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Autorregulación

La autorregulación emocional o regulación de las emociones: es la habilidad para


responder a las demandas actuales de experiencia en el rango de las emociones
de una forma que es socialmente tolerable y suficientemente flexible para permitir
reacciones espontáneas así como también la habilidad para retrasar reacciones
espontáneas cuando sea necesario. También puede ser definida como el proceso
extrínseco e intrínseco, responsable de observar, evaluar, y modificar las reacciones
emocionales. La autorregulación emocional pertenece al amplio conjunto de los
procesos de autorregulación, los cuales incluyen la regulación de nuestros propios
sentimientos y la regulación de los sentimientos de las otras personas

La regulación emocional es un proceso complejo que inicia suponiendo, inhibiendo


o modulando un estado o comportamiento en una determinada situación , por
ejemplo la experiencia subjetiva (sentimientos), respuestas cognitivas
(pensamientos), respuestas fisiológicas relacionadas con las emociones (por
ejemplo el ritmo cardíaco o la actividad hormonal), y el comportamiento relacionado
con las emociones (acciones corporales o expresiones). Funcionalmente, la
regulación emocional también se puede referir a los procesos, como la tendencia a
centrar la atención a una tarea y la habilidad para reprimir comportamientos
inapropiados bajo órdenes. La regulación emocional cumple una función muy
importante en la vida humana.

Cada día, las personas están expuestas continuamente a una amplia variedad de
estímulos potencialmente excitantes. Reacciones emocionales inapropiadas,
extremas o sin supervisión a dichos estímulos podrían impedir una integración
funcional dentro de la sociedad; por lo tanto, las personas debían ajustar en alguna
forma la regulación de las emociones casi todo el tiempo. Las reacciones
emocionales inapropiadas, extremas o sin supervisión a dichos estímulos podrían
impedir una integración funcional dentro de la sociedad; por tanto, las personas
deben participar en algún tipo de regulación de las emociones casi todo el tiempo.
Hablando de manera general, la desregulación emocional ha sido definida como la
dificultad para controlar la influencia de excitación emocional en la organización y
calidad de los pensamientos, acciones e interacciones. Los individuos que son
emocionalmente desregularizados exhiben patrones de respuesta en los cuales hay
una incongruencia entre sus objetivos, respuestas, y/o modos de expresión, y las
exigencias del entorno social. Por ejemplo, existe una asociación significativa entre
la desregulación emocional y los síntomas de la depresión , la ansiedad, la patología
alimentaria y abuso de sustancias. Mayores niveles de regulación de las emociones
tienden a relacionarse con los altos niveles de competencia social y la expresión de
las emociones socialmente apropiadas. Mayores niveles de regulación de las
emociones tienden a relacionarse con los altos niveles de competencia social y la
expresión de las emociones socialmente apropiadas.
Emoción

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de


adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona,
lugar, suceso o recuerdo importante. Psicológicamente, las emociones alteran
la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del
individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.
Los sentimientos son el resultado de las emociones, son más duraderos en el
tiempo y pueden ser verbalizados (palabras). Fisiológicamente, las emociones
organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas
las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema
endocrino, pudiendo tener como fin el establecer un medio interno óptimo para el
comportamiento más efectivo.1 Los diversos estados emocionales son causados por
la liberación de neurotransmisores (o neuromediador) u hormonas, que luego
convierten estas emociones en sentimientos y finalmente en el
lenguaje. Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición
con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos,
acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito
de influencias innatas y aprendidas. Poseen ciertas características invariables y
otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas (Levenson,
1994).2

En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y


relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante
alguna función fisiológica, e incluye reacciones de conducta como la agresividad o
el llanto. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo
que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de
crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.

Empatía

La empatía (del griego ἐμπαθής, «emocionado») es la capacidad de percibir,


compartir y comprender (en un contexto común) lo que otro ser puede sentir.
También es descrita como un sentimiento de participación afectiva de una persona
cuando se afecta a otra1. Así mismo la empatía es de carácter inconsciente, es
decir, que su procesamiento es inmediato y no da oportunidad de racionalizar.

Autoestima

La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones,


sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos,
hacia nuestra manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro
carácter. En resumen: es la percepción evaluativa de nosotros mismos.

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