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)

) Título original: PhilosoPhie


des S¡attdessen Publ¡cado
) on alEmán, an 200O, Por
Philipp Reclam jun.,
) Stuttgart

) Traduoción de
Marta Tafalla
)
) Odo Marquard
Cublerta de Mario Eskenazi
) Filosofía de la
) aompensaclol¡
,
) Estudios sobre
antropologla filosófica
) La edición eapañola de este libro ha
) ooñlado oon la ayuda do GPethE
ln¡lllut. lnlcr Natloncg
)
t Ourdrn rlguroaamente prohibidas, ein
la rulorl¡rolón eecrita de los ütularee
dal copyilght,fulo las sanoionee esta-
a blacidadas en la leyee, la reproduc'
cion lotal o paroial de esta obra por
D cualquier medio o Procedimiento'
oomprendidoe la reprograffa y el trala'
. mlento informátlco, y la distribución de

I eiemplares de clla medianto alquiler o


práetemo públicor.

, O 2000 Phlllpp Rrohm lun,


OmbH I
Co,' Slultg.rt
) C !001 dr lr lnduoolón'
llatr lll¡lh
) e S0l dr bd¡¡ lm rdlolonu
matlhlhño'
T Idlslm¡r Pddó¡ lbldol §.A,
I Mrilrno Oubf,92.08021

t lrrodonr
y Edltorl¡l Pddó¡' SA|Cñ

I D¡l¡nu, 69e . Bucno¡ Ai¡ea


htlpr//wwwpaldoa,com

a ISBN: 84-493-1 126-8


Depósito legal: B. 46.382'2001
a lmpreeo en Novagráfik, S.L.,
Vivaldl, 5 - 081 10 Montcada i Reixao
(Barcelona)

', \ilp
I lmpreso en España' Printed in Spain
H,**P,"gP*..,.,.."
,
,
Para Franziska y Florian,
mis nietos
t-
¡

Elfltósofo como ficrlhJ


Coneideraoionc¡ robrr grnn Klcrkcgaard y Josef Pieper

[a capacldad d¡ lr vrlrr p¡rr l¡ t¡orfa

§umario 11 Nota preliminar


141 Bibliograffa dc Odo M¡rquad Flffilhd.L
oompemroió

18 Autopres€ntaclón
143 Procedencla de tos toxtos

15 Homo compensator
) Acerca de la canera antropológica de un concepto.metafísico

)
p Filosoffa de la compensación
Algunos aspectos de la teoría de la compensación

51 La época de lo deEechable y la cuttura del recuerdo

E
57 La habilldad compensatoria
D
I Reflexiones sobre la dirección de empresas en el año 2005

, 60 Nanare necesse est


,
BO El porvcnlr necesita provenir
Ob¡ervacionee filosóf¡oas sobre modernidad y humanidad

$ ¿Fln de ta htstoria universal?


Reflexionee filosóficas a partir de Schiller

9! Apologfa de la civildad

l 109 Descarga del absoluto


, Para Hans Blumenberg, in memoriam
,
) 121 llusúaclón con senüdo de la realidad
Para el 70 aniversario de Hermann Lübbe
)
t
)
)
l

realizó con el nombramiento idealista y filosófico del eer humano


como guía del mundo. La experiencia sobre todo de los dos últimos
doscientos años enseña que el ser humano no sopoda ese papel: la
filosofía del carácter absoluto del ser humano lracasa y con ello pre-
dispone a una despedida de los principios, a una filosofía de la fini-
tud y de formas finitas de responder a las deficiencias de la realidad, Filoeolle da lr
mmpensacló
es decir, a una filosofía de las compensaciones.
Los trabajos de este pequeño volumen continúan desarollando
Ia filosofía de la compensación. Seguramente esto irritará'de nuevo
y de manera persistente a los muchos crÍticos de esta filosofía, que.
me contemplan como a un conductcir que circula en el sentido con-
tiario al espíritu del mundo, y esto también me irrita un poco a mf.
Así sea. lrritarse también tiene su lado bueno: a veces un enfado
permite descansar de otros enfados, y nada ayuda más a superar un
enfado que el siguiente. En general, el escepticismo cuando
i -justo
, se convierte en antropología del en vez d* es una filosofía que
I ' r
, -i
lilJ:H:ff1:ffiffi1"á:"[1T,H::ff::H;:H:[I
inéd¡to hasta ahora; los otros trabajos'fueron publicados de manera
produce sobre todo trabajos ocasionales y de la cual no oo espera
una obra central. Así es el presente volumen, a pesar de eu modoe.
to titulo, un parergon: no una obra central ni capital, sino, on el mejor
de los casos, algo en vez de.
dispersa. Todos ellos defienden, y desde ahora más que.nunca, una
filosofÍa escéptica de la {inilud humana. Su tesis antropológica es:
tos seres humanos son aquellos que deben hacer, pueden hacer y
hacen algo en vez de. El ser humano no es un ser absoluto, sino
que un ser finito que debe aplazar su perecerr descargarse
-como
del absoluto y hacer su vida plural- es primariamente un ser inútil,
que de manera secundaria se convierte en Homo compensator. Así,
estos trabajos son una continuación de la fílosofía de la compensa-
ción, de la cual sgy partidario.
Descubrí esta filosofía cuando, inmediatamente después del final
12
de la Segunda Guerra Mundial, como miembro de la ogeneración
escéptica, (Schelsky), hice del horror y et desencanto una posición
filosófica, al mismo tiempo que me impresionaba la pregunta de la
teodicea por la bondad divina y el mal en el mundo. Entonóes llamó
mi atonción el tema do la autonomización propio de la teodicea:
concluir la no existenciade Dioe a partir de la bondad divina, que se
' I I
''i;:':
, . lt;
'E4I!-IF!F
) I

T
) finalmente fui ayudante on lat fuorult aórCat y gotuve en las milicias
del Volkssturm. En agoato de 1946, oon 1? años, ya había sido pri'
)
sionero de guerra. Resietf ml incllnabión por la arquitectura y la pintu'
) ra y estudié filosofla: on Münotor con Joach¡m Ritter y en Friburgo
) con Max Müller, quien fue mi direotor de teeis. Escribí mi tesis docto-
Autopresentaclón
, ral en 1963 en Münster y aef fue como alcancé la meta de mi vida: Filosolla de la

I Como nuevo miemb¡o de la Academla Alemana de la Lengua y la


Poesfa el 20 de octubre de 1995 en Darmstadt
ser docente. Sólo me duró dos años, porque entonces dejé de ser
docente para convedirme en catedrático de Filosofía en Giessen.
compensación

) A mi filosofíra la llamé y la llamo escepticismo, el escepticismo en


) el sentido de la división de poderes, incluyendo la división de aque'
) llas formas de poder que son las convicciones. Así se vence la ten'
) tación de someterse a un único poder totalitario. Mi escepticismo
) era la respuesta a la experiencia de 1945. A1 principio, mi lema era:
«yo» puedo equivocarme, y acababa de dar prueba de ello. A partir
, de 1968 la completé: también «otros» pueden equivocarse; por
) ejemplo, ouando mediante una huida del tener-conciencia al ser'con'
, Señor presidente, señoras y señores:
ciencia, pervierten el correcto «nunca más nacionalsocialismo» y lo
t Yo, con mis 67 años, contribuyo al rejuvenecimiento de la Aca-
conüerten en el falso (nunca más identificación,. Por ello mi escep'

D ticismo se convirtió en rechazo de los conformismos negativos, del


demia Alemana de la Lengua y la Poesía, pero sólo si en vez de con-
I tar mis años de vida se cuentan los años que he paoado despierto.
f¡at utopia, pereat mundus, y di un paso hacia identificaciones débi'

I Alguien que duerme muchs es'más joven que alguien que duerme
poco; y yo duermo mucho. En parte se lo debo, como tantas otras
les; con la brevedad de ta vida; con las compensaciones; con el
mundo moderno; con la República Federal Alemana; con la civildad;
) con el pequeño mundo del Hessen central. En el día de hoy hace
! cooas, a mi profesor de filosofía Joachim Ritter. É siempre estaba en
el eEcritorio antes de las cinco de la mañana, y cqando me convertí
exactamente treinta años que vivo con mi e§posa en Giessen, los
últimos dos años y medio como emérito, es decir, al fin como una
, en su ayudante en Münster, enseguida me regañó porque yo no me
I lovantaba hasta el mediodía. *Antes yo también había si¿Jo un noc'
diie- pero uno puede cambiar: basta
especie de.docente.
Todavía me resulta difícil pensar y escribir; pero no valdría la
) támbulo como usted
-me
t con acostarse temprano, y lo demás viene por sí solo.' Desde
qntonces me acuesto pronto y me levanto tarde; de verdad que a
pena si fuese de otro modo. Necesito resistirme a Io fácil' atraerme
al pansatorloy al escritorio, y como penitencia importunar al projimo
con mi pensar y escribir. Por lo visto a la Academia Alemana de lá
D veces no es fácil encontrar el momento para mi siesta diaria.
14

I Soy del año 1928 y nací en Stolp, en la Pomerania ulterior. En


Lengua y la Poesfa no le ha desagradado. En 1984 pude agrade'

t Kolberg, también en la Pomerania ulterior, comencé a asistir a la


oerlc cl premio Sigmund Freud de prosa científica, y hoy le agra'
dezoo ml elección como miembro ordinario, lo que me complace
¡ escuela. En 1940, con 12 años Jo menciono sólo para no deiar de
dnoartmant€.
mencionarlo-, entré en un internado nazi, una escuela Adolf Hitler, y
,
I
D
f
contra la antropología, sino contra la teoría de la ciencia. El estatus
:.
,j .!:
de la antropología filosófica se puede leer en sus sfrhbolos de qsta.
tus, a los cuales pertenecen sus conceplos clave. Uno de ellos es
el concepto de ocompensac¡ón»: es el que quiero subrayar aquí,
algo que no sorprenderá a nadíe que haya seguido mis últimos tra-
bajos. A medida que el concepto de compensación se instaura en Fitrosolla de le
Homo compensator @mpen6aaión
su centro, la moderna antropología filosófica se convierte en la filo-
Acerca de la carrera antropológ¡ca de un concepto metaffslco
sofía del Homo compensator. El concepto de compensacjón tiene
justamente aquel irritante estatus anfibio entre metafísíca y empi-
ría: creo que en ello radica su fecundidad. Tan pronto como su
vida se plegara decente y ordenadamente a los cánones de la teo-
ría de la ciencia, perdería su fuerza de apertura. Por ello me pa-
rece importante defender precisamente su desordenada vida
epistemológica, que para la antropología filosófica resulta paradig-
mática e irrenunciable, y hacerlo mediante la historia de su con-
cepto, dado que la historia libera los conceptos de la cárcel de su
definición y del correccional de un estatus inequívooo: lo histórico
¿Tiene la antropología filosófica como disciplina, especialmente la pone fin a la domesticación de lo todavía sistemático para deeper.
actual, el estatus de una ciencia empírica o el estatus de una filoso-
tarlo a la vida. Con esta finalídadr en las próximas páginae quisiora
fía pura como la metafísica?
ocuparme del destino del concepto de compensación, que proc6-
Creo que uno de.los resultados más seguros de la historia del
dente de la metafísica llegó a ser el concepto clave de esa antro.
concepto que da nombre a la disciplina filosófica
"antropología", y pología de voluntad empirista del Homo compensator. Lo elaboraré
de sus definiciones y explicaciones,r es que la antropología filosó-
en las cuatro secciones siguientes:
fica, desde que existe bajo tal nombre (es decir, desde 1600), se
opone enfáticamente a esa alternativa y se sustrae a ella de una
1. Homo compensator
manera productiva: la antropología filosófica es científica como
2. Compensación y teodicea
metafísica empírica. Cierto es que se trata de un estatus singular
3. Compensación como desquite y compensación como indem-
e irritante según la teoría de la ciencia: irritación que no se dirige
nización
4. El animal triunfador y el animal compensador
l. VéasE O. Marquard, czur Geschichte des philosophischen Begriffs "Anthropologie'
seit dem Ende des 18, Jahrhunderts", (1963/1965), en O. M,, Schw¡erigke¡ten m¡t der
Geschichtsphllosophie, Francfort a. M., 1S73, pÁgs. 122-144 y 213-24?; O. Marquard,
artículo .Anthropologio', en J. Ritter y otros (comps.l, H¡stor¡sches Wüterbuch der Phi- '1. Homo compensator
losophie, vol. 1, Basilear/Stuttgart, 1971, págs. 362-374: W. Lepenies, Soz¡otog¡sche
Anthropolog¡o. Material¡en, Munich, lg71; P, Probst, Pol¡ttk unct Atthropotog¡e, Urrter-
suchungen zu¡ Theorle und Genese der philosophlschen Anthropotogié in Delltsch- Para comenzar quiero clemostrar la veracidad de mi punto de parti.
/and Frankfurt a. M;, 19?4; M. Linden, lJnteÍsuchungen zum Anthropotogtebegfffdes
18. Jahrhunde¡ts, Bema/Francforl a. M., 1976; O. Marguard, reoensión en lnternatio- da: que el concepto de compensación es un conoepto clave de la
nal Stud¡es in Ph¡losophy 12 (1981), págs. 104.107.
)
)
tativa bajo el signo del oonccpto do oompcncaoión: como carrera de
antropología filosófica modsrna y ..pülrlmtnh drl dglo xx. Voy a la filosofía del Homo compansrto¡,
demostrarlo mediante doe brevo¡ lndlorolonr¡. La segunda indicaoión eo óata: délo porquo el concepto de com'
La primera es ésta: en el prólogo dr lr mgundr rdlolón de eu pensación es central en la antropologfa filosófica moderna, pueden
obra antropológica central Dle Stufen dcs Orgenlschon und der descubrirse o incluso planearee oompensaciones en las relaciones
Menscll, [Los niveles de lo orgánico y el rcr humanol, Helmuth humanas. La compensación es presentada como una solución en pro' Filosoffa ds la
compensación
Hot.p Plessner escribe sobre Arnold Gehlen: nSua tcaia eon oonocidas y graras actuales; el concepto pedagógico de la "educación compensa'
'
eot,,ú,//l,/ao¡
pueden agruparse en torno a la idea de compensación, a la que Her. toria» que enlaza con la estadounidense "National Defense Education
der ha dado la consigna de ser caroncialr:z el sor humano compensa Act', o el concepto económico de la «Polítíca fiscal compensatoria"
) eúe carencias naturales mediante descargas. El mismo Gohlen, en el que enlaza con Keynes y Hansen.s Al mismo tiempo, la compensación
) pequeño volumen Anthropologische Forschung flnvestigación antro- se convierte en una categoría con la qúe se pueden ofrecer previsio'
) pológical, emplea el concepto de compensación do manera explícita: nes a medio plazo de procesos históricos, por ejemplo del tipo de la
p oel ser humano (...) con (...) su carencia de instintos (...) sería incapaz tesis de Joachim Ritter: el proceso moderno de desencantamiento.de

I ,
de vivir. Estas carencias son cómpensadas gracias a la capacidad
quo corrosponde a la más urgente necesidad: transformar la natura-
leza bruta (...) de tal modo que sirva a la vida".s Esta idea de la com-
la realidad es compensado por Ia formación del encantamiento susti'
tutivo de lo estético. O también, el proceso moderno por el cual el
mundo moderno es cada vez más artificial es compensado por el des'
B pensacióh caracteriza no sólo el principio de Gehlen, sino también el cubrimiento y apoteosis especíÍicamente modernos de la naturaleza
D propio principio de Plessnes l¿ "posición excéntrica, del ser humano, virgen como paisaje y el desarollo de la conciencia ecológica. O tam'
su no estar completo y su constitutiva pérdida del centro, exige "com- bién, la moderna pérdida de tradición debido a la objetivación y a la
¡ plementar,: Escribe Plessner: .El ser humano quiere salir de la inso-
I portable excentricidad de su ser, quiere compensar el carácter
creciente aceleración del cambio social es compensada con la géne'
sis especÍficamente moderna del sentido histórico, es decir, con el
a inacabado de su propia forma de vida". uEl ser humano (...) busca nacimiento de los museos y las ciencias del espíritu. Casi al mismo
a (...) compensación para su carácter incompleto, su falta de equilibrio, tiempo, Konrad Lorenz dijo sobre la «moral responsable" humana: oEs
au deanudezo:a en la cultura, es decir, en lo artificial, la expresividad,
: un mecanismo compensatorio que adapta nuestra dotación de instin-

I) la traecendencia. Esto es comprobable en Plessner y Gehlen, y con-


tlnúa en una generalízación sutil en Niklas Luhmann: ese sistema que
ee el ser humano compensa también y precisamente la sobrecarga
tos a las exigencias de la vida culturab,i y recientemente Karl Otto
Apel, continuando esta idea, ha presentado incluso la ética discursiva
como compensación del déficit de obligatoriedad de la fase cultural
b de complejidad con una reducción de complejidad, idea que sigue «posconvencional,,.6 Como ilustran ésios y otros hechos, la teoría de

a siendo válida. La antropología moderna define fundamentalmente al la compensación en el ser humano prosigue en las teorías de la com'

a '17
ser humano como alguien que escapa de sus deficiencias, que sólo
es capaz de existir gracias a las compensaciones. La coyuntura
pensación en lo humano. Esta es una confirmación indirecta de lo que 18

a moderna de la antropología filosófica se realiza de manera represen- ü. Vú¡¡c O. Marquard, .Kompensation. Überlegungen zu einer Verlaufsfigur geschicht-
a lloher Prozc¡¡o¡, en K. G. Faber y Ch. Meier (comps.), Histotische P¡ozesse, Munich,
le78 fih¡orlo der GeEohiohte, 2), págs. 330-362, €specialmente 334 y sigs.
a 2. H. Plessner, Gesammelte Schriften,.en G. Dux, O. Marquard y E. Stróker (oomps.), t, K. Lorrnr, Das sogenannte Edsq Viena, 1 963, pá9. 352 (kad. cast.: Sobre /a agre-

t vol.4, Francfort a. M., 198f, pá9. 24.


3. A. Gehlen,
4.
Anthropologlsche Forcchung, Hamburgo, 1961, pág. 1,
al6n:.l pna.ndldo m¿l, Madrid, Siglo XXl, 1992); K, O. Apel, Funkkolleg Praktisdla
phllorophl.lEthlk (1 980/1 981), 1' y 2. eesiones.

a H. Pleeener, Gesammelte Schrlften, vol, 4, págs. 385 y 995,

D
,
quiero subrayar: ra coyuntura moderna de ra antropología ción en 1710, alegó enire otras cosas que Dios está disculpado,
firosófica so
completa de manera representativa bajo el signo del concopto porque él no sólo «permite» el mal, sino que también (lo cual es ya
de
compensación, como carera.de la filosofía del Homo compensator. suficiente) lo compensa. Dios, escríbe Leibniz, l,auteur de la nature
El ser humano es er animar compensador sin embargo, a compensé ces maux (...) par milte commodité*,y en su Nowa ditu-
eeta idoa
no es nueva' y no sólo porque, como han indicado de igual man,ra cidatio, en el contexto del mismo problema, se le suma Kant: Mato-
Plessner y Gehlen, Herder ya fue el «precursor» que «en medio rum (...) compensatio (..,) est proprie ilte finis, quem ob oculas
-----1y:
mpensator de I
Filosoffa de
compancacid
las carencias, der ser humano encontró er lenguaje como «germon habuit d¡v¡nus art¡fer.e er buen Dios es justo y según ra teodicea está
para la sustitución», corro ra forma específicamente humana de justificado, porque se ha ocupado de la compensación
del mal. Este
nindemnizació¡,,l es decir, de compensacjón. En ig62, argumento, que es sólo parcial respecto a la argumentación com.
Michael
Landmann se refirió en De hamine a las antiguas raíces de este con- pleta de Leibniz, certifica que el concepto moderno de compenea.
cepto' presentando como fuente a protágoras y el mito de Epimeteo ción proviene de la teodicea
en el diálogo platónico der mismo nombre. *protágoras Esto implica a su vez que el concepto de compensación, que
Landmann-o quiere (,..) exponer cómo el ser humano compensa (...) -escribe entra en acción en la antropología filosófica de nuestro siglo, no pro.

su inicial inferioridad respecto a los animaleso, al buscar y encontrar cede originaríamente del ámbito del psicoanálisis, como uno so
en "los bienes culturares" «una manera de sardar su desventajar. podría sentir inclinado a creer. Ni Alfred Adler en sus sfudie ¿rber
.
ciertamente, nadie podrá afirmar que er ser carenciar y el tema de la M¡nderwert¡gkeit von organen [Estudio sobre la inferioridad de los
compensacíón sean algo nuevo, pero, precisamente por ello, creo órganosl de 1907 ni carr Gustav Jung en su tratado psicotogfa de ta
que se nos impone urgentemente una cuestión: si este tema es tan demencia precoz de .f907 lo acuñaron por primera vez. Máa blen
lo
antiguo, ¿por qué sólo en la modernidad la idea de ta compensación tomaron de un debate sobre la compensación en la fisiologfa
ocrc.
llega a ser tan central que una disciplina filosófica, la antropología filo- bralro que tuvo lugar en torno al cambio de siglo y que resumló
Anlon
sófica, se la apropia como solución, la necesita y la conduce al éxito en 1905 en su conferencia inaugural en Jena oüber den wiedorurartr
al presentarla como constitución central del ser humano? una antro- der Funktion bei Erkrankungen des Gehirns, [sobre ra austituorón
pologíra filosófica moderna que al mismo tiempo se convierte funda- de la función en enfermedades cerebralesl. A su vez, el concepto
dc
mentalmente en una filosofía del Homo compensator. Esto no es nada compensación se introdujo en este debate desde el contexto teórico

evidente, y por ello lo cuestiono: ¿por qué es así? general de Ia filosofía de la naturaleza que, trabajando
con la imagen
de la balanza, de la equiparadora economía doméstica, y con la
idea
del equilibrio, supone la existencia de una balanza naturalt que
aalda
2. Compensación y teodicea perjuicios mediante compensaciones gracias a una fundamental rcoo.
nomía de la naturaleza", que a su vez da lugar a una «economfa
do la
19 El concepto moderno de compensación proviene de la teodicea: historia universalo. Porque a esta última, como afirma Burckhadt
cn n0
Leibniz, que inventó esta disciplina y la impuso mediante su publica-
9. 9. W. Leibniz, Théodicée, en Die philosophischen Schriften, C. l. Gcrhtrdt (oomp,),
7. Berlín, 1875-1890, vol.6, nueva edición de i-lildosheim,
J. G, Herder, Abhandtung über den lJrsprung der Sprache (iZZ2), Stuttgart, 1966 t96l, pág. +Oe; l. Xonf, .plti]
(Reclams universal-Bibliothok,8229), pág. 26 (trad. cast.: *Ensayo sobre eririgen cipiorum primorum cognitionis melaphysicae nova diluáidatio,,
der én Gesammctta safull-
longuaje', 6n Obra selecta, Alfaguara, Madrld, 1082). ten, Academia Prusiana de las Ciencias (comp.), vol. 1. Berlín,
lg02, pág. 406.
8. M, Landmann, De horn¡ne. Der Mensch lm Spleget selnes Gedankens, Fribur- 1o' véase D' L. Hart, Der tiefenpsychorogische Begrtff der Konpániattai,
ztt¡roh,
go/Munich, 1962, págs. 42 y 6igs. 1s56.
Azai's, quien tuvo el valor de sntender el principio de igualdad no sólo
Bus Reflexiones sobre la Hlstorla Unlvtttlld¡ l6t6,tt prrtrnece nla
de manera formal eino también eegún el contenido, recurriendo a aque-
misteriosa ley de la compenoaolón, demodrtbb d mcnoa en un
llos balances y balanzae: su tos¡s, expueota con todo detalle, afirmaba
lugar: en el aumento de poblaoión deapufu dr grrndu rpldemlae y
que en cada vida humana el deetino compensa la infelicidad con feli-
gusrras. Parece existir un todo vital de la humanldrd quc 8c con8sr-
cidad, de tal modo que la felicidad menos la infelicidad, o a la inver-
va roomplazando las pérdidas, cuando lae oulturag pcrcoen, como
sa, la infelicidad más la felicidad siempre da cero, así que la balanza F¡loel¡a de la
t tlq'ro una (cont¡nuación de la vida de la humanidad herida mediante un mmpeneaclór
h de felicidad está equilibrada para cada ser humano; en eso y por esot
'Ílp'r'te' deaplazamiento del centro,. Esta "doctrina de la oompengación»r con
todos los seres humanos son iguales."
ouyo (con8uelo" se debe proceder
"austeramente»r Begún Burck- fuai's tituló su libro Traité de la just¡ce providentielle,tn porque
hardt, eo roforzada no sólo por aquella law of compensafio4 quo for-
esta tesis de la igualdad era para él la prueba de la justicia de Dios
muló Emereon en 1865 en su ensayo Compensationr? como tñe.
y de la naturaleza; desarolló esta idea de la compensación hasta
absolute balance of Give and Take, sino también mediante el hallaz-
traspasar la frontera del absurdo propia de la teodicea y quer como
go de formas de compensación, como la que puso de relieve Cour-
ya dije, procede en última instancia de Leibniz: Dios es disculpado y
) not con la nLey de los grandes númeroso en 1843 en su Exposit¡on
justificado, porque á no sólo «perm¡te» el mal, sino que lo compen-
da la théorie des chances et des probabilités; y también gracias a
sa abundantemente. Creo que esta cadena de articulacionee de la
aquella euposición de compensación que criticó Marx en la sección
idea de compensación, que sólo he esbozado a modo de indioación,
E 0 delcapltulo 13 del primer libro de El capital, en 1867. Todas.estas
prueba de manera evidente que la antropología lilosófica moderna
a reflexiones, que cuentan con un principio del equilibrio y con la com.
pensación de sus desviaciones, continúan desarrollando aquellas
administra este tema de la teodicea hasta elevarlo a idea central,

a ideas de las balanzas de felicidad que eran filosóficamente actuales


con lo que se transforma en filosofía del Homo compensator. Eslo

a en el siglo xvnr: según Lasalle, el bien compensa suficientemente el


significa que para una misma premisa, como es la descarga de Dios
al instaurar al ser humano como fundamento, existen dos modernas
, mal de este mundo; o como opinaba Maupertuis, lo compensa de
filosofías que comparten como hermanas enemistadas la herencia
manora insuficiente; o.como creían Robinet y el joven Kant, el mal y
) de la teodicea: la revolucionaria filosofía de la historia y la antropolo-
el bien que lo compensa mantienen la balanza equilibrada, en el sen-
) gía filosófica. Como he intentado mostrar en otro lugar,r6 la filosofía

I) tido de un balance nulo.rs Esta última tesis fue resumida, recogiendo


todaa'aquellas especulaciones! en un libro digno de atención que
tuvo la mayor tirada de su época; un libro aparecido por primera vez
de la historia descarga a Dios proclamando al ser humano, sin repa.
rar en su.finitud, creador acusado y redentor que acusa y juzga.
Mientras que, como subrayo aquí, la antropología filosófica define al
) cn 1808 y que es necesario mencionar, porgue ha sido olvidado
I inclueo en Francia y ya nadie parece decidido a leerlo a fondo. Me
rofiero a aquella obra que en seguida ocupó tres volúmenes: Des
ser humano, respetando su finitud, como un animal compensador; y
de este modo, al afirmar como fundamental el concepto de com-
a 21 compensations dans les destinées humaines, de Pierre-Hyacinthe
I ' Glück, traducido aquf por felicidad, significa también dicha. fortuna, suerte; Ungr¿Jck,
quc podemoo traducir por infelicidad, tieno también el sentido de desgraoia, infortunio,
a 11. J.Burckhardl,GesañmelteWe¡ke,vol.4,Stuttgart,1970,págs.191ysigs.(had. mih suorlc o lncluoo accidente. (rV. de ra r.)

t cast.: Reflexrb¡¡es sobre la Historla Unlversal, Móxico, FCE, 1961).


12. R. W. Emerson, "Compensalion., en lha Comptete Works,vol.2/3, Londres,
14. P.-H. Alala, Das compensations dans les dest¡nées huma¡nes, París, 1818
(0'crl.), vol. 1, pá9. Xll.

t 1904, odición dol centenario, págs. 91-1á7, especialmente pág. I 15.


13. VéasE O. Marquard, .Glück im Unglück', en G, Bien (comp.), Die Frage nach dem
Grüc& §tuttgart, 1970, especialmento págs. 100 y sigs,
t0. O, Mrquard, .ldealiemue und Theodizee, (1965), en O. M\ Schwierigketten m¡t
du Goachlchtsphllosophie, Franclorl a. M. , 1 973, pigs. 52.65 y 16? -178.
D
I
,
pensación, conserya un tema de la teodicea, dente de mi cÍrculo más estrecho, es que se debcrfa traduoir
pero otro, porque, rcpl. a la
' to, el concepto moderno de compensación procede inversa de manera casi literal: comt es decir, cum, por y
de ta teodroaa. synr pensa_
re, o seat pendere (con el significado colateral de of¡qs6¡ ysJ5¡»)
por
ballein, con lo cual lendríamos la traducción compensatio
symbo- =
g. Compensacíón como desquite /on. Entonces no sóro ra podríamos traducir como ra
mitad de un ani-
I
!y: y compensación como indemnización llo que encaja con la otra mitad, sino igualmente por la
o ^ _-
compeñto¡ teoría Filo¡ofla de la
análoga que presenta el discurso de Aristófanes ompeom'ón
en el Banquete de
continúa siendo necesário traer a coración ra teodicea Platón: que cada ser humano, que una vez fue redondo
y compteto
de Leibniz.
No porque sea un libro muy bello, más bien sería pero ahora está partido, divídido y plano, se halla
cierto to contrario, a la búsqueda de
sino porgue con él acabaron y comenzaron muchas compensación, de su otra mitad, quizá mejor que é1,
cosas. También o simplemente
a esto se referÍa ra afirmación: er concepto moderno diferente, y se encamina así hacia su corpulencia y redondez
de compensa. primi-
ción proviene de la teodicea. O de manera más precisa: tivas e ideales. Por muy estimulante que esto sea y que
el concep- se pueda
to "moderno' de compensación proviene de era. pero leer como anticipación del concepto moderno de
se trata de compensacíón,
aquel concepto de compensación que no significa aquí debo dejarlo de fado.
desquito sino in_
demnización, como prueban ros conceptos mostrados lnspirado por la presencia del señor Lepeníes, prefiero
hasta ahora; referirme
de modo quela compensatioyano es entendida óomo a una colección de apuntes que fueron escritos entre
castigo, sino 1740 y 1Z?5:
como equiparación sustitutiva mediante bienes; no como la Nemesis Divina de Carl von Linné, que a principios de
,"ngun.u y este año
penitencia, sino como arivio. por tanto, er significado (r981) ha aparecido por primera vez en traducción
más exacto de alemana, edita.
la afirmación concepto moderno de compensación províene do por Wolf Lepenies y Lars Gustafsson. Sin pretender
"er de ra su publioa.
teodicea, es éste: también la teodicea de Leibniz, y justamente ción,.Linné se dedicaba a tomar nota de aquellas personae
ésta, de,eu
conauma ra disorución der oviejo" concepto de compensación entorno que habían cometido matas acciones y do
como las cuales, segrin
desquite gracias al «moderno, concepto de compensación su convicción, el destino finatmente se vengaba deparándoles
como in- infor.
demnización. Me parece importante explicarlo. tunios: es decir, documentaba el desquite dívino,
la némesis divina.
Creo que sirve de poco si indico de manera general que Wolf Lepenies no sólo expone convincentemente en
el con- su epílogo a
cepto de compensación es más antiguo que ta teodicea esta edición que la
de Leibniz, "colección de casos de desquite divino, de
y me remonto desde Clauberg, Anselmo y Tertuliano hasta Linné está-relacionada con ra teodicea de Leibniz
Ia teoría a través de ros fisi-
de la compensación en el arte de la vida del sabio según coteólogos, y que la némesis es plenamente un tema
Cicerón, y más que cen.
retrocedo aún más hasta ra doctrina de la compensación tral de la compensación, sino que también sospecha que
de ra retó- para Linné
rica antigua, a la do-ut_des, la lógica del sacrificio, las el concepto de némesis era un teorema de protección,
regtas de en et cual se
28 indemnización por daños en er derecho romano y
ra rengua ratina der
refugiaba para no tener que dar el paso hacia
una ciencia ndee. 24
comercio, que todavÍa inspira el sentido actual de ra palabra moralizante"r cuyo balance de pérdidas es
inglesa hoy evidente.rc Lepeniea
compensat¡on _recompensa_ y el discurso actua, indica algo que yo quiero subrayar apoyándolo
además con otra
sobre onego.
cios compensatorios" no monetarios. Entonces debería preguntar-
me por la palabra griega que los romanoe tenían derecho
a traducir 16. C. v. Linné, Nemests Divtna,W. Lepenies y L. Grctafsson (compe),
como compensatio, y la propuesta de mi alumno peter páge.321-96q. Munich, tggl,
Sittig, proce-
)
) r'
) sigo otros males, que son 6u oompcnmolón. Eete es aquel concep-
idea: el concepto de compenarolón da h rNlmmlr dlvlns, -a
to de compensación que, por oontragte con el moderno, denomino
pesar de poner en duda el mác rlll oomo luetr dl omtlgo, pueoto
el antiguo concepto de compenaación, para el cual el mal, hipermo-
que la satisfacción del desquite tlene lugrr ¡n c¡tc mundo- no es
E una versión antigua de lo moderno, alno une vcr¡lón lardfa de la idea
ralizado, consiste únicamenle en malae acciones humanas, y cuyas
compensaciones no pueden eer más que oastigos, más que mal.
antigua de la compensación y, en oonagoucnola, la oompenoación
Greo que esto se modifica precisamente cuando, durante el Filoeofla de h

B '
Homo resulta ser, como en el antiguo n6xo 6ntre hybrls y némeeie, el res-
ooÍtñltalü
tablecimiento del orden mediante el castigo vengador del delito que
absolutismo teológico nominalista de la baja Edad Media, y en nom-
compensación

) perturbó ese orden.


bre de la omnipotencia divina, se limita de forma radical el alcance

) Esto remite a un concepto hipermoralizante del má|, como el que


de la libertad humana y con ella la capacidad humana de delinquin
Así es justamente como se hacen visibles de nuevo males que no
) necesitó la doctrina de Dios y del pecado del cristianismo primitivo
arraigan en nuestra voluntad de pecar, sino en nuestra finitud, es
) para responder a la demonización de la creación divina de Marción,
decir acá del malum moral* el matum physicum y el malum
como hizo Agustín. Cuando para el cristianismo antiguo ya no -rnás
) gobernaba el mundo un demiurgo condicionado por la materia y
metaphysicum. La modernidad, o§pp6¿ de neutralizacie¡ss», surgo

) sujeto a sus límites, sino un Dios omnipotente cuya bondad era


con el descubrimiento o redescubrimiento de un mal neutral respec-

? cuestionada en nombre del mal existente en el mundo, fue necesa-


to a la moral de la salvación; un mal que no provocamos nosotros,
que podemos ser juzgados moralmente, sino contra el cual no pode.
) rio inventar e instaurar como fundamento la libertad humána, tal
a como hizo Agustín en De tibero arbitrio. De este modo, y para coar-
mos hacer nada, ya que es un acontecimiento físico y metafísico. El
comeback de este mal no. moralizable, que cuestiona de nuevo la
a tada de Dios, todo el mal del mundo, ya desde el mismo ángel caído,
bondad divina, es justamente el que, de una manera específica de
t podía atribuirse a las malas acciones pecaminosas y cargarse así
sobre los seres humanos: delitos humanos que serían compensados
la modernidad, impone a Leibniz la tarea de la teodicea, de la cual

, por castigos para purificar el esplendor del orden del mundo y para
no nos interesa aquí la solución que propone, sino únicamente esto:
que la disciplina filosófica de la teodicea, y la moderna pérdida del
) reconoiliación de su principio y garante Dios, en el caso extremo
carácter malvado del mal a que contribuye, surgió sobre todo como
) mediante la muerto en sacrificio del hijo de Dios hecho hombre, que
reacción al descubrimiento de ese mal sufrido como una contrarie-
p padeoe el castigo compensatorio en lugar de los seres humanos:

t
dad y srt venia verbo "des-moralizado,. En consecuencia, fue nece-
co,nponsatlone sanguinis sut,. como ya afirmó Tertuliano en su Apo-
sario descubrir e interesarse por aquellas compensaciones que
logetlcum y después confirmó Anselmo en Cur Deus homo.ll Para
corresponden a un mal que no consiste en acciones sino en pade-
) aste principio es decisiva aquella radicalización del concepto del mal
I propia de una moral de la salvación, que sólo tolera compensacio-
cimientos; estas compensaciones no pueden ser castigos, sino ali-

I 26
nes como castigos. Los males dejaron de entenderse como algo
que el destino depara o como padecimientos y contrariedades que
vioe. Así ee llega, a través de la teodicea, al concepto moderno de
compeneación, según el cual la compensación del mal no comporta
D mal, cn el eentido de desquite por malas acciones, sino que conlle-
tocaban en suerte, y fueron interpretados de manera unívoca por la
a mgral de la salvación como malas acciones humanas cuyas com.
ve bondades, en el sentido de una indemnizaoión por carencias y

I pensaciones debían ser penitencias y desquites: los maleb traen con-


padcolmientoe.

,
t 17. O. Marquard, 'Kompensation,, págs. 346 y sigs.

)
)
4. El anima! triunfador y el animat compensador progreso de la historia hacia el tríunfo final del ser humrno cn lo rea.
lización de un mundo redimido. para ta filosofía de ra hratoria, cl eer
A diferencia del antiguo concepto de compensación, quo humano es el animal triunfador; y partir de la naturalhaclón de la
desquite, er moderno, que signífica indemnización, se
signifioa -a
idea de la evolución, a la cual condujo con fuerza la dooepción de la
refiere a un
mal del que no somos la causa, sino que nos sucede esperanza de inmediata emancipación desde la Revolución france-
como una
¡ -^_^^1::: carencia y un padecimiento que nos depara el destino:
ee un mal no
sa- también va a continuar siéndolo para la biología evoluliva, según Filosolla de la
compensatü
in compensación
moralizable. Creo que forma parte de este mat aquella la cual triunfa aquel que sobrevive a ros otros; porque en
ra evorución,
conetitución
carencial der ser humano que fundamenta ra actuar la ausencia de competidores en ra lucha por ra supervivencia no
es
antroporogfa firo.
sófica, al convertirra, bajo er signo der concepto moderno corregida mediante bondades, sino que actúa como una aceleración
de com.
pensación, en filosofía del Homo compensator. de Ia extinción. Este teorema evolutivo de las desventajas potencia-
Al contrario de su descubrimiento moderno, ailí donde fracasó doras de la selección es exactamente a una idea para mí
su -recu'o
elaboración optimista, obra de ra teodicea reibniziana, desde
media-
iluminadora de Harald weinrich- lo contrario del concepto modemo
dos del sigro xvrrr, es evidente que estos males no morarizabres de compensación, para el cual la carencia no es castigada con la
son
tan insoportabres para er ser humano moderno que éste reariza muerter sino reparada con indemnizaciones. creo que esta hostilidad
todo
tipo de esfuezos para no ver, orvidar, reprimir ese mar neutrar. hacia la compensación del concepto de animal triunfador propio de la
Espe-
cialmente, intenta convertirro de nuevo en malas acciones morares; filosofía de la historia y de la biología evolutiva tal vez ha contribuido
si
es necesario, mediante una negación trasce.dentar de ra pasiüdad a condicionar aquel proceso que diagnosticó Lepenies en er contex.
humana, del padecer y de las contrariedadesr que es
consumada en to del Das Ende der Naturgeschichte [El fin de la historia natura[:re
aquella filosofía fiamada historia que traduce toda ra rearidad que debido a la victoria de la idea de Ia evolución, la antropología
a accio-
nes humanas y declara todos tos mares deritos humanos.
Me refiero a --como ciencia integrada y completa del ser humano_ se hizo a la
la revolucionaria filosofía de la historia, trascendentarizada por vez posible e innecesaria y por tanto no pudo realizarse como institu-
erjoven
Fichte, filosofía que repite y sobrepuja ra tesis agustiniana ción. Por ello, en vez de la antroporogía, en el siglo xvln se institucio-
de ra liber-
tad sorteando su principar dificurtad, ra coexistencia de omnípotencia nalizó la filosofía de la historia, y en el siglo xx lo hizo ra biorogÍa
divina y libertad humana, al identificar tácitamente Dios y que para la teoría de la evolución *el ser humano no es una
ser humano: -puesto
el ser humano es ribre como un creador casi omnipotente
de ra histo- excepción*; y el tema de la singularidad humana fue desplazado a
ria. Dado que esta filosofía ro convierte todo en acciones rrumanas, la literatura,.la cual durante er Romanticismo y en er sigro xx sé aso-
r&moraliza er mar, que pasa a consistir en creritos humanos: ció a la antropología filosófica: en una secesión, la antropología fue
así, lo
que Lepenies flamaba ra de las ciencias expulsada de la filosofíia del animal triunfador.
"des-morarización, es com-
pensado por ra hipermorarización der mundo que reariza Que el ser humano real no es el animal triunfado¡ sino et com_
ra firosofía de
2? la historia; y ya no mediante una huida hacia atrás, hacia
la
pensador' es lo que hace valer ra antroporogía firosófica contra
la
"Némesis
divína", como Linné, sino en una huida hacia adelante, hacia
ra
"Némesis humana,, firosóficamente revorucionaria. como ejecución 18. w Lepanies, Das Encle der Naturgeschichte. wandet kutturetter setbstverstánd.
de la senteñcia de ra historia universar, esta firosofía se precípita, para l¡chkeiten ln den wssenschaften des . t g. und r 9. Jah¡hunderts. Francfort
a. M. r g?g;
castigarlo y aniquilarlo, sobre aquel que actúa como obstáculo (ya w. L. 'Naturgeechichte und Anthropologio im iB, Jahrhunda¿,. en B. rau¡an, ,
ú, sch-
midt-Biggemann y R. Vierhaus (comps.), Stud¡en zum lg. Jahrhundert
sea de manera consciente y subjetiva o inconsciente y objetiva) t!/!il, Munich,
1980, páOe. 21 1-226.
al
,
ser humano es excántrioo parc
revolucionar¡a filosofía de la hiatorlr y oontn lr blologfr rvofutlva. -malu¡tHt -bonum-por-malum-

I
La
lo compensa mediante la tácnlca, la cxpruolvidad, la trascendencia.
antropología filosófica es tan importrnta lurhmmtr porqu. no colo.
Y según Gehlen, el ser humeno os un 6er carencial
ca en el centro de atención los trlunfot hrolr lor oudc¡ ¡c prccipita -malurn-,pero
lo compenea elaborando la liberadora cultura
) vencedor el ser humano, sino las oarenoh¡ y prdrolmlcntoa oon loE -bonum-por-malu¡¡t-
p cuales debe vivir, esforándoso por oompanrarloa. Aocntrla aquella
de las instituciones. Y para Luhmann, el mundo resulta hipercomple-
jo para el ser humano pero él Filmlía de la
xot¡o posición singular que el ser humano dotenta al agr, no ya oel rey de -malu¡t*, -bonum-por-malun* compensación
) cl/,ÚPantaa*
la creación", sino, como dice Jercy Lec, ogl rey ooronado de espi-
reduce esa complejidad: el ser humano existe al compensar sus

) nae,. El ser humano no es la espeoie dol triunfo definitivo, sino la


carencias. La antropología filosófica no lo define como un ambicioso
triunfador, sino como un animal que huye de sus defectos compen-
) especie de una prolongada derrota, que tíene el deber do soportar.
sándolos; para ella, el ser humano es el que, al ser físicamente inú-
, Porque en la ovolución, el ser humano no consiguió ni extinguirse a
til, debe hacer, puede hacer y hace algo en vez de.' la antropología
tiempo, ni hallar a tiempo la constitución que le permitiría permane-
D filosófica es la filosofía del en vez de. Como consecuencia, se llega
cer. Y mientras todas las otras especies han alcanzado ya su forma
) definitiva, soa letal o sea final, el ser humano todavía no ha conclui-
a aquel estado de cosas que describí al principio: la coyuntura
moderna de la antropología filosófica se completa bajo el signo del
, do su evolución; no es el líder de la carrera, el que lleva el maillot
p amarillo en el Tour de l'évolution, sino el que se queda atrás en el
concepto de compensación, como carrera de la filosofía del Homo
compensator,
) deaarrollo. Es un animal tardío, que todavía no lo ha logrado, que
Ya para acabar, quiero regresar brevemente a mi observación
I debe soportar su constitución física llena de carencias, su concien.
introductoria: esta antropología de la compensación tiene un estatus
I cia de ta mortalidad, su padecer como Homo paüens y el eterno
regreso de lo no ígual, de la historia. Considerando todo esto, y para
científico intermedio entre la metafísica y la empiría, y afinidades con
I aliviar su aflicción, la antropología filosófica apuesta por la idea
la literatura; porque tal como he moslrado, el concepto de compen-

I moderna de compensación procedente de la teodicea, especial-


sación
-que
atractivo para
es el que le otorga este estatus y por ello resulta tan
ella- es, como caballo de carreras conceptual de la
a monte en la forma del Bonum-por-malum:ts cierto es que hay todo
pero trae consigo las
antropología filosófica actual, un caballo de Troya en cuyo interior se
ose mal
, -¡¡slufir-, -bonum-por-malun*,
bondadee que lo compensan. En consecuencia, los males son bie'
esconden los más diferentes temas. Entre ellos se encuentran, por
, , noo indirectos y oportunidades deficientes, ocasiones o incluso ins'
un lado, el tema metafísico
-desteologizadq-
de la teodicea, y,

I trumentos activos de su compensación. Se trata del tema de la


por otro lado, el deseo de lo empírico. El concepto de compensación

t compensación propio de la teodioea que l-lerder asume: el ser


humano es el hijastro de la naturaleza precisamente
es algo semiempírico, un a priori a medias, que permite a la antro-
pología filosófica una jugada inesperada y fecunda, pero chocante
, -malu¡¡>,pero para la teoría de la ciencia, y por ello es a menudo rechazada; sin
t 2s
por eso
-bonum-por-malurn-,
como equiparación, él tiene lenguaie.
Y este tema de la compensación propio de la teodicea es heredado y
embargo, nada le sienta mejor a la filosofía que ser rechazada epis-
D generalizado por la antropologíra del presenle. Así lo hace Plessner: el
temológicamente de tanto en tanto, puesto que eso la recrea y

I refuerza su condición. En lo más resistente se encuentra un motivo

I tracccndental baslante poderoso: el conceptb moderno de gompen-

t
'
19. Véase O. Marquard, Abschlad vom Prlnzlplellen, Stuttgart, 1981 (Reclams Univer' auolón, que no oignifica plenitud sino alivio, y no se refiere a lo com-
sal-Bibliothek, 7?24), págs. 46 y aigs. (trad. oast.: Adiós a los pr¡ncip¡os" Estudios ¡¡lo- ploto, alno a complementar sin completar del todo, pertenece según
f sdl?cos, Valenoia, lnstitució Alfonc el MagnAnlm, 2000).

, !
I

,
la forma que lo const¡tuye ¿l "juicio reflexionante".2o Pero por eu
carácter histórico alcance medio, su §entido metafórico, cu
-su
contingencia fundamental, su impopularidad fáctica y su gran capa'
cidad transformadora- la idea de la compensación en la ciencia
resulta para los seres humanosr §eres de corta vida, algo totalmente
b ¡tomo imprescindible: una costumbre. El concepto de compensación de la
compaÉator
antropología filosófica del Homo compensator esr iustamente, para
ór

decirlo con el espíritu de Hume y con Rilke' «una costumbre que se


encontró a gusto en nosotros».2|

31

20. Véase el concepto de 'finalidad sin fin'' significativo pare la forma de la obra' en la
analít¡ca de to bello de la Ct¡tica detiu¡cio do lG,¡tl'
ái:' {,2.
R. M. Ritko, Du,ineser Elqgien rct., (trad. cast.: Elegtas de Duino, Barcelo-
;;; ñ;"; issi). R""or¡"nd-o un tibro impresionante sobre_este tema aparecidotras
;ic"ñ;;; de lnnsbruck, sobre el cual me ltamó la atención wolf Leponies: J. sva-
-¿?aée '1981'
gelski, de co¡flPensdt¡on en -France 1750-1850' Lyon'
t - l§rililt#FlllF*

a. tr-
I'
vino especialmente de loe'que §o dedican a ellas: no les pareció
, ,i
t bastante noble. con su protesta han favorecido la tendencia actual
a ahonarse las ciencias del espfritu. Creo que con §en§atez se podría
, haber evitado; por ejemplo, acePtando la teoría de la compensación
) de las ciencias del espíi'itu, puesto que no existe ninguna razón para
abandonarla, al contrario, es hora de retomarla de nuevo y de conti- Filosoffa dE I
) compensacid
Filosofla de la compensación" nuarla. con este fin quiero ofrecer aquí algunas reflexiones ulterio-
)
I Algunos aspectos de la teorfa de la compensacldn res, y lo haré en las cuatro secciones siguientes:

a 1. Teoría de la compensación de las ciencias del espíritu


a 2. Principios de conservación y compensaciones negativas
t 3. Necesidad de negatividad y represión de la positividad
4. Filosofía de la comPensación
)
D
t Siguiendo la costumbre, comienzo por la sección:

t
I G,uanto más moderno es él mundo moderno, más imprescindibles
resultan las ciencias del espíritu. El intento de fundamentar esta
1. Teorla de la compensación de las ciencias del espfritu

D tesis medianto una teoría de la compensación de.las ciencias del La separación de las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espí'
a ospíritu, que realicé en mi conferencia nSobre la inevitabilidad de las ritu separa a su vez odos culturas»: ésa era la opinión de Charles
a ciencias del espíritu", pronuneiada en 1985 en Bamberg ante la con' Percy Snow en 1959.2 Pero la impresionante tesis de Snow es snouz
a fErencia do rectores de la Alemania occidental,i produjo, según mi
experiencia, una buena impresión en políticos y administradores de
de ayer. Tiene poco en cuenta que aunque las ciencias se diferencian
entre ellas, al mismo tiempo conforman un todo. Este conformar un
)
t) la ciencia y los pertrechó de argumentos para fomentar las ciencias
del eepíritu. Sin embargo, también encontró oposición. Esta oposi'
todo lo subrayó Joachim Ritters a finales de los años cincuenta con su
teoría de. la compensación de las ciencias del espíritu, que Herntann
ción a la tooría de la compensación en las ciencias del esplritu pro' Lübbe y yo radicalizamos desde el principio de los años setenta,4 y
D que certifica una forma de copertenencia entre las ciencias del espí-
) ' El tftulo original de este artlculo y del libro, PhltosoPhte des Stattdessenr es posible al
sustant¡v¡zar st¿ttdessen (en vez de eso). Dada la imposibilidad de una traducción lite'
ritu y las ciencias de la naturaleza que es la compensación'

a ral, hgmos optado por ol concePto do compensaoión, que Marquard emplea oomo sinó'

t nimo y que ee el qus vertebra ou di*urso, (N, ae b t')


1. El dfa 6 de mayo de 1985, Conferencia de rectores de la Alemania occidental 2. Ch. P. Snoq Iáe Two Cultu¡es and a Second Lool<" Londres. 1959'
3. J. Ritter, .Die Aufgabe der Geisteswissenschaflen in der modemen Gesellschafl"
a (comp.), Anspnrch und Hemusforderung det Gelstoswlssanschaften, Jah¡esve¡sa¡run'
rung 1985, Bonn, 1985 (Documento para la reforma de laÉ facultades, 66), págs. 47'
67. Nuova edición en O. Marquardt APo,ogle des ZuÍálllgcn, Stuttgart' :1986 (R€clams 4. H. Lübbe, GeschtdltsbegrifÍ und
a M., 1974, págs. 10$140'
1961, en J. R., SubJbr(tv,ldt, Francfort
Gesch¡chtsinteresse. Analyt¡k und Pragmatik clet
a Univereal-Bibliothek,8351), págs.98.116 (trad. caat.l Apotogta de lo conüngente. Hisrore, BasilEa/Stuttgart, 197?, pág. 22 y págs. 3O4 y sigs.; O' Ma¡quard' "Kompen-

t Estud¡os ¡¡tosoÍ¡casr Valencia, lnstitució Alfóns el MagnAnlm, 2000). Véaso también O'
Marquard, .Verspátete Moralistik. Bemerkungcn zur Unvermsidlichkeit der Geisteswis'
saüon. Úberlegungen iu einer Verlaufsfigur geschichtlioher Prozesse" (1978)' en O' M''
Aesthetica uid Anaesttteüca, Phitosophlsúe Übettegungen, Paderborn, 1989' págs'

a sensthaften, (f 987), en O. M., GfücR lm Ungtttc4, Munloh, 1995, Págs' 108-114.

a
,
t-
oontexto eepecífica'
zar e historias para orientar. Y lo hacen en cl
ecológico'
mente moderno de la formación del Eentido hiEtórico'
tardfa de una
delespíritusonlascienciasmásantiguasylascienciasdelanatu. estético y, especialmente en Alemánia, de la moralldad
revéE. El
raleza son las más recientes. En realidad e§ exactamonto al nación tardía. El déficit necesario y fértil de las ciencias exactas'
su

período en que se establecieron las ciencias naturales oxacta§ co' ahistoricidad, exige de una forma especfficamente
moderna su com'
mienzaenelsigloxvl,mientrasqueparalascienciasdelespfritu pensaciónmedianteunórganoparalahistoria:lascienciasdelespí'
son más
comienza en el siglo xvlll. Las ciencias naturales exactag
¡u¡Fitosofíadata ritu, Por tanto, las modernas ciencias naturales no arrinconan
las
¡¡¡compenaclón ciencias del espfritu son
antiguas que las ciencias del espíritu; las ciencias del espíritu considerándolas superfioiales' como
tanto se
naturales
másrecientesquelascienciasnaturalesexactasrantetodoporque dice, sino que crean su necesidad' Las modernas ciencias
sino más
sonunarespuestaalasmodernascienciasnaturales,lasciencias no son Ia causa de la muerte de las ciencias del espíritu,
exactas del cálculo y la experimentación' bienelmotivodesunacimiento.Silascienciasnaturalesexactas,
más
Lascienciasnaturalesmodernasyexactas,paraserexactas,tie. que existen para los obietos de laboratorio, son modernas'
para las his'
nenquetransformartodalarealidadenunlaboratorioyconvertiren modernas son aún las ciencias del espíritu, que existen
naturales exac-
intercambiablessuscientÍficos,yparaelloneutralizanlahistoria,enla torias del mundo de la vida. Y el éxito de las ciencias
del espíritu'
cualconsisteelmundodelavidahumana.Paraelcientíficoexacto tas no elimina ni disminuye la necesidad de las ciencias
religiosas'
ha de resultar indiferente de qué tradiciones lingüísticas, sino que la engendra y la acrecienta' Dicho de otro
modo: cuanto
culturalesofamiliaresprocede;sóloasí'intercambiable'alserneu- másmodernoeselmundomoderno,másimprescindiblesresultan
tralrespectoalahistoria,puedecalcularyexperimentaryalcanzar las ciencias del esPíritu.
exactas
resultados comprobables en todo el mundo' Las ciencias Este papel de compensación y correctivo que representan
las
uahistóric¿s';6 porque las his' históri'
sonr en este sentido, fundamentalmente ciencias del espÍritu, en continuidad con la moderna cultura
toriasdelmundodelavida,enlascualessehallainmersoelcien- ca, estética y moral a la que pertenecen, también lo representan
tífico, son dejadas de lado, son neutralizadas' Con ello
surge huma'
frente a aquella filosofía de la historia que permite a los seres
pero sólo
inevitableunapregunta:silascienciasnaturalesexactasnoloha' nosi a cada uno para sí y a todos en conjunto, tener una'
que los científicos de
cen, entonces ¿quién se preocupa de aquello unaúnicahistoria:unahistoriauniversaldeprogresohac¡auname-
laboratorio,paraserexactos,dejannecesariamentefuera,lashisto. ta, una unidad sagrada respecto a la cual todos los seres humanos
especí'
rias del mundo de la vida? Como respuesta a esta Pregunta se hallan en camino y de la cual nadie puede sustraerse en historias
al
ficamentemodernaaparecentespecíficamentemodernas,las propias y singulares. Una vez la filosofía de la historia pertenece
'cienciasdelespíritu;demaneracompensatoria,éstasseocupande
mundo moderno, desde *la gran época de las singularizacionesoo
lashistoriasdelmundodelavidaparasaldarlaahistoricidaddelas lo formulara Reinhart Koselleck_, desde el Sattelzeit,* a
-como y
cienciasexactas,yalsercienciasnarralivasconseryanesashisto. partir de 1750, proclama la unidad de una historia que adelanta
SSriasexplicándolas:historiasparaconservar,historiasparasensibili.

pág. 54 (trad. cast': Fulu-


6. R. KoEelleck, vergangene zukunñ. Francfort a. M,, 107S,
un planteamionto sobre laE cienoias del espfritu véase
w. Früh- ro pasado, Barcelona, Paidós' 1993)'
;, y *rrraf.ra Gelsteswissensdlaften l--6rrirlr"it d."¡ena la época comprendida entre 75O y 1.950, que t¡eno como centro
wau, n. n. ¡atiü n. t<o"eli"cL, ¡. Mittelstrase y B, Steinwachs,
1
como una
heute. Eine Denkschrlft, Franofort a' M" 1991' la Revolución fráncesa,-y la desciibe mediante une m6láfora intraducible
;il.Á;fü" ;;i G"istesw¡Ee"nschaften ln der modernen Gesellschaft", curvaprimero ascendentá y después de§c€ndento' (N' do /' l)
5. J. Ritter.
Págs. 130 Y sigs
--"w#r
,
) il
I Las compensaoion€s son cqulParaolonee de estados carencia'
deja atrás a todas las otras historh¡¡ roalartdr por rcvoluolones y
l
les mediante prestaoionee y oontraproEtacionos complementarias.
vanguardias, de tal modo que sólo qucdt aatr rlnlor hlrtorla dolgran
La teoría de la oompensación no aólo ouenta con compensaciones
progreso universal; es entoncee cuando nrcadlr rn rcntldo contra.
singulares, sino tambián con entramados de compensaciones, con
rio las cienoias del espíritut para conüervar le pluralldad y para aal.
síndromes de compensaciones, que actúan conjuntamenle en la
var la diversidad de las historias, ein las cualcg lo¡ aereo humanos
equiparación de aquellas situaciones relativamente resistentes al
B I oolnpril¡olón
fto.olh d. h no podrían serlo. Los soros humanoa Bon BuB hietoriaa; parmanecen
cambio, para las cuales se pueden formular principios de conserva'
p li
I

I
humanos gracias a la división de poderee de lo hietórioo, graciae a
que no tienen sólo una, sino muchas historiaE. Frente a la tendencia
ción. Los principios de conservación se conocen primariamente en
las ciencias naturates, como el principio de conservación de la ener-
) i
de las filosofías del progreso hacia una uniformización de la historia,
a las ciencias del espíritu surgen en la modernidad y precisamente
gía, pero me permito suponer temerariamente que al menos de
forma experimental es posible formular principios de conservación
) I entonces como un agente plurificador de la historia, que compensa
relativos a la cultura, que tendiían la.estructura fundamental siguien-
y al mismo tiempo denuncia la tendencia a la unidad de la historia
, con la cultura de la diversidad de historias; con la cultura de los
te: la cantidad de X permanece constante, al menos a largo plazo, si
las disminuciones en un lugar son saldadas con aumentos en otro.
muchoe libros: la literatura; con el cultivo de las muchas maneras de
Un ejemplo difícil es el siguiente: en el mundo moderno, el «dessn'
leer y comprender: la hermenéutica; con la sensibilidad para las
cantamiento, de la realidad condicionado por la racionalidad (Max
E muchaa lenguas y costumbres: el sentido de la pluralídad y la indivi-
I dualidad. De tal modo que aquí también es válido que cuanto más
Weber) es compensado por el desarrollQ específicamente moderno
del potencial de fascinación de lo "estético»;? el saldo de desencan'
a moderno es el mundo moderno, más ímprescindibles resultan las
tamiento y encantamiento permanece casi constante. Se trata pues
lt ciencias del espíritu.
' Y esto, que sólo he esbozado mediante indicaciones, hace valer
de constantes, de situaciones resistentes al cambio que §e mantie-

a la teoría de la compensación de las ciencias del espíritu.


nen estables mediante compensaciones: determinados comporta-
mientos permanecen constantes y en equilibrio' porque las pérdidas
a son compensadas con ganancias y las ganancias con pérdidas. Esta
) óptica de la balanza acuña el principio de las teorías de la compen-
2. Prlnclplos de conservación y
, sación,6 a las cuales pertenece la teoría de la compensación de las
compensaciones negaüvas
ciencias del espíritu.
)
b La teoría de la compensación de las ciencias del espíritu pertenece
Esta teoría de la compensación de las ciencias del espíritu fue
criticada especialmente, como ya dije, por investigadores de tales
a a las teorías de la compensación y recíbe tal nombre porque para
dieciplinas para los cuales no resultaba en absoluto suficientemente
a ella es central el concepto de compensación. Este concepto de
noble. Como objecióno afirmaban: el concepto central de esta teo'
I compensación
-nota
ben* proviene filosóficamente de la teodi-
cea; Dios, escribió Leibniz, ha "compensado" el mal otorgando ven-
a tajas. Sólo después se convirtió en un vocablo psicoanalítico ¡ con
7. Vó¡¡c O. Marquard, .Kunst als Kompensation ihres Endes' (1981), en O, Mar'
qurrd, Aostlrctlca und Anaesthetica, Paderborn, I 989, págs. I 1 3-1 21 ; véanse también

t Helmuth Plessner y Arnold Gehlen, en un concepto directriz de la


plgr. I 2 y algl., enlazando con J' Riüer.
0. VÚr¡o J. §vaoelaki, l:tdée de comrynsat¡on en France 175O'185Q Lyon, 1981'
t antropología, así.como, con Joachim Ritter, en un elemento central 9, Drlo rln monclonar otras importantes obiociones a la teoría de la compensación en
lm olonolr¡ dcl eepfritu, por ejemplo, la obieción del funcionalismo. Sobre ello véase O.
I de la teoría del mundo moderno.

o il
t iL
ría, el concepto de compensación, infringe la prohibición de
confusión. Tal vez por ello las casas acaban por derrumbrrio, Oul6n
aflrma.
c¡ones y falta a la obrigación de considerar ras ciencias del eapfritu observa la esencia de las planificaciones, por ejemplo planlfloacio-

como procedimientos redentores absolutos o en cualquier caso como nes de construcción, puede concltrir que lo ntás veroefmil es que
disciplinas únicas, nobles y sagradas. y sean procedimientos para conservar la confusión usando su elimi-
continuaban diciencro quo
las compensa'ciories pretenden venderse a mejor preoio quo oga nación como medio.
taroa
Filoolía de la absoluta, frente a la cual no son más que icrearizaciones. Esta obje- b) El principio de conservación del dispendio de indignación Filosofla de le
compen*ción mmpeneación
ción ya es problemática, entre otros muchos motivos, porque do nin. moral. Una disminución de la indignación en un lugar es reparada
guna manera existen sólo compensaciones agradables, sino también por un aumento en otro. Cuanto más consciente se .eso, menos

desagradables. Sesún una formutación de la compensación que oí conciencia es necesario otener,. Uno se ahorra el tribunal si se con-

por primera vez en boca de Wílhelm Szílasi, *la naturale2a es justa: vierte en é1. De ahí se deriva la camaradería entre libertinaje y rigo-
rismo. En sociedades permisivas, la permisividad es compensada
si te acorta una pierna, tambíén te alarga la otra,. Hay compensa_
por rigorismos susiitutivos (hasta llegar a la defensa rigurosa de la
ciones negativas, molestas, y por ello también existe una dinámica
permisividad); por ejemplo, cuando se fortalecen los derechos de
cultural compensatoria que se puede formular en los correspondien-
tes principios negativos de conservación, de los cuales voy a ofre. los débiles, ya sean grupos mqrginales o los animales, al mismo
tiempo, y en nombre de la autonealización, se dejan de percibir los
cer brevemente cuatro, aunque sólo tres de ellos en esta sección.
derechos de los más débiles, como los de los embriones humanos,
y ya no se tienen en cuenta en la discusión. La cantidad de indigna.
a) El principio de conservación de la confusión. Hay un mínimo
de desorden, también y precisamente cultural, que siempre reapa_ ción moral permanece constante: cuanto más aumenta en un lugar,

rece. Si es perturbado por el orden, esa perturbación es elimínada más disminuye en otro. La hipermoralidad produce un efeoto de
lo más pronto posible. El orden, dijo Aristótelesr es una steresis, pri- des-moralización, y al revés, el libertinaje genera rigorismo.

vatio,'un robo: la construcción de una casa le roba a la cantera su c) El principio de conservación de la ingenuidad. La conserva.
carácter de cantera. También un déficít en caos exige entonces una .
ción de la ingenuidad sustenta las otras conservaciones desagrada-
bles. La convicción de
equiparación, una compensación que sirva al mantenimiento de la "eso no puede pasarme a mí, yo soy muy
reflexivo, no suele ser cierta. Más bien sucede al conlrario: cuanta
más reflexión concentra uno en un frente de la realidad, con más faci-
Marquard, oVerspátete Moralisiik", en O. M., GtücR im lJngtück págs. .108.114. Tam.
poco menciono aquella objeción a la l€oría de la compensación en las ciencias delespí- lidad le vence la ingenuidad en otro. Por poner un ejemplo, así es
ritu que podría denominarse la objeción de ra unidad de las ciencias. En w. Frühwará y
olros, Gerstesu/issenschaÍten ñeufe, p.igs. lE-44, a J. Mittelstrass no le parece sufí- como los más suspicaces profesionales de la reflexión de hoy se con-
ciento la coperlenoncia compensatoria de las ciencias, e insiste en su unidad. sin vierten tan fácilmente en almas confiadas y crédulas, en rousseaunia-
embargo' la propone prudentemonto como una.idea regutativa,. pero cada tesis unita-
ria cientlfica sobre la unidad de las ciencias esoonde el peligro de sacrificar la singula- nos quer como el mismo Rousseau, convierten la afirmación .los
¡idad-de las ciencias del espíritu a una definición igualitaria y uniforme de todai las
39 seres humanos son buenoso en el fundamento de un delirio de per- 40
oiencias' En cambio, la teoría de la compensación dofiende un mínimo pluralismo entre
las ciencias y de esto modo es la teorla más liberal. Entre las objecionás a h teorla
de secución que nombra a la cieniia y la técnica destructoras del
la compensación hay que diferenclar aquella acepración de la teárh que distingue con
derecho limitaciones inmanontes a su realización; aaf H. Lübbe, mundo. En consecuencia, la reflexión tiene como efecto la ingenui-
"paraáoxien des Denk-
malsschutzes oder Grenzen der Kompenaarion', en Fundación Erwin stein (conrp.), dad, y el saldo de reflexión e ingenuidad permanece desagradable-
Festschlift lür odo Marquard aus Anlass dar vertelhung des Erw¡n-stetn-pr.i"es
7992, Giessen, 1992, págs. r r-20: .v¡dentemente existen rímites de las *capacidades mente conatante. lncluso se puede comprobar en mis afirmaciones
para la elaboración bultural de la dinámioa del oambio civilizatorio,, también
án h diná- que a mf me eucede lo mismo.
mica de la compensación.
,
? culpa de aquello que le priva del dolor. Por ejemplo, sufre por el pro'
Principios de conservaolón dc c¡b tlpo dmorlbm oomponsacio. greso cultural cuando tiene éxito; €n vez de alabarlo con gratitud,
nes negativas, molestas y complctamlntl lnrproplrdm para aervir de primero se lo da por supuesto y al final 8e lo convierte en enem¡go'
idealizaciones. Sin embargo, osao compan¡¡olon¡r ntgatlvae eon las
Cuanto mejor les va a loe seres humanos' peor encuentran aquello
que provocan reproches idealizadorca¡ al ¡or lo oontrarlo de idealiza- que les permite estar mejor: la deecarga de negatividad induce a
cionee, inducen a percibir la realidad prcscntc oomo peor de lo que una negativización de'lo que descarga. Refiriéndonos a la cultura y Filosorfa do la
compenaación
I lllordh dr h es, de tal modo que las matizacionee de eea peroepoión, por ejomplo sus progresosr esto significa: cuanto más mal se consigue vencer,
j ooorprnoolón
I
I
constatar la existencia de compeneaciones poeitivae, deben valer más se refuerza la tendencia a considerar la misma cultura como un
I
como idealizaciones. También conduce a ello un ouarto principio do mal, y más cuanto más moderna es. La ganancia en positividad de
, conservación de la dinámica cultural que quioro tratar en la siguiente la cultura, especialmente de la moderna, es compensada negativa-
a sección. mente por la tendencia crecienle a percibir la cultura actual,. en
) espec¡al la moderna y civil, de manera negativa' es decir, con un
aumento de la necesidad de negatividad.
3. Necesidad de negatividad y represión de ta positividad Así, el aumento de positividad conduce, mediante una conserva'
ción compensatoria de la necesidad de negatividad, a una represión
Este cuarto principio de conservación de la dinámica cultural es el de la positividad. Con ello surgen prohibiciones de afirmación y la
principio de conservación de la necesidad de negatividad. Cuando tendencia casi obligatoria a percibir la realidad que nos rodea como
los progresos culturales son realmente un éxito y eliminan el mal, negativa, mala y horrible. Parece que simplemente no está bien des-
raramente despiertan entusiasmo; más bien se dan por supuestos, y cubrir aspectos buenos en la realidad que nos rodea; se trata de
r¡)
t la atención se oonoentra entonces en los males gue continúan exis-
tiendo. Así actúa la ley de la importancia creciente de los restos:
creerla sólo capaz de mal. Cualquier forma de optimismo es infame,
puesto que lo que es, es horrible: en el mejor de los casos está en
a cuanta más negatividad desaparece de la realidad, más irrita la crisis, y en cualquier caso es completamente negativo. Parece enton'
a negatividad que queda, justamente porque disminuye. Los bienes .
ces que las afirmaciones no son sino mala conciencia y quedan
p egca8os son cada vez más valiosos; los males escasos son valora-
dos cada voz como más negalivos: atormentan cada vez más, y los
prohibidas. La percepción correcta de la realidad parece ser la de los
negac¡on¡stas. La realidad que nos rodea ha de satisfacer esa nece'
) últimoe restos de mal son casi insoportables. Por eso hoy los ries. sidad de negatividad: ha de ser finalmente lo negativo; lo positivo es
goa cada vez asustan menos, pero los últimos riesgos que quedan reprimido.
E asustan más. Quien, gracias al progreso, cada vez tiene menos cau- Parece que en este mundo negativo ya sólo merece afirmación
f Eas de sufrimiento, sufre cada vez más debido a las pocas que que-
dan: se parece ¿ l¿ "princesa sobre el guisanté", que como no tenía
lo contrario de la afirmación: el No absoluto a lo negativo. Las acti-

ü vidades humanas, incluidas las ciencias del espíritu, parecen legiti-

a 41 nada que le provocara dolor, sufría pol'culpa de un guisante.,o Pare.


ce que la necesidad humana de dolor permanece constante; y así, a
mablee eólo mediante su apelación a lo negativo, como integrantes
del proyeoto cle deetrucción de la realidad negativa. Por eso, tam'
a medida que se eliminan formas de dolor, acaba padeciendo por blán lae ciencias y justamente las ciencias del espíritu son justifica-
a dae rlnlcamente por su ruptura con la realidad. Entonces, quien no

0 10. Véase O. Marquard, .Medizinerfolg und Medizinkritik. Die modernen Menschen als
Prinzessinnen auf der E¡bse' (1989), en O. M., Skepsrs und Zustimmung, §luttgart, rompa o no rompe lo suficiente con ella parece malo, puesto que es

a 1 994 (Reclams Universal-Bibliothek, 9994), págs. 99-f 09.

a
a
--"t

,rr-
rl
't,i
compensacione§ específ¡camente modernag. Justemlnta porque 6l
«culturalmente conservador".rI Sólo lo contrario de ese oonaervadu.
mundo moderno es oahistórico,, la historia llega a acrr do forma
rismo parece merecedor de afírmación; las actividadee humanaa, compensatoriat un gran tema positivo. A la moderna oultura del pro'
incluidas las ciencias del espíritu, son humanas sólo cuando no gon greso y la innovación, que apuesta por 6manciparo6 de laB tradicio-
"culturalmente conservadoras», sino culturalmente revoluclonariao, nesr que ex¡ge desechar e ¡ncluso tira a la basura las historias del
negaciones de un mundo negativo. mundo de la vida, le corresponde como compensación específ¡ca' Filosoffa de la
compensacióo
rl Este No absoluto y su represíón de lo positivo es la cauea de que
lr
Il
Filcolla de la
cmpensación
mente moderna la formación del sentido histórico: la prosperidad de
I

I
las compensaciones positivas, que no son ose No absoluto, sean una cultura del recuerdo y de la consorvación, la marcha triunfal del
negadas o incluso atacadas como reaccionarias. Pero esas compen-
arte narrativo de la novela, la coyuntura de la orientación histórica
l

saciones positivas existen y alivian los horores del mundo. Ese ser hacia atrás y hac¡a adelante. Precisamente porque el mundo
carencial que es el ser humano compensa sus carencias físicas con moderno objetiva a los seres humanos como ¡ntercambiables espe-
la cultura. A esa filosofía de la compensación de los seres humanos
cialistas real¡zadores de funciones, la interioridad triunfa de manera
pertenecen tas ieorías de la compensacíón de lo humano,12 que, vis-
compensatoria y moderna. A la cultura moderna de la igualdad le
tas las deficiencias específicamente modernas, hacen vigentes las corresponde, compensatoriamente, el fomento moderno de la desi-
gualdad, de la subjetividad y la individualidad, y de las medidas ins-
titucionales para su protecc¡ónr como la proclamación de los
11. Véanse, enlazando con J. Habermas, De¡ philosoph¡sche Diskurs der Modeme,
Francfort a. M., f985, págs. 86-94, especialmente págs. 89 y sigs. (trad. cast.: E, drs- derechos humanos para todos, que todos puedan ser diferentes 6in
curso f¡losóf¡co de la modem¡dad, Madrid, Taurus, 1993); H. Schnádelbach, "Kritik der
Kompensat¡on,, en Kursbuch 9l (1988), págs. 35-45, especialmente págs. 36 y 39. temor. La globalización es compensada por la regionalización. Las
También K. M. Michel, "Der Ruf nach dem Geist", on Kursfu)ch 97 (1988), págs. 27-33; tendencias universalizadoras del mundo moderno son comPensadas
D. Groh/R. Groh, "Mzo-Glück im Unglück? Zur Entstehung und Funklion der Kompen-
sationsthese", en Merku¡5O1 (1990), págs. 1.054-1.066; y más prudente y diferencia- por sus tendencias plurificadoras' y a la ¡nversa. Justamente porque
dor W. Kersting, "Hypolepsis und Kompensation. Odo Marquards philosophische en el mundo tecnificado de la modernidad todo es concebido cada
Beilrag zur Diagnose und Bewáltigung der Gegenwart", en Phllosophlsche Rundschau
36 (1S89), págs. 161-184. Apoyo con gusto que es necesario ver nla pluridimensionali- vez más como artefacto, se desarrolla como compensación la sen'
dad de los posibles y necesarios procesos de compeneació¡, (§6hnádelbach, .Kritik
der Komponsatio¡', pág. 42) y evitar "op6rar con oposiciones fáciles, (Schnádelbach,
sibilidad hacia la naturaleza virgen, desde el descubrimiento especí'
"Kritik dor Kompensat¡on", pág. 99), espec¡almente la fácil oposición de conservadoros ficamente moderno del opaisaie" hasta la ecología. Precisamente
(reaccionarios) e innovadoros, Por mucho que yo oonoeda a Schnádelbach y Kersüng
quo también hay que leer la teoría de la componsación .normativamente», y por porque en la modernidad la reatidad es "desencantada» por la racio'
mucho que yo insista en que para los seres humanos es inevilable cierta canlidad de nal¡zación, ahora se preservan de manera compensatoria sus rasgos
conservadurismo, considero un invento el nexo enlro la leoría de la componsación y el con-
aervadurismo cultural: hay muchas compensaciones que son innovadoras. *La determi- fascinadoreg y bellos gracias al arte uestéti6s»' QUo por ello sólo
nación culturalmente conservadora de las ciencias del espíritu por los defensores de la
teorla de la compensaoión" (Schnádelbaoh, .Kritik der Kompensation", príg. 39) existo
surge en la modernidad. A la modema acelerac¡ón del cambio le
sólo en la imaginación de algunos de sus oíticos. corresponden compensatoriamente lentitudes: el sentido de la con'
12. Enlazando con Herbert Schnádolbach ao podría oriticar del siguiente modo, tal
como oÍ hacer por primera vez a Hans Robert Jauss: cuando la .compensaoióno es la tinuidad. Y como elemento de esa cultura moderna de la compen' 44
43 estructura de la cultura en general, entonceo la "compensacióno es demasiado poco sación surgén las ciencias del espíritu: así pertenece a la teoría de
específica para doterminar la €structura de una parte del sistema como son las .cien-
oias del espíritu". Voy a decirlo de otro modo: las teolas funcionales, a las cuales perte- la compensación del mundo modemo una teoría de la compensa-
nece la teoría do la compensación, tienen el pellgro do proponer funciones muy estrechas
(los poores proleclores de las cienciae del espfritu son los que saben muy exaclamente lo
ción de las ciencias del espíritu.
que son las ciencias del espíritu). Por el.conlrario, el recurso a lo especffico sirve de
ayuda: es liberalizado¡: Véaee lambién: Fl. R. Jauss, .Laudalio für Odo Marquard,, en
O. Marquard, Theod¡zeemotlve in Flchtes frühet Wssenschaftleh¡e, Erlangen/Jena,
1 994 (Jenaer philosophische Vortráge und §tudien, 9), págs. 6-24.

I
,
p
4. Filosofía de la compcnraolón tud humana impide ilusion€s do abüolulo. El aer humano es más lo
que le sucede que lo que realiza por al miamo. No es sólo el ser que

Ahora que la exaltada teorfa dcl progrom aa tmbaloo,t! la filoeoffa aotúa, sino sobre todo el ser que padoce: por ello él es sus histo'
de la compensación parece sor oapil dc lmponrrac oomo la teorfa rias, porque las historias §on mezclas de acciones y sucesos' Más
que niega que el mundo moderno esté en orlcle. Sus orftiooe denun- que por sus metas está determinado por su caducidad; su mortali-

llle¡olh dr l¡ cian como carencias y errores de lae compenoaoionee poeitivas lo dad limita su finalidad; no existe para la perfección, si¡s "para la Filosolía de h
compensación
.oop.ñ¡rolón
que en roalidad es su mérito: que sólo compenaan de manora relati- muerte,. No vive primariamente hacia algo, sino huyendo de algo: el
va, en vez de liberar de forma absoluta. Alivian, pero no curan. Las ser humano es predominantemente no un perseguidor de metas, sino

compensaciones no son absolutos, sino procedimiontos y medidas alguien que huye de sus defectos. á no sólo reúne e incrementa ven'
tajas selectivas, sino que ante todo corrige desventajas: avanza allí
u finitos que por ello son adecuados a los seres humanos y que peF
manecen en la esfera de lo humanor que no es lo absoluto, sino un donde descarga. No se precipita de victoria en victoria, sino que
, ser finito, Quien quiere más que compensaciones alienta desde la debe saldar derrotas y debilidades: el ser humano no triunfa, com'

finitud humana una ilusión de absoluto, es decir, un delirio de gran- pensa. La teoría de la compensación, también y justamente de las

deza.la Ouien, como la teoría de la compensación, entiende que las ciencias del espíritu, determina al ser humano del siguiente modo:

oiencias del espíritu no lo son de un espíritu absoluto, sino de un b) en vez de como ilimitadamente innovador, más bien osólo'
espfritu no absoluto, compensador; quien renuncia a ese delirio de como ser de continuidades. Esto no es una debilidad de la tooría de
grandeza e ilusión de absoluto, no le roba al ser humano un carácter la compensación, sino justamente su ventaja, porque al respetar la
absoluto que no posee. Él está limitado por su finitud, y esto, repito, finitud humana impide ilusiones de absoluto. Que las compensacio-
t¡ no os malo, sino que es más bien bueno. Oue las compensaciones no nes vienen odespués" de lo que compensan no es un defecto, sino

t son absolutos, sino procedimientos y medidas finitos, no es un argu' algo humano. Porque los seres humanos, que no disponen de tiem'

a mento contra las compensaciones, sino a su favor. La filosofía de la po suficiente para convertirse en premisas de ellos mismos' son
seres posteriores; sus actividades no son ex nihilo, sino que "res'
a compensación comprende al ser humano! en vez de como un abso'
luto, más bien como un ser finito. Esto se puede subrayar y concre- ponden" a situaciones preexistentes, e incluso las vanguardias apa-

tar con los siguientes cinco hallazgos. La teoría de la compensación, recen post festum. Por eso los seres humanos no soportan una
también y justamente de las.ciencias del espíritu, determina al ser ruptura absoluta con la realidad que los rodea: puesto que siempre

humano de la siguiente manera: mueren demasiado pronto, sencillamente no tienen tiempo para una
ruptura absoluta. lncluso en las ciencias, y precisamente en las cien'

a) en úez de como un animal triunfador, más bien o§ólo» como cias del espíritu, debe haber continuidad en la ruptura:ro el porvenir
un animal compensador.rs Esto no es una debilidad de la teoría de la
a compensación, sino justamente su ventaja, porque al iespetar la fini-
a lG. Véasc E, Tugendhat, .Die Geisteswissenschaften als Aufklárungswissenschaften.
Au¡olnrndcrsct¡ung mit Odo Maquard", en E. T., Philosophische Aufsátze, Francfort

a f 3. VéaEe O, Marquard, Sl<epsis und Zust¡mmung, págs' 4O y sigs..


a. M., 1902, págs. 463.463 (trad. cast.: Ser'verdad'acc¡Ón: ensayos filosÓficos, Bar'
oolon¡, G¡di¡a, 1997), quien siempre es bueno ofreciendo aportaciones de las que se

a 14. 0. Marquurd, oZum Empfang des Ernst-Robert'Curtius'Preises,, ert Ernst'Robe¡t'


Cu¡üus-P¡els für Essaytstlk 1996,Bonn,1996, pá9. 67.
pucdc aprcnder, pero divlde la ilustración, las ciencias y especialmente las oiencias del
mphllu rn un¡ .ruptura oon la tradición, (pá9. a55). Sin embargo' ¿es el "comporta'

a 15. Véaso O, Marquard, *Homo co¡npensalorr, sección 4, págs. 26 y s¡gs' de e§to


volumen.
tnlanto d. h ruón, (pág. a55) respeclo a la tradición de la ilustración la ruptura con la
llu¡tr¡olón? .El rlgnllioado central que tienen las ciencias del espírifu para la moderni'

a
a
a
pensaciones sonr en su diversidad de formaa, progmroa an plurul.
necesita provenir; lo nuevo es posible y real, pero no sin lo viejo. puca
Son humanos los progresos compensatorios, quc ván an dlraooloncg
. los seres humanos son .hipoléptisss», son seres de continuidadeg. La
distintas, en dirección de lo universal, pero tamblán cn otrat dlruc.
teoría de la compensación, también y justamente la de lae cienciae del
ciones. Y los seres humanos compensen incluao aquolla €rcasez de
espíritu, determina al ser humano de la siguiente mansra:
tiempo, la finitud, condicionada por la mortalidad, quo surge porque
c) en vez de como un ser exclusivamente univorsalizador, más
sólo tenemos una única vida, y lo logran graciae a la pluralización de Fileolla de l¡
Filosoffa de la bien "teimbién» como un ser pluralizador. Esto no 6s una debilidad de mmpensaoiür
companaación esa v¡da, al tener p§imos y vivir un poco su vida en la comunicación
la teoría de la compensación, sino justamente su ventaja, porque al
con ellos. Este pluralismo exige escepticismo: no el cultivo de la
respetar la finitud humana impide ilusiones de absoluto. Sólo una de
ausenc¡a de orientación, sino el sentido de la división de poderes.
las culturas humanas es la cultura de los universales; no serí.a bueno
La teoría de la compensación, también y precisamente la de las cien-
que fuese la única. Pues el ser humano debe tener muchas culturas,
cias del espíritu, condúce a:
muchas historias, para permanecer humano. Por ello lo universal se
d) en vez de a una filosofía de la totalidad, más bien osóloo a una
justifica sobre todo como condición para la pluralidad: por ejemplo,
cultura de las reacciones fronterizas. Esto no es una debilidad de la
los derechos humanos universales son garantías institucionales para
teoría de la compensación, síno justamente su ventaja, porque al
la pluralidad de los seres humanos; igualdad significa que todos pue-
respetar la finitud humana impide ilusiones de absoluto. La filosofía
dan ser diíerentes sin temor. Los seres lrumanos son individuos, no
de la compensación conserva la tarea de la filosofía, pensar el todo,
gracias a su soberanía originaria, sino gracias a la división de pode-
bajo condiciones de finitud, y la conserva allí donde, en la moderni-
res: aJ ser.determinados por diversas realidades, diversos progreso§,
dad, tiene dificultades para comprender esa totalidad de la antigua
diversas historias, diversas convicciones, diversas tradiciones, diver-
metafísica como aquel cosmos, creación o sistema, en cuyo j6rár.
sas fuezas políticas, económicas y sagradas, diversas culturas, que
quico orden todo iíene su lugar exactamente definido. Por eeo
además se limitan e incluso se obstaculizan unas a otras. Gracias a
ahora, de forma neometafísica, acaso según la teoría de la compen.
la pluralidad de sus realidades, los seres humanos ganan su libertad
sación, el interés por el todo se mantiene como la obligación de no
individual frente al ataque solitario de cada una. Porque la filosofía dé
dejar nada fuera, de no olvidar nada y de querer percibir lo imper.
un gran progreso único hacia una secularizada unidad sagrada ha
ceptible. Quien en la realidad moderna no sólo toma nota de las
entrado en crisis, el número de progresos diferentes se hace signífi-
expulsiones que tienen lugar, sino también de sus compensaciones,
cativo y las compensacíones se hacen importantes; porque las com-
ve más realidad de la prevista oficialmente. Cultiva la inclusión de los
expulsados; no busca el todo, sino complementar sin completar del
dad no consiste (..,) en que compensan la modernidad, sino eñ que la completan, (pág. todo; frecuenta las zonas prohibidas. Helmuth Plessner se refirió a
455). Esla frase impresionante pero sólo correcta a medias olvida, con una contraposi-
ción falsa entre compensación y compleción, la aleación antre ruplum y continuidad en
las "reaccionss fronterizas,rT y nombró entre otras la risa: no sólo
la compleción; en el proceso de h modernización, las cioncias del espíritu son justa- existe el troncharse de risa, que cierra fronteras y expulsa realidadee 4A
47 mento compensaciones de la realización de la modernidad, asÍ, .i¡srrpg¡¿blemente
modernasn (véase O. Marguard, Apolog¡e des Zufátttgen, op. ch, pág.101); y on rela- burlándose de ellas, sino que existe sobre todo, como ha subrayado
ción. con lradiciones que por cierto permanecen inlactae on la modernidad, como pam
ir irritando con cuesüonables tesis aobre Bu muerte, ellas son .objetivaeiones" (pág.
454) y realización al mismo tiempo, con lo cual son posibles y roales ganancias secun-
darias en confianza; véase O. Marquard, .Felix culpa? Betnerkungen zu einem Appli- 17. Váaee H. Pleaener, .Lachen und Weinen. Eine Untersuohung der Grenzen mensch-
kationsschicksal von Genesis 3', en M. Fuhrmann,-H, R. Jauss y W. Pannenberg lichen Verhaltcng' (1041), en H. P., Gesammette Schriften, vol. Z, Francforta. M.,
(comps.), Text uN Applikatlon, Munich, 1981 (Poctik und Hermeneutik, 9), especial- 1982, págs. 201-387, osp€c¡almenlo págs. 366 y siga.
mente págs. 6S-71.
)
?
p Joachim Ritter,'o el refr humod¡tloo y fl ¡Ífff d¡ uno mlcmo,,quo
realidad en vez de aquolle Prlmcra rcalld¡d abeoluta
que no puede
las sogundas

tp
soportar. Las compensac¡onet le eon impreecindibles:
abren fronteras al sonrefr a nuovtt ¡rrlldrd$, A ¡¡trr ruaoclones que no es
soluciones, las segundas moior€o'poelbllldades, aquello
fronterizas que están constituldaa oomo al nfr potrnrorn la razón y
humanos
absoluto, lo humanamente posibler lo incompleto' Los seres
la filosofía,re que conserva su antigua tm!e, panltr el todo, ds una
son aquellos que debBn hacer' pueden haoery hacen algo
en vez de:
p manera modesta, mediante la teorh de h oompenuolón, al intentar
cada ser humano e§, por su carenc¡a de absoluto, primariamente
un Filogofla do la

p llo.olh d. l¡
omprnrrolón
no olvidarse de nada. Esta se sustrae a ta lmpoaioión de lo que no
ser inútil que sólo de manera secundaria llega a ser un Homo com'
componsaciiln

p debemos percibir y nos ahorra estrecheoes de miraa 6obre nosotros


mismos con la renunóia al esfuerzo de oeguir eisndo tontos. Justa-
pensator. Precisamente esto hace vigente la teoría de la compensa'

I) mento para la teoría de la compensación rige lo siguiente: hay filoso-


fía cuando a pesar de todo se piensa. La teoria de la compensación, .
ción, también y justamente la de las ciencias del espíritu: la teoría de
la compensación de las ciencias del espíritu y todas aquellas filoso'
fías de la compensación que son las diversas formas de una filosofía
también y justamente la de las ciencias del espíritu, es, pue§:
) e) en vez deuna filosofía absoluta, más bien
del en vez de, son y permanecen actuales.
"sólo" una filosofía
) del en vez de. Esto no es una debilidad de la teoría de la compen-
eación, sino justamente su ventaja, porque al respetar la finitud

B humana impide ilusiones de absoluto. Los seres humanos no gozan

L de una vida absoluta, sino, como descarga del absoluto, de una vida

t en vez de la vida absoluta; no son actus puruA pero tampoco nada en


absoluto, sino algo en vez de.N Por ello necesitanr como reparación
ü de esa carencia de absoluto o de nada absoluta, compensaciones; no
f, lo absoluto, sino lo hunranamente posible. Por eso lo simbólico perte-

a nece a la cultura: deberíamos tener en cuenta que la palabra griega de

a la que proviene conipensaüo es muy probablemente symbolon.rl El


Homo compensatores el Homo symbolicus:2z vive en la cultura, una
a
) 18. J. Ritler, .Über das Lachen, (194O), en J, R., SuDJ'ek¡iy,tá¡, Francfort a. M., 1974,
pága. 62-92.
}
t 19, O. Marquard, oVernunft als Grenzreaklion, (1981), en O. M., Glück ¡m Ungtuck,
Munlch, 1995, págs. 39-61,

t 20. Véaee O. Marquard, "Be¡trag zur Philosophie der Geschichte des Abschiods von
der Philosophie der Geschichle", en R, Koselleck y W D, Stempel (conrps,), Ges-
chlchte- E¡e¡gnls und Erzdhlung, Munich, 1973 (Pootik und Hermeneutik, 5), págs.

a 49
241-250, con la sección .Stattd6ss€n", prigs, 241 y sigs.
21. Porque com, es decir, cum,as gnty pe¡rsare. es decir, peñdere, en el sentido do
50

a .haoer vafer" eE balle¡n, aegún Peter Sittig en una ponencia en el seminario sobre com-
penaaclón del autor, en el semastre ds verano de 1976 y en el semestre de inüemo dg
a 157611977.
22. Véase E. Cassirer, Versuch über den Menschen, Francfort a. M., 1990. Puede ser
ü que el concepto de compensación resulte demasiado débil como para oomprender la
antropotogfa y la filosolía cultural de lae foimaa simbólicas. A mí sólo rne interesa seña-
O lar una posible relación. Por lo demáa, tamblén eoy do buona fe en relación con los tér-
minos, os decir, en ol uso del conccpto da compeneación.
O
O
a
tradición, la técnica moderna puede reemplazar lo mfu rlpldO porl.
ble realidades tradicionales desarrolladas por rcalldadr¡ lunolon¡lcE
artificiales; sólo así, indiferente a la tradición, la economfa modcrna
puede convertir sus productos lo más rápido poeible en moroancfas
para el comercio internacional. El mundo cada vez máe rápido del
progreso es el mundo de las neutralizacionee.
La época de lo desechable y la cultura del recuordo Fllosolh de la
b) Ef olvido
del mundo de ras tradiciones. ouien neutrariza metó- compenaaoión

dicamente las tradiciones puede ilegar a creer que esas tradiciones


no existen: son olvidadas. La manera más efectiva de olvidar es olvi-
dar mediante el recuerdo, *recordarn las tradiciones más vivas como
si fueran propias de un pasado obsoleto y nombrarlas una mera
etapa anterior del actual estado de progreso: arte, rerigíón y firosofía
como fórmas primitivas de la ciencia; familia, socíedad civil, nación y
Estado como formas primitivas y obstáculos del Estado universal
del
mundo posconvencional. En caso necesario se anuncia su muerte
futura. son trucos para olvidar mediante el recuerdo. Er mundo cada
vez más rápido del progreso es el mundo del olvido.
Poco después de 1750 surgen a la vez el concepto moderno del
c) El hecho de tirar a la basura. Los seres humanos son finitos;
progreso y los primeros museos. ¿Por qué a la vez? El mundo
no tienen suficiente tiempo ni espacio para añadir a lo viejo todo
moderno del progreso necesita de una manera especial, como com. lo
nuevo que desean. Por ello hay que hacer sitio a lo nuevo: lo viejo
pensación, el desarrollo de una cultura de la conservación y el '
se tira a la basura. En el mundo moderno, donde la creciente velo-
recuerdo. Mi maestro Joachim Ritter me condujo hace ya cuarenta
cidad de innovación incrementa aceleradamente la masa de coeae
años, y no sólo a mí, a ésta tesis compensatoria sobre la cultura
pasadas de moda, el hecho de tlrar a la basura se convierte
moderna del recuerdo, a la cual pertenece esta observación: el en uh
procedimiento central: así se expanden los vertederos y los
reverso de la cultura moderna de la innovación es el aumento de la depósi-
tos de desechos. El mundo cada vez más rápido del progrdso es el
velocidad a la cual las cosas pasan de moda; por tanto, el mundo
mundo del tirar a la basura.
moderno del progreso se convierte, a la vez, en la época de los
desechos y sus compensaciones. Voy a indicar tres formas repre-
El mundo moderno del progreso es, al mismo tiempo, la época
sentativas de desechar:
de los desechos. Pero si ésta fuese la verdad completa del mundo
moderno de hoy, entonces nuestros especialistas del lamento y
a) La neutralización metódica del mundo de la tradición. Las
nuestras Casandras oficiales tendrían razón al dirigir sus quejas
fuerzas de modernización del progreso operan de manera neutral
contra la modernidad. Porque un mundo que se.redujera at progre_
respecto a la tradición; sólo así, indiferente a la tradición, la moder-
so y al desechar sometería al ser humano a una exigencia tan des.
na ciencia de la naturaleza puede medir y experimentar lo que el
mesurada de innovación que lo a,uinaría. Esta sólo es una verdad a
mundo contiene y alcanzar cada vez más rápido resultados compro.
medias sobre nuestro mundo; la otra mitad de la verdad es ésta: el
bables indepándientemente de la tradición; sólo así, indiferente a la
-4;F"'
,
)
el asilo de las vanguardiae, loe mutcol dr rrts modarno; y así suce-
) mundo moderno del progreao y drld[rohlr ll t lr vcz cl mundo sivamente. Cuanto máe rápido sa oonvlcrta el presente en pasado

tp de la conservación y del rsoutdo, Frrr oomprn¡rr cl deeechar


fruto del progreso, desarrolla fuonar protaotorr¡ dr la oontlnuidad
que conservan lo desechado¡ y oomo lmportrntr órgano oomponsa-
torio aparece una cultura cientfflca, oonlary¡dors y mueefetica del
gracias a las innovaoiones, máB sc fortalcao el interés por lo pasa'
do. Así es como en el mundo moderno dcl progreso, y sólo en él'
surge el sentido conservedor e hiEtórico junto con el recuerdo cien'

? Lr apcor d. lo
druohrbb y
recuerdo.
tÍfico gracias a las ciencias del eapfritu y la hermenéutica como una
restauración de lo antiguo en el reino del espíritu. Nunca se tiraron
Filosofla de la
compensación

) l¡ oullu'l dll En el mundo moderno, justo en él y eólo en ó1, lo deeeohado no


iantas cosas como hoy; pero tampoco nunca se conservaron tantas
? ¡aoüardo
sólo es expulsado, sino que a la vez ee vuolve lntereaanie y venera'
do. Así, por ejempto, nuestros artistas dot entorno copian en sus
cosas: la época de los depósitos de desechos es también la época
) de los centros de conservación, los museos. Al progreso del dese'
naturalezas muertas espaciales justamente lo dosochado: lo des'
) gastado, lo agrietado, lo marginado, la basura; y no hacen más que
char le corresponde inevitablemente la coyuntura del recuerdo. En la

) modernidad, el Homo faber es a la vez el Homo conservato1 y a


continuar, actualiándolo, lo que en el Romanticismo ya hacían Cas-
la moderna sociedad del tirar a la basura le corresponde como com'
, par David Friedrich y sus amigos pintores y arquitectos, cuando pin-
pensación necesaria la formación genuinamente moderna de la cul'
taban ruinas o incluso las construían. Veneran estéticamente lo tura de Ia conservación y el recuerdo.
desechado tal como los poetas a los desechados: los inútiles, los
excluidos, los marginados, los que sufren el Progreso y perecen por
E é1. Así es como, en el mundo moderno del progreso, lo desechado
Gracias a esta doble cultura, del progreso y del recuerdo com'
pensatorio, el mundo moderno preserva en él lo humano, pues arrai'
: es a la vez positivizado.
I En la modernidad, cada vez hay más cosas olvidadas que dejan
ga en la más fundamental humanidad dql ser humano: la brevedad
de su vida condicionada por su mortalidad. Porque su vida es corta,
a de ser olvidadas y son recordadas; cada vez hay más cosas que el ser humano no puede esperar: lo nuevo que desea debe alcan-
a serían para tirar a la basura y no son tiradas, sino guardadas para
zarlo rápido, antes de que a él le alcance la muerte; por eso está
a salvarlas de su desaparición en unos edificios construidos especial-
mente para conservarlas: los museos, que surgen desde finales del
obligado a la rapidez. Al mismo tiempo, porque su vida es corta, el
ser humano no puede conseguir todo lo nuevo que querrh, pues sen-
eiglo xvttt y oobre todo desde el siglo xx, y en nuestro siglo incre'
cillamente le falta üempo para ello; por eso cada vez es más lo que
mentan aceleradamente su número. Lo desechado, lo aparentemen-
fue, y está obligado a la lenlitud. La cultura del progreso del mundo
te olvidado, halla refugio en los museos; cuando las costumbres y moderno es la crecida cultura de su rapidez; la cultura del recuerdo y
loe trajes típicos desaparecen: en mu$eos regionales; cuando algu'
la conEervación del mundo moderno es la crecida cultura de su lenti-
noa oficios caen en desuso: en museos de oficios; cuando los pue' tudi asf, en 6§te mundo que tan velozmente cambia y se hace inclu-
plos conen el riesgo de desaparecer: en museos etnológicos; cuando eo extraño, el ser humano se lleva con él aquello con lo que está
las especies naturales se extinguen: en Parque§ naturales; cuan' familiarizado. Del mismo modo que los niños muy pequeñosr para
D do documentos y escritos son desechados: en archivos; cuando la loe oualea la realidad es inconmensurablemente nueva y extraña, lle-
a técnica se supera a sí misma: en museos de la técnica; cuando el pre' van Blempre con ellos algo en que confiar, sus osos de peluche, por-
o sente se precipita cada vez más rápido hacia el pasado; en museo§
históricos e incluso en la "CaSa de la historia,,; cuando las vanguar-
quo loü oeoe de peluche, como transitional object, les aseguran la

o dias artísticas pierden distancia rospecto a las obras del pasado: en


oonllnulded. La cultura moderna del recuerdo, desde las ciencias

a
a
a
del espíritu, pasando por el sentido conservador y el sentido eooló'
gico, hasta los museos, resulta ser más moderna má¡
-cuanto
nécesar¡amente- el equ¡valenté funcional de los osos de peluohe
para los adultos del mundo moderno en §u mundo de los progrosoa
acelerados. En consecuenciar cuanto más moderno es el mundo
La época de lo moderno, más imprescindible resulta, como compensación' la cultu'
desechable Y
ls cullurá dol ra del recuerdo.
racugrdo

55
,
,
) Porque el filósofo no es un expoÉo, rlno al quo dobla al experto: el
especialista para escenas de pellgro.
Y peligrosas son las predicoioñea eobre el futuro, aunque sean
para el año 2005, del que sólo noa Beparan nueve años: ¿qué virtu'
E
p des directivas serán entonceo importantos? Doy por sentadas aque'
llas habilidades que siempre son importantes para la dirección de F¡losofh do h

p La habilidad compensatoria
una empresa! como son la disposición a asumir responsabilidades,
compensación

p Reflexiones sobre la dirección de empresps en el año 2005


la capacidad de imponerse, la capacidad de innovación, saber
p comunicar y saber motivar. Pero quisiera subrayar una viñud directi.
va que creo que será cada vez más impoñante: la habilidad com-
, pensatoria.
) Uno de los elementos de la expresión *habilidad compensatoria"
p es la palabra compensación. Significa la equiparación de situacio-
nes carenciales con prestaciones o contraprestaciones sustitutivas.
En nuestro siglo ha llegado a ser corriente en los más diferentes
contextos. Por ejemplo, en el ámbito del psicoanálisis: deficiencias
E En primer lugar, quiero agradecer que un filósofo tenga la posibili-
orgánicas posibles o reales exigen compensaciones. O en la econo.
¡ mía: por una parte compensation significa sueldo; por otra, la expre-
lt dad de hablar aquí, ante economistas. La tradicional dMsión del tra-
economisüas, suministran el producto social; nosotrÓs,
sión negocios compensatorios designa negocios no monetarios.

a bajo
-ustedes,
los filósofos, suministramos distanciamiento del mundo- no me
Una política fiscal compensatoria en el sentido de Keynes y sus dis-

a parece correcta, sobre todo por lo que se refiere a la responsabili'


cípulos pertenece, con su defcit spending, a una política económica

a dad de tos filósofos de proporcionar distanciamiento del mundo' Así


que doy por bienvenidas ocasiones como la de hoy de acabar con
no cíclica. Desde allí el concepto se ha trasladado a la pedagogía: se
ha propagado la educación compensatoria. Actualmente, compen-
) eee distanciamiento filosófico det mundo, aunque comporten el peli-
sación es una bienvenida palabra mágica en el contexto de la políti-
ca de impuestos o de la equiparación social.
T gro de colocar a los filósofos en situaciones arriesgadas, rodeados
Pero la.palabra ucompensación» no sólo es moderna, sino que es
) de amenazanles managers como yo ahora.
muy antigua. Oue yo sepa no existe una palabra griega de la que pro-
) Para darme ánimos, me digo que después de todo los managers
ceda compensalro, exceptuando la traducción literal por symbolon
también son seres humanos, puesto que al {in y al cabo todos los
) (Peter Sittig). Si dejo de lado el latín jurista de los romanos, la pala-
seres humanos aon ffí,nagerl. Porque nosotros los seres humanos,
: primero somos bebés, después somos teen'ager, y finalmente
bra compensatio representa su primer papel en una teoría de la equi-

a somos man-ager: es decir, managers, Así que como seres humanos


paración referida al individuo: la teoría de Cicerón sobre el sabio. El

a tenemos algo en común. Y ése es mi punto de partida para las refle'


aabio ea el ger humano compensado, el que sabe compensar gol-
pag del deetlno, males y carencias, al movilizar bondades con que
a xiones filosóficas que me atrevo a ofrecerles.
los consultores de empresa;
¡eldarloa: no deja perturbar su equilibrio. En las teodiceas del siglo
a A los filósofos les pasa como
"
aconsejan a expertos en actividades en las cuales no son expertos'
xvltl
-lat dc Bayle, Leibniz, el joven Kant- el mundo se entiende
a
a
a
--- l _---- -l
vez más. Pero lo que escasea es más valioso: lo no global no desa'
como una teoría de la equiparación: Dios compensa el mal del
parecer sino que aumenta su valor. Por e§o, las modernas uniformiza'
inundo con bondades; el saldo de mal y bien, sin embargo, puede
ciones generan, para compensar, úna necesidad de particularidad'
permanecer negativo, ser positivo o ser cero. ¿Es posible mejorarlo
Un ejemplo trivial: hace algunos años, 60 km al norte de Francfort
añadiendo compensaciones? De esa pregunta emergió el utilitaris-
tuvo lugar un experimento de reforma de la región, consistente en
mo. Poco después se formularon leyes de compensación. Asf lo
unir Giessen y Wetzlar a la gran ciudad de Lahn, lo cual initó tre' F¡lo6ofh de h
La hab¡l¡dad hizo Ralph Waldo Emerson: todo lo bueno tiene su precio, O antes comp€nsációl
compsnsatdia mendamente el alma popular, cambió las mayorías políticas y final-
que é1, Antoine de Lasalle y Pierre-Hyacinthe Azai's justo a la inver'
mente hubo de ser interrumpido. La gente de Giessen nunca se
sa: cada infelicidad es compensada con felicidad. "Donde está el
sintió tan de Giessen, y la gente de Wetzlar nunca se sintió tan de
peligro, crece lo que nos s¿lv¿, (Hólderlin). "Ouien tiene preocupa-
Wetzlar como entonces, cuando tuvieron que convivir en la misma
ciones, también tiene licor, (Busch). También se puede formular de
ciudad de Lahn. Este ejemplo ilustra algo que es válido de manera
manera sarcástica: "La naturaleza es justa: si te acorta una pierna,
general: las uniformizaciones movilizan para compensar una necesi'
también te alarga la otra" (Wilhelm Szilasi); o: si a uno le va mal, es
dad de particularidad; las globalizaciones estimulan, de manera
porque a otro le va mejor. Por ello decía Jacob Burckhardt de mane-
' compensatoria, individualizaciones; la europeización da alas' com-
ra escéptica que se debería «proceder ascéticamenteo con el ncon-
pensatoriamente, a la regionalización; las universalizaciones provo-
srJslg» qué promete esa "misteriosa ley de la compensación'. A pesar
can! como compensación, pluralizaciones; el mundo moderno, que
de eso me parece útil, al contemplar el mundo moderno y su futuro,
gracias a la uniformización es cada vez más pobre en sorpre§a§'
fijarme no sólo en las modernizaciones y globalizaciones, sino tam'
genera un potencial de sorpresa compensatorio que antes no exie'
bién y justamente en sus compensaciones.
tía, como por ejemplo el de la estética; iustamente cuando en la
El rasgo dominante de los cambios modernos del mundo es su
modernidad se pierden fas tradiciones, surge como compensación
tendencia a la unificación. Las particularidades son neutralizadas:
la cultura especÍficamente moderna del bonservar, del sentido histó'
sólo así, las ciencias puras pueden llegar a resultados comprobables
rico, conservador y ecológico. En un mundo de globalización pro'
globalmente; sólo así la técnica puede sustituir globalmente realida-
gresiva hay que contar con esta tendencia compensatoria y entrenar
dos tradicionales por realidades funcionales artificiales; sólo así,
un sentido para ella: la habilidad compensatoria.
recurriendo a la unidad de medida del dinero, la economfa moderna
Creo que esto es válido sobre todo para la economía y las
puede lanzar los productos como mercancías de un comercio glo-
. empresas..Cuanto más tienen que asemeiarse unas
a otras técnica
bal; sólo así, equiparando lo mejor a nivel mundial y con la publici'
y económicamente para ser competitivas, y cuanto más fomentan la
dad de lo más barato por todo el mundo, puede haber progre§o
uniformidad, más deben cultivar compensatoriamente lo que las
global. Domina la tendencia a la uniformidad a nivel mundial. Ahora
diferencia a unas de otras, en sí mismas y en su ámbito: lo caracte-
está de moda la palabra "globalización»: capital, fuer¿a de trabajo,
rístico del lugar de proeedencia, sus atractivos culturales particula- 60
medios de producción y consumo son trasladables por todo el
res! su singularidad al producir, iustamente aquello que no puede
mundo y son cada vez más independientes del lugar y de sus tradi'
ser producido en todas partes, sino sólo aquí. Por ejemplo: ouanto
ciones. Así el mundo móderno se convierte en un mundo de pro'
más reemplazables son los trabajadores, más importantes pasan a
greso donde aumentan la interdependencia y la uniformidad.
ser aquelloe trabajadores que no pueden ser reemplazados, por
Cuando se incrementa la unifórmidad, lo no igual, lo que es dife-
ejemplo, un grupo de base que se identifica con esa empresa en
rente de todo lo demás, lo singular, lo característico, escasea cada
: llTl'r'.',!!lwl9Fffi-'

r¡lurn n hdlqodolón de
particular y preserva así su idenüdrd. Ealo
la sociedad a identificarse oon la a«rnomh y nrlrtlrm r lrc habla'
durías contra ella, como Eso de que rlr loonomfrl diltruyc al eer
humano en beneficio del proveoho. Guando b prcgunto a alguien
que habla de tal modo, por ejemplo a un lntclsctt¡d: .üY a quó parte
hhH¡d¡d de su suetdo ha renunciado usted voluntariamentra, preocupado por la
¡oll?ana&dr
humanidad, para que se pueda invertir en crear nüe'roo puestos de
trabajo?,, la respuesta suele ser: «¿Por guá yo? Eso es cosa de la
economía,. En el fondo se halla la creencia de que la eoonomfa siem'
tr pre Bon los otros, Pero eso no es cierto, Porque la economla somos

) todos nosotrost somos nosotros mismos. Creo que sería bueno que
se aceptara de manera general. Y se acepta sobre todo alli donde'
en .la época de la equiparaci6¡" y de la globalización, justamente al
comienzo del tercer milenio, es efectiva la sensibilidad hacia lo no
global compensatorio, es decir, lo que he llamado habilidad com'
pensatoria.

b
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rt,
rl

E
b 61
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sitó veinte años para regresar a su hogar deede Troya' Lo¡ acree
humanos son aquellos que'.'; y para cada uno d€ noSotrot hay hle'
torias que.narramos, por muy breves que soan. La mág breve de
nuestras historias breves la narra nuestro carné de identidad; inclu-
so un número personal de identificackin es una narraoión en clave'
Ouien renuncia a la narración, renuncia a sus historias' y quien Fllogofla do la
compenaadon
Narrare necesse esf renuncia a sus histor¡as, renuncia a sí mismo.
Las historias han de ser narradas. No son predecibles como
procesos regulados por leyes naturales o como acciones planifica-
das, porque sólo se convierten en historias cuando sucede algo
imprevisto.' Mientras no sucede nada imprevisto son predecibles' y
narrarlas carecería de interés: si Colón hubiera llegado a la lndia sin
descubrir América; si Caperucita Roja hubiera visitado a la abuela
sin encontrarse al lobo; si Ulises hubiera regresado rápidamente'a
casa sin incidentes, las suyas no habrían sido verdaderas historias.
Antes de que comenzaran tuvo lugar la prognosis, como predicoión
o como planificación; después sólo la constatación: ha salido bien'
pereciendo por la creciente
¿Tiene futuro la narración? ¿O acabará Únicamente cuando en un proceso regulado por leyes naturalog o
objetivación científica, técnica, económica e informacional del
en una acción planificada irrumpe una contrariedad inesperada, eólo
mundo moderno? No creo en la tesis de su muerte, sino que opino:
entonces han de ser narrado§ y de hecho, entonces, sólo puedcn
cuanto más moderno es el mundo moderno, más imprescindible ser narrados: las historias son mezclas de procesos-§uceoo8 aol
resulta la narración.
como mezclas de acciones-sucesos. Y es válido que debamos
Nanare necesse es8 los seres humanos tenemos quo narrar'
narrar, porque nosotros somoa nuestras historias. Esto era asl y
Esto era así y es así. Porque los seres humanos somos nuesiras his-
continúa siéndolo. Por ello no sólo se narró en el pasado, sino que
torias,r y las historias tienen que narrarse. Cada ser humano es también se narrará en el futuro: la narración tiene futuro'
aquel que...; y quién sea exactamente, sólo pueden explicarlo las No cabe duda de que el mundo moderno comienza allí donde los
historias: Colón es aquel que descubrió América; Gaperucita Roja seres humanos, mediante una racionalización científica, técnica,
es aquella que fue devorada por el lobo; Ulises es aquel que nece-
2. Véase H. Lübbe, Gescl¡rbh tsbegr¡tr urld Geschichtsintercssé, págs' 54 y sigs' y 269
uDas kann man nur historisc6 en
1. W. Schapp, ln Geschtchten verstrickt, Zum Setn von Mensdt und Ding, Hamburgo' y sigs., asÍ como H. Lübbe. oWas heiss[
"t¡¡¿¡6¡!?r'
1g53, pígs. y 1(X!: "NOsotros tOs Seres humanos siempre eslamos enredados en his-
i h. ñoselleckM. D. Stempel (comps'), Qesdtichte'Ereignis und E¡záhlung, Munich'
torias,, hisioria está para el ser humano'. Véase W. Dilthey, "Traum", en W. D,, 19?3 (Poetik und Hermeneutik, 5), págs. 542-554, especialmenle pág' 545:
"¡-a "Histo'
rias, eólo lo son en tanto que son las histor¡a§ de la afirmación y transformac¡ón de un
Gesammette Sclniften vol. I, B. Groethuysen (comp.) , Leipzig/Berlín' 1 931 , pág' 224:
quo como tales
es, sólo se lo dice su hisloria"' y H. Lübbe' Gesch¡chtsbegr¡ff sujeio o sistema bajo condiciones de la inlervención de acontecimientos,
"Lo que ef ser humano
und éeschictlts¡nteresse. Analyilk und P¡agmativ der Historie, Basilea/StuttgaG 1977' y án ,u pro"".o no obedecen a la racionalidad de acción do ese suieto o sistemar; véase
especialmento págs. 145 y sigs., y'168 y sigs. Véaso también O' Marqua¡d, "Lob des pág. 651: .Hislrorias son procesos de la individualización de sistemas como cons€cuen'
polytheismus, übér Monom¡hie und Polymythie,, en O.M...Abschied vom Prinzipie' cia=de transformaciones funcionales de sistemas bajo condiciones de acontecimientos,
rci. pn¡tosoph¡sche Studián, Stuttgsrt, 1 981 (Reclams Universal-Bibliothék' 77241, que por §u párto no son deductibles del 6¡stoma'. Véase también R' Bubner' 6es-
págs. 9l -l I é (trad,.cast.l Ad¡ós a tos princtptos. Estud¡os f¡losól¡cos, Valencia, lnstitu' chichtsryzesse und Handlungsnormen, Francfort a' M.' 1984.
ció Allons et Magnánim,2000).
).
tura de los museos, el cuidado de los monumentos, las medidas de
)
t económica e informativa, transforman l¡ ttllldrd an ob¡otoo de labo-
ratorio y acciones planificables. Eato gólo ca potlbb una vez que
conservación, la hermenéutica como saneamiento de los edificios
antiguos en el reino del espíritu, las ciencias históricas, la coyuntura
) llega a ser intencionadamente indiferente en quá tradlolonea e hieto- de la orientación histórica hacia adelante y hacia atrás: es decir, el
) rias lingüísticas, religiosas, culturalee y famlllaroa, on qué hietorias sentido histórico, cada vez más necesarlo en la modernidad. Y al
del mundo de la vida se encuentran los que aaben y loa que hacen, mundo especí{icamente moderno pertenece también: h
) Füosofa de
mpensación
l,tutcto y lo sabido y lo hecho: las racionalizaciones vlven de las neutraliza- b) Ia marcha triunfal del arte narrativo de la novela. No sólo se
) trclat a at
ciones intencionadas de las historias del mundo de la vida. Enton- expande la historia real, sino también la narración ficticia: no sólo la
) ces, ¿es cierto que perecen las historias en la modernidad? De history, sino sobre todo la stoqy. En su bello ensayo El arte de la na-
I ningún modo. Sino que sucede otra cosa: por un lado está la neu- vela, Milan Kundera escribe:a a la historia exitosa de las "ciencias
) tralización de las hislorias; por otro, y esto a menudo se pasa Por europeas» exactas le corresponde la historia paralela de la "nove'
alto o se olvida, está su compensación. En mi ámbito, entre los filó- la europea", ola más europea de todas las artes,, gue compensa el
)
sofos, soy popular como teórico de la compensación: como uno que nespíritu de Ia teoríao con el
"espíritu del humon. A Galileo, Descar'
, en todas las situaciones posibles e imposibles aparece con ei con- tes, Newton, Kant, Comte, Mach y Husserl les corresponden Rabe'

lt
oepto de compensación. Aquí voy a hacer lo mismo y constatar que lais, Cervantes, Sterne, Goethe, Balzac, Dickens, Tolstoi, Thomas
el mundo moderno no sólo es el mundo de las neutralhaciones de Mann, Proust, Joyce y Kafka. Si el histórico nmundo de la vida, es
las historias del mundo de la vida que posibilitan la racionalización, ndejado de lado, en beneficio del mundo de los objetos, entonces
sino que también es el mundo de sus compensaciones, quecorrsisten
D en órganos para las historias, es decir, en órganos para narrar. Sin
debe ser salvaguardado de forma compensatoria por la novela, que
como arte narralivo moderno seguirá siendo irrenunciable en el futu-
pretensión de exhaustividad, nombro aquí tres de estas comPensa' ro y cada vez más irrenunciable. Y al mundo específicamente
a ciones. Al mundo específicamente moderno pertenece: moderno pertenece también:
a , c) la aparición y el desarrollo de las ciencias del espíritu,s es
a a) la formación del sentido histórico. Tal como diio Joachim Rit- decir, las ciencias narrativas. El período de establecimiento de las

p ter, cuando el mundo moderno tiene como meta la racionalización,


deviene nahistórico,,o y justamente por eso lo histórico se convierte,
ciencias naturales exactas comienza en el siglo xu, mientras que el
período de establecimiento de las ciencias del espíritu comienza en
de forma compensatoria, más que nunca ni en ningún otro lugar, en el siglo xvnt: las ciencias del espíritu son más recientes que las cien'
E el gran tema positivo. A la cultura moderna del progreso y la innova' cias naturales exactas. Como órgano para las historias, como ciencias
) oión, que apuesta por la emancipación de las tradicionesr que se narrativas, responden a la ahistoricidad del mundo moderno. Por

t deja seducir por el tirar a la basura y acaba desechando incluso las


historias del mundo de la vida, le corresponde de manora específi-
) camente moderna, como compensación, el desarrollo y prosperidad 4. M. Kundera, faft du rornan (1986) (trád. cast.: El arte de la novela, Barcelona, Tus-

D de una cultura del recuerdo y la conseruación, la aparición y coyun-


quets, 2000). Véase lambién R. Rorty' .Heidegger, Kundera and Dickens', en R. R.,
Essays on Heidegg* and others (trad. cast.: Ensayos sobre Heidegger y otros pensa-

a dores contemporáneos, Barcelona, Paidós, 1 993)'


5. Véase J. Riüer, "Die Aufgabe der Geisleswissenschaften in der modernen Gesells'
chaft' (1961), y O. Marquard, .Über die Unve¡meidlichkeit der Geisteswissenschafton'
¡ 3. J. Ritter, *Die Aufgabe der Gololc¡wlü¡en¡oh¡flcn ln der morJernon (1985), en O, M., Apologia des Zufáliigen. Phitosophlsche Studien, op. c¿, págs. 98'
a Gesellschaft"
(1961), en t. R,, SybJehtlvltüt, Franolorl a. M.' 1074' págs' 105.140, especialmente f 16.

a págs. 130 y sigs.

o
ello, las ciencias exactas no condenan como superfluas las oignclag
. del espíritu,'sino que por primera vez las hacen necesarias. Es declr,
el éxito de las ciencias exactas no elimína ni disminuye, sino que
engendra e incrementa la necesidad de ciencias del espíritu: cuanlo
más moderno es el mundo moderno, más imprescindibles i.eeultan
Nurare las ciencias del espíritu, es decir, las ciencias nanativas, como com.
D9CASSe 6t
pensación de la racionalización posibilitada por la neutralización de
las historias del mundo de ta vida.

Esperar el fin de la narracíón en nuestro mundo presente y futu-


ro es una espera vana. Tal como distingue Harafd Weinrich en su
bello libro Tempus, existen el «mundo hablado, y el «mundo narra-
do,.6 Mi convicción, que posiblemente no coincide del todo con la
interpretación de Weinrich, es que vivimos del mundo hablado y vivi-
mos en el mundo narrado. Cuanto más y de manera más exitosa el
mundo moderno se convierte en el mundo hablado, más deba pre-
seryarse en él el mundo narrado; para ello el mundo moderno desa-
rrolla diversos géneros de compensación: como mínimo el sentido
histórico, la novela y las ciencias del espíritu. Las racionalizaciones
no hacen obsoletas las narraciones, sino al contrario: exigen nara-
ciones con nuevas formas de narar. Cuanto más racionalizamos,
más tenemos que narrar. Cuanto más moderno es el mundo moder-
no, más imprescindible resulta la narración: narrare necesse est.

67

6. H. Weinrich. Tempus. Besprochene and eÍzáhtta Wek (9A41, Stuttgart, ,985.


moderno, ya sea con buenog o maloa presentimientos, se espera
cada vez más del futuro que Bea lo nuevo.
Me parece que una de tas respueEtas más importantes a la pre-
gunta es posible algo nuevo para los seres humanos?- es
-¿cómo
la siguiente: no sin lo viejo. Mi tesia puede formularse de esta forma:
el porvenir necesita provenir. La desarrollo en las tres secciones si. Filoeolfa de h
El porvenir necesita provenir' compeneación
guientes:
Observaciones tllosóticas sobre modemldad y humanlüd

1. El malestar por la aceleración del cambio


2. La brevedad de la vida y la lentitud humana
) 3. Los nuevos medios y las antiguas destrezas
)
Comienzo mi exposición sobre lo nuevo siguiendo la vieja cos.
tumbre de comenzar por el principio:

1. El malestar por la aceleración del cambio


Filosofía sígnifica: cuando a pesar de todo se piensa. Comienzo
aquí mi pensar-a-pesar-de-todo de una manera bastante abstracta,
El mundo moderno comienza allí donde el ser humano se libera
I
'D de modo que el deber de los filósofos de ser abstractos queda cum-
plido nada más Gomenzar. Luego se irá concretando, peu á peu, o
metódicamente de sus tradiciones, donde su porvenir se emancipa

a al menos ésa es mi intención.


de su provenir. Desde la mitad del siglo xvut, este proceso se im.

a El filósofo de Francfort Theodor W. Adorno, en su ensayo sobre


pone en el lenguaje de la filosofía, la ciencia, la literatura y la polí-

p «El ataquo de Veblen a la cultura", editado en 1955 en su libro Prs-


mas, 8e refirió a la conocida progunta central de Kant o¿Cómo son
tica; desde entonces hay palabras para designar este proceso de
emancipación, regularmente palabras singulares, por ejemplo: .el
progreso»r "la ilustración», «l¿ f¡igfg¡i6», nla revolució¡», «l¿ 6ig¡si¿»,
pooibleo los juicios sintéticoe a pion'?". Escribe Adorno: quie-
"Si se

!T re reformular la pregunta kantiana, hoy podría sonar así: '¿Cómo es


posible algo nuevo?"". Esta pregunta es realmente central. Plantear-
la es indispensable, y especialmente para un filósofo que, como yo
aquÍ, quiere pronunciarse sobre la modernidad y la humanidad, y por
"la técnica". Ahoia y sélo ahora, el porvenir de la humanidad es afir-
mado enfáticamente como lo nuevo, al independizarse de las diver.
sas tradiciones lingüísticas, religiosas, culturales y familiares de las
que proviene: las grandes potencias de la modernización se suman
: a la tendencia de trabajar siendo neutrales o indiferentes a la tra-
I tanto sobre el futuro de los sores humanos, porque on el mundo
dición.
lndiferentes a la tradición"trabajan, en primer lugar, las ciencias
)
I ' E tftulo alemán .Zukur¡ft b¡aucht Hcrkunfl, podfr cntandcrao gencillamente como .El
naturales modernas; sólo así pueden medir y experimentar el conte-
nido del mundo y alcanzar resultados comprobables independiente-
I futuro necesita origon', pero dado quc rl aulor lucga oon la ¡af: comrin de ambos tér-
minos Kunlt, del wrbo l(omman (vrnh), r hr ophdo por aalvar ese contraste median- mente de la tradición.
t le powillry Novenl¡, (N, cla h f)

)
I
ucrisis históricas» como «procesos aceleradog'. Rolnhañ Koeelleck
. lndiferente a la tradición trabaja, en segundo lugar, la técnica
generalizó esta caracterización: el mundo modemo cor ün gencralr un
moderna; sólo asÍ puede reemplazar realidades trad¡cionalos doga.
proceso acelprado. Puesto que nuestro porvonir, como ya he indica-
rrolladas por realidades funcionales artificiales, utilizablee de manera
do, es cada vez más neuiral respecto al provenir, en él pueden ace-
global.
lerarse las modernízaciones, cada vez menos lastradas por las
lndiferente a la tradición trabaja, en tercer lugar, la economia.
tradiciones: así nuestro saber se incrementa cada vez más rápido; así Filosolfa de la
El poruenir moderna; sólo as( gracias al recurso a esa unidad de medida indife- mpemmirh
nEcesita nuestra técnica ofrece soluciones cada vez más rápidas y mejores;
provonir rente a la tradición que es el dinero, los productos, y también los pro-
así nuestra economía expande esas ofertas cada vez más rápidamen-
ductos técnicos, se convierten en mercancías del comercio mundial.
te por el mundo; y así, en la época de los nuevos medios de comuni-
lndiferentes a la tradición trabajan, en cuarto lugar, los modernos
cación, la información se hace presente en todas partes cada vez más
medios de información; sólo así, con el recurso a imágeneé y sistemas
rápido. Por ello en el mundo moderno, como ha subrayado filosófica-
de datos independientes de las lenguas tradicionales, la información
mente sobre todo Hermann Lübbe, aumenta la velocidad de la inno-
se hace comunicable a escala global en cantidad y rapidez crecientes.
vación, se incrementa la velocidad por la que las cosas pasan de
Todas estas modernizaciones operan con una fundamental neutra.
moda; lo nuevo se transforma cada vez más rápido, vivimos en un
lidad respecto a latradición: para los seres humanos modernos, como
mundo de aceleración del cambio. Pero no vivimos cómodamente
ha subrayado Joachim Ritter, el «porvenin, se libera del «provenir». El
en ese mundo: existe un malesiar por esa aceleración del cambio.
porvenir, en la modernidad y por primera vez en ella, se convierte enfá-
Por lo que se refiere al motivo de ese malestar, existen dos diag-
ticamente en lo nuevo, al ser indiferente al provenir. En gran medida,
nósticos posibles que tíenen su fundamento en valoraciones contre.
el mundo moderno se convierte en la .época de las neutralizaciones,.
rias: ambas conforman nuestra actual valoración del mundo. Uno de
Este proceso otorga indiscutibles ventajas a la vida de los seres
los diagnósticos afirma que el malestar surge porque ese progroro
humanos: nunca antes habían conseguido liberarse de tal modo de
acelerado todavía está demasiado lastrado y desde hace tiempo no
la necesidad, el dolor y el cansancio. Nadie puede desear de mane.
avanza suficientemente rápido: todavía no se ha llegado suficiente.
ra sincera regresar a aquellos tiempos en que, por ejemplo, las inter-
mente lejos. El otro diagnóstico afirma que el malestar surge porque
venciones quirúrgicas tenían que realizarse sin anestesia. Al mismo
ese progreso acelerado va demasiado poco frenado y por ello
tiempo, en el mundo moderno surgen logros sociales irrenunciables
desde hace tiempo avanza demasiado rápído: ya se ha llegado
sustentados por esas neutralizaciones del provenir: para pacificar
demasiado'lejos. Como consecuencia se ofrecen, según sea la valo-
colisiones mortales entre tradiciones aparece el Estado moderno
ración, dos medidas aparentemente contrarias. Unos opinan que en
indiferente a las tradiciones; para domesticar su poder de poner fin
el mundo moderno del cambio acelerado, esa aceleracíón del pro.
a esa indiferencia surge la moderna división de poderes; y así se
greso debería acentuarse con urgencia, idealmente de manera infi-
llega, en la modernidad, en el umbral del mundo civil, a los derechos
n¡ta, con la revolución. Los otros opinan qué en el mundo ,od"rno
humanos, a la garantía institucional de la ígualdad de oportunidades
del cambio acelerado, esa aceleración del progreso debería dismi-
para la individualidad, el que todos puedan ser diferentes. Resu-
nuirse con urgencia, idealmente de manera infinita, apeándose del
miendo, en el mundo modemo existe, indiscutiblemente, progreso.
tren. Mi opinión es que ambas reiündicaciones extremas de una tran§-
Al mismo tiempo,.en el mundo modemo existe malestar por el pro-
formación urgente, definitiva y absoluta petición de revolución y
greso. Esto se debe a la aceleración de sus cambios. Jacob Burck- -ta
la petición de bajarse del tren- convergen al menos en un aspecto:
hardt, en sus Reflexrbnes sobre la Historia Llniversat, caracterizó las
p
sos de tiempo: el más gsoeso de nuastroa escasos recursos es la
ambas qu¡eren vencer al maleater pof l¡lodmdün C¡lormblo oon duración de nuestra vida. Con ello ee nos remite a nuestro provenir:
un sobrepujamieáto de la aceleraolón. hm yc oilo qul atto no fun.
simplemente no nos da tiempo de regular de nuevo todas o la mayor
ciona, e intento fundamentarlo en l¡ rlgulfntr llOOIán. parte de las cosas de nuestra vida; simplemente no nos da tiempo de
alejarnos lo más posible de nuestro provenir mediante transformacio-
nes e innovaciones de nuestras formas de vida. Porque la muerte es F¡losoflads la

El porrtnlr 2. La brevedad de la vida y la lenütud hum¡na


siempre más rápida que la mayorfa de nuestras transformaciones.
@mp.nsación
naoa¡llr
provanh
Con ello no discuto que tenemos la libertad para lo nuevo y la capaci-
¿Cómo es posible lo nuevo para los seres humano¡? Phnt¡rdo dc dad para el cambio, sólo afirmo que esa libedad para lo nuevo y esa
manera más precisa: ¿soportan los seres lrumanos oualqulcr oantl.
capacidad para el cambio están limitadas por la brevedad de nuestra
) dad de innovación? Mi opinión es que no, porquo para tanto oam- .

vida. Por eso debemos vivir de acuerdo con lo acostumbrado: pre-


a bio, la vida humana resulta demasiado breve. ponderantemente debemos seguir siendo lo que ya fuimos; nuestros

p Existsn filósofos especialmente puros que considoran la frase


oLa vida ss breveo insignificante para la filosofía; por ejemplo, aque-
cambios reposan sobre aquello en que no hemos cambiado; lo nuevo
no eb posible sin mucho de lo antiguo; el porvenir necesita provenir.
lloe filósofos trascendentales puros que producen su pura filosoffa
Creo que de ello se puede deducir que los seres humanos, condicio-
traacendental rigurosamente según el decreto de pureza de Kónigs- nados por la brevedad de su vida, no pueden alejarse de su provenir
berg de 1781.* Siendo yo un filósofo escéptico, considero la frase
; tan rápido, tan lejos y tan absolutamente como querrían, y por tanto
vlta brevis como central. Nuestra vida es corta, porque no estuvimos
) son fundamentalmente portadores de cambios; dicho de otro modo:

a siempre, sino que hemos nacido, y porque no permanecemos siem-


pre, sino que morimos; es decir, por el nacimiento y la muerte, con
los seres humanos, por muy rápidos que puedan ser como especiali-

I lo cual es válido decir quer como la natalidad, también Ia mortalidad


zados expertos en modernizar, son fundamentalmente lentos.
De aquí surge la principal dificultad de ese mundo modemo de
a de la población humana completa asciende al cien por cien. cambio acelerado: los seres humanos son lentos, el mundo moderno
La vida es corta. Por un lado, los seres humanos nacen siempre
) es rápido. Y ni el mundo rápido ni los seres humanos lentos pueden
tarde. Allí dondo comienzan no está el comienzo. Antes de cada ser ser suprimidos. Ouien niega el mundo del cambio acelerado, renun-
, humano ha habido ya seres humanos, dentro de cuyas contingentes cia a irrenunciables medios de supervivencia del ser humano; quien
) tradicionoe y costumbres nacemosr do tal modo que son nuestro pro' niega a los lentos seres humanos, renuncia a los seres humanos. Lo
) venir, con el cual debemos enlazar, Ese enlace es imprescindible, por- cual significa que en el mundo moderno debemos tener la vivencia
D quo los seres humanos «soo»r Por otro lado, "para la muerte»: por muy
de ambas: de la rapidez (porvenir) y de la lentitud (provenir). No se
a larga que sea su vida, siempre mueren demasiado pronto (o, como trata ahora de liberarse de la tensión entre rapidez y lentitud de una

t decfa lord Keynes: ln the long run we all are dead). Por e§o, porque
cada uno llega tarde y se va prontor los sores lrumanos andan esca'
manera antimoderna, obligando al mundo moderno a elegir entre
tomar el camino de la revolución o apearse del tren, sino que se
T trata por el contrario de conservar la tensión entre rapidez y lentitud,
a ' Marquard so pármite aqul una broma. Como cl lootor rooonooerá, el año y lugar indi-
conservando, frente á la aceleración del cambio en el mundo moder-
I cados son loe de la publicaoión de la Crttlca do l, raran Puru, quc el autor vincula con
el dec¡eto de purczq una norma de 1616 quo rcgulo le produoción de cerveza y que
aún sigue vigonte en Alomania, tal como pucdc lctroc an lo¡ envases de cerveza pro'
no, la posibilidad de vivir lentamente como humános. Por ello perte'

a ducida en este país..El verbo quc ttrduroo oon¡o.p¡ocluolr' aa brauen, que se refiere
espeolficamente a la produoción dl o¡¡r¡¡ri (fV' d. rt t')
nece al mundo moderno, en medio de su rapidez y de manera

a
a
a
tido estético moderno: en el arte moderno y sopaolrlmanta m é1,
. compensatoria, el desarrollo de formas que permiten a loe Bertt
más importanie que su carácter innovador os quc pota¡ la oapaoi'
humanos vivir lentamente en un medio conocido dentro dc un
dad de sensibilizar y orientar a largo plazo. Aef pcnotra en el mundo
mundo rápido. ¿Cómo puede lograrse?
rápido la lentitud que ptecisan los seros humanoa; pueB 6l porvenir
Un ejemplo que evidencia cómo puede uno llevar conaigo la pro.
necesita provenir. Hace tiempo que eso está claro para los pruden'
pia lentitud dentro de lo rápido nos.lo proporcionan loe niños muy
tes planificadores de la e«lnomía, aunque no para todos los minis- Filosofh de h
cornpeneación
Eporusnir pequeños: ellos, para quienes la realidad es inconmensurablemehte
neceaila tros de economía: la República Federal Alemana puede conservarse
;;;;;;l; nueva y extraña, llevan siempre consigo y a todas partes su férrea mejor como centro industrial si gana atractivo como centro cultural'
porción de lo conocido: sus osos de peluche. Los niños compensan
al cual bene- también pertenecen las buenas ciencias del
su déficit de confianza con la presencia continuada de aquello en -n¿¡ta
espíritu. Sobre toclo eslán las tradiciones, las costumbres, que en el
que confían: por ejemplo, con sus osos de peluche. Eñ el mundo
mundo moderno son bienvenidas y están disponibles en variedad de
moderno de cambio acelerado, proyectado siempre a lo nuevo, lo
formas y colores que respetan lo individual, por lo general, más
no familiar y extraño, también los adultos llevan consigo sus osos de
intactas de lo que queremos percibir. Las tradiciones antiguas, por
petuche; por eiemplo los intelectuales cuando recurren a los clási'
ejemplo la institución de la familia, tienen entre otras una ventaia
cos, aquellos con los que siempre se cree saber a qué atenerse, y
ospecial: justamente en un mundo con gran velocidad de innovación,
que le orientan a uno: Goethe a lo largo del año; Habermas durante
las antiguas formas de vicla son las que menos pueden pasar de
los estudios; Reich-Ranicki a través de la literatura actual. Esto es
moda porque ya son antiguas. Finalmente, el moderno cambio aoele'
válido universalmente: cuanto más se convierte el futuro en lo nuevo
rado se pone al servicio de la lentitud: la creciente velocidad a la que
y lo extraño para nosotrosr mayor cantidad de pasado tenemos que
las cosas pasan de moda, conlleva también una velocidad creciente
llevarnos con nosotros al futuro, como osos de peluche, y por tanto
del pasar de moda de ese pasar de moda; cuanto más rápidamente
más cosas antiguas debemos conocer y cultivar. Cierto es que en el
lo nuevo pasa a ser viejo, rnás rápidamente puede lo viejo volver a
presente se tiran a la basura más cosas que nunca, pero también se
ser lo más nuevo; todo el que ya ha vivido bastante lo sabe. Por eso,
conservan respetuosambnte más cosas que antes: la época de los
er'¡ la moderna cartera de la nistoria, cuanto más aumenüa la veloci'
depósitos de basura es a la vez la época de los depósitos de vene'
.dad, más tranquilarnente ciebería uno dejarse adelantar y esperar
ración, los museos. En el mundo moderno de cambio acelerado y
hasta que el curso de! n¡undo, regresando por atrás, le alcance de
por ello crecientemente discontinuo, los seres humanos han de pro-
nuevo; cada vez más a me¡rudo vuelve uno a ser valorado dentro del
teger especialmente su continuidad, y por ello surge justamente en
grupo puntero aquelios que creen en la existencia de las van'
ior
el mundo moderno y sólo en él el sentido histórico, con lo cual guardias: así crece son la lentitud la posibilidad de estar al día.
supongo que la primera experiencia dé la historia, que todo el En cualquier caso, lo que los seres humanos, en este mundo de
mundo debe tener, es ésta: cuánto ha cambiado uno allí donde casi
rápidos canrbios, no tienen olro remedio que hacer a causa de la bre-
?§ no ha cambiado nada; y la segunda y más importante experiencia es yedad de su vida, os tamb,ién lo aconsejable: vivir lentamente, o dicho
ésta: qúé poco ha cambiado uno allí donde ha cambiado casi todo.
do manera más exacta, vivir tarnbién lentamente. Porque el ser huma-
El sentido histórico es ante todo el sentido de la continuidad, de la
no lento oe ol quo está preparado Para un mundo rápido. Ouiero ilus'
lentitud; creo que la experiencia fundamental de lo histórico consis-
trarlo y conorotarlo mediante un ejemplo en la siguiente sección.
' té, más que en la experiencia de la posibilidad de transformación, en
la de sus límites. Me parece qu6 esto es válido también para el sen-
u
somos los primeros Laoooontea no attr¡ngulados por serpientes,
3. Los nuevos medios y lar rntlguu dr¡hurt sino por cables. Y los nuevos medloc noa rdivierten hasta la muer-
te», porque incluso lo mas serio de,lo gerio Bo escenifica como un
Mi convicción es que precieamcntc lm taonologfr! má8 nuovas,
juego en los medios; incluso la moral 90 oontempla como institución
como los nuevos medios, neceeitan --y ad h¡ oonflrmen- las anti'
teatral. Todo esto es cierto. Pero el lamento eobre el destructor futu-
guas destrezas y costumbres: tamblón lo¡ m¡dlo¡ dcl porvenir nece'
ro de los medios es injusto. Es correcto, al contrario, lo que ya he Filosofía d6 h
Erpo^,.nh sitan provenir. Por ello, en definitiva, el lento acr humano no necesita eompeneación
afirmado: cuanto más efectivos son los nuevos medios, mayor
fr$:l|li lener miedo de esos nuevos medios de informaclón, de eu rapidez y
p de su futura rapidez.
dependencia tienen respecto a los seres humanos antiguos y lentos,
y a sus antiguas destrezas. También los medios del porvenir necesi-
También en esto soy un aguafiestas para la tan oelebrada fiesta
) tan provenir y viven de ese provenir. lntento ofrecer dos breves indi-
a social del antimodernismo. Porque nuo§tros atletas del quojido'
genios del lamento y Casandras oficiales tienen fundamentalmente
caciones ejemplares:

a otra opinión: desde los que padecen tecnofobia en general, pasando


a) Los nuevos medios de información, que valen en general
, por los que juran por Neil Postman,* hasta los Momos irritados con la
.como tecnología del futuro, también aligeran nuestra vida. Nos aho-
pantalla, y Walter Jens (los antiguos romanos tenían gansos
frasta rran el esfuerzo de buscar información y refuerzan la capacidad do
capitolinos; los alemanes de hoy tienen Jenses capitolinos).**
almacenarla. Cuanto mejor lo hacen, más se les insulta. Sin embar-
Yo no niego que sean ciertas las cosas que denuncian: ya no §e
E escriben caltas, ni tan sólo e'mails, porque se telefonea. Ya no se es'
go, esto es completamente normal. Cuanto mejor les va a los seres

T tudia a fondo los artículos, se fotocopian. Ya no se leen libros, se ve


humanos, peor encuentran aquello gracias a lo cual les va mejor; en

o televisión. Ya no hace falta el periódíco porque se bajan'los datos de


cuanto nos va bien, nos convertimos en princesitas sobre un gui-

rl la red. Es así como los nuevos medios de información pueden, por


sante. Los verdaderos logros no son disfrutados, sino que se dan
por supuestos. Las desventajas que permanecen son las que con-
a ejemplo, actuar como un ataque a la lectura; y se hace posible ima'
centran toda nuestra atención. Y naturalmente, los nuevos medios

a ginar diálogos como éstos: oOuisiera hacerle un regalo, ¿qué le


parece un libro?,. Respuesta: .No gracias, ya tengo üno'. Esto se
üenen desventajas. Por ejenrplo, en una sociedad del servicío pres-

I puede subrayar con aquella señal sarcástica de alegrh esperanzada


tado, el cliente del sorvicio prestado es el rey, pero como ha señala-
do Robert Hepp, es un rey que cada vez dábe hacer más por sí
) que of por primera vez a Wolf Lepenies: en cualquier'caso crece la
mismo. Cuanto más perfectamente somos servidos, con un confort
) tendencia al segundo libro. Si damos preferencia a las noticias
electrónico, más tenenros que servirnos nosotros mismos: empolla-
negativas procedentes de nuestros críticos de los medios, el futuro
) mos libros de instrucciones, nos entrenamos para diagnosticar las

t de los medios pinta totalmente negro. Entonces se dice por ejemplo:


averías de nuestro processor electrónico, y desde que hay cajeros

t ?7 . Neil Postman es catedráüco en el departamenlo de cultura y comunicación de la Uni-


automáticoe está permitido finalmente hacer cola de nuevo. Los me- ZB

t versidad de Nueva York, y conocido por sus publicaciones muy críticas con los medios
de comunicación y la técnica. E lector en lengua castellana puede enconüar lraducida
dioe eloctrónioos tampoco satisfacen nuestras superexpectativas.
Pero esto no es un argumento contra los medios electrónicos, sino
a aquella obra a la que Marquard se refiere más adElante: D¡vert¡rse hasta moii el dis-
canso pttbl¡co en ia en del qshow buslness¡. Barcetona, Ediciones de la Tempestad, oontra nuegtras superexpectativas. A pesar de ello las tenemos. yo
a 1991. (Ar. de ra ¿)
* Marquard aprovecha la semejanza sonora 6nire 6dnse (ngansos,) y Jense, el apolli-
tambián eusño oon u¡r ordenador que pueda leer libros directamen-

t¡ do de Jáns convertido en plural. Wallcr Jcns fue catedrát¡co do Retórica en la Universi'


dad de Tubinga hásta 1988 y eo un cnaaylata muy conocido en Alemania. (N. de la t.l
to y ce eepeoialico en loo libros aburridos; entonces lo atiborraría-.

a
o
o
mos de libros y é1, en agradecimiento, nos avisaría si encontrara gn dad. Y esto, frente al exceso de información qur proporolon¡n loe
ellos algo ínteresante: ro inesperado. Este benéfico ordenador no nuevos medios, no es un nuevo analfabetiemo, rlno ¡l rntlguo arte
existirá nunca. Los técnicos informáticos dicen: defina de manera que dominan los lentos seres humanos de apañarae cuando ta infor.
precisa lo que usted quiere y nosotros lo haremos. pero definir dE mación.los desborda. tncluso la imprenta, el máa antlguo do los nue-
manera precisa lo inesperado como aquello que es ineeperado lo vos medios, condujo a una sobrecarga de informacién: quien sabía
Erponrenk convierte en lo esperado, que es lo único que la máquina puede leer debÍa leer la Biblia, y esto ya era demaeiado, aof quo habfa que F¡losoffa de ls
ñeces¡tá
crmpensaoión
provenir encontrar. Por eso no existirá ese ordenador de ensuaño que sea un descargarse con la oralidad: escuchando al sacerdote leer la pala-
pobre digeridor de aburrimiento. pero esto no dice nada contra los bra de Dios e interpretarla, comunicar oralmEnte to que era impor-
ordenadores que existen y que cumplen con sus cometidos según tante y correcto. De manera que es válido, creo yo, lo siguiente: que
se les encomienda, para aligeración de nuestra vida. la reforma condujera a la centralidad de la predicación en la misa
b) La principal molestia que nos causan los nuevos medios, era, por lo menos también, la respuesta a una sobrecarga de infor-
actuales y futuros, es el exceso de información. Nos inundamos bajo mación en el comíenzo de la imprenta. Con esa misma antigua des-
un diluvio de información. Pero podemos navegar. Nuestra arca de treza nos podremos descargar del exceso de información que
Noé es un arte antiguo: el retorno a lo oral. En primer lugar, más acá , proporcionan los nuevos medios electrónicos. próximamente ya no
de los nuevos medios, dos ejemplos clarificadores procedentes de nos sentaremos mucho tiempo ante el televisor, sino que, cuanto
la universidad y la ciencia. El primero: la cantidad de papeleo de orde- más bultan las pantallas proporcionando datos, más lejos estaremos
nación y administráción académica crece de manera exponencial; de la pantalla, charlando en pequeños o.grandes grupos, comuni.
por ahora ya son miles de páginas al año. Todo esto no lo lee nadie, cándonos oralmente lo poco que do todo ese flujo de datos es
sino que, como mucho, uno coge el teléfono y deja que el experto ímportante y correcto. Se trata, y esto es to que me inleresa, del arte
en cuestión le explique lo que dicen: se sustituye exceso de infor. tradicional y de la antigua destreza de recurrir a lo oral, con lo cual
mación por oralidad. El segundo: incluso en la más específica de las estaremos próximamente preparados para los medios del futuro.
especialidades aparecen continuamente tántos trabajos que por Por eso los medios de información cada vez más rápidos siguen
mucho que uno se esfuerce apenas alcanza a leer una mínima parte. siendo domestícables dentro del reino de esos lentos seres huma-
También aquí se sustituye la fectura por la oralidad. El turismo cien. nos. También en este caso, para los seres humanos es posible lo
tífico le lleva a uno de congreso en congreso. En el primero, el cote- nuevo: pero no sín lo antiguo.
ga A se pronuncia sobre un libro que uno no conoce todavía. En el
segundo, el colega B, con una opinión bien distinta que el colega A, Concluyo repiüendo mi tesis general sobre los seres humanos en
se refiere al mismo libro; con eso uno ya sabé de qué va. En el ter- el mundo del cambio tecnológico. Es la siguiente: cuanto mas rrípidas
cero, cuando el colega C comienza a hablar del mismo libro, uno ya son tas modemizaciones, más inevitablemente necesarios e importan-
79 puede entrar en la conversación. Y en el cuarto es uno mismo quien tes resultan los lentos seres humanos. porque el mundo nuevo no eB
se pone a hablar de ese libro, aunque todavía sigue sin leerlo, y posible sín las antiguas destrezas. La humanidad sin modemización
puesto que ya lo conoce, no va a leerlo nunca. Así es como uno es coja; la modernidad sin humanidad es fría: ta modemidad necesita
acaba conociendo varios libros al año sin haberlos leído. Uno susti- humanidad, porque el porvenir necesita provenir.
tuye lecturas por oralidad. La iegla general de este arte dice: la
complejidad de la información se reduce con el recurso a la orali-
de Schiller aquí en Jena. Mi conferencia no versa directamente sobre
Schiller, pero presenta reflexiones filoeófioas en un enlace expreso
con Schiller, y no sólo con su conferencia inaugural, al plantear la
pregunta: ¿fin de la historia univereal? Desarrollaré esta cuestión a
partir de Schillen en las siguientes cinco secciones:
Filorcfla de la
¿Fin de !a historia univercal? compensación
1. Comienzo de la historia universal
Retlexiones filosóf¡cas a partir de Schlller
2, Decepción de la esperanza de inmediata emancipación
3. ¿Salvación de lo humano en el arte y la naturaleza?

2
p
4.
5.
¿Fin de la historia universal?
Observaciones sobre la cátedra Schiller

Empiezo, siguiendo la costumbre, por la sección:

1. Comienzo de la historia universal

El 26 de mayo de 1789, Friedrich Schiller, patrón de la Universidad


Friedrich §chiller dio sus dos primeras conferencias en Jena, su
Friedrich-schiller, comenzó aquí en Jena su aotividad docente como
; catedrático. Pero aquí he de plantear una cuestión: en realidad, ¿de
conferencia inaugural, el 26 y 27 do mayo de 1789' y esto significa

l) qué era catedrático Friedriih Schiller en la Universidad de Jena?


que las dío siete semanas antes de la toma de la Bastilla, el 14 de
jutio de 1789, es decir, inmediatamente antes del comienzo de la
) ¿Cuál era su especialidad? En cualquier caso, fuese una especiali-
p dad u otra, el 26 y el 27 de mayo de 1789 dio dos conferencias que.
luego reunió para su edición y publicó con el título "¿Oué significa y
Revolución francesa.
Aunque en ningún lugar del mundo es menos necesario que aquí
en Jena explicar la tesis de su conferencia inaugural, la expongo con
oon qué flnalidad se estudia historia universal?", un texto que se
suma brevedad: la ohistoría universal" no es un tema para «eruditos»r
oonoco deede entonce§ como su conferencia inaugural' En la por'
§ino exclusivamente para las "mentes filosóficas,, que (de la com'
ttda d6 la primera edición, Schiller se Presenta como catedrático de
pleta suma de hechos" del ourso del mundo hasta ahora "extraen
Hleloria en Jena. Pero en ta portada de la segunda edición, que
aquellos que han tenido una influencia esencial sobre la forma actual
enseguida fue necesaria, Schiller se presenta como catedrático de
del mundo y el estado de la generación que hoy vive,; es decir, que
Filosoffa en Jena. Voy a recuperar el problema ahí contenido a partir
definen la historia desde su referencia al presente y a la finalidad 82
de un tema actual.
futura. Así introducen "una meta racional en el curso del mundo y un
La Universidad Friedrich'schiller de Jena ha decidido conmemo-
a rar anualmente la conferencia inaugural de Schiller con un Día de Schi'
ller, que se celebrará desde hoy cada v¡emes eiguiente al 26 de mayo.
principio teleológico en la historia del mundo,, que según Schiller
«nos cura» ode una admiración exagerada por la antigüedad y de
,, una nostalgia infantil por los tiempos pasados", Porque al oacostum-
It Agradezco la invitación y el enoargo, que es un honor para mí, de
pronunciar la primera conferenola oonmemorativa en este primer Día
brar a los seres humanos a hacerse con el pasado completo y pre'

a
to
I
cipitarse con sus claves hacia el fejano futuro", y «guiar al indlvlduo sola finalidad para todos los seres humanor, rLa hlrtorl¡», que
. más allá de la especie", muestra que «todas las épocas antcrlorat», suena como
"los poemas",* era antes plural; oélo derdc lr rcgUnda
osin saberlo,, se han oesforzado, «por dar lugar a nuaBtro Blglo mitad del siglo xvntt fa uépoca de las singular¡raolone$r como lla.
humano, y con ello acercar la historia a su final.i Schiller dlo aef la maba Koselleck a ese Sattelzeit, el conoepto de rla hietoria, se

definición clásica de historia universal, de la historia general del convierte en singufar, a la vez que las
"singularizaoionoo» de los pro-
¿F¡n de ra
mundo: aquella historia que es universal porque unifica todag las hie- gresos en
"elo progreso, de las libertades en "lao libortad, de las Filomffa de la
historia compensaciún
uniwrsar? torias en una única historia universal del progreso y la parfección de revoluciones en ola, revolución. De tas muchag historias surge! gra-

la humanidad, es deci¡ lá historia universal. cias a la mirada universalizadora de la filosofía de la historia y de las
mentes filosóficas que trabajan en ella,
Este programa de la historia universal que desarolla Schiller en "la, historia, la historia única
y unitaria para todos los seres humanos: la historia universal. schiller
su conferencia inaugural ya era actual desde 1681 (Bossuet) y
afirmó este concepto de la historia universal y lo refozó en su confe-
sobre todo durante la segunda mitad del siglo xvnr, pero sólo en
rencia inaugural en la universidad de Jena poco antes del estallído
tiempos de Schiller se hizo completamente actual. Reinhart Kose- de
lleck acuñó para esa época el concepto de Sattetzeit y lo mostró la Revolución francesa. Éste es et origen, el comienzo de la historia

desde la perspectiva de la historia conceplual.2 Sólo después de . universal. ¿Cómo continúa? Sobre ello explicaré algo en la
sección
1750 aparecen rápidamente monlones de nhistorias universales", siguiente.

trabajos de la disciplina filosófica ofilosofía de la historia". Esta disci-


plina surge a la vez que su concepto, a partir de 1750 o 1756 o
1765 (Vohaire), y sin embargor como quiero añadir ahora, surge de 2. Decepción de la esperanza de inmerliata emancipación
la filosofía en un proceso específico de la modernidad. El credo tra-
dicional ontológico preferente era inmutabilidad y unidad. Pero La historia universal, que se originó en el Sattotzeity fue impulsada

luego, bajo la influencia y como consecuencia de la gran «tempora- por la conferencia inaugural de schiller, fue continuada y radicaliza-
lización, y oaceleración' de la realidad y su transformación en la. da sintética- por ra filosofía de la
una formulación tan
-disculpen
modernidad, esto cambia, aunque sólo sea a medias. El credo onto- historia del idealismo alemán desde Fichte hasta Marx. A efla porte-

lógico ya no es la inmutabilidad, sino la muta§ilidad; por ello la his- necen como mínimo las tres siguientes propiedadeb:

toria, el lugar de los cambios, es positívízada y puede convertirse en


la realidad decisiva, y así lo hace. Sin embargo, el credo ontológico . a) La secularización. Karl Lówith, el maestro de filosofía de
de la unidad, al menos al principio, permanece intocable. En conse- Koselleck, subrayó que el concepto de la historia de salvación que

cuenciar la unidad no se puede dar ni se puede afirmar en fo inmu- culmina en una salvación trascendente, procedente de la profecía

table, sino en lo mutable, en la historia, mediante la "singularización" bíblica y de la escatología cristiana, se convierte gracias al concep-

83 de las diversas historias en "la» historia, la historia única con una to de la historia universal, que es propio de la filosofía de la historia,
en una historia de salvación que culmina en una salvación inmanen-
1. F. Schiller, "Was heisst und zu welohem Ende studiert man Universalgeschichte?,, te: como historia de progreso y ernancipación, cuyo fin debe ser la
en F. Schiller, Sá¡ntliche Werke, eúrci6n secular en 16 vol., E von der Hellen y otros realización lograda de la libertad, el buen fin de la historia universal.
(comps.), Stuttgart 1904/1905r vol. 13, págs.3-24.
2. R. Kosellack, "Richtlinien für das Lexikon politisch-sozialer Begriffe der ¡su¿silr, 6n
Archlv für Begriffsgeschlchte,9 (1 967), págs. 82, 91, S5. Véase R. Koselleck, Vergan-
gene Zukunfr. Zur Semant¡k geschlchtl¡chet Ze¡ten, op, c¡t. ' Dle Geschlchte (.la hiotoria,) rima con Die Gédlchte (.los poemae,). (N. de ta
tl
)
p Ésta despierta la expectativa de que la hietoria un¡versal alcanzará
? b) Dcrdr lgtl hr Fr€puatlo [prlldamen'
La tribunalización.
te entender la filosofía de la hlforlr ocme un Urag¡do d¡ l¡ tao'
enseguida su buen final: la salvación inmanente.

. dicear porque en ambas filosoffr¡ m trrtr dt un prcomo, dc un Esta transposición de la filosoffa de la historia universal a la rea'
procedimiento judicial: en la teodloor, d¡ un Pfoollo d¡l ¡¡r huma' lidad de la revolución es para la filosofla de la historia un¡versal' por
E no contra Dios porque el mundo no ct buüor y an lr fllorolfr dc así decirlo, la hora de la verdad, y en cualquier caso una hora dolo'
2
p - hl.todr la historia, de un proceso del eer hUmfnO Opnlrf
¿Flndrta
r
al aaf hgmrno
lrOdlO¡' ol ¡cr
rosa. Porque con ella, esa utopía propia dé la historia universal, el
,.llllüii porque el mundo todavía no es bueno. Dcbldo l¡
p humano, en un proceso de autonomización, rcamplur r Dlor oomo
salto revolucionario al buen final de la hístoria universal, se convier'
te de expectativa en realidad, con la cual se pueden hacer y se
actor de ta historia para descargarlo de laa aoueaolonct bvanta' hacen experiencias. Sin embargo, esta experiencia no es buena,
) das contra El. Con la filosofía de la historia, .on lot !ar,! hume.
a nos los que se someten a la presión de esae acueaclonce, y la
sino mayoritariainente mala, al menos desde el reinado jacobino con
la dictadura del "comité de asistencia social, y su teneur. Entonces la
) historia universal es el tribunal que acusa y juzga: nLa historia del libertad aparece sobre todo como liberacíón de las libertades, como
) mundoeseljuiciodelmundo',escribióSchillerenl784'rDeeee dictadura y como lerror utopia, pereat mundu*. El fin revo-
tiibunal se libera uno al serlo: el ser humano huye del tener'con'
-fiat
lucionario de la historia universal no es su buen final, sino su tre-
ciencia al ser'concíencia, en una vanguardia cada vez más definiti' mendo final. Esta experiencia puede llamarser con una intencionada
va. Esa huida hacia adelante del ser acu§ado, finalmente llamada alusíón a lo teológico, decepción de la esperanza de inmediata
dialéctica,pareceserfaleydelmovimientodelahistoria,que emancipación; comprometé en la Revolución
-paradigmáticamente
alcanzalafinalidadinmanentedelasalvacióncuandotodoslos francesa- la esperanza histórica de emanoipación con la exigencia
a seres humanos tlegan a ser acusadores que ya no necesitan acusar de un buen final revolucionario de toda la historia universal.
a a nadie más, porque todos los acusados han sido eliminados' en Esta experiencia forma la cesura de la filosofía de la historia del

a . nombre de una causa presuntamente buena' Enionces' afirma la


filosofía de la historia, se completa la emancipación con el buen
fin
idealismo alemán: separa aquellos filósofos de la historia que, inge-
nuamente, todavía tienen frente a sí o junto a sí la revolución como
) de la historia universal' esperanzar y a los cuales pertenece el Schiller de su conferencia
) c)Larevolución.Lafilosofíadelahistoriaexigelarealizaciónde inaugural, respecto a aquellos lilósofos de la historia que, habiendo

!) la hietoria universal mediante la praxis: así se convierte en filosofía


de la revolución. Si aún esiá pendiente la emancipación perfecta,
abandonado la ingenuidad, tienen la revolución junto a sí o tras de sí
ya como deáepcióu. Entro estos últimos se encuentra Hegel, quien
debedejardeestarlolomásrápidamenteposible;yelsaltomás criticó como terror la Revolución francesa, pero per saldo la alabó
) rápido hacia la emancipación perfeota parece ser la revolución. Esta
t lleva ta historia universal desde las cabezas de los filósofos de la
his'
para eliminarla del presenter como algo ya completo tras de sí; y
también Marx, quien alabó la Revolución francesa como un paso en
) 86 toria hasta la realidad; y primero lo hizo, inmediatamente después de
el desarrollo, pero per saldola criticó para eliminarla del presente y
la conferencia inaugural cle schiller, la Revolución francesa' el
modelo
tenerla lo más completa posible todavía ante é1. A ellos pertenece
a detodaslasrevolucionesinspiradaeenlafilosofíadelahistoria. también, uno de los primeros, el Schiller tardío que, como expresión

a de una decepción extrema, el 13 de julio de 1793, refiriéndose a la

a 3. F. Schiller,.Resignaliori', en F, Sohlllcr, Sümtltche Werke'edición


pág. 199; véanse Págs. 106'1S9.
seoular' vol' 1' Revolucién francesa, escribió al duque Friedrich Christian de Augus-

a
a
a
tenburg: "Estoy tan lejos de creer en el comienzo de una regenere. no sólo lo es completamente cuando juegar, dloc ¡n lr orrta lE
. ción de lo político que los acontecimientos de esta época me roban "Sobre la educación estética":6 la descargg dc la ruvoluolón fraca-
la esperanza de muchos siglos".a Entonces, ¿qué hacer? Sobre ello sada es el arte. Sin embargo, la estetización aólo c¡ humana ai no
ofrezco algunas consideraciones en la sección siguiente. todo es eistetizado. Cuando toda la realldad ha dc oonvertirse en
una obra de arte, en una única obra de arte, oomo quisioronr ya no
¿Fin de la Schiller, pero sí las teorías de la obra de arte total en lo siglos xrx Filoeofa de h
h¡stor¡a conpe¡saci¡h
uniremar? 3. ¿Salvac¡ón de lo humano en el arte y la naturaleza? y )«, lo estético se hace inhumano; porque ee contrario a lo humano
que los seres humanos, en vez de tener eu realidad, hayan de tener
Poco después de que Schiller, el 26 de agosto de l?}2,fuese nom- sólo una única obra de arte. Lo que quiero indicar con esto es que
brado algo así como revolucionario de honor con la concesión del títu- también el giro hacia la estética puede llegar a ser una ilusión peli-
lo de citoyen frangaispor la Asamblea Nacional en París, ya se había grosa, no porgue el arte sea demasiado irreal, sino porque es dema-
distanciado claramente de la lección revolucionaria de su conferencia siado real.
inaugural de Jena. Y a partir de entonces, visto el final tremendo y san- b) La naturaleza, que evoca Schiller sobre todo en 12g6 en su
griento de la historia universal convertida en revolución, subraya cada escrito Sobre poesÍa ingenua y poesta senümental. Cuando ta his-
vez más que la oportunidad de la humanidad no está en la revolución toria pierde a la humanidad en el teneur revolucionario, la no histo-
histórica, sino en el arte y la naturaleza. Gracias a esta idea, desde ria, la naturaleza, se convierte en refugio de la humanidad, con lo cual
entonces siempre repetida en la filosofía, Schiller se convirtió en un es váido, como escribe Schiller:? nPorque la naturaleza ha desapa-
clásico filosófico de unas dificultades aún existentes. Puesto que, recido de la humanidad», se necesita al «poeta» como €uardián de
cuando la historia universal convertida en revolucionaria llega al final "la naturaleza", ya sea como su ntestigo" o como «vengador»r según
de sus posibilidades de realizar la humanidad y salvarla, el arte y la si oson naturaleza» o si
"buscan la naturaleza perdida,. No subrayo
naturáleza deben acudir para salvar lo humano (a, b). Esto es: aquí la por supuesto importante tipología de Schiller del poeta inge.
nuo y el poeta sentimental, sino lo que presupone: el recurso a la
a) El ade, porque tal como escribió Schiller en 1794 en las Car- naturaleza. La autodestruceión de la historia universal exige la posi.
tas sobre la educación estét¡ca del hombre: nPara resolver el pro. tivación de la naturaleza.
blema polÍtico en la experiencia hay que tomar el camino a través de
lo estético, porque a través de la belleza se llega a la libertad".6 Ese giro hacia la naturaleza, que en Schiller sólo es un coniien-
Cuando la historia universal, convertida en revolucionaria utilizando el zo, se radiódiza a partir de 1?92 con Schelling y la fitosofía román-
teffeur como medio, seculariza su finalidad, la salvación inmanente, tica de la naturaleza. Esta se alcanza, por así decirlo, por el camino
parece que la humanidad ya sólo puede ser salvada por una activi- verde, con el «regreso a Rousseau" y ef «regreso a la naturalezau. La
8? dad descargada de finalidades: por el juego estético. *El ser huma- naluraleza ha de ser protegida de la historia, por ello la historia debe
ser sustituida por la naturaleza: donde estaba la historia debe estar

4. Schillers Errbfe, Kritische Gesamtausgabe, F. Jonas (comp. y nota8) (18911896),


vol.3, pá9. 532.
6. /Drd,, pág.59.
5. F. Schiller, "Über die ásthetische Erziehung des Menschen, (1794), en F. Schiller,
7. F. S¿liiÉ.fuer
naive und senrimenratische Dichtung' (1296), en F. Schilter, S¿mri-
che Werke,edictún socular, vol. 12, pá9. 183 (trad. cast: Sobrapoes/a ¡ngenua y poe-
Sámüiche Werke,edición secular, vol. f 2, pá9. 7 (trad. cast.: Cartas sob¡e ta educa-
sta sentimentaL Madrid, Verbum, 199§).
¿lón estét¡ca del hombre, Madrid, Aguilar, 1969).
p ry
mite tener una historia, para ef miemo y con todos los otros seres
la naturaleza. Esta no era la tealt d¡ gohlllfr¡ pllÉ d lntrnto de aal'
humanos, se le impide 6er un ssr humano: un ser humano debe poder
var a ta humanidad por y en la natunl¡il lmpllcr arÉr Frl¡gro dc lrae
tener muchas historias. Por ello, qúien quiere permanecer humana-
al extremo, de apearse de la hiatorl¡l Umblalr d glro hrolr h natu'
mente en la historia, no sólo debe,disminuir la tradicional primacía
raleza puede convertirse en una ilusi6n prllgrorr.
ontológica de la inmutabilidad, sino también la tradicional irrimacía on-
tológica de la unidad. Esto significa que la historia, bajo la impresión Filomfla de la
¿,Fhdrt¡ Mi convicción es que así fue como §ohlllar qubo oonJurur unB compensación
del tremendo finai de una historia universal convertida en revolucio-
,r,ll',Yli ilusión peligrosa, la transformación de la hiatoria unlvcnrl ¡n h rca'
naria, debé ser des-singularizada, debe ser re-pluralizada: de una his-
lización revolucionaria de la utopía, con el giro haCla la¡ roalldadea
loria deben surgir muchas hístorias.
arte y la naturaleza, que también pueden llegar a ser iluslonce
pe'
p del
ligrosas. EI camino que parte de la posición de su conferencla inau'
Ouien sin embargo persevera en la historia única, en el mono-
polio de la historia universal, y define esta historia única como la
a gural-lacualadmiroyquemedespiertasimpatÍa,noquierodejar
dudas sobre ello_, ese camino de Schiller es rico en enseñanza:
que
marcha rápida o lenüa hacia lo universal y como disolución do los
individuos en la especie a la conferencia inaugural de Schi-
eeeoaminonoessuficientenoesloúnicoquepuedeaprenderse -remito
. llor y repito la posición de Schiller ya citada- no tiene otra posibilidad
uni'
de é1. Pero entonces, después del tremendo final de la historia que aceptar que «todas las épocas anterioreso se han
"esforzado, por
vsrsalconvertidaenrevolucionaria,¿cómopuedesalvarselahuma'
"dar lugar a nuestro siglo hunnno,. Quiero decir que con derecho
nidad? sobre ello presento algunas consideracidnes en la sección
protestó contra ello Claude Lévi-Strauss en 1958 en su Antropolo-
eiguiente.
gfa estructural, tomando la tesis de Ranke sobre la igualdad de

a oportunidades de las épocas y culturas, y.lo hizo con una frase que

a 4. ¿Fin de la historia universal?


se deja leer como escrita directamente contra Schiller:s
"Una socie.

a dad puede vivir, actuar, transformarse, sin dejarse emborrachar por


la convicción de quo los que le precedieron hace diez mil años no
Mi opinión es que contra la histÓria sólo ayuda la historia. contra
el.
) histo.
hicieron otra cosa sino prepararle el suelo, y que todos sus coetá-
intento, inspirado por la filosofía de la historia, de conducir la neos, incluso los de las antípodas, trabajan duramente para imitarla
riaunlverealasufinalpormediodelarevolución,ayudasobretodo, y que todos los que la seguirán hásta elfin de los tiempos sólo pen-
máeacádelgirohacialaestéticaymásacádelgirohacialanatu. sarán en continuar desarrollándose en su dirección". Lo que signifi-
puede
raleza, el valor de permanecer en la historia' Pero ¿cómo ca esta crÍtica al nmito de la Revolución francesa,, como denomina
haceree Y cómo Puede resultar?
Lévi-Strauss la historia universal, es que hay muchos caminos hacia
Lahistoriauniversal,comosubrayéalprincipioerilazandocon la humanídad. Y yo añado: sólo hay humanidad a través de muchos
pri'
Koselleck, singulariza la historia. Esto significa que la tradicional caminos. For eso no puede haber una única historia para cada ser
80 macía ontológica de la inmutabilidad desaparece; la tradicional
prima'
humano y para todos juntos: debe poder haber y debe haber
E cÍa ontológica de la unidad aumenta: los seres humanos ya no
pueden

a tener muchas historias, sino que cada ser humano para sí y todos
a lossereshumanosjuntossóloPuedentenerunar]nicahistoriauni. 8, C. Lévi-Straus s, Antropolog¡e structurate. Véase la sección 226, pág. 862 de la tra-

a taria, la historia universal. Poder tenEr eólo una única historia es algo
contrario a'la humanidad. A un eer humano a quien sólo se le per'
ducoión alemana, Sttukturale Anthropotogiq Franofort a. M., 1978 (trad. cast: Anrro-
pologla estructura/, Barcelona, Paidós, 2000).

a
a
a
fia de la filosofía del idealismo alemán, es deoh d tltulrr dr lr oáte-
muchas historias para cada ser humano y para todos juntos. Dioho
dra de Filosofía con la especialidad de hietorla dc lr fllotoffr y oon
. de otro modo: contra el tremendo final de la historia universal con'
especial atención al idealismo alemán.
vertida en revolucionaria, la humanidad puede ser salvada por la hie'
La necesidad de esta cátedra se demuegtrs cobrc todo por la
toria, pero sólo por aquella historia que son muchas hiEtorias,
carencia de mi exposición: un'filósofo sietemátioo no 6stá' normal-
Una pregunta se impone ahora con urgencia: ¿significa eso el
mente en disposición de poder realizar un trabajo de preoieión sobre Fileolíadeh
¿Findeta finat de la historia universal? Creo que no debería serlo. La historía la historia de la filosofía. Esta cátedra no eetá ocupada todavía y ni
oompeneaclftr

,",ll"J""ili universal sólo llega a su f¡n cuando quíere ser la única historia para
tan sólo está convocada (el texto do la convocatoria se halla en la
cada ser humano y para todos juntos' y no tolera n¡nguna otra histo-
Universidad Friedrich-Schiller). Mientras tanto, me ha inquietado el
ria junto a ella: justamente entonces llega con horror a su tremendo
rumor de que, vistas las medidas do ahoro del Ministerio, esta cáte-
final. Pero como una historia entre otras, es irrenunciable, porque la
dra se encuentra en peligro de ser anulada. Estoy agradecido por la
producción de universales también es irrenunciable. Por ejemplo,
noticia de que no va a ser el caso. Después de todo, ésta no es una
la proclamación de los derechos humanos, que son derechos para
cátedra cualquiera: no sólo está a) en el plan estructural para la filo-
todos los seres humanost y que en su sentido más exacto son garan¿
sofía en Jena, elaborado por la comisión de filosofía dol Ministerio de
tías para que cada ser humano pueda ser diferente de todos los
la Ciencia y el Arte de Turingia, que el Senado ha ratificado; no sólo
otros. lgualdad significa que todos puedan ser diferente§ sin temor.
b) resulta que la comisión de Turingía para la estructura de las uni-
La universalización sólo se justifica como posibilidad de pluializa-
versidadese ha ratificado el plan estructural de personal de la Univer-
ción, como fomento de la diversidad. Por ello la historia universal
sidad de Jena bajo la condición explícita de que dicha universidad
sólo es legítima como una historia entre muchas otras historias: la
realice esta cátedra co¡no cátedra C4; no sólo c) el consejo de cien.
historia universal sólo es humana como posibilídad del pluralismo de
cia recomienda que el ámbito de estudio de esa cátedra, el idEalie.
las historias, creo que por ello Friedrich schiller no permaneció en
mo alemán, soa una de las especialidades de la Universidad de
la posición de su conferencia irraugural, y que por ello la filosofía de la
Jena; sino que d) esa cátedra puede valer, y esto justifica que yo hable
historia no psrmaneció como la filosofía de la historia del idealismo
sobre ella on esta confercncia, como equivalente actual de la cátedra
alemán: porque el idealismo alemán sólo se hace realmente humano
de Friedrich §chiller. Regreso a lo que dije al principio: en la por-
gracias a la pluralización de la historia, es decir, gracias al historis'
tada de la primera edicíón de su conferencia inaugural, Schiller se
mo,yelhistorismosólosehacerealmentehumanograciasalafi.
denominó catedrático de Historia en Jena. Cuando el entonces cate-
losofía voluntad plural- de las historias. Completo estas
-de dratico de Historia do la Universidad de Jena, Heinrich, formuló su
reflexiones en una última sección.
protesta, Schiller se denominó, en la portada de la segunda edición,
catedrático de Filosofía en Jena. El primer intento de llamar a Schiller
como catedrático a Jena provino del filósofo de Jena Karl Leonhard
91 5. Observaciones sobre la cátedra Schiller

9. El redactor fue durante 1991/1992 miombro de la comisión de Turingia para la


Para cualquiera que haya seguido mis afirmaciones debe sei evl e$tructura d€ laE univorsidades y pres¡dente de su comisión de Filosofía. Váase O. Mar-
qua¡d, .Redo anlásslich der Neugründung des Philosophischen lnel¡tuts der Friedrich-
dente que historiográficamente han sido más bien escasas' También SchillenUnivsreitüt Jena und Übergabe der Gescháftsführung am 19.11.19§!r, en W.
resulta evidente quién podría y dbbería reparar esta carencia de mis Hogrebe lcomp,), Phitosophie in Jena, Erlangen/J€na, 1999 (Jenaer Philosophischo
Vortráge und §tudien, 1), págs. 27-31.
afirmaciones: séría el filósofo responsable en Jena de la historiogra-
Reinhotd: quería a Schiller como gth#ü*i*tü¡fdlr, Lr hl¡toria
universal era entonces, como y¡ pdmrdrmcnte
filosófica. No puede ponerso en dudq qur,lA,gp l$llnrm¡eñ¡ba
entonces era filosofía del idealismo alcmln, En!flE¡i* {oull cte ru
especialidad? ¿Filosofia? ¿Historia? ¿Fllorolfr t,hLhdr? lbllt hla.
afh dr h toria de h filosofh, y con especial atenclón el ld¡dlrmo d¡mln, oa
ñl¡brh
udYarad? decir, exacüamente aquello de lo que eará reeponr¡bb l¡ olbdr¡ dc
Filosofía con la especialidad de historia de la fllosoffa y crpcolal
atención al idealismo alemán.
Felicito pues a la Universidad de Jena por su decidida voluntsd'
p de conservar esta cátedra, la cátedra Schiller, ante el peligro de eu
desaparición; porque la Universidad Friedrich'Schiller no puede
ahorrarse precisamente la c.ítedra Friedrich Schiller y con ello con'
verlir el dla de Schilter, el día de la conmemoración del origen de
eata cátedra, en el día del recuerdo de su eliminación. Acabo pues
mi conferencia lleno de confianza y con los mejores deseos'para
esta universidad, a la cual me siento unido. Deseo a la Universidad
Friedrich-Schiller lo meior para el futuro. También les deseo una
pronta convocatoria y toma de posesión de esta cátedra Schilter, la
n cátedra de historia de la filosofía con ta especialidad de ideatismo
t alemán.

,
p
)
3 93

I
!
I
o
o
D
w-
mos de qué manera tan horrible acabó la Rtptlbllor dr W¡lmrr.
Pero incluso en la Alemania posterior a la §egundr burnr Mundlrlt
la filosofía cultivó de nuevo el ataque al mundo olvll.burgulrr prlmt
ro éon el existencialismo y después con la orftloa rrdlorl roológloe y
posmoderna a la modernidad racional.teonológloa. 8ln cmbargo'
precisamente el marxismo se convirtió €n la doctrlna domlnanto en, Fllo¡olfr d¡ h
Apología de la civildad* oo¡np¡n¡rolh
ambas mitades de Alemania (subrayo: en ambas), y 8o onfrentó al
«mundo burgués tardío", al «capitalismo tardfo» (Problemas de legb
timación en el capitalismo tardto era el tltulo de un libro de Jülgen
Habermas de 1973). Por un lado, lo hizo desde el eocialismo real'
mente existente, ordenado de manera estatal y ortodoxo, y que des'
pués de la renovada proscripción de Lukács y la expulsión de Bloch
se convirtió en algo preponderantemente aburrido; y por otro lado,
lo hizo desde la vieja República Federal a través de la fascinadora
fueaa de la Escuela de Francfort, siempre estimulante, pero que
después de aquel supuesto movimiento estudiantit de 1968 §e oon-

que virtió en algo intelectualmente contentadizo, aunque muy influyente'


En nuestro país y en nuestro siglo, parece que a una filosofía
Los días dol (mundo burgués tardío" parecían estar contadoS y uno
persevere en sí misma le corresponde estar en contra de la civildad'
ya podía despedirlo a patadas; se hizo oportuno apuntarse con la
Así sucedió en la República de weimar: una república civil-burgue'
prisa.del conformismo a un marxismo que se preveía como el futuro
sa que acabó perdiendo lo que hace capaz de vida a una democra-
vencedor ideológico. Así fue como el marx¡smo se conürtió
cia,el centro civil-burgués. Lo que polÍticamente se consideraba las -insie'
to: en ambas mitades de Alemania, aunque de forma diferente- en
omayorías negativas, era en su cultura la mayoría civil'burguesa'
la doctrina filosófica dominante, adoptando una forma espec¡almen-
negada por aquellas filosofías que comprendían y reprendían** lo
para te consecuente y agresiva de lo que yo aquí denomino: la negación
civil-burgués como «ocaso de Occidente», corTlo incapacidad
de la civildad. Parecía cosa hecha: la civildad es mala, la negación de
el oestado de excepción» ! pará ta odecisión", como "inauténtico'
la civildad es buena. Entretanto sabemos que esa negación de la civil-
Spengler' Carl Schmiü y Heidegger-, o como traición a la
-según Bloch y dad en la mitad oriental de Alemania fue inexistente en la realidad,
.utopía» y como renuncia a la orevolución» -según
sabe-
mientras que en la mitad occidental se discutió de manera poco crí-
Lukács-: luchaban contra el mundo civil-burgués; y nosotros
tica y no sólo en la filosofía, aunque esa rehabilitación del pasado
estuviese vencida desde hacía tiempo.
. civildad lraduce aquí el complejo concept o de Bürgert¡chkeit. cuya pluralidad
de sig-
n¡ftcados aprovecha tvtarquara. En primer lugar, os el concepio alemán
para la civ¡tas En las próximas páginas quiero intentar expresar mi oposición a
de y en este sent¡do también se ¡eliere a la
i"tii". la condicün ciudadano,
esa negación de la civildad y esa positivación de su negación, y rec.
"¡gnifi*
.o"iuLifi"a y f" urbanidad. En segundo luga¡ signilica la civildad, lo civil; on el sentido
qu" oarg"rti"n" 6ese//schalt significa 'sociedad civ¡|"' En tercer lugar' hace referen' tificar eu valoración contribuyendo modestamente a una apología de
"n
cia a la cla-se social de la burgueJfa. Maquard iuega con esa pluralidad de seniidos'
la civildad. Y lo haré en parte por un espíritu de contradicción escráp-
como él mismo explicita en un pasaje del lexto. (N' de ta L)
:'Marquardcontiaponelostéiminosbegretfenyangrelfen,cuyaraízcomúnesgreifen tica, y en parte por disgusto ante esa complicidad supuestamente
(ocoger,, "prender.), (N. cle la t.)
'-qltll;Flr-
a
a.
de su superación. Se trata de una negaoión del presenle, una nega'
) ocrítica, con la doctrina ontoncaa domln¡il¡, ¡unqua ropcoto al
t marxismo debería respetar eee rofrln qul dlil qul no ¡r hroc lsña
ción de la modemidad del presente, ya no on nombre del pasado, sino

t del árbolcaído. Mitesis, que no ea rlgo yr thbondq ¡lno ml¡ blen en nombre del futuro. Por ello oe puede hablar de un antimoder-
nismo futurista. Esto es asf en Marx, con 8u crítica del capitalismo
J una doctaración de intenciones, dice aáf: an nuaah! muñdo oontüm'
poráneo no nos va mal porque haya dcmmlrdl ¡oghdrd olvll' dno
y de la sociedad civil-burguesa, pero Marx no es el primero' Por lo

) que yo sé, la primera filosolía de la historia negadora del presente t-r"a]


tpotosúede
olvlld¡d
ta porque hay demasiado poca; Porque lo probl¡mltlOO d¡ nucltro
es, en el siglo xtx, la de Johann Gottlieb Fichte expuesta en su
-***-l
) mundo presente no es la civildad, sino la negaclón dr óltr' dc modo
p que no se debe animar a huir del mundo civil'burguáa, clno a ldcntl'
serie de conferencias sobre Los caracteres de ta Edad Contempo'
ránea de 1806. Ya en ellas Fichte intentó definir la época presente
ficarse con el mundo civil'burgués. Lo expondr6 aquf de forma muy
) breve y por ello a modo de indicaciones en lae tres secclonsa .
negándola con una filosofía finalizante de la historia. á partió de la
) siguientes:
.Finalidad de la vida de la humanidad en la tierrau conocida por él a

3 prlori,y que era, según é1, que la humanidad «real¡ce todos sus com.
portamientos con libertad según la razón,. De ella dedujo Fichte nun
) 1. Final del antimodernismo histórico-filosófico
plan del mundo,, según el cual la historia tiene cinco épocas dedu-
, cibles a prlori. No voy a enumerar las cinco, sino sólo a decir que en
3. ¿Recaída en la negación de la civildad?
) la primera época, la época anterior al progreso de la hisloria, el
t Comienzo, según la costumbre, por la sección:
oestado, de oinocenciar, la humanidad todavía no es libre. En la últi-

a ma época, la época posterior al progreso de la historia, el uestado


de la completa justificación y salvación", la humanidad es libre, La
o
t 1. Final de! antimodernismo histórico'filosófico
época aolual es, según Fichte, la de en medio, la tercera época, en
la cual los seres humanos ya no son inocentes pero todavía no eslán
I Allí donde la civildad es negada' gana aquella coyuntura filosófica
justificados y salvados, todavía no están en el paraíso de la libertad

t que empuja a los seres humanos a deiar tras de sí el mundo civil-


completa y por ello se hallan en graves dificultades. Por eso la
uépoca actualo, prosigue Fichte, es la pecaminosidad
D burgués, y que promete que gracias a la destrucción revolucionaria "época de la

t del mundo civil-burgués se alcanzarát por una ley necesaria' un


mundo mejor y definitivamente redimido. Esta es la filosofía final¿an'
consumadao.r Me refiero a esta deducción de los rasgos principales
de la época actual de Johann Gottlieb Fichte sobre todo porque es
,
t to* de la historia quer como lo ha formulado Arnold Gehlen,
(cono' una forma temprana de una filosofía finalizante de la historia gue ten-
drá entre otros seguidores a Marx, que creo que ante todo era fich-
t ce el gran plan de viaje" y el buen final de la historia, una finalidad
que sacraliza los medios que conducen a ella y los saorificios que
teano, Esta filosofía niega el mundo aotual histórico-filosóficamente

a exige.
al creer saber de manera definitiva cuál es la finalidad final, el buen

I Para esta filosofía finalizante de la historia eon característícos la


final de la historia y el carnino hacia ella, y por eso se cree jusüfica-

I negación de la época actual, cada voz más burguesa, y el propósito


1. J. G, Fichte, .Dio Grundzüge des gegenwártigen Zeitalters" (l8OG), en Flcñtes
D Werke,l, H, Fiohte (comp.), reimpreso en Berlín, 1971, vol. 7, págs. 1-254, las citas lra-
duoidas aquf perteneoen a las prígs. 7 y 11 y sigs. (trad. cast.: ¿os caracteres de la
I . .Finalizante, traduoe aquf nnailstcnndlrrl
más lrecuente
rdlrtlw
.teleolfuico., pcro r¡lploto rl ou¡l r¡lr
quc cmploa Marquard en vez del
tl
cqulvalente' (N' cte la Edad Contemporánea, Madrid, Revista de Occidente, 1972).

¡ I

f l
D
da para negar todos los obstáculos a ese camino hacia la salveción mundo civil-burgués. Y digo la oportunidad, porque mlontraolanto
y todos los obstáculos a su aceleración revolucionaria. Por oao tam. ya hemos visto que a menudo sólo ha sído aprovcohadr dc maneia
bién niega el presente, el mundo burgués, porque no os oóa futuror temerosa,. y otras veces no ha sidó aprovgohada cn abeoluto. Este
sino una alienación radícal, una cosificación radical o, como dijo giro hacia el mundo civil-burgués desarrolla para bcnefíoio da los
I Adorno, la trama total de ceguera. La finalidad de la historia (Adorno seres humanos lo que la finalizante negación de lE civildad obetacu-
logfa da la no lo formula así) redime los medios que conducen a Blla y los sacri- lizaba y echaba a perder: la modernización cientffica, tecnológica y

I civildád
Filorclfa de h
compensaciifi
ficios que exige: al futuro le deben ser entregados el presente y el económica de los comportamientos, el eentido de la libre disposi-
pasado; a la unidad final de la humanidad, la divérsidad de tradicío- ción de la propiedad privada, del mercado, de la competencia y del

i
nes e individualidades (como familia, particularidades regionales, bienestar. ouien sólo ve este rado abstracto del mundo civir-burgués
hacionales y tradicionales, religiones); a la historia, las historias; a la momento «futulo" como «sistema de necesidadss», y el trabajo
-el
«gran nesació¡", la tolerancia; a la revolución, el derecho; a la con- y la transformación de la realidad en cosas- sólo percíbe una parte
fianza en la victoria, el pensamiento; a la esperanza, la experiencia; del mundo civil'burgués, como si estuviese prisionero de la estre-
a la emancipación, la economía; dicho brevemente, a la libertad, las chez de miras desde donde se ejercita ra crítica der capitarismo
libertades; se necesita el sacrificium t¡berat¡tat¡s. . mediante una filosofía finalizante de la revolución como el marxismo.
Allí donde esta filosofía finalizante de la historia ha pretendido Y así reprime lo que también es el mundo civil-burgués como com-
dirigir la realidad hacia ese sueño utópico, ha traÍdo la desgracia pensación de sus objetivaciones: el mundo del *provenir,, de la
pereat mundu*. Y si ahora se pone fin a esa des.
-fiat utopia, familia, de las costumbres morales, de ta religión, do las variadas tra.
gracia, eso no significa el final de la historia, como creyó Francis diciones (a pesar de todo mayoritariamente intactas) cuya pluratidad
Fukuyama,' sino todo lo contrario, el final de los intentos de la filo- posibilita la individualidad, y de la cultura de la conservación; como
sofía de la historia de poner fin a la historia, de salirse de la historia, libertades que están mejor protegidas en el mundo civil-burguéo que
por ejemplo con el intento de inspiración socialista de dejar grandes en una situación no civil-burguesa. porque por su relación con el
zonas del mundo, planificadamente, fuera de la historia derecho, el ¡nundo civil-bugués es el reino de la división de poderes;
-sobre
todo de la historia de las modernizaciones-. Ese final de la desgra- protege al «porvenir» )/ al oprovenir" de su igualación. Garantiza una
cia causada por la filosofía finalizante de la historia no es, insisto, el pluralidad de realidades, que a su vez garantiza la liberalidad. El indi-
final de la historia, sino precisamente el regreso a la historia. Sobre viduo sólo es libre allí donde domina una dívisión de poderes, por
esto. brevemente, en la sección: ejemplo, en política la división de los poderes legislativo, ejecutivo y
judicial, que Montesquíeu describió justamente por su efecto libera-
lizador en el famoso capítulo sobre la Constitución inglesa en su De
2. Afirmación de la civildad l'esprit des lois lDei espfritu cle tas leye§. pero la división de pode-
res en política sólo es un caso especial dentro de la variedad gene-
Ese regreso a la historia representa sobre todo la oportunidad de un ral de la realídad, de la pluralidad generat de la vida. Sólo porque
giro de la modernidad hacia su forma más liberal hasta ahora, el existen y actúan un gran número de potencias de la realidad, cuan-
do cada una de ellas determina al ser humano, le asegura distancia
2. F. Fukuyama, "fhe End of Hisiory?,, eh The Nat¡onat lnteres¡, 16(1989), págs. 3- y libertad frente a todas las otras, lo salva del ataque aislado de cada
'18. Véasa F. Fukuyama, El fin de la hlstoria y el últtmo hombre,Barcelona, Planeta-
Agostini, 1 995-1 996. una. Para el ser humano sólo hay libertad cuando actúan eobre él
u
p
2 la comprensión de Ia economía, el movimiento reformado de los tra'

t?p
muchos poderes polftlottr lucrza¡ eoonómicas,
-formaoiones bajadores y el Estado de derecho, a la vez social y liberal. Esto es lo
poderes sagrados, historias, convioolone¡-! nl nlnguno nl sólo uno,
contrario de aquella exclusión del proletariado de la sociedad civil-
sino muchos. Porque el ser humano no oB llbru al lmltsr la monarquÍa
burguesa, que de manera equivocada pronosticó Marx con su teoría
y la omnipotencia divinas, sino a travás de uha pluralldad de deter-
de la progresiva pauperización del proletariado; es el proceso de
minaciones que se precipitan sobre él para detcrmlnarlo, pero que
uinclusión del proletariado" en la sociedad civil-burguesa, como lo
p Apologfrdr
olvildrd
h en el tumulto se obstaculizan unas a otras ahernativamente; sólo por-
que cada deierminación limita y reduce la presión determinante de
llamó Franz von Baader en un artículo de 1835 que por cierto tiene
Filosofla de h
compensación

7
p las otras, los seres humanos tienen su propia libertad individual
-mo-
un títufo muy manejable: uÜber das dermalige MiBverháltnis der
Vermógenslosen oder Proletairs zu den Vermógen besitzenden Clas-
desla, y por tanto finita y limitada- frente al ataque solitario de cada
a una. No es la determinación nula ni tampoco el exceso de poder
de una única determinación (que dado el caso sería especialmente
sen der Societát in Betreff ihres Auskommens sowohl in materieller
als in intellectueller Hinsicht aus dem Standpunkte des Rechts be-
) trachtet" (Sobre el anterior comportramiento erróneo de los carentes
superior) lo que hace libre al ser humano, sino la sobreabundancia
, de determinaciones. Por ello alirmo, en una generalización escép-
de propiedad o proletarios para con las clases sociales propietarias,
con respecto a su supervivencia tanto en sentido material como inte-
tico-moralista de la tesis de la división de poderes, el efecto libe'
lectual considerado desde la perspectiva del derechol.s Sin embar-
ralizador de la sobredeterminación, que sólo existe a través de una
go, mi convicción un tanto atrevida es que esa inclusión en la
E pluralidad de potencias no idénticas de la realidad. Para ellas, el
sociedad civil-burguesa de los que aparentemente son víctimas de
f mundo civil-burgués
-que
es la forma social más digna de conser-
una progresiva pauperización también será a largo plazo el destino
a vación que podemos lograr históricamente* ofrece muy buenas
del desanollo del Tercer Mundo: no su progresiva caída en la mise-

a condiciones; precisamente por ello, el mundo civil-burgués es liberal.


Porque depende de esa no identídad de la diversidad; y justamente
ria, como opina ahora esa teoría de la pauperización para salvarse

a ésta, la división de poderes de la reafidad, pertenece al mundo civil'


fuera de Europa, en territorio exótico, sino la "inclusión, del Tercer

a burgués. Ouien conoce el mundo civil-burgués no sólo a medias,


Mundo en la sociedad civil-burguesa. Al mundo civil-burgués también
le corresponde lo que ha sido descrito con el concepto de "realiza-
p sino sin dejarse nada, completamente, lo comprende como una rea'
lidad merecedora de nuestra afirmación sobria y pragmática, por ser
ción crúzada": las finalidades humanas afirmadas por las filosofías de

) un mundo compensado, y por esa división de poderes que es la


la historia que negaban la civildad, como por ejemplo el marxismo, no

a condición de la liberalidad.
se han alcanzado en el socialis¡no existente, sino que lo más cercano

a Al lector no le habrá pasado por alto que utilizo un concepto muy


a su realización ha tenido lugar en el mundo civil-burgués; y en cam-
bio, las represiones que se atribuían a la sociedad civil-burguesa
a amplio de civildad. Descuido intencionadamente la diferencia entre
alcanzaron su perfección, no en ella, sino en el socialismo.
a bourgeois y citoyen; porque el bourgeois, el ciudadano propietario,
con sueldo, el ciudadano económico, consigue los medios de sub-
Esto no significa que el mundo liberal civil-burgués esté libre de 102

a sistencia sin los cuales el citoyen políticamente adulto no podría vivir


problemas. No veo en él el cielo en la tierra, ni la realización de una

a autodeterminándose. Por lo demás, al mundo civil-burgués no le


utopía, ni la comunidad final redimida que proclamaría de nuevo la

a corresponde únicamente la emancipación del "tercer Eslidq», sino

a también el proceso por el cual el "cuarto Estado", el proletariado, se


disuelve en el "tercer Eetadoo, lo que ha causado entre otras cosas
3. F, v. Baader, Sámaliche We¡ke, F, Hoflmenn y otros (comps.), Leipzig, 1854, vol. 6.
p¡í9. 1S9; véanee págs. 125-144.

a
a
a
filosofÍa finalizante de la historia. sólo quiero decir que no hay níngu. fin a aquella negación de la civitdad qu6 realháb¡ la flloaoffa finali-
. na alternativa alcanzable históricamente más deseable que el mundo zante de la historia. Pero ahora surgo un probl€ma qu6 Bo puode
civil-burgués. creo que el mundo civir-burgués sóro es merecedor de resumir así: a pesar de su final, actuálmente la ncgaolón de la civil-
afirmación de una manera modesta y no mediante principios: como dad no está acabada. Permaneco la inollnaclón al No, por ejemplo
mundo compensado, él es más no-crisis que crisis, gracias al efecto en posiciones anticivil-burguesas que se autocomprenden como
Apologla do la liberalizador de la división de poderes. y quiero repetir que en la rea- declaraciones morales. ¿Por qué es aef? para finalizar y de manera Filomüa de la
civildad compensacim
lidad no nos va mal porgue haya demasiada sociedad civil, sino por- breve, quiero indícar algunos motivos para esa negación de lo civil-
que hay demasiado poca. Por ello ahora la República Federal burgués que todavía continúa, cinco en total.

Alemana una Alemania completa dentro de un Estado


-finalmente a) El efecto negador de una memor¡a de corto alcance. El mal no
de derecho- no es una revolución fracasada, sino una democracia
lograda; y no aunquer sino justamente porque es un mundo civil-bur- se atribuye al pasado que fo causó fuá sea el nacionalsocialismo o el

gués que tiene una existencia política más acá de la pregunta por la socialisrno que existió realmente), sino al presente civil-burgués, lo
necesidad del estado de excepción, por si hay que preferír o incluso que conduce a cargar contra é1. Wolfgang Bergsdorf lo ha llamado
preparar una revolución de izquierdas o de derechas y una dictadura. princípio de Pirro.a Los políticos ganadores heredan con su victoria

En vez de eso, más acá de radicalismos y extremismos de izquierda aquellas dificultades generadas por sus antecesores, quienes fínal-
o de derecha, es la cultura del centro, el prescindir de esa alternati- mente fracasaron por ellas. Entonces, debido a nuestra memoria de

va que niega la civildad, como democracia liberal civil-burguesa. Hay corto alcance, que olvida el pasado como causa y se aferra exclusi-
que defender esta satisfacción con la normalidad y esta resistencia a vamenle al presente, y que además tiene la necesidad de encontrar
la seducción de lo grandioso: también contra las Gasandras y atletas un chivo expiatorio, carga estas díficultades a los comportámientos,

oficiales del quejido que son los que hoy niegan el mundo civil-bur- dirigentes y exponentes gue actúan en el presente: así se llega a la
gués, que satisfacen su necesidad de decepción con nostalgia de la negación del presente civil.burgués y a las réacciones nostálgicas

revolución y hostilidad al presente, y acrecientan su llamado agorero .hacia el pasado totalitario y arrticivil-burgués. contra ello sólo sirve de
como capacidad para ser guardianes del No. Contra el elogio de ayuda trarisformar esa memoria de corto alcanóe en una de largo

idealismos bienintencionados, es hora de rehabilitar el sentido prag- alcance: con rbcuerdo, y especialmente con aquel recuerdo metódi-

mático del escepticismo. Sin embargo, esto necesita espíritu de con- co en que consisten las ciencias del espíritu históricas.
tradicción y valor: aquel valor que de la manera más legítima y literal b) El efecto negador del éxceso dé expectativas. La impresión
considerando la historia de los conceptos de andreia potitikéy que causan las carencias, es decir, la decepción ante el mundo civil-
-aun burgués puede tener dos motivos: o hay demaéiado poca satisfacción
fort¡tudo civiti*se llama ocoraje siyil», es decir, el valor para la civil-
dad. Y ahora, para finalizar, llegamos a la última sección. o hay demasiadas expectativas. Creo que sobre lodo padecemos un
r03 exceso de expectativas: a un pen$amiento en general lleno de pre_ 104
tensiones le coresponde también un pensamiento lleno de preten-

3. siones respecto a la perfección del mundo. Hegol, en su crítica al


¿Recaída en la negación de ta civildad?

Con el final de la filosofía de la historia negadora de la civildad, el 4. wBergsdorf, .Rekord im Kanzleraml", en Dié pottüsctle Mernung, s24 (r9s6),
mundo moderno llega a sí mismo como mundo civil-burgués. pone págs.6&66.
u
)
) deber,6 mostró que las exigenc¡ae pcr.fooolon¡stae del deber actúan
durante doce años. Por eso queremoo recuperar el No que enton'

) como pérd¡das de realidad. Hoy, eete mcoanlomo negador actúa


ces no dijimos, dioiendo No ahora: qugremos ofrecer, a cambio del

a entre nosotros. Porque la realidad prosente deberla Ber Bl cielo en la


levantamiento nunca realizado conira la dictadura, una rebeldía cró-
nica conlra la no.dictadura del mundo liberal civil-burgués. Esto es
) tierra y no lo es, es reducida a infierno en la t¡erra, como ei no exis-
lo que yo denomino, con un concepto que se opone al concepto
tiese un estado intermedio y no valiera la pena defender su existen-
) Apologh d. la cia: la tiera en la tiena. Nosotros, miembros mimados de una cultura
freudiano de "obediencia retrospectiv¿,, la desobediencia retros- Filosolla de h
compsnsación
) clvlldad
tardía que querríamos ser mimados por un mundo parfectamente
pectiva. Esta desobediencia retrospectiva puede ser oomprensible

a logrado, producimos nuestra hostilidad a la modernidad, la tendencia


como reacción, pero no es rac¡onal, sino más bien absurda, porque
quiere equiparar el No nunca dicho contra una situación inhumana a
) a la negación y el rechazo del mundo civil-burgués, mediante preten-
un No contra una situación humana, y pretende salvarse de su no
a siones de perfección carentes de sentido.
c) La nostalgia de malestar propia del mundo del bienestar.
resistencia a la tiranía con la resistencia a la no tiranía. Y también se
a Donde lo negativo desaparece progresivamente de la realidad, gra-
olvida a menudo que antes de dar ese Sí equivocado durante doce

) cias a aquella descarga que es la cultura moderna, no desaparece


años, se dio un No equivocado durante quince: a la República de Wei-
mar. Así es como! en vez de surgir una paz vencedera con lo moder-
) al mismo tiempo la necesidad humana de negación. Simplemente se
no, lo civil-burgués, el mundo liberal presente, se origina una suerte
queda en paro, y llena de nostalgia por el malestar, busca nuevas
) de círculo vicioso de Nos y Síes; porque cuando se ha dicho Sí en el
ocupacionos y acaba por encontrarlas, aunque sean de su inven-
¡ lugar equivocado, ante una situación inhumana, y después se dice No
ción, incluso en aquella cultura moderna que se ha descargado de
a lo negativo y justamente porque se ha descargado de lo negativo. en el lugar equivocado, ante una situación humana, es muy fácil que

a Finalmente, y en ausencia de otras posibílidades de negación, la


se vuelva a decir Sí en el lugar equivocado, ante una situación in-

a nostalgia del malestar propia del mundo del bienestar acaba nom'
humana; por eso, creo yo, triunfan en Alemania en los últimos años

t brando el mundo del bienestar Estado del malestar. Porque cuanto


mejor les va a los seres humanosr peor encuentran aquello gracias
tantas simpatías románticas, oportunistas y nostálgicas hacia las dic-
taduras rsvolucionarias; y es evidente que seguirán triunfando.
a e) La permanencia de la necesidad de lo extraordinario. El

t a lo cual les va mejor: la descarga de lo negativo, justamente ella,


seduce hasta negativizar lo qug descarga, de tal modo que la
mundo liberal civil-burgués prefiere, al modo aristotélioo, el centro
antes que los extremos; ias pequeñas mejoras antes que los gran-
, modernidad, el mundo civil-burgués con todas las ventajas que ofre'
I ce a la vida, se convierte en sospechosa; porque vence las crisis, se
des cuestionamientos; lo cotidiano antes que la umoratoria de lo

t la reconduce a su propia crisis para que refuerce aquella nostalgia


ootidianoo (como lo ha llamado Manés Sperber);6 lo regulado antes
que lo elevado; la ironía antes que el radicalismo; el orden económi-
I finalizante que aparece como negación de la civildad.
d) La desobediencia retrospectiva que refueaa esa tendencia al co anles que el carisma; lo normal antes que lo enorme; resumien-
I No al mundo civil-burgués, especialmente en Alemania. Tiene que do, la civildacl antes que su negación. Es cierto que el mundo
civil-burgués, gracias a las ventajas que aporta a la vida y que se
106

D ver con nuestro pasado más oscuro: nos aterroriza decir Sí, porque
dan por supuestas, no es muy excitante, más bien resulta un poco
¡ en el segundo cuarto de siglo, en nuestro país se dijo demasiado Sí
aburrido y demasiado humano. Por eso a algunos no les satisface,
D
I 5. Véase O. Marquard, "Hegel und ¿as Lorcn", en O. M., Schwieigke¡ten mit der
Geschtchtsph¡losophie. Aufsáae. Francfort a. M,' I073, págs.37-51. 6. M, Sperber, Leben im Jahrhunde¡t der Weltkiege, Franclort a. M., 1983, pá9. 48.

f
D
)
l-
porque no satisface su necesidad de lo extraordinario, como tampo.
I
I
I
" co satisface el ansia de reforma y la necesidad de poder
de loe
guardianes de lo extraordinario y de los mejoradores radicales dol i
I
i
mundo. Esa necesidad de lo extraordinario fue generada por la exa-
geración de la idea de progreso en la filosofía de la historia, que
Apologfa da la debía ofrecer a los seres humanos un lugar extraordinarío, comen-
civildad
zando por el presente que se estaba convirt¡endo en civil-burgués: el
estado de excepción del máximo avance. Porque cuanto más se
comprende que lo avanzado del presente es sobrepujado por lo
avanzado del futuro y con ello desmaxímizado, o cuanto más se
comprende, especialmente a causa del colapso de la fllosofía finali-
zante de la historia, que la utopía del progreso enfático o revolucio-
nario se vuelve aporética, el presente se ve amenazado por una
pérdida de lo extraordinario. Y por ello debe salvarse lo extraordina-
rio del presente mediante una extraordinaria negación del presente,
del mundo presente civil-burgués. Si el presente no es el estado de
excepción más positivo, entonces deberá ser al menos el estado
de excepción más negativo; si no es lo insuperablemente mejor,
entonces al menos deberá ser lo insuperablemente peor, la oépoca
de la pecaminosidad consumada», que se confírma al negar el
mundo presente civil-burgués, con esa negación de la civildad, que
así, con esta permanencia de la necesidad de lo extraordinario,
sobrevive a su propio fin.
Pero es irracional suslituir la ilusión del estado de excepción más
positivo por la ilusión del estado de excepción más negativor ! no ari
último luga¡ porque en general el romanticismo del estado de excep-
ción es ya irracional. Racional es quien evita el estado de excepción.
Por ello, creo que todo habla a favor de la civildad; y por ello, creo
que todo habla contra la negación de la civildad.
..rw
?
p
?
p
Comienzo con la sección:

p 1. Acceso
?
p Descarga del absoluto Mi conferencia no es la de un experto en Blumenberg, puesto que Filooflade h
compensaoién
yo no soy un experto en Blumenberg. Y aunque es más que mucho
) Para l,lans Blumenberg, in memoriam
p lo que he aprendido de é1, tampoco soy un discípulo de Blumen-

p berg; para eso pertenezco demasiado a su generación, sólo ocho

p años más joven que él; y además lo conocí demasiado tarde, entre
el principio y la mitad de los años sesenta. Y tampoco soy un inv.es-
, tigador especializado en Blumenberg, alguien iuya intención es leer

u todo lo que escribió, interpretarlo, examinarlo a fondo y conocer al


máximo las circunstancias de su vida. Cierto es que animé a mis pro-
pios alumnos a leer a Blumenberg.y a escribir sobre él; por ejemplo
a Franz Josef Wetz, que naturalmente también lo habría descubierto
E
p Hans Blumenberg, que murió el 28 de mazo de 1996 en Altenberge, sin mí. Yo mismo he hablado y escrito sobre Hans Blumenberg: la
cerca de Münster, había nacido el 13 de julio de 1920 en Lübeck. primera vez en 1968, en el volumen sobro el mito de la publicación
!t Hoy, la ciudad hanseática de Lübeck le honra con un acto dedicado Poetik und Hermeneutik y fui yo quien escribió y pronunció las Lau-

a a su memoria. Se me ha pedido que pronuncie un discurso. Cones' dationes sobre él cuando se le concedió el premio Sígmund Freud

a pondo a esta petición en relación con un hombre que no sólo valoro


como fitósofo más allá de toda medida, sino al que también aprecia'
de prosa científica cle la Academia Alemana de la Lengua y la Poe-
sía en 1980, y cuando se le nombró doctor honoris causa por el
a ba como persona; y lo haré completando con algunos recuerdos per' departamento de Fifosofía de la Universidad Justus-Liebig de Gies-

) sonalos el intento de una breve caracterización de su obra, que yo sen en 1982. Fero no soy un experto en Blumenberg; insisto en ello

considero, coíncidiendo con muchos filósofos e intelectuales de todo para que sepan lo que pueden esperar de mi conferencia y lo que
,
a el mundo, una de las más fascinantes de la filosofía alemana después no. Es cierto que su obra está siempre presente en mis trabajos,

a de la Segunda Guerra Mundial. «¿Qué filósofo actual considera


usied significativof», se le preguntó a Hans Jonas, y respondió: oHans
porque me fascina, me entusiasma, pero mi acceso a ella tuvo otros
motivos, Forque se dio en otras circunstancias.
a Blumenberg".
a Ordeno mi caracterización en las siguientes cuatro secciones: a) Conocí de cerca a Hans Blumenberg cuando en 1965, en 1t0

a Giessen, me convertí en su colega más íntimo, aunque por poco

a l.
2.
Acceso
ldsa fundamental
tiempo, cuando fui llamado a ocupar una segunda cátedra de Filo-
sofía que él mibmo había creado en aquella universíclad. Recuerdo
) 3. Forma de escribir con agradecimiento la ayuda que me prestó al principio, cuando yo
a 4. Finitud no era más que un joven catedrático de Filosofía sin ninguna expe-

a
a
a
r¡encia, al mostrarme cómo se dirige un instituto. Entorices me con. Para ello no necesitaba un conocimiento erudlto y dotallado de Blu.

fesó: "Aquí el director es usted; porque en 'lg6o menberg, sino más bien un pragmático oonodmlmto alntótico de su
él mismo
-cuando filosofía; aungue cada vez era más diffcil mantcncrlo, porque el votu-
llegó a Giessen convertido en catedrático, dejando atrás una plaza
de catedrático adjunto en Hamburgo- se olvidaron de nombrarme men de su ebra no dejaba de aumentar, porgue ontoncee, después

director, y yo nunca lo he reclamado; no sé si puede servir para de su disertación de Kiel y de su tesis dootoral, que no habían sido
Descarga del algo". Y así, cuando él se trasladó oficialmente a Bochum, yo pude editadas, de sus estudios sobre Copérnico y sus trabajos sobre his. Filosofia de la
absoluto compensarión
conceder el permiso a su secretaria toria de las ideas, sus Paradigmen zu einer Metaphorologie
-lo que hice sin dudar- para
que continuara transcribiendo las cintas que él grababa. Así fue
lpara-
digmas para una morfologial de 1960, aparecieron sus libros más

como en la calle Ludwig número 12 de Giessen se escribió Die Legi- gruesos: después de Legiümitát der Neqzeit [La legitimidad de la
timitát des Neuzeit [La legitimidad de la modernidad];y desde enton, modernidadJ, en 1966, apareció en 1gZ5 Die Genesis der kopemi-
ces sé que al menos sus libros más gruesos son libros dictados. kanischen Welt lLa génesis del mundo copernicanoJ, en 1929
b) Asimismo, en 1965, Helmut Schelsky nos propuso a Hans A¡beit am Mythos [El trabajo del mito; de próxima publicación en
Blumenberg, Hermann Lübbe y a mí como miembros del grupo fun- Paidós], en 1981 La legibitidad del mundo,en lgAO Lebenszeit und

dacional de la que después sería la Universidad de Bielefeld, en la .Weltzeit ffiempo de vida y tiempo del mundo], en 19g9 Hóhte-
Westfalia oriental. Y como era característioo de Hans Blumenberg, nausgánge lSalidas de la caverna] y numerosos libros más peque-

su interés no se limitaba a la especialidad de filosofía, sino que se ños, como Naufragio con espectador, La risa de ta mqjer tracia, La
inquietud que atraviesa el rfo y Mattháuspassion
centraba en la investi§acíón interdisciplinar. Y finalmente: [La pasión segrÍn
c) Hans Blumenberg fue uno de los cüatro fundadores de un san Mateol. La única manera de alcanzar un pragmático conoci-
grupo de investigación pionero por su carácter interdisciplinar: miento sintético de estos libros, que abrazan tantos temas y formas
oPoética y hermenéúti6¿», eu€ se inició en 1g63 en Giessen y al gracias a la enorme erudición de Blumenberg, consiste en practicar

cual pertenecí a partir de 1966. Ouien marcaba el papo era Hans una reducción de su complejidad, lo que se asemeja a aquella
reducción por la que hoy se interesan los artistas:
Robert Jauss, pero no había duda de que quien dominaba como filó- ¿cuánta pintura
puedo extraerse de una pintura sin que deje de ser una pintura?
sofo era Hans Blumenberg. Su influencia quedó impresa en el grupo
mucho más allá de su séptimo coloquio, en 1974, cuando Blumen- ¿Cuánto teairo puede sustraerse a una obra de teatro sin quo deje
berg se retiró, habiendo deseado que el grupo de transformara en de ser teatro? ¿Cuánta música puede ahorrarse en la música sin
que deje de ser música? Completamente análoga es la pregunta:
un actívo intercambio de correspondencia entre los miembros. Con
esa actividad fue uno de los iniciadores decisivos del trabajo inter- icuánto puede exlraerse de la obra de Blumenberg sín que el resi-
disciplinar en filosofía. duo que resulte de esa destrucción de textos deje realmente de ser
Blumenberg? Mi colega germanista Ulrich Karthaus me ha recorda-

111 En estas tres situaciones, como colegas en el mismo departa- do de forma muy pertinente a Morgenstern; para esa reducción 112
mento, conviviendo en el mismo grupo fundacional y colaborando en seria útil disponer del invento de Von Korf: ncafas, cuyas energías/

el mismo grupo de investigación, era inexcusable conocerlo a él y a los libros le resumían", y resumir tos textos completos de Blumen-
su filosofía, y conocerlos tan bien que fuese posible un juego coo- berg, no sólo en «un signo de interogac¡ón» eso haría
-aunque
perativo fructífero; que fuese posible, por decirlo en el lenguaje del honor a la filosofía-, sino en algo en cierto modo oquivalente: en su

fútbol, un entehdimiento ciego en un juego sin balón y al aire libre. idea fundamental. Sobre ello, la sección siguiente:
a
a.
) 2. ldea fundamental
especialmente al trabajo del mito: transformando la realidad en una

a pluralidad de historias y sus horrorea en juegos, mediante una


sión de poderes arcaica y mÍtioar. Los seree humanos no podemos
"divi'

a Anteriormente me parecía y me sigue paraolmdo (uc lr ldea funda-


renunciar a ello. Según este libro, que Para Blumenberg se convier'
¡ mental de la filosofía de Hans Blumenbarg ¡¡ lr ld¡r dr la deacarga
te finalmente en un libro sobro Goethe, estamos obligados al mito:
del absoluto. Los seres humanos no soporttn lo ¡broluto. Tienen
, al mito no se le puede "pone¡ fi¡»; las historias, las imágenes, los Filomfia de la

I Dcrcar0tr dol
ebroluto
que conseguir, de las más diversas formaa, lnterponer dirtancia. Asf
lo formulé por primera vez en mi Laudatlo eobrc á1, ouando ee le
mitos nunca quedan detrás de nosotros. También lo confirma el libro
de Blumenberg sobre La legibilidad del mundo: los seres humanos
oompensaoion

) concedió el premio Sigmund Freud en 1980, en Darmetadt' y al aca'


I bar le pregunté: «¿Se siente muy insatisfecho con eeta interpreta'
se descargan de la realidad absoluta mediante su transformación
distanciadora en una realidad legible que nos impone la tarea de
a ción?". A lo que é1, que podía ser muy educado, contestó: oSólo
leerla, siempre como el libro de los libros en el trasfondo, de tal modo
estoy insatisfecho con que se pueda notar tan rápidamente que todo
¡ que nuestros más avanzados científicos de la naturaleza siguen sien-

t va a parar a esa ideao.


La tarea vital del ser humano es la descarga del absoluto, la cul'
do filólogos y exegetas, por ejemplo cuando descodifican el "código

t tura como trabajo de la distancia. Creo que de eso trata la filosofía


genéticon. También l-lóhlenausgánge continúa desarrollando ese

I de Hans Blumenberg. De eso trala Legitimitát der Neuzeit: los seres


concepto de la descarga del absoluto: para descargarse de la mor-

t humanos no soportan a Dios. Por ello inventan la Edad Media, como


primera superación de la Gnosis, y la modernidad, como segunda
talidad absoluta del mundo exterior, los seres humanos necesitan,
encuentran y construyen sus cavernas; como animales que inevita-
D superación de la Gnosis: se protegen del oabsolutismo teológico'
blemente corren peligro si se exponen a la vista, buscan refugio en
esas cavernas y en sus sucesoras formales, las institucíones, y allí
D de un Dios demasiado omnipotente mediante la invención de una
desarrollan la cultura, la interioridad y la reflexión, con las cuales
¡ cultura de la autoconservación y la autoafirmación, y de una cultura
mantienen a distancía esa realidad absoluta cuya inmediatez es
¡ llena de curiosidad científica que son propias de la modernidad. Y de
peligrosa. Así, paso a paso y bajo distintas formas, Hans Blumen-
esa descarga del absoluto trata el libro de Blumenberg Die Genesis
¡ der kopernikanischen Weh,los seres humanos no soportan el dolor
berg muestra que los seres humanos viven descargándose de
D aquella realidad inmediata e insoportablemente absoluta, a la cual
del mundo e intentan olvidarlo volviendo la mirada hacia el cosmos
f inmenso y fascinante, empleando la "teoría" que fue inventada por
también pertenece Dios. Pero al descargarse los seres humanos
de Dios, se.descarga Dios al mismo tiempo de ellos y los abando-
f loe griegos a la vez que la tragedia. Pero lras el desencantamiento
copernicano, ese cosmos fascinante se descubre como un desierto
na: Dios está muerto. Así es como Blumenberg, en una nueva
] recepción de la Mattháuspassion en 1988, escucha a Bach como
t donde no hay nada que descubrir, y del que los seres humanos tie-
nen que descargarse a su vez mediante una afirmación de la tierra
si fuese una especie de Nietzsche antes de Nietzsche, al convertir
en centrales las que en esa historia de la pasión son las últimas 114
, 113 como oasís en el desiertoi como 6sa t¡erra quo es el mundo de la
palabras del Hijo cle Dios en la cruz: nMi Dios, mi Dios, ¿por qué
) vida humana. Y también trata de la descarga del absoluto el libro de
me has abandonado?", Crso que este libro tardío de Hans Blu-
D Blumenberg Arbeit am Mythos, En un principio histórica-
-que menberg es justamente lo que ya eran sus primeros libros: una
mente siempre ha estado preacrito- dominó ol "absolutismo de la
) realidad". Los seres humanoe'atenuaron su dependencia de ese
radicalización de la pregunta por la teodicea, que no encuentra res-

) inmenso poder amenazante llamado realidad gracias al trabajo' y


puesta alguna.

)
)
)
Repito: la idea fundamental de la filosofía de Hans Blumenberg la más general"Teoría de la inconceptualidad», qua ar rlrplndhr dr
me pareció y me parece que es la idea de la descarga del abaoluto. Naufragio con espectador de 1979, continúa ilbrrylndo qua d hn.
Los seres humanos no soportan lo absoluto sea la realidad o guaje conceptual exacto no es la forma inmeionbb dd bngurlr glm.
-ya
Dios-: tienen que interponer distancia. Su tarea v¡tal, la cultura, ee tífico. El programa cartesiano de la terminologheclón y la formalhaolón

eltiabajo de esa distancia, que al mismo tiempo es la suavización de de las ciencias es insuficiente. Ni la cienoia nl la flloaoffa puodcn aallr

Deacarpa dal la unicidad mediante la pluralidad, mediante la descarga de aquel adelante sin imágenes y mitos: ambas tienon eldeber de la metáfora. Fllo¡oll¡ dc l¡
absolulo componraolón
absoluto sea la realidad o Dios- cuyo poder indivisible no Déjenme que lo formule un poco a la liger* el grog ee hace asf: puede
-ya haber agua, deberh haber azúcar y dsbs haber ron. Y la filoeof[a se
soportamos, y sólo podemos tolerar al interponer distancia gracias a
una pluralidad de formas de relacionarlos con é1, mediante l¿ «pro- hace así: puede haber formalización, deberla haber terminología y

clamación del plural,, como lo ha denominado Eckhard Nordhofen' debe haber metáfora. Si no, no merece la pena ni beberse lo primero

Pero encuentro a faltar un libro fenomenológico-antropológico de ni fílosofar con lo segundo.

Hans Blumenberg que nos hubiera dado la posibilidad de compren' Por ello opinaba Hans Blumenberg, y lo hacía como un buen
der más plásticamente esa idea fundamental de la filosofía de Blu' hermenéutico, que ni el sistema filosófico puede separarse de su
menberg, esto es, que los seres humanos necesitan la descarga del . historia (llistorie), ni tampoco los conceptos y metáforas filosóficos

absoluto. Esta idea fundamental impregna también' creo' su manera pueden separarse de su historia (Geschichte). Por eso le corree-
de escribir, sobre la cual quisiera ofrecer unas observaciones en la pondió a é1, siguiendo las huellas de Ernst Cassirer, dar el paso de
sección siguiente. un pensar sustancial a un pensar funcional en la historía de la filoeo-
fía, de las eiencias del espíritu y de la ciencia. Para Hans Blumenberg,
la historia no es una carretera por la cual transportar la sustancia
3. Forma de escribir inmutable de las tradiciones, de tal modo que los historiadores
pudieran discutir contra qué árbol de la caretera se topó en un qcci-

Porque también en la forma literaria de sus trabajos, en los que argu' dente o dónde tuvo lugar un robo, como ese robo en que consiste
que es ün sistema doméstico de plaZas que
mentaba explicando de forma discursiva o aforístíca, Blumenberg la
"secularizaci§¡», sino
buscaba esa descarga del absoluto. son ocupadas por respuestas y otros arregfos vitales en calidad
El fitósofo Hans Blumenbe¡9 es al mismo tiempo un escritor signi- de portadores de funciones; cuando éstos desaparecen, quedan de
ficativo. No sólo poseía el talento de percibir los problemas de la nuevo vacantes y con la obligación de encontrar otro ocupante; pero

forma más sensible, sino que también era capaz de exponerlos del su ocupación trae consigo problemas en las otras plazas, ya que
modo más cautivador. Escribía una prosa científica impresionante, una casi todo está en conexión con todo, y así todo se mantiene en un
prosa que evidenciaba la tensión creciente de los $roblemas, hasla el movimiento continuo. áste es el ohistorismo" do Blumenberg, que él

ft5 punto de que los problemas filosóficos se convertÍan casi en pesadi' entendía como título honorífico. Este modelo de la historia como 116

llas; como yo los llamé, sus eruditos mamotretos no son más que cambio continuo en el reparto de papeles, que opera con la metáfo-
camufladas novelas de intriga filosófica, que nos enseñan a estar más ra de un sistema dornéstico de plazas, agudiza el eentido para des-

atentos a lo que sucede. Pero Hans Blumenberg no sólo la escribió, cubrir las cargas sucesivas de la historia y por ello creo que es útil
sino que dejó dicho qué es la prósa científica y qué es la prosa filosó' para reemplazar de manera beneficiosa un ponsar de convicciones

Iica. Desde Paradigmen zu einer Metaphorotogle de 1 960 y hasta con personales por un pensar responsable.
a
a.
) Hans Blumenberg üampoco ao dcló muttÍ por ara prohibición
central relativo al tiempo, y lo haoe tomando como fundamento una

a de la metafísica hoy vigente. Él ee menturro drrndo r lar grandes


interpretación peculiar y brillante ds la ufonomenología genética' del

a preguntas de la filosofia sobre Dioe, el mundo y al aar humano, la


Edmund Husserl tardío. Una vez los eeres humanos han sido expul-
sados del mundo de la vida, inmediato y evidente, cuanto más des-
a muerte, el mal. Por ejemplo la pregunta: ¿tpatoa ql prordo a cauea
cubren el llamado mundo "objetivo" con su "tiemPo del mundo"
a de la muerte o es a la inversa, el pecado el quc lntroduoc ls muerte
inmenso e inconmensurable, más fatalmente descubren a la vez que Filosofta de la

t Dsrcarsader en el mundo? ¿O podría ser tal vez que et ccr humano, cl ccr que
absolüto
"duda" y por ello opiensa", tiene demasiado poco tlempo de vida
su "tiempo de vida" es un mero "episodio" brevísimo limitado por la
ompensac'xin

a para poder dudar lo suficiente? Como ha subrayado eapeolalmente


muerte, frontera inexorable para sus apetitos de mundo, tanto vitales

a Franz Josef Wetz en su libro sobre Blumenberg, élBo mantieno afe-


como cognitivos. La «congruencia, de utiempo de vida y tiempo del
mundo, se descubre como ilusióh, mientras se impone como realidad
a rrado a esas grandes cuestiones y no las abandona. De hecho, yo no
conolco ninguna filosofía contemporánea que conociendo tan exac-
el (corte de una tijera temporal,,. El carácter de préstamo de nues-
¡ tamente la historia de la crítica a la metafísica, continúe produciendo
tro tiempo de vida pasa a ser cenlral para Hans Blumenberg: nuestro

a tiempo es finito, porque el futuro más seguro de cualquiera es su

t metafísica de manera tan carente de prejuicios y tan fructÍfera como


la filosofía de Hans Blumenberg. Nunca aceptó prohibíciones al pen-
. muerte. Y aquí debo corregir una temprana interpretación mía y
prestar atención a la reclamación escriüa de Blumenberg: esto no era
a samiento: para él todo era filosóficamente importante, desde los
para él una indignada protesta contra la muerte porque ésta limita
I hallazgos cotidianos descriptibles fenomenológicamente, pasando
nuestro acceso al mundo, sino que Blumenberg contempla la muede
a por las anécdotas, hasta la literatura y la poesía y la Biblia. Tampoco
se dejó prohibir ningún géneio estilístico: desde la miscelánea de
como la condición de la libertad, tal como se lee en su ensayo de

o historia de las ideas o de historia de las metáforas, pasando por el


autocomprensión de 1983, en el que recurre a Séneca. Cita: Qui

I tratado filosófico, la obra fundamental que analiza los problemas sis-


potest mori non potest cogi, traducible del siguiente modo: nQuien

t temática e históricamente, hasta el ensayo, la narración poética, la


sabe morir no se deja atormg¡ta¡» (hasta aquí la cita de Blumenberg)'
Pero es cierto que el más escaso de nuestros escasos recur§os ea
a fábula y el aforismo. También como autor cultivó una división de
podeies estilística y así dividió al autor único Hans Blumenberg en
la duración de nuestra vida. De este modo nos experimentamos a
a una pluralidad de autores cuanto mayor se hacía- que el
nosotros mismos como episodios; y el libro Lebenszeit und Weltzeit
-más se convierte en una fenomenología temporal de la finitud humana'
D filósofo múltiple volvía a unir en sí mismo. Finalmente, para acabar
t esto ensayo de caracterización, intentaré referirme q un problema
que preocupó a Hans Blumenberg de un modo especial, y lo haré
Para los seres humanos existen señales anunciadoras de esa
'finitud
temporal: las enfermedades. Así lo interpretó Hans Blumen-
¡ berg en su artículo oGoethes Sterblichkeit,, [La mortalidad de Goe-
! en la última sección.
thel de 1982, en referencia a los golpes del destino y crisis de salud
I 117
de aquel poeta al que tanto,se dedicó, no sólo en su libro sobre el
mito, que llegó a afirmar que el aniversario de Goethe le importaba
118

, 4. Finitl¡d
más que el suyo propio. Así, fue sirnplemente consecuente que la
a finítud como mortalidad se convirtiera en el centro de atención filo-
I El libro de Hans Blumenberg que prefiero es Lebenszeit und Welt-
ze¡tt que publicó hace ahora diez años, en 1986. Blumenberg'explo"
sófica de Hans Blumenberg, Porque la descarga del absoluto con-
D ra en él la hreveciad de la vida humana, consíderándola el problema
lleva la importancia creciente de la finitud.

a
¡
t
l
para dedícar plenamente
Blumenberg dio respuesta en su praxrb vital a esta experiencia I
su capacidad dc lrrbflo tut taxtoq en
una gestión económica del escaso rocuruo qrc
de no tener tierppo, que explicq, filosóficamente sobre todo en aa h bruvodad de la
vída, y concentrado en una enorme taÉa lsotoil y
Lebenszeit und Weltzeit, adoptarfio unas particularidades que le m cl dlálogo a
dos voceé con su grabadora. pero ee guole olvldü que
crearon la fama de Cer una persona eeto no fuo
"difícil,. Sin embargo, mi expe.
riencia con él no lo frie en absoluto: yo lo conocí como alguien dis- asídesde elprincipio; porquo alprinciplo, ad6más de
dedicaree a la
puesto a ayudar, cautivador, leal, por supuesto también estimulante, docencia y la investigación, invirtió muchas energfae
Descarga del en el trabajo Filoaoffade h
absoluto para la universidad: como miembro durante mpensación
y como alguien con quíen uno podía llevarse bien, y esto gracias a años det senado de la
su sentído del humor y a una especial sensibilidad hacia los juegos Comunidad lnvestigadora Alemana, o por ejomplo
en la recons-
de palabras, con la que sabía apreciar los chistes inteligentes y que- trucción institupionar de ra universidad de Giessen. pero
al finar tuvo
la impresión legftima de que él ya habÍa cumplido
daba del todo desarmado ante ellos. Es mi convicción que esas par- con sus deberes
institucíonales más que la mayoría; y que entonces
ticularidades surgían precisamente de que é1, comprendiendo la les tocaba a
otros; decisión en la cual también debió pesar lo que
escasez de la duración de su vida, la organizaba de una manera más sucedió con la
consciente y racional que.la mayoría de sus congéneres. Recuerdo universidad a partir de ig6g. por eso, para recuperar el tiempo per-
una buena conversación con é1, el 16 de octubre de iggO, cuando , dido, desde 1920 como catedr¿{tico en Münster y desde 1gg5 como
de le concedió en Da¡mstadt el premio Sigmund Freud. Me dijo: emérito, se retiró a su caverna privada, su refugio y estudio
en Alten-,
berge, en la región de Münster, y como quien dice arrancó
"Usted no ha perdido tiempo en su vida. Yo perdí ocho años y debo
. el timbre
recuperarlos,. Evidenlemente él pensaba, aunque sin mencionarlo, de la puerta. Hans Robert Jauss, Henning Ri.tter y Martin
Meyer luvie-
que en 1939, cuando finalizó la escuela, no se le permitió entrar en ron el valor de sartar de tanto en tanto esa barrera y
no sóro con
la universidad párqu" según la terminología nazi eraomedio judío,. llamadas telefónícas. Los demás, y yo me lo reprocho
a veces, sgn-
Por ello hubo de dirigirse a la escuela superior de {ilosofl¡a eclesiás- tíamos tanto respeto por ét que tambíén respeiamos
ese aislamiento
tico-teológica de Paderborn y San Jorge, y cuando también esto le metódico que, aunque él lo deseara, también le hizo
desgraciado.
fue prohibido, entró a trabajar en la empresa Dráger-Werk de Aquel hombre estimulante, impresionante, grandioso, cuya
caracterfs-
Lübeck, donde estuvo a salvo durante un tiempo. Al fin le tocó ir a un üca singular era tener sólo caracteríslicas singutares, probabtemente

campo de concentración, del que consiguió librarse y se escondió infravaloró de qué manera tan fuerte y frucüfera seguía
estando pre-
en Lübeck hasta que, al acabar Ia guerra, por fín pudo estudiar en sente como filósofo y como escriton No lregó a pubricar
sus úrtimos
Hamburgo y en Kiel. Según me llegó, recuperaba ese tiempo perdi- trabajos, reflexiones sobre los diarios de Thomas Mann y una
antro-
pología fenomenológica de la que ya hablaba
do durmiendo sólo seis veces por semana y ganando semanalmente en 1g82, cuando le con-
un día de trabajo: al convertir la noche en jornada laboral. Esto, que cedieron el doctorado honoris causa en Giessen, y
mi esposa y yo lo
invitamos a caaa por última vez. ,¿para quién?,,
no faciliiaba precisamente el acceso a é1, era su respuesta práctica debió haberse pre-
guntado. Creo tener la respuesta que desmiento
t19 a su experiencia de la falta de tiempo, cuyas raíces están cjescritas osa resignación más 120
filosóficamenle en Lebenszeit und Wettzeit. El mismo contexto allá de su muerte. ¿Para'quién? para nosotros y para
é1, porque no
explica que a finales de los años sesenta se retirara de la vida públi- toleraremos perderie, ni aunque él mismo lo quisiera.

ca para concentrarse y así recuperar el tiempo perdído: ninguna


conferencia más, lejos del turismo científico y sus brgías de discu-
síones, de los enfrentamientos congresúales entre universidades,
t;
rl
:.
f
n
p
siónl (1971); Fortschritt ats Orlentlerungsproblem [progreso como
problema de orientaciónl (1975), Phllosophie nach der Aufklárung
[Filosofía después de la l]ustraciónl (1980), y especialmente aque-
:t llos tres libros que hasta ahora pueden coneiderarse sus obras cen-
trales: Gesc.h ichts begriff u nd G esch ichtsrnteresse [Concepto de
;
L llustración con sentido de la realidad
Para el 7O aniversario de Hermann Lübbe [Religión después
(lg7l'h Retigion nach der Aufktárung
historia e interés de la historial
do la llusiración] (1986) y tm Zug der Zeit lEn el
F¡losofh dE lá
cmpansación

: tren del üempol (1992). Los hallazgos filosóficos más importantes


) de Lübbe pueden resurnirse en las síguientes cuatro tesis:
rl
a 1. Vivimos y pensamos *después de la ilustración". Lo cual no
significa un rechazo a la llustración, sino todo lo contrario: en el
tr mundo moderno, la llustración es fundamentalmente un éxito que
D .merece ser afirmado. No es simplemente una época anterior, sino

b un considerable trabajo que ya ha sido realizado. Allí donde surge

b malestar ante la exitosa llustración, proviene de la hostilidad a la

b El 31 de diciertbre de 1996 cumplirá 70 años: Hermann Lübbe' ciencia y del desagrado por la cultura, que son parasitarios. Contra

I quien desde 1971 ha enseñado filosofía y teoría política como cate- lales tendencias
"antiilustradas" hay que defender el mundo moder-

t dratico de la Universidad de Zürich, y después de haber sido nom'


brado emérito es catedrático honorario. Está fuera de toda duda que
no de la llustración: con coñnron sense y razón pragmática.
2. En el mundo moderno de la llustración, el progreso lleva la
D pertenece a los mejores y más iÉfluyentes pensadores de la filosofía crisis en su senot y no porque lo frenen «estructuras osificadaso,

a contemporánea.
sino porque corre demasiado desenfrenado. Nuestro problema es la

t Nació en Aurich, en la Frisia oriental; estudió filosofía, teología,


eociologla y germanística; se doctoró en Friburgo y obtuvo el docto'
velocidad creciente del carnbio en el mundo moderno, la aceleración
de la innovación y la ureducción del presente,; cada vez hay más
) rado en Erlangen. lmpartió clases en Erlangen, Hamburgo y Müns'
cosas que se precipitan cada vez rnás rápido en el pasado, y cada
D tor, antes de ser catedrático: primero lo fue en Bochurn' luego en vez hemos de despedirnos más rápido del presente en favor del futu-

D Bielefeld y finalmente en Zürich. Mientras tanto, entre 1966 y 197O' ro, de modo quo aún viviendo en el presente, lo percibimos como un
pasado que será para el futuro, con «precepción».
D fue secretario de Estado del gobierno Kühn del SPD en Renania del

I norte-Westfalia. Es miembro de diversas academias científicas y


representa un importante papel en organizaciones para el fomento
3. Este problema do la aceleración no podrá ser resuelto con un
sobrepujamiento revolucionario de la aceleración; sólo la formación 122
D de la ciencia. Hasta hace pooo dirigió el comité estructural de la de una cultura mocierna de la continuidad podrá resolverlo o al
a comisión fundadora de la Universidad de Erfurt. menos hacerlo soportable. Por eso, en la época de las unificaciones
mundiales aceleradas, como la europeizaciónr prosperan los regio-
ü Su obra filosófica es voluminosa; menciono sólo algunos de sus

t muchos libros: Poi?3 che Phlloiophte ln Deutschland [Filosofía polí'


tica en Alemanial (1969)' Thcorle und Entscheidung ffeoría y deci-
nalismos; y por eso mismo, a la oreciente velocidad con que las
cosas pasan de nioda, le correspondo como compensación la
o
a
D
partido rico en tradiciones se pasó a loa aucño¡ ulóploor y a la noe-
pujante cultura de la conservación, que incluye el sentido hi§tóriool talgia de la revolución, Lübbe le recordó ru. tradlolont¡ llberales
actividades de conservación,.los museos, las estetizacionog y cl mediante una filosofía ilustrada sin'pérdida dc rrrlldad. Aef perma.
incremento de prestigio del pasado que se resiste a pasar de moda, necieron los inteleotuales de vanguardia detrás dc l¡ lluatración. Sin
como los clásicos. embargo, la filosofía de Hermann Lübbe ee oonviñió en una de las
4. Con el progreso ilustrado, nuestra realidad es cada vez más formas más modestas y rnás vivamente infeligentee de Ja llustración Filmlhdela
ustracióncon dominable, Pero justamente por ello, cada vez se hacg máe eviden' filosófica que hoy tenemos. compeneación
*'..iJ#j
senlido da la
te que nosotros, los seres humanos, no llegaremo§ nunca a domi'
narlo todo: las contingencias, es decir, el nacimiento, la muerte y
otros golpes del destino, siguen sin estar a nuestra disposición' Por
ello, la moderna expansión del dominio de la realidad necesita la
oPraxis de superación de la contingencia, propia de la religión, que
no perece a causa del éxito de la llustración, sino todo lo contrario:
cuanto más ilustrado está el mundo moderno, más indispensable
resulta la religión. t

A la filosofía de Hétmann Lübbe se le ha querido colgar la eti-


queta de (neoconservadurismo,, sobre todo por parte de la más
reciente Escuela de Francfort y sus simpatizantes. Pero en realidad
Lübbe es un ilustrado, sólo que en la fenomenología, la
-educado
filosofía analítica y la hermenéutica- evita las formas exaltadas de
la llustración, aquellas que fácticamente se convieñen en antiilustra-
das, y sabe que los éxitos de la llustración deben conservarse pre'
servando el progreso, para no acabar negando la llustración. Contra
aquellos que nunca quieren cambiar nada, y contra aquellos que se
apean de toda situación dada, Hermann Lübbe argumenta dispues-
to a la discusión y a la vez serenó. Uno de sus puntos fuertes es el
siguiente: a lo largo de su vida y del trayecto de su pensamiento ha
transitado por todas las posiciones filosóficas por las que los más
sensibles de sus coetáneos también han transitado, sólo que él lo ha
124
123 hecho mucho más rápido y mucho antes. Mientras Habermas toda'
vía pensaba bajo el hechizo de Heidegger, Lübbe ya estaba con
Marx. Cuando después de la Segunda Guerra Mundial, la Escuela
de Francfort redescubrió que era la Escuela de Francfort, Lübbe ya
la había deiado atrás. Cuando ésta se convirtió al neomarxismo,
Lübbe ya estaba con la democracia social reformista. Cuando este
p
p.
p
p Pieper antes de ser estudiante: colándome en su clase sin estar
matriculado. Hoy, cuarenta y ocho años después de haberme sal-
;r tado las normas, al menos quisieia intentar solicitarle al profesor
u del curso un permiso a posteriori para poder asistir. Josef pieper
me convenció entonces con eus clases de que dedioarse a Tomás de
,
a
p
El filósofo como escritof
Obseruaciones sobre Ssren Kierkegaard y Josef Pteper
Aquino era lo contrario del mero cultivo de la curiosidad, y de que
se podían aprender cosas decisivas tanto de Aquino como de pieper:
Fileofía de la
compensación

Y podría continuar explicando que entonces Ludger Oeing-Hanhoff,

: . quien pronto sería uno de mis mejores amigos, me descubrió el


a grupo de intérpretes de Tomás de Aquino que yo después llamé

t otomistas trascendentalss» y al cual .pertenecía Max Müller, quien

a pasó a ser mi director de tesis en Friburgo cuando mi principal pro-

p fesor de filosofía, Joachim Ritter, desapareció durante tres años en


Turquía.

I Entonces me impresionó la singularidad del estilo filosófico de

I Josef Pieper' tanto escrito como oral. pero la forma de escribir toda-

t El primer curso de filosofía al que asistí en mi vida tuvo lugar en el vía no se había convertido en mi propio problema. Sin embargo,

t semestre de verano de 1947 en Münster, en el aula del Medizinis-


chen Klinik, en Westring, y era la clase de Josef Pieper sobre Tomás
creo que Josef Pieper es en parte culpable de que yo no tardara en
comprender que un filósofo tiene deberes oomo fílósofo y como
D de Aquino, Confieso que en aquel momento lo que me atrajo al escritor; justamente porque sólo merece la pena aquella filosofía que

a curso no fue ni el nombre de Josef Pieper ni el de Tomás de Aquino: uno puede seguir tomando en consideración incluso en situaciones

a ambos me eran del todo desconocidos, lo que se le puede perdonar , difíciles de la vida. Cuando en 19EB envié a Josef pieper mi primer
libro, la versión impresa de mi tesis sobre Kant, me escribió recha-
a a un joven que acababa de cumplir los diecinueve años, que prove-

I nfa do la Pomerania ulterior fuertemente protestante y que había


paeado por una escuela política, la cual rto decir más- no se
zando, con noble objetividad y de manera convincente, dos peque-
ñas observaciones que yo había hecho sobre su posición: imprecisa

a -por
habfa puesto como meta precisamente lfamar la atención de sus dirección de caracterización; la filosofía es ra realización de la tradi-

a alumnos sobre Tomás de Aquino y las interpretaciones de su obra. ción. Desgraciadamente no puedo leerles esa carta, porque yo, de

a Asistía a las clases de Josef Pieper porque me interesaba la filo- una manera muy diferenle que Manfred Meiner, quien hablará des_
pués sobre ello, también ordeno la filosofía: incluso muy a menudo
sofía y porque las daba en sábado; en aquellos tiempos de los
a números clausus intentaba mejorar mis posibílidades de ser admiti-
or-
deno libros de filosofía, apuntes de filosofÍa, qartas filosóficas, y los 126
o do en la universidad asistiendo como oyente a algunas clases en ordeno justarnente alli donde no vuelvo a encontrarlos; y esto es des-
a las aulas del palacio de la ciudad, pero como peón de la construc- graciadamente Io que pasó con esta carta. Entretanto veo la posi_
ción de Josef Píeper un poco diferente, en parte porque mi propia
D ción de la empresa Büscher tenía horarios muy rígidos, y sólo podía

f asistír a un curso que se impartiera en sábado; y el único curso en


sábado era el de Pieper sobre Aquino. Así fue como conocí a Josef
filosofía, gracias a la experiencia de la vida, también ha cambiado:
he mantenido su denominación como oescepticismo»r aunque com.
¡
D
f
I
pretende sobrepujar o mejorar la realidad en au rlquara. Entonces la
pletándola con el térm¡no de Pieper "afirmación".t Espero quo mit
pffo cn do¡ dlrecciones
filosofía se convierte en crítica del lenguaje,
ieflexiones de hoy no merezcan de nuevo la justa reprimenda de cnton.
posibles. O bien hay que convertir'el lenguale, rlgulcndo la moda del
ces, y s¡ merecen alguna, que sea otra.
moderno tinguistic tum filosófico y con ayuda de loa matemáticos,
Después de esta introducción ilustrada impertinentemente de
en un lenguaje formaly artificial; o bien, tal oomo prcpóne Josef pie-
manera autobiográfica, voy a ordenar mis reflexiones sobre el filóso.
per, el lenguaje debe ser reforzado con la defensa y el desanollo de F¡lo3offa do la
B filósolo fo como escritor en las siguientes secciones muy breves: conpeneacftl¡
lomo eGcrild la riqueza del lenguaje natural, con ayuda de los poetas, y en el caso
extremo en Hans Blumenberg- mediante la cultura de
1. Filosofía y lenguaje -pensando
la metáfora también en la filosofía.
2. Estilo como medida ecológica
Todo esto no es posible sín escritura, sin filosofía escrita. Además,
3. Estilo como medida caritativa
lo escrito ayuda a consolidar las tradiciones, especialmeñte a estabili-
4. Posiciones y püntos
zar tradiciones filosóficas y escuelas filosóficas. Allí donde esas tradi-
ciones y escuelas filosóficas tienen cada vez más dificultades para
Comienzo mis reflexiones, según la costumbre, con la sección:
continuar con vida, en el mundo moderno del cambio, es necesario
que aparezcan algunos que por su cuenta y riesgo salven la tradición,
al convertirse en "autores» que ponen la filosofía por escrito con su
1. Filosofía y lenguaie
propio estilo. Son los filósofos como escritores, que según mi convic.
ción pertenecen sobre todo al mundo moderno como moralistas,
Hay filosofía cuando a pesar de todo se piensa, y esto significa hoy'
como una especie de philosophe-écrivain, entre los gue se cuentan
a pesar de las anteojeraá que llevamos puestas y que nos hacen
afgunos representantes (aunque pocos) de las biencias del ospíritu en
pasar por alto tanta realidad. La filosofía es el intento, o como míni'
nuestra tiera: los moralistas tardíos de una nación tardía.
mo uno de los intentos, de liberarse de esas anteojeras; es el inten-
Estos escritores filosóficos, en su mayoría figuras de la historia
to de renunciar al esfuezo de seguir siendo tontos. Para ello debe
moderna de la filosofía, pueden aparecer como destructores de tra.
observar lo que, si no, permanece inobservado, y decir lo que, si no,
diciones: desde los intelectuales jóvenes hegelianos hasta la liftéra-
queda por decir; y para lograrlo necesita el lenguaie.
ture engagée de Sartre. Pero también puéden, como filósofos que
¿La filosofía necesita también la escritura? El patriarca de nues'
voluntariamente han tenido una existencia de escritores, revitalizar
tro gremio, Sócrates, no escribió. Pero sabríamos bien poco de su
tradiciones al distanciarse y al mismo tiempo contínuar esas tradi-
filosofía si Platón no hubiera escrito, aunque tamhién para Platón la
ciones. Así proceden dos escritores filosóficos que aquí deseo con-
escritura estaba bajo sospecha: según é1, corrompe la relación con
trastar para dar a entender lo que es y lo que puede ser un fitósofo
la realidad. Esa objeción también se ha dirigido contra el mismo len'
como escritor, Saren Kierkegaard y Josef Pieper, quienes como cris-
't27 guaje y bien pronto de manera iniensiva: desde la crÍtica filosófica a
tianos declarados tienen semejanzas y sin embargo son opuestos.
la retórica, pasando por la cítica de Bacon a los ídolos, hasta la crí'
Fíjando la mlrada en lo que uno piensa y dioe, se comprende mejor
tica de Wittgenstein al lenguaje. El mismo lenguaie engaña cuando
lo que el otro piensa y dice, y así, lo que es y lo que puede ser un
filósofo como escritor. No han sido escogidoe al azar: la elección de
1. Véase O. Marquard, Skepsis und Zusttmmung, Stuügart, 1994 (Reclams Universal- Josef Pieper en el dÍa de hoy se entiende por sf miema; respecto a
Bibliothek, 9334).
:l
t
rl aquello que para él era lo más serio, oobre Dios y su relación con El,

:l Soren Kierkegaard, Josef Pieper se dedicó a él muy pronto -y


según ha indicado en su autobiograffa aetimulado por Theodor
pero no con la forma de lo serio, sino con la forma de su contrario,

I Haecker-, antes de que Tomás de Aquino ee convirtiera on el filó'


la broma, con una ironía particular; porque la ironía es decir atgo a
través de su contrario. Aunque en Copenhague todo el mundo lo
:D sofo de su vida. Arnbos son filósofos como escritgreo al aer a la vez, sabía, Kíerkegaard escribía bajo seudónimo, de modo que desmen-
rt como se denominó Kierkegaard a sí mismo en sus eEcr¡to6, oescrito- tía a la vez aquello que escribía. Escribía osin poder,, con la preo. Fileoffa de h

rt Er¡ó¡oro res religiosos»; ante lo cual yo no quiero guardarme mi opinión:


mo
un
cupación reflexiva de no ser
"ninguna autoridad,, sólo como
compensrclót

t 'rcrllor fibsofo que no sea de algún modo, en ese sentido, un *esoritor reli'
giosoo, renuncia a preguntas filosóficas a las que no deberfa renunQ¡ar
«geniotr, casi ni como oapóstol", y por lo general únicamento
en sub-
juntivo, como «proyeoto de pensamiento», como ocapricho metafísi-
) un filósofo. Comienzo refiríéndome brevemente a Saren Kierkegaard, co". El quería *llamar la atencióno sobre la fe cristiana, pero según
t en la sección siguiente. parece no respondía de ella. Así, lo que para él era infinitamente

a serio lo convirtió para sus leclores en no serio, al ocultar a la vez lo

a mismo que escribía.

p 2. Estilo como medida ecológ¡ca ¿Por qué escribe alguien de ese modo? ¿por qué necesitó
Kierkegaard esa forma uindirectau para escribir sobre Dios? Mi res-
n En su Unubs enschafttichen Nachschrift[Postscriptum no científico]
Kierkegaard distinguía tres esferas de la existencia: la estética, la
puesta, que seguramente no resultará más plausible para los exper. .

: tos en Kierkegaard po¡ el hecho de que a mí hace mucho tiompo

t ética y la religiosa. El estético romántico es para sÍ mismo nel único


ser humano,; el ético ea «el ser humano universal'; el religioso es
gue me lo parece, es ésta: la ucomunicación indirecta" de Kierkega-
ard era necesaria casi por motivos ecológicos, para protegor a los
D como ser humano "el singular" *ante Díos». Para el estético «§u rea' seres humanos de un Dios que redime al mundo
tl lidad es mera posibilid¿d» y «poetiza' en vez de ser'; el ético está mente otro de sí mismo-
-lo completa-
al destruirlo, de manera que, según escri-
ID obligado a la universalidad y es fiel a las leyes; el religioso cree. Al bió Kierkegaard en 184g en una nota que yo considero una idea
a mismo tiempo, Kierkegaard señaló como Confintum' como zona
fronteriza entre lo estético y lo ético la oironía" socrática, y entre lo
clave, el mensaje crístiano *humanamente hablando, ha sido y segui.

a ático y lo religioso, el .humor,. Pero en ta realidad vital y mental de


rá siendo siempre crueldad".2 Por ello dudó Kierkegaard filosófica-

I Kierkegaarcl, lo ético administración' instituciones- fue


mente de ofrecer a su prójimo de forma directa en sus escritos a
ese Dios en el cual creía y su mensaje. por eso jugaba a que el lec-
I -familia,
oeuependidor: en nombre de la oexistencia" lo universal es sacrifica- tor pudiera decidir si quería ser confrontado o na con el hecho de
a do, sacrlficium essentiae. También desaparecen esas zonas fronle- que Dios redime el mundo al negarlo, y para ello era decisivo el esti-
rizae postuladas por él teóricamente, y pasa a ser central un
o Confinium que él no previó en la teoría: la zona fronteriza entre lo
lo de su lenguaje. Así, como Kierkegaard, debe escribir todo filóso-

o pe estético y lo religioso, ya que él mismo vivía, según dijo, como


fo que haya tenido la experiencia de Dios como No al mundo; con
gran sensibilidad hacia el hecho de que una filosofía puede dañar a
130

a «poeta-existente con orientación a lo religioso". En ese'Confinium


un ser humano y tomando las medidas estilísticas para liberarlo. El
a desarrolló Kierkegaard su nactividad como escritor"'

a Como es sabido, esa actividad como escritor de Kierkegaard


tenía, al menos en su mayor parte, üna forma singular, que el mismo
2. 8. Klerkegaard, ,Aüs der Arbeit
an der Rechenschaft", en S, K, Gesammelte Werke,

o Kierkegaard denominaba «comunicación indirecta"' Escribió sobre


E. Hhsoh (comp.), sección 3a, pág. 153; véanse págs. isZ-tS+.

a
o
o
est¡lo en que K¡erkegaard escribe es un estilo de cuidado y de aho'
mundo". Lo que también incluye bene- lr ¡flrmrolón ds Pie.
-nota
per de su patria, Westfalia, ya que mayorllarlrmcntc vlvló on Müns.
rro: para su filosofía, el estilo es una medida ecológica. Despuée de
esta referencia a Soren Kierkegaard, me referiré ahora' también bre' ter y sin embargo ha recorrido y conoce el mundo: t¡mblán eoto es

vemente, a Josef Pieper, en la secoión siguiente. una afirmación del mundo, que vive de la aflrmeción divina del
mundo. La crítica de Josef Pieper ee válida para aquellas actitudes
vitales que ya no apuástan por el mundo ncompletoo sino sólo por el Filosoffa de la
El lleolo
componsac¡ón
como escritor
mundo funcional, el
3. Estilo como medida caritativa "mundo del trabajor; una tendencia, según é1,
propia sobre todo de la modernidad, del mundo moderno.

También a Josef Pieper lo he denominado, empleando la fórmula de Me parece completamente plausible que una filosofía de la afir-

Kierkegaard, un filósofo que es al mismo tiempo 'escritor.religioso". mación del mundo como ésa debe ser escrita de otro modo que la

Porque también su filosofía se ocupa de manera central de Dios. Sin


filosofía do Kierkegaard del Dios negador del mundo. Esto no sólo
no excluye, sino que incluye una composición y dicción brillantes, es
embargo, creo quer para Josef Pieper, Dios no es la negación del
mundo, sino todo lo contrario, aquel que dice Sí al mundo al haber- decir, el dominio de la forma de escribir: aunque escribir lo positivo

lo creado, y continúa diciendo Sí al mundo al redimirlo. es más difícil que escribir lo negativo, no hay duda de que Josef Pie-

Por ello no hay en la filosofía de Josef Pieper ningún sacrificium per ha escrito de manera tan bella sobre Ia esperanza como Kierke-
gaard sobre la desesperación, la «enfermedad para la muerte". Pero
mundi. El mundo es fundamentalmente bueno y verdadero y bello
esto lo piensa y lo escribe sin el intento de ocultar sus evidentes Kierkegaard ocultó mediante el estilo ese Dios sobre el cual quería
-y llamar la atención filosóficamente: dudaba de que fuera soportable.
horrores- porque es et mundo de Dios; así lo manifiestan los libros
de Pieper sobre las trascendentales determinaciones de cambio de En cambio, Josef Pieper escribe filosóficamente sobre el Dios que

los entes, si lo puedo abreviar así: como el libro sobre Wahrheit der dice Sí al mundo y que es! por sí mismo, la afirmación del mundo,
DingelLa verdad de las cosasl o sobre Die Wirklichkeit und das que Pieper entiende filosóficamente. Los seres humanos tienen la
Gute [La realidad y lo bueno]. Y a diferencia de Kierkegaard, Pieper pretensión de experimentar filosóficamente esa afirmación del
no «suspendeo lo ético, cuyo deber encuentra fundamento en la mundo. Por ello el filósofo Josef Píeper debe convertirse a la vez en

bondad del ser y en la constitución de la realidad ontológicamente escritor, para alcanzar a esos seres humanos como lectores: argu-

verdadera. Todo lo contrario: iustamente lo ético, especialmente las mentando, mediüando, reflexivamente, con alegría pensativa y sere-
ovirtudes,, tanto las teológicas como las virtudes cardinales' ocupan na y el gozo del conocimíento. Debe escribir de manera sencilla,

la parte principal de su obra, ya que él escribió usobre la fe", osobre la


clara, compronsible, interesante, que estimule y serene, y así lo
hace Josof Pieper. Y debe llegar a cuantos seres humanos sea posi-
esperanza» y osobre el amon,, y escribió sobre el osentido del valor"
y osobre la justicia" y *sobre la inteligencia" y sobre "la disciplina y la ble: por ello no sólo recurre al libro, sino también a la radio, el disco,

medida,. Y su tema también es la "felicidad», central en la ética: la televisión, y lo hace con un fino sentido para la responsabilidad
131
necesita *calma y cultivoo y la "contemplación" y por ello también el de la transmisión. No escribir bien sería, en cierto modo, denega-
*filosofar,, el ir más a[a del «mundo del trabajo" a través del "admi- ción de ayuda. Escribir bien pertenece al amor al projimo; la filosofÍa

rar» contemplando *el todo" y aquella "tradición" que continúa cada bien escrita ofrece una ayuda vital por amor al lector, por cuidadosa

filosofía. Por eso creo que la conéigna central de la filosof¡a de Josef entrega, por car¡tas. Por eso denomino el estilo filosófico de Josef

Pieper es aquella con la cual caracteriza la fiesta: "afirmación del Pieper la seguridad de haber encontrado la palabra más ade-
-sin
a
a.
a que la filosofh necesita también de los especialistas y de los exper-
I cuada- est¡lo como med¡da caritativa. Finallzo ml¡ rcflcxlonoa con
la brevísima secc¡ón siguiente.
tos en disciplinas esotéricas. Pero no sería bueno que en el gremio

I de los filósofos no hubiera nada más. Es condición necesaria, sufi-

I ciente y central que exiotan aquellos quo escriben filosofía para


todos: filósofos como escritoros. Los paseos trascendentales por
a '
4. Posiciones y puntos
las nubes no son suficientes: la filosofía, aunque sea de forma indi- Filmofhde h
a Elló¡olo
obmo c¡orllor
¿Ouién tiene razón, Saren Kierkegaard o Josef Pieper? ¿Ouión es
recta, ha de ofrecer como contenido diagnósticos de su tiempo y
compensacktn

a de manera.más adecuada un filósofo como escritor, el que median.


elaborar experiencias vitales; aunque esto horrorice a los rigoristas

a te el freno de una «comunicación índirectao escribe excluyendo a los


apriorisüas, aquellos filósofos puros que producen sus puras filosofías

a seres humanos de la aprobación del mundo, o el que, con una filo;


rigurosamente según el decreto de pureza de Kónigsberg de 1781.
llambién en filosofía son más importantes los que huyen de la mate-
a sofía que siente amistad por los lectores, escribe para atraer a los
ria que los empollones; y los más importantes de todos son los que
a seres humanos a la afirmación del mundo? Pero ¿cómo puedo deci-
dirlo yo? Como ya he dicho, soy un escéptico, en absoluto maestro,
a la vez empollan y huyen. Filósofos que sólo escribiesen filosofía
a como mucho un buen instructor, y completamente inapropiado para
para filósofos serían tan singulares como fabricantes de calcetines

a eer un misionero de la filosofía. No puedo declarar aquello que yo


que sólo fabricaran calcetines para fabricantes de calcetines. Por lo
general ni siquiora son leídos por los mismos filósofos, y no les
a mismo hago como medida para los demás.
queda otra salida que los premios negativos para cubrir los gastos
a Sólo quiero constatar que al principio me resultaba más próximo
Saren Kierkegaard que Josef Pieper: Joachim Ritter llegó a considerar
de impresión: los premios a la previsible carencia de lectores. Escri-
D necesario, con buen motivo, .salvarme, de Kierkegaard. Actualmente,
bir es, en primer lugar, una carga para los coetáneos; y también los

t desde que he experimentado que nosotros los seres humanos no


filósofos deben cumplir su penitencia haciéndose legíbles. Por ello

o estamos tan bien constituidos como para permitirnos el lujo de gran-


son necesarios filósofos como escritores, como Josef Pieper. Para
serlo hay que haberse entrenado en la filosofía «y" en la escritura.
a des desesperaciones, me siento más cercano a Josef Pieper que a
Seguramente conocen la anécdota de aquel que llegó a Berlín y pre-
Saren Kierkegaard. Y eso aunque yo no puedo vivir de la riqueza de
a guntó a alguien: «¿Cómo se puede llegar a la Filarmónicat» ¡l reci-
I la tradición, que para Josef Pieper también incluye ventajosamente la
filosofln
-uno
no ha elegido el momento y el lugar de su nacimien-
bió la respuesta; "¡Praclicar, practicar, practicar!". También se podría

a to-. Lo que sf he comprendido mienhas tanto es la necesidad de la


explicar la historia de uno que llega a algún sitio y pregunt¿; "¿Cómo

I tradioión, ya sea en singular o en plural: nuestra vida es breve. Por ello


se puede llegar a la filosofía?" y recibe la respuesta: "¡Escríbir, escri-
bir, escribirl". Porque la filosofía, la antigua, siempre debe ser es.
o no tenemos el tiempo de regular de nuevo todas o la mayorh de las
cosasr y de comenzar desde el principio; las tradiciones preexistentes
crita de nuevo; si no, podríamos perderla.
¡ son, para nosotros, imprescindibles; el porvenir necesita provenir, por-
I 133
que
-uifa
brevi* tenemos que enlazar con las tradiciones. Y quien
o tiene pocas tradiciones es pobré: filosóficamente tal vez no alcance a

D tener verdaderas posiciones, sino sólo puntos.


Pero ya sea con posiciones o con puntos, siempre debe haber
D
filósofos que no escriban sólo para filósofos profesionales. Seguro
¡
D
D
que no nos queda más futuro. La vejez .r .l parfado dr lr vlda
caracterizado por un deseo de futuro, poro an ó1,luihmrntr por la
creciente falta de futuro, cada vez ee más dlffoll d¡¡urcllar llu¡ionea
,f
y mantenerlas. Una de las ilusiones de futuro,c¡ le llualón do la infi-
nitud: el tiempo se exterrdería sin final, y aunquc cl tlcmpo pasara,
' siempre habría tiempo nuevo. Egto ee unar ililaiónr porque eñ reali- Ftlomlfado la
capacidad de la veiez para Ia teoría
.La
t' dad nuestro tiempo es un préstamo arrancado a la muerte, y por ello
es finito: pronto no tendremos más tiempo ni más futuro, Otra ilusión
compenceción

de futuro es la ilusión de perfección: nuestro tiempo serÍa tiempo


para la perfección, para la porfección de obras, para la perfección
de nuestras vidas, para la perfección de la historia humana. También
esto es una ilusión, porque pronto nos encontraremos en el final, si¡
ninguna consideración para con las perfecciones. Siempre somos
. más nueslra finitud que nuestras perfecciones; nuestra mortalidad
'vence a nuestra finalidad;* nuestra muerte es más fuerte que nuestras

I teleologías cotidianas, que las teleologías de nuestra vida, que las te-
leologías de la humanidad. Justamente la edad lo hace evidente.
Ya hace bastante fi|mpo que estoy aquí. Ouiero decir que en realidad
Las ilusiones de perfección exígen a todo observar y decir que
debería haber muerto lcomo muy tarde el 31 de diciembre de 1999:
consideren si sirven a las perfecciones futuras: el cumplimiento de
porque la noche siguiente hubiera sido demasiado ruidosa para mí'
las tareas, la realizaciírn de la vida, la perfección de la historia. En ta
Pero quien ya es realmente viejo tampoco tiene tanta prisa' Por eso
vida tomamos en consideración esos futuros
me he comprado tapones para los oídos: para entrar durmiendo tran' -con oportuniemo
hacia el futuro, en una obediencia táctíca al futuro-; uno sólo ee
quilamente en el nuevo milenio y poder seguir durmiendo hasta mi 72
permite.observar y decir aquello que no pone en peligro las perfec-
cumpleaños. La impresión de este plazo conduce fozosamente a
peso de
ciones y que no perjudica la capacidad de acción, lo que a uno no
reflexionar sobre la vejez; también sobre s¡, y de qué modo, el
le comporta demasiado malestar en el futuro, por ejemplo, aquello
los años es equiparado, compensado, por los alivios que comporta
ta
que con lo cual.no se pisotea a demasiada gente, incluido uno mismo.
vejez. Pienso sobre todo en un tipo de descarga entre otras,
Nuestra mirada a la realidad está dispuesta a ilusionarse y 6s pro-
podemos llamar la capacidad de la vejez para la teoría'
pensa a las ilusiones, puesto que se deia sobornar por nueslro futuro.
Teoría significa, entazando con el sentido original de la palabra'
Este dejarse Cobornar disminuye cuando aumenta la edad, porque
ver y decir cómo son tas cosas. La capacidad para la teoría es'
cada vez tenen¡os monos futuro, hasta que finalmente estamos ante 136
pues, la capacidad de resistirse a las ilusionest ver y decir: eso es
aquel fin que no es ninguna finalidad: la muerte; Hago la siguiente
así. Mi tesis es la siguiente: los vieios tienen una especial capacidad
para la teoría, porque a la vejez le corresponde, al menos, el final de
aquellas ilusiones que surgen por tos conformismos con el futuro.
' Marquard confionta ol conceplo de Endüchkela (.finitud,) con el de Vollendung (.per-
Nuestro futuro más seguro es nuestra muerte' Y con la edad fección,, l¡t€ralm€nto: racabamiento completo,), porque ambas palabras contienen la
misma raíz end (.linab), lN, de la t.)
está cada vez más próximo. Pero la muerte es ese futuro que sella
!
¡.
¡ observación la que pretendo ofrecer un ejemplo gsolarecedor,
ellos volver a tenerlo todo por delante. Por eso surge tan fácilmente
-con ese compañerismo que salta por encima de las generaciones entre
D aunque tengo que conceder que un tanto problemátioo-: cuando
abuelos y nietos, para carga del paternal principio de realidad. Des-
D era más joven padecía un vértigo exagerado; sólo con subirme a una
pués los nietos agradecen a sus abuelos, en ramalazos de nostalgia,
topera ya temblaba por el miedo a despeñarme. Este v6rtigo, este
D lo que supuso su rol generacional: mimar a los nietos, que no es
I La capacided
pánico a precipitarme en el vacío, dismínuye con la edad, al menos'
para mí, y la causa podría ser: porque cada vez se precipitarfa con- sino el intento de participar en su futuro. Para mimarlos, los abuelos F¡losofla de la
compensación
¡ da la wjez
paE le lsrfá migo menos futuro de vida. Lo mismo sucede en la vejez con otras hacen disimuladamente regalos a sus nietos, contra la prohibición

I actividades arriesgadas, y también con la teoría: cada vez ha de racional de sus padres; a los más pequeños, dulces caramelos, y a
los mayores, dulces concepciones del mundo; a los primeros, en
D tener en cuenta menos futuro; por eso, cada vez puede proceder de

t forma más desinhibida y observar y ver y decir lo que es, sobre todo
aquello que no suena bien.
secreto, a los segundos, abiertamente. El rol del anciano revolucio.
nario como inspirador del movimiento estudiantil
-Herbert
Marcu-
) La teoría, especialmente en la vejez, se parece a la risa; en s* sólo es un ejemplo. Otro ejemplo sería el viejo Carl Schmitt,
¡ ambas capitulan las estrecheces de m¡ras de la realidad, es decir,
quien buscaba la conve¡sacién con los jóvenes
-entonces
también

D son la victoria del así-es sobre el así-debe-ser. La vejez, en la cual . conmigo- justamente para estar presente entre ellos y en su futuro
capitulan las estrecheces de miras obedientes al futuro, es también como aquel que le hubiese gustado ser. Todo esto es el intento de
D
ganarr a lravés de los nietos, el futuro que uno ya no tiene, convir-
una {reacc¡ón fronteriza" (Plessner), una especie de estado agrega-
D
t do de la risa, porque tambíén la vejez, transformación de la vida en
muerte
-como
según Kant lo es la risa- es la "transformación de
tiéndose en cómplice de sus agitaciones. También esta variarite del
dejarse sobornar por el futuro. específica de la vejez, debe ser con-
, una tensa esperanza en nada". La risa y la vejez son el traspaso tranestada, para que pueda ser válido lo siguiente la vejez, el perío-
de las fronteras del mundo oficial, una especie de emigración; y la do de la vida en que disminuye el futuro, tiene una especial capacidad
D
capacidad de reír, como la capacidad para la teoría, especialmente para la teoría.
D
la que comporta la vejez, tiene mucho que ver con la formación, por' Con la vejez, el propio futuro se reduce a cero. Por ello, los con-
] que la formación es asegurarse la capacidad de emigración. Ouien formismos con el futuro pueden reducirse a cero: así se suprimen
D no quiere nada más, gana en compensacíón la capacidad de ver peu á peulas consideraciones hacia é1, no sólo en el mirar, sino tam-

D mucho más. Uno ya no necesita plegarse a las razones visibles de la bién en el decir, Los viejos pueden no sólo observar, sino también
hablar desp.reocupadarnente. Y por lo común disponen de una sóli-
) vida y a las necesidades de actuar, ni iampoco a lo que todavía está
por solucionar en el futuro. La teoría es lo que uno hace cuando ya da competencia para hablar mal de lo que sea. En la vejez ya no
) hace falta valor para entrar en terrénos pantanosos, porque a uno ya
no hay nada más que hacer. La vejez es aquella época de la vida en
) la que, debido a la creciente falta de futuro, cada vez queda menos no le queda mucho futuro en el que pueda ser salpicado. Además,
) que hacer y finalmente ya no hay nada. Por eso, a la vejez le corres- el habla de los viejos es un habla en retirada: quien pronto va a ser 138

) ponde la teoría: la vejez tiene una capacidad especial para la teoría. olvidado sufre menos el peso de la última palabra, y siente la caren-

t No discuto que esta capacidad para la teoría propia de la vejez,


la resistencia a las ilusiones, no esté exenta de peligros. El peligro
cia de peso al poder dejar cn herencia sólo partes limitadas. En la
vejez esto se puede explotar: se puede observar sin obstáculos y
) aparecer entre otras formas, en aquella más digna de amor: los nie- hablar y escribir y dejar que el tacto se adormezca y ser del lodo sin-
) tos. Los viejos {uieren participar en el futuro de los jóvene§ y con cero y desvergonzado. Esto también refuerza la capacidad de la
)
)
)
¡
ve¡ez para la teoría. Yo me confío a mi desaparíción y enmudcol.
miento, y más cuanto más viejo, y por eso puedo ver y decir ein lnhl.
biciones: eso es así. Mis congéneres, a los qué me dirijo, no necealtan
ninguna cualidad comunicativa más, sino sólo un poco de paciencia,
porque pronto van a perderme.
La capacidaC
de la veioz
paE la leorfa

1s9
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Narrare necesse est

oNanare rrecesse es» (Conferencia introductoria


a la mesa redonda oEl
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