el nitrógeno.
Siguiendo cuidadosamente los procedimientos señalados se podrá asegurar una implantación
embrionaria efectiva.
Inseminación Artificial En El Búfalo De Agua.
Discutir las diferencias básicas entre el proceso de inseminación en búfalos y vacunos incluyendo
el proceso de evaluación y congelación de semen.
Aunque la inseminación artificial (IA) ha demostrado ser la mejor herramienta genética para
mejorar la producción, mucha gente cree que la eficiencia reproductiva de búfalo es muy pobre. La
detección de celos y la estacionalidad en los búfalos son las limitaciones más importantes para su
aplicación.
Técnica de inseminación artificial
La técnica de la inseminación artificial de la hembra bufalina es igual a la de la hembra bovina, o sea
de tipo cervical profundo, con deposición del semen en el cuerpo del útero. A diferencia de los bovinos,
la inseminación artificial en bubillas debe ser evitada, por el hecho que ellas presentan un cerviz
pequeño, lo que puede provocar lesiones con sangrados y bajos índices de fertilidad.
Detección del celo Para que el procedimiento de IA tenga éxito completo, es necesario que la hembra
se encuentre en el momento adecuado para la inseminación. La detección y el reconocimiento de la
hembra en el comienzo del celo es fundamental ello.
En general se debe tener un lote de hembras aptas para la IA en un número no superior a 100 animales,
que deberán estar claramente identificados y en condiciones de perfecta salud y nutrición.
Una práctica muy recomendada y de fundamental importancia es el empleo de un toro marcador el cual
debe contar con la ayuda de la identificación visual por parte del personal involucrado en la IA. El
marcador se puede colocar libre en el loteo durante los periodos en que se quiere ver si hay alguna
hembra en celo.
Al igual que en otras especies de ganado vacuno, la búfala presenta su ciclo estral dividido en proestro,
estro, metaestro y diestro, con una duración entre 18 a32 días con un promedio de 23 días (Vale.1988).
Sin embargo, uno de los principales impedimentos para el éxito de la IA en esta especie es la
manifestación del estro o calor, al no ser tan evidente como en la vaca taurina, lo que puede dar lugar a
interpretaciones erróneas y por lo tanto una baja tasa de fertilidad.
En los hatos criados bajo condiciones intensivas o semi-intensivas y sometidos a un buen manejo es
posible observar los signos de estro o calor que se caracterizan por la inflamación y descarga de moco
por la vulva, enrojecimiento, hiperemia, micción y mugidos frecuentes, el incremento del movimiento
de elevación de la cola y dejarse montar por el macho.
A través del examen rectal es posible percibir un aumento significativo en el tono uterino, el cual es
mucho más intenso en la bufaba que en las vacas taurina y cebuina (Vale. 1983).
El uso del toro marcador es indispensable para la detección del celo ya que contrariamente a las vacas
taurinas y cebuinas, el fenómeno de comportamiento homosexual durante el estro, es decir, el hábito de
las hembras de montarse unas a otras durante la fase de aceptación o receptividad, es inusual en los
bufalinos: solo el 3,44% lo presenta. Este comportamiento disminuye la observación del celo y durante
mucho tiempo, se creía que los búfalinos presentaban celos débiles y silencios (Baruselli, 1993).
Los Búfalos constituyen una fuente de energía animal explotable para nuestras tierras, siendo
que este se ha adaptado de una forma óptima a las condiciones climáticas, a nuestros pastos y forrajes,
siendo este indicador que demuestra que es un animal rústico.
La necesidad de reducir las deficiencias en la detección de celo ha llevado a diseñar protocolos
de Inseminación a Tiempo Fijo y aun cuando puede existir variabilidad de resultados, es claro que se
puede contar con una alternativa para contribuir a disminuir las deficiencias reproductivas.
En nuestras condiciones, si bien los costos de administración de protocolos de IA a tiempo fijo
pueden parecer elevados, las deficiencias en la detección de celos son un problema importante y que
puede afectar la productividad de un establecimiento. Sin embargo, hay que señalar que una de las
grandes deficiencias de los programas de sincronización es la inadecuada atención al manejo de los
animales.
Los protocolos de sincronización son complementarios a un buen manejo pero no lo reemplazan
por lo que debe considerarse el estado nutricional de los animales al momento del servicio y un periodo
de descanso post parto adecuado.