Es necesario también destacar que si bien no existe un estado de absoluta

marginalidad en las personas que ejercen la prostitución en la vía pública, es posible

destacar que sufren de exclusión social.

Es posible que producto de la profunta complejidad y multiples actores intervinientes,

emerjan diversos asepectos aun desconocidos; ya que es evidente que el campo de de

la prostitución (sin excluir no clientes y proxenetas), se presenta como una red de

posiciones, entramado en que los actores significan y se definen de un modo

relacional. Cada actor participante, se define a través de un conjunto de propiedades

que le permiten situarse en relación a otros actores que además, los caracterizan

como individuos, por lo que es posible determinar que todos los actores en dicho

contexto social experimentan una relación de interdependencia.

Por lo tanto, el espacio de la prostitución es instaurado permanentemente a través de

conflictos, disputas en que se oponen sus distintos ocupantes, pugnas que se

manifiesta la lucha por la conservación o el mejoramiento de la posición relativa del

sujeto que se encuentra inmerso en ese contexto social.

Respecto al mismo tema, ninguna de las entrevistadas señala haber sentido mayores

muestras de discriminación en su infancia, y presiones por parte de instituciones de salud o

religiosas con el fin de cambiar su identidad de género. Es más, dos de ellas señalan haber

sido derivadas en la infancia a un psicólogo, señalando que al contario, fue ese mismo

profesional que dictaminó a sus padres que era imposible cambiar su forma de ser. Bajo este

mismo contexto, pese a que las religiones cristianas condenan la homosexualidad, casi todas

se declaran como católicas, exceptuando a una que se declara evangélica. Interrogadas por

la problemática en particular de la no aceptación a su condición de sus religiones, señalan

que las creencias son asuntos de índole particular, y no cuestionan mayoritariamente el

discurso oficial de sus religiones.

Es constante que la progresiva feminización del cuerpo de la prostituta transgénero es

catalizada luego del abandono del hogar a través de la socialización a través de sus pares.

Además en los discursos, su autopercepción corporal y estética siempre es a través del

cliente. Como también las visiones que poseen de las buenas maneras de comportase, y de

ejercer de buena forma su trabajo, señalando que las compañeras de dan mala imagen a

este trabajo son las que tratan mal, o con indiferencia al cliente.

Por otra parte, resulta recalcable la lectura que poseen del transformismo, identidad que

señalan que son constituidas por transgéneros que no se atreven a ejercer su condición en

su vida cotidiana, forma de ejercer el género que sólo es practicada en ocasiones, eventos,

puntales que les otorgaría una vía de escape de una sexualidad reprimida. Por lo tanto, el

transformista realiza su puesta en escena en un escenario, es decir, en un espacio acotado,

evitando la discriminación ejercida por la sociedad en general y en específico del ambiente

homosexual.

El carácter relacional de sus construcciones de identidad de género, se puede inferir

constantemente en el transcurso de las distintas entrevistas. El progresivo cambio corporal

es mediado, regulado, a través de sus historias de vida y sus expectativas personales, pero

también a través de la imagen del cliente, los medios de comunicación e instituciones.

Por lo tanto, se puede considerar que la construcción de la identidad y autoestima de la

prostituta pasa esencialmente por su desempeño laboral, e imagen al trabajar. No obstante,

dichas identidades que se encuentran en constante transformación y en disputa, por una

parte, las expectativas respecto a las transformaciones corporales y progresiva feminización,

son canalizadas por las prostitutas. Por otra parte, esta misma es frenada ya que dichos

elementos limitan que el cuerpo sea totalmente transformado. Esto se debe a que a través

del trabajo, la prostituta genera placer, autoestima y seguridad laboral.

Con referencia al mismo aspecto, es constante que la totalidad esencializa su condición, es

decir, consideran que nacieron así, sin embargo cuando esa pregunta es abordada de otro

enfoque la visión del género con una visión voluntarista es presente. Esto se puede deber

también a que todas las entrevistadas profesan una religión y sustenta fe de cierta forma en

su discurso, es decir que ellos son así de forma nata.

En relación a las dificultades del uso de su nuevo nombre, destaca que no le otorgan

relevancia a aquello, señalan razones de tiempo, desgano y no encuentran las razones de

que aquello sea un beneficio concreto para tal efectuar tal trámite que consideran engorroso

(Parece q es del 1er topico)

Al contrario de lo que se piensa comúnmente, el ejercicio la prostitución transgénero en

Concepción no posee luchas por espacios, es más, gran parte de las entrevistadas proviene

de otras ciudades y ha optado por asentarse en esta ciudad dada la mayor tranquilidad que

le otorga esta ciudad. Por lo mismo, este contexto en particular permite algunas formas de

ayuda mutua y cooperación como es el arriendo grupal de una vivienda por parte de estas

siete entrevistadas. Este hecho les permite protegerse respecto de los peligros propios del

trabajo que conlleva ejercer la prostitución: la vulnerabilidad propia de la vía pública como

podrían ser violaciones o asaltos, además de poseen independencia para ejercer su trabajo

en el momento que ellas deseen, al no existir horarios ni mayores obligaciones con los

clientes
Debido que la mayoría de los encuentros sexuales son rápidos y realizados en vehículos, la

afluencia de público es grande y variada, no existen mayores disputas en el ámbito laboral.

Por el contrario, frecuentemente las compañeras de trabajo cumplen una función de

protección y apoyo ante cualquier eventualidad que ocurra en el transcurso de la noche.

Además, el sector reconocido por el público que se ejerce el comercio sexual es amplio, y al

igual que este grupo en particular existen otros grupos unas pocas cuadras de distancia, sin

mayor interacción entre ellas.

Otro aspecto relevante de las entrevistas es que no tiene claro los elementos que las

estigmatiza y los segregan. Interpeladas respecto a la imagen que los medios de

comunicación le otorgan a los transgéneros, señalan que sólo hay transformistas en los

medios de comunicación, y que además son simplemente banalidades, o aspectos delictivos

los que se logra apreciar en los medios de comunicación. Por consiguiente, existe una

ambigüedad en si dicho aspecto esto les ayuda o no

Sin embargo pese a poseer las libertades señaladas anteriormente, prefieren no ganar tanto

dinero, y por lo tanto tener una menor capacidad de consumo, a cambio de no ser tan

estigmatizadas, segregadas y sobre todo invisibilizadas, y por lo tanto tener una mejor

calidad de vida..

Por lo tanto respecto a la discriminación, es común en los relatos la queja por el estigma

social que posee el transgénero, ya que aparte de sujetos que realizan una actividad que no

es aceptada por la sociedad, son consideradas como conflictivas, peligrosas, que

frecuentemente realizan actos delictivos, aspecto que no es compartido por las entrevistadas,
al contrario, señalan que dicho prejuicio no tiene relación con la realidad, y al contrario, se

preocupan por no molestar e interferir con el vecindario