You are on page 1of 7

ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

FACULTAD DE INGENIERÍA MECÁNICA

REALIDAD SOCIOECONÓMICA DEL ECUADOR

ENSAYO SOBRE EL VELASQUISMO

Nombre: Santiago Valencia


Grupo: A3
Fecha: 08 de enero de 2018

2017-B
José María Velasco Ibarra (1893-1979), fue un político quiteño que gobernó el Ecuador

por un lapso de aproximadamente cuarenta años con cinco períodos de gobierno. Fue uno de

los políticos más polémicos, pues siendo popular entre el pueblo no dejó de favorecer a las

clases altas.

Cabe mencionar que antes del período del velasquismo fracasaron tres formas de

gobierno totalmente diferentes: el liberal, militar-reformista, conservador. Velasco sin duda fue

un populista, que en momentos de crisis era la opción preferida del pueblo para elegir.

A partir de los años treinta, el presidente Martínez Mera sufrió hostigamiento de parte

del sector popular y fue tierra fértil para el nuevo candidato de fórmula populista que, con una

campaña dinámica, callejera y exaltada, llena de promesas de cambios positivos logra

aceptación del pueblo y se convierte en presidente en 1933.

Este cambio social se puede explicar con la crisis capitalista de los años treinta que

afectaron en mayor medida a los campesinos de la Costa y en menor medida a los de la Sierra,

esto provocó desempleo y migración hacia las ciudades de Quito y Guayaquil, lo cual ocasionó

zonas marginales en estas ciudades. Éste nuevo contexto social desequilibró el sistema antes

conocido, provocando un nuevo sector que no encajara en las denominaciones antiguas

(burgueses, proletariados, entre otros), además de no congeniar con los partidos políticos

tradicionales, esto es indispensable para la explicación de la aceptación del populista. Es

evidente que el éxito del velasquismo en buena parte se debió al apoyo de los sectores

marginales en las grandes urbes y fue un cambio del poder que antes estaba dentro de las élites.

Sin duda alguna el velasquismo llenó un vacío existente en el poder para el contexto

social de la época, pero cabe mencionar que mientras tanto el velasquismo era la fórmula para

el Ecuador, en el resto del mundo resonaba el marxismo. Este que en otros lugares fue una gran

opción revolucionaria respecto a la depresión causada por el capitalismo, en el Ecuador no

2
floreció debidamente. Es difícil decir una razón o razones exactas del por qué sucedió esto,

pero tal vez las más posibles fueron la mala dirigencia del movimiento o simplemente que no

se podía adaptar esas ideas revolucionarias a nuestro país en ese momento de la historia, este

último dado al alto porcentaje del subproletariado dentro de la demografía, el mismo

subproletariado que daría el poder a la formula populista del velasquismo.

Sin embargo, el velasquismo se desarrollo en una tensión constante entre los grupos

dominantes tradicionales, el liberalismo y el conservadurismo. Debido al contexto social los

grupos dominantes tradicionales eran incapaces de llegar al poder, así que tuvieron que mediar

con el caudillo para cumplir sus objetivos, mientras éste era ajeno a formar parte de uno de

ellos favoreció a ambos.

Las relaciones de Velasco con la clase media fueron complejas al igual que con las

élites. Éste contó con el apoyo de varios sectores de la clase media, como el de los choferes

que con discursos llenó su sentido ideológico de grandeza, un ejemplo es: “curación por el

espíritu”: “¡vuestra profesión es tan sublime! ¡Cuántas veces he pensado si hubiera sido chofer!

Por eso, porque vuestra profesión es tan sublime, tiene tanto de sublimidad, por eso vuestra

alma es tan independiente y tan libre”. Por otro lado, Velasco mostró hostilidad hacia la clase

media formada por intelectuales y tecnoburócratas, puesto que estos tenían un sentido de que

se les había arrebatado el poder al que tenían derecho, sin embargo el caudillo no dudó en

mostrar su desprecio, ejemplo de esto es el discurso:

Esclavos del último libro europeo, de la última revista, de la última

mala traducción, nuestro anhelo es ostentar erudición, datos y cifras. Incapaces de crear

nada, hemos sido ineptos para enseñar a los niños a reflexionar y a meditar poco a poco

por cuenta propia.

3
Tampoco es difícil discutir los motivos del desprecio de Velasco hacia este sector, ya

que un grupo intelectual creciente cada vez más independiente y capaz de pensar por sí mismo

era algo inadmisible para el caudillo.

Velasco se ha mantenido al margen de pertenecer a un grupo en específico a pesar de

haber apoyado a la mayoría de estos en alguna ocasión, lo que evidencia su falta de planes

coherentes de gobierno.

El gobierno de Velasco como se ha dicho antes surge como una necesidad del contexto

social, la imposibilidad de gobierno de los sectores tradicionales y el populismo. Sin embargo,

se puede considerar que existen dos caras de la moneda, en la que por un lado como candidato

las propuestas presentan cierta ambigüedad para la interpretación a favor de varios sectores y

ganar popularidad, y por otro lado como gobernante donde colapsa por el mismo hecho de las

promesas de campaña. En el primer periodo del caudillo, éste se mantuvo esquivo a la duda de

su definición política, tratando de mantenerse “por encima de los intereses particulares,

clasistas o partidistas”, lo cual fue una línea política equívoca que mantuvo a un pueblo

conforme pero no satisfecho y a una oligarquía despreocupada.

El caudillo, ya en el poder se despreocupó por la técnica y la economía del país, y lo

dijo varias veces sin temor ni remordimiento:

Ir por calles y plazas y campos buscando dónde hay dolores que restañar, casas

que construir, puentes que levantar, abismos que cerrar, viviendas, amigos, servicios de

asistencia social en todas las escuelas, médicos y libros en todo establecimiento

agrario… eso es la conciencia nacional que todos debemos tener.

Velasco se enfocó primordialmente en el proletariado con grandes obras, pero descuidó

por completo el sector económico, razón por la cual varios intelectuales lo acusaban de no tener

un plan de gobierno sin estar lejos de la verdad.

4
No es de asombro la aceptación hacia el caudillo, ya que la mayor parte de su aceptación

provienen del sector subproletariado que emigró de sectores rurales a las grandes ciudades y

consigo trajeron su cultura sociopolítica donde una institución funcional tiende a encarnarse en

el hombre que lo rige, del mismo modo era de esperarse que ellos acatarían a un líder

carismático a propuestas incompresibles para buena parte de ellos.

Muchos intelectuales y políticos se asombran del “caos” ideológico formado por el

caudillo, ya que no se consideraba parte de ningún grupo en especial y a la vez era parte de

todos, esto se puede evidenciar con su discurso de 1960: “He aquí, señores, lo que es el

velasquismo: una doctrina liberal, una doctrina cristiana, una doctrina del socialismo”. Velasco

tenía una ideología mixta donde pretendía tomar lo mejor de cada ideología y hacerlas

converger en una sola.

Velasco supo rápidamente la influencia del clero en el poder, pero a diferencia de los

conservadores no hizo un pacto con la iglesia, sino que con astucia comprendió lo fuertemente

que estaba arraigada la religión al pueblo, de manera de cada discurso, cada promesa de

campaña, cada exhibición pública el dejó en claro que la situación actual del país debía

resumirse como una lucha entre “el bien contra el mal”, con argumentos donde introducía

elementos religiosos que fascinaban y enloquecían a las multitudes, a continuación un ejemplo:

Los filósofos persas explicaban la trágica agitación humana entre abismos

lóbregos y alturas luminosas por la lucha entre el Mal, sustantivamente personificado,

y el Bien, asimismo sustantivamente personificado. La batalla debía decidirse a favor

del Bien gracias a la cooperación de los hombres. tal vez esta versión metafísico-

poética, como todo lo que es poesía, contenga muy grande verdad.

Velasco sin duda, hacía que sus discursos sean verdaderos rituales religiosos haciéndose

cada vez más popular en el pueblo y siendo considerado una especie de profeta entre los

5
sectores marginados. El caudillo hizo de si una figura mítica, de un profeta, de un padre de los

sectores marginados gracia a su peculiar forma de introducir la religión además de que en sus

exilios se le consideró pobre, viviendo solo con el dinero suficiente y haciendo énfasis en ello

con frases que aluden a que no le interesa ni el dinero ni la satisfacción personal, sino que lo

único que le importa es ayudar a los sectores marginados a quienes les dio la ilusión de formar

parte del un nuevo país, pero que luego de cuarenta años siguieron siendo marginados.

En fin, el velasquismo, un movimiento populista y caudillista se puede concluir que

nación en base a la crisis del capitalismo, y la falta de poder de los sectores tradicionales. El

velasquismo fue una forma de manipulación de las masas y una forma de mediación de las

élites.

6
Bibliografía

Cueva, A. (1970). Interpretación Sociológica del Velasquísmo. Quito: Revista Mexicana de

Sociología.

Cueva, A. (2015). Entre la ira y la esperanza. Quito: http://ebookcentral.proquest.com.

Quinteros, R. (1980). El mito del populismo en el Ecuador. Quito: FLACSO.

You might also like