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El riesgo eléctrico se produce en toda tarea que implique actuaciones sobre instalaciones

eléctricas de baja, media y alta tensión, utilización, manipulación y reparación del equipo
eléctrico de las máquinas, así como utilización de aparatos eléctricos en entornos para los
cuales no han sido diseñados. El Real Decreto 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones
mínimas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico
define el riesgo eléctrico como “aquel riesgo originado por la energía eléctrica”. Quedan
expresamente incluidos en esta definición: • CHOQUE ELÉCTRICO por contacto con elementos
en tensión (contacto eléctrico directo) o con las masas puestas accidentalmente en tensión
(contacto eléctrico indirecto). • QUEMADURAS por choque eléctrico o por arco eléctrico. •
CAÍDAS O GOLPES producidos como consecuencia del choque o arco eléctrico. • INCENDIOS O
EXPLOSIONES originadas por la electricidad

Una instalación eléctrica segura y confiable es aquella en la que sus componentes


garantizan que se reduzca al mínimo la probabilidad de ocurrencia de accidentes
que pongan en riesgo la vida y salud de los usuarios, así como la posibilidad de
fallas en los equipos eléctricos con que se cuenta.
De entre todas las edificaciones existentes las edificaciones antiguas suelen ser
las de mayor riesgo ya que no están diseñadas para soportar la demanda eléctrica
de hoy en día, por lo que se recomienda revisarlas periódicamente. Además,
debido al desgaste que se origina en el correr de los años, los materiales se van
deteriorando, pudiendo causar electrocuciones, incendios que comprometen a
nuestra familia y nuestra inversión. Por lo tanto, es importante que cuando se
hagan remodelaciones dentro de la vivienda se consideren adecuar las
instalaciones eléctricas, sobretodo cuando en ella se añaden más funciones
eléctricas.
Ante todo esto, el cobre se ha consolidado como un elemento clave para la
generación y distribución eléctrica, debido a su gran capacidad como conductor de
energía, por lo que se vuelve un aliado indispensable a la hora de prevenir
accidentes eléctricos. Así este metal se encuentra en todas las instalaciones
eléctricas del mundo.
Los principales problemas que se pueden presentar en una instalación eléctrica
defectuosa son:
Tableros eléctricos inadecuados: Muchas veces los tableros eléctricos están
instalados en lugares inapropiados, no están limpios o están construidos con
elementos inapropiados.
Ausencia de dispositivos de protección: Muchas edificaciones no cuentan con
elementos de protección diferenciales (protegen contra los excesos de corriente) ni
termomagnéticos (protegen contra las sobrecargas).
Ausencia de puestas a tierra: Por que no todos los tomacorrientes están
conectados a la puesta a tierra de la instalación.
Dimensionamiento incorrecto: Muchas veces con el falso criterio del ahorro en
desmedro de la seguridad, los conductores eléctricos son subdimensionados,
poniendo en riesgo a la instalación.
Sobrecargas: Ocurren sobretodo por la utilización de muchos artefactos
conectados a un mismo tomacorriente, por el uso de artefactos de potencia
elevada en redes eléctricas que no estaban preparadas para este uso y por
improvisaciones ejecutadas por personal no calificado.
Materiales y productos defectuosos: Cuando se usan materiales no certificados
que no garantizan la seguridad de la instalación.
Falta de profesionalismo: Los “arreglatodo” son los precursores de grandes
tragedias.
Falta de mantenimiento: Las instalaciones eléctricas residenciales requieren una
revisión periódica.
Según se desprende de lo indicado la mejor forma de llegar a tener una instalación
eléctrica segura es que la misma sea realizada por un profesional calificado con
quien tendrá la seguridad de resolver los problemas con un adecuado criterio
técnico. En muchas instalaciones eléctricas nuevas y especialmente en las
instalaciones eléctricas antiguas, los conductores no necesariamente están
diseñados para admitir el consumo de los equipos que se desean instalar, por lo
que es importante su análisis y el recableado respectivo.

Causas
Los accidentes eléctricos son consecuencia directa de la situación de riesgo en la que se
encuentran las instalaciones eléctricas del parque español de viviendas. Fenómenos
como el envejecimiento y deterioro de la instalación, la ausencia de dispositivos de
seguridad, la manipulación inadecuada de las instalaciones y la sobrecarga eléctrica se
convierten en el origen de incendios y electrocuciones que ponen en peligro a las personas
y los hogare
Clasificsion de accidentes

Accidentes por contacto directo Son provocados por el paso de la corriente a través del cuerpo
humano. Pueden provocar electrocución, quemaduras y embolias. Accidentes indirectos
Riesgos secundarios por caídas luego de una electrocución. Quemaduras o asfixia,
consecuencia de un incendio de origen eléctrico. Accidentes por una desviación de la corriente
de su trayectoria normal. Calentamiento exagerado, explosión, inflamación de la instalación
eléctrica.

Quemaduras causadas por la electricidad Las quemaduras son las lesiones más comunes, no
mortales, relacionadas con las descargas eléctricas. Puede haber tres tipos de quemaduras
causadas por la electricidad: quemaduras eléctricas, quemaduras por arco eléctrico y
quemaduras por contacto térmico. Las quemaduras eléctricas se pueden producir cuando una
persona toca un cableado o un equipo eléctrico que no se usa correctamente o no tiene un
mantenimiento adecuado. Generalmente, estas quemaduras ocurren en las manos. Las
quemaduras eléctricas son una de las lesiones más graves que se pueden sufrir. Se deben
atender en forma inmediata. Además, se puede prender la ropa y ocasionar una quemadura
térmica debido al calor del fuego.
Para evitar accidentes relacionados con la electricidad que pueden derivar en incendios en la vivienda podemos
seguir una serie de recomendaciones básicas, como éstas que da Reparalia. Por un lado, se trata de usar los
aparatos eléctricos de forma correcta: Recuerda desenchufar todos aparatos eléctricos como secadores,
maquinillas de afeitar o rizadores de pelo después de usarlos. Mantén los calentadores eléctricos alejados de
las cortinas y muebles, y nunca los uses para secar la ropa. Nunca coloques cables bajo alfombras o tapetes, ya
que se pueden deteriorar. Elimina el polvo de la secadora cada vez que la uses, y procura no cubrir ni el
ventilador ni ninguna otra entrada de aire. Asegúrate de que el tubo de ventilación está libre de obstáculos y de
que no está oprimido por ningún sitio. Nunca introduzcas materiales que hayan sido usados para limpiar líquido
inflamable en la secadora. Ante fenómenos meteorológicos adversos (tormentas, grandes nevadas, rachas de
viento fuerte…), intentar desconectar todo tipo de dispositivos más sensibles a los fallos eléctricos. Además,
debemos asegurarnos de que la instalación cumpla los requisitos mínimos para una correcta conexión: Al
menos la cocina y el baño deben contar con una toma de tierra. En general, y en estas zonas en particular, los
enchufes deben situarse a más de un metro de los grifos y las tomas de agua de lavadoras o lavavajillas, así
como de la ducha o la bañera. En caso de necesitar electricidad en estas zonas, instale tomas de corriente de
seguridad y protegidas por diferenciales, que permitirán aislar la instalación y protegerla en caso de incidentes
en estos tramos. Evita colocar tomas múltiples de corriente para conectar aparatos eléctricos en el mismo punto,
ya que puede sobrecargar el circuito y producir calentamientos que deriven en una avería. No manipule la red
eléctrica con el suelo mojado. Para controlar subidas y bajadas de entrada de energía eléctrica utiliza un
diferencial. No instale cables sin clavijas de conexión homologadas. Comprueba la edad del sistema de
cableado y chequea las instalaciones al menos cada diez años, y siempre que te traslades a otra vivienda.

Causas más frecuentes de accidentes por riesgos eléctricos . Intervenir una instalación
eléctrica sin contar con autorización o sin ser personal electricista calificado autorizado por
SEC. . No utilizar herramientas adecuadas, por ejemplo, las aisladas para trabajos eléctricos. .
Realizar actos temerarios, como trabajar en circuitos “vivos” o energizados. . No usar
elementos de protección personal. . Utilizar equipos y sistemas eléctricos deteriorados,
enchufes quebrados, conductores sin aislación, etc. . Inexperiencia o falta de conocimientos. .
Sobrecargar circuitos, lo que produce un recalentamiento que puede originar un incendio. .
Utilizar aparatos eléctricos con las manos mojadas o los pies en el agua. . Limpiar o cambiar un
accesorio de un equipo o herramienta sin desconectarlo previamente. . Trasladar una escala
metálica o cualquier elemento de gran longitud cerca de una línea eléctrica. . No respetar las
distancias de seguridad a tendidos eléctricos existentes o contacto con instalaciones
subterráneas. Acciones inseguras Condiciones inseguras . Falta o mal funcionamiento de
dispositivos de protección, tales como disyuntores termo-magnéticos, protectores
diferenciales y sistemas de tierra de protección. . Falta de mantención de equipos y sistemas
eléctricos. . Enchufes deteriorados. . Uniones defectuosas de conductores o conductores sin
aislación. . Equipos en mal estado, deteriorados. . Conexiones fraudulentas, sin tablero
general. . Tableros sobrecargados y carentes de enchufes que cumplan con la norma. .
Instalaciones eléctricas no reglamentarias. . Alteración de los sistemas de protección.
Prevención de Riesgos Eléctricos E 20 Recomendacio

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