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( Saneamiento en la Vivienda ).
Temas
El arte de proyectar
Autor: M. Neufer
Revista Biología en la Construcción. 1997.
Objetivos
Informar acerca de los conceptos más actuales relacionados con el uso y ahorro del agua en viviendas y sus conjuntos.
Informar acerca de las soluciones para abastecer de agua a los edificios para funciones domésticas.
Informar acerca de las instalaciones necesarias para colectar las aguas servidas y el manejo de éstas.
Informar acerca de las vías para el manejo de los residuales biológicos de los edificios.
ARRIBA
Introduccion
A partir de la Revolución Industrial y debido a las concentraciones urbanas resultantes, se adoptó en nuestras sociedades de orientación
occidental una forma de saneamiento ambiental basada en el uso de agua generalmente potable para el manejo de los residuos biológicos
domésticos, asociada a bienes de consumo y hábitos de vida derrochadores de este recurso natural ya hoy escaso.
El anexo estudia los sistemas de abastecimiento de agua a comunidades y edificios y el manejo de los residuos, fundamentalmente hidráulicos,
resultantes, a la luz de tendencias de rectificación de los enfoques antes mencionados surgidas en las últimas décadas..
ARRIBA
Desarrollo de la clase
El agua es el artículo de consumo más importante del planeta Tierra y forma parte inseparable del balance ecológico de éste. Se utiliza con fines
sanitarios, económicos, medioambientales y socioculturales: para la alimentación, la higiene corporal, la producción de alimentos, la limpieza de
objetos y locales, el transporte de residuos orgánicos biológicos, el enfriamiento y calefacción de locales, la protección contra incendios y la
producción industrial y de servicios. También se utiliza con fines religiosos y ornamentales. Está siendo utilizada como si fuera un recurso
inextinguible, de forma despilfarradora y a la vez irresponsable. Cada vez existe menos agua percápita.para el desarrollo humano y cada vez se
alteran más los ecosistemas locales producto de la alteración de los balances hídricos a ese nivel.
Históricamente las aguas para uso doméstico fueron captadas de grandes fuentes superficiales tales como ríos y lagos. La existencia de
abundante agua adecuada para el consumo de las personas entonces necesitadas decidió la ubicación de las aglomeraciones urbanas a lo largo
del desarrollo de la civilización. Inicialmente hubo que hacer muy poco para corregir problemas de calidad del agua extraída pero la
contaminación progresiva de las fuentes de abasto debido a una incorrecta explotación fue haciendo necesarios cada vez tratamientos más
complejos y consecuentemente más caros. La aparición de adecuadas bombas posibilitó la extracción de grandes volúmenes de agua
subterránea. Por otra parte crece la necesidad de agua en áreas urbanas y mientras mayores son las ciudades mayor es la demanda percápita.
Crece la demanda de alimentos y con ello de agua para su producción. Lo anterior ha conducido al agotamiento de las fuentes cercanas,
superficiales y subterráneas y fue haciendo necesario cada vez ir más lejos por agua. Debido a la desaparición o contracción que han tenido los
depósitos y al alejamiento de los posibles a utilizar existe la tendencia a utilizar cada vez más fuentes superficiales creadas artificialmente lo más
cerca posible de las aglomeraciones.
Según Niemczynowics hay errores básicos en la forma en que el agua se utiliza. Uno de los principales es en el transporte de residuos orgánicos
biológicos; los llamados sistemas hidráulicos de saneamiento. Este sistema despilfarra los recursos hidráulicos al utilizar 99,9 partes de agua,
generalmente potable, para recibir y transportar 0,01 partes de residuos sólidos y líquidos, contaminando innecesariamente grandes cantidades
de agua, las que a su vez contaminan el medio en el que son dispuestas.
No existe por otra parte una adecuada relación económica entre los sistemas de producción de alimentos y los de manejo de aguas residuales.
Los tratamientos que se aplican inutilizan los nutrientes presentes en orinas y excretas al mezclarlos con otros residuos contaminantes, los que
ya no pueden ser utilizados en la producción agrícola, a pesar de su gran utilidad y bajo costo.
Otro error consiste en la ausencia de discriminación en la calidad del agua según necesidades. No toda el agua que se necesita en una vivienda o
conjunto de éstas tiene que ser potable, mientras que los sistemas de aprovisionamiento solo suministran una sola calidad: agua potable, la más
cara de producir. No se aprovechan las aguas resultantes de los tratamientos de residuales hidráulicos ni, en el caso de países con grandes
precipitaciones y nevadas, el agua de lluvia o nieve abundantemente disponible por épocas.
Cuadro 1
La estructura del consumo del agua, con sistemas convencionales, sin discriminación y sin reciclaje , es en los EE. UU. según Milne, la siguiente:
Cuadro 2
Como se observa el mayor consumidor de agua en interiores es el inodoro. Estos números se mantienen alrededor de esta cifra en las viviendas
de dotación similar de otros países desarrollados o no. La estructura anterior de consumo, aunque sólo puede aplicarse aproximadamente a
condiciones más modestas de suministro dada la amplitud del consumo de agua de los Estados Unidos, cuyos índices se muestran en el Cuadro 2,
permite tener una idea acerca de como orientar los esfuerzos para discriminar en el uso de los tipos de agua o reducir los consumos en algunos
de ellos.
Una clasificación de los tipos de aguas posibles de utilizar en las viviendas se muestra en el Cuadro 3, la que tiene que ver con los tipos de agua
que pueden utilizarse para distintas funciones en las viviendas. Se requiere de agua potable en el caso de que ésta vaya a ser consumida por
seres humanos o animales. En estos casos se realizan generalmente algunos tratamientos correctivos, en dependencia de las fuentes de abasto,
Caso A. Las aguas naturales no tratadas pueden utilizarse, dada su inofensividad para los seres humanos, en aquellos casos en que su uso no esté
directamente relacionado con posibles daños a la salud de los usuarios como en el caso de los usos, casos A y B. Para otros usos es posible utilizar
otras aguas de las disponibles en las poblaciones, casos C, D. y E.
Cuadro 3
Aguas naturales:
Utilizar agua de lluvia o no potable, suficientes para el servicio a brindar en todo lo posible.
Utilizar métodos por vía seca para la colección de los residuos biológicos, excretas y orinas.
Del uso de agua potable, no potable y de lluvia se ha hablado anteriormente. Importante es la utilización de inodoros de corte convencional que
consuman poca agua. Los aparatos tradicionales consumían por encima de 18 litros o 5 galones en cada descarga. El costo del agua y la
conciencia conservacionista crecientes han hecho aparecer nuevos aparatos . Actualmente existen modelos convencionales que consumen
alrededor de 9 litros de agua. Aparatos especiales que trabajan con agua a presión, que sustituyen las sifas por dispositivos de menos resistencia
al agua, y que controlan manualmente la salida del agua o que trabajan con sensores fotoeléctricos pueden ayudar a obtener hasta 1 litro por
descarga . Mantener bajas presiones en las redes ayuda extraordinariamente a ahorrar agua por la vía de la reducción de los caudales de
entrega.
Existen por otra parte los inodoros y los sistemas de tratamiento por vía seca que consumen poca o ninguna agua en sus procesos de captación y
tratamiento.
Si se utiliza el agua tratada de los baños en los inodoros y el agua del fregado y limpieza en el riego exterior es posible reducir el consumo de
agua potable en un 25%. Si se utilizan adicionalmente procesos de manejo de excretas por vía seca puede llegarse a reducciones cercanas al 50%
sin disminución de los estándares de calidad de vida en la vivienda.
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Los problemas más comunes presentes en la calidad del agua para consumo humano son la dureza, la acidez, la contaminación biológica, el color
del agua, el olor, el sabor, y la turbidez.
Deben utilizarse tratamientos para llevar al agua a la calidad necesaria para su consumo, según se indica en el siguiente cuadro:
Cuadro 4
Una de las aguas disponibles más adecuadas para consumo humano es el agua de lluvia, sobre todo en el caso de países tropicales donde llueve
mucho.Su pureza es muy alta y el costo de su obtención es mínimo Los beneficios ambientales del uso de agua de lluvia son, según Stein,
sustanciales: menos agua extraída de ríos, lagunas y acuíferos subterráneos, menos pérdida de buenas aguas por ser descargadas en depósitos
contaminados que la inutilizan, menos energía utilizada para generar la electricidad necesaria para bombeo y menos necesidad de generar
energía eléctrica con su carga contaminante. Las conveniencias ambientales son también económicas si se analizan desde el punto de vista de la
economía social, pues el ahorro a largo plazo sería muy grande.
Uno de los problemas principales del uso del agua de lluvia es su carácter cíclico, pues no está disponible todo el año lo que haría necesario
depositarla por períodos relativamente largos, con la aparición de problemas sanitarios. Otro importante problema es la pérdida de la cultura y el
conocimiento para su utilización. Dada la costumbre ya generalizada de uso de agua corriente su introducción en nuestros hábitos actuales de
vida implicaría el desarrollo de nuevos dispositivos y materiales de construcción sanitariamente seguros en los edificios, sistemas de alimentación
dobles, el desarrollo de normativas sanitarias y técnicas, el aumento del control inversionista y sanitario y la adaptación de la población, entre
otros aspectos. No obstante lo anterior, el uso de esta agua debe ser considerado crecientemente en un futuro dadas sus implicaciones positivas.
Aún cuando no se utilice exactamente con fines potables, beber y cocinar, su uso en otras funciones domésticas permitiría ahorrar mucho más
de la mitad del agua potabilizada de alto costo, que actualmente se consume.
Para más información sobre este tema buscar los descriptores agua de lluvia, suministro de agua, ahorro de agua, reciclaje del agua, entre otros.
Como ya se ha dicho las fuentes convencionales de abasto son subterráneas y superficiales. El agua es extraída mediante bombas y llevada a
depósitos, elevados con respecto al área a alimentar, siempre que sea posible. La capacidad de los depósitos elevados es de por lo menos dos
días de consumo, que pueden calcularse según los índices del Cuadro 3. El traslado del agua hasta los edificios se produce mediante canales
abiertos en caso general, o tubería si se trata de agua potable, utilizando en todo lo posible la acción de la gravedad. Así se cuida la calidad del
agua y se ahorra energía En caso de ser necesario bombeo la conducción debe ser entubada. Una vez en el área a alimentar, la tubería se
organiza en maestras de alimentación de donde salen las acometidas de los edificios desde dos direcciones diferentes.
En algún punto entre la captación y la distribución debe ubicarse la planta o área para realizar los tratamientos de potabilización indicados en el
Cuadro 5. Para más información al respecto ver Stein, pags 499 a 517.
Figura 1: Esquema de infraestructura hidráulica de abastecimiento de aguas con indicación de las obras más usuales de la misma. Elaborado
por P.M. Rubio Requena, de España.
Figura 2: Esquema de representación gráfica de una red ramificada para
abastecimiento a un conjunto de viviendas.
Figura 3: Tanque elevado para abastecer un conjunto de viviendas.
Los métodos o sistemas para suministrar el agua a los edificios pueden ser los siguientes:
Con acumulación local, bombeo hacia un tanque alto y distribución por gravedad.
Con acumulación local y tanque hidroneumático, que distribuye el agua ascendentemente por la presión que se genera en el tanque.
Figura 6: Esquema de un sistema de tanque a presión o hidroneumático. Observe que dispone de cisterna y que sólo tiene tubería de
distribución ascendente.
Figura 7: Esquema de una acometida a edificios.
Figura 8: Ejemplos de cisterna y tanque elevado para sistemas de alimentación.
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Las aguas que han sido utilizadas en los edificios y que deben ser evacuadas de éstos se denominan aguas servidas. Estas aguas se trasladan
mediante redes de tubería y accesorios llamadas de evacuación. Puede evacuar aguas grises, provenientes de lavabos, fregaderos, etc. y aguas
negras, las que contienen residuos fecales y orinas. Estas redes funcionan normalmente con el principio de la gravedad.
Los elementos de la red son: las sifas o cierres hidráulicos, la tubería de evacuación y la tubería de ventilación, esta última en los casos
estrictamente necesarios.
Las sifas son elementos de cierre que aislan los locales de los olores y vectores que puedan existir en las tuberías.
La tubería de evacuación puede tener diversas partes según el tamaño y extensión del edificio o sector de éste a que sirva. Se identifican las
siguientes partes:
Derivaciones o ramales, que parten de los aparatos sanitarios y llevan las aguas a las columnas bajantes en caso de edificios de varios pisos o
al exterior en caso de edificios uniplantas.
Columnas o bajantes de descarga, que llevan el agua desde los pisos hasta el exterior de los edificios en planta baja.
Colectores o maestras, que alejan las aguas de los edificios hacia los lugares de colección.
La tubería de ventilación es la encargada de mantener a nivel atmosférico la presión existente en el interior del conjunto. Puede ser primaria
cuando ventila el bajante general y secundaria cuando ventila los ramales y sifas.
En el caso de separar aguas grises y negras para su posterior reuso o para optimizar el tratamiento de las aguas negras sería necesario introducir
un sistema dual que conduzca estas diferentes aguas a destinos diferentes.
Figura 9: Esquema de una red de evacuación mostrando sus componentes en un piso.
Figura 10: Ejemplo de red de evacuación en un baño utilizando tubería de hierro fundido.
Figura 11: Ejemplo de red de evacuación en un conjunto de baño-cocina-patio de servicio utilizando tubería de plástico.
A partir de todo lo visto hasta ahora existen dos enfoques para el manejo de los residuales biológicos en viviendas, la llamada vía húmeda
utilizando agua y la colección en seco.
Las instalaciones para el tratamiento de aguas servidas por vía hidráulica pueden ser de tres tipos:
Dispositivos para tratamientos previos: desarenado y desengrasado, fundamentalmente trampas de grasa y de arena. Con ellos se tratan aguas
provenientes de fregaderos y tragantes.
Figura 12: Dispositivo (trampa) para separar las grasas de las aguas servidas provenientes de fregaderos.
Dispositivos para tratamientos primarios de clarificación, decantación o asentamiento de los sólidos, fundamentalmente fecales, existentes en
las aguas negras: fosas mauras, pozos sépticos, pozos anegados, tanques Inhoff y lagunas facultativas de oxidación, entre los principales.
Figura 13: Dispositivo denominado Pozo Negro, de paredes permeables para tratamientos primarios en viviendas aisladas.
Figura 14: Dispositivo denominado Fosa Maura para tratamientos primarios en viviendas aisladas.
Figura 15: Dispositivo denominado Tanque Séptico para tratamientos primarios en pequeños conjuntos. Pueden ser de uno o dos
compartimientos.
Dispositivos para tratamientos secundarios de clarificación de aguas grises y de aguas provenientes de tratamientos primarios, en los cuales se
facilita el paso de oxígeno por la masa orgánica coloidal a tratar : pozos absorbentes, lechos de filtración, lechos de oxigenación acelerada,
campos de infiltración y lagunas aeróbicas de oxidación, entre los principales.
Figura 16: Pozo absorbente para infiltrar las aguas provenientes de tratamientos primarios o directamente aguas grises.
Figura 17: Lechos de infiltración para tratar y colectar luego parcialmente las aguas provenientes de tratamientos primarios o directamente
aguas grises.
En el caso de tratamiento de aguas negras provenientes de viviendas deben aplicarse los primarios y secundarios. En el caso de aguas grises y
negras a tratar juntas deben aplicarse los tres tipos en sucesión. En el caso de aguas grises deben aplicarse los tratamientos previos y secundarios
en dependencia de la presencia de grasas o áridos a eliminar.
Figura