En el neolítico, la economía pasa a ser de depredadora, como fue en el paleolítico
en las sociedades cazadoras, recolectoras 90% del tiempo de la existencia de la especie humana, a ser productiva por la aparición de la agricultura y la ganadería, y ello dio lugar al excedente (un exceso de bienes que no necesitan consumirse). Con el excedente un grupo de personas no necesitan trabajar en la agricultura y la ganadería, pueden dedicarse a producir otros productos, como la cerámica, e intercambiarlo con el agricultor o ganadero por el excedente. Con ello, apareció por primera vez el trueque y como consecuencia, la propiedad privada y el concepto de riqueza. La cantidad de producción sobrante es el inicio de la riqueza, cuanto más excedente más riqueza. Pero el excedente solo tiene consecuencias cuando se consolida gracias a la aplicación del riego y el abonado, y permite la división social del trabajo. En los pequeños mercados era donde se originaron los primeros trueques entre una gran variedad de artículos. Por ejemplo: herramientas, lanzas, zapatos, collares y hasta productos agrícolas. El trueque es el intercambio de bienes materiales o servicios por otros objetos y se diferencia de la compra-venta habitual en que no intermedia dinero en liquido en la transacción. Para que exista el trueque, debe de existir previamente el excedente (exceso de bienes) y da lugar a la división del trabajo. Limitaciones del trueque: en los últimos años, el crecimiento y la extensión de los clubes de trueques es un fenómeno poco notorio, debido a la actividad que se realiza allí, por la cantidad de personas que en ellos participan, por los que dependen de ello para garantizar que negocios como el trueque puedan subsistir. La teoría subjetiva del valor explica tanto el intercambio que se da en el trueque como el de una economía monetaria. El intercambio solo se produce si ambas partes valoran más subjetivamente aquello que tiene la otra, que lo que esperan dar a cambio en el intercambio. El precio, como ratio de intercambio, se determina al momento de efectuarse este. El precio al que llegaran ambas partes para efectuar el intercambio depende de sus valoraciones subjetivas, en efecto, el precio máximo al que está dispuesto a pagar el comprador debe de ser mayor que el precio mínimo al que está dispuesto a vender el vendedor.