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HISTORIA DE PARDOS CHICKEN

Pardos Chicken es una empresa peruana enfocada el sector de alimentos


y retail.1 Desde 1986, su especialidad viene siendo la preparación de uno de los platos
más representativos y de mayor consumo de la gastronomía peruana como el pollo a la
brasa2 3 45 y las parrillas. La cadena cuenta con 27 restaurantes en toda la capital, tres
en provincia (en Trujillo y Chiclayo) y dos restaurantes en el extranjero.
A partir de 1998, cuando Edwin y Arnold Wu deciden comprar la marca,6 7 Pardos
Chicken establece un sistema de franquicias con proyección internacional bajo el lema
de “Siente el sabor peruano”.8 9 10
Actualmente, la marca viene difundiendo la campaña conceptual “A brasa lo
nuestro”,11 un homenaje a la peruanidad y a los íconos de la gastronomía peruana como
el pollo a la brasa,12 –Patrimonio Cultural de la Nación13 - el ají, la papa, el anticucho,
la chicha morada y una de las bebidas más importantes del mercado peruano como
la Inca kola.
Arnold Wu (36) tiene ya casi una década desde que tomó Pardo’s Chicken y el 2005
vendió cerca de US$ 20 millones de dólares. Para entender la fórmula del éxito, lo
entrevistamos en sus oficinas en Lima. Aquí la historia:

Arnold regresó al Perú en 1995 después de graduarse con una maestría (MBA) en Leigh
University en Boca Ratón. En Lima, trabajó con su familia por un par de años hasta que
decidió hacer algo por cuenta propia.

Madurar la idea le tomó un año. Tenía dos conceptos claros: Como contaba con poco
capital, era necesario empezar con un negocio que fuera “modular”; es decir, que le
permitiera empezar de a pocos (con una unidad) para luego replicarlo; y que además,
tuviera potencial de expandirse internacionalmente. Es así que en 1998, compró el 70%
de Pardo’s Chicken, un restaurant ubicado en la Avenida Pardo de Miraflores, que ya
tenía doce años en el mercado. Ese mismo año, empezó la expansión de la marca y se
abrieron 4 restaurantes más en diferentes zonas de Lima. Han pasado 8 años y Arnold
ha logrado ventas por US$ 18 millones de dólares, vende 4,000 pollos al día y da trabajo
a 900 empleados. Es más, el 2001, a sólo tres años de iniciada su incursión en el mundo
de los pollos a la brasa, Pardo’s Chicken abrió su primer restaurante en Santiago de Chile
en el centro de Las Condes, y luego el 2003, inauguró su segundo local.

Pero, ¿Por qué eligieron Chile como su primer lugar de destino en su expansión
internacional? Sencillamente, porque en el 2001, este país del sur, ofrecía una economía
bastante estable; además, el tamaño del país era relativamente “manejable”. Quizás
aquí Arnold estaba usando el mismo concepto de los módulos, que lo llevó a comprar un
restaurante al comienzo para luego expandirse. Chile, por ser relativamente chico, era
muy atractivo para probar y aprender, antes de lanzarse a conquistar a algún gigante.

Ese “gigante” resultó ser, nada menos que los Estados Unidos. Arnold no usó más la
estrategia de la ciudad pequeña, sino que se lanzó a la conquista a lo grande. Sus ímpetus
de empresario lo llevaron a probar plaza nada más y nada menos que en New York, en
pleno Manhattan, allá la franquicia la tiene su primo hermano: Richard Wu, un ex-
banquero de Morgan Stanley que decidió cambiar de rubro y poner el hombro para
conquistar los Estados Unidos.

Las franquicias son la estrategia de expansión de Arnold, pero, para entender mejor el
negocio, veamos cómo funcionan: En Lima actualmente hay 15 locales, 14 de los cuales
son franquicias; cada una de ellas se vendía a US$ 40,000.

“Ya no vendo más franquicias en Lima" aclara Arnold; probablemente para no


canibalizar las ventas de los Pardo’s Chicken ya establecidos en la ciudad. A cambio de
ese pago inicial, Pardo’s Chicken ofrece el know-how, el permiso para el uso de la marca,
el entrenamiento de personal y la asesoría; entre otros. Además, también se encarga de
la venta de insumos para mantener el sabor y calidad consistente en todos los diferentes
restaurantes de la cadena; finalmente, la casa matriz recibe un porcentaje determinado
de las ventas totales del restaurante. Ahora bien, Arnold nos comenta que a diferencia
de Lima en que una franquicia cuesta US$ 40,000; en Chile, EEUU o México, el precio
varía, ya que hay otros factores que se deben de considerar, como el hecho de introducir
la marca en estos países y/o ciudades. “En la expansión internacional hay otros factores
que son aún más importantes para evaluar un potencial dueño de franquicia, como lo
son la calidad ética y las ganas “enormes” de trabajar”, asegura Arnold plenamente
convencido. Y en efecto, es crucial de que cada franquicia tenga éxito, para que la marca
lo tenga.

El primer Pardo’s Chicken del grupo será inaugurado el próximo mes y Richard viene
trabajando en el local desde hace siete meses. El restaurante, excelentemente ubicado
en el corazón de Greenwich Village, está situado al frente de Sushi Samba. El motivo es
tan grande como simple, Arnold quiere no solamente “acercarse” a los peruanos que
dejamos el Perú hace muchos años y extrañamos nuestro “pollo a la brasa”, sino también
conquistar a los norteamericanos; y más aún, cautivar a una ciudad multi-étnica como
New York. Pero para esto, nosotros los peruanos, cumplimos un rol crucial, ya que no
sólo seremos comensales, sino también, los embajadores de este peruanísimo plato cada
vez que llevemos a nuestros amigos latinos, norteamericanos o de cualquier otro país, a
probar un pollito a la brasa.

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