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DEL
DERECHO
R O M A N O.
PERÍODO
ARCAICO.
H..I..S..T..O..R..I..A:
“CIVITAS QUIRITARIA”.
1. MARCO GENERAL:
Siglo VIII a. C. Fundación de Roma. (753 a. C.).
El origen de la civilización romana se remonta a la mitad del siglo VIII a. C., época
en la cual tuvo inicio el proceso de formación de la sociedad política romana.
Desde entonces y hasta la mitad del siglo IV a. C., la nueva civilización asumió,
precisó y mantuvo algunas características peculiares e inconfundibles.
2- FASES:
A- LATINO-SABINA: Siglos VIII – VII a. C.
Los “Quirites” estaban divididos como patricios en grandes “Clans” – “Gentes”, que
se dedicaban al pastoreo y a la agricultura extensiva, mientras que el poder
político estaba en manos de los “Patres” y del “Rex”, por los mismos elegidos.
B- ETRUSCO-LATINA:
Los grupos familiares de la ribera de la izquierda, hacía mitad del siglo VIII a. C.,
dieron inicio a una serie de procesos federativos que les aumentó la fuerza y
contemporáneamente les garantizó la independencia.
Roma fue fundada en el año 753 a. C., por Rómulo, de estirpe real latina, prófugo
de Albalonga, encabezando un grupo de aventureros de diferentes proveniencias.
A la nueva comunidad Rómulo le dio, de una vez, todas sus fundamentales
instituciones políticas.
El jefe de la comunidad era el rey (“rex”), elegido monarca con carácter vitalicio, el
cual estaba rodeado por un consejo de ancianos, el Senado (“senatus”), que
originariamente fueron cien “patres” y después con los sucesores de Rómulo de
trescientos miembros.
Dicen muchos historiadores, que esta narración es mucho más leyenda y mito,
que es fuertemente inverosímil.
Eso sí, un punto que resulta claro, confirmado y precisado por todos los medios de
cognición, es que Roma surge efectivamente en el curso del siglo VIII a. C.
4- FASE LATINO-SABINA:
La fase de la “Civitas” Latino-sabina es la primera fase de la historia del estado
quiritario que coincide aproximadamente con los siglos VIII y VII a. C.
La tradición habla de siete reyes de Roma. Señala los primeros cuatro como
oriundos de las “gentes” latino-sabinas y, los otros tres de origen etrusco.
RÓMULO: Latino, fundador de Roma, después del bien conocido episodio del
rapto de las mujeres sabinas y del consiguiente conflicto con los sabinos, tuvo
que reinar por un cierto tiempo junto con TITO TAZIO rey de los sabinos, con el
fin de sellar la paz y la fusión entre latinos y sabinos.
El poder no estaba dado por la riqueza material, sino más bien, por la interna
cohesión y por la fuerza comparativa de las familias (“familiae”) y de las “gentes”.
Las guerras incesantes de Roma en los siglos V y IV a.C., pusieron a los plebeyos
en condiciones favorables para desarrollar su batalla política.
La “Civitas” tenía de hecho, una extrema necesidad de la plebe, no solo para que
permaneciera tranquila en la urbe y en el campo, si no también para que
concurriera con su válida masa de hombres a reforzar el ejército ciudadano.
Inevitablemente, la plebe se comportó, con relación al patriciado, como una clase
económico-social capaz de oponérsele y condicionarla. Por lo tanto, sus
aspiraciones salieron de lo genérico y de lo vago y, pasaron progresivamente a
exaltarse y precisándose en los fines para alcanzar en las acciones a desarrollar,
en una organización interna apta para sostener esta acción prestablecida.
Los obstáculos más graves que la plebe tenía que superar para obtener la
liberación eran los siguientes:
El motivo por el cual los plebeyos se orientaron siempre más decisivamente hacía
la abolición de la “Civitas Gentilicia” y hacía la sobreposición del “Populus
Romanus Quiritium”, reunido en el ejército centuriado, era el siguiente:
-Se resistían los plebeyos a participar en un tipo de organización, aquella de la
antigua agricultura extensiva y que, entonces, debería obligar a los plebeyos a
renunciar a métodos más modernos de trabajo.
l- Reclamó y obtuvo:
La acción puesta en obra para alcanzar estos fines tuvo carácter netamente
revolucionario, porque estaba dirigida a una completa eversión del sistema
económico, social, político y constitucional de la “Civitas” gentilicia de los
“Quirites”.
En el año 449 a.C. los cónsules Lucio Valerio Poplicola y Marco Orazio Turino,
trataron de pacificar los ánimos y:
- Publicaron con la “Lex Valeria Horatia” la “Ley de las Doce Tablas” (de las
cuales dos ciertamente antiplebeyas).
- Admitieron que los “Plebiscita” tuvieran eficacia de leyes de estado.
Pero la plebe todavía estaba descontenta, insistió con máximo vigor e hizo
obstruccionismo en el “Exercitus Centuriatus”, sobretodo presionando en la
elección de cónsules ordinarios y tratando de realizar su objetivo último y
supremo: la abolición del sistema político gentilicio.
Durante ochenta años, del 448 al 368 a.C., los supremos poderes políticos y
militares tuvieron que ser ejercitados por los oficiales superiores del ejército, los
tribunos militares, dentro de los cuales hicieron parte los plebeyos (“Tribuni militum
consulari potestate”). Sucedió así porque los tribunos de la plebe continuaban
activamente organizando la agitación plebeya en las plazas ciudadanas y los
plebeyos en el ejército comenzaron a rechazar obstinadamente la obediencia a los
pretores que no eran de su agrado, constriñendo a la “Civitas” a renunciar a la
designación de “Praetores” patricios y dejar los poderes militares y políticos en las
manos de los “Tribuni Militum” casi siempre plebeyos.
La plebe con la “Lex Canuleia” del año 445 a.C., logra el “connubium” con los
patricios. En cambio, el sistema de ejecución personal por deudas se abolió hasta
solo después de un siglo, en el año 326 a.C., con la “Lex Poetelia Papiria”.
Las guerras inducen a los romanos a duplicar la “Legio”, dos legiones autónomas,
lo cual implicaba dos pretores de igual grado y la posibilidad de un puesto
accesible también a los plebeyos se había creado.
Así es que, a la mitad del siglo IV a.C., con el reconocimiento del carácter de
“Comitia”, es decir, asamblea constitucional deliberante al “Exercitus Centuriatus”,
que asumió entonces el nombre de “Comitia Centuriata”, consecuentemente, se
dá la admisibilidad de los plebeyos a uno de los puestos de “Praetor” del ejército y
cónsul y ulteriormente, la posibilidad que también un cónsul plebeyo, siendo en
grado par de su colega patricio, trajera los auspicios y finalmente, la posibilidad
que un plebeyo, en cuanto excónsul se afrancara con los “Patres” en el Senado.
Esto se realizó en el año 367 a.C. Solo hasta este año los patricios cedieron a la
aspiración plebeya de alcanzar el consulado, con las “Leges Liciniae Sextiae”,
como se dijo, hizo accesible a un plebeyo uno de los dos puestos de la máxima
magistratura consular (elegidos por los “Comitia Centuriata”). Se da inicio al
sistema de una Diarquia Consular Anual Patricio-Plebeya que introduce la
REPUBLICA NACIONAL ROMANA.
E..S..T..R..U..C..T..U..R..A
E..S..T..A..T..A..L:
“CIVITAS QUIRITARIA”.
1- CONCEPTO Y GENERALIDADES:
El panorama histórico, hace entender fácilmente que no es posible individualizar
una única y precisa estructura estatal en los cuatro siglos del período arcaico. Las
variaciones fueron múltiples. Pero, también, es cierto que el punto focal fue una
estructura de “Civitas”. Dos elementos la caracterizaban:
4- LA CIUDADANÍA:
Los ciudadanos del Estado Romano, “cives romani”, fueron exclusivamente los
miembros libres, (“ingenuos”), pertenecientes a las “gentes”, (“gentiles”)
denominados: “Quirites” (fundadores de Roma en el Monte Quirinal) y también sus
descendientes, los patricios, por pertenencer a la organización gentilicia, que
estaba en cabeza de los “patres” (padres de familia, miembros del Senado.)
5- LA SUBDITANZA:
LOS CLIENTES:
Su utilidad consistía en la ayuda que ofrecían a las familias patricias, para fines de
la economía de la “gens”, conectada a la agricultura extensiva y para llenar las
exigencias de tropas auxiliares para el ejército.
LOS PLEBEYOS:
Después del rey Servio Tulio, se les permitió contribuír como “pedites” en el
ejército. (Soldados que iban a pie y no a caballo “equites).
Existían las “tribus” que progresivamente se fueron unificando para dar lugar a la
“urbs”. Se formó la ciudad binaria llamada: “septimontium”, la “Urbs” rodeada
por un “pomerium” dedicado al pastoreo y luego el condado “agri” (campiña
romana).
1. Palatina.
2. Esquilina.
3. Succusana.
4. Collina.
1. Aemilia.
2. Camilia.
3. Claudia.
4. Cornelia.
5. Fabia.
6. Galeria.
7. Horatia.
8. Lemonia.
9. Menenia.
10. Papiria.
11. Pollia.
12. Pupinia.
13. Romulia.
14. Sergia.
15. Voltinia.
16. Veturia.
17. Clustumina.
18. Stellatina.
19. Tromentina.
20. Sabatina.
21. Arniensis.
22. Pomptinia.
23. Publilia.
Los plebeyos no fueron admitidos en su seno; además, se cree que éstos nunca
hayan aspirado a ser acogidos, pero en el período sucesivo, caída toda
importancia de ésta asamblea en materia política, sí fueron recibidos.
En sentido propio. Para una categoría de actos, donde tuvieron una verdadera y
propia competencia deliberativa; a tal punto, se hacía una primera votación interna
en las “Curiae”, y a través del voto establecían la mayoría (“principium”).
El “Populus” sabía que la mayoría del ejército estaba representada por los
plebeyos, quienes, también, sabían de su influencia política y su especial
importancia e, igualmente, que representaban una necesidad para Roma, para su
existencia y su soberanía. Por eso, la plebe a través del “Exercitus Centuriatus”
logró muchas reivindicaciones y logró hacer realidad muchos sueños, que en el
pasado parecían imposibles.
Era de su esencia, dar opiniones al “Rex” sobre argumentos para los cuales este
les solicitara.
Los reyes etruscos atacaron progresivamente este poder de los “Patres”, haciendo
degradar la institución senatorial, en un simple órgano consultivo.
Pero cuando, en la fase de crisis, decae la monarquía y en la cabeza del Estado
Romano se encontraron los Pretores Máximos del Ejército, la importancia del
Senado tuvo una fuerte recuperación, porque las deliberaciones del “Exercitus
Centuriatus” que era una asamblea popular extraconstitucional no deliberante,
pero quien tenía el poder en el momento, fueron rigurosamente subordinadas a la
convalidación del autorizado, cualificado y determinante “Auctoritas Patrum”.
-C- EL EJECUTIVO:
EL REY, “REX”:
a). EL “REX” DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
Se puede decir que para todo su período, la monarquía al menos, tuvo tres
constantes:
El “Rex” era, sobre todo, el supremo sacerdote de los cultos ciudadanos, con la
función de asegurar a la “Civitas Quiritaria” la “pax deorum” y por lo tanto, de
recoger los “auspicia” favorables de los dioses.
No era concebible que el supremo contacto con los dioses fuera atribuido a más
de uno solo, como máximo exponente de la comunidad. Aunque no podemos
olvidar, que la leyenda nos habla de una breve dualidad de Rómulo con el sabino
Tito Tazio.
Una vez nombrado el “Rex” quedaba en tal calidad hasta la muerte, salvo una
expontánea “abdicatio”.
Fueron los etruscos, los que modificaron esta situación constitucional, asignándole
a su “Rex” el “Imperium”, entendido como poder de comando absoluto, sea sobre
el ejército, sea sobre toda la “Civitas”, comprendidos los “Patres”.
Así es que, el “Rex” pasa a ser titular de dos grandes poderes: la “Potestas” y el
“Imperium”.
Por lo tanto, la figura del Rey aunque permanecía físicamente siendo una y única,
tenía dos caras: la antigua y originaria, de exponente y símbolo de la paz y de la
unidad quiritaria, apoyado con la “Potestas”; y la nueva, de jefe y árbitro supremo
del “Populus Romanus Quiritium” y gran jefe del “Exercitus Centuriatus”, que
comprendía los ciudadanos patricios, pero también los plebeyos, ayudado con el
“Imperium”.
Para el desarrollo de estas funciones el rey contaba con la ayuda de los Colegios
Sacerdotales.
La fustigación, “Verberatio”.
A esta atribución, bastante restringida, pertenecía la “Iudicatio” por parte del “Rex”
en dos crímenes:
.1. El “Parricidium”:
.2. La “Perduellio”:
Era el crimen que consistía en la alta traición de los intereses del Estado Romano
por parte de un ciudadano. Se cristalizaba en la traición a la “Civitas” y
comportaba como pena la decapitación, “Securi percussio”.
D- LOS SACERDOTES:
Tenían la importante función de celebrar los “Sacra Publica pro Populo”. En fin, de
ellos dependía la organización y el funcionamiento estatal, de ahí se explica el
exclusivismo patricio de los “Collegia”.
Los honores fúnebres y en fin, toda ceremonia religiosa privada o pública era
sometida a su control.
El Colegio Augural, estaba integrado al inicio por tres áugures, que luego, pasaron
en la fase de crisis de la “Civitas Quiritaria” a ser seis.
Eran independientes del “Rex” porque eran los especialistas y los árbitros de la
delicada ciencia de los “Auspicia” y de los “Auguria”, a los cuales estaban
subordinados una vasta gama de grandes decisiones políticas.
Eran los sacerdotes encargados del ritual conexo con relaciones internacionales.
Controlaban las relaciones de Roma con las religiones de otros pueblos.
9- LAS MAGISTRATURAS:
-A- EL INICIO Y EL DESARROLLO DE LAS MAGISTRATURAS:
Con relación a los cargos laicos, no sacerdotales, la tendencia que se perfiló fue
aquélla de denominarlos: “Magistratus”, ya que el “Rex” era el “Magister
Populi”, y los cargos derivados de la disolución de su poder militar, civil, jurídico y
político, se cualificaron con éste nombre: “Magistratus Populi Romani”.
(a). Ordinario:
Consideradas propias de la ordenada vida de la “Civitas” y por eso debían ser
renovadas anualmente.
(b). Extraordinario:
- Los “Tribuni militum”, 3 oficiales del Estado Mayor, que luego pasaron a un
número de 6.
- Los Centuriones.
- El Praefectus Urbis.
(1). El “Dictator”:
Nombrado directamente por el “Praetor”, luego por uno de los Cónsules, siempre y
sólo para funciones excepcionales, sea para salvar la “Civitas” de ataques
externos, sea para salvaguardarla de sediciones internas.
Los cuales tenían la función relevante de verificación del censo, que se llevaba a
cabo cada cinco años.
La Ley Emilia del año 434 a. C. limitó a dieciocho (18) meses la duración del
cargo de censor.