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Universidad Autónoma de Nuevo

León
Facultad de Ingeniería Mecánica
y Eléctrica

Equipo #2
PIA CATRINA
Artes
M.A. Carmen Julia Luna Peña
Diana Laura García Cisneros 1733962
Fátima Soledad Enríquez Puentes 1746039
Orlando Misael Ledezma Villa 1745306
La Catrina

Historia

Antiguamente conocidos como panteones, estos versos nacieron en el siglo XIX a modo de epitafio
burlesco y como modo de expresar ideas o sentimientos que en otras oportunidades sería difícil
decir.32 Fueron frecuentemente censurados o destruidos ya que, por lo dicho anteriormente,
también servían como medio para expresar descontento con los políticos de la época.32 Las
primeras calaveras fueron publicadas en 1879, en el periódico El Socialista, de Guadalajara.2

Los dibujos que suelen acompañar los versos son conocidos con el nombre de La Catrina o
Calavera Garbancera,4 figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada por el muralista
Diego Rivera.

La historia de La Catrina empieza durante los gobiernos de


Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. En estos
periodos, se empezaron a popularizar textos escritos por la clase
media que criticaban tanto la situación general del país como la
de las clases privilegiadas. Los escritos, redactados de manera
burlona y acompañados de dibujos de cráneos y esqueletos,
empezaron a reproducirse en los periódicos llamados de
combate.. Estas eran calaveras vestidas con ropas de gala,
bebiendo pulque, montadas a caballo, en fiestas de la alta
sociedad o de un barrio. Todas para retratar la miseria, los
errores políticos, la hipocresía de una sociedad, como es el caso
de “La Catrina”.

La palabra catrín definía a un hombre elegante y bien vestido,


acompañado de alguna dama con las mismas características; este estilo fue una imagen clásica de
la aristocracia mexicana de fines del siglo XIX y principios del XX. Es por ello que, al darle una
vestimenta de ese tipo, Diego Rivera convirtió en su obra a “La Calavera Garbancera” en “La
Catrina”.
Origen
La versión original es un grabado en metal con autoría del
caricaturista José Guadalupe Posada. El nombre original es
Calavera Garbancera. «Garbancera» es la palabra con la que
se conocía entonces a las personas que vendían garbanza y
que teniendo sangre indígena pretendían ser europeos, ya
fueran españoles o franceses (este último más común durante
el Porfiriato) y renegaban de su propia raza, herencia y
cultura.

Detalle del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda


Central. A la izquierda de La Catrina, Diego Rivera (niño) y
Frida Kahlo; a la derecha, José Guadalupe Posada.

Esto se hace notable por el hecho de que la calavera no tiene


ropa sino únicamente el sombrero; desde el punto de vista de
Posada, es una crítica a muchos mexicanos del pueblo que son
pobres, pero que aun así quieren aparentar un estilo de vida europeo que no les corresponde.

Diego Rivera fue quien le dio su atuendo característico, con su estola de plumas, al plasmarla en su
mural 'Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central', donde la calavera aparece con su
creador, José Guadalupe Posada y una versión infantil de Rivera y con Frida Kahlo. El mural fue
pintado al fresco en 1947, mide 4,7 x 15,6 m y tiene un peso de 35 t, incluyendo una estructura
metálica que lo refuerza. Originalmente fue realizado por Rivera para un hotel muy importante en
el Centro Histórico de la ciudad de México, el Hotel del Prado (destruido en los sismos de 1985) y
actualmente está ubicado en el Museo Mural Diego Rivera, creado especialmente para preservar
el mural, considerado uno de los más conocidos visualmente de la fructífera etapa del muralismo
mexicano.

Las Catrinas también estuvieron acompañadas en los periódicos por las famosas calaveras. Las
calaveras literarias, son composiciones en verso tradicionalmente mexicanas que en vísperas del
día de muertos se suelen escribir como otra de las manifestaciones de la cultura popular para
hacer burla tanto a los vivos como a los muertos, y recordar que todos nos vamos a morir. Están
escritas con un lenguaje satírico o burlesco y son textos muy breves pero que reflejan todo el
espíritu y festividad del mexicano frente a la muerte. Hoy en día se acostumbra que los niños en la
escuela hagan burla o crítica de algún personaje o situación de interés general o moda con este
formato.

La Catrina también está de moda entre las mujeres jóvenes en México. Estudios de maquillaje y
salones de belleza aplican la compleja pintura facial hasta por 1.000 pesos (aproximadamente 80
dólares) para Halloween mientras los mexicanos cada vez más mezclan la festividad
estadounidense con el Día de Muertos, que por lo general no implica disfrazarse.
Elaboración de nuestra catrina:
Primero colocamos vaselina en el rostro de nuestra
compañera Fátima, para que así fuera más fácil retirar
la máscara seca de su cara. Ya con la cara llena de
vaselina, en una vasija con agua tibia fuimos
sumergiendo los pedazos de venda recortados, para
colocarlos en el rostro de nuestra compañera y así
cubrimos toda su cara, y con más agua fuimos
dándole una mejor textura a la máscara pues el yeso
se partía un poco.
Ya con la masacra retirada, esperamos que se secara,
y así le colocamos pasta Das y mejorar más la textura,
ya que dejamos secar de nuevo la máscara,
empezamos a decorarla poniendo
detalles con marcador negro, así
como también adornamos con
lentejuelas de colores, y algunos
diseños de colores por toda ella.
Para ya finalizar con ella, pues
pusimos unas flores alrededor de
la frente y los costados de la cabeza.
Y así fue el proceso:
Como conclusión a esta máscara pues como ya vimos y sabemos la catrina es un símbolo
importante para nuestra cultura y país. Ya que es de las cosas que nos distinguen como mexicanos,
y que la elaboración de una no es muy fácil ya que requiere de muchos detalles, pero es cosa de
paciencia y dedicación. Con el paso del tiempo esta tradición se ha mantenido y se las personas
cuando hacen una o se disfrazan de ella, le dan un toque personal, ya que se da a que puedas
ponerle lo que quieras.

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