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BLugares con historia a aero EN UNO DE LOS LUGARES INH ON NSSS POLO! ALLIBAN LOS PRINCIPALES Delfos A HISTORIA ha ocurrido en lugares que no siempre pare cen reflejar los sucesos que se fraguaron sobre ellos, como si su fama. no estuvieran a la altura de Con frecuencia, el viajero que busca mas que la vacfa contemplacién de un paisaje, de un templo 0 de un campo de batalla, parece no reconocer el lug ante de sus ojos, defraudado quiza por la magnitud de Jo que habia imag’ que tiene por ecbersis i Mas p ste no sera Vopece ackuor temple Deltos por wilidad de lo que juizé ningin lugar de Grecia refleja tan imponentemente la importancia que la historia habria de Delfos, el ombligo d el santuario panhelé ‘0 al que acudian fados de todo el mun do, la sede del ord za sobre uno de los mplazamien presionantes Grecia, flanqueado al norte por las nevadas umbres del monte Ar por un mar de olives que las costas del fo de Cr entes, un pequefio paraiso acariciado por las olas del mar Jénico, En este lugar, antiguo y desconcert parte de la ua Grecia Después de su nacimiento en la inhés pita isla de Delos y de su viaje de los hiperbéreos, en el lejano norte Apolo buscaba un lugar en el que fijar En Delfo: mas importante de ced a sede de su culto, Deambulé por toda fecia sin saber con claridad dénde ha rse su destino. Su padre Zeus, que contemplaba los afane: “ NAS, pregunta sobre su futuro al ardculo de Defos. Las decisiones pollticas en Grecia eran consultadas 2 Apolo, el darlo en la eleccién del lugar iabria de levani nanos dos uu templo, Tomé en uilas: lanz6 una hacia poniente y otra hacia el sol naciente Las dos como el remar de sus alas: y, @ punto de encontrarse, lanzaron sus agudo cumbres de aso, otra los campos y barrancos del golfo de Corinto, conocido también como el gy de Lepanto, donde se libré la célebre bata Ha naval, Ju: Delfos, de Zeus ju dos aguil garras y ( ‘rculo, anuncian todos que aquel | en el que se hal encontrado después lo el orbe entero de la tierra, era el centro, el ombligo de! mundo, Delfos era ya la sede de un pequeno y mo desto santuario vinew: ado a Gea (la Tierra) y a Temis (la diosa de leyes etern, bia con pio Zeus. Sobre ella habia recaido hasta sntonces la dura tarea de predecir el futuro, de adentrarse en los secretos del porvenir para comunicarselos a hombres y dioses jue, confiados en su sabiduria, acudian a ella, agobiados por los rabajos del presen del futuro, Apolo vio el encuentro de las dos lel cielo de Delfos. Eufé: ido, dijo: “Aqui me pro: mosisimo que sea pajal veculsdn wc lox oxcbeés, ya desde el sur, del fértil Peloponeso, ya Jesde Europa, la fértil, o desde a los hombres. por siempre ord las cenidas Todos vendran a mi oréculo a consul: tarme y yo les mostraré mi infalibl determinacién’ LUCHA POR LA POSESION DE DELFOS Mas el dios, joven todavia, ignoraba que su templo habria de levantarse so bre los ecos de una dura lucha. En efec to, no lejos del lugar en el que habia decidido edificarlo, una grieta penetra cn [a tierra, De ella brota un manantial fresco y cristalino que desciende desde el Parnaso por una fisura que se asienta entre los escarpados picos de Nauplia e Hiamia, Esta fuente fue conocida des- pués con el nombre de Castalia. Desde su manantial, en el que debian puri- ficarse todos los peregrinos, partia la Via Sacra que conducia hasta el oraculo del dios. Todavia hoy sigue manando. El lugar invita a los caminantes a cal tnat la sed el calor que acompaia a los viajeros. Mas al lado de la fuente, junto a su corriente, vivia una gigantes ca serpiente, de nombre Pitén. Apolo supo en seguida que aquella serpiente representaba un peligro mortal para su santuario y, ala vez, un recuerdo incé- modo del mundo del pasado. Decidié enfrentarse a ella y comenzar su domi nio sobre Delfos con un gesto incuestio- nable de autoridad y de poder Fue una decisién que todos habrian de aplaudir, especialmente los asustados ha bitantes de aquellas tierras, pues Piton, hija de Gea, cruel y sanguinaria, ocupaba su tiempo exterminando a todo aquel ‘que se acercaba a la fuente, enturbiando las aguas de los otros manantiales que fluian desde el Pamaso y asustando a las ninfas, habitantes de los sombreadios parajes de los cercanos bosques. Acecha ba el ganado, quebraba las cepas de las vithas y las ramas de los olivo Apolo, acompafado por su hermana Artemis, se acere6 a la fiera con una flecha dispuesta sobre la tensada cuerda de su arco. Sin mediar palabra, sin dedi: car ala bestia un solo gesto, disparé cer tero. Herida de muerte, Pitén comenzé a jadear profusamente y, rodando por el suelo, abrumada por los dolores de la muerte, lanzé un grito indescriptible, exhalando su diltimo aliento con la boca ensangrentada, Entonces, lleno de orgu- Ilo, se jacté Apolo, poseido por la gloria de aquella primera victoria. Con displ cencia, sin un épice de piedad, mirando ala serpiente con el desprecio de quien se siente superior, le dirigié estas pala bras: “Padrete ahora sobre la tierra que nutre alos hombres. Ya no serés mas una carga aciaga para los hombres, que, comiendo los frutos de la fértil tierra, me hardn aqui hermosos sacrificios. En este lugar te pudrird la negra tierra y los radiantes rayos del sol’. Una alegria sin nombre invadié el co- raz6n de quienes poblaban la fértil la nnura de Crisa. Agradecidos, instauraron en honor del dios que habia liberado sus tierras unos juegos que recibieron, en recuerdo de la hazafta de Apolo, el sobrenombre de “piticos". Durante si: glos, gente procedente de todos los rin: cones de Grecia habria de viajar a Del: fos para conmemorar esta prueba del afén civilizador de Apolo: la derrota y muerte de la serpiente Pitén, simbolo del pasado; de un mundo que ya no »¥ ‘Speer lepsgras¢ EL RAYO Y LA ESPADA Lat 2 y de otros dio- sses helenos se encuentra explicada en el libro de Bernardo Souvirén: El rayo y la espada. Una nueva mirada sobre los mites griegos (Alianza, 2008). La obra ho es una nueva interpretacién exhaus- tiva de la mitologia griega, como rea~ lizaron autores como Robert Graves, sino una aproximacion a algunos de Jos principales personajes del parnaso igriego desde una perspectiva actual. EI autor mezela mucha historia de Grecia y literatura clasica con interesantes reflexiones sobre el mundo antiguo. ‘Souvirén demuestra una gran capaci- dad de seduecién y pedagog’a. 1 libro es un primera entrega de un proyecto mas amplio que pretende acercar la ccvilizacién griega. (N. de R.) ERNARDO SOUVIRON EL RAYO Y LA ESPADA Delfos / LA ARQUEOLOGIA DESCUBRE DELFOS SAQUEADA DIVERSAS VECES POR EL IMPERIO ROMANO, EL SANTUARIO DE DELFOS DESAPARECIO DELAHISTORIA CON TEODOSIO EN EL SIGLO IV. UNA EXPEDICION ARQUEOLOGICA, FRANCESA LA VOLVIO A ENCONTRAR A FINES DEL SIGLO XIX. EL PRIMER PROBLEMA QUE planteaba la excavacion arqueolégica de Detfos era verdaderamente difci: habia que destruir por completo la aldea de Cas as, ti para poder tener acceso a los niveles arqueolégicns, Solo I’Natervencién del go bierno francés hizo post vledue el proyecto siguiera adelante En/1891, a Cémara aprobé in erécito dg\400.000 trancos (una cantidad de Agr importantg#faca la épgca) par Bader cubrir las fndemnizaciohes que det cobrar os habitantes de Castri. En 1893 comenzé a escribirse tna de las paginas més impresionantes doa historia de la arqueologa. La aldea fue borrada del mapa y ellugarcubierto con una red de vias de ferrocarril que sirvio para evacuar miles de metros Clbicos de escombros. Numerosas cuacrillas de obre sin descanso a las Grdenes de E, Bour get, P. Pedrizet y otros miembros de la Escuela France sa. Enel liga habla fa tension que late en los momentos previos alos gran- des descubrimientos. En realidad, los hechos confirmaron (y aun rebasaron) muy pronto todas as expectatvas La excavacion sigue mas o menos el curso de a llamada Via Sacra, el cami no que segulan los peregrinos quelle gabon a Delfos. Muy pronto se descu brié un pequeno edifiio (el tesoro de las atenienses) que lend de esperanza a todos fos que participaron de os tra bajos. A este descubrimiento sigueron 4 ELFAMOSO AURIGA de Delfos, una estatua de bronce realizada en elaho 478 a. eC. 146 fencontrada por arqueélogos franceses. Para encontrar el santuario fue preciso destruir la aldea de Castri. eee) otros todavia més importantes: el te: sro de los Sifnios, e teatro y el templo de Apolo, ademas de un numero im- portante de estatuas, entre las que se encontré el famoso auriga de Delfos, una obra en bronce que es conside: rada hoy dia como una de las piezas maestras de la estatuaria griega. Por todas partes, en los muros que flan- quean la Via Sacra, en las bases de as. estatuas y en cualquiera de las muchas pledras talladas que yacian desperdi- gadas por todo el recinto, aparecie- ron inscripciones de todo tipo. Muchas eran frases de agradecimiento al dios, ‘escritas por toda suerte de fieles a los, que Apolo habia ayudado de alguna manera. Otras tenfan notaciones mu- sicales que, todavia hoy, siguen sin ser definitivamente interpretadas. Delfos era un verdadero libro cuyas hojas de pledra guardan secretos que estan to- davia por contar. Finalmente. fue- ron sacados ala luz otros dos recintos: Uno de ellos era un estadio, ubicado en Ja parte mas alta del area de excav: clon det santuario: el otro, un santuario, situado mas abajo que el de Apolo, al otro lado del cami no. Se trataba de un espacio dedicado alla diosa Atenea, que es conocido hoy dia con el nombre de Atenea Pronaia, En su interior se encontraba una tho: los, edificio circular que forma parte de las imagenes més conocidas de Detfos. En el afio 1903 el lugar (sobre el que se habla construido un museo para albergar los tesoros artisticos) fue en: tregado solemnemente a las autorida des griegas. A pesar de que la Escuela Francesa dio por concluida la “gran excavacién”, los trabajos nunca han cesado hasta nuestros dias. eee ns eed y \\ Beret crs eee Delfos /= 2 i Solamente la pitia, y unos pocos servidores del ternplo, tenia el privilegio de escuchar la voz del futuro que salfa de las entrafias de la tierra ‘4 APOLOY HERACLES (HERCULES) se cisputaneltripede consagra que se guardaba ene ‘aytonetlugar mas recto del sartuara de Delis, habria de volver nunca. Veneida Pitén, nada detuvo al dios. Delfine, el otro ser guardin de Delfos, huy6 sin enfrentar: se con Apolo. Su cuerpo mitad mujer mitad serpiente, desaparecié para siem pre de los recuerdos de la gente Temis tampoco opuso resistencia, vencida por el convencimiento de que su tiempo habia terminado. Caminé con Apolo por los lugares que siempre habian sido su ho tiempos en que Gea, la Tierra, habia alumbrado el mundo en medio de te rribles convulsiones, y se rindié al po der de aquel dios joven, henchido de energia. Sin temor, sin angustia, con Ja sensacién de que liberaba su mente de un peso que ya era insoportable, comunicé al hermoso Apolo los secre tos del futuro. Cuando se fue, no miré hacia atrés. El paisaje que poblaba sus ojos era todo el horizonte j6 en la inscripcién que resaltaba sobre su entrada: [NO@IZAYTON ‘Conécete a ti mismo", Arrugé su tersa frente, preguntandose por el significado de aquellas palabras que serian en el fu turo uno de sus simbo los. Penetré hacia el interior del edificio cargado de un olor dulce y penetrante, y en el adyton, la par te mas recéndita y el lugar mas sagrado, con sagr6 un tripode al lado de un laurel cuajado de hojas, recuerdo de { su infortunado amor por Dafne. Esta era hija de Gea, la Tierra, y del rio tesalio Peneo, de la cual Apolo legé a ena morarse perdidamente La muchacha, ajena al deseo amoroso, pidid a su padre ayuda antes de caer en los brazos del dios. Entonces, ar desde los lejanos EL ORACULO DE APOLO Apolo era ya el duesio de la tierra dél fica, Sobre las quebradas de las Fedria- des, rodeado por cientos de comejas que graznaban a su alrededor, intents cuando Apolo contemplar el futuro, penetré en el in- fue a abrazar terior del templo que habria de alzarse la, Dafne se sobre una terraza, encima del valle. transformé en Vio entonces el dios su templo, y se fi- laurel, 54 ctl ¥ LAESFINGE DE NAXIAse ubleaba sobre ‘una columns Apolo colocé el tripode sobre una grieta de la tierra; una grieta de la ‘que man6 un soplo imperceptible pa ra los mortales, el soplo que har4 po: sible a los hombres el conocimiento del futuro. Vio entonces a la pitia, una mujer sentada sobre el tripode sagrado: parecia sumida en un tran ce, poseida por el deseo de penetrar en el futuro. Era una anciana de gesto inexpresivo. Palida, y con el cuerpo agarrotado, tenia los ojos en blanco. No dejaba de masticar hojas de laure! mientras respiraba profundamente el soplo que surgia de la grieta de la tie- rra. Cuando su trance parecié llegar al punto culminante, su rostro se cris 6, sus labios se entreabrieron dejan. do al descubierto el verde espumatajo en que se habia convertido el laurel fermentado en su boca. Entonces, rf gida como una columna, dejé escapar del interior de su boca un rugido que no parecia surgido de las entrafas de su cuerpo, sino de alguna sima de la tierra. Era la voz del futuro, la res puesta de Apolo a los enigmas que los hombres le plantean. Solo unos pocos sacerdotes, servi dores de! templo al que ella, f) tuvieron el pri Hip viregio de es cuchar aquella fueron menos los que alean zaron a enten derla. Desde en tonces Pitia pasé a ser el nombre con el que fue conocida la mu- jer que entraba en trance para co Todavia bre recuerda la época en que Pitn, la ser piente vencida por Apolo, habia sido la guardia na del san: tuario, Delfos fue escenario de diversas cumbre: internacional enlaque reyes persas y egipcios realizaron ofrendas al santuario de Apolo. NTUARIO ese dia, Delfos, y su santuario, se convirtié en uno de los lu presencia fue permanente en todas las gulares de Ia civil ‘as del espiritu griego: arte, lite ratura... La posibilidad de penetra futuro debié de ser un poderoso imén que atrajo a gente de todo tipo, deseosa de conocer lo que el porvenir habria de deparar en un mundo presidido por la violencia, La importancia politica del santuario fue tal que toda decisién que afectara a cualquiera de las ciudades es s se tomaba tras haber consultado antes el ordculo. Los reyes persas y los faraones egipcios Hlevaron ofrendas al santuario e, incluso, se pro uraron su benevolencia en no pocos to de vista politico, Delfos fue también un lugar de jerarquia internacional. Mas las respnestas del dio jigmédticas y, con frecuencia, les de interpretar correctamente Temistocles, estratego ateniense dur rante los dificiles di Consulté al ordculo de Delfos cuando el ataque persa contra Atenas parecia completamente inevitable. Apolo, a tra vvés de la pitia, contesté: “Buscad refugio en la ciudad (0 en el muro) de madera’ Tal respuesta parecta aludir claramente acropolis, cuyos edificios eran en fen su mayoria, de madera. Mas Temistocles, hombre que habia comprendido desde hacia tiempo que la salvacién de Atenas es taba en el poder de su flota de guerra convencis a la Asamblea de que el dios se referia a la flota de barcos acropolis. La “ciudad de madei flota, Lo ciudad, d ancianos y nifios en las playas de la isla embarcaron a las mujeres, de Salamina y esperaron a los persas en los angostos estrechos que separan sus costas del continente. En la batalla de Salami los persas fueron comple tados y la historia de Occidente tomé un rumbo que todavia no ha en nuestros dias. Temistocles interpret6 bien el ordculo. Tal vez, muchos otros no tuvieron tanta suerte (septiembre de 480 a. de C.) mente derro: andonado ora cecaenedert Delfos / VIAJAR A DELFOS EL VIAJERO QUE VA A GRECIA DEBE UTILIZAR LOS OJOS DE LA IMAGINACION Y COMPRENDER QUE ES UN ‘AUTENTICO MILAGRO QUE SE HAYA CONSERVADO, DELFOS, DESPUES DE LOS AZARES, DRAMATICOS, QUE CARACTERIZAN LA HISTORIA DE ESTE PAIS UNICO, OMBLIGO DE LA HISTORIA DE OCCIDENTE. EN DELFOS HAY EN REALIDAD dos sentuarios: el mas importante, sin duda, es el dedicado al dios Apolo. El otro, situado mas abajo, al sureste, esta de- dicado a la diosa Atenea Prénaia, es de- cir, “la que esta delante del templo”. La asociacién de estos dos santuarios, situados tan cerca el uno del otro, no es facil de establecer y, todavia hoy, sigue planteando muchas dudes, La visita debe comenzar en el san- tuario de Atenea (entrada libre). E) edificio més impactante es la thdlos, de forma circular y funcién desconocida, construido a finales del siglo V a. de C. Tres de sus columnas (y parte de! arquitrabe y friso correspondientes) fueron puestas en pie en el afio 1938, Al lado, al final del sendero, se alzan los restos del antiguo templo de Ate- nea Prénaia, completamente mutila- do por los desprendimientos que han producido los terremotos desde época muy antigua, En los dias de la “gran excavacién” su estado de conservacion era realmente bueno, por lo que fue re- construido buena parte del peristilo. Sin embargo, en el afo 1905, un derrumba: miento de rocas lo destruyé casi por ‘completo. Todavia hoy puede verse sobre el terreno, en medio de los edi- ficios arruinados. una de esas gran- des pefias caidas dela montana, En la terraze su- perior se encuentra el Gimnasie, recién excavado, al que se accede desde al templo de Atenea Pronaia. Construido enelsiglo IVa de C., fue utilizado por los Un derrumbe de rocas en 1905 destruyo el templo de Atenea —— Ovenes que participaban en jos juegos piticos. Al lado, en un plane inferior, esta la palestra, recinto dedicado a los entre: rnamientos de los atietas. EL SANTUARIO DE APOLO. Muy cerca del santuario de Atenea, al otro lado del camino, esta la fuen- te Castalia. Era el lugar en el que to- dos los peregrinos debian purificarse antes de comenzar el ascenso al san- tuario por la via Sa- era. Hoy no puede Visitarse ja fuente propiamente, pues los trabajos de con- solidacién que intentan evitar los des: prendimientos de las Fedriades impiden el acceso de los vsitantes. Sin embargo, ELTEMPLODE APOLO. auténtico centro, ‘euralgico de Defos. todavia resuena el rumor del agua en el estanque interior. El viajero debe tomar la via Sacra, que serpentea por todo el santuario, y no abandonarla, pues su recorrido es muy parecido al que hacfan los antiguos peregrinos. Poco despues de entrar en el recinto pueden contem plarse dos hemiciclos promovidos por la cludad de Argos. En el de la izquierda ‘estaban las estatuas que recordaban el mito de los siete caudillos contra la cludad de Tebas. La primera parte del recorrido se caracteriza por diversos edificios pequefios, llamados tesoros, destinados a albergar las estatuas y ofrendas que cada ciudad-estado re galaba al santuario. El primero se en- cuentra a la izquierda de la via Sacra es el tesoro de Sicién. Poco después, también a la izquierda, esta ei tesoro de los Sifnios, cuyos restos pueden con- templarse en el museo. LLavia Sacra gira hacia la derecha, Casi sobre el vértice de la curva se encuentra el ecifico del tesoro de los atenienses, de principios del siglo V a. de C. En el ‘muro de su fachada sur hay numerosas inscripciones, especialmente dos him nos a Apolo conservados en el museo, {que son nuestra fuente més valiosa para el conocimiento de la musica antigua. Poco después est el pértico de los atenienses, construido para albergar el botin capturado a los persas después de la batalla de Salamina. La via Sacra continda su camino as: cendente hasta el templo de Apolo, et corazén del ordculo, el centra del lugar de culto mas importante de la Antigue: dad, Sobre él, majestuosas, las gradas del teatro nos recuerdan la celebracion DELFOS ES EN LA ACTUALIDAD tam bbién un pequefio pueblo de montafia atravesado por la carretera que va ha- cia Atenas. Se puede ir perfectamen- te andando desde cualquiera de los hoteles o restaurantes que puebian la ‘nica calle grande del puebio hasta et recinto arqueoldgico, que se extien- de encima de la carretera, Abundan Ios hoteles, desde los més pequerios _ (Fealmente econémicos) como el Sy- ila o el Ganimede, hasta los de pre- io mediano (Fedriades. Castalia 0 ‘Acropole Delphi) 0 caro (Vouza). Casi todos tienen vistas espectaculares, sobre el mar de los olivos. También abundan fos restaurantes, a mayoria de ellos con terrazas sobre el valle. en los que es posible degustar espe- Nactmcrterd Cer ics crn ‘se puede contemplar pera de los certamenes de misica y poesia {que tenian lugar en Delfos. Por encima del teatro, el sendero continda, serpen teando entre pinos y cipreses, hasta el estadio. La visita al santuario de Delfos debe terminar en el museo, donde se encuentran los tesoros encontrados en laexcavacion. © cialidados griegas aun precio a ble. Todos estan en la calle principal del pueblo: el Vakhos, las tavernas Gargadouas, Skala y To Patrikomas. | También el hotel Castalia tiene un res- taurante muy recomendable. Muy cerca de Delfos, de camino ha- cia Atenas se encuentra, en la zona del Parnaso, el puebiecito de Arahova, Es un buen lugar para descansar y ppasear por un pueblo griego de mon tafa, En su calle principal (por donde _| ‘apenas pueden pasar los autobuses)_ hay dos hoteles de excelente relacion calided-precio: el Villa Filoxenia y el Arahova Inn, aunque practicamente cada casa es un hotel o una pensién, par lo cue el viajero no tend dificul tadesen encontrar alojamiento,

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